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Mush-room por Amok Scarlet

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Notas del capitulo:

Hola!!

Les traígo esta capítulo que espero les guste

Esa extraña sopa de col que le dio el dobe estaba buena. No se lo diría pero lo estaba. Termino comiéndose tres platitos de Ramen como dijo el dobe. Tenía hambre, pero ya estaba satisfecho y después de la comida le dio sueño. La culpa la tenía el largo viaje, se preguntaba como reacciono la vieja al ver que no estaba él y el reloj.


Le hubiera gustado verlo


— Sasuke — le hablaba el rubio, estaban debajo de un árbol — puedes dormir, aquí es muy relajante-ttebayo — le sonrió


— Hmp — fue su respuesta, cerró los ojos y se recargo en el tronco, inclinándose al hombro del rubio.


Naruto lo veía, estaba feliz. Al parecer ambos olvidaron su estúpida pelea. Ridícula, ¿Quién pelea por un tonto juego? Al parecer ellos, pero bueno. Vio como el azabache se relajaba hasta que su cabeza cayó en sus piernas. Eso le gustaba, empezó a acariciar sus cabellos, viendo la tranquila carita que ponía el otro.


Una hoja de árbol estaba cayendo y cubrió el cuerpo del moreno. Eso le dio risa, y recordó. Aquella vez fue similar. Debajo del gran árbol cerca del rio. No había nadie en esa zona, cerca de los campos de entrenamiento.


+++


— Sasuke — le llamaba el rubio — ¿A qué venimos tan temprano-ttebayo? — se tallaba los ojos, el azabache lo había ido a despertar, pidiéndole (obligándolo) ir con él. Le hizo feliz al principio que lo tomara en cuenta, pero se lo estaba replanteando.


— A qué más dobe, a entrenar — caminaba a los campos cruzando el puentecito hacía los campos


— ¡Espera teme! — corrió a alcanzarlo después de pensar en su palabras. Ya estaba a un paso de llegar junto a él cuando tropezó. Tiró de los pantalones del otro y se lo llevó consigo cayendo al rio


— ¡Maldito dobe! — Gritaba saliendo del agua — ¡Ma has mojado todo!


— Vamos Sasuke ¿acaso eres gato? — el otro lo fulmino con la mirada — ven vamos — lo jalo de la mano y se lo llevo donde estaba el tronco del árbol



— ¡¿Qu… qué estás haciendo?! — el rubio le había alzado las manos tratando de quitarle la playera al desconcertado azabache que había sido jalado hasta ese lugar


— ¿Eh? Quitarte la ropa mojada ¿o te quieres enfermar? — dijo tranquilamente, mientras le pasaba esta por los brazos y sacándola de su cabeza. El azabache seguía estaba anonadado con las palabras “quitarte la ropa” una y otra vez


Naruto mientras que ya le había quitado toda la ropa de arriba iba a seguir con la de abajo cuando paso sus manos por la cinturilla del pantalón que ocupaba el azabache se dio cuenta ¿Qué estoy haciendo? Subió la mirada y vio el sonrojo que tenía el azabache, provocando que él también se sonrojara. Sus manos se habían colado en los pantaloncillos del moreno, que al sentir el aire pasar por su cuerpo reacciono


— Es… espera dobe — le agarró las manos deteniéndolo. El rubio no pudo evitarlo más y atrapo sus labios. Un beso tierno, sus labios juntos, jugando lentamente. Las manos del moreno temblaron, el rubio dejo su labor atrapando las manos del otro con las suyas. Se fueron arrimando más al tronco del árbol, hasta que la espalda del moreno toco la rasposa corteza — Naru… to — dijo liberándose del contacto. No pudo decir más, sus bocas se volvieron a unir, el rubio lamió su labio inferior provocando que el otro abriera los labios al sentir el tacto. Logrando colar su lengua en el interior


Las manos del rubio se llevaron las manos del moreno a su trasero, apretándolo con ambas manos logrando que jadeara. Las soltó y tomo por la cintura al moreno incitándolo a bajar, soltando sus bocas en el proceso.


Era la primera vez que sentía algo así, los roces de las manos del rubio en su piel desnuda que se empezaban a colar en sus pantaloncillos, los labios que abandonaron su boca estaban en su cuello. Ni siquiera sabía porque no le reprochaba nada, se sentía tan bien que simplemente se dejó llevar, por todo el mar de sensaciones nuevas.


Sus manos bajaban el pantalón del moreno que empezaba a soltar suspiros, mientras seguía besando la zona del cuello, pasando su lengua por la dulce piel que estaba húmeda por el agua.


Alzó las caderas permitiendo que las manos del rubio terminaran la tarea de deshacerse de los pantalones, un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sintió las manos del otro por sus piernas, alzando más el cuerpo rozándolo con el cuerpo encima de él.


— Mgh — jadeo cuando sus cuerpos entraron en un contacto más cercano — Sasuke


— Naruto — sus manos viajaron a los cabellos rubios, que se alzaron cuando sintió aquella caricia. Buscándose uno al otro juntaron sus labios. Paseo sus manos por el cuerpo albino. Por esa piel, encontrando las cicatrices del entrenamiento, acariciándolas


— Eres hermoso — habló contra sus labios, separándose y viendo el cuerpo casi desnudo — hermoso — se sintió avergonzado por la mirada azul que observaba su cuerpo con tal detalle, como si quisiera recordar cada parte de su ser


— No… no me mires tanto, dobe — intentaba parecer molesto, sin poder lograrlo. La mirada sobre él era demasiado intensa


— ¿Te avergüenzas? — se acercó acariciando su torso, pasando sus manos por su pecho, acariciando la areola sin tocar las tetillas


— Mg… no — logro decir ante el cosquilleo que sintió en su pecho


— ¿Seguro? — le instó, mientras acercaba su rostro al pecho sin dejar de acariciarlo


— S… mgh… — lamió su tetilla dejando que su mano paseara por el borde del calzoncillo del otro, colando sus dedos acariciando la suave piel que guardaba


El calor empezaba a inundarlo, y todavía estaba mojado. Sentía la lengua del otro devorar su pezón, una mano en la otra, la otra mano acariciando su trasero. Se sentía… ¿Qué sentía? Pero se sentía bien. Sus manos dejaron los cabellos rubios que aun retenía entre sus dedos, pasándolos por la espalda, hasta llegar al final de la playera, metiendo sus manos acariciando la piel mojada y subiendo poco a poco esa prenda, hasta que pudo subirla hasta los brazos logrando que lo soltara y subiera las manos para poder quitársela.


El rubio sonreía al sentir las manos del azabache en su espalda, dejo de tocarlo por completo para ayudarlo a quitarse la playera que traía, cuando las bajo acaricio la cintura, las caderas y el borde del calzoncillo que todavía no le quitaba, pensando que ya era el momento de hacerlo. Miro al azabache como pidiendo permiso, cuando sus miradas se cruzaron tomo sus caderas y bajo los calzoncillos. Rozando los muslos de este, produciendo escalofríos la piel albina.


No sabía qué hacer y se preguntaba si el rubio sí. Parecía un experto a sus ojos. Lo había despojado de su última prenda, él también quería verlo sin ninguna y sus manos se dirigieron a los pantaloncillos del otro. Estaba temblando, ¿por qué?


— ¿Impaciente? — ¡Maldito dobe!  Le estaba besando el vientre cuando sintió unos dedos escurrirse por su cintura


— No — logro bajarle un poco sus pantaloncillos, de lo que no se dio cuenta fue que arrastraba otra cosa con ellos. Cuando los bajo un poco más dirigió su mirada donde se encontraban sus manos y lo vio. El miembro del rubio, erguido. Paso saliva, su mente se quedó en blanco


Miro la cara del moreno, parecía ido, siguió su mirada y sonrió al ver lo que veía. Tomo sus manos y lo guió terminando de quitarse ambas prendas. No es que fuera un experto, pero el pervertido de su maestro le “enseño” como se hacía con una chica, tenía que ser igual ¿o no?


Alzó las manos del azabache, dirigiendo una a la entrepierna albina y la otra a la suya. Cuando hicieron el contacto ambos jadearon. Empezó a mover las manos frotándolos.


— Ahh… Sasu… — gemía. La cara del moreno nunca la olvidaría, el rubor en su cara, sus ojos suplicantes, el labio que se mordía tratando de evitar los suspiros saliendo de sus labios como música, hermoso, todo de él se le hacía hermoso. Abandono la mano que estaba en su entrepierna, inclinándose al cuerpo debajo de él, acariciando los muslos albinos.


Paseándolos lentamente subiendo por su abdomen hasta su cuello, caminando por su rostro hasta sus labios, donde se perdieron. El otro sentía aun la mano de él y la del rubio en su miembro, su otra mano estaba en el miembro del cuerpo encima de él. Los dedos que se hundían en su boca, los lamia y mordía. Hasta que se los quitaron y soltó el pene del rubio al sentir la caricia cerca de su entrada.


Sus dedos acariciaban el orificio que le permitiría estar unido a ese delicioso ser. Penetro con uno de sus dedos, el cuerpo debajo de él emitió un quejido de molestia, atrapo sus labios mientras seguía masturbándolo. Un dedo más y paso a su cuello. La mano albina se aferraba al pasto que apenas y cubría sus cuerpos.


Un dedo más y gimió. ¿Esos sonidos eran suyos? ¡Dios lo estaba disfrutando! Primero era molestia y poco a poco se convirtió en una sensación algo más agradable.


— Na… Naru… agh… — una presión en su vientre, algo, algo venía. ¿Qué era ese cosquilleo? ¿Qué era?


El otro no dejaba de masturbarlo y penetrándolo con sus dedos, que fueron oprimidos en ese momento. Quería estar dentro, de seguro sería mejor


— ¡Ahh… Naruto… ahh… mmm…! — se venía, el primer orgasmo de su vida. Se sentía… se sentía bien, ¡qué magnifica sensación!


De solo verlo él también se vendría, esa expresión, ¡Dios! Él se lo daba, él le daba ese placer, solo él


— Te gusto — afirmó, beso sus labios una vez más, era una adicción. Sacó sus dedos y tomo su miembro que no dejaba de palpitar. Termino el beso, levantando la pierna del azabache y se colocó en una posición cómoda. Colocó la punta y entro despacio. El otro se tensó. Eso dolía más que los dedos


— Ahg… espera — le dijo y se detuvo. Volvió a tomar el pene del albino que había soltado cuando se vino. Y empezó a masajearlo, los suspiros no tardaron en llegar. Las manos del otro subieron a la espalda del rubio, acariciándolo. Aferrándose cada vez que él otro empujaba más dentro de él. Hasta que dejo de sentir el movimiento


— Sasuke — se miraron a los ojos — Te amo — lo beso. Salió de él y volvió a entrar de una sola vez


— ¡Ahh! — su cuerpo se arqueo ante el movimiento brusco


— ¿Te lastime? — preguntó preocupado y deteniéndose completamente


— N… no… — empujo su cuerpo hacía el otro para que continuara. Sí dolió, pero nunca se lo diría. Siguió el mete y saca lentamente. Tratando de no caer de nuevo en su error. No quería lastimar el cuerpo de su novio.


Al principio fue molesto y doloroso, pero su cuerpo empezaba a sentir calor, un calor más abrasador que el primero. Se aferró a los hombros del cuerpo tostado cuando sintió esa sensación arrolladora cuando toco un punto dentro de él que dejo su cabeza revuelta.


— ¡Ahh! — grito lleno de éxtasis — ¡Ahí! ¡Naruto… ahí, de nuevo, ahí! — pedía perdido en el placer que le recorría


El otro no sabía qué hacer, así que simplemente siguió metiendo y sacando cuando volvió a dar en el punto que volvía loco al otro


— ¡Ahh! ¡Sí! — esa voz tan sensual que exhalaba cerca de su oído, lo dejaba aturdido. Empezó a morder su hombro y seguía masturbándolo, sintiendo la fricción de sus cuerpos al moverse. Su miembro se sentía bien en ese lugar, calientito, apretadito y más cada vez más apretadito — ¡Naruto! ¡Ahh… ya… ya…! — Y más apretadito, deteniendo el movimiento cuando sintió ese cosquilleo que anunciaba el inicio de una ola de sensaciones deliciosas para su cuerpo.


Y no fue el primero, el otro se vino entre sus cuerpos desnudos y húmedos, ya no por el agua, sino por su sudor del calor de emociones nuevas.


— Agh… Sasuke… mmm… — ¿qué mejor que tener un orgasmo con la persona que amas? Nada, nada, no existía, para ellos fue lo mejor que hubiesen experimentado.


Se dejó caer en el cuerpo del azabache, tratando de recuperar la respiración. Una vez recuperada se levantó mirando el rostro acalorado del otro.


— Te amo — le dio un casto beso y salió lentamente de él. Perdiendo esa calidez que sentía. Tumbándose a un lado. Pasó un brazo por debajo del cuerpo a lado suyo y lo acercó a él.


— Dobe — acariciaba los pectorales del otro, ¿cuándo se había hecho tan musculoso? — También te amo — era la primera vez que le decía “Te amo”  Saltaría de la copa del árbol en ese momento, lo gritaría a los cuatro vientos. Pero Sasuke lo mataría así que no. Solo le beso los cabellos y vio su rostro.


Sus ojos cerrados y su respiración más tranquila que hace unos momentos, se había dormido.


Y una hoja de árbol cayendo cubrió sus cuerpos desnudos, ¡qué felicidad! No quería separarse nunca de ese teme. Nunca


+++


Acaricio sus cabellos negros, apartándoselos del rostro. Se veía tan lindo cuando dormía. Despierto era otra cosa. Solo esperaba que se le bajara la erección que tuvo al recordar aquello, le iría mal si se daba cuenta. Muy mal

Notas finales:

¿Les gusto?

Espero que sí. Bueno muchas gracias por leer

les mando besos muac muac

Bye bye


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