Naruto + Sasuke = Bebé
Era la ecuación correcta, a ver de nuevo:
Hombre + Hombre = Bebé
No está mal, no, debería ser así:
Hombre + Mujer = Bebé
¡Sí! Eso era correcto entonces, ¿Por qué? Algo andaba mal. ¡Una broma! Sí tenía que ser eso, una broma, jajá que mala broma.
...
La mujer rubia que los observaba desde hace unos momentos, esperaba su reacción, se habían quedado perdidos en sus pensamientos. Tanto la chica como el chico miraban a un punto incierto del especio. El azabache enfoco su mirada incrédula en la mujer, buscaba indicios de mentira en ella pero lo único que veía parecía ser real.
— Im… imposible — balbuceó
— No sé cómo paso, pero es la verdad
— Esta de broma, ¿cómo voy a estar embarazado? — la peli-rosa que seguía en su mundo al escuchar el grito del azabache se espabilo y en su cara se mostraban las mismas dudas
— Sasuke es hombre, ¿Cómo paso? — era imposible, no podía estar pasando
— Escuchen, yo tampoco lo sé — la mujer se cruzó de brazos y se recargo en la pared cerca de la puerta — pero no importa, Sasuke está embarazado ¿vas a hacerte cargo del bebé verdad?
— Bebé — salió de sus labios tan suave e inconscientemente pasó su mano por su vientre “bebé de Naruto y mío, bebé de Naruto y mío” pensaba una y otra vez, sin darse cuenta que estaba sonriendo.
Las mujeres lo veían y sonrieron. Luego se preocuparían por saber cómo sucedió por ahora solo cuidarían del futuro padre-madre que sería Sasuke.
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En aquel paisaje se encontraban comiendo. Después de la larga charla que tuvieron de cómo sería la rutina que llevarían de ahora en adelante.
— Esto está buenísimo-ttebayo — comía un tipo de tiritas de algún tipo de masa que no conocía con otro montón de cosas que no conocía
— Je, sabía que te gustaría — estaban debajo de un árbol
— ¿Dónde lo conseguiste? — preguntaba después de tragar lo que tenía en la boca
— En uno de mis viajes — ya iba por el tercer plato — me enseñaron a prepararlo, si quieres te enseño para que lo comas cuando quieras
— ¿De verdad? — lo miró con ojos brillosos. El otro asintió con la cabeza — ¡Bien! ¡Ya se lo quiero enseñar a Sasuke!
— ¿El Uchiha? — preguntó el peli-blanco. El rubio solo asintió mientras absorbía los fideos — ¿qué te traes con él? — se pasó los fideos rápidamente antes de contestar
— Es… — se atragantó por un momento — estamos saliendo — el otro abrió enormemente los ojos. “¡No! Mi niño se pasó al otro lado”
— ¿Co… cómo? — un zorro que los veía de reojo se rió al recordar su travesura
— Que salgo con Sasuke
— ¿Por qué? — y él que le había enseñado que las mujeres era el paraíso, ¿por qué cambió? Lloraba mentalmente
— Porque me gusta y lo amo — respondió con los ojos llenos de brillitos como todo un enamorado
— Lo… lo… lo… lo… — y seguía repitiéndolo
— ¿Eh? Ero-sennin, ¿estás bien? — Veía que su maestro tenía los ojos en blanco — ¿se murió? ¡Hey, ero-sennin!
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— ¿Y podré hacer con mí entrenamiento? — preguntó Sasuke, ya que estaba más tranquilo y dirigió la idea de que tendría un bebé
— Sí, no te preocupes por eso — le contestó la Hokage, se sentaron cerca de la cama — pero mañana. Por ahora descansa y come, mañana empezaremos
— De acuerdo
— Entonces — Sakura dudaba en preguntar — ¿él bebé es de Naruto?
— Eh… este… — se sonrojo sin poder evitarlo — sí
— Cuándo vuelva ya verá ese mocoso — decía Tsunade con el entrecejo fruncido
— Sí, ya verá, se le ocurre irse y dejar a Sasuke y su bebé solos — continuaba la peli-rosa
— Ese dobe — olvidándose por completo de la situación, solo pensaban en que Naruto era un mal padre
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Después de recuperarse de la terrible noticia de su protegido con un “hombre…” perdón, perdón aun no digerimos la noticia, estaban haciendo pequeños ejercicios, parte del entrenamiento, cuando sucedió
— ¿Qué tienes chico? — preguntó al ver al rubio abrazarse y con cara de susto
— Alguien me quiere estrangular, estoy seguro-ttebayo — miraba a los lados buscando a su agresor. Mientras el peli-blanco suspiro, el chico se estaba volviendo loco o más extraño de lo que ya era
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Ya era de noche y estaban en las afueras de la cabaña. Habían avisado a su líder de los acontecimientos pasados y seguían vigilando. Vio como salían sus habitantes del lugar. Se habían turnado para descansar
— Kakashi — lo sacudió — ya están saliendo
Se acomodó, estirándose y fijando su mirada a la cabaña — mmm… creo que los he visto antes — menciono, el otro se fijó más en los sujetos que estaban saliendo y recordó
— Tienes razón — los humanos salían sin la capucha que los cubría dejando ver su rostro
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“En el libro de personas con las que no debe cruzarse un duende” nombre dado por Naruto que obviamente ignoro, y solo pasaba la vista por las hojas viendo las imágenes de los seres con los que un duende no puede entablar conversación. Había cosas muy interesantes pero solo se paraba a leer algo cuando algo llamaba su atención. Entre ellas un tipo de hombre-serpiente que le causó escalofríos.
Un hombre sin cabeza la cual tenía cargando en una de sus manos y a lado su caballo negro. Otro ser alto, enorme con cabellos naranjas. Se veía dos imágenes de él, en uno aparecía rodeado de animales y en la otra parecía un ogro. Otro de las imágenes Unos seres con alas negras y cabellos rojos, igual de pequeños que ellos, pero seres diabólicos. Vio uno más de un hombre de cabellos blanco-azulados que se transparentaba hasta desaparecer. Pasó una página más
— ¿Qué haces aquí? — la voz de su profesor actual lo hizo saltar de la impresión dejando caer el libro
— Nada, nada-ttebayo — y salió derrapándose del lugar, dejando el libro en el suelo con cierta imagen de un grupo de humanos con capas negras y nubes rojas. Mostrando las caras de estos
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— El libro bingo — susurró Kakashi, sin dejar de ver las acciones de los humanos
— Será mejor avisar a Tsunade-sama — se alejó del lugar dejando a Kakashi observando el lugar
...
— Ya hemos perdido mucho tiempo — se puso en unas seriedad extraña en él desde su llegada
— Silencio Tobi, deja que se concentre — el rubio le dirigió una mirada de odio al otro
Miró al cielo, buscando algo. Cerró los ojos para recordar mejor el hechizo que tenía que llevar acabo. Si él no se equivocaba, cosa que nunca pasaba, pronto la luna llena llegaría hasta lo más alto del cielo, entonces podría llamarlo y encontrar a ese ratoncito que se le escapó.
— Pronto — se sentó cerrando los ojos e ignorando todo a su alrededor, tenía que reunir energía para llevar a cabo su plan
…
— ¿Qué dijo? — preguntó Tobi otra vez con su tono infantil
— Solo siéntate — los demás se habían sentado ignorando las niñerías del enmascarado
…
— Hokage-sama, los sujetos son de Akatsuki
— ¿Estás seguro? — preguntó
— Sí, hemos visto sus rostros. Entre ellos se encuentran Deidara, Kisame, Sasori, Tobi e Itachi
— Itachi — repitió — síguelos vigilando — cortó la comunicación. Itachi era un problema, se encontraba entre los mejores hechiceros del mundo y era un genio. Qué mal que trabajara para la oscuridad y no para la luz. Tendría que llamar a un mago humano para que le ayudara con el cuidado del bosque. Esa idea no le gustaba, la haría ver débil.