Capítulo 10.
Playa.
-Tío Young Bae –Tae Hee miró serio al mayor. Todos se quedaron en silencio en la mesa. –Por favor, ya no vuelvas a golpear a tío Seungri.
-¿Qué? –Young Bae le miró impresionado. -¡Nunca lo he golpeado!
-Tae Hee, ¿por qué dices eso? –Ji Yong le miró con el ceño fruncido.
-¡Papá, hubieras escuchado cómo gritaba tío Seungri anoche! –Todos se miraron en la mesa. -¡Gritaba muy fuerte! Tío Young Bae lo ha dejado hasta lastimado, hoy por la mañana caminaba cojo.
-Ah… -Ji Yong asintió lentamente. Seung Hyun rodó los ojos y miró a Seungri.
-Creo que te equivocaste, hijo –Seung Hyun evitó el tema.
-¡Que no, papá! –Tae Hee alzó la voz. -¡Tío Seungri gritaba! Decía: ¡Eres tan duro! ¡Ah! ¡Por Dios! Y esas cosas, papá. Estaba sufriendo.
-Sí, cómo sufría –Daesung se rió.
-Nunca más saldré de vacaciones con ustedes y mis hijos –Ji Yong miró a los otros dos.
-Lo siento, Hyung. Pero la reconciliación no podía esperar. –Seungri elevó sus hombros.
-Lo siento, bro –Young Bae le miró sonrojado. –Estoy avergonzado.
-Papá, ¿podemos ir a la playa? –Su Ah miró a los mayores.
-¡Ay, no! ¡Odio la playa! –Tanto Seung Hyun como Seung Jo hablaron al mismo tiempo.
-De tal palo, tal astilla –Seungri dijo riéndose.
-¡Vamos! –Daesung sonrió poniéndose de pie.
-Ji –Seung le miró. -¿Tenemos que ir?
-Seung, la pasaremos bien. Estamos de vacaciones, por Dios.
-Pero Ji-
-Puedes ir con camisa.
-Aish.
Terminaron el desayuno y se dispusieron a arreglar todo para el día de playa que tendrían. Ji Yong intentaba vestir a sus hijos, pero como siempre, era un caos. Nunca se imaginó con tantos niños, bueno, sí quería ser padre, pero nunca tener cuatro y menos tan traviesos. Terminó con Su Ah quien le miraba con una sonrisa demasiado brillante. Miró a Seung Jo y este llevaba un chaleco gigante encima.
-¿Vas a la nieve?
-No gustando ir sin ropa –dijo el menor de brazos cruzados.
-Vamos a la playa, Seung… ¿y si te pones un short? –El pequeño frunció el ceño.
-No, papá. No queriendo mostrar las piernas.
-Ah, contigo y tu papá no se puede.
Seung Hyun llevaba una batalla de miradas con Tae Hee. Los dos se miraban atentamente hasta que uno de los dos perdiera.
-No saldrás en tanga.
Tae Hee miró su pequeña tanga y luego se puso sus gafas de sol mientras se cruzaba de brazos y miraba a Seung Hyun.
-Papá, esta es la moda en París.
-Qué París, ni que nada. –Seung se inclinó frente a él. –No saldrás en tanga.
-¡Pero papá! –El niño se quejó. -¡A mí me gusta! ¡Y saldré con ella! Si no, me enojaré, y sabes cómo me pongo cuando me enojo.
-Pequeño mocoso –Seung Hyun le miró fijamente. Pero no lo dejaría ir así, arreglaría esto como un hombre maduro con su hijo. –Te doy 10 Wons si te la quitas.
-20.
-11, y me estoy arriesgando.
-Está bien.
Tae Hee malhumorado se quitó rápidamente la tanga y se la lanzó por la cabeza. Seung Hyun la tomó y le miró enojado, pero pronto el menor salió corriendo de la habitación.
-¡Ven aquí!
-¡No quiero! ¡Ahora saldré desnudo!
-¡Aish! –Seung Hyun le seguía.
Ha Na salió tranquilamente de su habitación cuando vio a su pequeño hermano corriendo como Dios le trajo al mundo y con gafas de sol.
-¡Tae Hee, no seas cochino, ya vístete!
-¡Cállate, nona!
-¿Por qué gritan? –Ji Yong salió y miró al menor y entonces ambos se miraron. -¿Qué haces desnudo?
-Yo quería ir con mi tanguita amarilla, pero papá Seung no me dejó.
-¿De dónde rayos sacaste una tanga? –Ji Yong frunció el ceño y lo tomó entre sus brazos para caminar a la habitación nuevamente.
-Bueno… iba caminando con tío Seungri cuando la vi y le dije si me la compraba.
-¿Y te la compró?
-Sí –Tae Hee sonrió. –Dijo que se vería cool.
Ji Yong rodó los ojos y entró a la habitación.
-Seung, ¿cómo es que no lo vestiste?
-Lo intenté, hasta le ofrecí dinero, pero no me hizo caso.
-¿Le ofreciste dinero?
-Pues, para que se quitara la tanguita –Seung Hyun mostró la tanga amarilla y sonrió.
-Ah… -Ji Yong suspiró. –Bueno, ve a cambiarte.
-Yo estoy listo.
-Seung, no irás en traje, ¿no?
-¿Qué tiene de malo? –Le miró confundido.
-¡Vamos a la playa no a una fiesta de gala!
-Pero Ji Yongie no me grites –Seung Hyun le miró con un puchero. –Me cambiaré.
~
-¡Qué lindo! –Su Ah corría por todas partes con Tae Hee, que después de conseguir sus 11 Wons se había puesto shorts al fin.
-La playa de Miami es lo mejor de la vida –Seung se puso las gafas y estiró una toalla mientras se recostaba.
-¡Esto es vida!
Apenas pisó la playa, Young Bae se quitó la camiseta y se quedó sólo en short mientras comenzaba a correr detrás de los niños. Seungri se sentó inmediatamente y observaba todo muy atento.
-¿Qué haces? –Daesung frunció el ceño.
-Vigilo.
-¿Qué cosa?
-¡Que no me lo miren, Dae! –Seungri se puso de pie mientras comenzaba a caminar. –Es peligroso dejarlo suelto sin ropa, sabes.
-Bien, entraré al agua –Ha Na avisó y comenzó a quitarse la ropa.
Pero cuando Seung Hyun se dio cuenta que su hija iba corriendo al agua, fue tras ella con la toalla.
-¡HA NA, VEN AQUÍ! –Le gritó. La niña se volteó y le miró sin entender. -¡¿QUIÉN TE DIJO A TI QUE PODÍAS USAR BIKINI?!
-P-pero papá… es bien bonito…
-¡TE TAPAS!
-¡Seung Hyun! –Ji Yong le dio un golpe. -¡Déjala!
-¡Pero Ji! –Seung Hyun le miró exasperado. -¡Mírala!
-Ya está grande, Seung. Déjala en paz.
-Pero… pero…
-Anda, vamos a caminar un poco.
Ji Yong le tomó del brazo y lo hizo caminar con él.
-Papá –Seung Hyun sintió un tirón en su pantalón. -¿Llevándome en tus brazos?
-¿No quieres caminar por la playa? –Ji Yong le miró preocupado.
-No gustando la playa –el niño frunció el ceño.
-Ven aquí, campeón –Seung Hyun lo tomó y lo puso sobre sus hombros.
Ji Yong les miró. Eran tal para cual. Los dos vestidos hasta el cuello con un sol gigante y en la playa.
-Menos mal que esos dos se reconciliaron –dijo Ji Yong mirando hacia Young Bae que corría por todos lados con Tae Hee y Su Ah y a Seungri que rondaba a Bae y le echaba miradas asesinas a todas las mujeres que le miraran.
-No durarían ni un día separados de todas maneras –Seung Hyun comentó. –Es como si tú me dejaras a mí, realmente ni siquiera sabría qué hacer con mi vida.
-¡Seung! –Ji Yong le miró con una gran sonrisa. -¡Tan cursi!
-Te gusto así, ¿no? –Seung Hyun se volteó a Ji Yong y se quedó frente a él. Ji Yong asintió. –Te amo.
-Te amo también.
Seung Hyun acercó sus labios y besó suavemente a Ji Yong, olvidándose completamente que llevaba a Seung Jo en sus hombros, quien al ver la escena se tapó los ojos, avergonzado.
-Guacala –dijo el pequeño.
-Oye –Ji Yong se rió. –Cuando seas grandes te gustará.
-No queriendo.
-PAAPAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS –Tae Hee llegó corriendo como loco.
-¿Qué pasa? –Ji Yong le miró.
-¡PAPÁ, HA NA ESTÁ CON SU NOVIO!
-¿Qué? –Ambos miraron al menor y buscaron a su hija con la mirada.
Y ahí estaba Ha Na, conversando con el chico con quien se encontró en el hotel. Al parecer él también andaba de vacaciones y venía de Corea.
-Ah, no –Seung Hyun bajó a Seung Jo y se arremangó la camisa. –Lo mato.
-Seung –Ji Yong intentó decirle algo, pero el otro ni caso le hizo.
Seung Hyun caminó rápidamente hasta que estuvo entre ellos dos.
-¡Ha Na!
-¡Papá! –La menor le miró asustada.
-¿Tú quién eres? –El chico le miró algo temeroso. -¿Cuál es tu nombre? ¿De dónde eres? ¿Cuántos años tienes? ¿Por qué hablas con mi hija? ¿Quién te dio permiso de mirarla?
-Eh… yo…
-Ha Na, tápate.
-Papa…
-Ahora –Ha Na caminó inmediatamente hasta su toalla. -¿Y bien?
El chico parecía asustado y entonces Tae Hee llegó corriendo.
-¡Ten miedo! –Lo apuntó con el dedo. -¡Mi papá es el más fuerte peleando! ¡Y yo soy fiel protector de mi nona!
-Mi nombre es Juk Nam –Seung Hyun se cruzó de brazos. –Tengo 14, y soy de Corea y no tengo ninguna mala intención, señor.
-¡Eso dicen todos! –Seungri se acercó. –Luego quieren sólo meterla.
-¡Seungri! –Young Bae le regañó.
-¡Nadie se la meterá a mi hija!
-¡Seung Hyun! –Ji Yong le dio un golpe y se acercó.
-Yo sólo quería ser su amigo… -el niño parecía asustado.
-¡Lo están asustando! –Daesung se acercó.
-Papá… sólo conversábamos…
-No me gustan las conversaciones –Seung Hyun frunció el ceño.
-Con mucho respeto… -el chico habló. –Su hija es muy bonita…
-¡Ah! –Seung Hyun se revolvió el cabello y se quitó la camisa. Ji Yong abrió mucho sus ojos cuando vio que lanzaba lejos la camisa. -¡Ah, no puedo!
-¡Se volvió loco! –Daesung abría mucho sus ojos.
-¿Y cómo no? Le quieren quitar a la hija en frente de sus narices –Seungri le echaba más leña al fuego.
-Seung, sólo es un amiguito –Ji Yong le miraba.
-Necesito despejarme –Seung caminó hasta el agua y se lanzó en el mar.
-Perdió la cabeza –Young Bae le miraba.
-No se bañaba en un lugar público y sin camiseta desde como diez mil años atrás.
Ji Yong miró al chico nuevamente.
-Mira –Tae Hee llamó al chico. –Primero, debes saber que Ha Na tiene un papá gruñón, un papá tierno y tres hermanos. Uno de ellos soy yo, y soy difícil de convencer. Y además, tiene tres tíos, y todos son peligrosísimos.
-¡Tae Hee! –Ha Na se quejó.
-Y debes pensar que si quieres salir con Ha Na, debes traernos regalos a mí y a mis hermanos.
-¡Y a nosotros!
-¡Seungri!
-¿Qué? Hay que aprovechar –el menor dijo como si nada.
-Ya, cállense –Ji Yong los hizo callar. –Sólo… disfruten de la playa y dejen de armar alboroto, ¿bueno?
Los demás asintieron. Ji Yong se giró para caminar en dirección a su marido, pero no estaba en el agua.
Se giró buscándolo por todos lados y entonces lo halló. Estaba de pie viendo cómo una mujer le hablaba. Ella en bikini con unas cuervas de muerte y su marido por ahí sin camisa. ¡Claro, ahora no usaba camisa!
-¿Ya ves por qué yo siempre ando al pendiente de Bae cuando anda sin ropa? –Seungri dijo restándole importancia.
Ji Yong caminó como endemoniado hasta él y se paró a su lado. Seung Hyun le miró y fue como haber visto a un fantasma. Dio un salto, la mujer miró a Ji y entonces frunció el ceño.
-¿Tú quién eres?
-No, ¿TÚ quién eres? –Ji Yong alzó una ceja.
-¿Qué te importa? -¡Oh, y era una atrevida! –Si nos disculpas, estás molestando.
-AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJA.
-Ji Yong Hyung ahora se volvió loco –Comentó Seungri mirando a los demás.
-Aquí queda la grande –Daesung sonrió.
-¿Qué estoy interrumpiendo?
-Pues, eres un aparecido que no conozco. ¿Nos podrías dejar?
-Lo siento –Ji Yong se acercó a ella. –Antes de que pienses algo más, te cuento que tiene 4 hijos. CUATRO. Y todos son terriblemente problemáticos. Ah, eso no es todo, ES GAY. Ah… lo más importante, ESTÁ CASADO. OH, NO, NO ES LO MÁS IMPORTANTE, LO MÁS IMPORTANTE SOY YO. SOY SU MARIDO. Z-O-R-R-A.
La mujer abrió mucho sus ojos.
-AQUÍ LA ÚNICA QUE SOBRA ERES TÚ. ASÍ QUE AGARRA TUS TETAS HECHAS DE SILICONA Y TU TRASERO OPERADO DE MI VISTA.
-Te dije que se ponía bueno –Seungri sonreía grandemente. -¡ERES MI ÍDOLO, JI YONG HYUNG!
-Eres un-
-NADA, AQUÍ LA ÚNICA QUE ESTÁ MAL ERES TÚ –Ji Yong se giró a Seung Hyun y le tomó del brazo. –ESTE ES MI HOMBRE. VE Y BÚSCATE UNO, SI ES QUE LO ENCUENTRAS PORQUE AUNQUE CON LAS MIL OPERACIONES EN TU CARA TE VES LINDA.
La mujer apretó sus dientes y se fue echa una fiera.
Ji Yong se giró a Seung Hyun y le miró indignado.
-¿QUÉ HACÍAS HABLANDO CON ELLA? ¿POR QUÉ? ¡ME GIRÓ UN MOMENTO Y YA CONVERSAS CON OTRAS!
-Pero Ji Yongie yo sólo-
-¡NO PUEDO NI SIQUIERA DESCUIDARME PORQUE TE MIRAN QUERIENDO COMERTE!
-Es que, la cosa-
-¡TE PONES LA CAMISA, AHORA!
-Sí, mi amor –Seung Hyun asintió.
-Y así es como el súper papá celopata queda como idiota –Seungri se rió a carcajadas.
Ji Yong comenzó a caminar indignado por la playa.
-Ji-
-¡¿QUÉ?!
-Te amo.
Ji Yong se giró para reclamar, pero Seung Hyun le abrazó y lo único sensato –o estúpido- que se le ocurrió fue lanzarlo al agua con él incluido. Ji Yong salió del agua y le miró enojado.
-¡Choi Seung Hyun!
-¿Qué? –Seung Hyun se acercó nadando y le abrazó por la cintura. –Veníamos a la playa a divertirnos, amor.
-¡Idiota! –Ji Yong se quejó.
-Oye –lo tomó con fuerza. –Me encana cuando te pones así.
-No te burles de mí, Choi –Ji Yong le miró indignado.
Seung Hyun sonrió y le besó fugazmente.
-Eres el amor de mi vida, lo sabes, ¿no?
-Uhm… -Ji Yong hizo un puchero y entonces rodeó la cintura de Seung Hyun con sus piernas bajo el agua.
-Te amo.
Seung Hyun le regaló un beso en el cuello.
-Odio que te quieran conquistar, ya no hay respeto ni porque yo soy tu marido –Ji Yong se quejó. –Debimos ponernos argollas más llamativas, así sabrían que estás casado.
Seung Hyun se rió de nuevo y apretó más la cintura de Ji Yong mientras este acariciaba su cabello.
-Sea como sea, yo sólo tengo ojos para ti, mi vida.
-Eres tan malditamente lindo –Ji Yong tomó sus mejillas. –Te amo.
-Yo te amo mucho más.
Seung Hyun le besó suavemente y Ji Yong no dudó en responder de la misma manera.
-¡Papá! –Escucharon el gripo de Tae Hee desde la orilla. -¡Yo también quiero ir hasta allá!
-¡No! –Seung Hyun se volteó y le miró. -¡Tú quédate allá! ¡Ahora estamos ocupados!
-¡No sean malos! ¡Prometo portarme bien!
-¡Nunca lo haces, ya no creo en tus promesas! –Seung Hyun volvió a gritar.
-¡Pero papá!
Seung Hyun le ignoró y atrapó una vez más los labios de Ji Yong.
Ji simplemente se rió ante la pequeña pelea de Sueng Hyun y Tae Hee por su atención.