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Tú, yo y nuestra familia. por G-tzii

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Notas del capitulo:

No tengo mucho que decir, sólo que lo disfruten <3

Capítulo 13.

 

 

Viaje imprevisto.

 

 

Ji Yong se removió en la cama buscando a Seung Hyun. Le gustaba dormir abrazado a él por las noches. Pero no fue así. Gruñó cuando se dio cuenta que no estaba. Abrió perezosamente sus ojos y miró a su lado. No estaba. Frunció el ceño y se sentó lentamente en la cama. ¿Dónde podía estar? Refregó sus ojos y lentamente se levantó. Caminó hasta la puerta y salió al pasillo. Las habitaciones de los niños estaban cerradas, ¿dónde estaba? Siguió su paso y entró a la cocina. Ladeó su rostro al verle, parecía que estaba cocinando.

 

-¿Qué haces, amor?                            

 

-Oh, buenos días, mi amor –Seung Hyun le regaló una sonrisa y luego besó su mejilla. –Es que Tae Hee dijo que no se sentía muy bien y quería una sopa.

 

-¿Le estás haciendo sopa? –Ji Yong le miró con ternura. -¿Le duele mucho la cara?

 

Ji Yong hizo un puchero y luego se giró a la puerta.

 

-Un poco, le di un analgésico.

 

-Le echaré una mirada.

 

Ji Yong sacó un poco de hielo de la nevera y se encaminó a la habitación del menor. Caminó lentamente y entró de la misma manera. Seung Jo estaba sentado al lado de Tae en su cama y le miraba el ojo purpura e hinchado desde muy cerca. Tae Hee estaba con un puchero de brazos cruzados en la cama.

 

Ji Yong hizo un puchero notorio. Odiaba verlo así de decaído. Se acercó despacio y se sentó a su lado también.

 

-Buenos días, papi –Seung Jo le miró sonriendo.

 

-Hola, mis bebés.

 

-Papi, me veo feo –Tae Hee hizo un puchero. –Ahora ya no podré salir a la calle.

 

-No, mi amor, te ves bien. Anda, mírame.

 

Tae Hee elevó su rostro y entonces Ji Yong le pasó el hielo lentamente por el ojo. Él se quejó un poco, pero Ji lo hizo de manera suave sobre la zona. Le dolía en el alma dejarlos y más ahora que estaba el menor de todos enfermo. Era su bebé. Todos eran sus bebés, pero por ser el menor era como la guagua de la casa todavía. Ji Yong suspiró. Y por todo el ajetreo del día anterior no le había dicho a Seung Hyun que esta tarde debía partir.

 

-Papi, ¿podemos ver películas después? –Tae Hee le miró con una sonrisa. –Una de miedo.

 

-No viendo película de miedo –Seung Jo arrugó la nariz.

 

-Eh… -Ji Yong frunció los labios.

 

-Ya está listo –Seung Hyun entró con una bandeja y la dejó sobre las piernas del menor. Tae Hee sonrió mientras comenzaba a tomar su sopa desordenadamente.

 

Ji Yong tuvo la intención de ayudarle a dársela, pero no podía tratarlo como bebé para siempre, ya tenía ocho y pronto nueve.

 

Una vez que el menor terminó de comer, Ji Yong se puso de pie y se llevó la bandeja mientras los niños seguían viendo tele, ambos recostados en la cama del menor de los dos. Ji Yong dejó el plato en la cocina y luego lo lavó lentamente. Debía ir y arreglar las cosas, y ver unas cuantas cosas. Sintió la puerta de la cocina y se giró para ver a Seung Hyun entrar.

 

-Seung Hyung, debo decirte algo.

 

Seung inmediatamente frunció el ceño. La forma en que eso había sonado era muy serio y a él no le gustaba cuando Ji Yong se ponía así. Se sentó en una de las sillas y le miró fijamente. Ji Yong se acercó a él y pasó sus manos por la espalda del mayor mientras le hacía un pequeño masaje.

 

-¿Pasa algo malo?

 

-No… -Ji Yong sonrió. –Es que tendré que ir a Japón… Hay unos eventos a los que debo asistir, YG los puso en mi agenda y olvidé decírtelo antes ya que estábamos haciendo muchas cosas.

 

-¿A Japón? –Seung se giró y le miró. -¿Tan lejos?

 

-Uhm… -Ji asintió. –Pero serán unos días, sólo cuatro…

 

-¡¿Cuatro?! –Seung Hyun le miró y frunció el ceño. –Eso es una eternidad.

 

-Seung… -Ji Yong tomó sus manos y se sentó en sus piernas. –Voy a llamar todos los días, debo hablar con los niños y contigo…

 

-Iremos contigo…

 

-Seung, no exageres… no es tanto –Ji Yong sonrió y acarició su mejilla. –Sólo serán unos días y cuando menos te des cuenta estaré de vuelta, ¿sí?

 

-Odio esto –Seung Hyun negó con la cabeza.

 

-Oye… -Ji Yong le llamó y besó su mejilla. –Mírame.

 

-¿Uh? –Seung le miró con un puchero.

 

-Te amo, ¿bueno? –Seung Hyun rodeó su cintura. –Y te llamaré todos los días, a cada momento e irás por mí al aeropuerto cuando vuelva.

 

-Claro que iré por ti –Seung Hyun le miró preocupado. –Y si no vienes en cuatro días  voy por ti allá mismo.

 

-Te amo tanto –Ji Yong sonrió y le besó suavemente.

 

-Yo te amo mucho más.

 

Se quedaron ahí abrazados y hablando un rato más hasta que la puerta de la cocina volvió a abrirse dando paso a Ha Na, que venía aún en pijama a buscar un poco de agua.

 

-Buenos días… -saludó media dormida.

 

-Hola, cariño –Seung Hyun le sonrió.

 

-¿Por qué están aquí? –Ella les miró refregándose los ojos.

 

-Estábamos hablando algo serio –Seung Hyun le dijo y entonces Ha Na frunció el ceño.

 

-¿Pasa algo malo? –Ji Yong sonrió. Igual al papá.

 

-Llama a tus hermanos aquí un momento.

 

Ella les miró desconfiada y luego salió en busca de los otros tres. Ji Yong miró a Seung y luego sonrió. Minutos después llegaron los demás y los miraron con curiosidad. Tae Hee traía unos lentes de sol puestos, cosa que le causó gracia a Ji Yong y a Seung Hyun. Su Ah venía media dormida y sólo atinó hasta caminar a Seung Hyun y extenderle las manos. Seung la tomó y la sentó en su pierna libre frente a Ji Yong, quien acarició su cabeza.

 

-Niños, su papá nos deja –Seung Hyun anunció.

 

-¡¿Qué?! –Ha Na abrió mucho sus ojos.

 

-¿Cómo es eso? –Tae Hee movió sus manos exageradamente.

 

-¿Ustedes no queriéndose?

 

-¿Cómo dices eso? –Ji Yong miró a Seung Hyun y rodó los ojos. -¡No! ¡Claro que nos queremos!

 

-¿Entonces por qué nos dejas, papá? –Su Ah hizo un puchero.

 

-No los dejo, no le hagan caso a su padre, está diciendo tonterías –Ji Yong explicó. –Sólo tengo un viaje de trabajo, son cuatro días y volveré, niños.

 

-¿Volverás? –Tae Hee se acercó preocupado.

 

-Claro que volveré.

 

-¿No nos dejarás? –Su Ah le miró.

 

-No, claro que no –Ji miró a Seung. -¡Seung, mira lo que haces!

 

-Yo sólo decía… -Seung Hyun se sonrió. –Es cierto, sólo se va un par de días por trabajo, niños. No se alarmen.

 

-¡Papi, tráeme un shorts de esos negros de allá! –Tae Hee habló rápidamente.

 

-¿Cuándo vas, papá? –Ha Na le miró.

 

-Esta tarde.

 

-Eso es pronto –Su Ah le miró y luego se abrazó a él. -¿Me llevas contigo?

 

-Ay, mi vida –Ji Yong la tomó y la sentó en sus piernas. –Te llevaría conmigo a todas partes, pero no puedo. Pero volveré pronto y te traeré algo lindo, ¿sí?

 

-Está bien…

 

-Ya, ahora vayan a vestirse –Seung Hyun los animó. –Iremos a dejar a su padre al aeropuerto, ¿sí?

 

-¡Pero no puedo! –Tae Hee se quejó.

 

-¿Por qué?

 

-¡Mi cara está fea! ¡No puedo salir así, papá!

 

-Tae, sólo vístete.

 

-Pero-

 

-¿No quieres irme a dejar? –Ji Yong hizo un puchero.

 

-Aish, está bien, pero para que veas que te amo mucho, papá.

 

Ji Yong sonrió.

 

 

~

 

 

Ji Yong soltó las manos de Su Ah y Seung Jo. Se giró y miró a Seung Hyun que traía a Tae Hee en sus brazos y a su lado Ha Na. Seung Hyun hizo un puchero y luego le miró triste.

 

-No pongas esa cara –Ji Yong no podía con Seung cuando le ponía ese rostro.

 

-Te voy a extrañar.

 

-Yo mucho más.

 

-Papi, recuerda mis shorts –Tae Hee le avisó.

 

-Lo sé, lo llevo anotado –Ji Yong se rió. Se acercó a él y besó su mejilla. –Cuídate, no pelees más y no hagas rabear a tu padre, ¿eh?

 

-Me portaré muy bien.

 

Ji Yong sonrió y le dio un beso a los gemelos.

 

-Cuídense los dos. Su Ah, recuerda dormir temprano y Seung Jo, por favor, no sigas las ideas malas de tu hermano.

 

-¿Y si amenazándome?

 

-Sólo no lo hagas, yo lo castigaré –acarició sus cabellos. Miró a Ha Na. –Te dejo a cargo de cuidar de tu padre. Me avisarás si ves algo raro, ¿eh?

 

-Claro que sí –Ha Na sonrió. –Papá no mirará a ningún lado, no lo dejaré.

 

-Buena chica –Ji Yong sonrió y besó su mejilla. –Estás vigilado, Seung. Pórtate bien.

 

Seung Hyun sonrió.

 

-Lo haré –Asintió y besó sus labios rápidamente. –Cuídate, llámame.

 

-Lo haré –Ji asintió. –Cuídalos bien. Que no se duerman tan tarde porque-

 

-Tranquilo, ya sé –Seung rió. -¿Con quién crees que hablas?

 

-Tonto –Ji le sonrió. –Te amo.

 

-Yo más.

 

-Bien, nos vemos en unos días… pórtense bien.

 

Los niños se despidieron y Ji Yong entró rápidamente por la zona de embarque. Seung Hyun lo vio irse y luego miró a los niños. Ellos le miraban con sus ojos muy abiertos como si no supieran qué hacer ahora que Ji no estaba. Él los llevó nuevamente al estacionamiento y los subió mientras se subía al mando con Ha Na de copiloto.

 

Manejó tranquilamente hasta la casa y luego estuvieron toda la tarde viendo películas. Seung Hyun les había dado la cena y luego los había dejado a todos en sus habitaciones ya que había anochecido.

 

Iba a estirarse a leer un poco de su libro cuando sintió la puerta de su habitación abrirse.

 

-Papá… necesito algo…

 

Ha Na le miró preocupada.

 

-¿Qué pasa, princesa?

 

-Esto… ¿me prestarías dinero?

 

-¿Dinero? ¿Para qué? –Seung Hyun dejó el libro y le miró. -¿Quieres jugar con una amiga mañana?

 

-No… es ahora… quiero comprarme algo…

 

-¿Qué quieres, nena?

 

-Eh… no puedo decirte –ella tragó saliva.

 

-Uhm… -Seung Hyun le miró fijamente y entonces sacó un par de billetes y se los dio.

 

-Y papá… ¿puedo tomar la bicicleta?

 

Seung Hyun se sentó en la cama y le miró fijamente.

 

-¿A dónde quieres ir y por qué quieres dinero?

 

-No es malo, es que…

 

-Ha Na, dímelo claramente.

 

-Papá, tengo un problema…

 

-¿Qué pasa? Ven aquí.

 

Ella se acercó y se sentó a su lado. Segundos después se echó a llorar. Seung Hyun la miró y luego quedó desconcertado. Tomó su rostro y secó las lágrimas para luego abrazarle con cariño y palmear su espalda.

 

-Dime que pasa, puedo ayudarte en lo que sea…

 

-Es que pasó algo y me asusté, pero leí y en internet y dice que es normal y… me siento incómoda y avergonzada de tener que decirte esto.

 

-Dímelo, no tengas vergüenza.

 

-Es que… -ella mordió su labio inferior y bajó su mirada mientras jugaba con sus manos. –Es que estoy sangrando…

 

Seung Hyun le miró fijamente y luego frunció el ceño.

 

-¿Qué?

 

-Que estoy sangrando…

 

-¿Dónde te golpeaste? –Seung Hyun abrió mucho sus ojos.

 

-No, papá. No me golpeé…

 

-¿Entonces? –Seung ladeó su cabeza.

 

Si Ji Yong se entraba que algo le pasó a Ha Na sería muy malo. Seung Hyun se sentía preocupado, ¿tendría que llevarla a la clínica?

 

-Es que… de repente sentí que me hacía pis y fui al baño… pero no era pis…

 

-Ha Na, me asustas, ¿qué pasa?

 

-Aish, sabía que no debía decirte –ella negó con su cabeza. –Es que papá, según internet sangro porque es la menstruación…

 

Seung Hyun le quedó mirando fijamente.

 

Ella no le miraba, estaba roja como tomate. No todos los días le dices a tu padre que te llegó la menstruación.

 

Seung Hyun le miró fijamente.

 

Ahora entendía qué pasaba. Ahora sabía qué sangraba y por qué. Seguramente si Ji Yong estuviera ahí sabría que decir en estos momentos. Pero no estaba y él debía hacer algo. Su hija se veía preocupada y apostaba su vida entera que quería dinero para comprarse toallitas femeninas para no manchar su ropa interior. Mordió su labio inferior mientras inspiraba aire para hablar lo más maduro posible.

 

 

 

Notas finales:

asjdfhgdsds Y ahora Seung tiene que lidiar con esto jahadgsj Espero que les haya gustado, pero bueno, siempre pienso que para los papás es más complicado hablar de estas cosas. No digo que Ji sea la mamá, pero bueno, tecnicamente.. XD Ustedes entienden. Gracias por leer <3


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