Capítulo 19
Mi hermosa navidad.
-¡Feliz cumpleaños!
El menor abrió los ojos perezosamente y en cuestión de segundos sonrió gigantemente cuando vio un pastel grande con una imagen de Iron Man en el centro. Ji Yong y Seung Hyun se sentaron en la cama sonriendo. El mayor llevaba el pastel mientras Ji sonreía y le miraba feliz. Seung Jo se paró y se acercó hasta la cama al momento en que entraban sus hermanas a la habitación.
-¡A la cuenta de tres todos cantamos! –Anunció Ji Yong. -¡Uno, dos, tres!
Se hizo el canto de cumpleaños feliz para el menor de la casa a coro y en voz alta mientras este sonreía feliz dela vida mirando su pastel y a sus padres. Al terminar los demás aplaudieron y Seung Hyun acercó el pastel con las velas encendidas a su hijo menor.
-¡Sopla, sopla! –Su Ah le hacía barras con las manos.
-¡No, el deseo! –Ha Na sacaba fotos con su celular.
-Mmmm… yo deseo… tener muchos regalos de navidad –sonrió complacido con su deseo y sopló todas las velas.
Ji Yong se rió y aplaudió entonces.
-¡Felices 9 mi amor! –Sonrió y le abrazó con cariño.
-¡Muérdela! –Su Ah parecía entusiasmada.
-¡No! ¡No puedo morder a Irom Man!
-¿Por qué no gustando mejor Capitán América? –Seung Jo ladeó la cabeza.
-¡Thor es mejor, es el más precioso! –Ha Na explicó suspirando.
-¡Hulk! –Su Ah asintió.
-Pues yo digo que ojo de halcón es más inteligente que todos –Seung Hyun opinó.
-Lo siento, amor, pero ese título lo tiene Black Widow. –Ji Yong le miró de reojo.
-¡No! –Tae Hee frunció el ceño. -¡Es Iron Man el mejor! ¡Él es el más fuerte e inteligente! ¡Les da mil patadas a todos! Yo seré cómo él algún día.
Dijo orgulloso. Los demás se rieron y entonces Ji Yong le extendió un regalo. Al menor se le iluminaron los ojos y lo tomó mientras lo movía para saber qué era, pero no supo descifrarlo. Lo abrió lentamente sacando de a partes, sin querer romper el papel que a su gusto, era lindísimo. Los demás se miraron entre ellos esperando que el menor terminara de una vez por todas de abrirlo. Al terminar abrió la caja y entonces miró lo que venía dentro.
-¿Por qué zapatos? –Hizo un puchero.
-¡No seas malagradecido! –Ha Na le regañó.
-Pues porque necesitas zapatos nuevos –dijo Seung Hyun, Ji Yong se rió solamente.
-Estando lindos.
-¡Yo quería un traje de Iron Man! –Dijo frustrado.
-¿Para que salgas a la calle o vayas a la escuela con eso puesto? –Ji Yong le miró.
-Claro, papá.
-Además, quizás Santa te traiga un traje.
-Para eso falta mucho.
-Nada, cariño –Ji Yong sonrió.
-Ay, Tae, confórmate, ya tendrás más regalos. Después de todo, eres el único al que se le ocurre nacer en pleno 24 de Diciembre.
-Oye, papi –Su Ah habló. –Si Tae Hee nació el día de navidad, ¿entonces pasaron noche buena en el hospital?
-Sí –Seung Hyun sonrió recordando ese año. –Se supone que iba a ser noche buena, pero Tae Hee se adelantó un poco y al final terminamos gritando en el hospital.
-¿Por qué?
-Porque su papá sentía que me odiaba en ese momento –recordó a Ji Yong gritando como loco que lo odiaba, que nunca más le dejaría tocarlo, que le dolía como el demonio, que no volvería a tener sexo nunca y miles de cosas más mientras sentía que se reventaba la panza. –Fue una navidad diferente, pero linda.
-Yo fui el mejor regalo –sonrió el menor creído ante sus hermanos.
-Por tu culpa papás han sido lejos de casa pasar la navidad –Seung Jo le miró.
-¿Y? –Él se cruzó de brazos. –Yo fue el regalo de Santa para ellos.
-Ya, ya –Ji Yong se puso de pie. -¡Vamos a la mesa, comeremos pastel!
-¡Noooooooooo! –Tae Hee se puso de pie. -¡No puedes cortar su cara!
-Pero es un pastel –aclaró Seung.
-¡Pero papá!
-Te daremos una nueva, ¿bueno?
-Está bien.
-Ahora ven, comeremos mucho pastel.
El menor sonrió y asintió. Ji Yong arregló la mesa con Seung Hyun mientras los menores sentaban tranquilamente. Ji Yong partió el pastel y le sirvió a cada uno. Ellos comieron en silencio, al parecer tenían hambre. Ji Yong se sentó relajadamente al lado de Seung y besó su mejilla mientras dejaba caer su cabeza en su hombro.
-¿Les gusta el pastel?
-¡Sí, yo quiero más! –Su Ah le miró sonriente.
-Es mi pastel, nona, no comas demasiado –Tae Hee le regañó.
-Hey, comparte con tus hermanos –Seung Hyun se rió.
-Sólo un poco…
-Bien, ¿quién de ustedes me ayudará con la cena?
-¡Yo quiero! –Ha Na parecía emocionada.
-Bien, entonces el resto que limpie con su padre.
Seung Hyun le miró un momento.
-¿Debo limpiar?
-Sí, toda la sala, el jardín y las habitaciones. Anda.
-Pero, Ji…
-Shh, sin reclamar –Seung Hyun hizo un puchero y Ji Yong le regaló un beso en él. –Anda, amor.
-Bueno –asintió sonriendo.
Seung Hyun salió al jardín seguido de los menores que corrían de allá para acá con Gaho y Jolie. Parecían re emocionados. El mayor regaba el césped en tranquilidad cuando vio salir a los vecinos. Recordó la pelea de hace unos días y entonces intentó ignorarlos por sanidad.
-¡Papá, son los vecinos! –Seung Hyun quiso darle un golpe en la cabeza a Tae Hee por su indiscreción. Él intentando hacerse el loco y el menor gritando.
Los vecinos pasaron y Seung Hyun sólo sonrió amablemente.
-No sonrías, papá dijo que estaba prohibido con los vecinos.
Seung Hyun miró al menor y tuvo crecientes ganas de lanzarle agua con la manguera para que se callara de una vez. La vecina frunció el ceño y luego siguió caminando indignada. El chico sólo saludó con la mano sonriendo. Cuando ya estaban a una distancia aceptable Seung miró al menor con reproche.
-¡No tenías que decir eso!
-Pero papá dijo que-
-Ya sé lo que dijo papá, simplemente no tenías que repetirlo, ¿viste cómo nos miraron?
-Lo siento, papá, pero yo tengo que vigilarte. Papá me tiene entrenado para eso.
-¿Qué? –Seung Hyun frunció el ceño. -¿Tú papá te entrenó para qué?
-Para cuidar que no te miren, ni te toquen, ni te hablen. Ese es mi trabajo y como buen hijo lo cumplo.
Sonrió orgulloso de sí mismo. Seung Hyun simplemente suspiró y luego terminó de regar. Entró a la casa tranquilamente y pasó por la cocina. Ha Na picaba algunas verduras tranquilamente.
-No te vayas a cortar, cariño.
-No, ya le tomé el ritmo, papi.
-¿Cómo va la cena? –Rodeó la cintura de Ji Yong por atrás y le besó la mejilla.
-Iría más rápida si no distrajeran al cocinero. –Sonrió.
-¿Te distraigo? ¿Eso quieres decirme?
-Pues… -se acomodó en sus brazos mientras sonreía. -¿Tú qué crees?
-Ji… -Seung Hyun advirtió el tono de voz de Ji Yong. –No me coquetees con Ha Na aquí, eso es ser malo conmigo.
-Lo siento, amor –le miró travieso y le lanzó un beso.
Seung Hyun soltó un suspiró y se alejó, por su bien. Si no, sería peligroso.
-Iré a vestir a los enanos.
-Bien –le guiñó un ojo antes de verlo salir de la cocina.
~
Ji Yong arregló la mesa con la ayuda de Ha Na de manera elegante y bonita, todo perfectamente en su lugar. Ha Na sonrió orgullosa y Ji le regaló un beso en la mejilla. Luego caminó hasta la habitación para cambiarse tranquilamente. Se metió a la tina para darse un baño relajante.
Se vistió tranquilamente, con todo el tiempo del mundo y cuando por fin se sintió conforme con su atuendo (luego de casi 1 hora probándose distintas tenidas), salió de la habitación relajado.
Seung Jo y Ha Na jugaban con la Xbox mientras bailaban felizmente. Seung Hyun les miraba sonriendo con Su Ah en su regazo, la pequeña dormitaba mientras abrazaba su peluche y se apoyaba contra el pecho de su padre de manera tierna. Ji Yong no pudo evitar sonreír ante la imagen de Seung Hyun rodeando su cuerpo y meciéndola lentamente.
Su mirada se desvió al menor que venía entrando a la sala y entonces abrió más sus ojos todavía. ¿Y ahora qué demonios se había colocado? Llevaba unos Jeans demasiado apretados y unos zapatos negros de vestir que había usado para una sesión de fotos con ellos hace algún tiempo. Tenía una camiseta blanca sin mangas y una chaqueta también sin mangas de color café que soltaba tiras, como en la era de Tonight. Unos anteojos redondos y oscuros y un pañuelos rojo en la cabeza.
-¿Qué es eso?
-Es mi estilo Johnny Depp, papi.
-Ah… -asintió mirándole. –Lo dejaré porque es tu cumpleaños.
Negó riéndose. No iba a regañarlo en navidad, menos en el día de su cumpleaños.
-¿Por qué no cenamos?
Inmediatamente se pusieron de pie felices. Al parecer no era el único con hambre. Seung Hyun se dirigió hasta la mesa aún con la menor en sus brazos y se sentó relajadamente. Ji Yong le acompañó y ayudó a los menores con sus platos.
La cena transcurrió en paz con los niños comiendo y con comentarios fuera de lugar de Tae Hee que fueron permitidos exclusivamente por ser su cumpleaños.
-Y entonces, ¿puedo abrir mis regalos?
-En 10 minutos.
-¡Pero papá! –Tae Hee miró con un puchero a Seung Hyun.
-¿Me trajo Santa una muñeca? –Su Ah le miró con brillo en los ojitos.
-Pero Santa no-
-¡Ha Na! –Ji Yong le miró desafiante y ella entonces comprendió y guardó silencio. No iba a romper las ilusiones de Su Ah, ella y Seung Jo todavía creían firmemente, a diferencia de Tae Hee que parecía el Grich de la navidad y decía que no existía, que lo mejor eran los regalos.
-¿Y ahora?
-Quedan 5.
-Papi, yo queriendo dormir.
-Aguanta un poco, cariño –Ji Yong sonrió acariciando su cabeza.
-¿Ahora sí?
-Tae…
-Por Dios, qué odioso –Ha Na rodó los ojos.
-¡Ahora!
-No queriendo callarse –Seung Jo miró a su hermano cansado.
-¿Y ahora?
-Sí, ahora sí –Seung Hyun rodó los ojos mirando el reloj y el menor se paró inmediatamente.
Salió corriendo hasta el árbol y miró los regalos impaciente. Los demás llegaron a su lado y se sentaron tranquilamente. Ji Yong se sentó en el sofá y miró a Seung.
-Vamos, Seung, te concedo este año los regalos.
El mayor sonrió y entonces comenzó a repartirlos. A Ha Na se le iluminaron los ojos con la Tablet, y lo primero que hizo fue prenderla para ver todo lo que traía. Muñecas exclusivas en manos de Su Ah la hicieron sonreír a más no poder y Seung Hyun quiso guardarlas de colección por la perfección que mostraban, más la menor ya las había sacado de las cajas al instante.
La fiesta vino después, cuando se abrieron los regalos grandes y tanto Seung Jo como Tae Hee se quedaron con sus ojos muy abiertos mirando las bicicletas.
-¡Voy a volar! –Tae Hee se subió.
-Es para andar, no para volar –Ha Na le miró rodando los ojos.
-¿Cómo que no vuela? –Dijo frunciendo el ceño.
-¿Cómo usando esto? –Seung Jo repetía. Ji Yong se echó a reír.
Según Seung Hyun, era buena idea enseñarles a andar en bici, según él, sería una catástrofe, pero había que intentarlo.
-¿Y mi traje a Iron Man? –Ji Yong sonrió. -¡No puedo volar en la bici si no tengo mi traje!
-Pues, Santa dice que como tú no crees en él no te lo dará. –Ji Yong le miró.
-¡Qué viejo más malo!
-¡Tae Hee! –Seung Hyun le regañó.
-¡No diciendo eso de Santa!
El timbre sonó y Ji Yong caminó hasta la puerta lentamente. Abrió e inmediatamente recibió un abrazo apretado.
-¡Hyung! ¡Feliz navidad!
-¡Feliz navidad, Ri! –Sonrió y luego abrazó a su mejor amigo. -¡Feliz Navidad, Bro!
-¡Hyung!
-¡Dae, feliz navidad! –Se abrazó al castaño con alegría.
Los tres entraron como si fuera su casa y soltaron regalos por todas partes. Aunque era más que obvio, ellos siempre terminaban viniendo más tarde o a veces Seung y Ji iban donde Bae y Ri o luego donde Dae y así, pero era tradición verse para esa fecha.
-¡Papá, tío Dae me dio un vestido! –Dijo emocionada Su Ah.
-¡Es precioso, cariño!
-¡Feliz cumpleaños, Tae! –Seungri le abrazó. –Santa me dijo que fuiste un buen chico este año.
-Santa me odia, tío.
-Nah, a mí me dijo lo contrario –sonrió traviesamente. –Toma.
El menor vio su regalo y lo abrió rápidamente. Casi le saltan los ojos cuando vio su tan ansiado traje. Ji Yong miró a Seungri y a Bae.
-No me mires, Seungri insistió. –Bae levantó las manos.
-¡Tenía que hacerlo!
-Ahora va a dormir incluso con el traje –Ji Yong se rió pensando en aquello.
-¡Tú sí me amas tío!
-Ay, Dios…. Ahora cómo se lo quitamos… -Seung Hyun le miró divertido.
-Tío Ri… -Ha Na se acercó lentamente. –Tengo un regalo para ti.
-¡Nada de regalos, señorita! –Seung Hyun le miró frunciendo el ceño.
-¡Hyung!
-¡La última vez lo besó, Ji, mira!
-Seung…
-Pero no es un beso… -Ha Na se ruborizó. –Por ahora… sólo es una carta. Toma, tío.
Seungri sonrió tiernamente y la recibió mientras le abrazaba y besaba su mejilla.
-Ah… -Bae suspiró. –Tu hija me hace competencia, Ji…
-Lo siento, Bae –se rió.
-Bueno… quiero contarles algo –Daesung se puso de pie, parecía nervioso.
-¿Qué pasa, Dae? –Seung Hyun le miró atento.
-Bueno… sé que nunca se los dije oficialmente, pero también sé que ustedes sabían que tenía una novia hace tiempo…
-Ya era hora –Seungri se cruzó de brazos. –Llevo años esperando que me lo digas.
-Bueno, estamos juntos hace mucho y pues… ah… supongo que deberían saber que voy a ser papá.
-Ah, también sabíamos y… ¿qué?
-Espera… -Seung Hyun se puso en pie. -¿Qué acabasde decir?
-Necesito sentarme –Ji Yong se sentó inmediatamente.
-Oh my god –Seungri abrió mucho sus ojos.
-¡Feliz navidad! –Daesung sonrió entonces.
-¡Daesung! –Seung Hyun le dio un empujón y luego le abrazó fuertemente. -¡¿Por qué no me dijiste nada?! ¡Te odio! ¡Eso es genial! Pero no tengas más de uno…
-Bueno, ella tiene un hijo ya, pero este será el primero mío, así que supongo que estoy nervioso.
-Dios… -Ji Yong le miraba sin creerlo. –Debemos cenar con ella. Es hora de que nos la presentes, Dae.
-Está bien, Hyung.
-Y yo que pensaba que el nuestro era el anuncio del año… -Seungri todavía no lo creía.
-¿Qué anuncio? –Daesung le miró.
-¿Vamos a decirlo ahora? –Young Bae le miró.
-Pues, ya que estamos en esto…
-¿Qué harán? –Ji Yong les miró.
-Supongo que nos vamos a comprometer.
Ji Yong les miró.
-¿Tú? ¿Lee Seung Hyun? ¿Comprometido? ¿Are you kidding me?
-¡Hyung, qué pesado! ¡Bae es el hombre de mi vida!
-¡Noooooooo! –Ha Na se puso de pie enojada. -¡No pueden!
-Oh, Ha Na… -Seungri le miró e hizo un puchero. –Te quiero, pero necesitas un novio lindo, y yo… bueno, yo tengo a Bae…
-No tendrá novio lindo –Seung Hyun le miró.
-Volviendo al tema, ¡Wow! –Daesung sonrió.
-Y no era todo… -Seungri les miró serio. –Íbamos a contar esto, pero ya que Dae habló ya no será una novedad, supongo que todos estamos en edad de tener una familia con la persona a la que amamos.
Todos guardaron silencio y miraron a Seungri. Luego las miradas se desviaron a Taeyang, quien sonrió grandemente y bajó su mirada entre sonrisas. Ji Yong abrió sus labios, sorprendido.
-¿Estás diciendo que…?
-No –Seungri negó. –No tengo ningún gen súper milagroso como el tuyo, Hyung. Pero sí tengo o más bien tenemos la oportunidad de adoptar y bueno, pensamos que una linda forma es adoptar a uno de los niños del hogar. Son más bien más grandecitos, como de la edad de Tae Hee más o menos, pero sería lindo darles un hogar.
Volvió a hacerse el silencio.
-¿Hablas en serio? –Daesung le miró.
Seungri asintió entonces.
-Chicos… -Ji Yong los llamó. –Nuestro Maknae ha madurado.
-¡Hyung, maduré hace mucho!
-Hace unos meses no querías saber nada de familia, ni niños ni nada. –Seung Hyun le miró.
-Sí, lo sé –asintió. –Pero jamás le negaré nada a Young Bae. Además, creo que logró convencerme de alguna manera y hasta me entusiasmé con la idea.
-Vaya… ¿qué puedo decir? Es genial… lo que ambos han dicho –Ji Yong sonrió. –Supongo que mis hijos tendrán más hermanos, ¿no?
Todos se miraron.
-Eso está claro.
-Los descendientes de BIGBANG –Daesung dijo de pronto. -¡Ya quiero verlos reunidos!
-Supongo que el menor será el hijo o hija de Dae, así que será el próximo Maknae, eh –Seungri sonrió. –Le enseñaré a ser buen Maknae.
-AJAJAJAJA, no le enseñes inglés –todos se echaron a reír entonces.
-¡Bae, qué mal novio eres! –Le miró con un puchero y entonces el moreno le besó suavemente.
~
Tal como Ji había imaginado luego de jugar, Tae Hee se había dormido con el traje. Y claramente no podía quitárselo sino gritaría demasiado. Seung Jo durmió tranquilamente, aunque había dejado dicho que mañana mismo quería ir al parque y aprender a andar en bicicleta. Ha Na, luego de llorar casi 20 minutos seguidos por el compromiso de su tío favorito se había quedado dormida, Seung Hyun sabía querido matar a Seungri por provocar sufrimiento en su hija, pero luego recordó que no tenía la culpa y que era simplemente un amor platónico. Su Ah simplemente había acostado a las muñecas en fila bajo una toalla en la alfombra antes de irse a dormir.
Ji Yong apagó las luces relajadamente y entró a la habitación dedicándole una sonrisa a Seung Hyun.
-Creo que con todas estas noticias me iré a dormir pensando que todo es un sueño.
-Siempre quise que los chicos tuvieran hijos para que fueran re amigos de los míos –Seung Hyun sonrió rebuscando en se mesita de noche. –Y ahora se siente raro. Están viejos.
-Lo dice el que tiene 35.
-No me recuerdes la edad –Seung dio con la caja y entonces la sacó mientras se la entregaba a Ji Yong. –Feliz Navidad, mi amor.
Ji Yong sonrió grandemente.
-¡Oh, eso me recuerda!
Ji Yong buscó en el armario y luego le entregó otra caja al mayor. Ambos lo abrieron al mismo tiempo. Seung Hyun casi brinca al ver el último Bearbrick de la colección Europea. Y aunque había dicho que no compraría más porque no tenía espacio, siempre encontraba un espacio más. Ji Yong sonrió grandemente cuando vio una pulsera de oro blanco con las iniciales suyas en ella.
-Está preciosa, gracias.
-Ji… -le llamó.
El menor levantó la mirada y le miró atento. Seung Hyun sonrió mirándole fijamente.
-Regálame un beso.
Ji Yong sonrió, dejó a un lado la caja y se acercó a él. Se acomodó entre sus piernas y rodeó su cuello con suavidad mientras le miraba sonriente.
Le besó suavemente y luego entreabrió sus labios encajándolos entre los del pelinegro con fuerza. Seung Hyun rodeó su cintura con fuerza y le besó nuevamente respondiendo a aquel beso. Ji Yong ladeó un poco su rostro y dejó que el beso tomara su rumbo tranquilamente en un ir y venir de labios.
Se separaron lentamente y Ji Yong sonrió mientras le daba otro beso leve.
-Te amo. Te amo muchísimo.
-Yo te amo muchísimo más, mi vida.