Capítulo 20
Más integrantes a la familia.
-¡Yo no queriendo usar shorts!
Seung Jo se quejaba demasiado.
-¡Pero es que vamos al campo, Seung! –Ha Na llevaba un vestido rojo que le llegaba hasta las rodillas y le miraba con un puchero. –Te dará calor.
-No dando calor.
-¡Seung, espabila un poco, hermano! –Su Ah le dio un golpecito en el hombro.
-¡Su!
-Nona, soy tu nona, más respeto –ella alzó la vista.
-Por casi 2 minutos siendo mayor, nona.
-Qué feo tener un gemelo –Tae Hee se rió. –Son igualitos y todo, menos mal que yo soy solito, ¿cierto, Ha Na?
-Pues tú nunca sabrás lo que se siente el lazo, Tae –Su Ah le miró y luego le sacó la lengua.
-¿Ya vamos?
Ji Yong entró en la habitación. Traía unos shorts que le llegaban a las rodillas y una camiseta blanca con corte en V, el cabello todavía mojado porque hace poco había salido de la ducha. Su Ah llevaba un vestido azul y su pelo recogido. Tae Hee llevaba unos shorts más cortos, porque él insistía en que sus piernas se veían hermosas. Ji Yong simplemente ya no podía usar los famosos putishorts, desde que se casó con Seung Hyun, al mayor no le gustó la idea de Ji Yong con mini shorts por todas partes a no ser que estuviera en casa, digamos que muchos lo miraban demasiado, así que optó por la paz y dejó de usarlos en público o cuando iban a la playa o la piscina, si no tendría a Seung Hyun discutiendo con cada persona que se le quedara mirando las piernas.
-Papi, no queriendo usar shorts.
-Pero Seung, hace calor.
-Pero papi…
-Ay Dios, tú y tu papá son igualitos –Ji Yong rodó los ojos. –Está bien, ven para ponerte un pantalón.
Ji Yong acompañó a Seung Jo hasta su habitación para ponerle los pantalones. Seung Hyun entró en la casa nuevamente y entonces miró a los otros tres menores.
-¿Su papá y Seung Jo?
-Poniéndole pantalones –dijo Ha Na sonriendo.
-Ah… bueno, vamos subiendo al auto antes que se haga tarde.
Seung Hyun tomó en sus brazos a Tae Hee y le dio la mano a Su Ah mientras salían de la casa. Ha Na se subió relajadamente mientras jugaba con la Tablet, cosa que Seung Hyun odiaba, porque decía que sólo miraba esa pantalla todo el día. Dejó a Su Ah a su lado y sentó a Tae Hee al medio.
-Papá, ¿verdad que hoy conocemos a los primos?
-Sí, así que por favor, sé amable y te comportas bien, eh.
-¡Siempre me comporto bien!
-Sí, como aquella vez que tiró toda la leche de chocolate en la mesa para el cumpleaños de tío Daesung –Ha Na se rió.
-¡Fue accidente!
-Accidente fue cuando te caíste en la entrada, cuando tiraste la leche te escuché clarito decir que estabas aburrido –Su Ah alzó una ceja.
-Vale, había que poner diversión –dijo restándole importancia.
-Nada de poner diversión hoy –Seung Hyun le miró serio. –Prométemelo.
-Está bien, papá.
-¿Ya estamos listos? –Ji Yong salió con Seung Jo en sus brazos y lo subió al lado de Tae Hee, luego cerró la puerta y se subió de copiloto.
-Supongo que ya está todo –Seung Hyun metió las llaves y encendió el vehículo.
-¡Esperen! –Tae Hee gritó.
-¿Qué sucede? –Ji Yong le miró preocupado.
-Creo que no dejé doblado mis pantalones negros.
-Ay, Tae –Ji Yong rodó los ojos. –Sólo vamos.
Seung Hyun se rió y luego partió. Habían quedado con los chicos de juntarse y tener un día de relajo. Se habían tomados unas pequeñas vacaciones, Young Bae y Seungri habían comenzado a ordenar los papeleos para la adopción, que resultó ser todo un éxito, no hubieron mayores problemas, aunque al principio pensaron que tendrían más dificultades por su condición sexual, pero nada fue tan complicado de llevar. Demostraron ser maduros y responsables, además de tener buena estabilidad y estar comprometidos como nos había contado Seungri en navidad, así que no hubo razones para decir que no a la adopción, además, porque los niños estaban felices de tener una familia que quisiera acogerlos de buena manera.
-No entiendo cómo es que Seungri dijo que sí. –Seung Hyun se rió.
-Bueno, él mismo lo dijo… quiere demasiado a Young Bae. Además, dijeron que ya eran grandecitos, no tendrá que cambiar pañales, ni escucharlos llorar a menudo por las noches.
-Hubiera pagado por verlo a las 4 am despierto cambiando un pañal.
-Se hubiera vuelto loco.
-Es genial –comentó de repente el mayor. Ji Yong le miró curioso.
-¿El qué?
-Que formen una familia. Creo que es lo más lindo que hay. –Ji Yong sonrió y acarició su pierna con suavidad. –Además, creo que la mejor parte, es que adoptaron… eso me suena a un acto tan lindo. Digo hay niños allá afuera que quieren y esperan una familia con todas sus ganas, así que creo que es algo bueno.
-Dios, creo que me acabo de enamorar más de ti.
Ji Yong besó su mejilla y luego enredó sus dedos en su cabello.
-Papá –Ha Na habló de repente. -¿Crees que de verdad haya perdido toda posibilidad con Tío Seungri?
-¡Ha Na! –Seung Hyun frunció el ceño.
-Ay, Ha Na –Ji Yong se rió. –Debes dejar de lado tu obsesión con Seungri. Es mucho más grande que tú, tiene a Young Bae y además, ahora un niño o niña y vamos a conocerlo. Debes conocer a alguien de tu edad, que sea amable y simpático.
-No va a conocer a nadie –Seung Hyun habló firme. –No le des ideas, Ji.
-Pero papá-
-Puedes tener un gato, o un perro.
-Pero ya tenemos un gato, y dos perros.
-Pues ten más. –Seung Hyun dio por terminada la conversación entonces y Ji Yong cerró los ojos.
-Papi –Seung Jo habló. -¿Tú crees que siendo linda la novia de tío Daesung?
-Ahora la veremos, cariño. Aunque creo que debe ser alguien genial como para ganarse el corazón de él –Ji Yong sonrió.
-Tío Daesung cayendo bien a mí.
-Lo sé, amor.
-¿Creen que me de regalos? –Tae Hee ladeó su cabeza curioso.
-No se te ocurra pedirle regalos.
Seung Hyun rodó los ojos y se estacionó fuera de una cabaña bastante grande que se mostraba muy acogedora por fuera. Ambos se bajaron tranquilamente. El auto de Seungri ocupaba gran espacio en la entrada, como siempre el Maknae haciendo todo muy notorio.
Ji Yong bajó a los niños y apenas tocaron el suelo salieron corriendo. Ji Yong sonrió y caminó relajadamente hasta Seung Hyun y le abrazó por atrás mientras seguían caminando. El mayor tomó sus manos y sonrió mientras avanzaba lentamente.
-¡HYUUUUUUUUUUUNGS!
-Tan escandaloso –Seung Hyun rodó los ojos. –Nunca va a cambiar, ni porque está en los 30.
-Y tú nunca dejarás de hacerle bullying ni porque vas por los 35.
-¡Ji! –Seung Hyun hizo un puchero gracioso. –Siempre lo defiendes a él.
-Es el menor, debo cuidarlo.
-Ya están por salirle pelos blancos en la cabeza.
-AJAJAJAJ que no te escuche si no quieres que comience a gritar.
-¡Hyungs, llegan tarde!
Seung Hyun miró su reloj.
-Sólo son 10 minutos.
-Tan impuntuales. –Seungri rodó los ojos. -¡Me alegro de verlos!
-¡Tío! –Ha Na llegó hasta su lado y le abrazó. Seungri se agachó y le besó la mejilla, entonces ella se ruborizó furiosamente.
-¡Te he echado de menos!
-¿De verdad? –Ella sonrió.
-¡Deja a mi hija! –Seung Hyun le dio un golpecito en la cabeza.
-¡Papá, no seas así! –Ella parecía indignada.
-Déjalo, Ha Na, tu papá es amargado. –Ambos se rieron.
-Comienzo a preocuparme de esa cercanía –Young Bae se acercó mirando a Ha Na y Seungri.
-¡Pues deberías tío! –Ha Na le miró sonriente. –Después de todo todavía hay tiempo antes de la boda.
-Ha Na, no seas rompe hogares –Ji Yong se echó a reír.
-En fin, ¿dónde está Yun?
Seungri se giró y miró a Young Bae. El moreno sonrió y apuntó con su dedo índice bajó él. Ji Yong y Seung Hyun le siguieron con la mirada también. La niña estaba muy afirmada del pantalón de Young Bae, como si estuviera escondiéndose y mantenía los ojos cerrados. Era muy de piel muy blanca y cabello negro bastante largo con algunas ondulaciones casi al final. Ji Yong sonrió adorablemente, le parecía terriblemente tierna.
-Hey, nena, ¿por qué tan tímida? –Seungri se agachó a su lado. –Los tíos te quieren conocer.
-Todavía se está acostumbrando a esto –Young Bae sonrió y acarició su cabello con dulzura.
-Debe tener vergüenza –Ji Yong sonrió.
-¡Tío! –Tae Hee llegó corriendo y paró cuando vio a la niña. La rodeó y luego ladeó su cabeza y le miró curioso. –Es una niña.
-¿Dónde? –Su Ah se acercó y le miró.
-Ya, no la hostiguen, niños –Ji Yong los alejó.
-Mira, Yun, ellos están muy entusiasmados por conocerte. –La niña abrió los ojos lentamente y entonces Seung Hyun sonrió.
-¡Tan linda! –Su Ah sonrió y le miró sonriente. –Yo soy Su Ah.
La niña sonrió de repente.
-También tengo ese nombre –Su Ah le miró asombrada. –Es Yun Ah.
-¡Genial! ¡Seremos amigas!
Young Bae sonrió grandemente.
-Ahora saluda a los tíos –Seungri le indicó. –Ese es tío Ji Yong, él va a regalarte linda ropa para tus cumpleaños. Y el de al lado de tío Seung Hyun, él te dará juguetes.
-Hola, Yun Ah –Ji Yong sonrió y le dio una caricia en el cabello. –Eres preciosa.
La niña tenía unos ojos cafés claros muy llamativos y se notaba demasiado tierna.
-Estos de aquí son Tae Hee, Ha Na y Seung Jo.
-Hola –Ha Na le miró sonriente.
-¿Cuántos años tienes? –Tae Hee le miró curioso.
-7.
-¡Tae, al menos saluda, maleducado! –Ji Yong rodó los ojos.
-Sólo quería saber antes… hola Yun, me gusta tu nombre, tiene estilo. –La niña se rió.
Miró entonces a Seung Jo, pero este sólo guardaba silencio.
-Hey, Seung, saluda.
El niño bajó su mirada y no dijo nada. La niña le miró fijamente y luego sonrió ante la tierna reacción avergonzada de Seung Jo.
-Oye, no seas vergonzoso, ya estás grandecito –Su Ah le regañó.
-Ya, déjenlo –Young Bae se rió. –Ya después entrará en confianza.
-¡¿Por qué hay reunión sin mí?!
-¡Daesung! –Seung Hyun sonrió y le recibió en un abrazo.
-¡Tío, llegas tarde! –Tae Hee le regañó.
-¡Lo siento, había mucho tráfico! –Daesung sonrió. -¿Quién es esta preciosura?
-Ella es mi hermosa hija –Seungri la presentó con todo el orgullo que sentía.
-No puedo creer que esté tan feliz –Ji Yong dijo riéndose.
-No la deja en paz –Young Bae comentó acercándose a su mejor amigo. –Está tras ella todo el día.
-Decía que no le gustaban los niños y ahora parece babear por ella.
-Realmente no se le despega nunca –Bae sonrió negando.
-Y supongo que tú estás más que feliz.
-Soy feliz –asintió mirando a los demás. –De verdad lo soy.
-Eso está muy bien –ambos sonrieron. –Por fin mis hijos serán amigos de los tuyos. Estuve esperando esto muchos años. Quiero que crezcan con la misma amistad nuestra. Todos juntos, incluso los de Daesung, así como nosotros cinco, quiero que ellos tengan lazos irrompibles.
-Los tendrán, lo presiento.
-¡Tan linda! –Daesung sonreía grandemente. -¡Tío Dae cuidará mucho de ti! Y también la tía… Chicos… ¡Ella es Youra!
Young Bae y Ji Yong dejaron la conversación y pusieron atención a la chica que se acercaba. Ella venía muy elegante y sonriente. Su cabello era castaño claro igual a sus ojos. Era muy bonita.
-Youra es japonesa, bueno, nació en Japón, pero ha vivido toda su vida aquí, así que, ya saben, el resto.
-¡Queremos la historia! –Tae Hee sonrió.
-Hola… es un gusto conocerles, he oído mucho de ustedes, también he visto muchas presentaciones, son geniales.
-El gusto es de nosotros –Seung Hyun sonrió.
-Y dime, ¿cómo fue que conociste a este noble hombre? –Seungri sonrió.
-Hace mucho en realidad… cuando Dae sacó el D’scover en Japón.
-¡Eso es demasiado! –Ji Yong le miró. –No me digan que están desde aquellos tiempos y no dijiste nada nunca.
-Bueno, no desde ese momento, la relación comenzó un par de años después…
-¡Daesung! –Seung Hyun le miró dolido. -¡No me dijiste eso jamás! Ni porque soy tu mejor amigo.
-Viví engañado toda mi vida –Young Bae se rió.
-Ah… bueno… él es mi hijo, Rui.
Ella presentó a su hijo de manera nerviosa, más los chicos simplemente sonrieron y le dieron unos cuantos apretones de manos. Los niños le miraron entre sonrisas.
-Hola –el niño saludo sonrientemente.
-Oye, tiene la misma sonrisa de Daesung –Seungri se rió. Bae le dio un codazo y entonces cayó en la cuenta de lo que decía. –Lo siento.
-No te preocupes –Youra sonrió complacida. –Realmente es un elogio eso. Además, después de tantos años juntos Daesung ya es como un padre para él.
-Todavía no puedo creer que no me dijeras nada… -Seung Hyun se cruzó de brazos negando con la cabeza.
-Quizás tuvo sus motivos –Ji Yong le miró.
-Somos amigos… no me dijo nada…
-Ya, cariño, quizás quería que fuera sorpresa.
-¡No te pongas así! –Daesung le dio un golpecito en el hombro.
-Me gustan tus shorts –de repente Rui habló. Tae Hee sonrió.
-¿Verdad que sí?
-Parece que se van a llevar bien –Ji Yong se rió.
-Oye Dae… -Seung Hyun le habló en voz baja. -¿Qué pasa con el padre del niño?
-Ah… -Dae le miró sigilosamente. –Cuando se enteró que Youra estaba embarazada la dejó, nunca más lo vio.
-Ya veo… -Seung asintió. -¿Cuándo comenzaste con ella cuántos años tenía el niño?
-Tenía cerca de 1 año.
-Era apenas un bebé.
-Uhm… -Dae asintió. –Creo que por eso me he encariñado tanto de él… realmente es como si fuera mío.
-Ya veo… -Seung Hyun sonrió. –Aún así… no puedo creer que me lo escondieras.
-¿No lo olvidarás nunca?
-No.
-No seas resentido.
-A todo esto –Seungri habló. –Felicidades Youra, dijo Daesung que esperan un bebé.
-¡Oh, gracias! –Ella sonrió. –Sí, la verdad sí, tan sólo lleva casi dos meses.
-Recemos para que sea niña –Seungri sonrió.
-¡Que sea niño! –Seung Hyun le miró sonriente.
-Lo que sea, pero que venga sano o sana –Young Bae sonrió también. –Ah, lo más importante, para que sean todos como una familia.
-¿El BIGBANG 2.0? –Daesung sonrió.
-Claro.
-¡Entremos ahora! –Seungri tomó de la mano a Yun para entrar con ella a la casa. –Tengo pensado un paseo al zoológico este fin de semana, ah y también podemos…
-¿De dónde saca tanta energía? –Ji Yong le miró entre risas.
-Pobre Bae… -Seung Hyun negó. –Todavía puedes arrepentirte y no casarte.
-¿Me estás diciendo que es mala idea? –Bae se rió.
-Uff… casarse es un lío.
-¿Qué dices? –Ji Yong frunció el ceño.
-Un lío maravilloso, mi amor. Nunca me dejas terminar de hablar.
Lo abrazó por la cintura y le regaló un beso suave en los labios.