Capítulo 7.
Una pared entre nosotros.
Young Bae lo había estado ignorando desde que terminaron el almuerzo y salieron al jardín del hotel con los niños. El moreno estaba relajado jugando con Su Ah, le estaba ayudando a hacer algunas casitas de Lego's. Pero por su parte, Seungri corría de allá para acá con Tae hee, Dios, ese niños tenía apenas 7 años y era un demonio, ya se lo imaginaba a los 10. Comenzaba a cansarse de todo el ejercicio, pero no podía llegar y mandar al menor a la habitación de sus padres, habían dos opciones: o estaban teniendo sexo de lo lindo, o estaba discutiendo de lo lindo, pero ninguna de las dos era saludable para sus niños. Así que mejor se las aguantaba un poco más, ya después Ji Yong Hyung le devolvería el favor.
Tae Hee fue hasta su hermana y se pusieron a jugar con unos muñecos que encontraron. Seungri estiró sus brazos, por lo menos el menor había encontrado otro juego y él no debía participar.
Seungri suspiró. No sabía en qué momento se le ocurrió este viaje. No se arrepentía, le encantaba siempre estar con sus Hyungs, para él lo más importante en el mundo eran ellos, había pasado más de la mitad de su vida junto a ellos. Lo que le cansaba eran los niños, sí que se necesitaba mucha paciencia y tiempo, y él no estaba para esas cosas. Se golpeó mentalmente por su pensamiento y desvió su mirada al moreno. Young Bae observaba a los menores con las manos metidas en los bolsillos, parecía perdido en sus pensamientos mientras los miraba.
Se acercó lentamente al mayor. Bae le miró y luego bajó la mirada, Seungri tragó saliva, nunca un momento entre los dos se había sentido tan imcómodo como ahora. De hecho, nunca se habían sentido incómodos, incluso cuando distutían.
-¿Estás enojado?
Seungri decidió ser valiente. Quizás estaba enojado, y era mejor que lo asumiera y así podían hacer las pases y tan amorosos como siempre, ¿no?
-No esoty enojado.
-Avísale a tu cara -Bae miró serio al menor, Seungri inmediatamente supo que no era momento de bromear. Suspiró. -Sabes que no hablaba en serio, nunca te miré por dinero ni físico, ¿bueno?
-No estoy enojado, Seung Hyun.
No, no estaba enojado. Estaba siendo serio. Lo sabía, por su tono y la forma en que lo llamó. Seungri se giró al mayor, también se había puesto serio.
-¿Cuál es el problema? -el moreno suspiró. -Dime la verdad, ¿qué te molesta?
-No hay nada que me moleste, ¿bueno?
-No, si hay algo -Seungri se paró frente a él y le miró fijamente. -Estás molesto porque tú los quieres y yo no. ¿Es eso?
-No sé de qué hablas, Seungri -Bae le miró. -Creo que estás pensando demás.
-No, no pienso demás. Es eso. Estás enojado porque yo no estoy interado en nada más serio de lo que es ahora. Dímelo, Young Bae. ¿Quieres tener niños? ¿Eso quieres? Respóndeme de verdad, con sinceridad, ¿quieres ser papá?
Seugnri elevó sus cejas y le miró insistente. Bae cerró los ojos y se echó hacia atrás mientras revolvía su cabello. No podía mentirle, ni tenía ganas de hacerlo. A sus casi 34 ya no estaba para comportarse como un niño. Debía de afrontar la situación tal como se estaba presentando.
-Sí... -Bae abrió sus ojos y le miró, cansado. -A diferencia de ti yo sí los quiero, y quiero ser igual de sobreprotector y conservador. Quiero ser responsable y quiero darles amor. Yo sí quiero una familia, sí quiero establecerme, Seung Hyun. Y con esto no intento hacerte cambiar de pensamiento.
Seungri tragó saliva y luego volvió a mirar al mayor. Bae bajó su mirada al suelo.
-¿Por qué ahora?
-No es de ahora, Ri... siempre los quise, tú sabías, los demás lo sabían. Yo siempre los quise, siempre admití que cuando creciera quería ser padre, esa era una de mis metas.
-¿Por qué empezaste conmigo entonces?
Young Bae levantó su mirada al menor. Le dolía en el corazón esa situación. Los ojos de Seungri se llenaron de lágrimas, pero intentó retenealas lo que más podía.
-Si sabías que no podías hacerlos conmigo, y que yo nunca los quise, ¿por qué te empeñaste en salir conmigo?
-Porque te amo.
Seungri sintió un nudo en la garganta. Sentía que por su culpa Bae se había postergado en las cosas que quería, ¿pero qué iba a hacer si no se lo decía? Seungri le miró nuevamente y tragó el nudo que le dolía.
-Yo soy así, Bae. Siempre he sido así, no puedo cambiar.
-No te he pedido que cambies, ¿quién soy yo para pedirte que cambies? No quiero ser egoísta, ni tampoco quiero que tú lo seas. Simplemente, hay cosas que no se pueden cambiar... Y yo no quiero que te sientas obligado a nada... Nunca he querido que te sientas atado a hacer cosas, yo sólo he tenido la intención de quererte... Pero... si quieres que te hable con sinceridad, sí, me duele en cierta manera todo esto.
Seungri sentía su corazón un poco más pesado de lo normal, sentía que esto se le estaba yendo de las manos. Él sí lo sabía, siempre lo supo, de hecho. Pero nunca pensó que realmente fuera importante para Young Bae el tema. Sentía que una pared se comenzaba a levantar entre ambos. Seungri sentía que se alejaba, seguía de pie frente a él, pero senía que se iba, se le escapaba entre sus brazos. Quizás él había sido egoísta, o quizás Bae lo estaba siendo ahora... o quizás ambos se habían equivocado en un principio al comenzar una relación cuando tenían diferentes metas en la vida.
-¿Qué nos está pasando, Young Bae?
-Quizás... tenemos distintos objetivos ahora... ya no nos entendemos...
-No entiendo cómo es que hemos cambiado hasta este punto... -Seungri sintió un nuevo nudo ponerse en su garganta y entonces vio su vista nublosa. -Se suponía que encajábamos...
-Perdóname, Seungri... no puedo ser cómo quieres que sea. Ni tú tampoco puedes serlo para mí... sería ogísta tanto para ti como para mí...
Bae frunció el ceño y una lágrima solitaria cayó por su mejilla. Intentó secarla, pero seguida cayó otra más.
-¿Qué intentas decirme?
-Quizás nuestros caminos se estén separando...
Seungri sintió una lágrima rodar por su mejilla. El mayor inmediatamente la quitó pasando un dedo por su mejilla. Seungri cerró sus ojos dejando salir más. Sintió los brazos de Bae rodearle la cintura con fuerza mientras dejaba caer su rostro entre su cuello donde tantas noches había dormido. Seungri acarició su cabello mientras intentaba con todas sus fuerzas reprimir el llanto.
-No quiero retenerte conmigo así... -Bae susurró en su oído con su voz quebrada. -Tú eres libre, siempre has sido así... y así te amo. Pero no quiero retenerte...
-No digas eso... -A Seungri se le rompió la voz y esta vez soltó un sollozo pequeño sobre su hombro.
-Te quiero... -Bae se separó un poco y tomó el rostro de Seungri entre sus manos, elevó sus labios y besó suavemente pero con fuerza su frente. Seungri cerró los ojos sintiendo la caricia con fuerza.
Se separó lentamente y rozó sus labios unos segundos y luego se alejó. Seungri dejó de sentir el calor de sus brazos y abrió lentamente los ojos. Miró la dirección por donde el mayor se había ido y una amarga sonrisa se marcó en su rostro.
¿Qué había hecho? O, ¿qué habían hecho ambos? ¿De qué manera remediarlo? Él ya era así, y así se conocieron de toda la vida, y sabía que el otro no quería obligarlo. Perose sentía horrible, porque no podía darle lo que quería. Primero, no era mujer, ni tenía efectos especiales como Ji Yong. Y porque tampoco quería ni le interesaba el tema de adopción, con suerte soportaba a sus sobrinos. Se lamentaba enormemente por esta situación y por su forma de ser. Pero quizás si seguían juntos luego de esto sólo sería tormentoso para ambos. Sintió las lágrimas bajar y cómo si quisiera impedirlo se agachó hasta el suelo y tapó su rostro mientras intentaba parar el llanto, pero ya le era imposible, los sollozos se fueron haciendo presentes en el lugar.
Sintió una mano pequeña en su cabello, acariciándolo con suavidad, como si temierda hacerle daño. Intentó secar un poco sus lágrimas, pero aquellas manos también le ayudaron en aquel trabajo, levantó su vista a su lado. Su Ah le miraba con un puchero mientras acariciaba su cabeza.
-No llores, tío. Papá dice que nos vems feos cuando lloramos. Y tú eres bonito sonriendo.
Seungri sonrió y luego bajó de nuevo su mirada al piso.
-¿Por qué lloras, tío?
Seungri elevó nuevamente su mirada. Tae Hee estaba en cuclillas justo frente a él mientras tomaba sus rodillas con sus manos y ladeaba la cabeza mirándole preocupado.
-¿Te duele algo?
-Uhm... -seungri asintió mientras le miraba un poco, el niño hizo un puchero. -Me duele el corazón.
-¿Quieres que te haga un masaje en el corazón?
A Seungri le pareció la palabra y la intención más hermosa que pudo haber escuchado en ese momento. Sonrió, esta vez en serio y asintió. Tae Hee se acercó rápidamente y comenzó a acariciar lentamente su pecho mientras le sonreía. Su Ah sonrió mientras seguía en su acción de acariciar su cabello.
-Todo va a estar bien -Tae hee le sonrió.
Seungri asintió mientras se calmaba un poco.
-Tío, habla con nosotros, te podemos ayudar -Su Ah le dijo mientras le abrazaba.
-Pequeños mocosos -Seungri se río. -Qué van a saber ustedes.
-Podemos ayudar...
-Ustedes apenas se saben limpiar el trasero cuando van al baño y van a saber de amor.
Seungri se rió un poco mientras terminaba por secar su rostro.
-Nosotros sabemos, tío -Su Ah levantó su dedo mientras asentía. -Sabemos qué es el amor.
-No me digan.
-Mmmm -Tae Hee le miró y luego se quedó pensando hasta que pareció tener una idea. -Yo creo que el amor es cuando papá Ji echó a papá Seung de casa porque estaba muy enojado con él, pero cuando se puso a llover salió con un abrigo a buscarlo y lo trajo de vuelta a mitad de la noche y le dijo que lo sentía.
-Pues... yo creo que es cuando papá llegaba cansado después de grabar una de sus películas y entonces papá Ji le preparaba una sopa caliente para hacerlo sentir mejor.
-Ah... quizás debí cocinarle una sopa... -Seungri sonrió de medio lado con ojos llorosos todavía mientras miraba a los pequeños.
-¿No hiciste una sopa? -Tae Hee le miró. -Papá Ji dijo que se le llega a la persona que quieres por el estómago.
-Quiás por eso me alimentaba tanto -Seugnri sonrió.
-Yo creo que amor es como cuando papá Ji esperaba toda las noches hasta la madrugada a papá cuando llegaba de grabar sólo para saludarlo.
-Vale, ustedes ganan -Seungri acarició sus cabezas y luego les sonrió. -Ustedes claramente saben más que yo.
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Ji yong entró a la habitación rápidamente y dio un gran portazo mientras cerraba y se disponía a ponerse de pie frente a su marido.
-¡¿Qué rayos te pasa?! -Seung Hyun le miró y luego frunció el ceño.
-¿De qué hablas? ¿Qué te sucede a ti?
-¡Has estado todo el maldito día de mal humor! Entiendo que estés enojado o quizás molesto porque Ha Na anduvo coqueteando, aunque no lo encuentro tan grave, pero lo entiendo. ¿Pero hasta cuándo te comportas tan inmaduro? Y encima te desquitas con todos los demás. ¡¿Y qué es eso de que no te gusta hacerlo conmigo?!
-Ah, no me refería a eso, Ji Yong.
-Ajá, pues eso fue lo que diiste, idiota.
-¡Lo siento! ¿Bueno? -Seung Hyun se quitó los zapatos y luego su abrigo. -¡Sólo estaba enseñándole a mi hijo que no dijera la horrible palabra follar!
-¡¿Y qué se supone que hicimos anoche?! ¿Jugar? ¡Eso era!
-¡Pero no quiero que él lo diga!
-¡Esta bien, pero no tenías porqué decir que no te gustó!
-¡Esta bien! ¡No lo haré más! ¿Okey?
Ji Yong se cayó y se cruzó de brazos. ¿Desde cuándo Seung Hyun eran tan gruñón? Le miró, él comenzaba a quitar los botones de su camisa, ¿ya se iba a dormir? Todavía era temprano.
-¿Qué demonios te sucede, Seung? -El mayor le miró y luego desvió la mirada. -En todos los años que llevamos juntos nunca habías sido tan posesivo ni conmigo ni con los niños. ¿Quieres hablar de algo?
-Estoy viejo, ¿sí? -Ji frunció el ceño. Seung Hyun se puso de pie y quería seguir su camino al baño, pero Ji le tomó de la mano.
-¿Estás enojado porque estás en los 30?
-¡No! -Seung se soltó y dejó caer la camisa con enojo. -¡Tengo 35! ¡Tengo una hija adolecente que quiere tener novio y que tendremos que explicarle cómo es que se tiene sexo! ¡Tengo un par de gemelos que donde una es muy inteligente y atrevida y el otro todavía no habla bien! ¡Y tengo un enano que no tiene ni remedio ni respeto y tiene un amigo imaginario que le enseña puras estupideces! ¡Y hoy por la mañana, cuando quería bajar al almuerzo, voy al baño y me encuentro un pelo blanco en la cabeza! ¡¿Sabes que es eso?! ¡Que estoy viejo! Y encima bajo a almorzar y lo rpimero que me encuentro es un chico, claramente mucho más joven que yo coqueteándote. ¡¿Sabes qué es eso?!
-Seung... -Ji se acercó a él, pero Seung seguía gritando.
-¡No sabes! ¡Pero vivo preocupado! ¡Tú pareces joven, y eres jodidamente apuesto para hombres y mujeres! ¡Y hay miles de hombes allá afuera más jóvenes y con más energías que yo queriendo estar contigo!
-¿Pero de qué rayos hablas? -Ji le miró y luego tomó sus manos y le hizo sentarse en el límite de la cama mientras él se agachaba delante de su rostro. -¿Te das cuenta de lo que hablas? ¡Estás tan loco! ¿Qué voy a hacer contigo?
-Uhm...
-Oye... -Seung le miró unos momentos. -Yo me casé contigo.
Seung Hyun asintió.
-Y si lo sabes, ¿por qué te pones así? Por algo te di el sí, ¿no? Voy a estar mi vida entera contigo, hasta que la muerte nos separe. Y aunque estés con el cabello entero blanco o lleno de arrguas, no me importa. Has tenido el cabello blanco tantas veces en el pasado, y hasta te ves sexy, ¿cuál es el problema, cariño?
-Es que... no sé...
-¿Qué? -Ji le sonrió. -No hay nada, Seung. ¿Además para qué quiero yo alguien más joven? Cuándo tú puedes darme mil veces mejor que un chico de 25.
-Ji... -Seung subió su mirada al menor.
Ji Yong sonrió y pasó sus piernas a cada lado de Seung mientras abrazaba su cuello y le sonreía.
-Me conoces, amor... -Ji se acercó a su oído lentamente. -Sabes lo que me gusta y sabes cómo hacerlo...
Seung rodeó la cintura de Ji Yong mientras acortaba distancia lentamente.
-¿O se te fue la confianza?
Ji Yong se separó y alzó una ceja mientras le miraba fijamente.
-Claro que no.
-Muéstrame.