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Capitulo 11
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Please Don't Go
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Estaba a punto de entrar en su noveno y ultimo mes de embarazo, las cosas marchaban como viento en popa con su embarazo, aunque no por ello debía confiarse. Al ser el ultimo mes de su embarazo es cuando mas cuidado debía tener, pues las contracciones se hacían mas seguido al igual que los movimientos del bebe, impidiéndole dormir cómodamente y hasta dándole falsas alarmas; después de todo era el bebe quien decidía salir o quedarse un rato mas en ese lugar seguro.
Aunque últimamente el pequeño ser dentro suyo estaba muy tranquilo, las únicas veces que reaccionaba con locura era cuando escuchaba las voces de su "madre" e inclusive la del griego, mas esto era por los vídeos que Garnet tenia de cuando Dégel y Kardia eran pequeños y mas adelante de cuando estos entraron en la adolescencia. Cuando se escuchaba la voz del heleno, Dégel siempre le hablaba al ser que habitaba en su vientre para hacerle saber que ese era su padre. Pero la cosa no acababa ahí, cuando entro en su octavo mes de gestación, recibió la visita de su tan querida amiga quien le traía las buenas nuevas de un orgulloso heleno.
ㅡ Su vida es miserable ㅡLe había dicho una tarde mientras comían tarta de manzana y platicaban. La joven le contaba de las tantísimas veces que Kardia le había acorralado y casi amenazado para que le dijera el paradero del francés, pero esta siempre se negaba y alegaba que la única forma en la que ella le dijera, es que aceptara a los cuatro vientos sus sentimientosㅡ
Escucharle decir cuan miserable había estado luciendo el griego era algo que no podía creerse, aunque siempre albergaba algo de esperanza en su corazón.
ㅡ Es imposible ㅡQuería creerle, era lo que mas ansiaba pero quería estar seguro que el griego actuaba así porque habían sentimientos fuertes de por medioㅡ El... el no...
ㅡ ¿Piensas que te estoy mintiendo? ㅡSi de algo se caracterizaba ella, era de su honestidad, pues nunca se atrevería a mentirle y jugar con los sentimientos de su amigo por lo que tenia un has bajo la manga. Cada que era interceptada por el griego, quien no dejaba de acosarle para sacarle información, la menor había empezado a cargar una pequeña grabadora y los resultados eran mas que favorables para ella, pues grababa de principio a final los diálogos del griegoㅡ
ㅡ "Vamos, pequeña mocosa, ¡ya dime donde se encuentra!" ㅡLa voz del griego sonaba tan desesperada e inclusive en su faz se podía notar lo poco que dormía, por las bolsas negras que se cargaba bajo los ojosㅡ
ㅡ "Lo haré cuando finalmente aceptes a los cuatro vientos lo que sientes" ㅡSe escucho la voz de la castaña con cierta burla, Kardia en ese momento solo alcanzo a bajar la cabeza y a apretar sus puñosㅡ "No es tan difícil, solo debes ponerte los pantalones y enfrentar a tu familia, es todo"
ㅡ "¡Arizt!" ㅡLa menor negó y se fue alejando del otro a pesar de sus gritos; la grabación se corto por un rato y luego volvió a reproducir otras cosas que la mayor había grabado, dejando impresionado al francés quien hasta había derramado algunas lagrimasㅡ
ㅡ Kardia... ㅡYa habían pasado varios meses desde la ultima vez que había escuchado la voz del heleno y ahora, no podía evitar sentirse de esa manera y hasta el ser en su interior se removió aunque, los movimientos eran algo bruscos. Al parecer el bebé había reconocido la voz de su padre y no solo eso, Arizt podía asegurar que ese niño o mas bien niños, porque podía jurar por los dioses que su amigo tenia un vientre demasiado grande como para mantener a un solo bebé en su interior, ansiaban con todo su ser sentir alguna caricia de su padreㅡ
ㅡ De una u otra manera ese idiota tendrá que reaccionar ㅡEl de mirada violeta alzo la mirada hacia su amiga quien le sonreía de manera maternalㅡ
ㅡ ¿Crees que eso suceda? ㅡAun guardaba algo de esperanza en su corazón, soñaba con el día en que Kardia finalmente le dijera las palabras que tanto ha esperado escuchar y que quizá llegaran a formar una linda familiaㅡ
ㅡ Créeme... ㅡLas manos níveas del francés se posaron en su vientre, los pequeños habían cesado de moverse con brusquedad pero aun seguían algo inquietosㅡ ...habrá un momento en el que Kardia no resista mas y venga corriendo a tus brazos, ese idiota no soportara estar tanto tiempo lejos de ti
Con la esperanza restaurada continuaron hablando sobre lo que sucedería mas adelante y mas que el nacimiento del bebé estaba próximo, aunque la castaña no se cansaba de hacerle saber al otro que era mas probable que fueran gemelos, aunque Dégel seguía negándose, pero ya solo con el tiempo se sabría.
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Mientras tanto en Grecia, Kardia seguía huyendo de quien se decía ser su novia oficial y es que la tipa le acosaba día y noche, volviendo loco al mayor y siendo la burla de Manigoldo quien nunca se espero ver a su amigo huyendo como alma en pena de aquella fémina, pero debía admitir que la chica estaba muy safada de algún tornillo.
ㅡ Yo la verdad no entiendo como es que has aguantado tanto ㅡEse día habían ido a algún bar para despejarse ya que el griego casi no había podido dormir por los constantes mensajes y llamadas que recibía a su celular; y aunque apagara el móvil Helena simplemente llamaba a su casa y si nadie contestaba, la tipa simplemente iba y le armaba un escándalo al mayor frente a todo el mundoㅡ Ya no seas pendejo, Kardia, esa tipa esta chiflada
ㅡ ¿Crees que no lo se? ㅡSuspiro hondo y meneo el pequeño vaso de vidrio con liquido ámbarㅡ
ㅡ Y si lo sabes, ¿porque sigues soportando a esa tipa? ㅡSe giro para encarar al otro y dejo la colilla del cigarrillo en el cenicero que tenia al ladoㅡ Escucha, al principio debo admitir que la cosa era graciosa pero ahora se ha tornado molesta, esa tipa de seguro no te deja ni cagar ㅡEl soltó una carcajada por las ocurrencias del italiano que tan lejos de la realidad, no estabaㅡ ¿De que te estas riendo? ¡Sabes que lo digo en serio!
ㅡ Pues por eso me rió ㅡTomo el vaso y lo llevo a sus labios para darle un trago a su coñac hasta terminárselo, a los segundos el barman le sirvió un poco mas y se retiro para dejar que siguieran hablandoㅡ Tan equivocado no estas y es gracioso
ㅡ Yo no le encuentro la gracia ㅡAlzo el brazo para llamar la atención del barman que se tomo algunos minutos en atenderle ya que estaba tomando algunos pedidosㅡ Tch... si sigues así acabaras casándote con esa tipa, formaras una familia con ella a muy pesar tuyo, te harás amargado y te morirás desdichado ㅡPor la expresión que tenia Manigoldo sabia que este no estaba bromeando y el tenia muy en claro todo eso, sabia que Helena quería ir mas allá de un simple "noviazgo" e inclusive había escuchado a la familia de esta hablar con la suya al respectoㅡ
ㅡ Lo se muy bien, no tienes porque repetírmelo a cada momento ㅡEl otro resoplo molesto y negóㅡ
ㅡ Te lo repito por eso mismo, para que hagas algo al respecto, ¡solo mírate al espejo! ㅡAl ser su mejor amigo debía ser honesto y como el no había ninguno pues prefería ser directo y no andarse con rodeosㅡ Tenias a alguien a tu lado y por andar de pendejo le perdiste
ㅡ Manigoldo ㅡIntento callarle pero el otro solo alzo mas la voz, tenia que decirle la verdad aunque esta dolieseㅡ
ㅡ Escúchame bien Kardia, estoy de acuerdo con la mocosa esa de Arizt en no decirte donde cojones esta Dégel ㅡY no es que siempre lo estuvieran, es mas, casi siempre discutía con la francesa pero aun así se llevaban bien, tenían una manera extraña de tratarseㅡ Has dejado que pasara mucho tiempo y todo por no enfrentar al mundo, si sigues dejando que los demás controlen tu vida, acabaras perdiendo lo que mas amas en el mundo y no solo hablo de tu libertad
ㅡ ¡No es fácil! ㅡSe levanto bruscamente de su asientoㅡ Sabes que mi familia
ㅡ ¡No me pongas excusas de mierda! ㅡLe imito, las personas a sus alrededores se asustaron por los constantes gritos de ambos hombres que ni cuidado les poníanㅡ El tiempo es algo que nunca vas a poder recuperar, métete eso en la cabeza, ni con todo el dinero del mundo podrás recuperar lo que has perdido por idiota ㅡSabia que tenia razón, que era un cobarde por siempre huir y no enfrentar a su familiaㅡ Te lo pondré de esta manera, ¿que vas a hacer el día en que veas a Dégel con alguien mas? ㅡLa mirada purpura del italiano se lleno de tristeza cuando formulo esa pregunta, el sabia lo que se sentía perder a alguien que amaba y todo por culpa de los prejuicios y del que dirán, ademas que lo ocultaba con andar cambiando de pareja como de ropa interiorㅡ Tu mas que nadie sabe que por ser un idiota termine perdiendo a Albafica y ahora, míralo, es feliz con ese maldito perro sarnoso
Hacia algunos años atrás Manigoldo era un chico fuera de control y por eso mismo era que se llevaba tan bien con Kardia, porque ambos terminaban haciendo y deshaciendo a gusto suyo; tenían parejas a las cuales cambiaban cada dia por alguien muchísimo mejor hasta que un dia llego alguien que le coloco el mundo de cabeza al italiano.
Albafica D' la Rose, aquel joven cuya belleza embobaba a muchos y era la envidia de todas y el no había sido la excepción. Cada que le miraba pasar sus ojos recorrían cada centímetro de aquel cuerpo, deteniéndose siempre en ese hermoso rostro que parecía tallado por la mismísima diosa Afrodita, quien hasta se hacia esmerado en ponerle ese pequeño lunar debajo del ojo izquierdo para que luciera coqueto. Pero sin importar cuan hermoso fuera o los halagos que recibiera, simplemente no había nada que al joven le llamara la atención, es mas, siempre les reclamaba cuando le decían cumplidos sobre su belleza.
Pero a pesar de ello habían dos personas que no desistían por obtener la atención del hermoso, uno de ellos era Minos Griffon, aquel chico cuya sonrisa aterraba a muchos ademas de ser apodado como el titiritero y el otro, bueno, el otro era el aunque mas que todo lo hacia para "molestar" al de hebras celestes, pero Kardia había notado las verdaderas intenciones de su amigo y sabia que lo único que deseaba era conseguir la atención de aquella belleza pero, las malas decisiones llevaron a perder su única oportunidad de tener el amor del sueco, dejando le el camino libre al noruego que a pesar de los constantes desplantes, golpes y palabras cargadas de veneno, parecía resistirlas una a una.
Algo que el nunca hizo y todo por el temor al que dirán, pero Minos era de esos tipos que le valía poco la opinión de los demás y hacia lo que le viniera en gana; inclusive lo que su familia pensase por estar con otro chico. Resumiendo, el había perdido a quien amaba mientras que el otro había aceptado las espinas de esa hermosa rosa hasta llegar a su centro y reclamarlo como suyo, fue lo que mas le encanto a Albafica, encontrar a alguien capaz de soportar el dolor de sus espinas con tal de estar a su lado y ahora formaban una "linda" pareja, a parecer del italiano.
ㅡ Así que, si lo que deseas es perder a Dégel pues, adelante, yo no te detendré ㅡEl heleno bajo la mirada volvió a tomar asiento, Manigoldo le imito y ambos se quedaron en un profundo silencio, acompañado solo de algunas rondas mas de alcohol pero eso si, las palabras del otro habían logrado hacer mella en el y sabia que algo debía hacer antes de que las cosas se le fueran de las manosㅡ
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No entendía como es que las cosas se habían salido de control en tan poco tiempo, simplemente no entendía como de estar en el living platicando con su amigo, le habían llevado a estar en la sala de espera de aquel hospital. Tanto ella como Garnet se encontraban rezando porque todo saliera bien con el parto.
ㅡ "Dégel..." ㅡSus ojos aguamarina no se despegaban de aquella puerta, esperanzada de que alguien saliera y les dijera el estado de su amigo pero nada de eso sucedíaㅡ
Todo había sucedido tan de repente, habían estado platicando sobre cosas triviales cuando de repente el menor se había empezado a sentir mal, había empezado a sufrir fuertes contracciones ademas de que un liquido extraño se corría por entre sus piernas, lo peor vino cuando este perdió el equilibrio y sus gritos se hicieron mas fuertes y mientras esperaban la ambulancia el cuerpo del peliverde ya se había empapado en sudor, la sangre brotaba copiosa por la entrada donde el bebé quería salir, y ahora helos ahí, esperanzadas por recibir noticias, Garnet no había dejado de llorar en todo ese rato mientras que ella trataba de hacerse la fuerte aunque por dentro se estaba muriendo de la angustia.
Continuara...