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Please Don't Go... por Arizt Knith

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Notas del capitulo:

Aclaraciones: Mas adelante aparecen unos diálogos en cursiva, esos diálogos son los recuerdos de una plática con la jaiba igualada~

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(***)

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Para Kardia el pasar de esos días habían sido casi eternos, debía admitir que nunca en su vida se había sentido tan ansioso porque llegara el fin de semana, pero después de haber tenido aquella platica con Degel, se encontraba más que ansioso. Tan así, que había tenido que rechazar varias salidas con sus amigos y con Helena, su "novia", si es que se le podía llamar así.

—Por fin… —Cualquiera que le viera en esos instantes notaria la creciente emoción en la mirada del griego, quien hasta había puesto la alarma para levantarse temprano ese día— Nada saldrá mal…

Dejo las sabanas aun lado y se deshizo de los shorts negros que usaba para dormir, ese día quería estar más que perfecto para su encuentro con el peli verde. Abrió las llaves de la regadera y dejo que el agua fría tocara cada musculo de su bien formado cuerpo, le encantaba sentir aquella fría sensación recorrerle, era uno de esos bellos placeres de la vida además de que le recordaban a algo más. Por alguna extraña razón aquel frio toque le recordaba al toque de cierto peliverde.

— Agh… maldición —Murmuro con desagrado, pero no podía evitarlo. Apoyo el brazo derecho sobre las baldosas blancas del baño mientras que el agua seguía recorriendo su cuerpo y dejaba volar su imaginación; además de que los recuerdos de la noche pasada parecían estarle jugando una mala pasada—

Su mente era su peor enemigo, le hacía recordar aquella dulce voz, ese bello rostro angelical pero lo peor que pudo haber hecho fue haberle hecho recordar aquella noche donde ambos se habían entregado. Tan inseminado estaba, que ni cuenta se había dado de lo duro que se encontraba al solo recodar. No quería aceptarlo pero muchísimas veces había tenido el mismo sueno, muchísimas veces había fantaseado con recorrer de nuevo aquella piel nívea y dejar su marca sobre ella. Su mano entonces empezó a estimular aquel miembro ya erecto, soltando algunos gemidos roncos en el proceso mientras recordaba aquellos movimientos acompasados del galo que yacía bajo de él,

—Agh… Degel… —Su voz era ronca, su cuerpo estaba tenso y los movimientos de su mano eran rápidos, no quería llegar al final, no de esa manera, no por causa de su mejor amigo pero no podía detenerse.

Los movimientos se fueron haciendo más rápidos, los recuerdos le invadían, su cuerpo temblaba, su respiración era agitada, los mechones de su cabello índigo se pegaron a su rostro y su espalda. Un último ronco gemido se escapó de su boca una vez que hubo llegado al clímax, su esencia quedo desparramada en toda su mano y parte de las baldosas.

Luego de eso su mente quedo en blanco, no tenía idea de porque seguía haciendo o pensando de aquella forma, no entendía porque siempre terminaba así y porque siempre se debía a su amigo.

—Ahh… ahhh… N-no… no puede ser —Rápidamente se enjuago las manos y se terminó de bañar, borrando así los restos de semen que habían quedado en las baldosas del baño. Se sintió la peor persona de todo el mundo, todo porque miraba a su amigo y terminaba poniéndose duro por culpa de el pero no podía evitarlo, no cuando nunca había sentido algo así con otra persona—

¿Acaso nunca has pensado en la posibilidad de que no se, estás enamorado de el? —Se asustó el mismo, inclusive su reflejo en el espejo era una digna imagen de apreciar—

—No… no puede ser —Murmuro, se sentía asustado al escuchar la voz del italiano en su cabeza—

Digo, él es hermoso —Nuevamente la voz de Manigoldo, tal parecía que el italiano se encontraba metido en su cabeza y se ponía a jugar con sus pensamientos pero, había algo en esas palabras que le hacían temblar— Han sido amigos durante mucho tiempo, incluso rompiste las normas de tu familia por el

—Es… distinto… —Apoyo las manos en el lavamanos y bajo la cabeza, dejando que los cadejos de cabello azulino cubrieran su mirada llena de estupefacción. Pero debía admitir eso, debía admitir que él siempre se había sentido mejor y completo al lado del francés—

Desde pequeño había encontrado la paz y bienestar al lado del galo, siempre podía ser el mismo sin necesidad de sacar a relucir los modales y etiqueta con los que su familia le había inculcado desde pequeño; y aunque ambos fueran totalmente distintos, aun así parecían ser el complemento del otro. Degel no solo era un amigo cualquiera, él era Degel, un chico totalmente hermoso. No había chica que se pudiera comparar a él, no había nadie que se pudiera comparar a la belleza, inteligencia o carisma del galo.

¿Recuerdas eso que me dijiste que habías sentido aquella noche? —A pesar de que Manigoldo era un parrandero con pinta de mafioso, aun así era la voz de la razón— Eso mismo que sentiste cuando le viste con Aspros, eso mi querido Kardia, eso se llaman Celos

—¿Celos? —Levanto la mirada y se vio al espejo, las gotas de agua se deslizaban por su bien trabajado cuerpo acanelado, ¿Acaso él había sentido celos de ver a Degel junto con el gemelo psicótico de Aspros? —

Deja a un lado los prejuicios de tu familia y toda esa estupidez —Aun miraba su reflejo y la voz de su amigo seguía presente, recordando aquella plática que habían tenido hacia unos días atrás— ¿Estarías con el ratón de biblioteca ese? Y me refiero a estar en una relación —Rectifico al ver la expresión confusa del otro—

—¿Una relación? ¿Con Degel? —Aquello sonaba tan loco, más aun saliendo de sus labios aunque, ambos ya habían intimado, bueno, prácticamente había devorado cada parte de aquel cuerpo, había dejado su marca en él. Y debía admitirlo, después de aquella noche se la había pasado fantaseándose con él además de que ninguna chica en sus conquistas o disque citas, había logrado ponerlo a tono para algún acoston—

Con aquellos pensamientos regreso a su habitación para cambiarse de ropa, sabía que aún no era hora de encontrarse con el otro pero quería lucir presentable. Ni tan siquiera con sus citas o salidas con amigos se arreglaba también como cuando quedaba en salir con el francés, no podía evitarlo. Siempre usaba ropa a su gusto o al menos que le hiciera sentir cómodo, además de que usaba cierta colonia especial.

—Justo la que le gusta a él… —Miro fijo la botellita de vidrio, era de un tono verdoso y con las letras en dorado. Aun recordaba la vez que él y Degel habían salido al centro comercial, y en eso se había pasado por la tienda de perfumes y demás—

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(***)

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Flashback

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(***)

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Era un viernes por la tarde y ambos habían salido temprano de la universidad, para pasar el rato se habían ido al centro comercial, ya fuera a comer algo o a comprar algo. A pesar de que Degel se había negado incontables veces en aceptar la invitación del griego para comer algo, aun así termino cediendo. Fueron al pabellón de comida rápida, ambos ordenaron unas hamburguesas con papas fritas y soda, aunque Degel prefirió agua en vez de aquella bebida.

El tiempo que se estuvieron para comer se la habían pasado platicando cuanta cosa de la universidad o cosas sin importancia, además de escuchar una que otra broma del griego y las quejas del galo por cada papita frita que el otro le robaba.

—Deberías dejar de comerte las cosas de los demás —Murmuro, Kardia solo ensancho su sonrisa mientras caminaba a la par del otro—

—Oh vamos, solo fueron unas cuantas papas —Comento divertido.

—Pero eran mis papas —Enfatizo, el otro solo rodo los ojos divertido y siguió caminando hasta detenerse frente a una heladería— ¡Kardia!

—Deme dos helados de chocolate por favor —El mayor solo le ignoro y se compró los helados, ambos de chocolate pues era su favorito al igual que del peli verde. Degel le miro con el ceño fruncido para luego cambiar su expresión a una más suave en cuanto vio lo que el otro había comprado—

—Toma, para ti —El menor entrecerró los ojos y agarro el helado—

—Yo… Gracias… —No había necesidad de decir más, para Degel aquello era como una recompensa por las papitas que el griego le había quitado. Aunque para Degel aquello nunca había sido un problema, no le importaba compartir su comida con el otro pero, aun así no podía evitar comportarse así, era extraño—

Después de aquello siguieron caminando tranquilo mientras miraban las cosas por los escaparates de cada tienda, cada tanto se detenían para ver algo, aunque más que todo Kardia se dedicaba a ver que eran las cosas que llamaban la atención del galo a quien luego terminaba metiendo a la fuerza a la tienda para comprarlos.

—No debiste hacerlo —Era lo que siempre decía, pero Kardia siempre lo haría con tal de ver aquella sonrisa en el bello rostro de su amigo cada que encontraba el libro o cualquier otro objeto extraño que tanto había añorado tener—

—Me gusta verte feliz —Era lo único con lo que le respondía—

Después de eso siguieron caminando mientras platicaban de cualquier cosa que se les vinera a la cabeza, Kardia le ayudaba a Degel a cargar con las bolsas de los comprados. Para el griego no había cosa más hermosa que ver la sonrisa del francés por tener nuevos libros por leer.

—Adoro cuando sonríes—Musito, Degel detuvo sus pasos y le miro muy sorprendido al otro—

—Ka-kardia… —El muchacho de cabellos índigo se alzó de hombros y sonrió tenue, ninguno de los dos dijo nada y peor aún, ese momento fue interrumpido cuando una joven se acercó para jalar al griego del brazo, Degel solo le vio extrañado y les siguió—

La chica que había jalado a Kardia trabajaba en una tienda de perfumes y cuanta cosa más, donde otras chicas se habían acercado para ofrecerle cuanta cosa al griego que solo negaba pues nada de lo que le ofrecían parecía gustarle.

—Ya les dije que no… —Degel solo vio divertido aquella escena, donde el griego buscaba la manera de ser amable con las tres jóvenes que intentaban venderle cuanta loción tuvieran al alcance— ¡Degel, ayúdame! —El menor ladeo ligeramente la cabeza y vio hacia todos lados para luego desaparecer del campo de visión del otro— Traidor…

Los próximos veinte minutos Kardia se la paso yendo de un lado a otro por las jovencitas, que más que querer venderle algún producto parecían coquetearle, además de que en una de esas las tres se habían desabotonado los primeros tres botones de su traje y dejaban ver mucho de aquel escote; pero Kardia mas que interesado por verle los senos, buscaba con la mirada a su amigo del alma.

—Hasta que por fin te encuentro —Dijo una voz a sus espaldas, sacándolo de sus cavilaciones y dándole un susto de paso—

—¡Degel, maldito trai…! —El joven solo le vio con una ceja alzada— ¿Qué es eso? —Frunció el ceño mientras señalaba el objeto que el otro le estaba mostrando—

—Es una loción…

—¡No quiero más de esas cosas del demonio! —Declaro, inclusive las jóvenes que se la habían pasado revoloteando de un lado a otro se habían ido al escucharle así de enojado. Pero Degel no espero más y se echó un poco de aquella loción en su muñeca—

—Vamos, huélela

—¡No quiero!

—Kardia… —El mayor solo le vio con su semblante aun airado para luego soltar un hondo suspiro y hacer lo que el otro le pedida—

—Huele… bien…

—Ves

—¿De dónde lo sacaste? —Pregunto.

—De por ahí —Fue su única respuesta, aunque más que eso, Degel se la había pasado buscando alguna loción que quedara muy bien con el griego además de que fuera del total gusto de este. Al principio fue algo difícil, pero al final de cuentas termino encontrándola además de que se había imaginado cuanta cosa que solo le termino dejando más avergonzado—

—Tienes muy buen gusto —Claro que lo tenía, Degel se había imaginado como seria aquel delicioso aroma masculino en el griego, por eso se había esforzado en encontrar uno que le quedara como anillo al dedo— Demasiado bueno, jah, ni una de esas chicas logro siquiera mostrarme algo como esto

Luego de eso Kardia se fue a comprar la dichosa colonia y desde entonces era la que más usaba. Muchos le preguntaban por qué lo hacía y él siempre les comentaba que era su favorita, aunque en realidad tenía otras razones. Una de ellas era porque el mismo Degel la había escogido, otra porque el peli verde le había dicho que le gustaba como ese aroma se acentuaba muy bien a él, pero claro, el día que le dijo eso las mejillas de Degel se habían tornado de un bello rosa, dejando completamente desarmado al peli azul que desde entonces no dejo de usarla.

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Fin del Flashback

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—Quizá… —Se vio al espejo. Lucia bien como siempre, más con esos pantalones blancos y medio holgados, una camisa manga negra y con las mangas arremangadas hasta los codos y con su típica bufanda roja— No estaría mal intentarlo… —Y con aquellos pensamientos tomo las llaves de su lamborghini rojo y se fue al lugar acordado—

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(***)

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Mientras tanto Degel aún se encontraba en su departamento, el pobre no sabía que hacer pues estaba más que nervioso. Una parte de él quería cancelar el compromiso que tenía con el griego, pero su otra parte se lo impedía, además de que no tenía alguna excusa convincente.

—Que hare… —Se vio por quinta vez en el espejo y se acomodó la chaqueta que verde musgo que llevaba puesta, pues hacia algo de frio— ¿Y si me rechaza?

Los nervios y el miedo al rechazo iban incrementando, pero no quería quedarse con eso y Kardia tenía derecho a saber sobre la existencia de ese pequeño ser que se iba formando en el vientre del francés.

—Si no lo intento… siempre estaré con la duda —Frunció el ceño, la única forma de sacarse esa duda de si sería rechazado o no era afrontando al griego, ya si las cosas salían mal tenía la oportunidad de huir a otro país donde empezaría una vida nueva—

Aunque lo curioso era que Kardia iba al lugar de encuentro con una enorme sonrisa, pensando una y otra vez en cómo le diría al otro lo que había descubierto. No estaba muy seguro o quizá si lo estaba pero temía que ese su sentir, además de lo que había pasado en esa noche de pasión fuera lo último por terminar de arruinar esa amistad que habían construido en todos esos años. Aunque claro esto solo era una de esas ironías de la vida, donde ambos personajes principales parecían sentir lo mismo pero ninguno de ellos se daba cuenta del sentir del otro pero para los espectadores era algo muy fácil de notar, ahora solo quedaba saber si ambos lograrían confesar sus sentimientos y ser felices.

Continuara…

Notas finales:

Bueno aqui esta la continuacion de este fic, lamento muchisimo haberme tardado tanto en actualizar uwu espero que lo disfruten!!


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