Las cartas de un soldado su madre.
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Madre:
¿Has oído de la guerra en Afganistán? Claro que lo has hecho, no me creo que a pesar de estar en un lugar tan remoto y rural no sepas de eso en fin, espero que también recuerdes que constantemente me decías que me buscara una verdadera profesión a lo cual a un alego que ya la tenía pero, para que no caigas en más decepciones, pues siéntete orgullosa madre, ahora soy un honorable militar paracaidista de la octava compañía.
Pagaría por ver tu cara de sorpresa al recibir esta carta para mi mala suerte continuo buscando la memoria que tiene los secretos guardados de la nación comienzo a pensar que el tiempo atrofia hasta al cerebro más brillante, pues aun no termino de entender como el gobierno británico es decir, el gordo de tu hijo (Mycroft) fue tan tonto como para guardar los secretos de una nación en una insignificante y vulnerable memoria USB.
Lo bueno es que este caso presenta contrastes muy entretenidos e interesantes y de alguna manera me hace sentir extasiado de felicidad. No te preocupes, solo soy un soldado en cubierto y esto es solo temporal. Por cierto hay una enfermera vieja que me recuerda un poco a ti, es la enfermera Hudson, agradable dama que me invita a tomar el té por las tardes, hace poco la salve de su esposo, (un ebrio infeliz) que trato de matarla a golpes, esta agradecida por mi pequeña intervención en el jurado del juzgado de lo civil en el militar, a su esposo le han declarado culpable y ahora lleva una pena de muerte por crímenes pasados que saque a la luz. Creo que la señora Hudson por eso me permite quedarme en la enfermería cuando no quiero lidiar con los animales del batallón y finjo un dolor inexistente. En fin hasta aquí he llevado mis avances de un mes, hasta pronto madre.
Atte: S.H.
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Madre:
Ayer por la tarde me encontré por doceava vez en el campo de batalla (no es lo mejor del mundo) lo creo una total, completa y efectiva pérdida de tiempo, sin embargo estuve a punto de obtener información de esa maldita memoria; pero un imbécil (que la palabra le queda corta y que no define por completo al papanatas) llamado Anderson (Maldito seas Anderson) mato al informante cuando estaba desarmado y apunto de hablar sobre quién y cómo robaron la USB. Creo fielmente que estoy rodeado de idiotas en este pelotón no todos pueden ser dichosos y virtuosos en el conocimiento más sin embargo no les costaría mucho hacer un esfuerzo. Me veo rodeado de monos con uniforme y la idiotez más que un defecto genético lo considero una enfermedad, estoy pensando que regresando a Londres hare una interesante investigación sobre el mal de “Anderson” quizá hasta lo publique en mi blog o lo mande al periódico, quien sabe, ¡Las alternativas son tantas!
Atte: S.H.
Posdata: Te extraño a ti y al tonto de tu esposo.
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Madre:
Hoy escribo antes, no tengo con quien hablar de nada y hace una semana en una “divertida” broma del pelotón (Que de divertida no tenía nada), me han tirado con todo y cosas al lodo. Me encantaría renunciar en la búsqueda de la memoria y que la guerra se los cargue a todos de una vez y para siempre, de todas maneras yo no tengo vela en este entierro; no obstante, no todo son malas noticias ayer un mercenario en cubierto del otro bando trato de matarme con un divertido juego de pastillas, lamentablemente murió de un paro cardiaco pero no sin antes decirme el nombre de la persona que posee la memoria, bueno solo me dio el apellido pero ya tengo algo “Moriarty” no sabes la emoción que siento al escribir ese nombre. No tengo idea si es un alias o el nombre verdadero, pero por lo que me entero es un genio, ya era hora de encontrarme con un igual en la guerra, supongo que será entretenido a partir de ahora, espero no equivocarme.
Atte: S.H.
Posdata: Gracias por los calcetines limpios me hacían falta.
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Madre:
¡La enfermedad de “Anderson” se esparce por todo el batallón como si de una peste mortal se tratara! temo poco o mucho que algún día me alcance, no puedo creer que escriba esto, incluso creo que me arrepentiré después pero considero a Grey (capitán de la compañía) uno de los hombres más capaces del batallón, dichoso él que con su poca capacidad analítica pueda congeniar tan bien con todos los demás monos cirqueros. Bueno cambiando de tema escribo con más ansias que de costumbre, todo se debe que he conocido personalmente a Moriarty, ¡Por fin! es un coronel de la caballería, con el pecho inflado y mirada misteriosa y, a quien todos tomaban por gay (incluyéndome) ¿Podrías creer que era de nuestro propio bando? ¡Oh! y espera eso no es lo mejor, lo mejor es que resultó ser un invasor (un lobo disfrazado de cordero) ¡Eso en verdad fue divertido! veraz por la noche me ha citado cerca de unas ruinas de un pueblo abandonado por el bombardeo pasado y me ha negado tener la memoria dijo: “Se la he entregado al sabueso blanco de la reina para que haga lo que crea justo pero estoy comenzando a aburrirme porque no hace nada”
Me pareció sorprendente la cantidad de personas que tiene a su mando, ya que sin siquiera moverse ya tenía a cuatro franco tiradores apuntándome en la cabeza, pecho, estómago y piernas. Estoy seguro que varios son del mismo batallón, se encontraba dándome un interesante discurso y a punto de matarme, estaba seguro que no tendría muchas posibilidades de vivir cuando de la nada recibió un mensaje, se quedó perplejo ¡dios! si hubieses visto su cara, primero se retorció por la ira y después se relajó por completo ¡Y me ignoro! ¿Podrías creerlo? No sé qué es más importante que yo pero creo que por primera vez en la vida debo agradecer mi poca importancia que por cierto no es mucha.
Atte: S.H.
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Madre:
Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido, Aburrido.
Atte: S.H.
Posdata: El sabueso blanco de la reina resulto ser una mujer o eso es lo que me dicen los informantes (niños huérfanos de la guerra) de ahí en fuera la muerte y la pena siguen asechando.
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Madre:
¡Es navidad en pleno otoño! no había tenido la oportunidad de escribirte a tiempo pero sabrás que por fin encontré al sabueso blanco de la reina ¡Es una enfermera! arpía astuta, de belleza sin igual, ahora entiendo porque todos están prendados de ella, además de que ahora me retracto de que todas las mujeres y enfermeras son idiotas esta mujer es muy inteligente (demasiado para el promedio) aunque abusa de sus encantos porque está casada con el OF-10. La señora Hudson me hablo de ella, al parecer estaba en un hospital del pueblo que tiene el enemigo como refugio al principio creí que sería difícil entrar pero bueno que solo hace falta vestirse de sacerdote para que te dejen entrar a cualquier lugar. Aquella mujer conoce a Moriarty y aunque ha escapado hábilmente (no quiero recordar por lo que pase y lo que vi) eso no quita que me haya revelado que no posea la memoria y que además ella no es “el sabueso blanco de la reina” sino que es “el conejo blanco de la reina” no puedo estar más emocionado ante tal descubrimiento ¿Quién es ese sabueso? ¿Por qué no llamarle perro? ¿Qué carajos está haciendo con la memoria? Dios cuantas preguntas y a todas daré respuesta te lo juro.
Atte: S.H.
Posdata: Agradécele a Mycroft pero no le digas que soy yo el que le agradece por este caso, espero escribirte pronto.
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Madre:
Hoy con el pesar de un hombre, avergonzado por mi impetuosa actitud y mi irreflexivo actuar, debo informarte de algo muy malo, mataron al capitán de mi escuadrón, era un inspector encubierto mandado también por mi hermano para cuidarme, se hacía pasar por el capitán.- (creo haberte escrito sobre él) ambos nos conocimos gracias al trabajo. Debo hacer una afirmación un tanto descabellada pero, caigo en la cuenta de que tal vez estaba enamorado de Mycroft, no estoy al cien por ciento seguro y solo son conjeturas lo que escribo en este momento. Para serte sincero, no era el hombre más inteligente pero si el más capaz de llevar al pelotón a la victoria, su nombre era Gregory Lestrade, si te preguntas ¿Por qué jamás lo mencione? O ¿Por qué me equivoque al escribir su nombre? Es simple, no me pude aprender su nombre y te estoy escribiendo frente a su cartilla de defunción donde están sus datos. No sé cómo llamar a lo que hizo si valentía o estupidez, me siento confundido y frustrado, el muy imbécil se interpuso entre una granada de fragmentación y yo… murió desangrado camino al hospital, y aun así en el camino me sonrió.
“¿Estas bien?” pregunto evidentemente preocupado, tosiendo sangre.
“Si” respondí en el acto.
“me alegro” dijo aun sonriendo por última vez antes de cerrar los ojos. Aún recuerdo que pareciera querer decirme algo más, sin embargo, no pudo y no dijo nada, absolutamente nada.
Madre me siento responsable de esa pérdida humana, estoy destrozado, me estoy empezando a hartar de esto… No quiero ver a Mycroft ni cuando regrese de la guerra, espero encontrar la USB cuanto antes ya no quiero estar aquí es muy… solo espero que todos en casa estén bien.
Atte: S.H.
Posdata: anexo la carta del capitán Lestrade para Mycroft junto a la mía espero que puedas entregársela a mi hermano en su nombre y pedirle que me excuse por mi impertinencia y dile en serio cuanto lo lamento.
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Madre:
La muerte me sigue a todas partes, como te había escrito en el pasado conocí a una enfermera la “mujer” llamada Irene Adler que había logrado escapar; pero es fácil para mi encontrar a una persona como ella. Se escondía en el hospital de un pueblo llamando “x” hace catorce días una bomba callo en el hospital en el que se escondía “la mujer” no entiendo quién o porque bombardearon ese pueblo pero estoy seguro que tiene que ver con Moriarty y respondiendo a tu carta pasada no voy a retirarme de este caso hasta que lo termine. No sería justo ni para Mycroft, ni para el Capitán Lestrade o incluso para mí y, tengo que aclararte que no creo en el cielo, y en caso de que este existiera no creo que sea un lugar donde Lestrade o tu hijo, ¡O todo el mundo! en general pueda entrar con tanta facilidad. El cielo no es más que una fantasía errática y absurda, no es real, sería más factible que me dijeras que Santa Claus va a traerme un nuevo juego de química avanzada a, que en algún tiempo, en algún lugar en el cielo, lo volveré a ver, claro como si pudiera escribirte desde ahí, no te preocupes madre cuando muera tratare de escribirte desde el cielo, espera la carta de un paraíso inexistente.
Atte: S.H.
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Madre:
Lamento mucho haberte escrito la última vez en un estado de completa ira, no era mi intensión ofenderte con mis comentarios acerca de tus creencias. Te contare nuevas buenas he descubierto algo de vital importancia, el código de nombres para Moriarty. El sujeto le pone nombre a cada sección del batallón por ejemplo a los paracaidistas de mi compañía les llama: Los Cuervos de hielo, (porque sabe que la mayoría trabajamos para Mycroft) hay espías como. “El cuervo negro del sur” “el cuervo azulado” “El águila de hielo” a Lestrade le llamaba “El hurón rey” entre otros. A los soldados de un rango menor les llama: “Carne de cañón” y a los animales de la reina que son blancos son médicos y enfermeras. Ahora sé quién es el sabueso de la reina, debe ser un médico de la compañía contraria. No puedo expresar en palabras todo lo que me hace sentir estar a un paso de acabar con esto de una vez por todas. También quería informarte que pusieron a un nuevo capitán, Mycroft es tan iluso y pacifista que no se opuso cuando un miembro político importante como Magnussen vino a encargarse de la misión, claro está que el nuevo capitán no puede mandarme y no tiene poder sobre mi persona ya que soy el protegido del “gobierno británico” lo malo es que sigue molestando con hacerme la vida en cuadritos, tratando de ridiculizarme.
Me han disparado recientemente y estoy en la enfermería, me dieron siete puntadas en el abdomen, gracias al nuevo capitán quien lejos está de poseer el mal de Anderson bien lo ha hecho a propósito ya que si no puede controlarme me tendrá que matar.
“Al parecer el soldado que lo hizo será suspendido de sus deberes y se llevara a juicio, que impertinente caballero, ¡haber fallado en tan corta distancia!”
Dijo cuando vino a verme con esa macabra sonrisa hipócrita en sus labios, me da un escalofríos interno el solo pensarlo. Bueno madre debo dejarte la señora Hudson hoy fue muy buena con la morfina…
Atte: S.H.
Posdata: Anexo una fotografía de la octava compañía a la carta. Ya sabrás reconocer quien es tu hijo y quizá también al inspector Lestrade.
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Madre:
Últimamente en las noches me despierto sudando, me asaltan unas terribles pesadillas, me levanto lleno de… miedo (me niego a creer que es miedo pero no encuentro otro nombre el cómo llamar esto que siento) y me hace temblar al tiempo en que me acobarda toda acción. Las muertes recientes causan un estremecimiento en todo mi ser, la maldita conciencia no me deja dormir y cuando logro hacerlo me atormenta con crueles pesadillas (absurdamente cierto) Hablando de cosas tenebrosas, te estoy escribiendo con los dedos temblorosos por la terminada adrenalina, quien sabe, estuve a punto de no volverte a escribir y ansioso lo hago no me gustaría que mis avances fueran en vano, pues veras hoy Moriarty tras una pelea mortal de la que por poco no la cuenta se ha caído a un acantilado cerca de las montañas pero antes me ha negado el tener la USB, es como si hubiera firmado mi sentencia de muerte. Todo está listo mañana atacaremos al bando contrario y según mis fuentes ese maldito sabueso estará presente con la memoria, que ingenuo de su parte. Primeramente mañana termine con este juego del gato y al ratón… hay que ver si también se terminan las pesadillas que deduzco tendría que ser lo más obvio del mundo.
Atte: S.H.
Posdata: espero que cuando vuelva a escribirte sea en mi cómodo departamento junto a la chimenea.