12
La noche gobernaba en la habitación, pude desamarrar el nudo y dejar salir mis manos sin mucha dificultad, al ver a mi costado lo vi en profundo sueño, me daba coraje pensar que él estaba descansando cuándo debería estar pudriéndose en el infierno, agarre su cuello apretándolo, lucia tan frágil, tan débil que quería matarlo.
—Hazlo…
—¿hmp? —abrí los ojos de sorpresa; estaba despierto, su mano se columpió en mi cintura, se posó en mi vientre con suavidad dando lentos masajes—No haré nada; Hazlo Takano…—aparte mis manos de su cuerpo al sentir un punzante dolor en el vientre, me retorcí al escalofrío.
—Lo suponía—me agarro la quijada doblegándomela para verlo—No me puedes matar… ¿Qué es lo que sientes Takano? …
—No te interesa…
—¿Quiere ver nuevamente a Onodera? Imagino que extrañas tus noches con él sin embargo estando en estado de descomposición es imposible hacerlo.
—Espero que te mueras… —chasquee los dientes, aguantándome el malestar, un notorio color hizo que mi agresor pusiera los ojos en blanco.
—Estás sangrando…—sonreí gustoso, ni siquiera se había dado cuenta cuándo intente un aborto al pegarme en el inodoro, aseguraba ser estéril gracias a un accidente, por ello no podría tener nunca un hijo en mi vientre, pero si apareciera un feto de este tipo, posiblemente lo odiaría más que Haitani.
Conocía sus planes, no se detendría hasta cumplirlos tampoco dejaría que fuera feliz, el sueño se produjo cerrando mis ojos…me escodí en mi otra realidad; Donde Onodera me estaba esperando.
REALIDAD EXTERNA….
—Hijo, te das cuenta que ya pasa de las doce deberías dejar de trabajar tanto Yuichi
—Mamá Shizuko no pasa nada; terminaré rápido, sólo espera
—¿De qué hablan?—llego a los lejos Kyo con unas bolsas del supermercado—Yuichi estás haciendo preocupar a tu papi otra vez.
—No, sólo término unas cosas del trabajo.—apagó su laptop y suspiro cansado, tener dos padres tan amorosos y sobreprotectores lo estaba cansando demasiado.
—¿Y que paso con esa chica? Tu compañera de trabajo, es guapa…
—¿Saeki-kun?—empezó a reírse—No se te escapa nada papá, ella y yo salimos desde el año pasado, incluso creo le pediré matrimonio.
—¿¡Matrimonio!?—Dijeron ambos asombrados—Es una decisión muy importante, hijo debes tomarla con calma.
—Ya tome mi decisión… quiero casarme con ella, siento que es cómo tú con papá; hace que me sienta bien.
—Te apoyaremos en la decisión.
Realidad
— ¡Kyo!—lo arrastro por el pasillo hasta llegar a la recamara.—Deja de llorar Idiota—le dio una bofetada aventándolo a la cama—¿Te gusta separarte de mí Kyo? Te haré sentir lo que siento en este momento.
—Me lastimas mamá.
— ¡Deja de decir eso!, Te has convertido en un mentiroso Kyo.—lo desnudo lastimándolo en el proceso—Te haré pagar por todo lo que me has hecho.
— ¡No me lastimes mamá!...¡¡¡Por favor!!! …me duele—agarro muy fuertes las sabanas antes de sentir la intromisión ajena, las penetraciones se prolongaban fuertes y lo el único objetivo de satisfacer al contrario, lloraba, gritaba y deseaba que eso nunca le hubiera pasado.—De…ten…te
Tan sólo tenía cuatro años cuándo esto sucedio, jamás quizo tener intimidad con su propio padre, le daba miedo que lo viera como algo más, sin embargo existia la opción de escabullirse a su otra realidad