7
Yuichi ijuuin
—Bien te contare mi historia, yo quede huérfano cuándo tenía cinco años, solamente vivía con mi “madre” quien me cuidaba, mi padre se había muerto y sólo quedo su cadáver.
—El cadáver que encontraron
—Sí, No entendí porque se lo llevaron a un manicomio y quede sólo, me escape del orfanato a los once, y vi a ese niño…jugando solo; yo sólo quería acercarme pero no le gusto y por accidente lo mate.
—¿Qué ocurrió?
—le pegue con un trozó de fierro innumerables veces, y se murió,—chasqueo molesto—lleno mi camisa de sangre, que fastidio, su hermana me encontró con su cuerpo y grito, aunque se enamoró de mí y me ayudo…desde ahí cree a otra persona…
—¿Tú eres el que iba arrestado con la policía?
—¿Hah? … si, era yo, vaya Onodera-kun, creo que eres muy bueno para esto, deberías ser periodista o detective.
—Tsk…¡Que le hiciste a Takano! ¿¡Cómo escapaste!?
—¿Quién dijo que escape? … yo sólo los mire a los ojos, les dije sus miedos y cuándo menos lo sintieron los mate a ambos.—se levanto de la silla para saca de un cajón del buró, unas pinzas mientras se ponía unos guantes de médico—Tu novio esta bien, no le hice nada malo…aún—lo agarró de la quijada—Habré la boca… ahora.
—¿Huh? …Haitani-san ¿Qué hará?...—pero fue muy tarde, lo sentía, las pinzas habían agarrado un diente y lo presionaba, lo jaló para que saliera, mis quejidos no fueron suficientes para que parara, mi colmillo lentamente se desprendía de mi encía y la sangre comenzaba a fluír.
—Quiero un recuerdo tuyo, antes de que mueras…—Al extraerlo, mire la sangre que salía de mi boca, difícilmente podía hablar. Al dirigir mi vista a su pantalón, vi su erección, ¿Se había excitado sacándome el diente?—Quiero tener sexo contigo, ahora…—abrió mis piernas separándolas, no supe cuándo quito mi ropa —Me excita verte de esa manera—se quitó el cinturón, ni siquiera pude moverme después del puñetazo que aterrizo en mi cara—No te prometo que seré gentil—la tortura se volvió más intensa, apenas asimile lo que pasaba, mis pantalones estaban tirados al igual que los suyos, metió rápidamente su miembro lastimando el esfínter, este …tipo, moví impaciente los dedos de los pies, aferrándolos a la sabana
—N-no quiero, D-detente—le grite
—Haaa… me recuerdas…tanto…ahhh…a Yokozawa, la ex pareja de Masamune—las embestidas eran duras, sin tacto, sin amor… ahora quería volver al pasado, donde Takano me advertía de este tipo, y yo me deje guiar por mi curiosidad—Ahhh… él era tan inocente, lo viole cuándo íbamos en el instituto… ¿Sabes lo que paso?
Negué con la cabeza—Y-a no sigas…
—Se quitó la vida, el recuerdo no lo dejo vivir—se comenzó a burlar de su muerte—Era un cobarde, que sólo sirvió para un buen polvo—
—E-eres un m-maldito…
—El mundo no es para débil Onodera-kun—su última embestida marco el paso, avisando que llegaría al clímax —Ahhh…—se vino dentro…la repulsión no me dejo procesar, y seguí sin hablar—Eres tan buena puta, ahora entiendo porque mi primo te escogió—vi la satisfacción en su rostro, sin importarte que tan dolido estaba.
— ¿Shizuku abusaba de ti? —le pregunté, no era bueno…me dolía el cuerpo por el abuso, la repulsión que le tenía se expandía, me estaba haciendo demasiado daño y sabía en qué puntos atacar.
—Lo sabes… no tengo porque ocultarte nada, investigaste muy bien el tema y el trabajo que entregaste fue el mejor—esbozó una sonrisa burlona—La única persona que tuve, abuso de mi desde que tenía tres años, imaginaba que era Kyo mi padre, a veces creía que era asesino, el… quemo una parte de mi espalda—da un suspiro—Y esa es mi historia, no conocí a mi padre, mi madre abuso de mi y nunca tuve a nadie que se mantuviera conmigo más de dos semanas…siempre terminaban muertos, y lo único que sé, es que no sentí absolutamente nada…ni sentiré.
—Déjame ir—se levantó para fumarse un cigarro.
—Shizuku siempre quiso alcanzar la puerta del paraíso, y cuándo la tocó, cúlmino con su existencia, mato a mi padre cuándo tenía tres meses de embarazo, los doctores que lo atienden dicen que él piensa que tiene a su familia, y a su adorado Yuichi, a quien le compra juguetes…Maldita sea—vi su rostro cambiar de expresión—Pero era bueno Yuichi, nos cuídaba, ¡Callate! Nunca nos amo, yo soporte sus golpes, sus burlas, sus infames violaciones mientras tú te mantenías adentro cómo un cobarde, ¡No digas eso Yuichi!, yo siempre estuve presente…
—¿Haitani-san…?—empezó a hablar en segunda persona,
—Escapa de él Onodera…él tiene mucho odio en su interior, ¡Callate maldita sea! Quédate adentro…
—Tranquilizate
—¿!Quieres saber lo que se siente ser quemado!?—conecto el cable de la plancha de la ropa, y al estar lo suficientemente fuerte la puso en una de mis piernas.
—AAAhhhhh, no hagas eso…—arquee mi espalda—Ya no me lastimes, detente Yuichi
—¿No te gusta? ¿No sientes placer? … si sigues frunciendo el ceño, se me volverá a parar
—D-detente…
—Quiero llegar a la puerta del paraíso…
Continuará.