Jongin abrió la puerta de la casa y sonrió al entrar en el pequeño apartamento que compartía con su novio. Se quitó los zapatos y los dejó a un lado, avanzando por el pasillo mientras se desabrochaba la chaqueta.
─ ¿Kyungsoo? Ya he llegado ─ dijo en voz lo bastante alta para que se le oyese en toda la casa, pero no recibió respuesta alguna.
Con el ceño fruncido se asomó al salón. Kyungsoo no estaba allí. Entró en la cocina. La cena estaba sobre la encimera, lista para calentar en el microondas, pero ni rastro de su pequeño novio. Ya preocupado entró en la habitación, mirando incluso dentro del armario y bajo la cama. Kyungsoo. No. Estaba.
Al borde de un ataque de nervios, porque Kyungsoo siempre salía de su trabajo antes de que él volviese y siempre le estaba esperando en casa, miró en el último sitio que quedaba.
Kyungsoo sí estaba en el baño.
Estaba metido en la bañera con la espuma cubriendo su pálido cuerpo. Tenía los ojos cerrados y los auriculares puestos, conectados a su MP4 sumergible, pero lo que más llamó la atención, y lo único que debería haberla llamado desde el principio, era su mano diestra, que se movía de arriba abajo sobre su miembro.
Jongin tragó saliva, pasándose después la lengua por los labios. ¿Así que eso es lo que Kyungsoo hacía cuando no se encontraba en casa?
Dejó la chaqueta en el suelo y se deshizo de su corbata con rapidez, sin apartar los ojos de su novio, que ya había comenzado a gemir en bajo. Se quitó la camisa de un tirón, después de una breve pelea con los botones de esta que acabó con varios de ellos saltando por los aires, pero es que Jongin ya no estaba en condiciones de pensar con claridad. Se bajó los pantalones y se los quitó a la vez que los calcetines, acercándose a la bañera.
Kyungsoo movía su mano con más intensidad que antes y su espalda ya empezaba a arquearse en algunos momentos, y la visión de eso bastó para que el miembro de Jongin se despertase. Alargó una de sus manos y la posó sobre la de Kyungsoo, que abrió sus grandes ojos de golpe, encontrándose con le media sonrisa de Jongin frente a él y rápidamente se quitó los auriculares, dejando el MP4 a un lado en el suelo.
─ ¿Divirtiéndote sin mí, amor? ─ preguntó el más moreno.
─ Más bien esperaba a que vinieses a divertirte ─ contestó alzando una ceja ─ No me había olvidado de que hoy vendrías antes tampoco, si es lo que estás pensado.
Esta vez fue el turno de Jongin de levantar una de sus cejas ─ Oh, ya veo lo que pretendes.
Kyungsoo sonrió de medio lado y se sentó en la bañera, echándose hacia delante para dejar un sitio tras él que Jongin no tardó en ocupar. Rodeó a su novio con ambos brazos y le sentó en su regazo, pegando su espalda a su pecho.
─ ¿No puedes simplemente recibirme con un beso como una persona normal? ─Kyungsoo se rió bajito y negó ─ ¿Por qué?
─ Porque es mucho más divertido así.
Jongin no podía estar más de acuerdo. Sonrió de medio lado y, al mismo tiempo que comenzaba a besar el pálido cuello del más bajo, una de sus manos se deslizó por su torso, pellizcando una de sus pezones con ganas, logrando que gimiese, antes de bajar más y cerrarse el rededor de su miembro.
Kyungsoo sonrió cuando el moreno comenzó a acariciarle con un ritmo lento, repartiendo pequeños besos por su cuello y sus hombros, susurrando lo mucho que le había echado de menos durante el día. Kyungsoo cerró los ojos, gimiendo en bajo y moviendo sus caderas sobre el regazo del otro, frotando su trasero con su miembro. Los gemidos de Jongin, más roncos que los suyos, no se hicieron esperar.
Los besos de Jongin se convirtieron en mordiscos que, poco a poco, fueron marcando su nívea piel, y los movimientos sobre su miembro, aunque aún se podrían considerar lentos, fueron subiendo de ritmo. La mano libre de moreno se abrió paso por el cuerpo de Kyungsoo hasta colarse entre sus nalgas, tanteando su entrada con uno de sus dedos.
El más bajo se mordió el labio, apoyando la cabeza en el hombro del otro y mirándole como mejor podía dada la situación, soltando un gemido de anticipación cuando uno de los dedos del moreno se presionó contra su interior pero sin llegar a entrar. Jongin le besó la mejilla, esbozando media sonrisa antes de morderle.
Kyungsoo alzó una ceja ─ Bruto ─ dijo abultando sus labios en un puchero infantil.
─ ¿A eso llamas ser bruto? Pequeño, no tienes ni idea lo bruto que puedo ser.
─ Entonces ─ susurró mientras restregaba su trasero contra la erección del otro ─ me lo vas a tener que demostrar.
Jongin gimió, besándole el cuello repetidas veces antes de introducir sus dedos índice y corazón en el interior de Kyungsoo, el cual gimió en alto y arqueó la espalda. El moreno comenzó a moverlos en su interior con intensidad, separándolos con más bien poco cuidado, sonriendo cada vez que algún pequeño gruñido se entreoía entre los gemidos de su novio, el cual comenzaba a retorcerse de placer en su regazo.
Introdujo un tercer dígito cuando el más pálido empezó a soltar maldiciones y súplicas, con el único propósito, y resultado, de encender aún más a Jongin. Kyungsoo movía sus caderas logrando que los gloriosos dedos de Jongin golpeasen su próstata en repetidas ocasiones, poniendo otra vez aquel puchero cuando los sacó de su interior.
─ Gírate ─ susurró el moreno junto a su oreja antes de mordérsela ─ Gírate. Quiero verte bien la cara mientras gimes mi nombre hasta cansarte.
Kyungsoo sonrió y se giró con ayuda del otro, sin importarle cuando parte del agua cayó al suelo. Se quedó de frente a su novio y le besó intensamente al mismo tiempo que le rodeaba el cuello con los brazos y Jongin posaba sus manos en sus caderas. El más bajo se alzó y, tras alinear el miembro del otro con su entrada descendió sobre él, introduciéndolo en su interior de un solo movimiento.
Jongin gimió y su cabeza se echó hacia atrás en un movimiento casi brusco. La cabeza de Kyungsoo se apoyó en su hombro y le escuchó soltar una especie de quejido mientras su cuerpo se apretaba contra el suyo.
─ ¿Amor? ¿Te duele? ─Kyungsoo negó y Jongin le acarició el pelo, besándole el cuello ─ El que tenía que ser bruto era yo, no tú ─ dijo antes de empezar a acariciar cada rincón de su cuerpo, intentando distraerle del dolor.
A los pocos minutos Kyungsoo comenzó a mover las caderas, haciendo que ambos gimiesen. Jongin le apretó contra él, alzándole la cara para poder besarle, levantando sus caderas al ritmo que el más bajo marcaba. Kyungsoo sonrió y posó sus manos en los hombros del otro, mirándole directamente a los ojos mientras el ritmo empezaba a aumentar.
Kyungsoo alzó sus caderas hasta sacarse el miembro del otro casi por completo de su interior, descendiendo después de golpe, gimiendo sonoramente y volviendo a repetir lo mismo varias veces, clavando sus uñas en los hombros de Jongin y sonriendo de medio lado cada vez que este dejaba escapar un gemido.
En el baño solo podían oírse, y seguramente en el resto de la casa y puede que la de los vecinos, el ruido de los dos cuerpos húmedos golpeando, el agua salpicando y cayendo al suelo y los gemidos y jadeos de ambos, que con cada nuevo choque subían de todo.
Kyungsoo comenzó a, prácticamente, saltar sobre el regazo de Jongin mientras que este besaba y mordía su cuello con ganas y volvía a acariciarle. El bajo cerró los ojos con fuerza cuando el miembro del moreno golpeó una y otra vez su punto dulce, haciendo que se viniese con un sonoro gemido. Jongin, con la cara escondida en el hueco de su cuello y gimiendo contra su piel, alzó sus caderas varias veces más antes de correrse en su interior.
Ambos se quedaron quietos, en silencio, simplemente jadeando abrazados el uno al otro con los ojos cerrados. Cuando lograron calmar sus respiraciones Jongin fue el primero en separarse, acariciando la cara del bajo y sonriendo ampliamente. Kyungsoo le devolvió la sonrisa, besándole esta vez con suavidad.
─ ¿Estás bien? ─ preguntó Jongin y Kyungsoo asintió ─ Ha sido increíble.
─ Soy increíble, cariño.
Jongin alzó una ceja y le besó con suavidad ─ Lo eres.
Kyungsoo le sonrió ampliamente y le besó numerosas veces, acariciándole la cara y apartando los mechones de pelo de los ojos de su novio, mirándole con una especie de adoración.
─ Te amo ─ dijo Jongin antes de besarle la punta de la nariz.
Kyungsoo sonrió ampliamente ─ Te amo.
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