Una semana más tarde ya me había comenzado a acostumbrar a hacer las actividades que le correspondían a erza, mientras tanto ella se encuentra en su luna de miel en parís, aunque aún no logro acostumbrarme a estar aquí sin ella, soy una de las pocas personas jóvenes en este lugar, últimamente papa ha estado más ausente de lo normal, no sé si debería preocuparme por ello.
–Natsu ¿dónde estás? –escuche la voz de mi padre llamarme
–Aquí–dije levantando mi brazo para que me viera, él se acercó y tomo asiento a mi lado
–natsu tengo un nuevo trabajo para ti–
– ¿otro más? Apuesto que erza no tenía tanto trabajo–
–es algo simple, además ya terminaste todos los que te encargue ¿cierto? –
–está bien pero quiero días libres–
–y los tendrás, te diré de que trata el trabajo, firmare un contrato con mi nuevo socio, el vendrá al país por un tiempo ilimitado y necesita hospedarse en un lugar cómodo y tranquilo, así que le he ofrecido a él y a su familia que vinieran a vivir aquí con nosotros–
– ¿qué? ¡No puedes hacer eso! –dije algo alarmado
–claro que puedo hacerlo y ya lo hice, los Fullbuster llegaran esta noche, así que tienes todo lo que queda del día para organizar la cena y la bienvenida, los fullbuster tienen un hijo de tu edad espero que se lleven bien–
–Pero... –antes de que pudiera decir algo él se levanto
–Natsu–dijo con su voz amenazante, algo no había cambiado en todo este tiempo, aun le temía, cada vez que él hablaba de esa manera algo malo sucedía.
–Como digas–dije resignado, el asintió y desapareció por la puerta principal
¡Fantástico! Más trabajo, ahora debería organizar una estúpida bienvenida para esta misma noche, me levante de mi asiento, necesitaba aire fresco, esto no es tan difícil, después de todo no es la primera vez que mi padre le ofrece hospedaje a sus socios, existen tantos hoteles y al desgraciado de igneel le da por invadir mi espacio vital, me dirigí a la cocina, hablaría con los chefs para que se encargaran ellos de la comida, di unos toques a la puerta y luego la abrí.
– ¿Puedo pasar? –dije asomándome
– ¡Oh natsu! Claro que si cariño, pasa adelante ¿has tenido noticias de la señorita erza?–
–No, aun no se ha reportado–dije riendo un poco
–Oh que lastima–dijo Jude, nuestro chef – ¿Qué te trae por aquí muchacho? ¿Tienes hambre? –
–no tengo hambre pero gracias por preocuparse–
– ¿Entonces vienes por los viejos tiempos natsu? –
–En verdad me encantaría pero tengo trabajo que hacer y no tengo mucho tiempo –hice una pausa– vine a preguntarles si podrían preparar una cena especial para hoy–
–Oh natsu ¿Es por eso? Claro que sí, tú eres el jefe aquí, no tienes por qué ponerlo como un favor–
–Ustedes son como parte de la familia, no estoy acostumbrado a darles órdenes y tampoco quiero acostumbrarme a ello. jude sonrió y miro a los demás cocineros.
– ¿Y por qué es una cena especial Natsu? ¿Acaso viene alguna muchacha? –dijo lucy, una chica de aproximadamente la misma edad que erza, es la única hija de jude, y aunque no es necesario que trabaje aun así se la pasa metida en la cocina ayudando a su padre, san me recuerda a erza en tantos sentidos, no solo por la edad, o por la palidez de su piel, sino por la forma en la que me trata.
–No hay ninguna chica lucy, son los invitados especiales de mi padre, son los nuevos socios y los han invitado a hospedarse aquí el tiempo que sea necesario– explique a lo que lucy hizo un puchero.
–Espero que algún día me presentes a alguien especial Natsu–sonreí, era tan linda cuando se lo proponía, puse uno de sus rubios mechones detrás de su oreja.
–Tendrás que esperar para eso pero te prometo que serás la primera en saberlo–ella soltó una exclamación de alegría mientras daba unos saltitos.
Cuando era pequeño siempre jugábamos erza, lucy y yo, mientras que mama y papa estaban en juntas importantes o reuniones, sobre todo papa. Recuerdo que cuando mama murió trate de imaginar que todo seguía siendo igual, que mama no estaba porque estaba en reuniones con papa, quise engañarme con falsas palabras que me imaginaba pero al final no pude seguir, deje de jugar con erza y lucy, me encerraba en mi cuarto todo el día a llorar, un día erza se molestó y rompió la puerta de mi habitación con un martillo, me asusté mucho pero sabía que ella jamás me haría daño, o eso esperaba, me saco a golpes literalmente de mi habitación y me grito que no quería que volviera a llorar, luego se acercó a mí y me susurro “se fuerte Natsu” ahí fue donde me di cuenta que erza también estaba sufriendo y yo solo lo empeoraba todo. Después de eso erza y yo comenzamos a entrometernos en la cocina o con los demás empleados, siempre estamos juntos. Por eso nos comportamos como familia entre los empleados.
Salí de la cocina y me dirigí a hablar con los empleados encargados de la limpieza para organizar en que cuarto le tocaría a los integrantes de la familia, para mi sorpresa me dijeron que los cuartos ya habían sido repartidos por mi padre y que ya estaba todo listo y organizado, prácticamente no hice nada en este trabajo, ahora solo me queda arreglar mi atuendo para la gran velada de hoy, no era algo importante, solo un evento formal así que decidí colocarme uno de los muchos trajes que tengo, era un traje platinado, camisa blanca, un poco desabrochada y mi cabello… mi cabello ¡Esta fabuloso como esta! Sería un pecado hacerle algo.
Sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo, lo saque y vi que era una llamada de uno de mis mejores amigos, Gajeel redfox
–natsu Idiota ¿porque no contestabas?–
– ¿Qué quieres metalito?–no, no nos llevamos mal, esa es nuestra amistad, así somos nosotros
–No he sabido nada de ti desde que erza se casó ¿la extrañas?–
–No ha pasado tanto tiempo– claro que la extraño pero no lo diré– además tengo a lucy que es como si erza estuviera por aquí–
–Salgamos hoy–dijo ignorando por completo mi comentario– hay un nuevo bar cerca de casa, podría invitar a sting y salimos los tres a conocer chicas ¿Qué dices? ¿Te animas?–
–seria fabuloso–al darme la vuelta vi mi reflejo en el espejo, que bien me veía, aun tenia puesto este traje y una estúpida cena a la que debería asistir, cuanto deseaba pasar un buen rato con mis amigos, tomar licor hasta perder la conciencia y despertar en un lugar desconocido, aun soy joven debería estar camino a una fiesta en algún club en vez de estar rodeado de ancianos en un lugar aburrido
–Estoy seguro que erza estaría decepcionada de esto–dije pasando los dedos por mi cabello, tratando de arreglarlo un poco.
–sí, sí pero ella no está aquí ahora–dijo gajeel a mi lado, sting rio y dijo –te meterás en problemas es con tu padre no con erza–
–es lo mismo, uno se lo diría al otro si pudiese–
–Ya es algo tarde para arrepentirse–dijo sting desde la parte trasera de auto.
Después de colgar la llamada de gajeel minutos antes, me cambie de ropa lo más rápido que pude y salí por la ventana para no toparme con mi padre, al salir estaba gajeel y sting en el auto esperándome, corrí hasta ellos y me monte en el asiento del copiloto, gajeel acelero alejándonos del lugar
– ¿A dónde vamos?– pregunte después de unos minutos,
– ¿recuerdas que te dije que había un nuevo bar que aún no visitábamos? –Asentí, esperando que continuara–pues vamos a ir alli–
El lugar se veía bastante animado, había muchas personas bailando, tomando era oscuro pero habían muchas luces que alumbraban el lugar, había un escenario donde se estaba presentando una banda de rock, a lo lejos se podía visualizar un casino, el lugar era estupendo.
– ¿Listo para dejar de ser puro?–dijo gajeel apareciendo a mi espalda.
–gajeel–dijo sting empujándolo levemente– no corrompas al niño–
–¡oye no soy un niño!–dije tratando de parecer ofendido, la verdad es que no suelo salir mucho, Gajeel y Sting dijeron que iban a celebrar a lo grande el día en que por fin consiguiera a alguien
–ya, ya –dijo gajeel palmando mi espalda– si va a dejar atrás su pureza lo hará con estilo– sentí su mano en mi bolsillo, así que examine que había dejado allí
–Oh no, tu no sólo quieres corromper su mente sino también su cuerpo– dijo sting observando el condón que estaba entre mis dedos
– ¿qué tiene de malo que se proteja? –dijo gajeel fingiendo inocencia
–Contigo no se puede–dijo sting fingiendo decepción
Después de eso todo se volvió borroso, recuerdo que tomamos de más y que bailamos con chicas, recuerdo que estaba con un rubia pero no puedo recordar su rostro, más tarde me desperté con unas inmensas ganas de vomitar, todo me daba vueltas, cuando pude levantarme un poco me fije que estábamos en el departamento de gajeel, estaba en una de las habitaciones de invitados con la gata de gajeel, charle estaba recostada a mi lado, me pregunto cómo abre llegado aquí, que yo sepa los tres estábamos terriblemente pasados de copas, mi cabeza daba vueltas, apenas y podía mantenerme en pie pero no dejaría que eso me detuviera, ya me había levantado ya había hecho mucho, salí de la habitación, al entrar en la sala pude ver un montón de latas de licor por todos lados había ropa de una chica regada, estaban a dirección a la habitación de gajeel, algo me decía que era mejor para mí no entrar allí, el lugar estaba asqueroso, mi impulso me obligó a limpiar este desorden, no podía estar En un lugar tan desordenado, era un asco total, comencé a hacer una montaña con las latas acumuladas cuando escuché un ruido que me espanto
– ¿qué crees que haces? ¿Tratas de matarme? –dijo sting saliendo del montón de latas
– ¿qué hacías hay adentro? –Dije tratando de contener la risa, no me había dado cuenta que él estaba hay
–estaba dormido cuando deje de respirar, entiendo que te guste mantener las cosas limpias pero no me mates en el camino– dijo sting quitando las latas restantes de encima
– ¿cómo llegamos aquí? –Dije ignorando su comentario
–no me preguntes a mí, solo sé que me duele un horror la cabeza– dijo Sting tocando se la cabeza como si eso calmará su dolor y créanme no funciona