Promesas decepciones
No creí decirlo… no después de todo lo que pasamos juntos, después de las batallas, después de los problemas que tuvimos para aceptar lo que sentíamos. Un par de años de una singular amistad, otro par de años en busca de hacerte regresar… un par de meses negando las sensaciones al estar tan cerca, un par de peleas, un beso… y terminamos rendidos ante lo que era ‘amor’.
No cambió mucho entre nosotros, seguías serio y a veces distante, no estabas acostumbrado a ser feliz… al igual que yo. Lo bueno de entendernos tan bien, no necesitábamos palabras para hacernos saber que a veces nos sentíamos asfixiados… las misiones ayudaban, al no estar en el mismo equipo eran diferentes y teníamos tiempos distintos. A pesar de ello, siempre dimos por sentado que éramos el uno para el otro, ¿No es así, Sasuke?
Que equivocados estábamos
al pensar que la eternidad iba a ser
“para siempre estaré“
Cuando estábamos juntos, cunado compartíamos tiempo a solas, el latido de nuestros corazones siempre estaba de fondo, jamás pudimos disimular lo que la presencia del otro nos infundía, hablábamos de pocas pero muy significativas tales como nuestras inquietudes, tú al ser aceptado en la aldea de nuevo, yo al no poder alcanzar lo necesario para ser Hokage.
Sin embargo, nos dábamos apoyo, nos comprendíamos, nos complementábamos… llegamos a hablar de lo que sentíamos y lo que queríamos lograr. El campo de entrenamiento se convirtió en testigo de las mudas promesas que nos hicimos, tantas promesas, cual chiquillos enamorados… que viven el momento y no toman en cuenta el pasar del tiempo y los cambios que pueden surgir.
Me prometiste y me mentiste
te prometí, nunca mentir, fíjate
un castigo haz de merecer
Estuvimos ‘ciegamente enamorados’ otro par de años… las misiones, las experiencias que pasamos por separado, nos hizo cambiar esa antigua forma de pesar y de ver las cosas. La juventud se había esfumado, ya era hora de formar familias y saber lo que queríamos en la vida… aunque para un shinobi había pocas opciones: morir en una misión, integrarte a AMBU, ser profesor en la academia, conseguir un puesto fijo en las diferentes áreas del sistema de Konoha… ser Hokage.
Fue en esos momentos en que recordaste uno de tus grandes sueños, renacer tu clan. Sabía que eso no podrías llevarlo a cabo conmigo… y lo dejaste claro cuando trajiste al barrio Uchiha una chica. No la trajiste al a nuestra casa, pero la tenías cerca… tan solo observé, no me atreví a decir nada, pues lo entendía. Por mucho dolor que sintiera, sabía que era necesario… así que me hice el tonto.
“Decepción” es algo que no hubo entre los dos
y al final tú lo hiciste algo real
tacha todas las veces que te dije algo de este corazón
retiro lo dicho
Creí que solo esa chica sería la que diera pie al renacimiento del clan, pero me equivoqué… luego trajiste a otras dos, luego a otra y otra. La primera fue la que dolió más, las demás me sorprendieron… y conforme pasaba el tiempo, las dudas iniciaron… los murmullos en el lugar que consideraba mi hogar me recordaron mi cruel infancia. Cambié un poco más, sólo salía a las misiones, prefería que estas duraran bastante, mi actitud alegre y relajada se hizo fría e indiferente… no quería lo que decían a mis espaldas.
Luché duro por alcanzar lo necesario para ser Hokage… creí que así tendría ‘ventaja’ ante tus… ‘concubinas’… pues si lo lograba, yo también habría cumplido mi sueño, y, volvería a ser el más importante en tu vida.
Recuerda que siempre tú fuiste
quien me daba ganas de ser un hombre de bien
no tienes más corazón lo diste a beneficencia de él
pobre de él
Fui un tonto, mi cambio de actitud no cambió mi estupidez. Un día, al llegar de una misión de tres meses, donde luego me darían la aprobación para candidato a Hokage, llegué al barrio Uchiha, te contaría lo contento que estaba por los buenos resultados que creía lograría… te vi, rodeado de varios niños y niñas con tus rasgos… me pregunté si ya habría pasado tanto tiempo como para que… tus hijos… estuvieran tan grandes, seis años a lo mucho, estabas feliz, les sonreías.
Y cuando me viste, tu sonrisa se esfumó. No recuerdo haber sentido el corazón tan pesado como al ser consciente que mi presencia te arrebataba la felicidad. Uno de los niños te pregunto quién era yo, pues nunca me habían visto en ‘su casa’, y tú dijiste que era solo un shinobi que iba de paso.
Eso sí que me destrozó. El kyuubi estuvo a punto de liberarse, si no fuera por el sello. Escuchaba la voz del demonio, rugía y se removía con tal de salir y destrozar la aldea… casi cede ante sus demandas. Por el bien de todos, me di la vuelta y traté de alejarme de la aldea.
Agradece y pide
que todo lo que te deseo
nunca jamás se haga realidad
destrozaste mi sueño con tu orgullo
te arrepentirás, ya verás
Llegué a un lugar que me traía dolorosos recuerdos, llegué al Valle del Fin… intenté meditar, encerrar mi dolor más que nada, intentaba borrar tus expresiones y palabras recientes. Nada funcionó. Llegué a la celda del Kyuubi, intenté ignorarlo… y exploté frente a él. Lloré, grité, patalee cual niño de tres años por algo que no podía tener. No sé cuánto tiempo lo hice, me quedé dormido, poco me importó que Kyuubi tomara posesión de mi cuerpo.
Al despertar, seguía frente a Kyuubi, me miraba extraño, creí que se burlaría de mí… pero solo me miraba y parecía que buscaba algo en mí. Volví a ignorarlo, no quería salir del estado en que estaba, no estaba dispuesto a volver al ‘mundo real’… no todavía… no cuando ‘el’ estaba allá afuera. No quería pensar, no quería sentir.
“Decepción” es algo que no hubo entre los dos
y al final tú lo hiciste algo real
tacha todas las veces que te dije algo de este corazón
retiro lo dicho
¿Qué podría hacer?... ¿Cómo perdonar?... ¿Me echarías de menos?... ¿Habré arruinado mi oportunidad de ser candidato a Hokage?... ¿Habrán cesado los rumores de una próxima guerra?... Trataba de encaminar mis pensamientos en otros temas, cualquiera menos ‘él’. Intenté hablar con Kyuubi, llegamos a llevarnos bien, me contó lo referente a sus ‘hermanos’, me contó muchas cosas interesantes… trataba de mantener mi mente ocupada.
Una de esas veces, me dijo que si no salía del estado en el que estaba, moriría… moriríamos los dos. Ante mi reticencia, me ofreció un consejo, me dijo que si no quería regresar a la aldea donde no había nada para mí, que me dedicara a buscar y reunir a sus hermanos… no con el fin de ganar poder sino para liberarlos de la esclavitud en la que algunos vivían. Me ofreció una nueva meta, un nuevo objetivo por el cual vivir. Claro que acepté.
Recuerda que siempre tú fuiste
quien me daba ganas de ser un hombre de bien
encaja esta espada en tu yugular
experiencia tendrás
muchas veces me encajaste tus promesas
Al entender lo que Kyuubi estaba haciendo, me sentí feliz de haber encontrado un amigo en él por mucho que lo niegue. Así más tiempo, me enteré que estuve ‘fuera’ de la realidad por dos años y medio, Konoha me buscaba, querían a su jinchuriki de regreso, una guerra estaba a punto de desatarse y cada nación se estaba preparando… pese al tiempo trancurrido, yo no había envejecido nada, seguía igual que siempre, en lo físico.
Sin nada en mente para distraerme más que mi nuevo objetivo, mis habilidades crecieron, me convertí en alguien de temer, con cada demonio que ‘liberaba’ mi poder se incrementaba. No los obligaba, solo les planteaba la propuesta de Kurama, sí, Kurama es el verdadero nombre de Kyuubi… el caso es que cada demonio aceptaba, las naciones se estaban quedando sin sus ‘armas’ y yo era el más buscado.
Y un día me encontraron.
No nací para amar
y aprendí que solo causa el mal
no nací para amar
batalle pero te deje entrar
Nada más y nada menos que fuiste tú, Sasuke, quien me acorraló. Nos miramos un instante, vimos que nuestros roles habían cambiado, yo el fugitivo y tú quien… tenía órdenes de llevarme a Konoha de vuelta. Te veías más adulto, te veías tan distinto a lo que una vez fuiste.
Después de dejar fuera de combate de quienes te acompañaban, hablamos, me decías que regresara, que si volvía por propia voluntad, no habría castigo así como en tu caso y que además, tomarían en cuenta mi solicitud para Hokage… al negarme a ‘tus ofertas’, decidiste evocar lo que un día tuvimos. Grave error.
retiro lo dicho
oh wu oh
Me hiciste recordar lo que me costaba trabajo suprimir de mi memoria, es por ello que después de la batalla que tuvimos, ahora que estás derrotado, te cuento lo que pasó, te cuento lo que sentí, te cuento que, ya no soy el ingenuo que era controlado por una aldea, ni el tonto que creyó en ti. Ahora tengo un objetivo mayor, tengo por lo cual vivir, tengo alguien a quien no le quiero fallar… estás en mi pasado Sasuke, regresa a tu aldea, vive con tus hijos, disfrútalos y se el padre que hubieras para ti.
Dile a la Hokage que deje de buscarme, si quieres dile mi objetivo y mi alianza con Kyuubi y los demás bijuus pero asegúrate de decirle que no los usaré en contra de nadie así que no tienen que preocuparse por nada.
Recuerda que siempre tú fuiste
quien me daba ganas de ser un hombre de bien
no tienes más corazón lo diste a beneficencia de él
pobre de él
No me mires así, Sasuke, ya te dije que no regresaré… tampoco participaré en la guerra que se avecina, luego de liberar a todos los hermanos de Kurama nos marcharemos de este lugar, de este mundo, nos iremos a otro lugar donde no tengan que esconderse ni preocuparse de ser capturados y ser usados.
Asegúrate de decírselos. Y no, no te atrevas a usar esa mirada, no la que me dedicabas cuando aún era importante para ti… no funcionará, ya te lloré, ya me lamenté, ya lo acepté. Ya no me queda nada más Sasuke, como te dije, estas en mi pasado… y tengo un futuro lejos de ti.
Fin.