-Aomine- susurre comenzando a sentir un pequeño rubor en mis mejillas, cuando estaba a punto de contestar una mano lo tomo antes que yo –No contestaras esto ¿Es que eres masoquista? - me dijo Akashi enojado para luego arrojar mi celular lejos -¡Akashi!- le nombre molesto, frunciendo el ceño -Sabes que tengo razón…- me dijo lo cual solo produjo más molestia en mí, mire hacia al frente y Akashi estaba enojado… nunca había visto esa expresión en él.
-No puedes decidir sobre mi Akashi.
-Lo sé, pero, no quiero que vuelvas a llorar- dijo, esas palabras hicieron que mi corazón se acelerara un poco cosa que me provoco un leve sonrojo –Entiendo aquello Akashi pero- fui interrumpido por el celular de Akashi que sonó –Discúlpame- dijo para luego salir al patio a atender esa llamada, mientras tanto yo tome mi celular y lo revise, había un mensaje el cual decía << Tetsu, ¿Por qué no me contestaste? ¿Es que estas con alguien más?>> iba a contestarle pero no lo hice, cerré inmediatamente el celular, al voltearme Akashi ya estaba entrando y estaba molesto -¿Qué sucedió?- le pregunte intrigado –Nada, solo me dijeron que debía trabajar esta noche, así que- replico, yo solo sonreí para continuo a aquello decirle-Entiendo… no hay problema, será otro día.
Él tomo sus cosas, se cambió y se fue rápidamente, se despidió de mi dándome un beso en la frente.
Al poco tiempo de que él se fuera tome una ducha y me fui a trabajar. Los niños de ese lugar son realmente adorables, generalmente me quieren más a mí que a Riko, la adorable chica que trabaja y está más tiempo con ellos, casi siempre me regalan cosas o dicen que cuando sean grandes se casaran conmigo _Cosa que me parece graciosa_ como sea, cuando estaba yéndome de mi trabajo pase por un lugar donde vendían batidos de vainilla, de camino a casa ayude a una anciana a cruzar la calle, luego me encontré un perro adorable que lamentablemente ya tenía dueño. Al llegar a la cuadra de mi casa _Voy caminando ya que mi trabajo está cerca_ que para ese momento ya eran las nueve de la noche, pude visualizar una moto y un hombre en el lugar de mi casa,…sin duda la silueta de ese hombre se me hacía familiar… formidable, a medida me iba acerando iba notando, un nostálgico aroma a chocolate amargo, y un poco de olor a tragos fuertes inundaron mi nariz y mi mente, recordando momentos agradables, no tan agradables y comunes…
Mi mente se llenó de cosas de él no hubo manera de que esos pensamientos se esfumaran.
Se habían apoderado de mí.
-Aomine- dijeron mis labios sin querer.
-Tetsu- me nombro el acercándose un poco, yo solo me quede atónito mirándole a sus perfectos rasgos faciales… le extrañaba tanto, sin embargo… no debía… Sabía que si me acercaba a él nuevamente me aria daño y ya estaba cansado de ser lastimado por quien amo.
-No te acerques…- le dije desviando la mirada, estaba un poco nervioso, hacia bastante que no le veía –Tetsu… yo… quiero.
No termino de decir su frase que yo le replique diciendo -¿Quieres mi cuerpo? ¿Eso? Porque eso es lo único que quisiste siempre- sé que soné como una mujer despechada, pero, no me importo mucho, la verdad es que algo así me sentía.
-Yo, no quiero tu cuerpo solamente, te quiero a ti…
-No mientas por favor, ahora ¿podrías darme permiso?
-Claro- me pareció tan raro que me diese permiso como si nada…
Cuando estaba entrando él me empujó hacia dentro y se metió junto conmigo, luego cerro con la llave… -¡¿Qué haces?!- le grite molesto a lo que él me empujó hacia la pared del pequeño pasillo de entrada y me dijo a gritos -¿¡Tú qué crees que haces!? ¡¿Quién te crees que eres para rechazarme?!- me asuste un poco ya que él me tenía acorralado contra la pared y no había forma de que pudiese escapar -¡suéltame! - le grite tratando de zafarme de él, cosa que fue inútil no sirvió de nada empujar uno de sus brazos, solo hizo que él se enfadara más.
-¡¿Qué planeabas hacer ignorándome?! ¡No contestaste a mis mensajes de voz, ni a los que envié a tu celular!
-Suéltame…-le repetí nuevamente ya molestándome.
-No lo are… te quiero tener, quiero obtenerte nuevamente, se mío…- dijo susurrándole a mi oído, metiéndose en el espacio que quedaba entre mi cuello y mi cabeza… -Déjame tenerte, déjame darte todo de mi- mis mejillas se tornaron de un color rosado tenue porque, aunque sabía que él esta borracho, me estaba dejando engañar –Aomine- susurre su nombre mirándole uno de sus hombros –Basta- le suplique posando mis manos en su enorme pecho…
-Dame otra oportunidad- me susurro, aferrándose a mi abrazándome con sus dos brazos por la espalda, nunca retiro su rostro del lugar donde lo había dejado, aspiraba mi aroma como si se tratara de una droga y se aferraba a mi cuerpo como si yo fuera la droga.
-Nunca fuimos nada- le replique retirando mis manos de su pecho –Solo éramos “dueño y juguete”- le dije con un tono algo apenado de lo que yo mismo decía.
-¿Crees que no lo sé?- me dijo soltando solo un poco mi cuerpo –Yo fui quien impuso ese contrato… ya que…- se detuvo unos segundos antes de continuar -…Desde que te vi en una de las millones de reuniones que tuve con la empresa de ese rubio imbécil te desee- no podía creer en aquello que había escuchado… ¿Aomine me había visto antes? Tiene sentido yo acompañe a Kise en muchas reuniones de trabajo y de amistades también.
-Incluso charlamos un poco, no debes de recordarlo, en ese entonces debes de haber tenido unos dieciséis – dijo volviendo a apretar mi cuerpo –Lo recuerdo perfectamente, recuerdo hasta el perfume que llevabas, también tu ropa- dijo pasando su mano por todo mi pecho –Te veías tan hermoso- comento volviendo a tomar una gran cantidad de aire para oler mi aroma. Comenzaba a recordarlo… pero… no podía creer cuan buena memoria tenia Aomine, aquel suceso recordado por el durante tanto tiempo había sido hace ya cuatro años, cuatro largos años, en los cuales me sucedieron muchas cosas.
Ahora recuerdo casi a la perfección aquel día.
“-Buenas- escuche una voz desconocida que provenía de atrás mío, al voltearme vi a un chico de piel morena con una alta estatura, con traje color negro y una camisa color azul marino, como su cabello –B-Buenas noches señor- le respondí un poco nervioso ya que era la primera vez que hablaba con alguien de otra empresa, yo siempre estoy al lado de Kise por lo que todos le hablan a él y nunca me notan a mí, pero, ahora era notado por ese atractivo hombre de piel morena y cabellera azul marino.
Se rio un poco de mi para luego decir –Se nota que eres un niño- me sonroje un poco, cada vez me ponía más y más nervioso –Y-yo…- quise decir algo pero él me interrumpió –Eres adorable, veo que él rubio supo encontrar un buen secretario- comento en forma burlesca lo que me enojo un poco y le dije en tono molesto –Disculpe, pero se llama Kise, Kise Ryouta.
-Haha… el rubio tiene un perrito guardián- comento nuevamente algo innecesario, fruncí el ceño y le dije –Por favor, delante de mí no insulte al señor Kise- cuando iba a responderme un pelirrojo de estatura parecida a la de él le llamo –Tch… justo ahora… lo siento nos vemos…mi secretario me está llamando ¡Kagami eres molesto! - ”
Creo que ya entendí porque no recordaba aquello.
-¿Por qué…? ¿Por qué lo dices ahora Aomine?- le pregunte, por primera vez abrazándolo –Porque ya no soporto el no tenerte- susurro con un tono extraño -, ya no puedo con mi propio genio, me ganaste, discúlpame porque yo ya te disculpe con respecto a lo de Akashi- dijo escabullendo una de sus manos en mi cabello, es verdad yo me acosté con Akashi… -Yo… ¿No habíamos dicho que aquello no era una relación? ¿Por qué debes de perdonarme? Yo no quiero tal cosa- replique a cada una de sus palabras llenas de mentiras.
-¡Tetsu! ¡Por favor! ¡Ya…! Ya no me rechaces… entiende que… -se pauso unos segundos y después continuo diciendo ocultando más su rostro –Me estoy confesando. Entiéndelo. Te amo
Mis ojos se llenaron de lágrimas y me sonroje por completo, no entendía aquello que estaba sucediendo.