“entendido” esas palabras… las ame completamente, cedieron a mi demandante petición.
Me tomo por la cintura y me apego a él, juntando nuestros labios, jugando con nuestras lenguas, le abrase pero, me molestaban sus ropas, eran un estorbo por lo que le quite el abrigo y luego la remera, sentí su piel, la recorrí, ansioso de ser quien las probara nuevamente, sentirla, acariciarla, hacerla estremecer…me fascinaba.
-¿Tanto… lo… quieres?- me pregunto entre cortado, la excitación no nos permitía el hablar correctamente.
-Si…- le respondí jadeando y besando su cuello, paseando mis manos por toda su espalda, sintiendo cada parte de su parte superior.
-Eso… eso es nuevo…- me dijo robándome un beso y quitándome mis abrigos y mi camisa, acaricio cada parte de mí y luego me quito mi ropa inferior -O-oye…aun…aún estamos… en la puerta- le susurre al oído tratando de detener el que me sacara mi bóxer, mientras el me besaba el cuello y tocaba mi pezón haciéndome gemir, era tan placentero.
-Que… importa…- me susurro mirándome a los ojos, dejando que su aire chocara con mi boca, dejándome ver su hermoso rostro.
-Que… todos oigan… lo que… causo en ti…- me dijo al oído, causándome escalofríos que recorrieron todo mi cuerpo, sacándome el bóxer, finalmente cedi, no podía negarme a ese bello hombre, le amo después de todo y esto es porque yo lo pedí... le robe su concentrada mirada hacia mi cuerpo e hice que mirara mi rostro, le bese incontables veces, acorralándolo contra esa fría pared, tocando su formado pecho, deseándolo.
-Entonces hazlo… bien…- le dije, mirándole con anhelo, sé que él podía ver cuánto deseo había en mí, también era notable cuanto le amaba. Luego de eso él largo una pequeña risa y comenzó a subir sus manos por mis muslos luego… paso sus dedos por mi entrada lo cual me hizo estremecer, largo un pequeño gemido y venía acompañado con un rubor increíble que se estableció en mis mejillas…
-Vamos… vamos a la… cama…Ngh…- le dije como pude ya que cuando menos me quise dar cuenta él me tenía enganchado con mis piernas en su cintura, sus dedos dentro de mí, estábamos más que desenfrenados, era tanto el deseo que sería imposible parar, a tanteos llegamos a la cama, donde me lanzo sin ningún cuidado y gateo hacia mí.
Estaba tan rojo, no sabía que eso era posible.
Cuando llego a mí, me tomo del mentón y comenzó a besarme apasionadamente, soltó mi mentón y comenzó a deslizar sus manos por todo mi cuerpo, como si yo fuese una escultura.
-Eres… único… Tetsu- Me susurro en mis labios mirándome fijamente a los ojos –Te amo.
Sus palabras llenaron de lágrimas mis ojos estaba tan feliz, le tenía nuevamente, pero, ahora era solo mío –T-también te amo, Ao- me interrumpió con un beso y me dijo con picardía –Daiki… llámame… por mi nombre… vamos dilo- introdujo uno de sus dedos en mi boca y obviamente entendí el mensaje, “como lubricante” pensé y así era al terminar de mojarlo con mi saliva él lo metió en mi entrada, no me dolía, ya no, estaba sorprendido, a pesar de que hace meses no tenía sexo… aunque no voy a negar que si me masturbaba usando ese sitio… -¡Ah! …Ngh- gemí lleno de placer lo que sorprendió a Aomine, sonrió y me dijo -¿Con que estuviste… jugando, Tetsu?- entre cerré un poco los ojos estaba realmente avergonzado de ello… -Ngh… Ao-Aomi… - me volvió a besar y repito –…Daiki, Tetsu… vamos dilo- mientras movía en mi interior su dedo pero al poco tiempo introdujo un segundo dedo -¡AH…!- grite con placer, mis ojos permanecieron entre cerrados era demasiado placer… -¡Ngh!... ¡Ah!... Ao… ¡Daiki!
Vi como un pequeño rubor se asomaba en las mejillas de Aomine, aunque nunca paraba de mover sus dedos, y yo nunca pare de gemir.
Comenzó a hacerme una oral y yo estaba completamente sumergido en el placer ya que nunca saco sus dedos –N-No… no hagas e-eso… Ngh…- le pedí, pero el solo rio -¿es que… no lo… controlas? Ya… estoy lleno… de pre-semen de Tetsu…- me sonroje nuevamente y golpee un poco su cabeza ya que estaba débil no le dolió.
-E-Es tu c-culpa… Ngh…- dije terminando en su boca, pensé que se enojaría, pero, al contrario de ello él se lo trago y dijo –Gracias… por la cena…
-¡A-Aomine! ¿C-cómo? E-eso… es.
-Delicioso- me replico el con una sonrisa creída.
Me sonroje y tape mi rostro con mis manos, no podía verle al rostro era demasiado para mí, escuche una pequeña risita y luego dos manos tomaron las mías –Déjame verte…- me dijo suavemente.
-N-no…- negué un poco exaltado… era tan vergonzoso verle a la cara ahora.
-Vamos… no diré nada… déjame verte…- dijo logrando quitar mis manos, dejando al descubierto mi rostro.
Una expresión de placer, deseo, vergüenza, amor se liberaba de mi rostro.
-Esta… expresión… es nueva, me… gusta- me dijo para luego robarme la respiración con un beso.
-Ah… D-Daiki…- gemí su nombre cuando despego sus labios de los míos, es que sentí su miembro frotarse con mi entrada y también vi un delgado hilo de saliva que aún nos unía, no pude evitar devolverle el beso, jugué con su lengua y pase mis manos por su cabello y cuello, jugué con todo lo que podía.
-No… me provoques…- me dijo abriendo más mis piernas y comenzando a frotar su pene con mi entrada, pero esta vez hecho apropósito.
-Ah… ¡Ngh! ¡Hya! Ah… D-Daiki…- le nombre gimiendo, sentía como mi interior se contraía por su culpa… ya no podía más –Y-ya… por favor…- le dije con lágrimas en los ojos -¿Hu? ¿Qué? ¿Ya quieres que entre?- me pregunto sacándose su pantalones, bajando el cierre, sacando su miembro de entre su bóxer, estaba tan erecto como el mío.
Al entrar en mi deje que un gran gemido se me escapara de entre mis labios, era tan placentero, sentirlo allí, dentro de mí, llenándome, haciéndome el amor, era tan feliz, mi moreno me estaba haciendo el amor.
-Ah… Tetsu…- Soltó un gemido ronco el cual me excito y me contraje haciéndole gemir y jadear nuevamente.
-Ah… Daiki…- me aferre a él acercando más nuestros cuerpos y nuestros labios, uniéndonos aún más, se cenia tan bien estar en su boca… nuestras lenguas jugaban una con la otra… era tan erótico.
Me tomo de mis muslos y comenzó a embestirme con más dureza -¡Ah!... ¡Ngh! ¡Hya!- gemía y gemía, no podía controlarlo era demasiado placer para mi cuerpo –T-tan bien… tan hermoso…ah…- dije jadeante mientras acariciaba su rostro y cabello, note un suave rubor en sus mejillas, lo que me hizo sonreír, prácticamente lo devore, dudo que alguien como él le haya otorgado a alguien más la tan exquisita imagen de verle sonrojado al menos un poco…
Comenzó a embestirme de manera fuerte pero, lenta, llena de pasión y amor, se podía apreciar en sus ojos.
-Ah… Daiki… D-Daiki… Ngh… T-Te amo…- le dije dedicándole un beso casto a sus labios.
Él comenzó a acariciarme por todos lados del cuerpo, mientras me embestía, era delicioso, nunca había tenido tanto placer, nunca… ni con Kise, ni con Akashi… solo con él, con mi hermoso moreno llamado Aomine Daiki… solo este hombre me completaba…
Me beso, un beso tan dulce como la miel, así fue ese beso, mientras entraba y salía de mí, me llenaba de tanto amor…
Llegando al clímax, me beso tanto hasta terminar dentro de mí, pero, yo aún no terminaba, estaba insaciable, él se rio un poco y con su traviesa mirada me dejo en claro que me ayudaría a terminar, comenzó a masturbarme mientras me penetraba de manera brusca, comencé a sentir un hormigueo que me alerto que era hora de dejarse llevar por el orgasmo y así fue cuando termine, manchando nuestros pechos.
Él se tiró encima de mí al terminar, ambos estábamos realmente exhaustos, si no mal recuerdo, ambos después de aquello nos acomodamos en la cama y yo me quedé dormido luego de eso… a las no sé cuántas horas me desperté y me encontré a un dulce moreno durmiendo a mi lado, el cual me costó mucho hacer que me soltara, ya que me tenía abrazado y no quería soltarme, cuando logre que lo hiciera, él abrió un ojo_ Solo un poco_ y me dijo mirándome -¿Adónde te crees que vas?...- esa sonrisa llena de confianza le iluminaba el rostro, le sonreí, debo aclarar que esa sonrisa me salió del alma ya que no suelo sonreír… pero, eso no importa, le bese la frente y le dije -¿quieres venir conmigo? Me iré a bañar…- luego de mostrarme una cara sorprendida me sonrió y dijo -¿Qué clase de pregunta es esa? Es obvio que quiero.
Me ruborice por completo y le volví a besar pero, esta vez en sus labios.
Después de bañarnos él me dijo que quería llevarme a un lugar por lo que me vistió como él quería eligiendo mi ropa, la verdad es que me sentí como un niño pequeño, fue un poco vergonzoso cuando me hizo desvestirme frente de él y más cuando me pidió permiso para colocarme la ropa el… eso… fue lo peor, al principio me negué pero, luego cedi, deje que me vistiera. Me hizo subir a su moto, cosa que casi me muero en ella, realmente esas cosas me aterran. Como sea cuando me llevo donde quería me percaté de que era una casa común, yo diría demasiado para su gusto, asique supuse esa no era nada de él… y me sorprendí cuando al tocar el timbre de las rejas saliera una mujer a atendernos, una mujer de aspecto dulce y tierno… se veía llena de amor.
Su piel era trigueña, sus ojos y cabellos eran de color azules oscuros.