Ya han pasado 4 meses y la verdad es que se acerca la navidad solo faltan un par de días unos dos o tres, Aomine quiere que vayamos a otro lugar a festejarla pero, le dije que quería que la pasáramos o en su casa o en la mía juntos como una pareja. Aunque luego de esa charla el de la nada dijo: “quiero que vivamos juntos”
-Quiero que vivamos juntos- dijo de la nada Aomine, cuando estábamos almorzando, y sin darme cuenta escupí a bebida.
-¿Q-qué? ¿Por qué? D-digo… ¿Por qué tan de repente?- me vino como un baldazo de agua fría esa pregunta.
-Bueno, te amo, me gusta verte, tenemos relaciones sexuales, somos novios… y nuevamente Te amo…
Me puse completamente rojo, no me esperaba tal cosa. Hice una pequeña mueca de confusión y le mire a los ojos como pude.
-P-puede ser… y-yo… seria… muy feliz de vivir contigo- le replique, el sonrió y me miro, se veía muy feliz, lo que me hizo muy feliz.
-A-Ah… pero…
-¿pero qué?
-D-Donde… viviríamos…
-Obviamente buscaríamos un lugar que se adapte a ambos… sé que no te gustan las cosas muy lujosas…
-A-Aomine….
-Ya deja de llamarme por mi apellido… es molesto… Tetsu…
-P-pero…
-¿“es vergonzoso” llamarme así? ¿Eso ibas a decir? …
-Y-yo…
-Vamos llámame… además si siguieras llamándome así… seria como llamarte a ti…
-¿Qué?
-Bueno, en algún momento serás Aomine Tetsuya... – Comento Aomine.
-¿He? Claro que no…. Tú serás Kuroko Daiki…- le dije mirándole con molestia.
-No- afirmo Aomine.
-Yo no seré Aomine Tetsuya…
-Claro que si…- dijo levantándose y caminando hacia mí, para luego robarme un beso –Escucha lo bien que suena Aomine Tetsuya…
-A-Aomi-ne…. Q-quiero decir D-Daiki…- le susurre para luego devolverle el beso. De verdad ya estoy más que acostumbrando a estar a su lado… si no le tuviera creo que sería completamente aburrido.
Lo mire y le sonreí, para luego suspirar y decirle –De acuerdo tu ganas… debería ser Aomine Tetsuya...- el me miro y soltó una pequeña risita… juntamos nuestras frentes y nos hicimos un pequeño cariño con nuestras narices, hay veces en las que podemos ser realmente tiernos el uno con el otro.
Fuimos a comprar las cosas para festejar la navidad, logre convencer a Aomine de que la festejáramos de manera más íntima y más “económica”, en realidad cayo con lo de intima ya que para el en su mente debe de ser algo así:
-Intimidad
-Dos personas
Intimidad + dos personas = a sexo o mejor dicho a hacer el amor
Pero, como sea, si eso no es lo que realmente piensa da igual, porque, de todas formas yo compre un traje erótico para ponérmelo y darle un gusto, ya que más de una vez me ha pedido que hagamos este tipo de cosas, como a él le gustan las cosas que se ven inocentes decidí comprar una tanga con encaje _obviamente es de hombre_ , es de color rosa pastel y tiene una colita de conejo, más los tirantes que son blancos y las medias son blancas con rosa, obviamente esto no lo sabe, es uno de los regalos para él.
Estoy un poco nervioso, ya que nunca había usado lencería, es algo extraño, pero, no importa es para Daiki.
Sí, he comenzado a llamarle así aunque es un poco difícil.
-¡Mira Tetsu!- me dijo Daiki, llamando mi atención solo para mostrarme algo y eso era ropa interior de conejo -¡iría bien contigo!- comento estirando un poco el elástico.
Me ruborice tanto que podría camuflarme entre los tomates.
-¡No seas tonto!- le grite haciendo pucheros, solo fingía enojarme, obviamente no me molestaba.
Después de terminar de hacer las compras fuimos directo a mi casa y el nuevamente largo un comentario extraño.
-Así sería siempre, si viviéramos juntos…
-Tch… sabes que quiero vivir contigo así que ya cálmate, después de navidad buscaremos un lugar para vivir juntos… ¿de acuerdo?
El solo asintió y me acaricio el rostro, luego de eso tuvo que irse a su casa… porque en unas horas tendría una reunión muy importante.
Dos días después ya era navidad, me había puesto a pensar que el tiempo vuela cuando le disfrutas, es como que todo es mágico… yo había preparado todo, limpie de arriba abajo mi casa, hasta a los patios… quería que todo fuera hermoso.
Decore el lugar poniendo velas y un poco de pétalos _Si lo sé muy, muy cursi_, luego puse aromatizantes, para que la casa no perdiera su buen olor, luego me fui a bañar, al rato salí de la ducha y me vestí, cuando llego Daiki pensé que moriría de emoción y nervios…
Mientras sentía como mi corazón se alteraba más y más, me sentía como una colegiala sin experiencia y recibiendo a su primer novio, era extraño, si bien no es mi primer novio es mi primer amor.
Al abrir la puerta vi a mi hermoso moreno, tan brillante como siempre… sin darme cuenta deje escapar algunas palabras de mi boca.
-H-Hermoso… - estaba sonrojado, puesto que Daiki se veía tan bien…
-Gracias- dijo Daiki, con una pequeña risita engreída lo que me hizo sonrojar aún más… yo solo le dije –Y-ya ¡solo entra!- estaba tan nervioso, que ya no sabía cómo actuar.
Después de un rato comenzamos a charlar y nuevamente se tocó el tema de vivir juntos, pero con algo más.
-¿Sabes? Tetsu, sea como sea, cuando nos mudemos juntos quiero que adoptemos un hijo… o alquilemos un vientre… ¿se le dice así no?- sus palabras nuevamente me tomaron desprevenido, como nuevamente estábamos comiendo sin darme cuenta escupí un poco de mi bebida.
-¿¡Q-Qué?!- le respondí, nervioso.
Eso sí que no me lo esperaba.
-Lo que oíste- me respondió muy tranquilo, terminando de cenar.
-A-Ah…. D-Daiki... eso…- me sonroje…- Y-yo…- no podía emitir ningún sonido y sin darme cuenta me estaba excitando porque por mi cabeza pasaron muchas, muchas imágenes de nosotros “creando” hijos.
No pude aguantarme y sin darme cuenta deje escapar algunos gemidos, por la excitación, lo peor fue que fueron audibles por los oídos de Daiki. Me sonroje tanto como un tomate nuevamente.
-¿Tetsu?- me nombro en forma de pregunta y con un tono travieso.
-Y-yo…
-¿Qué estuviste imaginando? Pervertido- dijo, escuche como un zapato caía al suelo, pero, no le di importancia, sus palabras mi hicieron poner muy nervioso –vamos, dilo…- dijo, cuando comencé a sentir su pie tocando mi miembro…
No podía creerlo me había descubierto.
-Wow… veo que no has imaginado nada feo- Comento presionando un poco más mi erección.
-P-para… ya… Aun no…- le dije tratando de sacar su pie de allí.
-Déjame… darte…Ngh… tu regalo- le dije un poco gimiendo y jadeando.
El sonrió y dijo traviesamente –Bien, tráelo…