Separe a Akashi de mi cuerpo y le dije -¿Q-que haces?- Akashi, solo me ignoro y volvió a besarme, comenzó a forcejearme hasta que termine en el suelo debajo de él, me besaba como si estuviese sediento de mi -¡A-Akashi!- le nombraba tratando de apartarlo, aunque yo aún me encontraba borracho no era lo mismo con él, él estaba sobrio, me tocaba metiendo sus manos bajo la remera levantándola tocándome mis tetillas, estaba excitándome –Tetsuya…- susurro mi nombre, bajando una de sus manos a mi entre pierna lo cual me genero un espasmo, olía mi aroma, para luego besar mi cuello, jugaba con mi miembro como si se tratase de un juego divertido, incrustaba sus dientes en mi cuello dejando marcas, también me hacía chupetones –A-Akashi…- susurre en su oído ya que se hallaba cerca de mi boca, lo único que genero aquello fue que él se excitara aún más.
Abrió mis piernas e incrusto su miembro sobre la ropa, pero, aun así rosaba mi entrada, ambos estábamos tan excitados –Tetsuya- me nombro nuevamente posando sus dos manos en mi remera quitándomela, para luego acariciarme todo el torso de manera dulce –Tan hermoso- dijo besándome cada parte de mi cuello hasta bajar a mi cintura, no pude evitar sonrojarme, esos ojos heterocromáticos me miraban de forma seductora, lo que hacía que me avergonzara a un más, estábamos por hacerlo y no éramos ni siquiera pareja.
-¿No dirás nada?- dijo Akashi besándome los labios, jugando con mi lengua, al separarse de mi un hilo de espesa saliva nos seguía uniendo, sin importarle aquello volvió a besarme apasionadamente, me tomo de los muslos y subió mis piernas a las suyas dejando mi entrada predispuesta a su miembro, bajo el pantalón que llevaba puesto e introdujo en mi interior dos de sus dedos, moviéndolos en forma cilíndrica provocándome espasmos -¡A-ah…! ¡A-Akashi!- gemí jadeante, por falta de oxígeno, me aferre al él ya qué aun dolía un poco el que me tocaran en ese lugar, le clave mis uñas en sus brazos y espalda -Tan erótico- susurro en mi oído haciéndome estremecer –Tan sexy, no hay cuerpo más delicioso que este.
Cada vez que hacia ese tipo de comentarios me hacía gemir, ya que junto a ellos tocaba mi lugar favorito, en mi ano, provocándome placer, volviéndome loco.
-¡Ah! ¡Ngh!- gemía y me retorcía como idiota, como si estuviera necesitado, estuvo moviendo sus dedos hasta que comenzó a salir liquido preseminal de mi pene, en ese momento se detuvo y saco sus dedos de a dentro, pude sentir como latía mi entrada aun deseando ser penetrada… -Que codicioso, ¿no lo crees Tetsuya?- dijo provocando un sonrojo aún mayor en mi –N-no y-yo- me puse tan nervioso.
-Solo bromeaba- replico para luego besarme castamente, aunque ese beso se volvió tan apasionado y lleno de sensualidad –Siéntate- ordeno, ya estaba tan acostumbrado a ser mandado que obedecí sin pensar que no se trataba de Aomine –Bien, date la vuelta- dijo levantándose un poco y quedando de rodillas, al darme la vuelta alcance a escuchar algo así como el ruido de un pañuelo -¿Q-que aras?- le pregunte algo nervioso, pero, el no contesto, tomo mis brazos y los hizo hacia atrás atándolos, luego de eso me volteo, después de aquello dijo de manera seria y neutral –Lo aremos a mi manera- se bajó un poco su prenda inferior y me hizo sentarme encima de él -¿Sabes hacerlo de esta manera?- pregunto con picardía, yo negué con la cabeza, sin querer mire hacia su miembro y no te que era grande, me sonroje y desvié la mirada.
-Bien entonces te enseñare- dijo acariciando mis mejillas, termino de sacar su erecto miembro y se hizo espacio con su pene entre mis glúteos rozando mi entrada, la cual se contrajo, era incomodo quería usar mis manos para sostenerme, pero, sería imposible, estando atadas de esta manera.
-A-Akashi… d-desátame- le pedí pero él hizo caso omiso a la súplica.
-Muévete de abajo hacia arriba- me ordeno y es lo que comencé a hacer, de manera no profesional comencé a introducir por mí mismo su mimbro en mí ano, obviamente el me ayudaba abriéndome paso sosteniendo mis glúteos, hasta que con lágrimas en los ojos, un gran sonrojo, gemidos, jadeos logre introducir la mitad de su pene en mi entrada –Y-ya no puedo más- le dije llorando y sonrojado, sé que me veía lamentable –A-Akashi- él se rio seductoramente y me dijo –De esta forma no llegaremos al clímax- me hizo salirme y me puso en cuatro –Ahora, sabrás lo que es el placer Tetsuya- me susurro apoyándose en mi espalda e introduciéndose nuevamente en mí, me excite por sus palabras y sin querer me contraje con él dentro mío –N-no me ¡provoques!- dijo embistiéndome de manera brusca, lo que me hizo pegar un grito de dolor, dejándome caer al suelo y alzar más mi parte trasera, mordía mi brazo, ya que Akashi me embestía brutalmente, lleno de salvajismo, dejando caer un hilo de saliva por el costado de mi boca.
Vendo mis ojos, y me dejo sin poder ver nada, al poco tiempo sentí como su mano me acariciaba acercándose a mi boca, donde introdujo dos dedos, al rato los retiro y los “limpio” masturbándome –Ah… Tetsuya- gimió un poco ronco, deseoso de estar aún más dentro mío –Tan estrecho, tan delicioso- dijo terminando dentro de mí al poco tiempo termine yo manchando el suelo que era de madera.
A la mañana siguiente me desperté desesperadamente -¡Hya! ¡¿Qué hora es?! ¿¡Qué hora es!?- me desperté gritando, al tocar para ver si encontraba mi celular me percaté de que no estaba en mi cama, ni en mi cuarto, ni en mi casa -¿Dónde estoy?- susurre para mí mismo, cuando quise pararme no pude ya que mi cadera me dolía de manera sobre humana, también comencé a notar que no tenía nada más que mi bóxer y la ropa estaba tirada por todo el suelo, olía a cerveza, tenía marcas y chupones en todo mi cuerpo, no podía equivocarme, definitivamente había tenido sexo.
¿Con quién? En primer lugar era imposible que fuese con Aomine, después de lo que vi en su… oh, no… después de eso, conduje hasta la casa de Akashi, y estoy en ella, eso… quiere decir… que… me acosté con el borracho.
Grite con toda la fuerza que pude hasta que recibí un almohadazo –Ya cállate Tetsuya- le mire sonrojado y comencé a vestirme rápidamente, solo podía preguntarme ¿Por qué?
Solo es ese momento entendí lo que a veces hace el dolor en el corazón y las ganas de vengarse.
-¿Porque eres tan escandaloso?- me pregunto Akashi levantándose y vistiéndose –Y-Yo… Y-yo- ni siquiera podía decir las palabras correctamente, Aomine me mataría.
-¿“Tu” qué? ¿Ahora vasa quejarte y decir que como pude emborracharte y aprovecharme de ti?- me enrojecí de ira y vergüenza -¡Exactamente!- le grite molesto y tirándole su remera en la cara –Te emborrachaste tu solo y yo solo sucumbí a tu seducción- dijo tan tranquilo como siempre –Además… lo hice para consolarte, estabas muy herido… no sé lo que viste pero, sé que nada bueno- me quede pasmado, solo en ese momento me di cuenta de que aquello había sido una “trampa” de parte de Akashi .
-Tu…- le dije para llamar su atención -, lo sabias… y aun así… me mandaste a mí- no pude evitar llorar, me destrozo el corazón recordar aquello nuevamente.
-Quería que entendieras, lo dije, por las buenas o por las malas, además, yo…- me replico pero, aun no terminaba su frase completamente –Yo te amo, sé que suena absurdo ya que no somos ni siquiera amigos, pero…- mi corazón estaba tan acelerado y otra vez mi respiración se entorpeció al igual que mis pensamientos -pero, al estar observándote diariamente, al notar tu dulzura, al notar tus miedos, al notar cada cosa de ti comenzaste a tener más sentido en mi vida, y necesitaba acerté mío.
Cuando termino de decir aquello, tome mis cosas y me marche corriendo de allí. Sabía que él me estaba persiguiendo, pero, no me importo.
Lo peor fue que cuando abrí esa vendita puerta, un aroma a cacao amargo, un aroma nostálgico, un aroma afrodisiaco inundo mi nariz y corazón, “Aomine” pensé rápidamente y no me equivocaba; Era él.
-¿Tetsu…?
Pregunto mi nombre sorprendido y algo enojado.