Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Casanovas de hielo por Chiaki28

[Reviews - 335]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Hago mi acoso diaro con estos hermosos semes? Y completo el ciclo de citas con la de los nostalgicos.

Pues ya saben son medidas desesperadas las de Takano y Nowaki pero de a poco les funcionan.

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

Takano Masamune; ese es el nombre que ha rondado en mi cabeza cada una de mis noches desde aquel desafortunado encuentro que tuvimos en el bar; los ojos miel que se han clavado en lo más recóndito de mi alma; el aroma que se ha impregnado a todo mi ser y la voz que desata cada una de mis pasiones en contra de mi voluntad.

Como detesto a ese hombre; lo odio por acosarme de manera desmedida, por no dejarme en paz sin importar mis suplicas, por continuar buscándome cuando le ruego que no lo haga, por estarse convirtiendo en una dulce droga sin la que ya después no podré sobrevivir; tengo miedo de lo que está ocurriendo; de como de a poco me vuelvo adicto a las caricias que sus grandes y protectoras manos me entregan; esto está mal.

Necesito abrir los ojos; Takano me quiere para una noche de sexo, de placer; lo que él desea es verme en un estado lamentable para que su ego se repare con mis penosos gemidos; él no busca nada más en mí y no me puedo permitir fantasear con mentiras, no cuando lo abandone todo para venir a conocer a mi novio.

Shin es un joven dulce que me ama de manera incondicional, alguien con quien tengo un futuro planeado; nosotros nos queremos casar, formar una familia, envejecer juntos tomados de las manos; no puedo arruinar eso; no permitiré que el diablo me aturda con esas preciosas orbes que se asemejan al mismo oro para que todo lo que he construido en estos meses de una tortuosa incertidumbre se derrumbe sin compasión alguna en frente de mis desgarradas manos.

No me puedo confundir en esta situación; las caricias de Takano sí despiertan mi cuerpo y mis nervios a diferencia de mi perfecto y galante novio, sin embargo; al final del día sí me entrego al azabache como él lo desea y me rindo en esta guerra estaré arrojando a la basura seis meses de un hermoso romance de cuento de hadas y cometeré un suicidio voluntario al cederle mi corazón a ese casanovas.

Sin importar lo difícil que sea no caeré ante él; sin importar las palabras seductoras que me regale o los toques mágicos que recorran mi piel; independiente de sus dulces y electrizantes besos o de su varonil fragancia con un leve toque de menta; no dejare que esa alma de hielo se robe la ingenuidad que tengo; no me entregare a un imbécil que solo succionara toda mi bondad y pureza para dejarme vacío cuando no le sirva con el objetivo de abandonarme para ir a cazar a su siguiente inocente victima; no seré uno más en su lista.

Tengo problemas con Shin; lo admito; por razones que no comprendo sus manos no exaltan mi piel; y sus palabras además de avergonzarme no se logran grabar en mis memorias como los ridículos poemas eróticos del azabache, pero ese hombre me ama; se ha entregado con todo su ser, me ha esperado meses para poder iniciar una vida juntos.

Tan solo estoy un poco desconcertado por la repentina intromisión de Takano en mi subsistencia; yo me he aventurado a esta ciudad sin conocer a nadie para poder lograr que mi maravillosa relación florezca; para permanecer al lado de Shin como el apoyo que él merece; acariciarnos en las noches mientras nuestros pies juguetean entre las sabanas, darnos un tierno beso de buenos días cada mañana, abrazarnos contemplando juntos la puesta de sol en frente  del precioso océano mientras la brisa de verano nos envuelve en la playa.

 Yo he pensado y deseado hacer tantas cosas con esos enigmáticos ojos escarlata; por eso me daré tiempo para que mi mente se ponga de acuerdo con mi cuerpo y reaccionen ante la persona correcta en lugar de actuar de manera impulsiva al estar cegado por un par de piropos baratos y lastimeros halagos sin gracia.

Yo acepte de mala gana esta tortuosa cita para que finalmente Hiroki y yo nos pudiéramos deshacer de esos parásitos y continuar con nuestras vidas, sin embargo; jamás espere que ellos nos separaran y se atrevieran a llevarnos a lugares diferentes teniendo la certeza de que somos más vulnerables en la soledad.

Después de que la víbora de ojos azules arrastro a mi amigo fuera del apartamento el azabache sin darme explicaciones me forzó a subirme al primer tren que paro en la estación para encaminarnos a nuestro poco ansiado encuentro.

Suspire molesto observando con desprecio como el más alto se encontraba sentado al frente mío con esa sonrisa socarrona que logra erizar cada uno de mis poros y atormentar mi confundida mente con las sublimes imágenes que me regala.

“¿No quieres que te siente en mi regazo?” Me limite a rodar los ojos con sarcasmo buscando con poca sutileza algún otro asiento vacío en el vagón que nos habíamos subido en vano “No insistas; me asegure de tomar el último”

“Pues estoy bien de pie” Farfulle arqueando el ceño para después darle la espalda al hombre de ojos miel e ignorarlo el resto del trayecto.

“¿Me estas tratando de excitar con esta vista?” Me pregunto de manera burlona rodeando mi cintura con sus fuertes brazos para obligarme a sentarme encima de sus piernas como si fuéramos una empalagosa pareja.

“¿Pero qué mierda quieres hacer? Bájame” Le ordene sin poder ocultar los temblores en mi voz al tener esta extraña cercanía con aquel imponente y atractivo hombre “Takano; hablo enserio; no estoy de humor para que me jodas después de cómo me acosaste anoche” El mayor apoyo su cabeza en mi hombro para aspirar con necesidad mi aroma.

“Lo que hago es desearte cada instante que estamos juntos; ansiar poder probar nuevamente esos dulces y exquisitos labios, acariciar tu fina piel y hacerte ver el magnetismo natural que hay entre nosotros dos” Trague con dificultad ante esas palabras percibiendo como mi respiración se irregularizaba ante las protectoras manos del azabache acariciando con ternura mi cintura; aferrándose a mí como si yo fuera algo importante.

“Te he dicho que no te quedan las mentiras” Musite con una nostálgica sonrisa sabiendo que yo no sería ni el primero ni el último en escuchar aquellas gloriosas proclamaciones de romance sacadas de una novela.

“Jamás se las recitaría a alguien que no fueras tú; Ritsu” Murmuro depositando un pequeño beso en mi encendida mejilla.

“Eso es lo que le debes decir a todas” Murmure de manera recelosa regañándome mentalmente al estarme dejando llevar por el momento; esto está mal; no puedo sucumbir ante este casanova de hielo; yo tengo la certeza de que este tipo de atracción entre nosotros solo acabara como una amarga tragedia que me obligara a perderlo todo.

“Eres tan lindo cuando te pones celoso” Murmuro en mi oreja mordiéndola de manera lasciva mientras yo apretaba con fuerza mis labios para no liberar algún penoso gemido sin dejar de forcejear por escapar de su posesivo agarre.

“No alguno de tus pretendientes para ponerme celoso; así que no te hagas muchas ilusiones” Lo contradije cruzando mis brazos con ira “Además yo tengo un encantador novio que sí me ama incondicionalmente; tú eres quien nos debería envidiar por eso” El mayor cambio repentinamente su semblante arqueando levemente las cejas en señal de frustración mientras se apegaba con desesperación a mi cuerpo.

“Hoy no” Pregono con autoridad “Hoy no quiero que te atrevas a nombrarlo; no piense en alguien que no soy yo, no lo llames, no lo recuerdes; ni si quiera te atrevas a imaginarlo; porque por esta cita seré yo cada uno de tus pensamientos” Al no profesarme capaz de responder sus palabras me limite a bajar mi rostro con algo de sumisión y perderme en el paisaje.

Él es un casanova; una persona que se deleita teniendo a un descocido cada una de sus noches jadeando entre sus brazos, un hombre que funciona a base de lujuria y que huele a sexo; sin importar lo hermosas que sean las mentiras que me pronuncié jamás las proclamare como mis verdades debido a su potente reputación.

Él es el diablo con una máscara; alguien persistente que no me deja escapar de esta maldición; que no me permite ser libre logrando que cada segundo me hunda más debajo de su torcido amor; provocando que agradables y desconocidas sensaciones se posicionen en todo mi cuerpo para cegar mi razón.

Takano luce como si fuera un oasis en pleno desierto cuando es un maldito que me quiere asesinar; que codicia arrebatarme todo lo que tengo y evitar que corra por mi vida para que me entregue por voluntad propia a mi perdición; no puedo hacer eso; no lo dejare todo por alguien así; que solo ansia probarme para después arrojarme como si fuera basura.

Aunque no sienta lo mismo con Shin yo lo puedo aprender a amar; tan solo requiero de más tiempo para aclarar mi mente y sacar de mi corazón a esos ojos miel que me están enloqueciendo con las miradas profundas que me arrojan; hundiéndome en sus egocéntricos deseos; dejando que mis pasiones me nublen.

Suspire agotado permitiendo que el rostro de Takano se recostara en mi hombro mientras su ritmo cardiaco se aceleraba ante nuestra cercanía; me sobresalte al percibir como el corazón del azabache chocaba con ímpetu en contra de su pecho mientras su nariz aspiraba con algo de temor mi cuello; él es tan extraño, me asusta no poder leerlo; no tener certeza de que es lo que busca provocarme con esas tiernas palabras llenas de engaños; no ser capaz de apreciarme seguro entre sus fuertes brazos al saber que este no es mi lugar.

Cuando atravesamos un par de estaciones el más alto me indico que debíamos descender tomando con cariño mi mano mientras mis piernas flagelaban exponiendo los nervios de los que era víctima con esta clase de amorosa cercanía.

EL mayor me guio por las calles de la ciudad con una ilusa sonrisa hasta un callejón en donde mi boca fue llenada por una intensa amargura y mis puños apretados con impotencia al observar que era el mismo ridículo lugar en donde habíamos tenido el desagrado de conocernos hace un par de oscuras noches.

Sin darme la oportunidad de reclamar el más alto me arrastro hasta la pista de baile en donde se comenzó a mover de manera sensual al frente mío sin pudor alguno logrando que mi respiración se cortara y mi piel se erizara ante cada uno de sus insinuativos movimientos; inspire observando las ostentosas baldosas del lugar sin atreverme a mover los músculos.

“Ritsu no seas tan gruñón; si te traje acá es porque deseo enseñarte la armonía que nace con nuestros movimientos; déjame encender esa chispa negra de lujuria que te esmeras por ocultar” Musito llevando sus manos hasta mis caderas sin mi consentimientos; con furia desvíe la mirada negando sutilmente con la cabeza.

“No hare esto” Pregone con autoridad tensando todo mi cuerpo para que las caricias de mi acompañante perdieran efecto.

“Solo diviértete conmigo una noche” Me rogo subiendo hasta mi cintura para poder rozar nuestros pantalones “Regálame un par de minutos a tu lado en donde ambos nos perdamos en esta fantasía; en donde olvidemos por unos instante nuestra realidad” Levante con timidez la mirada paralizándome debajo de sus penetrantes orbes.

“¿Si hago eso dejaras de joderme?” El mayor se limitó a observarme con arrogancia apegando nuestras caderas con libídine.

“Te aseguro que después de bailar tú serás quien me ruegue por más” Declaro logrando que mi sangre hirviera de rabia por su egocéntrico carácter; olvidando todas las advertencias de mi mente decidí unirme a este desfile de locura sabiendo que el primero en caer rendido en este juego de insinuaciones seria él.

Arrojando de lado mi orgullo comencé a mover mi cadera de manera insinuativa mientras mis dedos recorrían juguetonamente los hombros del más alto; quien me observaba hambriento relamiéndose los labios como si yo fuera una  presa que él pudiera atacar.

La estruendosa música lleno todo mi ser de éxtasis y adrenalina mientras mi cuerpo era poseído por los rítmicos golpes de los extraños y mi razón cegada por las resplandecientes luces de neón que adornaban aquel bar; el azabache bajo su mano hasta mi espalda para acercarme a su pecho y comenzar a frotar nuestras caderas de manera lasciva aumentando la tensión que crecía entre nosotros.

Sin pensarlo subí mis manos hasta su cuello permitiendo que su sudor se adhiriera a mi piel en un delicioso tacto mientras su varonil aroma me envolvía como si fuera una deliciosa adicción; el mayor mi miro con seriedad provocando que toda mi estructura se paralizara y mis ojos ya no se pudieran liberar de los suyos.

En ese instante perdido en aquellas hermosas orbes que se asemejaban al oro; observando como las finas gotas adornaban su blanquecina piel; sintiendo su calor absorbiendo el frío de mi cuerpo y su torneado pecho rodeándome de manera protectora e insinuativa encendiendo un misterioso fuego en mi sangre; todas las demás sombras se esfumaron para que solamente me pudiera concentrar en él.

Yo sabía que tenía novio; estaba consciente de que Shin me miraría con desprecio ante este comportamiento, sin embargo, Takano es alguien especial; un hombre que despierta sensaciones de las que no estoy seguro de poder confrontar, quien obliga a mi corazón a retorcerse como si fuera esclavo de su sádica voluntad.

EL más alto se acercó a mi rostro inhalando su fresco aliento de menta sobre mi ansiado rostro; me observo con curiosidad subiendo una de sus manos hasta mis cabellos; por inercia cerré los ojos entregándome a esos adictos labios; omitiendo todos los avisos que me indicaban lo pecador que me había vuelto.

“Ritsu” Murmuro mi nombre acercándose hasta mi boca para poder rozarlas con sus tentadores y adictivos labios de tabaco; esto está mal; no puedo caer ante él; pero aun así mis piernas tiemblan con su presencia y mis emociones me piden que ignore toda mi razón.

“Perdonen que los interrumpa” Ambos nos apartamos confundidos al escuchar la voz de una ilusa chica llamarnos “¿Usted es uno de los casanovas de hielo?” Lo interrogo la muchacha con una notoria excitación reflejada en cada una de sus palabras.

“Takano Masamune; a sus servicios” Se presentó de manera galante el azabache observándome por el rabillo de su ojo mientras yo intentaba lidiar con una dolorosa presión que se hacía presente en mi pecho.

“Eres el diablo de ojos miel” Cuando esa mujer pronuncio aquellas palabras varias chicas emocionadas se posicionara alrededor de Takano como si él se tratara de alguna clase de estrella de cine o algo así.

Bufe molesto odiando a mi impulsivo corazón por haberse dejado llevar por sus falsos toques llenos de un inexistente amor; con pesadez camine hasta la barra en donde el peli negro me miro confundido con una pequeña sonrisa cómplice.

“Ritchan volviste” Pregono con incertidumbre analizando a su alrededor en busca de una respuesta mientras me intentaba preparar alguna especie de trago.

“El idiota de Takano me arrastro; esos malditos casanovas nos han acosado desde que los dejamos en ridículo” El mayor libero una pequeña risita asintiendo sutilmente con la cabeza para depositar una gran jarra de cerveza en frente mío.

“Estas celoso de las chicas que están a su alrededor” Mis mejillas fueron golpeadas por un profundo calor ante esas palabras, arquee el ceño listo para rebatir cuando el más bajo decidió proseguir con su explicación “Es normal que esos dos los hayan seguido; después de todo fueron los primeros en rechazarlos; pero no se dejen engañar por esas bellas mentiras, te aseguro que cuando tengan sexo él te desechara con asco como si ya no le sirvieras” Recordó con tristeza el joven de ojos café escondiendo su mirada debajo de su flequillo.

“Hablas como si tuvieras experiencia” Especule dándole un pequeño sorbo al amargo liquido; el cual quemo con descaro toda mi garganta.

“Takano siempre ha sido bisexual; digamos que yo fui uno de los muchos hombres que cayeron ante sus repentinos besos y me deje llevar por un par de horas” Murmuro logrando que mi corazón se oprimiera sin razón alguna al conocer la verdad “Ritchan ¿Sabes que fue lo único que me quedo al día siguiente?”

“¿Que?” Pregunte guiado por la curiosidad sin ser capaz de ocultar los temblores de los que era víctima mi labio al dolerme pronunciar aquellas palabras.

“Arrepentimiento” Sentencio el más bajo con seguridad “Cuando me desperté soló en una habitación de hotel con todo el cuerpo sucio me sentí asqueado; usado; como si me hubieran arrendado por una noche; ellos dos son una mierda de personas; solo saben jugar con los corazones ajenos; no caigan ustedes también” Me advirtió el peli negro golpeando infantilmente mi nariz para disipar la tensión.

“Lamento mucho eso” El chico de expresivos ojos castaños negó con la cabeza sin poder ocultar su sonrisa.

“Gracias a esa patética decepción conocí a mi novio Yukina; él es quien vigila la entrada” Mire con ternura Kisa intentando olvidar todas mis emociones por el azabache para concentrarme en mi nuevo amigo “Ahora que recuerdo tú dijiste que necesitabas empleo” Murmuro el peli negro apoyando su rostro sobre su mano.

“Sí; no tengo como pagarle la renta a Hiroki y me siento muy mal por eso” Musite depresivamente entrelazando nuestras miradas “Lo he intentado pero por mis nulos estudios nadie me contrata; estoy tan desesperado que aceptaría cualquier oferta” El mayor esbozo un travieso mohín recorriendo mi cuerpo con una promiscua mirada; trague con dificultad al ser víctima de un muy mal presentimiento delante de esos misteriosos ojos.

“Eres muy lindo Ritchan” Proclamo con satisfacción “Podrías trabajar de mesero conmigo; te darían muy buenas propinas los clientes con ese cuerpo tuyo” Sin poder contestar comencé a tartamudear ante la penosa situación.

Antes de poder responder percibí como alguien me tomaba de los hombros para tirarme hacia atrás; elevar mi mentón y morder mis labios con mucha lujuria y pasión para después lamerlos con ímpetu logrando que toda mi columna fuera recorrida por un poderoso escalofrió.

“Les dije chicas; es él al que deseo” Declaro con una sonrisa socarrona el azabache; satisfecho al ver a sus fanáticas retirarse del lugar.

“Vaya; vaya; el diablo de ojos miel prestándole atención a tan solo una de sus presas; debes estar muy obsesionado con Ritchan para hacer eso” El más alto frunció el ceño ante la burlona mirada de Kisa para después tomar un gran trago de cerveza; enredar sus manos entre mis cabellos sin mi consentimiento y acercarme a sus labios.

Cuando mi boca se unió a la del azabache no tuve oportunidad para batallar; porque en el instante que nuestras pieles se rosaron supe que aquella pelea ya la había perdido rindiéndome ante su delicioso sabor mientras mi cordura pendía de un hilo entre sus manos.

El mayor degusto lentamente mis labios disfrutando del doloroso ardor que nacía entre nuestras bocas ante tan fogoso contacto; sus manos se aferraron con más fuerza a mi nuca en busca de profundizar aquel prohibido contacto que llevábamos.

Con poderío mordió mi labio para obtener acceso a mi cavidad, mis piernas flagelaron al recibir a la cálida y húmeda lengua del azabache en mi boca acompañada del embriagador sabor del alcohol; el cual  destrozaba toda mi garganta con esa extraña mezcla de pasiones.

La temperatura entre nuestros cuerpo aumentaba mientas nuestras lenguas se acariciaban con seducción como jamás lo había hecho y nuestras salivas se mesclaban sin pudor alguno; volviéndome adicto a la esencia del mayor; aspire con fuerza su exquisito perfume logrando apagar toda mi razón mientras mis movimientos eran guiados por mi corazón.

El hombre de ojos miel esclavizo mi lengua ante cada uno de sus movimientos mientras mi cuerpo era poseído por unas extrañas corrientes eléctricas y me comenzaba a derretir delante de cada una de sus candentes caricias; con angustia roce la lengua del más alto quien al apreciar mi atrevimiento se aferró con necesidad a mis caderas.

Sin detenernos movimos en un acelerado vaivén nuestras bocas temiendo separarnos; gemí al percibir como el aire escaseaba y comenzaba a perecer en aquel dulce beso que desempeñábamos; cuando nos separamos con arrepentimiento lleve mi mano hasta mi boca apreciando que de esta caía un poco de cerveza.

Al observar la satisfecha sonrisa del mayor lo único que pude hacer fue correr hasta el baño para lavarme la boca deseando jamás haberme dejado llevar por sus expertas caricias; yo solo estoy confundido por Takano; Kisa tiene razón; esta clase de hombre es un rompe corazones que me dejara solo apenas despierte el sol; no me puedo permitir recaer entre sus brazos porque me soltaran; en él  no hay verdades.

Debo disculparme con Shin ante esta clase de acciones; no quiero una relación llena de mentiras, la única opción que tengo es esperar que me perdone al ver lo arrepentido que estoy; desearía que mi cuerpo y mi mente se estremecieran de esa manera con los hermosos ojos escarlatas de mi novio y no con este idiota; para él solo soy un juego.

Me sobresalte al escuchar como la puerta era azotada detrás de mí con algo de rabia; con temor observe al azabache quien se acercó con poderío acorralándome en contra de la pared apoyando sus manos en sobre cada una de mis muñecas para inmovilizarme.

“Solo admítelo de una vez Ritsu” Me pidió acercando su rostro al mío para respirar sobre este “Dime lo que quiero escuchar; que me amas, que me deseas, que quiere que te haga gemir como nadie más lo ha hecho, que anhelas que te lleve y te marque como si fueras mío” Apreté con rabia mis dientes ante ese poderoso semblante que me enseñaba.

“Tan solo me deje llevar por tu estúpido beso” Reclame enfadado con sinceridad “Fue un necio error subirte el ego de esta manera”

“Pídemelo y cumpliré cada una de tus fantasías húmedas conmigo” Murmuro lamiendo con lujuria mi oreja logrando que mi cuerpo se estremeciera “Te hare olvidar todo para que solo te concentres en mí; quiero saber cómo es que se escucha mi nombre siendo pronunciado por tus encantadores labios mientras te tengo entre mis piernas” Sin poder soportar más de sus tonterías arquee el ceño y me pare firme en frente de ese hombre.

“Jamás me tendrás” Proclame con seguridad sin dejarme aplastar por él “Nunca me entregare a alguien tan despreciable que me quiere solo para tener un rato  de éxtasis y después desecharme como si no significara nada” El azabache me sonrió de manera enigmática relajando con sutileza sus agarres.

“No te arrepentirás de tener una noche conmigo; ya lo viste, todas me desean amor y tú no serás la excepción” Rodee los ojos divertido por aquella actitud mimada que el más alto había adquirido ante sus autoproclamadas fanáticas.

“Si tanto sexo quieres ve con una de ellas y déjame en paz” Le pedí entrelazando nuestras miradas con intensidad.

“No” Me contradijo con poderío anulando la distancia entre nuestros acalorados cuerpo “A quien ambiciono eres tú” Pregono sin vacila aferrándose a mi cintura de manera afectiva “No sabes cuantos deseos tengo de marcarte como si fueras mío; de hacerte ver el cielo; de tener tu cuerpo y poseer cada uno de tus pensamientos, de llevarme lejos tu corazón” Parpadee confundido ladeando levemente mi rostro por la incertidumbre.

“¿Para qué diablos quieres mi corazón?” Le pregunte por inercia sobresaltándome al ver el confundido semblante del mayor.

“Yo no quise decir eso” Mintió desviando su mirada “Después de todo solo estoy jugando contigo; no me interesa ganarme tu amor o algo así” Al percibir como los brazos del más alto me liberaron no pude ocultar mi curiosidad para levantar el mentón del azabache y observarlo con detenimiento en busca de una explicación.

“Tú lo dijiste es solo sexo; eres uno de los casanovas de hielo que no se enamora de nadie, alguien que no muestras compasión al instante de agarrar el corazón de los demás para arrojarlo al suelo como si estuviera hecho de cristal; tu eres un egoísta” Corrobore incierto al contemplar algo de dolor en sus cálidas orbes miel.

“Contigo es extraño” Murmuro recuperando su razón “Mis deseos de tenerte crecen con cada instante que aspiro tu delicioso aroma y vislumbro esos sonrojos” El más alto llevo su mano hasta mi mejilla para acariciarla con dedicación “Ríndete de una jodida vez y dame lo que quiero antes de que enloquezcamos”

“Takano grábatelo en la cabeza; nunca dejare que me toques” Respondí acercando mi rostro al suyo de manera intimidante “Tengo un novio al cual no voy a traicionar por tu culpa; al que por cierto gracias a tus lujuriosos besos de imbécil le tendré que dar una que otra explicación”  Mis palabras lograron que la sonrisa de mi acompañante se ensanchara con ímpetu.

“Amo los retos” Pregono mordiéndose el labio “Yo me asegurare de tenerte jadeando debajo mío antes que el idiota de tu novio”

“Imbécil” Murmure alejándome de su lado para salir del local; no obstante; antes de poder huir la mano de Takano sosteniendo la mía me detuvo.

“Nos veremos muy pronto; mi Ritsu” Pregono con altanería lamiendo con lascivia un par de mis dedos provocando que mi piel se erizara.

Sin ser capaz de sostenerme más tiempo delante del azabache escape de aquel bar después de darle mis datos a Kisa para correr hasta la estación de trenes y analizar con dedicación nuestra penosa salida.

No logro comprender mi conflictiva personalidad, yo lo tengo todo con Shin; jamás me faltara nada a su lado y hemos esperado mucho tiempo para poder estar juntos, hemos pasado por mucho para finalmente sentir nuestras pieles y aspirar nuestros aromas.

Ese maldito casanova me ha hechizado de maneras que no logro comprender, me ha maldecido con esas lujuriosas caricias y me he llevado al borde de la locura con sus palabras, no estoy pensando con claridad; no puedo permitir que se meta así en mis pensamientos, debo escapar antes de que sea muy tarde; este juego se acaba aquí.

Nowaki y Takano nos han acosador con el único propósito de usarnos como si fuéramos unos prostitutos, ni Hiroki ni yo caeremos ante esos ojos que solamente saben reflejar mentiras; sin importar lo bellos que sean los versos que se escapan de sus usados labios; esos besos; esas palabras, sus mimos; en todo hay veneno.

Intentando relajarme camine observando con melancolía el anochecer hasta mi departamento aspirando despertar de esta pesadilla para poder huir;  odio sentirme tan vulnerable ante los ojos de Takano; que juegue con mi mente de esta manera; que me impida huir cambiando de humor como si no  supiera lo que desea de mí; todo esto me desespera.

Con un rostro masacrado ingrese a nuestro apartamento observando al castaño quien reposaba en el sofá con una expresión similar a la mía; de seguro a él también lo han confundido las mentiras de la víbora de ojos azules.

“Ritsu ¿Qué rayos fue lo que te paso?” Me pregunto con una destacable ansiedad siendo arrastrada por su garganta.

“¿Qué iba a pasar?” Pregone con sarcasmo esbozando una mueca  “La cita fue un asco; Takano es un acosador que no se quiere rendir; ¿A ti como te fue?” Parpadee un par de veces al observar las sonrojadas mejillas del más alto quien frunció levemente el ceño ante sus recuerdos.

“Nowaki es igual; solo quieren sexo y lo peor es que mi cuerpo reacciona” Sin poder evitarlo revolví sus cabellos creando una amistosa atmosfera de confianza en la que ambos nos permitimos exponer nuestros problemas.

“Comprendo bien cómo se siente” Me recosté en el sillón con depresión deseando sacar esos luminosos ojos de mi mente y borrar aquellas engañosas memorias “Pero esa no es la peor parte” Masculle con una penas audible hilo de voz “Conseguí empleo” NO me atreví a ver a Hiroki conociendo de ante mano su reacción al enterarse del penoso trabajo que había obtenido con la ayuda del expresivo oji café.

“Eso es fabuloso Ritsu; ¿Dónde es? ¿Haciendo que?” Me ruborice cubriendo mi rostro con ambas manos para no tener que lidiar con la poderosa vergüenza que me carcomía en estos instantes sin piedad alguna.

“En el estúpido bar de los casanovas de hielo en donde trabaja  Kisa” El castaño chasqueo su lengua con ira tirándose levemente sus cabellos en señal de frustración; sabiendo que no debía mentirle a mi único amigo en esta ciudad continúe con mis verdades “Eso no es todo; Kisa me ofreció un empleo de medio tiempo para ti”

“¿Ritsu pero que mierda?” Me pregunto enojado el más alto golpeándome la cabeza con el ceño fruncido “La idea era alejarse de ese par de imbéciles obsesionados con el sexo; no acercase para convertirnos en los acosadores” Suspire resignado exponiendo mi débil y arrepentido semblante a esos compasivos ojos avellana.

“Ya lo sé; pero necesitamos el dinero; mira cómo vivimos Hiroki” Le pedí sin intenciones de ofender su estilo de vida “Y pues tus turnos como mesero serian en la tarde; sé que recién estas dando clases hasta medio día; esto no interferirá ni con el trabajo ni con los estudios” El mayor relajo su expresión esbozando una mueca que no logre descifrar.

“De hecho eso ha sido bastante inteligente” Mascullo batallando en contra de su orgullo para aceptar la tentadora oferta “Ahora estoy con más tiempo libre y menos estresado; sí me caería bien el empleo si es a tu lado” Accedió en estado de shock sin atreverse a mirarme a los ojos al seguramente recordar a los casanovas.

“También me parece que es una tentadora oferta, pero esos dos me molestan” Farfulle cruzando los brazos sobre mi pecho.

“Ritsu hagamos un pacto acá y ahora” Me ordeno el mayor sentándose derecho en el respaldo del sofá para darme la mano “Prometamos jamás volvernos a dejar caer por ese par de imbéciles; juremos no entregarles nuestros corazones” Sonreí de manera cómplice enredando mi meñique al del más alto para acceder.

“Entre nosotros nos protegeremos de ese par de casanovas” Pregone con orgullo asintiendo con emoción mi cabeza.

“Enseñémosle quienes son los verdaderos corazones de hielo”

Notas finales:

Que? No es un buen casanova si no tiene un club de fans desesperadas para entregarse a él jaja pobrecitos tienen mala fama en el bar.

Y pues efectivamente mis dos ukes se acercan involuntariamente a sus amados semes.

Ya veran quien se rinde primero.

Espero que les haya gustado; mil gracias por leer y ojala comenten <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).