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Casanovas de hielo por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Pues para los que leen mis nuevas historias saben que habia prometido actualizar ayer y para el colmo otros fics; pero perdón me deprimi bien feo y no fue por este fic pero el aviso va general.

Para que comprendan a esta conflictiva autora; yo soy una persona que se desmorona por malas palabras y que florece por las que alimentan; si dejan un mal comentario quizas para ustedes palabras como asco u horrendo no tengan peso; pero para mi lo tienen y mucho...por eso si de critica se trata, intenten no usar despectivos y juntos podemos arreglar los capitulos; la idea es que la historia sea de su agrado.

Sé que solo son fics a vista de todos; digo; no hay porque darles más importancia; son historias de ficion y ya; pero para mi son un pedacito de mi corazon, asi que si van a decir algo por favor con cuidado porque yo todo me lo voy a tomar medio personal aunque no haya sido su intencion.

Ante muchos son solo historias inspiradas en Nakamura; para mi; mi desagogo, mi rincon de descanso, mi manera de revivir mis emociones; mi pretenciosa realidad; por eso las defendere con lo que tengo.

Sin más este capitulo va para Pamela Perez que me pido actualizar este pronto; espero que les guste <3 <3

Nowaki Pov

Amor; esa es una palabra desconocida en mi vocabulario; una emoción censurada en mi piel; un pensamiento pecaminoso en mis divagaciones; eso léxico prohibido solo trae dolor; yo mejor que nadie sé eso.

Cuando te enamoras te abres a otra persona; te expones, le permites ingresar en lo más recóndito de tu alma para que conozca tus debilidades; le enseñas que en tu corazón aún hay un pequeño niño asustado quien le teme a la oscuridad y espera que lo salven de esta tortuosa soledad que con descaro consume cada una de las respiraciones que su deplorable organismo intenta sostener; cuando le das a alguien esas palabras te estas condenando a una destrucción voluntaria; pronunciarlas implica haber pedido la batallar.

¿Cómo lo sé? Porque yo alguna vez le enseñe esa parte delicada a mi novia de quien estaba sumamente enamorado; sin embargo, lo único que hizo ella conmigo fue sonreírme con sadismo mientras ese mismo labial que tanto me embelesaba manchaba mis deseos y me enseñaba mi brutal realidad.

EL amor no existe; solo el deseo y la lujuria, los seres humanos somos animales que solamente saben usar a los demás como sí de embaces vacíos se trataran; a mí la vida me abofeteó en el rostro para después escupirme en mis ilusiones y patearme con su frio tacón justo en el centro de toda mi ingenuidad; no caeré dos veces.

Debo admitir que gracias a ese hombre de ojos avellana he estado reviviendo sensaciones que pretendí olvidar; no obstante, me esmero en creer que lo mío tan solo es una enfermiza obsesión por probar su cuerpo en lugar de alguna especie de enamoramiento; yo no le puedo volver a dar ese poder a nadie sobre mí; si permito que me destrocen nuevamente por voluntad propia significa que ninguna de las lágrimas que derrame por ella ha valido la pena.

MI corazón es frágil; por eso prefiero que nadie ingrese en él; jugar con las personas es más sencillo y me da la falsa ilusión de tener a alguien que le importo a mi lado en lugar de garras interesadas en mi renombre de casanova.

Lo mejor sería acabar rápido con Hiro-san; lo correcto es que se rinda ante mis encantos y se dejé someter; que me permita acariciar con lascivia esa cintura tan esbelta que me enseña y conocer cada una de sus expresiones; porque esta testarudez que estoy desarrollando con él me está matando con lentitud.

Ya no pudo dormir en las noches sin pensar en el castaño; en vacaciones he acabado recurriendo a cada una de sus clases solo para escuchar su voz y en el bar lo contemplo hambriento ahora que él comenzó a trabajar ahí en lugar de buscar nuevas víctimas; ¿Pero qué rayos pasa conmigo? La manera en que él se ha adentrado en cada uno de mis pensamientos es inusual y me asusta, tan solo ambiciono acabar con todo esto antes de que mi adicción ya no tenga cura.

Masamune está igual con Ritsu; ambos negamos lo evidente por temor, sin embargo; nuestras pasiones se delatan cuando sonreímos embobados contemplándolos trabajar; cuando nos enfadamos con las sonrisas que les arrojan los otro clientes o las miradas insinuativas que se ganan esos perfectos rostros; detesto que los demás observen lo que he marcado como mío; pero más aborrezco esta clase de pensamientos tan posesivos que pregone por mi salud emocional jamás volver a revivir para ya no tener resentimientos sobre aquel romance con Erika.

Gracias a lo tercos que nos hemos vuelto nuestra fama de casanovas ha aumentado al igual que nuestras pretendientes; debo admitir que me agrada cuando ambos castaños nos miran con el ceño fruncido delante de otra conquista; me gusta mucho que Hiro-san me desee de la misma manera que yo a él aunque me lo niegue.

Esto no ha sido fácil; tener que poner en batalla mi mente y mi cuerpo para que se pongan de acuerdo en como reaccionar ante las hermosas expresiones que me ofrece el de ojos avellana es un martirio; yo no soy bueno para el amor; soy un asesino del romance; lo más sensato sería que todos rehuyeran de mi presencia y corrieran como si de una especia de demente me tratara; pero él no hace eso; el castaño no me teme ni se me acerca tan solo por mi popularidad con las mujeres y esa clase de actitudes tan solo me impulsa a caer más bajo por él.

Observé con el rabillo de mi ojo a Masamune quien traía una lustrosa sonrisa mientras suspiraba de manera ingenua ante sus propios pensamientos, no pude evitar liberar una risita risueña mientras seguíamos caminando hasta la facultad de literatura; lugar en donde nos encontramos con nuestras victimas cada mañana.

“¿Por qué tan contento?” Lo interrogue alzando una ceja sin encubrir la alegría que me daba ver al diablo de ojos miel con ese encantador semblante.

“Ritsu” Musito iluminando sus ojos “Desde que ambos trabajan en el bar he podido pasar más tiempo con él; tú has seguido a Hiroki en cada una de sus clases; y yo a Onodera a cada lugar que va; porque después de que mi castaño ayuda a tu victima a llevar sus cosas él obligatoriamente tiene que pasar todo el resto del día conmigo” Suspiro sin importarle lo macabras que sonaron sus palabras con esa clase de acosadores planes.

“Llevamos mucho tiempo trabajando con ellos” Musite observando con melancolía las imponentes puertas de la facultad.

“Lo sé” Musito el mayor contemplando el suelo con una mirada llena de nostalgia “Pero lo más extraño es que me gusta esmerarme todos los días por él” Un suspiro optimista se escapó de mi garganta al tener la misma clase de ingenuos pensamiento que mi amigo.

“Aunque suene tonto; a mi también me agrada verlos a diario” Lo apoye entrelazando nuestras miradas con seriedad “Pero recuerda nada de andarnos enamorados como los débiles, tan solo es una increíble atracción” El azabache bufo revolviendo sus cabellos con un aire de arrogancia y poderío.

“¿Enamorarse? Debo admitir que me gusta mucho; pero Nowaki; tú y yo no somos principiantes, tan solo nos obsesionamos con un desafío” Me apoyo mi cómplice ingresando al aula en donde ambos castaños apoyaban las pilas de papeles sobre el escritorio.

“Buenos días amor” Salude al oji avellana quien arqueo el ceño bastante molesto por mi presencia; debo admitir que me encanta que se enfadé conmigo porque se ve bastante adorable; además ese carácter tan determinado que tiene me embelesa.

“¿Qué no se cansan de acosarnos? Ya va una semana desde que nos siguen en el bar y la universidad” Se quejó mi linda victima cruzándose los brazos con enfado mientras el menor observaba con rabia a mi amigo.

“¿No me vas a saludar con un besito?” Le pregunto el azabache provocando que el más bajo resoplara con molestia y se pusiera a la defensiva.

“Ya dejen de seguirnos de esa manera; Takano me has imposibilitado pasar tiempo a solas con Shin porque nos has seguido hasta nuestras citas” Se quejó el oji verde sin dejar de fulminar a mi compañero con la mirada “Como me arrepiento de no haberme fijado sobre la llave que conservaron” Farfullo sacándonos un par de risas divertidas ante el descuido que tuvieron al nunca pedirnos la llave que les robamos.

“Bien Ritsu; nos vemos en un par de horas en el bar; yo tengo clases que dar” Aclaro mi presa pasando con gélido a mi lado.

“Nos vemos; yo me voy con Shin” EL azabache abrazo posesivamente de la cintura al menor quien se limitó a caminar al tener la certeza de que sin importar lo mucho que reclamara no se quitaría a Masamune de al lado.

Con una sonrisa socarrona me dirigí al aula sentándome en la primera fila para poder contemplar al castaño en todo su esplendor toda la mañana; el mayor me miro con molestia temblando levemente al observar cómo me relamía los labios al recorrer su hermoso cuerpo con mi hambrienta y evidente mirada.

“¿Qué tú no estudias medicina?” Me pregunto alzando una de sus cejas en busca de disipar la tensión sexual que nacía entre nosotros.

“Sí; pero tú enseñas literatura, y debo vigilar que a mi linda presa nadie más lo mire teniendo fantasías sucias” El mayor se ruborizo furiosamente ante mis descaradas palabras trepidando ligeramente ante nuestra repentina soledad en el salón.

“No todos son tan descarados como tú” Murmuro acercando su rostro hasta el mío de manera desafiante.

“Eso me convierte en alguien especial en tu vida” Susurre con sensualidad acercándome hasta su oreja para poder morderla logrando que el castaño liberara un inconsciente jadeo que me excito de maneras que no puedo describir; he estado con cientos de personas, pero ninguna es como él; nadie se asemeja a Hiroki.

“Deja de seguirme a todos lados; de verdad comenzare con los trámites para una orden de restricción” Sin querer seguir escuchando más de sus reclamos tome sus mejillas entre mis manos y comencé a  mover mis labios al compás de los suyos degustando aquel delicioso y adictivo sabor  que me ofrece su boca.

El mayor me trato de empujar en vano al reforzar mi agarre en sus cabellos; con poderío y lujuria metí mi lengua en su cavidad embelesándome con cada centímetro de aquel cálido; húmedo y suave ambiente; con necesidad me dedique a marcar cada parte de él como si ansia que me perteneciera por siempre mientras sus forcejeos comenzaban a cesar.

Mi lengua comenzó a someter a la suya en un delicioso vaivén que mesclaban nuestras salivas sin pudor alguno; mi corazón se estrechó en contra de mi pecho; mi respiración se agitaba, mis nervios afloraban mientras mi cuerpo se veía sometido ante sus caricias inconscientes y mi espíritu se volvía esclavo de esa esencia.

Con fuera aspire el delicioso y toxico perfume que emanaba de manera natural su piel mientras mis manos no podía dejar de recorrer su delicado y níveo cuello; el oji avellana se había convertido en una dulce obsesión de la que no me quería librar; de la que anhelaba cada vez poder conocer un poco más; tan placentero, tan exquisito y tan aterrador que me paraliza.

Un fuerte ruido en la puerta nos sacó de nuestro romántico trance, con molestia libere al más alto de nuestro abrazo observando con odio y desdén al joven que me apreciaba con repudio y frustración ante mi cercanía con Hiro-san.

“Tsumori; esto no es lo que parece” Se excusó el castaño con un hermoso rubor poseyendo sus mejillas.

“No se preocupe sensei; no vi nada, no quiero meter en problemas a mi maestro favorito” Declaro con galantería el rubio revolviéndole los cabellos con afecto al mayor quien suspiro aliviado “Pero él irrespetuoso e insolente mocoso que solo viene a gritarle cosas vulgares en las clases debería dejar de revolotear a su alrededor; odio que nos interrumpa” Bufo por poderío el joven de ojos cafés siendo ignorado por mi arrogante personalidad.

“Solo vengo a cuidar lo que es mío” Masculle con rabia guardando silencio al observar como el resto de la clase llegaba.

Tsumori; como aborrezco a ese hombre; desde el primer día que comencé a seguir al castaño me percate de la juguetona mirada que ese alumno le dirige en clases, me enfada como recorre su cuerpo hipnotizado por sus caderas y como le habla con una falsa ternura e ingenuidad a quien es mío; detesto a este hombre porque es un rompecorazones como yo; sé de lo que somos capaces por un acostón.

Yo conozco a los de mi tipo; un mujeriego con aires de grandeza quienes se esmera en obtener lo imposible y ¿Qué mejor que un romance con el maestro para obtener renombre? Él me enfada, por esa razón siempre lo trato de mantener al margue con el oji avellana para que no lo toque más de lo necesario.

ÉL me enferma al aparentar ser perfecto y tener un gran amor por la literatura; cada una de esas obviamente son tácticas para llevarse a mi victima a la cama; sin embargo, yo no lo permitiré, no dejare que lo aparte de mí porque él es mi obsesión; mi droga, mi dulce confusión, no se lo cederé nadie más.

EL resto de las clases que el castaño dirigió con maestría no deje de suspirar por cada uno de su gestos; en este tiempo he observado y aprendido tantas cosas de este enigmático y determinado chico; Hiroki es un joven quien se esmera porque todos entiendan, cuando alguien se complica él se queda hasta horas tardías explicándole; cuando algo no le agrada frunce levemente el ceño, al estar nervioso agita las manos, se revuelve los cabellos si una pregunta lo absorbe, le ponen nervioso mis miradas y lo que más me cautiva es que cuando se profesa satisfecho me enseña esa hermosa sonrisa que me ha embrujado.

Me da miedo pasar por esto otra vez; tener que sobrevivir una especie de relación adolecente en donde se crean expectativas y se imaginan un futuro juntos; eso es algo que yo ya viví;  algo por lo que ya he sufrido, no me arriesgare dos veces; tan solo quiero conseguir mi noche de lujuria para poder liberarme de las cadenas que él me ha impuesto.

Yo soy una asesino del amor, no tiene sentido que pretenda ser otra acosa, soy la víbora de ojos azules; nadie más; cuando esto se acabe por temor regresare a mi existencia llena de adicciones y pasiones vacías al igual que Masamune; nosotros no somos hombres que pueden amar con sinceridad; somos homicidas del afecto.

Cuando los tres periodos que el más alto impartía se acabaron pude salir de mi trance al observar como los demás a mi alrededor se levantaban en busca de sus cosas para marcharse a sus hogares o ir a comer algo con sus amigos; con movimientos felinos me levante de mi asiento ante la cansada mirada del mayor quien me sonrió con sutileza ante lo infantil que debí parecerle; él no es lo que esperaba, pero eso no me molesta.

Me acerque con lentitud provocando que el más alto se estrellara en contra de la pizarra hasta que percibí como un agarre me frenaba y me empujaba con sutileza lejos del castaño para llegar primero; mis cejas se arquearon con ira al contemplar como el rubio le lanzaba una risueña sonrisa a mi presa.

“Sensei; lo quiero felicitar por nuevamente haber hecho una excelente clase, usted me inspira de tantas maneras; yo lo admiro mucho y le tengo un cariño muy especial” Declaro el oji café sin vergüenza alguna ignorando mi presencia como si me tratara de alguien irrelevante en su proeza de conquista.

“Gracias” Musito con un tímido rubor encendido en sus mejillas; gesto que me enfado “Es muy grato que te agrada lo que hago”

“Me agrada; pero más me gusta usted” Pregono el rubio dejando atónito al oji avellana quien no parecía poder comprender sus palabras “Yo quería saber si te gustaría acompañarme al centro comercial para hablar de literatura e intercambiar gusto o algo así” Musito con una risa nerviosa el más alto desatando mi ira.

“La verdad es que” Sin permitir que mi victima contestara me pare con ímpetu entre ellos separándolos con recelo.

“NO” Grite con poderío tomando del brazo al castaño para llevarlo a la estación de trenes sin permitirle contestar la invitación del oji café.

“Nowaki” Me llamo con incertidumbre el mayor tratando de liberarse de mi agarre el plena calle en vano al ser más débil que yo “¿Pero qué rayos te pasa con Tsumori? No comprendo porque lo tratas de esta manera cuando él es bastante amable” Se quejó logrando que mi sangre hirviera; odio que haya de otro hombre, me enferma que le sonría  a los demás  y me detesto por tener esta clase de pasiones.

“No te le vuelvas a acercar” Pregone con poderío ingresando al vagón del tren en donde lo acorrale con ímpetu “No dejes que te mire así; no permitas que otro hombre te seduzca porque no te lo perdonare” Esas preciosas orbes avellanas se abrieron incrédulas ante mis palabras mientras un adorable mohín que erizo cada poro de mi piel se trazaba en esos carnosos e hinchados labios por mis caricias.

“¿Estas celoso de Tsumori?” Me pregunto incrédulo; lo único que pude hacer fue acercarme más a su cuerpo el cual se encontraba acorralado en contra de una de las paredes del tren para abrazarlo ante mi inseguridad.

“Por supuesto que no” Musite aspirando con necesidad su dulce aroma “Pero él también es un casanova que te quiere en su cama por una noche y a mí me jode que se metan con mis víctimas, tú no eres de él; recuerda que me perteneces” Declare de manera celosa alzando su mentón para unir nuestras miradas.

“Yo no te pertenezco” Me contradijo arqueando las cejas levente mientras su cuerpo batallaba por no reaccionar a mis toques.

“Desde la primera mirada, desde la primera respiración, desde el primer; toque tú has sido mío” Proclame con poderío aferrándome a sus caderas “Si te quieres deshacer de la maldición que te impuse dame lo que quiero; entrégate; sométete a lo que soy; disfruta conmigo y fúndete en mi cuerpo” EL más alto me trato de empujar con fuerza en vano al no poder separarse de mi pecho el que lo aprisionaba con intensidad.

“Deja de decirme frases baratas de seducción en todos lados” Se quejó sin salida alguna relajando su organismo; provocando que mi corazón golpeara con ímpetu mi piel al sentir su rostro descansar sobre mi cuerpo; una sensación única y bastante agradable.

“Ábreme tus piernas y únete conmigo” Pregone sabiendo que aquel comentario lo apenaría y enfadaría “Jadea para mí; sonrójate ante mis tactos, quema tu piel y enloquéceme, hazme perder la cordura con cada una de tus expresiones” El castaño se limitó a chasquear la lengua enfadado sin alzar su cara privándome de contemplar su hermosa expresión.

“Tienes suerte de que el tren este vacío y nadie más te haya escuchado o te noquearía con fuerza por apenarme así idiota; pero ya me estoy acostumbrando; ya no me afectan tanto tus frases pornográficas” Pregono victorioso separándose un par de centímetro de mi pecho “No eres tan buen casanova después de todo maldito arrogante” Declaro con una sonrisa orgullosa que erizo mi organismo.

“Las frases jamás se me acabaran hasta que te rindas porque cada día te deseo más; cada minuto que pasa fantaseo con saborear cada parte de ti y ver cómo te estremeces entre mis brazos” El castaño se volteó con unos notorios nervios ante mis palabras dándome la razón en esta discusión de miradas “Prometo desatar al animal que hay en ti”  Mi victima sin tolerar más me dio un fuerte pisotón para que guardara silencio.

“Como odio que me persigas todo el día con esas clase de palabras” Mascullo con ira apretando sus puños sin despejar la vista de la ventana que estaba a su lado “Quiero que te rindas y me dejes en paz; no me agradaría ir a prisión por algún asesinato” Una pequeña risa se liberó de mis labios mientras mis manos por inercia recorrían sus sedosos cabellos.

“No me importaría morir si es entre sus brazos” Musite recostando mi cabeza sobre su hombro todo el resto del camino sin poder dejar de contemplar las múltiples expresiones que me enseñaba debajo de esa frágil armadura que se empeñaba en ponerse.

No me gusta como mi cuerpo cuando se junta con el suyo ya no se quiere apartar; como mi mente se niega a borrar esos hermosos ojos avellana de cada una de mis ensoñanzas, como mis deseos se centran en cada parte del mayor y como mis emociones se disparan con cada una de sus acciones; yo odio tener que vivir esto de nuevo, es una pesadilla que no ansió volver a cruzar, es un martirio por el cual me niego a pasar.

Las personas dicen que el amor es algo bello que hay que cuidar para que esté prospere y se transforme en una preciosa flor que se debe atesorar; sin embargo, bien sé que uno de los dos integrantes de una relación siempre querrá tomar entre sus garras aquella frágil planta para apresarla y destrozar todo lo que han construido; el amor no es un sentimiento real; tan solo la lujuria y el deseo.

Me he esmerado tanto por grabarme esa mentira que he acabo creyéndomela e intoxicándome con mi propio cinismo y sin querer arrastrando a Masamune hasta este mundo vacío lleno de gemidos desconocidos y sudores ajenos; a veces yo mismo me doy asco con lo que estoy haciendo; pero necesito profesarme valorado.

Sin darme cuenta ambos llegamos hasta nuestro destino en donde caminamos al bar sumergidos en un desagradable silencio; con temor me aferre hasta la cintura del castaño sabiendo que el dulce tacto de su delicada piel me tranquilizaría.

Sonreí con ternura al observar como mi cómplice ya se encontraba en el lugar mirando con cautela cada uno de los movimientos de Onodera detrás la barra del bar; con una sonrisa socarrona me posicione a su lado observando como mi presa se ponía el pequeño delantal blanco para poder atender a los clientes.

“Ustedes si que son patéticos” Cantoneo un molesto peli negro colocando un brazo alrededor de nuestras victimas “Ya dejen de molestar a Ritchan y a Hirochan; ellos no los quieren acá, mejor váyanse por sus caserías regulares” Nos pidió el oji café logrado que el cuerpo de nuestros castaños se relejaran.

“Kisa tiene toda la razón; ya largo; se supone que este es su bar, váyanse a molestar a otras personas” Nos pidió el chico de ojos verdes tensándose levemente por la arrogante mirada que le ofrecía el azabache.

“Iría de casería pero mi linda víctima se encuentra acá” Musito mordiéndose el labio con lujuria sin dejar de repasar el cuerpo de Ritsu.

“Al menos déjenos hacer bien nuestro trabajo; asustan a los clientes estando siempre de guardia en la barra” Bufo molesto mi ojo avellana cruzándose los brazos con ímpetu sin quitar el brazo del infantil oji café de su hombro.

“Es verdad; déjenlos hacer su trabajo o le pediré a Yukina que los saque” El azabache y yo nos limitamos a suspirar para después asentir con la cabeza.

“Bien, pueden hacer su trabajo; pero no le sonrías a otros hombres Hiro-san o me pondré a la defensiva” Le advertí recordando con asco el desagradable encuentro con él hipócrita de cabellos rubios quien pretende ser un príncipe en lugar de un repulsivo escorpión.

Sin ser capaz de despegar mi atención de los movimientos del castaño lo vigile en cada una de las atenciones que le entregaba a sus clientes; gruñendo ante las miradas coquetas que estos le arrojaban a mi ingenua víctima, con  poderío lo único que pude hacer fue pedirle  Kisa un vaso de cerveza mientras me mordía el labio con recelo al saber que no tenía ningún poder de reclamo para pedirle que los dejara.

Me enfada esta situación; saber que él no es nada mío y aun así guardarle rencor a cualquier otra persona que acapare su atención; tener la certeza de que ambos tan solo estamos jugando pero aun así parecer una especie de novio celoso con las miradas que los demás le ofrecen; todo esto me enferma, como lo detesto.

Sin querer aguantar más mis propios pensamientos tome con autoridad la jarra para permitir que el amargo sabor bajara por mi garganta y quemara mis temores juntos  a mis maltratadas memorias de un amor fracasado.

Con el rabillo de mi ojo observe como Masamune apretaba la mandíbula con fuerza al contemplar como un hombre de cabellos platinados le ofrecía su número de teléfono a Ritsu; esto es peligroso, ambos estamos cayendo por esos dos; así no es el plan; no debemos permitir que ellos no venzan; después de todo tenemos corazones de hielo que no se van a derretir sin importar las miradas de falso amor que no entreguen.

“Vaya; sí que les pego duro ese capricho” Musito el peli negro analizando nuestras acciones hacia los castaños “Jamás los había visto tan atentos a sus víctimas” Murmuro para sí mismo ganándose nuestra atención.

“Es porque ninguna ha sido como Ritsu; él es tan diferente, no me importa que tenga novio; yo me asegurare de convertirme en su todo” El oji café apretó con rabia el paño con el que estaba limpiando los brazos para fulminarnos con la mirada.

“¿Para qué?” Pregono con asco esbozando una mueca que erizo mi piel “¿Para qué mierda los quieren obsesionar con ustedes? ¿Para qué esforzarse tanto en conseguir una noche con ellos si al final despertaran solos en la cama? No se atrevan a hacerlos sufrir, ellos se han convertido en mis amigos y no les perdonaría que los lastimen de esa manera” Mascullo con poderío el más bajo logrando que la culpa nos consumiera.

“Shouta si esto es por todo lo que paso entre nosotros; en verdad lo lamento; pero tú conocías los riesgos de pasar tan solo una tarde conmigo; ambos sabíamos que las cosas no iban enserio” Se disculpó de manera galante y sincera mi amigo; logrando que la sorpresa se posara en el joven de cabellos negros.

“No lo digo solo por eso” Musito bajando con sumisión la mirada “Llevo años tolerando que vengan acá y destrozan a las mujeres inocentes que quieren un amor de verdad; llevo demasiado tiempo vislumbrando cómo le quitan la lucidez y vitalidad a cada una de las que les sonreí; yo no quiero ver que eso le pase a los que me importan; yo tuve suerte de que después de la mierda que me hicieron pude conocer a mi pareja, pero no creo que Ritchan y Hirochan sean capaces de levantarse si los golpean como lo hicieron conmigo” Esas palabras que nos entregó el oji café clavaron una desagradable duda en lo más profundo de nuestras almas; lastimarlos, sabíamos que debíamos hacer eso, después de todo tan solo los queríamos usar, pero la idea me dolía ¿Por qué rayos debo sentir una opresión en mi pecho al imaginar que sus ojos se apagarían?

“Nosotros no tenemos” Kisa se limitó a hacernos una seña con la mano para impedir que nos siguiéramos excusando.

“Nowaki Kusama; la víbora de ojos azules, Takano Masamune; el diablo de ojos miel; esos son sus nombres; ¿Cierto?” Nos preguntó con sarcasmo alzando una de sus cejas sin buscar una respuesta concentra con sus indagaciones “Son conocidos como los casanovas de hielo por lo gélido que tratan a sus víctimas, no me traten de engañar ahora con alguna mentira de que se han enamorado o algo así; acá los tres sabemos que ustedes no son capaces de sentir preocupación genuina por alguien más” Nos atacó el más bajo para después dejarnos con la intención de ir a ayudar con los pedidos a nuestras presas.

“Supongo que tiene razón” Susurro el azabache jugueteando torpemente con sus manos al estarse quebrando su máscara.

“Ambos sabíamos que ellos no terminarían bien en este juego; la cosa es que se entregue y después los podamos desechar y ya” Musite con un desagradable sabor siendo arrastrado por mi garganta al pronunciar aquellas verdades.

“Solo quiero usar a Ritsu; él después se ira con su novio, se casarán y harán todas esas cosas; y yo quedaré como un miserable recuerdo” Mascullo el mayor sin ser capaz de disimular la ira y desagrado que le provocaba esa imagen.

“Y Hiro-san seguirá creciendo como maestro y caerá por despecho entre las garras de un imbécil como Tsumori; eso es lo que estamos buscando” Corrobore esbozando una mueca deforme ante la simple idea del rubio teniendo algo que es mío entre sus manos; por algún motivo desconocido no quería permitir que eso ocurriera.

“Solo una noche; no es bueno enamorarse” Me apoyo el azabache acariciando con compañerismo mi espalda.

“Masamune; con Erika atravesé el mismo infierno; fui patético; cumplí con cada uno de sus caprichos con tal de ver una sonrisa en sus labios de carmín; no pasare por eso otra vez, lo lamento mucho por ellos dos, pero no podemos ceder o acabaremos destrozados” Pregone con autoridad atrayendo la mirada del castaño.

“Lo sé; no quiero que me lastimen; además la atracción que sentimos es muy poderosa, es eso lo que nos fuerza a tener esta clase de pensamientos” Se excusó el azabache suspirando por las orbes verdes de Onodera.

“No caeremos ante ellos; los conquistaremos en una noche de locura y desenfreno y luego pretenderemos que ni si quiera los conocemos” Musite ignorando la naciente opresión que atacaban mi pecho al observar una pequeña sonrisa en los labios de mi victima ante mi desesperación; esto es muy malo.

“Es lo que prometimos” Me acompaño el mayor entrelazando nuestras miradas para sellar el pacto silencioso que acabábamos de realzar.

Notas finales:

Bueno usualmente mis lloriqueos emocionales duran más con los comentarios y todo eso..pero me llamaron hoy  y resulta que desde el sabado comienzo con clases ademas del trabajo... asi que... no hay tiempo para llorar!! Maldicion 12 fics activos; no duermas; actualiza!!

Puf jaja lo repito soy un asco en organizacion, soy de lo peor..lo se T_T

Y por cierto; sip Tsumori se une a la pelea jaja creyeron que se la dejaria tan facil a Nowaki? Nop; él es un casanova y Tsumori en contraste un lindo estudiante amante de la literatura; mi oji zafiro apurate para que no caiga con el rubio!!

Espero que les haya gustado; ojala comenten: cualquier critica haganmelo saber pero por fis sin despectivos y mil gracias a todos los que leen <3 <3


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