Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Casanovas de hielo por Chiaki28

[Reviews - 335]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Ya se!! Es muy tarde por acá, lo lamento, ademas estaba algo atrasada porque me cambiaron de area de trabajo </3 ha aprender todo otra vez más.

Pero aca les traigo la continuacion y la verdad me emociona mucho porque ya llegue a la parte que queria en el fic...y eso que esta historia iba a tener como 10 capitulos y ya...lo repito jamas confien en los tiempos que les doy.

Espero que les guste <3 <3

Hiroki Pov

Esto es ridículo; lo único que yo deseaba era ejercer mi nuevo cargo de manera lustrosa ganándome las miradas de admiración y fascinación de los más jóvenes; cosas como el amor no eran importante en mis pensamientos; la pasión era un término que no exista en mi diccionario y poseía el control de cada una de mis emociones.

Como añoró aquellos tranquilos días rebosantes de paz antes de ir al bar y conocer a ese par de casanovas que han irrumpido en nuestras vidas como si se trataran de alguna clase de agentes en busca de perseguir una misión; como si yo y Ritsu fuéramos alguna clase de animales que se encontraban en constante asecho por ese par de depredadores.

Por culpa de las desagradables palabras que me ha regalado el chico de preciosas orbes zafiros he acabado pensando en él cada minuto de mi existencia, acostumbrándome a su presencia, rindiéndome de sus piropos, anhelando poder conocer un poco más detrás de esas mascaras de hielo que él se esfuerza por enseñar.

Me detesto por tener esta clase de pensamientos; por permitir que se haya adentrado en la única zona segura que existía en mi catastrófico entorno; por destrozar cada una de mis prioridades para convertirse en mis pensamientos; por seducirme en medio de mis clases relamiéndose los labios con lujuria;  provocar que mi cuerpo tiemble debajo de sus adictivas caricias; esto está mal; yo no debería caer ante  esa clase de chico con temible reputación.

Soy un hombre racional; puedo observar el final que tendría nuestra historia de amor si me decido aventurar a aceptarlo; lo único que pasaría si me entrego es que despertaría con un profundo remordimiento en una inmensa soledad bañado en sudor mientras el frío me carcome en una solitaria habitación de hotel.

Yo no quiero eso; no seré un juego más; aunque no sea tan ingenuo como Ritsu si anhelo tener un lindo y constructivo romance; estar con alguien que me apoye en cada una de mis aspiraciones y me quiera más allá de lo físico; eso es algo que jamás conseguiré si me quedo al lado de Nowaki; por eso no puedo abandonar mi terquedad.

Debería buscar a un chico dulce e inteligente quien sienta admiración por mí; alguien como Tsumori; un amable estudiante quien me ayuda a revisar los exámenes; un hombre con quien pese a la diferencia de edad he logrado entablar una amigable relación de amistad al compartir gustos similares y tener historias de esfuerzo parecidas.

Me deberían interesar esa clase de jóvenes; eso ya lo sé, sin embargo, mi corazón solo se agita de manera impetuosa cuando mis ojos chocan con esa profunda mirada zafiro y mi mente es absorbida por cada una de sus palabras; ese rompecorazones es como una peligrosa droga que no me permite escapar de su adicción; comprendo cómo se sentían aquellas muchachas al buscar más de esa desalmada víbora.

Lo único que hare junto a mi cómplice es correr por nuestras vidas; Ritsu tiene a un amoroso novio que lo cuida, un hombre quien me resulta un tanto sospechoso con sus actitudes tan relajadas que le muestra a mi amigo cuando se trata de Takano; pero le importa el más bajo. Yo tengo un resplandeciente futuro que me inspira tan solo a crecer y un gran potencial en una relación seria, no lo podemos echar a perder todo por habernos convertido en el capricho momentáneo de esos descarados chicos quienes creen que el mundo debe inclinarse ante sus nombres.

Con algo de decepción continúe revisando los exámenes mientras mis estudiante desempeñaban con angustia la primera parcial del año; por inercia busque al chico de cabellos negros entre la multitud  sin encontrarlo; no me debería sorprender que él no esté acosándome, hoy después de todo ni si quiera está inscrito en mi clase, no tendría sentido que rindiera las pruebas; sin embargo;  aun sabiendo eso no pude evitar percibir como una ligera opresión se hacía presente en mi pecho.

La forma en que Nowaki se ha adentrado en mi vida, el cómo me ha forzado a convertirme en un dependiente de sus tactos al haberme obligado a pasar cada día a su lado; me asusta porque sé que se ira tan pronto como le entregue lo que me pide.

“Kamijou-sensei” Levante con pesadumbre mi mirada encontrándome con los efusivos ojos cafés de quien se había convertido en mi nuevo confidente de literatura.

“¿Qué es lo que necesitas Tsumori? ¿Ya acabaste?” Le pregunte observando con curiosidad como me extendía el examen inclinándose levemente sobre mi hombro para murmurarme un par de palabras en mi oreja.

“Necesito hablar con usted en privado” Susurro logrando que mi cuerpo se estremeciera al percibir como su aliento golpeaba mi cuello.

“Miyagi-sensei” Lo llame con autoridad ganándome la burlona mirada del docente de cabellos negros “Necesito hablar algo con esté estudiante en la sala de profesores; por favor quédate a cargo de los demás alumnos” Le pedí con seriedad sin poder disimular la curiosidad que me provocaban las palabras de rubio.

“Está bien Hiroki puedes irte con él” Me apoyo indicándole al más alto la salida para que pudiéramos ingresar en un ambiente cercano y de confianza.

“Gracias, no me demorare mucho” Murmure con gélido frunciendo levemente el ceño ante la torpe expresión que me ofrecía mi compañero “Miyagi tómate enserio lo del examen; no quiero después encontrarme con cuatro pruebas iguales porque tú no les prestaste atención y permitiste que se copiaran” Me queje cruzándome los brazos sobre mi pecho.

“No seas tan amargado; recuerda que llevo más tiempo en la universidad que tú, no soy un simple novato” Se burló tomándome del brazo “No engañes a tu novio de esa manera cuando no se encuentra presente” Se mofo provocando que  mi cara se calentara ante sus desvergonzadas palabras llenas de una excesiva confianza.

“Ese maldito acosador no es mi novio; y Tsumori no es un mocoso infantil que está interesado en mí, me das lastima si todo para ti gira en torno a eso” Me burle con una falsa indagación sin ser capaz de borrarle esa torpe sonrisa arrogante a mi superior.

“Comprendo que no veas las verdaderas intenciones de tu estudiante, pero como amigo de Nowaki debo mantenerte vigilado” Me regaño como si fuera alguna especie de niño pequeño provocando que la sangre me comenzara a arder.

“¿Desde cuándo ustedes dos son tan cercanos?” Lo interrogue con cólera intentando bajar mi voz para no distraer a mis aplicados alumnos de la difícil prueba que les había impuesto en busca de explotar sus capacidades.

“Cuando él espera que acaben tus clases usualmente habla conmigo y creamos planes de apoyo para que te rindas” Sin querer seguir con esta ridícula discusión me limite  a chasquear la lengua para salir de la habitación.

El chico de ojos cafés mí indico con la mirada que nos acercáramos a la solitaria habitación en donde Ritsu siempre me ayudaba a acomodar las cosas en las mañanas; con incertidumbre me limite a ingresar a la desordenada oficina para hablar con el más alto.

Mi mirada recorrió con inseguridad el semblante del menor; Tsumori es un chico quien me trata de manera protectora; un hombre que no solo me permite hablar de los temas que me agradan sino que ha desarrollado la extraña costumbre de acompañarme al bar con la excusa de que se quiere asegurar de que nada me ocurra en el camino.

“¿Qué es lo que me tenías que decir?” Le pregunte alzando una ceja mientras mis facciones se relajaban al apreciar sus cariñosas expresiones.

“Hiroki tú sabes que yo te admiro desde los inicios que le has dado a tu carrera, yo sueño con hacer la tesis sobre uno de tus proyectos, yo te admiro como a nadie más” Confeso con determinación intentando reducir la distancia entre nuestros cuerpo.

“Eso ya lo sé” Confesé algo apenado por sus halagos “Me lo dijiste el primer día que comenzamos a hablar de manera más cercana” El chico de ojos cafés suspiro relajando los hombros mientras su mirada vacilaba con encontrarse con la mía.

“Yo siento una gran simpatía por ti; eres una persona con la que sonrió todo el tiempo; me preocupo mucho por ti, trato de ser cuidadoso y respetuoso” Se explicó con angustia mientras las palabras morían en su garganta.

“¿Qué es lo que me tratas de decir?” Le pregunte con amabilidad apoyando una de mis manos sobre su hombre derecho.

“Yo al principio pensé que me encontraba asombrado por tus logros y por esa pasión que emanas en clases; pero al conocerte, al saber más de ti; no he podido evitar tenerte en mi mente este par de noches sin descanso; yo creo que tú me gustas, no estoy seguro porque esto jamás me había pasado pero te lo quise confesar apenas lo descubrí” Me explico con seguridad levantándome sutilmente mi mentón mientras mi rostro se sonrojaba sin pudor alguno.

“¿Que?” Pregunte por inercia intentado procesar aquella información “Tsumori entiendo que te agrade mi presencia, llevamos un par de meses en clases, pero tú y yo tan solo llevamos como amigo un par de días, no te puede gustar alguien con esa rapidez” Me defendí intentando entablar una distancia en vano.

“Eso fue lo que pensé al comienzo; pero ahora que junto las piezas desde el primer día de clases aunque para ti yo solamente fuera uno de los cientos de alumnos a quienes les enseñaban algo en ti me hizo suspirar, por eso creo que me gusta; esto es muy extraño; ya lo sé” Proclamo acercándose a mi confundido semblante mientras mis pies por inercia retrocedieron hasta chocar con la pared de la sala de profesores.

“Es tan solo un encantamiento temporal; estas idealizando mucho una relación conmigo; esas cosas ocurren a tu edad; lo mejor será olvidarlas” Le explique intentando mantener mi frágil seguridad debajo de sus brillantes ojos cafés.

“¿Cómo me puedes pedir que me olvide de ti si eres lo único que he podido pensar?” Me pregunto tomando mi mano mientras un escalofrió se clavaba en mi columna vertebral “Al comienzo pensé que no te gustaban los hombres, pero al verte con ese imbécil que ni si quiera estudia literatura todas mis sospechas se disiparon y pude comprender bien mis emociones al contemplar cómo alguien más te robaba un beso” Declaro con seguridad apretando con afecto mi mano.

Esto es extraño; aun cuando él me dice estas cosas tan dulces y me toca de esta manera no estoy reaccionando como debería, porque no puedo dejar de pensar en esas penetrantes orbes zafiros; ese maldito casanovas me ha embrujado con sus palabras; ¡Maldición! Esto era lo que yo no deseaba confrontar.

Intentando mantenerme en mi rígido semblante alce la mirada para dejarle en claro las cosas al iluso y atento joven quien se limitó a sostener con suavidad mi mentón para entrelazar nuestras miradas con profundidad.

“Ya sé lo que me vas a decir Hiroki” Especulo con una sonrisa caballerosa “Sé que me vas a rechazar por ese imbécil; puedo ver como lo miras; pero no creas que me rendiré con facilidad ahora que por fin te conozco, ahora que he descubierto el tesoro que eres y he logrado ordenar mis emociones” Trague con dificultad aspirando la varonil colonia que emanaba de la camisa del hombre de cabellos rubios.

“No te rechazo por esa víbora, lo hago porque estas confundido, yo no te gusto” Lo contradije guiado por la experiencia.

“Desde hace más de un año sigo tus trabajo; pensé que eras algo arrogante con tu manera de escribir en tu tesis, pero me equivoque, al conocerte quede simplemente encantado, aunque tú jamás me notaste” Proclamo tomando una de mis manos para acercarla a sus labios “Tan solo te estoy pidiendo una oportunidad”

“HIRO-SAN” El grito del enfadado chico que me acosaba me paralizo; sin poder reaccionar permití que sus furiosas manos nos separaran y mi muñeca fuera aprisionada para que me guiara a un lugar lejos del rubio.

Al percibir nuevamente las manos del más alto sobre mi piel mi corazón comenzó a golpear con ímpetu mi pecho mientras algo de culpa comenzaba a carcomer mis pensamientos al haberlo forzado a contemplar esa desagradable escena.

Inmediatamente negué con la cabeza en busca de enfriar mis pasiones y concentrar mi razón para disipar mis emociones; el menor sin darme otra explicación me encerró en el baño de la universidad asegurando la puerta para que las demás personas no ingresaran.

“¿Qué diablos fue eso?” Me interrogo furioso extendiendo sus brazos en busca de una simple explicación “Te voy a ver absolutamente todos los días y hoy que tuve que ir a resolver un problema con mi carrera ese maldito insecto ya se te está declarando” Lleve mi mano hasta mi frente en busca de paciencia para poder explicarle las cosas al dolido chico.

“Tsumori tan solo está confundido por la admiración que siente por mí; no es que le guste de verdad, aunque esas cosas a ti no te deberían importa” Me defendí apoyando mis manos sobre mis caderas creando un aura llena de poder y arrogancia.

“Estas equivocado sobre él” Me contradijo con ira el peli negro acorralándome en contra de las frívolas baldosas del baño.

“Tú eres el único paranoico que piensa que todas las personas solo quieren jugar con los demás; aún hay hombres como yo que sueñan con una relación seria” Lo contradije sin permitir que su altura me intimidara.

“Solo está jugando contigo; yo tengo ojos para estas cosas; Tsumori no es un santo, tan solo te quiere usar una noche” Sin permitirle que continuara con sus reclamos sin sentido apoye una de mis manos sobre su pecho sobresaltándome por lo agitado que este se encontraba ante mis inconscientes caricias.

“Esa descripción te pertenece a ti; acá el único que está jugando conmigo eres tu Nowaki” Declare logrando que el cuerpo del contrario temblara ligeramente “Además no eres nadie para reclamarme esas cosas”

“¿No soy nadie para reclamarte esas cosas?” Me pregunto con un frívolo tono de voz que estremeció todo mi cuerpo.

“No tienes ese poder; tú tan solo eres el insoportable acosador que busca  acostarse conmigo” Corrobore intentando en vano mantener una coherente conversación con el celoso hombre de hipnóticas orbes zafiro.

“Hiro-san pensé habértelo dejado claro” Murmuro con un tono de voz ronco que corto mi respiración mientras su rostro se acercaba sobre el mío “Soy el hombre que lo quiere absolutamente todo de ti; soy el chico que se desespera pensándote cada instante, soy quien se encargara de tomar tu corazón y se llevara algo más que tu primer vez” Pregono con seguridad alzando mi rostro para unir nuestros labios.

Los labios del peli negro se comenzaron a mover con una intensa fogosidad en contra de los míos mientras mis manos por inercia apretaron con fuerza su polera en busca de obtener alguna especie de resistencia; mi respiración se agito, cada aparte de mi cuerpo se comenzó a calentar siendo esclavizado por la experta boca del chico de ojos azules.

Sin tener la fuerza de voluntad para oponerme a tan exquisito tacto permití que sus manos me sostuviera y su lengua se metiera en mi boca saboreando todo a su paso; acariciado con lascivia mis dientes, rozando mis labios, excitándome, logrando que toda la temperatura de mi cuerpo amenazara con calcinar cada uno de mis huesos.

El más alto me apoyo con fuerza en contra de la pared mientras su húmeda y seductora lengua comenzaba a lamer la mía con lujuria mesclando nuestras salivas en ese adictivo y exquisito sabor del que ya no me podía liberar.

Mis piernas flagelaron al percibir como la mano del peli negro ingresaba en mi ropa interior acariciando con descaro mi intimidad, con ímpetu intente empujarlo en vano al estar siendo devorado por esos seductores labios en los que he caído en la tentación.

El menor comenzó a tocar la extensión de mi miembro con lentitud provocando que un par de ahogados gemidos fueran condenados en aquel beso y todo mi cuerpo perdiera la voluntad para batallar; mi mente ya no funcionaba al sentir las electrizantes caricias que me ofrecía Nowaki mientras sus labios marcaban los míos.

Nuestras lenguas se encontraron en un necesita tacto entrelazándose de manera desafiante; mi rostro se calentaba cada instante más; los cálidos labios de Nowaki me estaba sumergiendo en un gozo desconocido mientras su mano provocaba que las descargas eléctricas recorrieran toda mi estructura de manera tortuosas.

Sin querer gritar y liberar esos penosos suspiros enrede mis dedos sobre los negros y sedosos cabellos de aquel casanova permitiendo que estos se degustaran con desesperación mientras podía percibir como la locura amenazaba con acabar todo lo que conocía.

La desvergonzada mano del peli negro masturbaba con rapidez mi miembro intentando tomar el control de la situación;  todo mi organismo comenzó a cosquillar mientras una dolorosa presión se hacía presente en mi hombría.

Mis piernas ya no se sostenían por si solas; mi cuerpo estaba temblando debajo de sus expertos toques; la estática y la electricidad entre nosotros aumentaba junto al nivel de la temperatura, sin poder más acabé en la mano de ese desvergonzado relajándome entre sus brazos ante las abrumadoras sensaciones.

Con cólera fruncí el ceño separándome con rabia de ese hombre para acomodarme las ropas en busca de alguna especie de explicación por su comportamiento; odiaba haberme dejado llegar, ser un inexperto en todo y permitir que cada uno de sus toques esclavice mi cuerpo y destroce mis barreras, me enferma que eso pase.

“¿Qué diablos estabas pensando al hacer eso en mi trabajo?” Le pregunte molesto golpeando con poderío su cabeza.

“No me mires como si te arrepintieras porque bien sé que te gusto” Se burló de mi con una sonrisa socarrona mirándome mientras intentaba asearse para disimular nuestro fogoso e impetuoso encuentro.

“¿Sabes qué? No vale la pena desperdiciar aire discutiendo con un arrogante como tú” Pregone con enfado intentando olvidar aquel encuentro que acabábamos de llevar.

“No te vayas” Me pidió el menor tomándome de la muñera con intensidad pero sin llegar a lastimarme “Lo lamento; no debí haber hecho eso; pero cuando te vi hablando con Tsumori me dio miedo, me asustaron sus palabras y acabe perdiendo todo lo que habíamos creado” Se disculpó angustiado el peli negro mientras sus ojos me observaban con expectación y pesadumbre en busca de mi respuesta.

“Solo no lo vuelvas a hacer; ya aléjate de mí víbora de ojos azules” Le pedí con un tono burlón tensándome al contemplar como sus ojos se clavaba con decepción sobre los míos logrando que la culpa me consumiera.

“¿Estaría mal hacerlo de nuevo?” Me pregunto con un tono galante que erizo mi piel “¿Estaría mal querer más de la persona que me gusta?” Sin poder evitarlo arroje una molesta risa sarcástica ante sus palabras.

“Tú solo estás jugando conmigo; me lo dejaste bastante claro desde que nos volvimos a encontrar, no me trates de seducir con tus palabras; además sí permití que continuaras fue porque yo me deje absorbe por el momento, ese fue mi error” Proclame con autoridad intentando apartarme de su cuerpo en vano para no caer más bajo.

“Al comienzo era un juego” Declaro con seriedad aferrándose a mi cintura “Pero ahora ya no sé qué es y me da miedo; ya no sé qué es lo que siento por ti, lo único de lo que tengo la certeza es que me has intoxicado con ese perfume natural que usas, con tus adictivos besos y cada vez quiero un poco más de ti; estoy en mi limite Hiro-san” Musito provocando que mi respiración se acelerara al ver la determinación en sus ojos.

“Kisa ya me advirtió de ti; dirás cualquier cosas para que me entregue y después te iras, me partirás en dos el corazón, no me creas tan ingenuo solo por jamás haber tenido pareja” Me queje relajándome entre sus cariñosos agarres.

“Es cierto; mi reputación siempre me va a marcar, pero no me juzgues sin conocer toda la historias, sin querer ver mi lado porque sabes que terminaras perdiendo delante de mis verdades” Expreso el peli negro besando con afecto mis cabellos.

“¿Jamás me dejaras de perseguir?” Le pregunte con vergüenza suspirando de manera resignada ante su compañía.

“Nunca” Me prometió alzando mi mentón “Es imposible dejarte porque cada vez quiero probar más; tan solo fúndete conmigo; rompe tus convicciones y enciende la chispa negra de tus deseos, perece entre mis brazos para revivir en un infierno de pasión” Me pidió con seriedad sin vacilar en sus palabras “Sé que te gusto”

“Yo no he negado eso” Murmure con torpeza ocultando mi rostro debajo de mi flequillo “No he dicho que detesto tanto tu compañía, pero Nowaki no puedo caer ante ti si se de lo que eres capaz más adelante” Le explique estremeciéndome al apreciar como una sonrisa socarrona era grabada sobre los seductores labios del casanova.

“Me parece bien” Declaro apartándose de mi lado para quitarle el seguro a la puerta “Entonces te voy a demostrar de lo que soy capaz para obtener tu amor; voy a enseñarte a lo que puedo llegar tan solo por ti” Proclamo sin vergüenza alguna sonriendo al distinguir  como mis mejillas se hallaban completamente teñidas de escarlata.

“Eso no fue lo que te pedí” Le reclame caminando hasta mi oficina para tomar los pesados libros de texto y mi bolso e ir a trabajar al bar; aunque es bastante pesado cumplir con dos turnos el dinero extra nos ha ayudado mucho.

“Lo sé; quieres que me aleje, pero como yo siempre obtengo lo que quiero tan solo lograras que me acerque más a ti; especialmente ahora que tienes a otro idiota rompecorazones rondando por tus alrededores” Declaro con recelo el peli negro arrebatándome los libros de los brazos para cargarlos con gentileza.

“No te pedí ayuda” El menor se limitó a ignorarme para caminar hasta el bar sumidos en un extraño pero agradable silencio.

Esto es tan insólito; ya sé que él tan solo está tratando de metense en cada uno de mis pensamientos, jugar conmigo, apostar mi amor tan solo para perderlo; pero sus caricias son tan agradables, su personalidad aunque sea algo superficial me atrae; me intriga, me cautiva, algo en ese hombre me gusta.

Esto no debería estar pasando; él me esta envenenado para volverme completamente dependiente de sus sonrisas; esto es tonto, haberlo extrañado hoy, haber sentido un vacío porque no me encontré con sus lucidas orbes zafiro en mis mañanas, necesitar el sabor de sus labios; es algo que detesto sentir.

Sin intercambiar otro palabras el peli negro se apegó a mi cuerpo todo el resto del camino sosteniendo con una mal disimulada fuerza los pesados manuscritos que debía revisar para poder crear la segunda prueba de catedra; él es un idiota desesperado por obtener mi atención; sin embargo, esa idea ya no me molesta del todo.

Al ingresar al bar me sorprendí ante el incómodo ambiente que se había generado entre el diablo de ojos miel y Ritsu quien se veían bastante deprimido ante el repentino semblante del azabache; codiciando convertirme en un gran apoyo para mi amigo me coloque el delantal y me acerque para pedir explicaciones.

“Sí que te ves deprimido Masamune” Se mofo mi acosador angustiando al ver la melancólica reacción que el azabache le ofrecía.

“Algunos días son más alegres que otros; no todos son para andar sonriendo como idiotas” Murmuro apoyando su rostro sobre su mano con decepción debajo de la culpable mirada de mi compañero de habitación quien no lograba animar a su acosador.

“¿Qué rayos te paso? ¿Te fue mal en tu casería?” Insistió el chico de orbes zafiro observado al mayor con impotencia e ira al no poder levantar a su cómplice de su deprimente y misterioso estado emocional.

“Ojala me hubiera pasado tan solo eso” Musito observando con tristeza al de cabellos castaños quien batallaba por consolarlo en vano “Ojala tan solo hubiera sido otro rechazo más en lugar de perder algo tan importante”

“Creo que el casanovas de verdad se deprimió” Murmuro Kisa sin ese característico tono de burla que utilizaba para referirse a esos dos “Ritchan ¿Qué rayos le hiciste? Es la primera vez que lo veo tan patético” Musito el peli negro con curiosidad alejándonos de la barra para poder tener una conversación más privada.

“Bueno; no es como si pudiera haber evitado que se deprimiera, no es mi culpa” Se defendió el castaño sin despegar esa mirada preocupada del de ojos miel; algo muy extraño estaba ocurriendo entre esos dos.

“Ritsu me estas ocultando algo” Declare con seguridad cruzándome los brazos sobre mi pecho en forma de reproche confirmando mis sospechas al contemplar como el menor bajaba apenado su cabeza.

“Hiroki cuando vine para ¿Qué fue lo que te dije?” Me interrogo con nostalgia intentando transmitirme de manera conflictiva sus temores.

“Que eras malo en la cocina, no estudiabas, no trabajabas, no sabías ni mantener una miserable planta de jardín porque se te habían muerto las que cuidabas” El castaño enrojeció ante mis declaraciones arqueando levemente el ceño.

“ESO NO” Me grito enojado logrando que Kisa y yo riéramos ante sus infantiles actitudes “Me refiero a la parte relevante de la conversación; el objetivo por el que decidí abandonar todo lo que conozco para venir acá; lo que te respondí cuando me preguntaste sobre lo que quería hacer” Mis labios esbozaron una pequeña mueca mientras mi mente trataba de recordar las primeras escenas que ambos vivimos juntos.

“Dijiste algo así como que estabas súper enamorado de tu novio, conseguirías un trabajo y ambos se casarían” El castaño asintió con timidez tomando un pequeño bocado de aire para darse el valor de continuar hablando.

“Shin me dijo que ya es hora de que me mude con él; lo he estado deliberando varios días y pienso que tiene razón, si queremos un futuro juntos es necesario que nos vayamos acostumbrando a la presencia del otro” Algo en mi interior se quebró al escuchar que perdería a mi único amigo; sabía que eso ocurriría, pero no pensé que sería tan pronto.

“Me alegro mucho por ti” Mentí lastimeramente mientras mi cuerpo se relajaba al ya no querer sostenerse “¿Cuándo te vas a ir del apartamento? Tengo que encontrar a otro inquilino con quien compartir la renta” Murmure con decepción apretando con rabia mis puños al ya ni si quiera tener control sobre mis emociones.

“Yo voy a ir a ver su apartamento mañana y en una semana comenzaríamos con la mudanza; pero eso no debe preocuparte; él dice que tiene todo lo que necesito así que no me llevaría muchas de mis pertenencias” Ahora comprendía esa demacrada expresión que me ofrecía el azabache; él sabía que si Ritsu se iba a vivir con su pareja eso significaba que la guerra ya estaba perdida y las pasiones desatadas.

“¿No es algo precipitado?” Lo interrogo el chico de ojos cafés analizando la situación con cautela para no alterar el frágil humor del menor.

“Kisa tiene razón; además tu ni si quiera sabes si lo que siente por Haitani es amor; ni si quiera puedes reaccionar como lo haces con Takano” EL más bajo abrió la boca en forma de reproche dispuesto a reclamarme mis palabras; acción que no le permití al continuar con mi discurso “No me lo vayas a negar; la forma en como miras a Takano no se puede comparar con la cara que pones al recordar a tu supuesto amor”

“Pero Shin es un buen chico; me ama de manera incondicional, me esperó prácticamente medio año, no le puedo exigir más; ya es hora de tomar decisiones adultas, yo me salgo de este juego; lo lamento Hiroki” Murmuro angustiado ignorando mi respuesta para ir a atender a un par de clientes en busca de alguna distracción.

“Sabes que a mí no me simpáticas esos dos idiotas; pero pienso que Ritchan se está equivocando con ese hombre” Especulo el más bajo apoyándose en una de las elegantes y llamativas paredes del local.

“Yo también pienso que está cometiendo un error, pero es su decisión y como amigo supongo que debo respetarla sin importa lo mucho que me duela” Susurre para mí mismo perdiéndome en mis divagaciones.

“¿Sabes? Cuando me acosté con Takano de hecho no sentí nada; no fue un gran shock emocional, tan solo quede resentido por haber despertado solo, por haber sido utilizado; pero con Yukina mi actual pareja, me siento en las nubes cuando me toca” Me confeso sin pena alguna el peli negro llamando mi atención.

“No quiero sonar irrespetuoso; pero ¿Qué tiene que ver eso con la situación de Ritsu?” Lo interrogue alzando una de mis cejas.

“Pienso que para estar completamente enamorado de alguien debes entregar tu cuerpo y tu alma, si no eres capaz de perderte en la otra personas creo que es más devoción que afecto; por eso no profeso que esa relación que Ritchan lleva dure mucho tiempo más” Me advirtió el chico de ojos cafés indicándome que regresáramos con los casanovas.

“Espero que te estés equivocando por mi bienestar” Masculle con frustración compadeciéndome al observar como el peli negro intentaba animar a su amigo.

“Hirochan las cosas del corazón no tiene lógica”

Notas finales:

Mi pequeño Nowaki acabo demasiado precionado por la confesion de Tsumori..por cierto; el rubio de verdad no es un rompe corazones, es solo la percepcion recelosa del peli negro.

Y sobre los nostalgicos no especulen nada aun.

Espero que les haya gustado; ojala comenten y mil gracias a todos los que leen <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).