Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Casanovas de hielo por Chiaki28

[Reviews - 335]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

T_T Falle con mis diarias...lo sabia porque tenía muchos examenes y estoy algo complicada con el trabajo; pero a ver; hoy intentare retomar eso de acosar dobel y subir dos fics de golpe..asi que espero que aguanten mi acoso.

Y espero que el capitulo sea de su agrado <3 <3

Ritsu Pov

Yo no me debería sentir culpable por las decisiones que ya he tomado; no me debería doler el pecho al contemplar como la sonrisa de mi más grande amigo se borra y trata de cubrirla con una cínica falsedad para que la culpa no me carcoma ante mis ególatras acciones; ni tampoco me debería importar como ese casanovas pretende tristeza delante de mis gélidas y duras palabras; esas cosas no me tendrían que afectarme pero lo hacen.

Esto no es justo; llevo planificando esta locura desde hace meses, irme a vivir con Shin, salir un par de semanas como una enamorada pareja acaramelada, conseguir un empleo más decente y pasar el resto de mi vida a su lado; esas eran los codicias más grandes que existían en mi destino, sin embargo, hoy aquellos infantiles sueños se ven algo vacíos.

Porque aspiro desempeñar una tarea tan importante como lo hace Hiroki; deseo emanar esa pasión por alguna carrera que yo escoja, ya no es suficiente tan solo servir tragos en el bar; yo anhelo tener esa aura tan poderosa y apasionada como la que envuelve al castaño y lo impulsa a brillar en lo que más ama hacer.

Esto es tan tonto, no debería vacilar en una decisión tan importante como entregarle todo lo que soy a mi dulce novio, no obstante, no puedo evitar flagelar al perderme en esas profundas orbes miel; las que ahora solo me contemplan con dolor y decepción ante mis venenosas verdades; yo no lo quería lastimar así, sin embargo, ambos sabíamos que este juego se debía acabar cuando no hubiera punto de retorno para los caminos que escogí seguir en esta extraña condena.

Takano me gusta mucho; no se lo confesaré a nadie pero ese hombre me atrae; su personalidad me hace reír, sus caricias encienden mi sangre, sus besos me hacen delirar, sus palabras se graban en lo más recóndito de mi mente y su voz es la que resuene en mis noches; sin embargo; temo permitirme amarlo porque para él soy un juego; un muñeco sin vida a quien abandonara una vez que nos acostemos.

En cambio Shin pese a no provocarme las mismas reacciones, sí me trata con respeto y cariño; es el hombre con quien he fantaseado durante meses, es con quien anhelo poder despertar cada una de mis mañanas, es la relación más seria y honesta que acunare en esta incierta existencia; por eso estoy dispuesto a cumplir cada uno de sus caprichos para mantenerlo a mi lado.

Esta casería a la que Takano me ha forzado a ser presa; el juego en el que me convirtió en una pieza de ajedrez, las hermosas mentiras que usaba para conquistarme y seducirme han terminado; ya no estoy dispuesto a seguir con esta torcida relación ahora que formalizare con mi pareja; ya es tiempo de que ambos avancemos con nuestras vidas y él admita su primera derrota con dignidad.

Suspire con angustia caminando hasta el apartamento de Shin intentando olvidar la amarga sonrisa que me regalo Hiroki hace un par de horas cuando le dije que me iría para no regresar; él ha sido mi único amigo real en este lugar; el chico quien me enseño lo que deseo hacer en la vida, mi apoyo incondicional, quien me acepto pese a mis defectos; yo no me debería sentir de esta manera, no debería permitir que la culpa por apagar sus ojos me carcomiera si ambos sabíamos que la separación llegaría, después de todo para esto vine.

“Así que de verdad vas a ir con el imbécil de tu novio” Mi cuerpo se erizo al reconocer aquella masculina y melancólica voz pronunciar tan nostálgicas palabras en mi oreja como un desgarrador aullido.

“Takano ¿Qué rayos haces acá? Te dije que ya no quería seguir con esto; me mudare con mi novio, esto se acabó” Pregone deteniendo mis movimientos para confrontar aquellas orbes miel en un solitario callejón lejos de las concurridas calles centrales.

“Te he estado siguiendo desde que saliste del departamento” Pregono el más alto con una sonrisa socarrona acercándose a mi cuerpo con esa imponente aura que logra que mis rodillas flagelen y mi respiración se corte.

“¿Qué no te da vergüenza hacer esa clase de cosas por un chico que ya tiene pareja?” Le pregunte arqueando las cejas mientras mis pies por inercia retrocedieron hasta chocar con una de las sucias y rayadas paredes del callejón.

“¿Qué no te da vergüenza a ti provocar esa clase de expresiones en tu amigo? Tú viste como ese castaño te miro decepcionado cuando saliste de su casa; tú también percibiste como sus palabras estaban llenas de mentiras; él no quiere que tú te largues de su vida” Especulo el casanova con una mueca afligida logrando que las dagas que mis decisiones profundizaran un poco más en mi atormentado corazón.

“Hiroki comprende que para esto es a lo que vine a la ciudad; a crear una vida junto  a mi pareja, a arriesgarlo todo por ese dulce chico con quien he hablado por casi un año por teléfono; él lo entiende porque me estima” Musite percibiendo como algo en mi interior hacia opresión al recordar la última mirada apagada que me entrego el chico de ojos avellana.

“Quizás el pretenda que no le duela porque te quiere; pero yo no soy tan sensible como la victima de Nowaki para perdonarte esta tracción y fingir alegría por ti” Declaro con rabia el más alto apoyando una de sus manos a mi lado para encerrarme entre sus brazos e impedirme huir de esta incomoda cercanía que nacía entre nosotros.

“A ti no te debo nada, tan solo me quieres usar para pasar un instante de locura y placer; tú no estas interesado en quien realmente soy” El mayor alzo mi mentón forzándome a perderme en aquellas hermosas orbes miel llenas de engaños y mentiras, repletas de hermosos sueños falsos y un engañoso futuro a su lado.

“Sabes que no es así Ritsu; sabes que no te estoy buscando solo para jadear un par de horas en la cama porque me has llegado a interesar de maneras que me frustran;  te has metido tan profundo en mi mente; me has hipnotizado con esos ojos tuyos; me da miedo necesitarte tanto” Declaro el azabache dándome ilusiones que no deseaba creer.

 Yo no sería uno más en su lista; el chico arrepentido de alma fragmentada quien despertaba desnudo en una cama de hotel con una nota de agradecimiento a su lado; no me permitiría caer por un rompecorazones, por alguien que jamás se interesara en mis sueños, en mi felicidad, en mi bienestar emocional, por eso sin importar el magnetismo que hay entre nosotros no me puedo quedar junto a él.

Yo busco una relación seria; un apoyo, un amigo a quien amar, alguien quien sea confidente de todos mis secretos; eso es lo que yo más codicio, convertirme en la prioridad de un hombre y responderle con la misma intensidad en la que nuestros latidos se desesperan ante nuestros toques; Takano nunca me podrá entregar eso.

“No hagas más difícil esta despedida” Le pedí ruborizándome al percatarme de la manera en que el azabache olfateaba mis cabellos con desesperación; como si codiciara memorizar mi aroma para revivirlo entre sus sueños.

“Entonces no te despidas de mi” Musito con un apenas audible hilo de voz golpeando mi cuello con su gélido aliento de menta.

“No intentes hacerme dudar en mis decisiones para que yo permanezca a tu lado con una falsas ilusiones, yo no quiero saber nada de ti; ríndete de una vez el juego se acabó” Pregone con seriedad sin permitirme que su dolida mirada me hicieran vacilar en mis palabras.

“Ritsu; no lo escojas a él” Murmuro con nostalgia mientras esas quiméricas barreras de seguridad se quebraban en frente de mis ojos para exponer los verdaderos temores y demonios que guardaba el más alto dentro de esos enigmáticos ojos.

“Yo voy tarde a su apartamento” Susurre bajando el rostro mientras una amargo sabor llenaba mi boca.

“No te vayas así de mi vida; tú me forzaste a sentir cosas que yo no quería, me obsesione con todo lo que eres, me embelese con cada uno de tus rasgos, no me dejes cuando me he vuelto tan dependiente de tu aroma; de tus sonrisas, de tus miradas” Me rogó el mayor con una mueca lastimera mientras sus grandes manos acariciaban mi rostro.

“Entonces tú deja de mentirme, deja de darme las palabras que quiero escuchar, deja de elevarme hasta el cielo sí me vas  dejar caer” Le pedí uniendo nuestras miradas “Deja de ser un rompecorazones por mi”

“Eso no es algo que” Takano ni si quiera supo cómo terminar aquella frase al no tener los argumentos para defenderse.

Que descarado es este hombre; pedirme que me quede a su lado tan solo para que después me rompa y se convierta en la mayor decepción de mi vida, no puedo darme aquel lujo, no permitiré que él me destroce y todo lo nuestro sea una mentira.

Sin poder evitarlo libere una risa irónica de mis labios mientras con fuerza empujé al azabache en contra de la pared acariciando por última vez su pecho para entablar una permanente distancia entre nosotros dos y continuar con el camino correcto.

“Exacto; eso es algo que jamás podrás cambiar” Pregone con asco sin devolverle la mirada para continuar caminando hasta el apartamento de mi novio; para ya no tener que lidiar con esta clase de lamentos al haber caído por un maldito casanovas.

Con rapidez corrí hasta el edificio en donde vivía mi pareja intentando soportar aquel arrepentimiento que calaba en lo más profundo de mi mente para recordarme cada uno de mis errores, jamás me debí acercar a Takano; como me arrepiento de haberle hablado en el bar por primera vez; lo detesto; soy tan tonto por guardar ilusiones con sabiendo que no me convenía, teniendo la triste certeza de que él  tan solo está jugando con mi frágil e ingenuo corazón; soy un imbécil; nunca debí permitirle impregnarse en mis pensamientos.

Negando efusivamente con la cabeza ingrese al imponente y elegante edificio en donde comenzaría una nueva vida con otro hombre; con melancolía entré al ascensor marcando el segundo piso mientras me esforzaba por borrar aquella patética expresión que se había grabado en mi rostro; intentando pretender encontrarme emocionado por esta molesta mudanza.

Al llegar a mi destino camine hasta la octava puerta con desinterés inspirando en busca de conferirme  valor para sellar mi condena y anunciar mi llegada; al tocar el timbre un sonriente peli rojo me saludo con un fugas beso en los labios que debió estremecer todo mi cuerpo y hacerme suspirar obligándome a construir castillos sobre las nubes; pero no lo hizo.

“Me alegra que por fin te hayas decidido a mudarte conmigo amor” Pregono el más alto contemplando con satisfacción su hogar “Hay una cama matrimonial para nosotros, compre algunas prendas que puedes usar, utensilios básicos de higiene; acá jamás te faltara nada” Declaro con galantería tomando con afecto mi cintura.

“Gracias Shin” Murmure con los hombros relajados intentando ilusionarme en vano con sus palabras; algo anda muy mal conmigo.

“Ritsu te ves preocupado ¿Paso algo?” Especulo mi novio alzando mi rostro para mirarme con una infinita preocupación que clavo con más profundidad e intensidad aquella daga; esto es tan injusto, debería poder corresponderle con pasión a este hombre; no lo merezco.

“No es nada; son tonterías mías”  Proclame con un pequeño mohín correspondiendo al abrazo que me entregaba.

“¿No te hizo nada ese idiota casanova?” Me pregunto de manera recelosa acunándome entre su fuerte y trabajado pecho.

“No; no me hizo nada” Murmure con decepción al no haber recibido las palabras que tanto esperaba.

“No te sientas mal por dejar a Hiroki para venir a vivir conmigo” Declaro el chico de preciosas orbes escarlata leyendo mis pensamientos “Te conozco; puedo ver que te sientes mal por haber abandonado a tu amigo” Musito acariciando mis cabellos.

“Quizás solo un poco” Balbucee sin tener ánimos de seguir con esta lastimera conversación, deseando dormir con su calor y que mis penurias se apagaran con su melódica voz.

“Ese compañero tuyo sabia de la seriedad de nuestra relación; tú le advertiste que yo codicio acaparar cada uno de tus pensamientos y de tus miradas porque estoy perdidamente enamorado de ti Ritsu” Murmuro con seguridad entrelazando nuestras miradas.

Mis mejillas enrojecieron al percibir como el rostro de mi novio se acercaba con una mirada lujuriosa a mis labios; sin poner resistencia o decir otra palabra permití nuestras bocas se juntaran mientras sus manos descendían hasta mis caderas para alzarme y arrastrarme hacia su habitación.

Shin me recostó con cuidado entre las sabanas mientras nuestro labios se rozaban con intensidad; mi cuerpo se estremeció levemente al apreciar como su lengua ingresaba en mi cavidad saboreándola de manera posesiva mientras sus manos recorrían con afecto mi abdomen; mi respiración y mi corazón deberían agobiarse con intensidad ante cada uno de sus amorosos toques, pero no lo hicieron.

¿Qué mierda fue lo que me hizo Takano? Me detesto al tener esta clase de tormentos; yo debería corresponderle como se debe en lugar de quedarme inerte sobre la cama esperando que esto se acabe; no puedo permitir que una relación tan hermosa e inocente se destroce como si fuera un frágil cristal por mi incapacidad de regalarle el afecto que él merece.

Con aquel naciente temor rondando por mi mente me aferre a su espalda intentando mover mis labios en armonía en contra de los suyos; di un pequeño brinco en la cama al percibir como un molesto tono se hizo presente en nuestro hogar resonando de manera fastidioso por las paredes del lujoso apartamento como si hiciera eco  en el ambiente forzándonos a separarnos.

“Ve a abrir la puerta” Murmure sobresaltándome ante la lasciva mirada con la que mi pareja recorría cada una de mis facciones.

“Quien quiera que sea puede esperar tocando el timbre todo lo que deseé” Susurro de manera ronca en mi oreja mordiéndome el lóbulo para intentar continuar con su tarea.

“Shin; no me iré de acá; ve a contestarle, puede ser alguien de la empresa que necesite de algún documento o algo así” Musite apartando sutilmente su pecho del mío; el más alto chasqueó la lengua molesto levantándose de mi cuerpo para ir a atender al inoportuno individuo en la puerta.

Mis curiosos ojos recorrieron toda la habitación de mi pareja con vergüenza; nuestra pieza era bastante amplia, la cama estaba adornada por un cubre floral de aire elegante, las paredes pintadas de celeste, había un armario con la mitad del espacio para mis prendas, un librero y una cómoda sobre la cual descansaba el celular de mi novio.

Temblé ligeramente al escuchar como esté vibraba; tenia curiosidad por saber que era lo que decía mientras Shin no se encontraba en la habitación; deseaba leer el contenido del mensaje que le había llegado e indagar en sus secretos más oscuros en busca de una inexiste confianza; rápidamente negué con la cabeza intentado borrar esas ideas de mi mente y batallar en contra de mis confusiones.

Yo no codiciaba convertirme en una pareja controladora quien revisaba sus datos y cuentas personales cada vez que podía; yo ambicionaba que nuestro amor se basara en una mutua intimidad y un crecimiento reciproco en donde ambos pudiéramos sonreír de manera despreocupada al ayudarnos a florecer.

Esos eran los ideales que tenía sobre nuestro amorío, no obstante, al final la curiosidad me forzó a tomar su teléfono entre mis manos y leer aquel mensaje de la editorial que le informaba que los manuscritos ya se había mandado a imprimir con éxito; suspire tranquilo ante esas letras apenándome por mis acciones; sin embargo, no fui capaz de detenerme ahí; en contra de toda mi razón y cegado por la incertidumbre continúe revisando sus mensajes codiciando no encontrar nada sospechoso para poder entregarle todo lo que soy a mi pareja; con la respiración agitada continúe revisando sus textos hasta que llegue a uno que tenso todo mi organismo y permitió que la duda me inundara.

“Shin fue muy divertido todo lo que hicimos en la fiesta, ya deja de evadirme como si te arrepintieras, conoces mi número, espero cada día tu llamada” Con rabia apreté aquel aparato entre mis manos escuchando como los pasos de mi novio resonaban por los pasillos de su imponente vivienda hasta llegar a la habitación en donde me limite  a mirarlo con decepción.

“Solo me entregaron un paquete” Musito el más alto con una sonrisa traviesa abriendo con incertidumbre sus orbes “Ritsu ¿Qué haces con mi teléfono?” Me pregunto con angustia intentando acercarse a mi lado en la cama.

“Shin ¿Quién es ella?” Le pregunte con ansiedad arrojado el teléfono al frente suyo; contemplando como su imponente aura se devastaba al leer el contenido de ese mensaje que había encontrado.

“Ritsu te lo puedo explicar; no es lo que piensas” Me pidió acercándose con cautela a mi cuerpo “Ella es una compañera de trabajo con quien me acosté en la fiesta de fin de años antes de que comenzáramos a salir; es esa mujer quien aún me busca aunque tuvimos sexo antes de que nosotros nos volviéramos pareja no me ha olvidado” Una mueca de decepción se grabó en mis labios mientras mi sangre hervía forzándome a ponerme a la defensiva para levantarme  de su frazada.

“¿Te acostaste con ella?” Lo interrogue con rabia descubriendo cada una de sus mentiras con frustración.

“Sí; pero fue antes de que tú y yo tuviéramos algo amor” Musito acercándose con desesperación hasta mi lado para regalarme más cinismos.

“¿Te acostaste con ella antes de que me conocieras?” Le pregunte apretando con poderío la mandíbula al apreciar como hombre de ojos escarlata negaba con la cabeza “Entonces ¿Por qué me mentiste? ¿Por qué cuando nos volvimos pareja me dijiste que eras virgen?” El mayor se tensó ante mi pregunta suspirando con resignación sin dejar de acariciarme las mejillas.

“Te veías tan iluso con lo de tu primera vez; tenías demasiadas expectativas puestas en el sexo y me asuste” Susurro intentando entrelazar nuestras orbes en vano.

“Shin tuviste medio maldito año para confesarme eso” Le reclame apartándome de su lado “¿Acaso fue divertido burlarse de mí?” Le pregunte con rabia oprimiendo con arrebato mis puños “Cada una de las estúpidas noches que hablamos de lo nervioso que estábamos por poder tocarnos de esa manera, de lo ignorantes que nos sentimos hablando de eso y de cómo queríamos que fuera inolvidable; tú tan solo te estabas mofando de mi” Reclame con poderío consintiendo que la vergüenza me carcomiera; me profesaba  tonto, engañado, impotente, humillado y derrotado.

“No me dejaste salida, tenías demasiadas expectativas en eso” Se defendió mi pareja subiendo sus barreras para confrontarme.

“SHIN ME SIENTO COMO UN IMBECIL POR TÚ CULPA” Pregone furioso llevando mi mano hasta mis ojos para cubrirlos e impedirle que vislumbrara mi lado más patético.

Cada una de las noches en donde él me hablo de lo inexperto que era sobre el tema, de lo mucho que anhelaba poder besarme por primera vez, de lo emocionado que se encontraba por  acariciar mi piel; cada una de las fantasía que tuvimos sobre ser la primera y última entrega del otro se acaba de romper.

Más que la mentira; más que la estúpida pelea que estamos teniendo, lo que me enfada es que me siento como un idiota, me imagino como se debió burlar de mí, como se reía a mis espaldas mientras el estúpido sin experiencia hablaba cosas sin sentido sobre el amor.

“Por favor Ritsu; no me hagas sentir culpable si tú tampoco eres virgen, esas con cosas que se dicen para que no nos sintamos tan mal en este amorío” Mis ojos se abrieron con decepción mientras mi mirada se clavó en sus facciones.

“En todos estos meses que llevamos de relación yo jamás te mentí; ni una sola vez te engañe porque pensaba que lo nuestro era real” Murmure abrazándome a mí mismo como consuelo ante esta repentina traición “Pero veo que para ti los engaños son algo común”

“Nosotros vinimos a conocernos y a salir enserio para limpiar esas pequeñas invenciones que nos dijimos, amor no eches todo a la basura por eso de que no soy virgen” Me pidió intentando acercarse en vano ante mi fulminante mirada.

“No me enfada que ya hayas tenido sexo con otras personas; me enfada que me hayas visto cara de tarado y te hayas burlado de mis sueños; lo primero que prometimos en este noviazgo es que hablaríamos con la verdad y ahora me sales que quieres limpiar tus mentiras” Exclame con cansancio desconociendo por primera vez a ese hombre.

“Tú también mientes para impresionar no finjas ser un santo; eso de que soy tu primer amor ni si quiera tú te lo crees; todo eso que me dijiste de que la primera vez es tan importante porque debe ser con quien amas es sacado de película; soy realista lo más seguro es que tú  ya la hayas perdido con alguien cuyo rostro ni recuerdas” Libere una risa sarcástica empujando con fuerza al más alto para salir de ese cuarto lleno de apariencias.

“Es cierto; tú no eres mi primer amor” Corrobore con impotencia oprimiendo mis parpados para disipar esta amarga desilusión “Porque mi primer novio es con quien hablaba por internet; no la mentira que tengo la frente; a ti no te conozco”

“Ritsu no seas tan duro conmigo; fueron solo un par de engaños pequeños, todas las personas dicen mentiras blancas a conveniencia” Musito el más alto abrazándome por la cintura intentando impedir mi escape “Lo importante es que te amo y estoy dispuesto a conocerte por quien eres y no por quien me dijiste ser”

“Quizás tú si hayas sido falso conmigo; tal vez para ti todo este amorío de internet fue un tema que te tomaste a la ligera embelesándome con algunos engaños; pero yo no lo hice” Pregone furioso apartándome de su lado “Yo me lo tome enserio”

“¿A dónde piensas ir?” Me pregunto fastidiado al observar como apretaba con cólera la manilla de su puerta.

“Necesitamos un tiempo; yo necesito meditar estas cosas” Masculle saliendo de aquella residencia para analizar toda esta nueva información que él me había entregado.

Con el corazón desilusionado, el alma adolorida y un fuerte temor clavado en mi corazón salí del edificio encontrándome con Takano quien estaba dispuesto a reclamarme por haberlo dejado dialogando solo en el oscuro callejón; no obstante, al jalarlo del brazo para meternos en un taxi no le di tiempo para gritarme y regañarme.

Le pague al conductor para ir al hotel más cercano y entregarme como él me lo pedía; estaba cansado de luchar en contra de mis emociones, de descubrir que todo lo que me importa era una asquerosa farsa; tan solo quería con acabar con esto y deshacerme de uno de los hipócritas.

Shin ni si quiera recuerda con quien perdió la virginidad; no es importante, solo es mero placer, soy el único imbécil quien espera que sea una entrega que te marque; por eso me mintió, porque lo presione, yo lo arrastre a ese extremo en donde no le quedo más alternativa que vendarme los ojos con las palabras que quería escuchar.

Quizás de esta manera me convierta en lo que él espera; cediéndome a otro hombre, así al menos tendré la experiencia que Shin está buscando; con frustración revolví mis cabellos ante las incoherencias que había en mis pensamientos; ni si quiera yo me comprendo, tan solo deseo que alguien succione el intenso dolor que despedaza  mi cuerpo y así poder perderme en el éxtasis.

Al llegar a la dirección del desvergonzado establecimiento sin darle tiempo a mi confundido acompañante lo arrastre hasta la recepción en donde pedí una de las habitaciones para destrozar mis últimos sueños por despecho y darle al arrogante diablo de ojos miel lo que más anhelaba.

Al ingresar al barato cuarto de hotel me posicione  frente al desorientado azabache extendiéndole mis brazos con una mirada exaspera como símbolo de mi derrota; ya no quería seguir luchando; ya me había rendido ante esos dos hombres; fue mi culpa por permitir que mi cabeza fantaseara tanto.

“Ritsu ¿Por qué mierda me trajiste aquí?” Me pregunto confundido el azabache sin despejarme la mirada de encima.

“Tú quieres que me acueste contigo; pues acá me tienes” Pregone con rabia sentándome en la cama “Takano quiero que me tomes; acabemos con esto de una jodida vez” Murmure con determinación tensándome al percibir como el más alto esbozaba una traviesa sonrisa.

Sin intercambiar otra palabra el diablo de ojos miel tomó mis cabellos para acercar nuestros rostros y comenzar a mover sus labios al compás de los míos electrizando todo mi cuerpo mientras me recostaba sobre las sabanas y sus manos recorrían sin vergüenza alguna toda mi anatomía.

Mi corazón se agito con ímpetu debajo de sus expertos toques mientras un punzante dolor desgarraba mi pecho; así debía ser, tan solo una noche de sexo  sin importancia con un hombre que me abandonará al amanecer, darme a alguien que no lo valorara; cerré agobiado mis parpados permitiendo que las lágrimas descendieran de mis ojos ante cada una de mis tontas acciones.

¿Por qué debí ilusionarme tanto con él? Todas las personas mientes, no me debería sorprender que él no sea la excepción; aun sabiendo eso no puedo evitar profesarme humillado ante sus falsedades; fueron unos engañosos meses en donde él tan solo pretendía decir la verdad; en donde Shin me regalo las palabras que con desespero codiciaba oír.

Abrí mis ojos sorprendido al percatarme de que el azabache había detenido sus movimientos acariciando con preocupación mi mejilla mientras sus facciones se relajaban ante mi demacrada expresión.

“¿Por qué estas llorando?” Me pregunto con angustia sentándose sobre las sabanas para tomarme de los hombros e impedirme ignorar sus miradas.

“Porque soy un idiota” Murmure con la voz destrozada “Porque fui el único imbécil quien pensó que la primera vez era algo especial, porque era obvio que él mentía y aun así me dolió descubrirlo, porque soy débil” Farfulle sobresaltándome al apreciar como los cálidos brazos del más alto me envolvían con devoción.

“No digas esas cosas” Susurro de manera afectuosa acariciando los cabellos con lentitud en busca de detener mi llanto “Ritsu explícame bien lo que paso si quieres que te llegue a comprender; por unos momentos dejemos de lado esto de que soy un frívolo sin corazón que solo se quiere acostar contigo” Me pidió permitiendo que escuchara la rapidez con la que latía su corazón.

“Shin me dijo que era virgen y no lo es; él me prometió no mentirme y lo hizo; me ofreció darme una hermosa relación que detendría cada uno de mis temores, pero me dejo caer; juro jamás decepcionarme y ahora lloro porque salgo con un desconocido” Musite ahondando mi rostro en la suave camisa del azabache.

“Ese infeliz” Mascullo el hombre de ojos miel apoyando su mentón sobre mis cabellos mientras sus manos me comenzaba  a acariciar de una manera tan dulce que provoco que mi respiración se cortara.

“No es que me sienta decepcionado porque él ya se haya entregado a otras personas; tan solo me siento tonto por haberme creído las mentiras y ahora temo no saber quién es él” Susurre con torpeza separándome levemente de su protector agarre.

“¿Eso que tiene que ver con que te quieras acostar conmigo?” Me pregunto con una nostálgica sonrisa sobre sus labios mientras sus manos recorrían mis mejillas con afecto limpiando los rastros de amargura que las habían marcado.

“Yo no lo sé” Musite con sinceridad bajando mi rostro “Quizás fue por venganza, despecho, dolor, tan solo quería olvidarlo todo un par de minutos, tan solo codiciaba que mi amargura se esfumara una noche” Me excuse sin comprender mis propias emociones.

“Ritsu yo me quiero acostar contigo” Pregono de manera galante quitando uno de mis mechones de mi frente “Pero no lo haré” Declaro besando con cariño mi frente, dejándome pasmado por sus incoherentes acciones.

“¿Que?” Balbucee atónito sin poder dejar de apreciar esas resplandecientes orbes miel “¿Porque? ¿Qué tengo de malo?” Mis preguntas provocaron que de los labios del más alto se escapara una melódica risita que encendió un fuerte rubor en mis mejillas.

“No tienes nada malo; eres perfecto” Susurro observándome con devoción “Ritsu te deseo más que a nadie en este mundo; quiero marcarte como mío; anhelo escucharte pronunciar mi nombre con cariño, y despertar abrazados en la mañana; pero no de esta manera, no por una confusión o por despecho” Pregono el mayor besando mi nariz con ternura “Yo sí quiero que nuestra primera vez sea especial”

“Takano” Murmure estremeciéndome debajo de sus brazos mientras por inercia mi cuerpo buscaba su calor.

“Ritsu; yo comencé con esta vida de casanovas porque temía que siempre me controlaran, porque en ella hallaba la libertad de ser codiciado; pero al final lo único que obtuve fueron amargos recuerdos y una soledad que ascesino cada una de mis esperanzas por amar” Confeso algo apenado sin desviar su mirada.

“¿Por qué me dices esto?” Le pregunte sorprendido llevando con incertidumbre una de mis manos hasta su rostro para poder acariciarlo con confianza.

“Porque cuando supe que te irías a vivir con tu novio pensé que te había perdido; creí que te alejarías por siempre de mi lado para pasar el resto de la eternidad con alguien más; me aterre de no volver a ver tu sonrisa o esas expresiones avergonzadas que me regalas; tus rabietas, la manera ilusa en que hablas; yo me asuste de perderlo todo” Declaro depositando su mano sobre la mía “No te puedo describir el dolor que pasé al imaginar eso; temí morir de tristeza si no te volvía a ver”

“No me digas más mentiras por favor” Le rogué bajando mi mentón con rabia; no quería que me decepcionaran una vez más ante esas dulces frases.

“No lo hago” Pregono rozando nuestras narices “Al imaginarte con Shin mi corazón se rompió Ritsu; perdió el sentido de latir; ahí me di cuenta de que no te quería para pasar una noche; sin importar las veces que repitiera que solo deseaba escucharte jadear sabía que era mentira; porque yo estoy perdidamente enamorado de ti” Sorprendido alce mi mentón entrelazando nuestras miradas mientras un intenso cosquilleo recorría todo mi cuerpo.

“¿Qué dijiste?” Le pregunte embelesado por esa sonrisa tan pacifica que me ofrecía sin dejar de acariciarme con ternura.

“Tú me has conquistado” Corroboro llevando mi mano hasta su pecho “Te amo” Cuando él dijo esas palabras pude percibir como ambos corazones se aceleraron mientras nos perdíamos en nuestro ambiente.

“Como desearía creerte Takano; pero me han advertido muchas veces de lo que eres capaz para conseguir lo que quieres” Murmure con una amarga sonrisa recordando los consejos de Kisa.

“Entonces te lo probare hasta que mis acciones hablen solas” Proclamo tomando mi cintura con cuidado para recostarnos sobre la cama de hotel “Hoy me encargare de alegrar todas tus penurias; quiero que tan solo veamos una película abrazados en la cama mientras yo sano todas tus heridas” Murmuro besando mis cabellos con afecto.

“¿Sabes? A pesar de que no te conozco desde medio año como a Shin siento que sé muchas más cosas de ti que de él” Declare permitiendo que cada uno de mis pensamientos escapara de mis labios.

“Aun temo a donde nos puede llevar esto; pero no estoy dispuesto a perderte ante otro hombre, Ritsu; no te dejare ir jamás” Musito prendiendo el televisor con el control mientras yo me acomodaba sobre su pecho de manera intima dejando que sus manos curaran todos mis males y su alma me acogieran.

“Entonces no lo hagas; no me dejes ir” Murmure dejando que su aroma me envolviera mientras mi demente corazón no dejaba de latir ante cada una de sus palabras y de sus toques; sé que me estoy equivocando con él; que me romperá el corazón como me lo advirtió Kisa; pero ya no puedo ocultar las pasiones que desbordo por Takano.

Notas finales:

Y asi Takano rechazo su unica posibilidad de tener sexo en este fic...okey no; pero si fue un gran detalle que escogiera apoyar a Ritsu en lugar de acostarse con él aprovechando que se encontraba vulnerable...muchas veces las acciones valen más que mil palabras.


Y aunque pueda sonar algo exagerado que le doliera tanto un par de mentiras blancas; recuerden que Ritsu lleve seis meses idealizando esa relacion; fue muy fuerte esa decepcion.


Bueno espero que les haya gustado; ojala comenten y mil gracias a los que leen!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).