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Casanovas de hielo por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Eto..si..primero..Melyoan, mi preciosa autora, mi querida amiga, mi acosada persona lamento la demora!! T_T Lo siento mucho pero me di varias vueltas en este capitulo más centrado en Hiroki y se me fue la nocion de la actualizacion.

Ahora si; ya pasando al fic con cuatro personajes aunque suene tonto es complicado narrar las emociones en el tiempo, pero para Hiroki que Ritsu y Nowaki lo hayan dejado aunque fuera por unos instantes le hizo darse cuenta de muchas cosas y adquirir coraje, como aclaracion.

Solo espero que les guste

Hiroki Pov

Mi corazón se encontraba acelerado sin razón alguna, mis ojos presionados con un falso cansancio; una torpe sonrisa trazada sobre mis labios mientras mi cuerpo era envuelto por una agradable calidez y mi alma impregnada por aquel varonil aroma al que sin poder evitarlo me he acabado acostumbrando.

Con resignación abrí los ojos apreciando como el casanovas de cabellos negros reposaba sobre mi pecho aferrado a mi cintura como si fuera un temeroso niño; llevé mis manos hasta mis cabellos en un vago intento por distraerme mientras trataba de levantarme del sillón para apagar la televisión.

“Nos debimos haber quedado dormidos en la aburrida película” Murmure para mí mismo riendo con ingenuidad al percatarme de la amorosa manera en que Ritsu se encontraba abrazado al pecho del adormilado diablo de ojos miel en el otro extremo del sillón.

Con cautela me liberé del agarre del más alto para caminar sobre la punta de mis pies hasta el baño en donde me lavé el rostro intentando despertar de aquel sueño que se profesaba como mi realidad, alcé la mirada para contemplar mi agotado reflejo consintiendo que una pequeña risa saliera de mi garganta.

Hoy me veía diferente; a pesar de tener las mismas facciones trazadas sobre mi cara acompasadas de mi delgada complexión podía apreciar un infantil brillo encendiendo mis ojos; las cosas por fin habían cambiado para mí al abrir con dificultad este terco corazón que me empeñaba en ocultar de las garras de mis fantasmas; ya no era ese asustado niño quien se lamentaba envuelto en una silenciosa penumbra.

Desde que poseo memoria he estado solo; siempre me he aislado para evitar hipocresías y embusteros cinismos que se grababan sobre mi nombre, sin darme cuenta escogí vivir en un mundo de fantasía entre las mágicas letras de los libros, me encerré en un paralelo en donde yo era quien deseaba mi irracional mente y realizaba lo que encendía mis venas con adrenalina.

Sobrevivir de este modo jamás me molesto; pensé que mi historia acabaría con un final amargo en donde traspasaría mis conocimientos y mi dictado habría quedado como la tenue brisa que resonaba en la lejanía; pero ahora sé que puedo tener mucho más al vencer estos temores que antes me paralizaban.

Cuando Nowaki me dejó al igual que Ritsu con un desabrido adiós fue cuando mis ojos pudieron vislumbrar la verdad; apreciar la soledad en la que me encontraba oculto, aceptar que mis únicas amistades siempre habían sido las sombras y mi escapé las rasgadas páginas de viejas historias, cuando ese par de irresponsables se apartaron fue el instante en que me di cuenta de lo feliz que había sido desde que los conocí.

Dejar entrar a alguien más aún me aterra, me dan miedo los estragos que causan esos hipnóticos ojos zafiro en mi corazón, sin embargo, ya no vale la pena negarlo; aunque nunca antes había permitido que un hombre calará tan profundo en mis sentidos y se plantará de esa manera en  mis pensamientos tengo la certeza de que estoy enamorado.

Miré como en mi relejo se dibujaba una tonta sonrisa ¿Quién habría dicho que yo acabaría con esa clase de expresiones tan infantiles por otra persona? ¿Quién habría pensado que el llamado demonio Kamijou sería un alma tan sensible y aterrada?

“Ya debo estar enloqueciendo” Me dije negando con la cabeza; mis emociones se encuentran golpeando mi interior como si fueran un caótico tornado desmoronando mi razón; la única certeza que poseo es que me siento agradecido de mis avances, aunque duele tener esta clase de relaciones me alegra haberlos conocido y haber tomado todos estos tonto e impulsivos riesgos.

Ahora aspiro a más; la literatura sigue ocupando un lugar de oro en mis sueños, no obstante, mis aspiraciones se perciben más intensas; más llenas, están acompañadas de personas que espero poder conservar y emociones que ruego que no me destrocen.

“Creíste que te escaparías” Antes de poder reaccionar un par de fuertes brazos me abrazaban la cintura con recelo; me ruborice intensamente al apreciar como en el espejo el cuerpo de la víbora acariciaba el mío.

“Pensé que estabas durmiendo” Respondí volteándome con el ceño frunciendo y unos nervios mal encubiertos para caer como esclavo de esos ojos.

“No dormí en toda la noche para ver cada una de tus expresiones” Confeso con intensidad llevando una de manos hasta mi ruborizada mejilla “Deseando poder acariciar por siempre esa fina piel que usas para seducirme”

“¿No se supone que habías acabado con esa fachada de casanova?” Le pregunte cruzándome los brazos, tratando de retroceder en vano al chocar en contra del lavamanos y ser sometido por su imponente mirada.

“Sí, yo quiero que nosotros intentemos hacer bien las cosas” Me indico alzando mi mentón para unir nuestras orbes “Hiro-san quiero que me conviertas en una peligrosa obsesión sin la que pueda seguir respirando”

“Eso suena un poco arrogante y egoísta” Me burlé tensándome al apreciar como su aliento chocaba con mi cuello.

“Puedes llamarme egoísta por ambicionar ser lo único que pienses y el hombre que te tomé para marcarte por el resto de tus días” Murmullo anulando la distancia; consintiendo que nuestras bocas se comenzaran a degustar.

No puse resistencia a sus labios, no lo empuje, no reclame, esta vez me limite a aferrarme a su cuello y consentir que su adictiva esencia fuera la que dominara cada uno de mis sentidos mientras sus manos causaban espasmos por todo mi cuerpo; las sensaciones que me provoca este chico se sienten tan bien; sin poder evitarlo acabé cerrando los ojos envuelto por su aroma.

Pude percibir como el hombre de cabellos negros sonreía mientras sus labios marcaban con leves y suaves mordiscos a los míos y su lengua acariciaba con lascivia mi cavidad, mi respiración se intensificaba, el ambiente se volvía más denso y unas inexplicables cosquillas eran las que quemaban mi razón.

El más alto rozó mi lengua incitándola a batallar en un juego de lujuria; mi piel se erizo al percibir como las grandes manos de mi acosador se metían por debajo de la polera para recorrer sin vergüenza alguna mi desnudo vientre, trazando con sus dedos de forma traviesa mi espalda como si me estuviera retando a perder la cordura.

Al distinguir como el menor aceleraba el vaivén entre nuestras lenguas mientras sus manos descendían hasta mis caderas tratando de ingresar en mi pantalón una gota de razón me forzó a apartarlo para limpiar con vergüenza el tenue hilo de saliva que se escapaba de mis labios y mirarlo de manera desafiante.

“No me observes  así” Me pidió con un tono burlón repasando mis cabellos, mordiéndose el labio inferior con deseo sin dejar de apreciar mis facciones.

“No me gusta que hagas esa clase de cosas” Mentí volteando mi cabeza al saber que él leería mis engaños  por mi nueva transparencia.

“No te agrada porque cada vez me meto más profundo en tu mente, porque ahora soy el único que hace latir tu corazón, porque ya no puedes imaginar un futuro sin tenerme a tu lado” Pregono con arrogancia tensándose ante mi afligida mirada.

“Nowaki solo recuerda que te di una oportunidad para que te largaras por siempre de mi vida, para no lastimarme y dejar esto como un par de hermosas memorias” Musite bajando la cabeza con una repentina sumisión.

“Y recuerda que yo traté de abandonarte” Murmullo apoyándose sobre mis hombros “Pero me fue imposible hacerlo porque acá el único condenado por tu amor soy yo; el único mártir de tus besos es el esclavo que tienes al frente tuyo con las pasiones sobre la piel” Una pequeña risa salió de mis labios ante sus palabras.

“¿A cuántas personas más les has dicho eso?” Le pregunte entrelazando nuestras miradas con timidez.

“Solo a Hiro-san” Confeso sin vacilar “Yo soy un cobarde, a veces quiero huir al percatarme de lo importante que te has vuelto en mi vida, sin embargo, cada vez que trato de hacerlo un gran dolor en mi pecho me inmoviliza rogándome que regrese por más, pidiéndome calmar esta terrible adicción de la que soy victima; supongo que lo que más me aterra es tener que resignarme a dejar de ver esas hermosas sonrisas tuyas” Expreso acariciando mis mejillas.

“Idiota” Me quejé distinguiendo como un intenso calor era el que subía hasta mi rostro; apreté con fuerza mis puños  tratando de disipar estas ardientes pasiones y el acelerado latir de mi corazón en vano.

“Gracias por no rendirte conmigo y darme una oportunidad” Musito besando fugazmente mis labios para sonreírme con sinceridad.

“No agradezcas” Lo contradije inspirando con dificultad “Solo trata de cumplir tu promesa y no dejarme” Cerré los ojos con nervios al haber dejado que esa clase de cursis pensamientos salieran de mis divagaciones.

“Eres tan lindo” Proclamo con una destacable ingenuidad siendo reflejada en esa seductora y aterciopelada voz “Pero Hiro-san yo no me atrevo a fallarte, mucho menos con ese idiota revoloteando alrededor tuyo” Mascullo sin ocultar sus celos para aspirar mi aroma sin vergüenza alguna.

“Deberías ducharte antes de que se nos haga tarde, hoy Ritsu y yo tenemos turno completo” Le recordé rompiendo el ambiente para caminar hasta a puerta; mis pasos fueron frenados al sentir un infantil agarre en mi polera.

“Hazlo conmigo” Murmuro con sensualidad en mi oreja consiguiendo que me estremeciera “Ahora que tenemos algo más formal podrías dejar de ser tan terco y entregarte a mí; permitir que te marcara para que ese idiota se apartara por siempre” Con el rostro ardiendo me separe para fulminarlo con la mirada.

“Tsumori es un buen chico que está confundido; no me armes un espectáculo cada vez que lo veas en mis clases” Le ordene sin relajar mis expresiones ante su suplicante mirada.

“Está bien” Musito aproximándose a la puerta del baño para anular la débil distancia con la que trataba de mantener mi fingido dominio “Pero recuerda que eres mío” Proclamo acariciando mi cuello.

“Solo apresúrate” Farfullé con una mentirosa irritación sin dignarme a voltear atrás sabiendo que la víbora me contradeciría.

Fui a la cocina para poder consumir algo antes de una agotadora jornada laboral soportando los piropos baratos de un par de molestos clientes con la intención de obtener algo más que un trago gratis, al ingresar en la habitación mis ojos se abrieron con preocupación ante el distraído y ansioso rostro que se había dibujado en los rasgos del menor.

“¿Qué tienes?” Le pregunte consiguiendo que parpadeará atónito y negara con la cabeza como si se hubiera liberado de un trance.

“Estoy tan decepcionado” Proclamo extendiéndome su teléfono; mis cejas se arquearon al ver como en la pantalla del celular habían cinco llamadas perdidas de quien mi mejor amigo había profesado como el amor de su vida.

“Ni si quiera deberías conservar su número, me da tanta rabia que te haya dicho todas esas cosas, no porque él sea un mentiroso tú lo serás” Reclame apretando con cólera los puños para ubicarme a su lado en la pared.

“Nunca lo había visto de esa manera, sentí como todos estos meses no fueron más que una pérdida de tiempo, como hice el ridículo tragándome cada una de sus farsas, fue tonto creer que lo podíamos tener todo” Enunció presionando su mandíbula con rabia; mis músculos se tensaron ante esas expresiones; no me gusta ver sufrir al único chico que se tomó el tiempo de conocerme en lugar de juzgarme.

“Si quieres lo encaramos juntos, también hay varias cosas que me gustaría gritarle” Murmulle apoyando una de mis manos sobre sus hombros en señal de amistad.

“Tú me lo advertiste Hiroki, desde que nos conocimos tú me dijiste que me fuera con cuidado y yo jamás te hice caso, siento ser tan terco” Se disculpó entrelazando nuestras miradas con confianza e intimidad.

“Nunca pensé decirte esta clase de disparates pero quizás deberías darle una oportunidad al idiota de ojos miel” El castaño cubrió sus labios con su mano derecha tratando de reprimir una infantil carcajada que era pronunciada.

“¿Sabes? A pesar de haber sido pareja de Shin tanto tiempo con Takano las cosas cambian, él causa tantas confusiones en mi interior, él se mete profundo en mis pensamientos y aunque lo odie admitir me engatusa con todas sus frases cursis” Sin poder evitar suspire ante las enamoradas palabras del más bajo.

“Creo que conoces tus emociones, solo te da pena aceptarlas” Le indique llevando con sabiduría mis manos hasta mis caderas.

“Mira quien habla” Se burló alzando una ceja con una pequeña sonrisa “Hiroki acá tú me ganas reprimiendo emociones; aunque también me alegra que te hayas decidido para darle una oportunidad a esa víbora” Mis mejillas se calentaron levemente ante las confesiones de mi confidente quien trataba de aparentar seguridad sin obtener resultado alguno.

“Ambos somos unos idiotas que están cayendo en una trampa” Especule en voz alta relajando mis hombros.

“Lo sé, pero ya estamos tan bajo, no importa enterrarnos un poco más en este toxico amor que esos dos nos han impuesto” Pregono con un pequeño hilo de voz mientras se tambaleaba para golpearme con confianza.

“Me pone nervioso que nos miren todo el día en el trabajo ¿Qué acaso no estudian?” Me mofé con falsedad sin poder reprimir más mis desbordantes sentimientos para rodear al castaño entre mis brazos.

“¿Hiroki?” Me llamo respondiendo dudoso a mis afectivos agarres.

“¡Maldición!, te extrañe tanto cuando te fuiste, mocoso idiota que me hizo pasar malos ratos” El menor río sutilmente en mi oreja tratando de acariciar mis cabellos para calmar los temores que me movían como si fuera un vacío títere.

“También me hiciste falta” Murmuro “Nunca te lo dije pero te considero algo así como un hermano a estas alturas, realmente te has vuelto muy cercano” Confeso separándose con melancolía de mis brazos.

“Me desaparezco un par de minutos y ya están llorando como si no se hubieran visto en años, ya superen ese reencuentro” La voz del azabache consiguió que el menor se tensara y su rostro se sonrojara.

“Takano no seas impertinente” Se quejó mi cómplice consintiendo que el mayor rodeara su cintura en un afectivo agarre.

“Ustedes realmente me dan risa; Nowaki me contó como tú estabas deprimido por no tener a mi Ritsu mientras que él se la pasaba lamentándose por dejarte” Declaro con descuido logrando que ambos gruñéramos a la defensiva.

“Son un par de chismosos que no saben guardar secretos” Farfullé caminando hasta el comedor para dirigirnos al llamativo bar del infantil chico de aniñados ojos cafés.

“Hiro-san no seas rencoroso conmigo, Masamune y yo solamente estamos cuidando lo que es de nosotros” Proclamo el casanovas de ojos azules abriéndome la puerta con galantería mientras me arrojaba una sonrisa traviesa.

“Ustedes no cambian” Susurro el castaño caminando con las manos entrelazadas a las del diablo de ojos miel.

Nowaki se limitó a sonreír ante mis palabras para rodearme con su mano la cadera y aferrarse a mí con su envolvente calor; los cuatro caminamos sin intercambiar otra palabra inmersos en nuestros pensamientos; esto es tan extraño.

¿Está bien abrirle la puerta a otra pasión? ¿Permitir que sean otras las cosas que me comiencen a llenar? ¿Exponerme sabiendo que un golpe me desplomará? Ya no tengo control sobre mis acciones, no soy quien maneja estos efusivos sentimientos ni quien manipula nuevos sueños que se han creado en mis noches; puedo apreciar como mi identidad está cambiando, como mis motivaciones evolucionan y mis pasiones aumentan, pero lo más irresponsable de todo esto es que no me molesta.

He recibido tantas advertencias sobre la víbora de ojos zafiro; tantos reclamos de cómo me desplomará con su veneno y me tomará entre sus garras solo para fragmentar mi corazón y abandonar mi alma vacía; a pesar de apreciar todas esas palabras de cuidado soy yo quien debe juzgar con sus propios ojos las intenciones de mi acosador.

Cuando él me toca a veces lo hace con un cariño tan especial que paraliza todos mis movimientos, cuando me susurra entre sueños y me besa la frente, no puedo evitar estar cayendo cada día más hondo por él; porque irremediablemente acabó desechando mi lógica para fundirme en un irracional enamoramiento de adolescente.

Sí él quiere jugar conmigo y destruirme no lo detendré; deseo que sea él quien me marque; quien me hiera para jamás olvidarlo, quien condene mi primera ilusión amorosa, no huiré por miedo, no escaparé para luego lamentarme por no haberme arriesgado; yo aceptó este demente amor que trato de salvar.

Inconscientemente me aferré con más fuerza al brazo del menor quien beso mis cabellos con ternura sonriendo de manera nostálgica hacia nuestro irritante local de trabajo; ya no me imagino un futuro sin esta persona; he perdido el juego.

Al ingresar al bar Ritsu y yo nos pusimos los ridículos delantales blancos para comenzar a auxiliar a un par de insistentes clientes; el castaño y yo siempre atendíamos juntos las mesas para defendernos de las palabras repulsiva con las que nos trataban de seducir y ponerlos en su lugar como alguna vez lo hicimos con los casanovas de hielo.

Al obtener el pedido el menor y yo comenzamos a preparar con dificultad los tragos debajo de las enfadadas miradas de nuestros acosadores quienes nos vigilaban como si fuéramos alguna clase de presa o trofeo en su casería.

“Hiroki” La suave voz de mi amigo me forzó a prestarle atención “No te asustes pero mira con discreción a tu derecha”  Me pidió señalando con los ojos uno de mis puntos ciegos; con curiosidad volteé sutilmente tensándome al encontrarme a un alegre Tsumori atento a cada una de mis reacciones.

“Este si es un problema” Murmulle entrelazando mi mirada con la de Ritsu “Estoy seguro de que no le gusto, solo esta fascinado con mis logros” Me excuse.

“No lo sé; esos ojos tan brillosos, esos suspiros, como apoya su rostro sobre su mano sin despegarte la vista, yo pienso que tu estudiante está muy enamorado de ti, tan solo es cosa de ver esa cara tan ilusa que te dedica con esa tonta sonrisa” Musito con sinceridad el menor tragando con dificultad al apreciar como nuestro jefe nos miraba con picardía.

“¿Quién está enamorado?” Pregunto divertido el más bajo apoyando sus manos sobre su delgada cintura.

“Kisa eso no es de tu incumbencia” Me quejé sabiendo que el mayor no era la clase de personas que guardaba secretos.

“No sean malos; me siento excluido por mis lindos meseros estrellas” Musito con un infantil puchero; este hombre es único.

“El hombre de cabellos rubios es uno de mis alumnos quien hace un par de días me confesó que le gustaba, pero no creo que vaya enserio” Le contesté tomando una antigua botella de vodka para preparar mi pedido.

“¿Estás jugando?” Me pregunto el chico orbes cafés tomándome de las manos para frenar mis movimientos con ímpetu “Hiroki tengo miedo de que al pobre le entré una mosca en la boca por no poder cerrarla” Ritsu libero una estruendosa risa llevándose sus manos hacia su abdomen para hacerse cómplice de las acciones de Kisa.

“Piensen lo que quieran” Farfullé con las mejillas un tanto calientes mientras mis manos repasaban mi frente en busca de paciencia.

“Me alegra que un chico tan dulces como él muestre ese interés en ti Hiroki; deberías darle una oportunidad” Con algo de angustia reflejada en mis movimientos me limite a perderme en la mirada verde de mi amigo para adquirir el valor necesario y condenarme.

“No puedo darle una oportunidad porque mi atención romántica la tiene otra persona” Mis frases solo consiguieron aumentar la sonrisa picara del más bajo quien rodeó mi hombro de manera felina tratando de indagar en mis secretos.

“Y dime quien como se llama el afortunado” Me pidió con un leve murmuro que estremeció todo mi cuerpo.

“Kisa nosotros dos tratamos de darle una oportunidad a los casanovas de hielo” Susurro el castaño robándome las palabras de la garganta.

“¿Que?” Balbuceó abriendo sus infantiles ojos con sorpresa y decepción.

“Takano y Nowaki no son tan malos como aparentan; por eso decidimos darles una oportunidad, pienso que lo de ustedes es un rencor antiguo que deben olvidar” Lo aconsejo el chico de ojos verdes con seguridad.

“Realmente son muy ingenuos” Susurro para sí mismo con la mirada perdida “Yo les tengo que decir algo” Expresó indicándonos con una pequeña mueca sobre sus labios que nos apartáramos de la barra en donde nuestras parejas sin etiquetar se encontraban atentos a nuestras acciones con agobio.

Tragué con dificultad siguiendo al peli negro a la bodega en donde se guardaban los pedidos especiales para poder hablar con tranquilidad, Kisa sin darnos explicaciones cerró la puerta para suspirar con cansancio y mirarnos con cierto temor.

“¿Tan malo es para que pongas esa cara?” Pregunto el castaño divertido tratando de aligerar la tensión en vano.

“Chicos les confesaré esto; yo conocí a esos dos antes de que fueran los casanovas de hielo, yo fui testigo de como se formaron esos despreciables hombres y lamentablemente he sido cómplice silencioso de cada una de sus rupturas al no impedirlas” Deliberó el mayor apoyándose sobre la vieja puerta.

“¿A qué quieres llegar con esto?” Lo interrogue directamente subiendo mis barreras al profesarme agredido.

“Takano Masamune o mejor conocido como el diablo de ojos miel; un irresponsable chico universitario que ingresó al bar por mera casualidad, la primera vez que lo vi daba la impresión de ser alguien cerrado inclusive tímido, sin embargo, cuando se le insinuó una chica él no dudo en desaparecer del local” El castaño fruncía el ceño apretando con fuerza los puños como si lo estuvieran insultando.

“¿Y eso que tiene? Takano siempre ha sido seductor, no es extraño que se llevara a una mujer la primera vez” Mascullo con cólera; una amarga sonrisa se dibujó en mis labios al apreciar a mi amigo así de enamorado.

“Después comenzó a recurrir todos los días para llevarse a alguien nuevo, luego comenzó a llevarse a hombres para experimentar, se acostó conmigo, se hizo mala fama, empezó a ser odiado por todos los corazones rotos que dejaba, las mujeres me pedían que le cerrara el acceso y sin importar las advertencias que le di él jamás tuvo esa consideración” Pregono con cólera el más bajo golpeando la puerta.

“Sí se ha equivocado bastante pero aun así lo perdono” Musito Ritsu en un apenas audible hilo de voz.

“Pero Nowaki es un caso opuesto, la víbora de ojos zafiro la primera vez que se apareció por estos lugares lo hizo con su linda novia Erika, una de mis amigas más cercanas” Mis ojos se abrieron con sorpresa ante sus palabras.

“¿Novia seria?” Balbuceé por inercia tragando con desagrado mis propias frases, flagelando delante de la primera tormenta que se me presentaba.

“Erika me contó que ella se encontraba embelesada con Nowaki, lo amaba a pesar de que a veces el casanovas la confundía con todas sus acciones, la chica tan ingenua se entregó sin pensarlo y lo único que obtuvo fue un corazón destrozado” Proclamo Kisa presionando su mandíbula para fulminarme con la mirada.

“¿Qué fue lo que paso entre ellos?” Pregunte guiado por unos celos sin fundamentos y una dolorosa curiosidad.

“No lo sé; ella jamás tuvo el valor para contármelo pero fue terrible ver como la destruyó; como Nowaki se divirtió manipulándola mientras era yo quien debía secar sus lágrimas, ella aún no se recompone de esa caída” Susurro escupiendo las palabras de la boca “¡Me da tanta impotencia no poder hacer nada por ella!”

“Kisa no creo que debas juzgar sin tener la historia completa” Me apoyo mi amigo sosteniéndome con sus pequeñas manos.

“Es que no comprenden lo impactante que fue ver como ella lloraba todo el tiempo, como se lamentaba y se echaba la culpa, pero más rabia me daba saber que en las noches esa asquerosa víbora buscaba una presa diferente” Declaro sin vacilar negando sutilmente con la cabeza ante nuestro comportamiento.

“Yo comprendo que te hayas sentido así de frustrado pero no te incumbe meterte más en eso” Le dije por impulso.

“Cuando esos dos andan juntos son desastre, lo único seguro es que ellos solo saben jugar y manipular la vida de los demás hasta obtener lo que quieren” El peli negro abrió la puerta con la mirada baja consiguiendo que un mal sabor fuera el que se hundiera en mis sentidos y un desagradable escalofrió me atacara.

“Quizás así eran antes pero” Ritsu no fue capaz de continuar con  sus desesperados intentos por defenderlos ante el semblante de Kisa.

“Si no me quieren escuchar está bien” Murmuro subiendo la mirada “Pero les aseguro que cuando se atrevan a tener sexo con esos dos lo único que tendrán a la mañana siguiente será una infinita soledad y un remordimiento del cual jamás se desharán” Proclamo con una inmensa seguridad siendo reflejada en sus verdades.

“Pero ellos han cambiado” Le explique percibiendo como el cuerpo del menor temblaba ligeramente ante la cobardía.

“Eso es lo que les dicen” Declaro con una enigmática sonrisa “Pero cuando se aburran de sus nuevos juguetes ya verán como los desechan”

Notas finales:

Bueno sé que podría parecer un tanto exagerado pero la aca Hiroki es una persona que se enfoco en la lectura por la misma razón que Nowaki evade el amor..miedo..la diferencia es que el castaño se atrevio.

Y cuando pasas toda tu vida solo tratando de que lo demas te sea indiferente y dejas entrar a alguien..pucha que se nota cuando se van, por eso creo que quedo media sensible esa escena.

Eto..como soy una escritora muy mala e irresponsable que se siente culpable tratare de subir este fic todas las semanas, jaja creo que es un poco de favoritismo pero de verdad lo lamento!!

Mil gracias a las personas que me leen, ojala comenten y espero que haya sido de su agrado el acosador capitulo


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