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Casanovas de hielo por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Bueno si me demore pero creo que comprenderan la razón por el contexto del capítulo, mis tediosas aunque a veces necesarias explicaciones estan al final.

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

¿Qué es lo que estaba esperando que pasará entre nosotros dos con estas tontas esperanzas? Lo único que conseguí construyendo utopías sobre las nubes fue que estas se cayeran y se destrozaran en frente de mis ojos convirtiéndome en un vil espectador.

Takano no es Shin, ambos hombres parecen ser los extremos opuestos de la moralidad y de la racionalidad; son el reflejo contrario de un espejo destrozado, las voces afrontadas en un viaje perdido en la agonía; mi azabache representa pecado, lujuria y libertad mientras que ese chico con quien alguna vez quede embobado es la viva encarnación de la responsabilidad.

Yo sabía que con el diablo de ojos miel jamás podría aspirar a lo que me ofrecía el chico con hermosas orbes de tonos fuego, estaba consciente de que era una mala idea exponerse conociendo ese carácter evasivo y miedoso, sin embargo, mi corazón rogándome porque me entregará a la pasión y latiendo con desesperación por sus caricias me cegó; ahora que la venda se ha caído soy yo quien queda inmerso en la amargura y el dolor.

“No necesitamos etiquetas en esta relación ¿Qué acaso no confías en mí?” Sí, si confiaba en su cariño, en esas dulces caricias con las que me embriagaba, sin embargo, no tenía esa seguridad en mí mismo.

No estaba esperando que él me entregará la relación estable con la que fantaseé encerrado en ese pequeño pueblo rogando con ansias por un rescate, con su fama de casanova sabia de los esfuerzos sobrehumanos con los que él me deleitaba para poder mantenerse a mi lado, pensé que estaríamos bien sumergidos en esas palabras sin significado pero tan solo me engañe; porque ahora esto ya no es suficiente.

Suspiré con la melancolía destilando en cada una de mis facciones mientras mi atención se trataba de posar en la jarra que estaba limpiando en vano al tener quemado en lo más profundo de mi alma  esa felina y misteriosa mirada.

Debería aceptarlo; debería ser capaz de deshacerme de mi orgullo para que ambos obtuviéramos esa preciado final de cuentos de hadas a costa de esas polvorientas ensoñanzas cuyo valor fue empeñado, sin embargo, “Ritsu cuando vengas para acá a conocerme prometo conseguir el salón más hermoso que hayas visto para efectuar el matrimonio” Yo quería eso; yo deseaba tener esa clase de seguridad.

“Ya deja de pensar en el tema” Me regañe a mí mismo apretando con poderío el trapo sobre el sucio cristal “No busques excusas para aceptar tu propia inseguridad” Acabe por confesar con las pasiones expuestas a la flor de mi herida piel.

En el fondo utilizo esto de etiquetar un romance porque temó no ser lo suficiente para él, estoy aterrado de que un día se cansé y yo me quedé sin nada,  a pesar de tener plena confianza en sus versos de seducción y afecto; en este cuerpo, en esta mente, en este chico mediocre quien no le puede ofrecer un futuro; de él no me puedo fiar.

“Tu escogiste ser nadie, paga las consecuencias”  Detuve mis movimientos con sumisión al recordar el amargo regaño que mi madre me confirió; en el fondo sabía que eso era realidad.

Una sutil vibración en el bolsillo de mi pantalón me sacó de mi trance; con la mano temblorosa y la mente confundida saque mi teléfono para encontrarme con el diablo y sus preciosas mentiras de cristal, la respiración se me cortó de los pulmones cuando me decidí a contestar.

“Pensé que habíamos dejado en claro que no quiero tener nada que ver contigo” Una dolorosa verdad a las que nos guio esta locura que llamamos amor.

“Lo sé” Un suspiro se escuchó del otro lado de la línea telefónica “Pero yo te dije que no me planeaba rendir contigo, no arrojaré todo lo que hemos construido por una pelea” Apoyé mis codos sobre la barra del mostrador intentando sostener mis temblorosas piernas.

“Shin lo mejor sería aceptarlo y ya, quedarse pegado en esto no es bueno para ninguno de los dos” Aunque trate de que mis frases salieran con una imponente seguridad tan solo conseguí que estas estuvieran espolvoreadas por el pánico y el terror; emociones que él me trasmitió al negarme lo que pretendo necesitar.

“¿Recuerdas el velador que vimos juntos por Internet?” Una tonta sonrisa se grabó sobre mis labios ante la nostalgia del ambiente “¿Ese ridículamente grande con ostentosos detalles de cobre y madera?”

“Sí” Musite “Claro que lo recuerdo”

“Esta tarde me llegó a mi casa” No fue necesario estar de frente para imaginarme la mueca de aflicción de la que sus masculinas facciones eran presa “Ese tonto mueble que tu querías comprar, ese al que accedí por tus lindas fantasías de guardar la ropa juntos llegó pero tú no estás acá”

“Si quieres el dinero te lo puedo entregar” Bramé con orgullo frunciendo ligeramente las cejas, ni siquiera su sutil tartamudear aligero la cólera en mis venas.

“Yo no quiero tu dinero Ritsu” Mi piel se erizo al escuchar mi nombre con ese seductor tono “Te quiero a ti de regreso” Bastaron esas preciosas palabras para desarmarme.

“Shin” No me dejo continuar.

“Quiero despertar y que estés conmigo en las mañanas, quiero acostarme a tu lado y que seas lo último que vea, deseo poder sentirte, besarte, hacer todas la cosas que dijimos que haríamos cuando nos conociéramos, cumplir con tus más locos deseos” Pude percibir el poderoso temblor en sus labios “¿Por qué ya no quieres hacer esas cosas conmigo?”

“Porque me enamoré de alguien más” Contesté apreciando como me estaba desmoronando ante la confusión e inseguridad de la que era víctima, sabiendo que estaba lastimando a un ángel sin rostro quien me socorrió en mi momento de debilidad más peligroso.

“¿Sigues con lo del casanova?” Su risa irónica caló en lo más profundo de mis memorias “No comprendo que fue lo que te dijo o hizo para ganarse tu amor cuando estábamos peleados pero” El pasar de la saliva con dificultad por su garganta delato sus nervios, mis manos sudorosas sosteniendo con fuerza el aparato en contra de mi nuca delataban los míos.

“¿Pero?” Insistí.

“Acéptame de regreso por todo lo que deseábamos hacer” Presioné mis pestañas apoyando mi cuerpo en contra de la barra del bar, mi ritmo cardíaco se intensifico “Ritsu por favor, quiero tener una familia contigo, presentarte a la mía, hacer todas esas locuras del matrimonio, quiero envejecer a tu lado” Esbocé una divergente sonrisa ante esas palabras; ¿No es una cruel ironía que la persona que amas no sea capaz de decirte eso y sí de quien tratas de correr?

“Debo regresar al trabajo” Musite sabiendo que leería las mentiras en las que me estaba impregnado.

“Van a ser las cinco de la mañana, no creo que haya mucha gente en tu bar” Me tire levemente del flequillo para perderme en la demacrada expresión de mi reflejo en la jarra; esto me está aniquilando.

“Adiós” Murmullé antes de colgar la llamada y desmoronarme.

Sí, yo si ansió obtener todas esas maravillosas cosas que escribimos en el aire con un futuro que jamás llego, aunque suene infantil e inocente yo sueño con pasar hasta el último día en el que mi respiración continúe cantando junto a mi primer amor sosteniendo con fuerza nuestras manos en una mecedora de madera; ese es el anhelo pecaminoso del que se me ha privado, con Takano nunca podre encontrar eso.

No escogí enamorarme de él pero sí entregarme y comenzar con este romance carente de etiquetas y cadenas, no puedo pretender que un alma libre como la suya y un cuerpo extasiado como ese se decidan a atarse a mi lado para que su felicidad se vaya corrompiendo por culpa de esta detestable personalidad; no puedo exigirle más de lo que me dará, ahora temó tanto que me abandoné, mis piernas temblaron con ese pensamiento; me asusta tanto amar a ese casanovas.

“Aun no comprendo lo que le ves al idiota” La aniñada voz de Kisa logró que un escalofrió recorriera mi columna vertebral; con nervios volteé mi nuca para encontrarlo apoyado a mi lado en la barra con la mirada perdida en la pista del bar “De todas maneras está coqueteando con chicas al frente tuyo”

“¡No lo está haciendo!” Agradecí a la estruendosa música de la pista por ser el cómplice que cubrió mi histeria “Él no está coqueteando” La sonrisa del más bajo se ensancho ante mi desesperado estado.

“Ritchan estas celoso” Más que una amigable pregunta esta era una brutal afirmación.

“Sí” Murmullé apretando con fuerza el delantal sobre mi regazo “Estoy muy celoso” ¿Valía la pena negarlo? No, porque desde la primera mirada que nosotros entablamos yo quedé completamente desarmado cual presa a su merced.

“Quizás escuche un poco de tu conversación telefónica” Al poder leer mi frustración y cólera él bajo la cabeza con sumisión jugueteando con sus pies “Ese chico se escucha bastante lindo, parece que va enserio contigo”

“Sí, es por quien me vine a vivir acá” Le respondí percibiendo como un amargo sabor llenaba mi boca ante esa traviesa expresión.

“¿El galante del que me contaste cuando te metiste a trabajar?” Su ceja se alzó consiguiendo que cada poro de mi piel se erizará; pude percibir como mis mejillas habían comenzado a arder por esa socarrona mirada insinuativa que me arrojaba.

“Sí, ese mismo” Me limite a decir.

“¿Entonces en lugar de quedarte con el príncipe de bonitas palabras escogiste al idiota quien no tiene ni escrúpulos ni respeto?” Cuando su dedo apunto al centro de la pista mi piel se erizo y mis labios temblaron leyendo lo que codiciaban poder leer, mintiéndome una vez más en esta relación.

Allí estaba Takano bañado por unas finas gotas de sudor recorriendo su marcado cuerpo, con el cabello despeinado cayendo sobre su frente solo para ser retirado, con una galante sonrisa digna de establecer portada en algún diario; allí estaba más perfecto que nunca dedicándole a otra persona aquellas expresiones.

Sabía que él tenía a un grupo de fanáticas al cual debía complacer, no es sencillo borrar un futuro ya escrito.

En ese instante por culpa del alcohol que yo había ingerido, la hora y el miedo me fue difícil leer la situación en la que se encontraba, no obstante, escogí creer que él las trataba de apartar para poder llegar a mi lado, que intentaba socorrerme en este mar de negros pensamientos que parece estarme encerrando para que ya no encuentre la salida.

“¿Ves cómo les coquetea? Él no va a cambiar” Eso no me convencería; aunque tengo esa enfermiza necesidad de buscar calor y seguridad en brazos conocidos le prometí que no sería tan débil como para vacilar en su afecto.

“¿Por qué te empeñas tanto en hacernos romper?” Sus infantiles y expresivos ojos cafés se abrieron con fuerza, su postura se tornó rígida, sus puños se cerraron, lo había hecho enojar.

 “A ti y a Hirochan los he adoptado como parte de mi familia” Su voz discrepó con esa poderosa posición “Aun recuerdo como me rogaste por un empleo para los dos con la excusa de que no poseían nada entre sus manos y necesitaban pagar una renta” La sangre me burbujeo con ese otro golpe de la realidad.

“Siempre estaré agradecido por eso pero” Él me hizo un flojo gesto de manos convocando mi silencio.

“Me recordaste tanto a mí en esos días, yo también sufrí por no poder pagar la luz en mi apartamento, por no tener tiempo por culpa de las extensivas jornadas de trabajo que siempre pedían un grado de estudio que yo no tenía” Aunque sus orbes me observaban él parecía ido “Por eso los acepte, sentí una empatía que hasta a mí me dio escalofrió” Su palma se apoyó con confianza sobre mi hombro entablando un ambiente de mera confianza y gentileza.

“Yo no quería hacerte sentir” Él me calló con su mano para suplicarme en silencio con sus miedos escritos en escarlata; para rogarme con esos endebles temblores y transparentes miradas.

 “Por favor no me hagas vivir dos veces la misma decepción con ese hombre” Ninguno desistió en ese tacto, tan solo me deje absorber por sus orbes “No sé si esta vez podre limpiar esas lágrimas”

“Kisa” Mi sonrisa fracaso “Las personas como Takano pueden cambiar, aunque no sea fácil prefiero conservar la fe que tengo en él antes de recaer”

“¿Qué hay de tu galán?” Mis mejillas ardieron aunque no supe el porqué.

“No regresaría con Shin solo por despecho, eso sería injusto para ambos” Sus pestañas se presionaron, su mueca se relajó, su aliento fue robado.

“A pesar de todas las cosas que me dices, de esas frases alentadoras con las que ambos sabemos que no te sientes más seguro igual desconfías” El ángel es perceptivo y comprensivo, es amigable y protector; el diablo es manipulador y seductor; no pude evitar preguntarme cuál de ellos era Kisa en esta sentencia que me obligaba a atravesar descalzo.

“¿Crees que él se aburra de mí?” Le pregunte con seriedad como desahogó; necesitando un apoyo en aquellos temores.

“Por supuesto que sí” Rodeé mis ojos ante esa terquedad para proseguir.

“Olvídate de su fama de casanovas y de todo lo que vivieron, si no conocieras a Takano, si él fuera un completo extraño ¿Crees que se aburriría de mí?” Ante la incierta mirada que me entrego me vi forzado con arrojar mi orgullo junto con mis heridos y desnudos pies “De alguien que no tiene ningún futuro por delante” Mi cuerpo ardió con la expresión que se tatuó en sus finas y delicadas facciones.

No, yo no quería esto, no necesitaba que hasta él me mirará de esa manera; con los ojos entrecerrados por la pena, la boca con la sonrisa más falsa que me han escupido, el cuerpo tenso al conocer la respuesta y aun así escondérmela, yo no quería que los demás me miraran con lastima; ¿De qué me sirvió salir de mi escuela con uno de los primeros lugares si en la vida real no tengo un puesto?

“Supongo que eso me lo dice todo” Musite aferrándome a mi brazo con incomodidad “No te forzaré a decirlo” Su mano atrapo mi muñeca antes de que me pudiera mover, sus labios se abrieron y cerraron  cientos de veces angustiados tratando de reparar un error que ya se había tatuado sin decir más que engaños.

“Tu valor no es lo que estudias o no” Es cierto, mi valor no radica en un papel.

“Voy a preguntarle a los de las mesas si quieren algo” Pero sí en las oportunidades que has dejado pasar.

Con un brusco movimiento me liberé del chico de cabellos negros para encaminarme en medio de la pista de baile y recoger los exóticos pedidos de esos repulsivos clientes quienes no tenían descaro en sus palabras o vergüenza con sus lasciva miradas.

Esto es lo que me espera por los siguientes veinte años en mi vida; seré recordado como el idiota quien pudo ahorrar para sacar su carrera, quien tuvo el apoyo económico de sus padres antes de irse de su hogar y lo desperdicio, lo arrojó para comprar un boleto de avión pensando que sería el pase a una nueva vida; los cuentos de hadas no existen ya debería saberlo.

Cuando estaba regresando para preparar esos tragos el alma se me escapó del cuerpo ante lo que vi; mi azabache, mi lindo casanovas estaba con las manos apoyadas en los hombros de una chica, con la espalda chocando en una pared, una mueca tensa en sus labios intentando apartar a preciosa mujer lejos de él.

Cuando nuestras miradas chocaron él se descuidó permitiendo que ella le robará el aliento; ese beso no fue correspondido y no duro más de un par de segundos pero me ayudo a comprender algo, cuando el aire le fue robado por otros labios pude verlo con una perfecta claridad; una dolorosa verdad de la que jamás sería libre; por eso corrí, permití que mis pies me guiaran a las afueras del bar en donde me deseaba perder.

“¡Ritsu!” Su voz no me detuvo, tan solo continúe azotando con mis gastados zapatos las húmedas calles en esa desolada madrugada “Detente” Aumente la velocidad con esas quebradas suplicas de cristal.

“¡Oye!” Su mano apretó con brusquedad mi muñeca, con una fuerza animal él me estampó en contra de la pared “Ese beso no fue correspondido, he tratado toda la noche de poder librarme de ellas y lo has visto” Sí, lo sabía, ese no era el problema.

“Estoy realmente cansado, tan solo quiero ir a dormir a casa” Me excusé con la cabeza gacha por la vergüenza y la rabia.

“Mi Ritsu” Su cálida y celosa mano acaricio mi mentón “Mi precioso castaño, no me hagas esto, no desconfíes de esa manera en mí” Entonces tú no me hables con esa dulce voz, no me rompas las espinas con las que te apartaré.

Esos prejuicios de ser usado ya no son los que me dañan, esas caricias ajenas las que me encelan, esas sonrisa hurtadas las que me irritan, supongo que la realidad adulta en algún momento me debía alcanzar, no podía ser un mocoso por siempre.

“Takano” Su sonrisa trepidó “¿Qué se supone que estamos haciendo juntos?” Lo interrogué con una desnuda preocupación exponiendo mi corazón tan solo para recibir un disparo.

“¿Qué?” Balbuceó atónito apretando mis mejillas de forma inconsciente “¿Qué se supone que estás diciendo?”

“Tú y yo somos personas completamente opuestas, yo quiero y necesito una red de seguridad, un romance, un noviazgo, yo quiero esas cosas mientras que tú tan solo sabes huir de ellas” Su mirada no se apartó de la mía, sus preciosos ojos miel me hipnotizaron hasta temblar, mi angustia estaba dibujada en esos engaños de vidrio.

“Hay algo más” Intuyó “Me estas escondiendo algo” Sí lo hacía.

Cuando yo vi ese beso más allá de enfadarme por una pretensiosa infidelidad o llorar por mi falta de carácter, cuando fui capaz de ver con mis propios ojos los miedos con los que el de cabellos negros me envenenó comprendí que él siempre estaría rodeado de ese tipo de llamativa gente; Takano es un hombre atractivo, es tierno, es muy inteligente, es terco e insistente; aunque aquellos defectos solo formen parte de la máscara de su encanto; ese hombre es increíble.

Él será un exitoso medico algún día, él sostendrá con orgullo un elegante diploma de letras doradas con el logo de esa prestigiosa universidad en una de las esquinas; cuando madure quizás querrá tener a una familia, una gran casa y esas tonteras con las que mi familia siempre me solía regañar; ¿Qué haré yo cuando ese futuro me alcancé?

No tengo aspiraciones ni sueños, no poseo conocimientos que me respalden ni los recursos, no puedo estudiar ni tengo esas ganas con las que mi padre se llenaba la boca en los discursos familiares, yo no soy nadie; siempre me miraran como Kisa lo hizo cuando le pregunté y eso será lo que eventualmente lo aburrirá. Cuánta razón tenían en mi casa, si rechazas las oportunidades no eres más que un mediocre vago; yo era mediocre.

 “Takano” ¿Qué clase de futuro te espera con alguien como yo? “Al menos pudimos decir que lo intentamos” En sus facciones se grabó al fuego vivo la rabia y la frustración.

“¿Por qué me estás diciendo estas cosas?” Me pregunto acercando su rostro hacia el mío, consintiendo que respirará su embriagador aroma a menta y tabaco, seduciéndome con un premio del que jamás fui digno.

“Creo que conoces la respuesta” Él acuno mis mejillas entre sus manos para comenzar a degustar con desesperación mis labios.

Su boca se movía con dominio sobre la mía, su lengua acariciaba mis labios de forma seductora y profesional, sus dientes tiraban con ansias de mí en espera de ser correspondido en aquel tacto pero ya no lo podía hacer.

Nunca me preocupe de mí porque ser un fracaso no me afectaba más allá de los lamentos; cuando conocía  Hiroki y vi la estupidez en mis decisiones, cuando aprecié como lo podría dañar a él con el peso que yace en mi espalda fue que muy tarde reaccioné.

“¡Ya basta!” Grite apartándolo, apoyando mis manos sobre sus hombros “Yo necesito que me entregues esa clase de seguridad que tenía con Shin, que me prometas un futuro, un seguro, un soporte, ¿Puedes hacer eso?” No era mentira y por desgracia la respuesta ya se encontraba escrita en  mi corazón.

“¿Por qué sigues insistiendo con lo mismo?” Sus facciones se endurecieron con fastidio “Una y otra vez me reclamas lo de no tener relación cuando te dije que las etiquetas no son algo necesario, pensaba que mi amor quedaba más que explicito con todos los mimos que te doy o el cariño con el que te miro”

“¿Cómo quieres que me sienta cuando tienes a un club de fanáticas detrás tuyo?” Le rebatí quitándole el seguro a esa caja de temores que había enterrado en lo más profundo de mi soledad “¿Cómo debo confiar en ti sí en el fondo sigues siendo el mismo?”

“Cambiar no es fácil Ritsu” Me rebatió arqueando ligeramente las cejas “Pero yo solo te quiero poder tocar a ti, estar contigo, eres todo lo que necesito” Esquivé el beso con el que me codiciaba rozar en la mejilla al voltear la nuca en aquella húmeda pared.

“¿Entonces porque sigues hablando con ellas?” Le pregunte colérico “¿Sí se supone que soy suficiente porque?” Nos estas descuidando, no me atrevía a preguntar.

“Por respeto a la reputación que construí tantos años, ellas no tienen malas intenciones, les he explicado que ya estoy en una relación pero nadie me parece creer, solo necesito tiempo para deshacerme de ellas, para que me dejen de buscar” Rodeé los ojos con sarcasmo cruzándome los brazos sobre mi pecho “Ritsu ten confianza en mí, por favor” Ni su suave tono de voz ni su aliento golpeando mi cuello me hicieron desistir, fue tonto creer en la promesa del cielo ahora que solo recibo el infierno.

“¿Tanto te cuesta llamarme por lo que soy?” Le pregunte entrelazando nuestras miradas con timidez “¿Tan apenado ya te sientes ahora?” Esa interrogante escapó de mi mente sin mi consentimiento; tan solo me pude morder el labio colérico para callarme, no podía lucir más patético.

“¿Vergüenza?” Me pregunto atónito, sus manos recorrieron mis pómulos logrando que todo mi rostro ardiera, mi corazón se descompaso con los tiernos toques con los que él me embelesaba “¿Qué es lo que tanto te aterra?”

“¿No te iras a cansar de un don nadie como yo?” Le pregunte finalmente con la mirada cristalina.

“Ritsu no te entiendo” Sus labios besaron con ternura mi frente confiriéndome un soporte emocional “No acabes con esto solo por un malentendido, déjame entrar en tus problemas”

 “Yo no te puedo ofrecer nada Takano” Musite con las cadenas tirando de mis tobillos para hundirme en la miseria “No tengo estudios más allá de la escuela, no acabé como el primero de mi clase, no tengo vocación ni pasión, lo más probable es que trabaje por siempre para Kisa” Mi histérica risa no aligero el ambiente.

“Tú” No supo cómo continuar.

 “Yo ni siquiera debería estar en tu competencia, nunca tuve una oportunidad real contigo” Susurre con la nuca gacha “Eso es lo que me aterra, saber que te perderé porque me quedaré corto de capacidad”

Mi corazón se desmoronó cuando en lugar de encontrar una gentil risilla ligera, una suave caricia con sus grandes manos sobre mis cabellos y un amoroso beso en la nariz me estrellé con la misma expresión que Kisa hace un par de minutos me había obsequiado, porque él también sabía que esas crueles palabras eran verdad, él también aceptaba que mi condición era penosa y mi actuar irresponsable; mis brazos colgaron sin vida de mis hombros mientras trataba de reprimir el ardor de mis ojos.

Esperar que él maquillara la verdad para mí, que me mintiera y me entregará seguridad era un acto demasiado egoísta.

“Esto fue demasiado apresurado” El azabache pareció volver en sí al escuchar mi voz y permitir que lo apartará de mi cuerpo en aquella calle encendida por el júbilo de un mañana que no deseaba llegar.

“Esas cosas a mí no me importan” Por como desvió sus ojos de los míos y vacilo con sus palabras supe que mentía “Yo te amo con las aspiraciones que tienes ahora Ritsu, no me importa quien serás en diez años, tan solo quiero estar a tu lado” No permití que se acercará a demoler mis muros al retroceder.

“Pero a mí sí me importan esas cosas” Me defendí con una lastimada expresión.

“Te amo” Confesó sabiendo que esas palabras estremecerían mi ser “¿Eso ya no es suficiente?” El aliento se me escapó de la garganta, la sangre me había comenzado a arder de la impotencia, las piernas me arrastraban con torpes pasos lejos de él, mi piel estaba tiesa al tener trazada aquella respuesta.

“No Takano” Nuestro tacto visual no se rompió en ningún instante “El amor no es suficiente”

Fue lo último que dije antes de voltearme hacia mi hogar, mover con una agilidad que no poseía mis pies y dejar a medio hacer mi sencillo trabajo en el bar, me pasé con frustración la camisa por los ojos limpiando un llanto que se negaba a escurrir sabiendo que todo lo que hacía acababa siendo mediocre y mi falta no se notaría.

“Ritsu te estamos confiriendo las oportunidades que nosotros no tuvimos, por favor aprovecha para ir a la universidad, te vas a arrepentir si no lo haces” Cuan sabia era mi madre con esos coléricos y frustrados regaños, cuánta razón ella tenía.

“Sí te largas por esa puerta a conocer a ese extraño de Internet tuyo no te molestes en regresar con la cola entre las piernas pidiendo que te paguemos algo hijo, te lo estamos advirtiendo, te estamos entregando la posibilidad” La fría mirada de decepción de mi padre “Yo no voy a mantener vagos como tú” Y esas dolorosas verdades siguen latiendo.

“Cuando vengas te abrazaré toda la tarde sobre la cama, te rodearé de la cintura en las noches, te protegeré de todo Ritsu, te amaré de manera incondicional, tan solo me debes aceptar” ¿Qué mierda pretendía jugando a la cenicienta con Shin?

No le puedo echar la culpa al de cabellos rojizos por regalarme las mentiras más hermosas que jamás escuche; sería un vil engaño decir que me escapé por culpa de sus tiernas evasivas o la rapidez con la que se agitaba mi pecho porque la decisión la tomé yo, nadie me apunto con un arma obligándome a salir de las páginas de ese seguro texto que mis padres habían escrito para mí; al menos debo tener el valor de aceptar mis errores y dejar de arrastrar a quienes me importan en ellos.

Porque estoy enamorado de Takano no lo puedo seguir envenenando; cuando él en el futuro necesite un soporte emocional, un apoyo, un desahogo, una piedra angular ¿De qué le serviré yo? ¿Qué utilidad podrá tener alguien cuyas máximas habilidades serán vender bebidas? Ninguna, y en ese entonces ya será muy tarde para echar marcha atrás.

Llevé mi mano hacia mi pecho tratando de inhibir el dolor con el que los fragmentos se incrustaban en mi piel, mis piernas en ningún instante dejaron de correr hacia el viejo apartamento del castaño ni mi alma de ansiar regresar en el tiempo para hacer las cosas bien.

Negué con la cabeza, me golpeé de las mejillas con suavidad para calmarme, respiré con profundidad, me volví a limpiar los ojos para ingresar en la sala de estar, sonreí con envidia mal disimulada al apreciar varios libros sobre el piso junto con un par de informes a medio corregir; él sí es increíble, Hiroki es alguien quien además de mi cariño se ha ganado toda mi devoción.

“A él tampoco lo podre enorgullecer” Musite con melancolía hincándome sobre mis rodillas para recorrer esos desordenados folios y ubicarlos en la mesa.

Mis ojos con pereza me guiaron hasta el reloj ubicado sobre uno de los estantes en las paredes del comedor “Las ocho” Balbuceé confundido por no encontrar al más alto despierto preparando alguna clase de improvisado desayuno para correr hacia la universidad.

Con curiosidad me encaminé a su habitación empujando la puerta para hallarlo dormido profundamente con las sabanas cubriendo una gigantesca polera blanca que a veces utilizaba como pijama; con ternura y tranquilidad me senté en un extremo de la cama para mecerlo y despertarlo de forma agradable.

“Hiroki” Lo llame provocando que pestañeara con frustración “Hiroki ya despierta” Él se estiro envuelto entre las sabanas.

“¿Qué haces acá?” Me pregunto con un pequeño bostezo; un mal sabor lleno mi boca cuando sus ojos se abrieron de golpe y una mueca de preocupación y aflicción se tatuó en sus facciones “¿Dónde está Nowaki?”

“¿Eh?” Balbuceé confundido “Debe estar en su apartamento o algo así” La espalda del castaño chocó en contra del respaldo de la cama, sus labios perdieron la fuerza dejando de esbozar esa irónica sonrisa, su mirada se cristalizó “¿Qué pasó?” Pregunte alterado tomando ambas mejillas entre mis manos, desesperándome al no poder frenar ese amargo llanto.

“Nada” Musito sin ser capaz de posar sus ojos en los míos “Después de todo sabía que despertaría solo en mi habitación”

Notas finales:

Okey; primero la obsecion de un romance estable de Ritsu no nace de la nada, es un poco spoiler pero se introdujo en el capitulo.

Ritsu viene de una familia muy controladora, los padres ya le tenian armado un plan de vida sin que él lo aceptara, lo presionaron mucho con lo de la universidad porque para ellos era lo más importante del mundo y por eso mismo se fue a vivir con Shinobu en busca de libertad y eventualmente conocio a Shin.

Cuando no tienes certeza del futuro lo unico que puedes hacer es aferrarte a lo que conoces, por eso Ritsu es tan persistente con eso; piensa algo asi como...si seguimos juntos los siguientes diez años no me dara tanto miedo despertar, porque sí, sin herramientas salir a delante es complicado, a mi misma me pagaron una miseria cuando me puse a trabajar medio año.

Yo no creo que un papel te defina pero muchas personas sí, por eso a veces se tiende a mirar en menos a quien no estan preparado; pero Ritsu no se siente mal por eso, él se siente menos por haber sido tan "Tonto" como para perder esa oportunidad por la que tantos pelearian.

Y cuando las personas te lo repiten y te miran asi, si, uno se siente menos y teme hundir como ancla a los que te importan, ademas que Takano con Nowaki estan estudiando medicina, los chicos son bien inteligentes fuera de su facha de casanovas y tienen un camino bien claro.

PAra Takano esto de la relacion de verdad lo asfixia, él no quiere ni matrimonio ni nada, es más relajado, para él es el presente aunque claro él tiene un par de certezas más.

Y los egoistas, ay, eso se los dira Nowakito en el siguiente capitulo, pero por si no queda claro esto transcurrio despues de la primera vez de ellos dos.

 


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