Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Casanovas de hielo por Chiaki28

[Reviews - 335]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola mis hermosos lectores! Les traje la continuación más o menos pronto...bueno lo más pronto que pude...

Melyoan sé que lo esperabas *-* Solo espero que te guste, esta hecho con amor?

Bueno y mis extrañas explicaciones al final como cada vez que hay un capítulo medio fuerte.

Espero que les guste <3 <3 

 

Nowaki Pov

El dulce sabor de sus labios me inundo, su embriagador aroma a canela lleno mis pulmones, sus débiles tactos rozaban  mi desnudo pecho con temor perdido en el mar de la inconsciencia, nuestras piernas se enredaron de forma melosa con la oscuridad como el único testigo de nuestras pecaminosas acciones; no pude evitar sonreír antes la adorable imagen que me entregaba el castaño, de lo hermoso que lucía bañado por la tenue luz de la luna.

Mis manos recorrieron sus sedosos cabellos consiguiendo que su rostro se relajará y él por inercia consintiera que lo abrazará con un instinto protector, mis brazos se encontraban rodeando la gigantesca polera blanca que se había puesto para no pasar frío, me hallaba completamente expuesto de corazón y alma ante él; las espinas y los muros se habían desmoronado a mi alrededor por su culpa, un extraño hormigueo me electrizó.

Un repentino mareo en mi cabeza y un asqueroso sabor en mi garganta me asfixiaron con esa divagación “Nowaki” Un amargo recuerdo de cenizas resucito de su tumba “He estado pensando mucho sobre nosotros dos” Para que la tapa de esos miedos se levantará y se desatará el caos en mi interior.

“¿Pensado mucho?” Trate de burlarme de ella para aligerar el ambiente, sin embargo, por la forma en como torció su tentadora boca de carmín supe que era un tema serio “Lo lamento, no quise jugar Erika”

“¿Crees que estamos bien en lo de nosotros?” Ella se levantó de la cama para fuera testigo de cómo el brillo se apagaba en sus hermosos ojos zafiro y la sabana se deslizaba por sus desnudas curvas “Seamos realistas”

“¿Bien?” No, desde hacía meses por culpa de la competencia nos estábamos destrozando “Solo necesitamos intentarlo más, poner empeño y ya verás cómo las diferencias se borran” Si tan solo fuera tan sencillo.

“Nowaki ya dejemos de engañarnos” Ni siquiera se atrevió a mirarme cuando dijo eso “Estoy enferma con esta relación, tú ya no pareces mi novio, pareces más un enemigo” Sus suaves piernas se tensaron sobre el colchón “Estoy agotada” Su voz tembló “No puedo verte sabiendo que tú me puedes quitar mi cupo, siento que no eres más que una peligrosa competencia y solo me utilizas para tener un buen rato de sexo y ya, yo no soy tu puta” Jamás lo fuiste.

“Yo no soy competencia” Trate de tomar su brazos pero ella me golpeo “Erika esto de los estudios sí es complicado, no pensé que acabaríamos enfrentándonos pero yo te amo” No se inmuto “Estoy dispuesto a hacer los sacrificios que necesites, no me apartes, no te cierres porque no te haré daño” Apreté las sabanas que me rodeaban para disipar mi ira “No digas cosas hirientes como que te uso porque sabes que es mentira, eres mi primer amor”

“¿Cómo quieres que reaccione?” Su histérica risa no ayudo “Ya ni siquiera parece que estamos juntos, te has convertido en alguien toxico” Quizás; yo sí me había transformado en un posesivo quien hacia esfuerzos sobrehumanos para poder permanecer a su lado pero ¿Qué otra opción tenía? “No te imaginas la rabia que me da verte todos los días Nowaki, lo lamento” No lo hacías ¿Cierto?

“Hey” Me incline sobre el colchón para acariciar con gentileza su hombro “Mientras nos tengamos el uno al otro hallaremos la forma de salir adelante con esta rivalidad” Bese su mejilla con ternura “Amor sé que tu mundo es la medicina, de hecho por ti, porque te admiro me comenzó a fascinar” Mis verdades solo la hicieron enfurecer.

“Ahora resulta que es mi culpa” Su labio se deformo mientras un tenue camino de gotas descendía por sus mejillas “¿Se supone que debo estar feliz de que me estés dejando sin nada?” Yo no quería que ella tiritara de esa manera “Perdona lo malagradecida que soy” El sarcasmo se impregno en ella.

“Solo escúchame” Su guardia no bajo “Aunque la modalidad sea de competencia pienso que mi trabajo como tu novio es ayudarte y anteponerte, por eso baja esos muros, permíteme ser el apoyo que necesitas y lo prometo solucionar” Mi respiración se agito con ese aroma a miel “Todo lo que necesitamos es amor”

“Ese es el problema” Ella se levantó dejándome contemplar una última vez su agraciado y femenino cuerpo “El amor entre nosotros hace mucho dejo de existir, ya no vale la pena seguirlo negando, lo único que hemos hecho ha sido discutir y pelear, en lugar de apoyarme tan solo te has burlado de mí, Nowaki ya no puedo más con esta farsa” Fue como un golpe de regreso a la realidad “Quiero acabar con lo nuestro”

¿Farsa? Una daga se incrustó en lo más profundo de mi pecho al recordar la facilidad con la que sus seductores labios pronunciaron esa frase; quizás para ella todo el tiempo fue una mediocre actuación que le debía entregar a sus amigas y a su familia, tal vez para ella lo de nosotros se convirtió en una zona de guerra en donde yo era quien tenía el arma, quizás para Erika yo me transforme en un monstruo egoísta sin piedad, pero era un monstruo que la amaba.

Con una sonrisa divergente y los ojos ardiendo observe dormitar al castaño; la última vez que abracé a alguien de esta manera mi corazón se hizo añicos, permití que con su tacón aguja me hiciera pasar un dolor indescriptible con lágrimas que aun gotean sangre, la debilidad, la depresión, el descuido, la distorsionó a mi personalidad.

¿Qué no he aprendido nada?

Ya tuve un golpe de desilusión, las personas son unas ratas de naturaleza hipócrita, cuanto más te expones más te ilusiona para después apuñalarte, no puedo pasar por esto dos veces, para eso es la fachada de casanovas, para apartarlos con fuego e impedir que miren lo que yace en el interior.

Mis brazos al liberar su delgada cintura consiguieron que el temblará, en silencio me levante del colchón para vestirme con las prendas que había dejado a mi alrededor “Lo siento” Musite sabiendo que él no me escucharía.

Suspiré convenciéndome de que Hiro-san era una conquista más, un nombre extra en mi lista, un acostón cuyo rostro olvidaré. Me lo prometí por el miedo que sentí a morir cuando ella me dejo, por las constantes ganas de perder la noción por culpa de su abandono, le prometí a Masamune después de que me halló vagando en ese toxico estado que no volvería a recaer en mis viejos vicios de mentiras.

Miré con gélido una vez más al castaño quien ahora lucía abatido entre las sabanas, aspiré su aroma inflando el pecho con orgullo antes de salir de su apartamento junto con nuestras memorias y tomar un taxi hacia mi hogar.

Los primeros rayos del amanecer se habían hecho presentes, mi agotado cuerpo en busca de descanso se estaba desmoronando por dejar que sus toques se esfumaran con el viento, su mirada rebosante de amor seguía tatuada en mis memorias mientras perdía mi atención en un punto sin dirección en el vidrio del auto; él no tiene importancia.

Luego de casi una hora atrapado en el tráfico de la noche llegue a ese polvoriento departamento con aroma a sexo y memorias de sudor en donde apenas abrí choque con la frustrada figura de mi amigo; algo en mi interior se devasto al aprecia cómo se mordía el labio con fuerza y se tiraba de los cabellos con desesperación; ¿Qué paso con el no enamorarse para sufrir? ¿También lo vas a romper?

“Masamune” Él salto con sorpresa sobre el sofá centrando su atención en mis ojos “¿Por qué luces tan agobiado?” La respuesta ya la conocía.

“Ritsu” Su nuca se agacho “Lo estoy haciendo todo mal con él, estoy desesperado al no tener idea de cómo lo debo tratar” Mis pies me guiaron hacia el lado de mi amigo en donde lo pude abrazar apoyando mi brazo izquierdo en su espalda.

“Creo que él entiende tu fama” Musite con una falsa confianza “No pienso que te quiera presionar sí sabe de tu pasado”

“Esto es mucho” Él azoto su zapato de cuero en contra de la alfombra “¡Yo no puedo Nowaki! ¿Una casa? ¿Una familia? ¿Matrimonio? ¿Qué sigue? Quizás me lleve a comprar muebles para un bebe mañana” Aunque se rio con histeria la tristeza en su mirar lo delato “Yo no funciono de esta forma, al final solo acabo aterrado, no soy Haitani”

“Que lo continúes buscando después de que se acotaron es la prueban de que te importa” Sus orbes buscaron las mías electrizando mi piel.

“Sí pero” Pronto tembló “No es suficiente solo tener amor”

“Tranquilo” Susurre aferrándolo a mi pecho, permitiendo que se quebrará entre mis brazos para sostenerlo.

Yo odio que las personas se acerquen porque eso les das el poder para despedazarme, si alguien rompe barreras más secretos conoce, sí un amor atraviesa expectativas en un pedestal más alto lo pones; de esa manera nunca veras el golpe venir, la traición, las mentiras, el engaño, el veneno, eso está en todos.

Aun con esa clase de tormentos le puedo dar consuelo porque él fue quien me socorrió, cuando estaba tirado en una esquina del bar de Kisa por primera vez, con el sabor a vomito en la garganta, las ropas manchadas, los ojos ardiendo por el dolor él me tendió su amistad para enseñarme otro método para desahogar la ira y crear la identidad de la víbora, no le fallaré ahora.

“¿Qué puedo hacer para que permanezca a mi lado y vaya más lento?” Su voz se había reducido a un patético hilo.

“No lo sé” Mis manos tan solo recorrieron su espalda.

“Comprendo que se sienta mal por las admiradoras y desplazado por mi incapacidad de ponernos un nombre, sin embargo, pedirme que cambié la identidad” El azabache apoyo sus manos en mis hombros como una débil petición por apartarme “¿Si tanto me pide que cambié es porque no me ama como soy?”

“Piensas mucho” Lo regañe golpeándolo en la cabeza “Me agradabas más cuando no tenías esos conflictos morales con la existencia” Por primera vez sonrió y se relajó.

“A mi también” Balbuceó presionando sus pestañas antes de acomodar su espalda en el sillón “Por cierto, ¿Por qué llegaste tan tarde?” No pudo ver mi expresión de decepción.

“Lleve a Hiro-san a su casa después del trabajo” El azabache con una emoción digna de un niño me sonrió.

“Ya era hora” Proclamo con orgullo “Conozco esa mirada tonta de enamorado que tienes, entre ustedes dos ya pasó algo ¿Cierto?” Algo en mi rostro congelo sus movimientos y convirtió el aire en plomo.

“Sí” Musite centrando mi atención en mis gastados jeans “Nosotros dos nos acostamos”

“¿No deberías estar feliz?” Aunque no lo vi podría jurar que alzó una ceja.

“Sí” Murmullé.

“¿Entonces?” Me levante del sillón para regalarle una mirada desbordante de indiferencia y rechazo.

“Y eso” Bramé a la defensiva “Ya me acosté con él, ya cumplí con mi objetivo y ahora puedo avanzar con mi vida de casanovas y volver a buscar a alguien más” Sus orbes miel se abrieron con sorpresa al igual que sus labios.

“¿Qué diablos estas diciendo Nowaki?” La temperatura se hizo insoportable “Tú estás enamorado de ese profesor” Sus cejas se arquearon “No me digas que lo dejaste solo en medio de la noche como con tus demás conquistas”

“Sí fue así es mi problema” Gruñí apretando los puños “Masamune ya es hora de acabar con la farsa de cuento de hada, cosas como el amor y el romance no las sentimos, mientras más te dejes llevar por Ritsu más doloroso les será luego cuando él te boté; porque te va a dejar” Su mandíbula rechino.

“¿Por qué ahora estas tan raro? Tú” No supo cómo continuar.

“Porque esa bonita mentira de quererlos como pareja explotó” Le respondí leyendo la confusión tatuada en sus facciones “Ya deja de engañarte a ti mismo, con nuestra reputación, con nuestras emociones, con la clase de persona que eres ¿Crees que los podemos llegar a amar?” Su boca tan solo se abrió expresando incertidumbre.

“¿Qué te pasó con Hiroki?” Escuchar su nombre fue un golpe demoledor.

“Lo usé y ya” Mi voz no salió con el júbilo que pretendía “Nadie vale un riesgo tan grande, ese era el chiste de ser un rompecorazones” Él bufo con ira e impotencia.

“Que cobarde eres” Farfulló creando una distancia que jamás había percibido  “Tú fuiste quien me enseño que no me debía rendir con las cosas que amaba y quienes me importaban; tú me incitaste a esforzarme tanto en la carrera hasta que esta me gusto” Su ceño se tensó con fuerza “¿No te sientes hipócrita por esconder la mano ahora que han subido de intensidad?” Mi sarcástica risa tan solo aumento la lejanía.

“El cínico eres tú” Lo desafié por primera vez “Tú me dijiste que por nada nos teníamos que enganchar, tú fuiste quien me dijo que le hablará esa noche en el bar, ese estúpido plan del acoso fue tu idea porque le tenías calentura a Ritsu, si fueras tan hombre de palabra como dices serias capaz de continuar con tu vida y afrontar quien eres en lugar de dejarte pasar a llevar” El se frotó la frente como si necesitara de paciencia para continuar.

“¿Qué me tratas de decir?” Su mirada se endureció.

“Que estas dejando que ese niño de ojos bonitos te manipule como quiera, te estas volviendo un sumiso solo para cumplir con los caprichos de alguien que te dejará porque no eres su príncipe de cuento” Aunque mis palabras parecieron dolerle no me detuve “Tienes razón, tú no eres su expareja, no pretendas usar su lugar”

“Nowaki no digas cosas por las que después vas a estar llorando” Él me lo advirtió, con esa rígida postura, con esa frustración reprimida y ese tensar de mandíbula me lo advirtió.

“¿Qué?” Pero igual proseguí “¿Ahora te da miedo volver a ser el diablo de ojos miel? ¿Ahora te da pánico volver a las andanzas porque ese niño te quito el talento?” No espere que me respondiera “Más miedo te debería dar aferrarte a él porque el golpe que te lleves te va a destrozar, el amor es una cosa muy cruel Masamune”

“Ya detente, te lo advierto” Sus pasos firmes resonaron por el salón, aunque nuestros cuerpo se acercaron ambos parecíamos distanciados en nuestras propias prisiones.

“Ritsu ahora te parece dulce y lindo” Murmulle divertido “Es una lástima que tengas que esperar a que saqué sus garras y te arranqué el corazón para darte cuando de la verdad” Lo golpeé en el hombro con brusquedad “¡Abre los ojos! No vives en una fantasía rosa” El me empujo indignado sin saber que responder a mis insolencias.

“¿Sabes qué?” No me miro “No tengo la puta paciencia para estar aguantando tus infantiles ataques de ira” Aunque me dio la espalda pude distinguir su expresión de rabia “Hablaremos mañana cuando lo idiota se te pasé”

Lo único que hice fue encerrarme en mi habitación y tirarme sobre las sabanas deseando que el sueño me arrastrará a una realidad en donde fuera menos doloroso tener que existir, en donde las memorias se pudieran quemar a voluntad y el resto ya no importará.

“¿Sabes cuál es tu problema?” Presioné mis pestañas invocando esas lágrimas “Eres un maldito egocéntrico, a ti no te importa nadie más Nowaki, crees que los demás estamos obligados a aguantarte pero no es así” Ella bufo con fastidio antes de restregarse con el brazo los ojos “Le deseo mucha suerte a la infeliz que tenga que tolerarte el resto de sus días porque las bestias como tú de amor no saben” Era verdad.

“Pero aun así la amaba” Musite apoyándome en contra de la almohada.

Cuando ella me dejó fue como fallecer; me descuide y pasé a tener un estado de salud asqueroso, me dejaron de importar los créditos que necesitaba para aprobar, mis amistades las corte, lo único que hice fue volverme un adicto quien cada noche frecuentaba algún bar en busca de disipar el dolor. Si con Erika eso me desmoronó, ¿Cómo sería con Hiro-san? Nunca me había enamorado tanto como lo he hecho con él, no quiero pensar en lo mucho que dolería su traición.

No dormí  el resto de la noche, no pude aunque estuve desesperado intentándolo porque su calor me hacia falta y su imagen desnuda entre mis brazos no se quería esfumar de mis memorias; cuando el reloj marcó las cuatro y la luz había ahogado el último rincón de mi pieza me levante listo para una tediosa rutina de mentiras poniéndome esa máscara de víbora con la que los demás me solían tratar.

Al llegar a la sala de estar en contra de mis expectativas me encontré con el azabache quien incomodo desvió la nuca, debajo de sus ojos habían un par de gigantescas bolsas negras, su cabello estaba desarreglado y graso, su cara cansada; esto era lo que no quería.

“¿Qué haces acá tan tarde?” Fue la mediocre pregunta que le pude lanzar.

“Sigo enfadado contigo y no estoy dispuesto a continuar discutiendo, estoy muy cansado para soportar algo así hoy” Bufo cruzándose los brazos sobre el pecho “Tan solo te voy a ignorar mientras te arrastro al bar”

“¿Eres idiota?” Le rebatí con frustración “Lo último que quiero es volverlo a ver, de seguro me odia por lo que le hice pasar”

“Yo iré a ver a Ritsu y trataré de arreglar la poca mierda que nos queda de relación, lo que tú hagas con Hiroki ya no es de mi incumbencia” Reí con sarcasmo rodando los ojos.

“¿Para qué me vas a llevar entonces?” Sus facciones se endurecieron con gélido glacial.

“Para que después no me reproches el no haber hecho nada como tu mejor amigo” No dijimos más.

Ambos sabíamos que ese día ellos tenían turnos completos; para poder hostigarlos mejor nos aprendimos el horario que le robamos a Kisa con la excusa de que sería el mismo éxtasis poder tocar el cielo con esos dos; ahora me arrepiento de esas imprudencias.

El viaje fue incómodo y silencioso; Masamune no se dignó a devolverme la mirada o a suspirar otra palabra por culpa de las barreras con las que yo mismo nos había apartado; por esas crueles cosas que nunca le debí gruñir como un desahogo por el peso que estaba quebrando mis rodillas; sabía que desquitarme con él y exponerlo a mis traumas era para lidiar con la presión a la que había llegado, no obstante ya no hallaba forma de desahogarme y tan solo trataba de ahorrarle el dolor.

Porque esas heridas ya las encarné no quiero que él las tenga que vivir, sin importar que tan hermosos e ingenuos sean ese par de castaños en el fondo todo ángel es un demonio sediento por la sangre y todo romance está condenado al fracaso, por eso es mejor huir antes de que exista el cariño, beber del otro sin temor a que te deje vacío.

Cuando llegamos al local en esa calurosa tarde las luces de neón se encontraban apagadas por culpa del abrazador clima; Yukina estaba parado con los brazos cruzados sobre el pecho con su típica postura rígida tratando de regularizar el movimiento en el interior del local; al vernos una sonrisa de confianza se trazó sobre sus labios junto con un amigable aleteo de pestañas.

“Mis casanovas favoritos” Bromeó con simpatía “Es bastante extraño que se muestren mientras aún hay luz de día ¿En qué les puedo ayudar?”

“Lo sé” Eso no aligero el ambiente “Esta vez vinimos por algo urgente” El de ojos miel me robo las palabras de la garganta.

“Déjenme adivinar” Se mofó divertido llevándose una mano hacia los labios “Vinieron acá por un par de lindos castaños a quienes observan todos los días” Una nostalgia sonrisa se trazó en la boca de mi amigo mientras la culpa era el sentimiento que poseía mis emociones.

“Acertaste” Jugueteo el más alto “Necesito ver a Ritsu lo antes posible” El de apariencia principesca suspiro apoyándose en contra del muro de entrada.

“Primero un tipo con pelos rojos y después tú” La mandíbula de mi amigo nuevamente rechino “Sé que Kisa les tiene el acceso prohibido pero ustedes realmente me agradan así que si no le dicen que los deje entrar pues yo no  los echaré” Trate de entregarle mi mejor risita actuada a ese amigable sujeto en vano.

“Gracias” Respondimos al unísono incorporándonos en el local.

Aunque los rayos del sol aun alimentaban el júbilo del día habían varias personas perdidas debajo de las luces  fluorescentes en medio de la pista de baile y múltiples chicos universitarios devorando las botellas en la barra principal; mi mirada por inercia lo busco rogando porque no estuviera, sabiendo que de esa manera podía seguir engañando a mi corazón.

No quería ver su mirada impregnada por el odio y la frustración, no deseaba ser el testigo de cómo esa misma expresión de asco que me entregaban las chicas se posaba sobre sus hermosas facciones, no codiciaba confrontarme a ese rechazo después de todo lo que habíamos pasado.

“Yo le iré a preguntar a Kisa por Ritsu, debo saber a dónde está, él ya debería haber llegado” Mi mano se aferró a su muñeca impidiéndole comenzar a caminar.

“Si él te ve te va a echar” Ninguno vacilo “Sabes que no somos bienvenidos acá” Él chasqueo la lengua como seña de infortunio.

“¿Me queda otra opción? No me puedo rendir con él aunque no es lo que consideres correcto” Si bien él tiró yo no lo solté “Déjame”

“¿Estás seguro que quieres quedar expuesto a ese rechazo Masamune?” Mi voz se suavizo, mis barreras descendieron, esta vez le permití leer el temor “No te lo digo por maldad, pero en verdad el dolor es indescriptible, uno no se puede recuperar con facilidad de esos golpes”

“¿Te parezco con ganas de escuchar eso?” Lo ignore.

“Porque te quiero no ansió que pases por las misma amarguras que yo pasé” Musite como un amargado padre tratando de detener a su pequeño hijo “Aunque tú fuiste mi soporte y apoyo cuando lo mío con lo de Erika se acabó yo no sé si sea tan resistente como para ser el tuyo” Él me azoto el brazo para que lo liberará.

“Ese será mi problema” Bufo antes de perderse en la multitud de jóvenes en medio de la pista en busca de una pequeña y aniñada cabellera negra.

Lo único que pude hacer fue sentarme en la barra y ordenarle al mesero de turno que me regalará una botella de cerveza mientras los nervios afloraban en mi sudorosa piel y las ansias nacían en mi reseca boca; lo quería ver aunque lo negará, la tensión por no conocer su reacción era una tortura.

Si yo chocará con esos preciosos e ingenuos ojos avellana lo querría abrazar y le suplicaría perdón, mi corazón se desmoronaría por cualquiera de las rebeldías que me enseñara mientras mis temores se desprenderían para quedar en el suelo junto con mis heridos pies; es una suerte que haya construido tantas barreras para evitar ese caos, es toda una suerte.

El amargo sabor se deslizo desde mis labios hacia lo más profundo de mi ser, mi cabeza sintió un repentino mareo por la falta de alimento ante ese vicioso líquido, el aroma a tabaco que desprendían un par de fumadores a mi derecha cegó mis sentidos; al menos así podría olvidarlo todo, presioné mis parpados echando el cuello para atrás en un pobre intento por acabarme la botella.

Un repentino y brusco agarre rompió la magia de mi ambiente, cuando mis ojos fueron abiertos mi piel se erizo al chocar con un par de furiosas orbes verdes intentando jalarme hacia alguna misteriosa parte del bar.

“Masamune está con Kisa” Musite confundido por la persistencia en la que me empujaba, finalmente me bajó de la silla provocando que caminará a su lado.

“No me interesa hablar con Takano” Jamás había escuchado ese frío tono de él “Tengo asuntos contigo ahora”

Tan solo permití que él me halará hacia una puerta de madera al lado de la cocina en donde se guardaban algunas botellas de reserva y un par de alimentos preservados en varios estantes de madera que lucían como nuevos, cuando su espalda se apoyó en contra de la única salida supe que no podía correr de esto.

“Nosotros dos no hemos entablado muchas conversaciones solos, no sé qué te podría de” No acabe mis palabras ante un potente golpe en mi mejilla junto con un estruendo en la habitación; el dolor no se hizo de esperar.

“¿Cómo tienes la cara para aparecerte acá?” Me pregunto agitando su puño sin romper esa rígida postura que había creado “¿Crees que puedes jugar con las personas y después pretender que nada pasó?”

“¿Tú crees que puedes andar golpeando a los demás como se te dé la gana?” Le rebatí alzando una ceja, provocando que esa pequeña figura temblará del coraje por la insolencia con la que lo atacaba “Masamune te andaba buscando, deberías ir a arreglar las cosas con él”

“No finjas tener interés en mi vida amorosa” Me confronto sin bajar la guardia “Ni aparentes tener interés en mi amigo porque personas como tú no tienen compasión” Hay estaban una vez más esas etiquetas; Erika se sentiría orgullosa de que su discurso fuera invocado por distintas personas.

“¿Qué es lo que quieres Onodera? No me da el tiempo para andar jugando” El nombrado tomó con un puño mi camisa tratando de intimidarme con su aliento a dentífrico.

“Quiero saber porque” Farfulló arqueando las cejas, hundiendo esos resplandecientes ojos en sus cuencas hasta perder todo brillo “¿Qué diablos ganabas con hacer llorar a Hiroki de esa forma?” El sonido de los fragmentos del amor que quedaba en mi interior pulverizándose fue lo que me mantuvo conectado con mi realidad.

“Él sabía que solo era un juego” Sus facciones se robustecieron.

“¡Mentira!” Me grito forzándome a aspirar su aliento “Él me dijo que lo cobarde por fin se te estaba quitando, que ya estabas madurando y valía la pena que te diera una oportunidad” Me zafe sin ser brusco de su agarre para encerrarme entre mis propias espinas.

“Lamento decepcionar de esta manera tus expectativas pero así somos los casanovas” Sus ojos de inocencia se abrieron “No cambiamos” Su boca se movió sin saber que decir, sus palmas se relajaron al igual que sus hombros, su nuca cayó.

“¿No cambian?” Me replico “¿Estás seguro de eso?”

“Onodera lamento ser yo quien te lo diga pero eso de que las personas cambian por amor es solo una farsa” Fue muy tarde cuando me di cuenta del daño que había cometido con su pequeña risilla sarcástica.

“Supongo que sí” Por unos instantes pareció sumergido en sus propios pensamientos “¿Sabes? Yo y Hiroki en un comienzo los odiábamos, ambos parecían ser tan arrogantes, egocéntricos, ante nuestros ojos eran un par de imbéciles que se divertían jugando con el corazón ajeno”

“¿Qué tratas de?” Una débil seña con la mano me impuso silencio.

“Cuando los fuimos conociendo confirmamos que eran solo unos idiotas individualista con un orgullo muy grande” Aunque él rio la tensión no disminuyo “Hiroki sabía que tú eras un egoísta, él siempre me contaba lo aterrado que se sentía porque sabía que llegaría el día en el que te cansarías y cambiarías de parecer pero eso jamás le impidió esforzarse para ayudarte, trabajar duro para verte feliz, entregarse, abrirse” Su cabeza negó con una mirada que destilaba melancolía “Puede que nosotros hayamos sido unos tontos ingenuos en creer en ustedes, pero al menos no fuimos cobardes”

“¿Cómo Hiro-san se?” Tampoco me dejo terminar.

“Felicidades víbora de ojos zafiros, conseguiste tu conquista nocturna” Sus pies retrocedieron hasta volver a chocar con la puerta de la salida “Tú si lograste que mi amigo se entregará a ti una sola noche y también te robaste su corazón” Su rostro no se relajó “Aunque eso poco te importo”

“Ya para” Se lo suplique percibiendo como cada letra se impregnaba en mi cuerpo para hacerme revivir ese pasado; no quiero atravesar otra vez por ese dolor.

“Espero que hayas disfrutado tu noche a su lado porque no lo volverás a ver, no permitiré que te le acerques y le hagas más daño” Su mirada me fulmino “Las lágrimas que él derramo por ti no las vales” Sus labios se deformaron con asco “Eres una basura” Gruño antes de abrir la puerta y salir de la bodega.

Me arrebate con fuerza una pequeña gota ácida que descendía por mi mejilla tratando de calmarme, me aferre a mi pecho con agobio, me trate de sostener en esta demolición a la que me estaban forzando, intentado mantenerme parado en medio de la tormenta evitando sufrir “Desde hoy seremos los casanovas de hielo amigo, nadie nos convencerá para que cambiemos” Una promesa que pretendía mantener.

Notas finales:

Para que una persona pueda superar su temor hay que confrontarlo sino se sigue alimentando, Nowaki lleva literalmente todo el fic martirizandose con Erika, porque la unica vez que se atrevio a amar lo botaron, y ese dolor jamas se va a borrar, eso solo va a crear miedo, y lo unico que él va a pensar ante un romance es; Cuando se acabé como me levantaré? Por eso huye del amor, solo piensa en el dolor y en como quedo para acabar siendo la vibora de ojos azules.

Takanito hermoso; su problema es que Ritsu sí lo hace sentir como que busca un reemplazo, esta bien cambiar por amor, pero toda la personalidad...entonces no se ama tanto a esa persona; ese es el punto.

Ritsu por el momento solo esta jodido con los dramas amorosos, para ser sincera esta más preocupado por su amigo y por su futuro que lo demas.

Hiroki; me parece redundante cualquier explicación.

Espero que les haya gustado <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).