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Casanovas de hielo por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!! Al final los capitulos se invirtieron cuando analice el orden de la historias asi que aca hacen su super aparicion mis algo irritantes semes, tenganles paciencia a estos dos.

Espero que les guste <3 <3

Nowaki Pov

¿Cómo llenar un vacío que no parece tener fondo? ¿Cómo intentar calentar mi frío cuerpo con las congeladas caricias que me dan un par de extrañas? ¿Cómo volver a amar si en el pasado pulverizaron tu corazón con una risa sádica?

Ninguna de esa preguntas que me hago a diario logran tener respuesta, sin importar lo desesperado que me encuentro buscándolas, la idea de tener debajo de ti a una extraña la cual gima tu nombre desesperada mientras se aferra a tu espalda, al comienzo es una idea excitante, emocionante, una falsa promesa de poder calmar el dolor, de olvidar unos instantes todos los amargos recuerdos que rodean tu mente.

Ella jugo conmigo, así que no está mal que yo lo haga con el resto, la pasión de perderse acariciando un perfecto cuerpo cálido, besar unos labios distintos cada noche para deleitarte con todos los sabores, ahogarse en el fuego que arde en un encuentro lleno de lujuria en donde la vergüenza se pierden, es algo peligrosamente adictivo.

Eso es a lo que me dedico, a jugar con las frágiles ilusiones de mi víctima, de romper aquellas fantasías para que conozcan la realidad, mi manera de subsistir no es despreciable para los que queremos una aventura de una sola noche, yo no soy de los hombre que se acurrucan jugando con los pies en la cama.

Hace mucho ya no tengo la esperanza de hacer eso con alguien, prefiero perderme en las distintas miradas de las soñadoras mujeres que se entregan con la promesa de no enamorarse de mí, ni yo de ellas, con el objetivo de cegarnos por las afrodisiacas experiencias que cruzamos juntos en un mar de musicales jadeos y rítmicos movimientos.

Sé que mi manera de actuar es infantil, no es justo que yo rompa corazones  porque alguien destruyo el mío, sin embargo, al momento de actuar mi cuerpo se mueve solo impulsado por el deseo de que las amargas palabras y sus punzantes susurros se ahoguen en alguna desconocida y se intensifiquen por el efecto del alcohol.

Masamune y yo hemos seguido la misma rutina por años, nos hicimos amigos al conocernos en la universidad, ambos somos estudiantes de medicina con especialidades sin definir, aspirando a salvar las vidas que nosotros mismo corrompemos, esa es una de las ironías que nos ha preparado el despiadado destino.

Al eximirnos de cada materia, él y yo comenzamos a frecuentar el mismo bar en la noche con el objetivo de poder relajarnos y des-estresarnos, por unos instantes estar capacitados para desconocer quienes somos, y así crear una torcida ilusión para subsistir en ella, aferrándonos con intensidad a los sueños que oculta nuestra amarga realidad.

Con una mirada adornada por el deseo de abandonar los temores y fundirme en el éxtasis prometo una noche inolvidable, en la cual toco a aquella muchacha con la sangre ardiendo para besarla como nadie más podrá,  probar cada rincón de su cuerpo, saboreándolo para ponerlo junto a los demás, encender las primitivas reacciones animales que ella ni si quiera sabía que tenía guardada en su interior.

Promesas que cumplo al alejarme el anochecer, cuando acabo no pudo evitar sentirme vacío, profesarme solitario cuando el efecto de esa droga que resulta ser la otra persona se acaba, nuevamente estoy solo en mi cama, pero ese es el modo de vida que escogí vivir, al menos en esos instantes en que me pierdo con una desconocida soy capaz de interpretar mi mejor actuación y fingir lo que es el amor.

Lleve mi mano hasta mi cabeza hundiéndome aún más en la almohada, observando con ¿Cariño? A la mujer castaña que dormía dándome la espalda, no, no era cariño, sino más bien el anhelo de que una noche significara algo más que lujuria guiada por el placer desenfrenado del cual éramos presa ambos.

El sonido de mi teléfono me saco de mis pensamientos, con pereza extendí mi mano hasta el pantalón que estaba tirado encima de la cama para revisar el mensaje de texto que me acababa de llegar irrumpiendo mis divagaciones.

“Nowaki te estoy esperando afuera, esta vez acabe primero yo” Sonreí ahogando una risa al leer los escritos de mi infantil amigo, solamente él puede hacer de que lo nuestro se convierta en una competencia.

Mire por última vez a la mujer que reposaba entre las sabanas de la habitación de hotel, solté un suspiro cansado agradecido de no haberle dado mi número de contacto, para después vestirme con la ropa que se encontraba esparcida por toda la desordenada habitación debido a nuestro salvaje encuentro.

Cuando estaba completamente vestido me dirigí a la salida de la pieza para encontrarme con un azabache de arrogante sonrisa apoyado en la pared de perlado color, pase a su lado intentando ignorar esa mirada de superioridad que me arrojaba.

“Vaya Nowaki creo que te estas ablandando” Declaro divertido sin moverse del lugar en el que se encontraba.

“No seas tan infantil Masamune, ya eres un adulto” Lo regañe mirando de frente sus orbes miel llenas de satisfacción “Parece que alguien tuvo una buena noche” Cante con las intenciones de molestarlo.

“Si fue una de las mágicas” Respondió perdiéndose en sus recuerdos sin poder ocultar su sonrisa, gesto que me logro sobresaltar, han sido muy pocas veces las que he sido testigo de las miradas sinceras del azabache.

“Si te gusto tanto aquella chica deberías guardar su número para llamarla” Takano cambio su semblante a uno serio para golpearme la cabeza sin cuidado alguno al haber escuchado mis descuidados comentarios.

“Recuerda que en este juego no nos enamoramos” ME reprocho apuntándome con el dedo índice y una mirada frívola.

“Lo sé, fui yo quien te ínsito a eso después de todo” Conteste caminando hasta la salida del hotel en donde nos despedimos del encargado, de quien inevitablemente acabamos siendo amigos al frecuentar el lugar.

Al salir a la calle nos detuvimos en la acera para poder tomar un taxi e irnos a nuestro departamento, aunque estuviéramos de receso con las clases de la universidad las salidas nocturnas son algo que terminan llevándose toda mi energía tanto física como emocional, no es fácil pretender que te importa un desconocido.

A veces me pregunto si nuevamente el amor llegara hasta mi puerta, si alguien será capaz de reparar mi destruido corazón para jamás defraudarme como ella lo hizo, amarme incondicionalmente a cambio de mis sinceras caricias cada una de las noches, aunque no me guste admitirlo soy un romántico de corazón, sin embargo, a  veces el rencor es más fuerte que las demás pasiones ahogando la pureza que alguna vez gobernó.

Es por esa razón que me esmero en regalarles a las ingenuas jóvenes que se engatusan en mis mentiras la ilusión de lo que es que te toquen con cariño, encender los ardores para que nos fundamos en un mar desenfrenado de emociones que no somos capaces de comprender sin importar lo mucho que lo intentemos, cegarnos por la lujuria y envolviéndonos en un tornado de delirios.

El oji miel tiro de mi chaqueta indicándome que el taxi había llegado, ingrese tocando las grandes ojeras debajo de mis orbes azules para inspirar, profesándome agotado de tener que escapar como un ladrón todas las tardes que me entregaba a una chica que aparentaba decencia, cuando en el fondo se encontraba más corrupta y sucia que yo.

“Llévenos hasta el bar que está a dos cuadras del hotel, ese que tiene el molesto letrero de neón en la entrada” Mi cuerpo dio un salto al escuchar las palabras que mi acompañante le dedicaba al conductor.

“Masamune ya tuvimos acción esta noche, estoy cansado dejémoslo así” LE pedí intentando cerrar los ojos para recostarme en el incómodo asiento del auto, deseando haber rentado una habitación para mí.

“Oye no soy un animal” Declaro el azabache con el ceño fruncido cruzando los brazos en señal de reproche, al parecer lo había ofendido “Solo quiero ir a tomar algo más y también que vayamos a celebrar nuestro fin de semestre” Me limite a asentir observando con aburrimiento el paisaje de la ventana del transporte.

Siempre el mismo recorrido, mi vida a pesar de ser intrigante inmersa entre las sombras, cada vez se vuelve más monótona, cuando el sol se pone, yo me tengo que enfrentar con mis pecados para intoxicar a las jóvenes que se me entregan, quienes conocen mi reputación, saben que no soy  bueno para ellas, que jamás caeré rendido ante ninguna porque lo que todos llaman amor es un sentimiento que termino asesinando con mis propias manos.

Promesas falsas es todo lo que regalo, sonrisas cínicas, éxtasis momentánea, termino yo mismo atacándome al círculo del cual ya no puedo escapar, volviéndome adicto a cada una de las sensaciones que se profesan en la penumbra de una sucia habitación de hotel, la que distorsiono para que se adapte a mis ensueños y haga que mis memorias desaparezcan al igual que mi enajenada identidad.

Porque aunque me repita que me quiero volver a enamorar el temor ya es muy grande, tengo la experiencia necesita para saber que me percibiré igual con todas la personas, mientras alguien se pueda abrir de piernas para mí, para entregarse a lo que soy no me importa dejar el envase vacío abandonado.

No quiero sonar cruel en mis propios pensamientos, no obstante, es mi realidad, los que participan conmigo están advertidos de que la mejor decisión es salir huyendo si tiene recelo a acabar lastimados por mi frialdad.

Al bajarnos del taxi el oji miel me dejo para que le pagara de mala gana al conductor con los pocos ahorros que me quedaban luego de tener que cubrir los gastos de esa pieza extremadamente costosa que no disfrute más de un par de horas.

Ingresamos al mismo bar observando con aburrimiento las deslumbrantes luces de colores, las falsas conversaciones, el juego de seducción que se armaba entre las distintas parejas, el éxtasis en la pista de baile y las vulgares declaraciones que se hacían como intento desesperación por estar acompañados para no ser absorbidos por la soledad y acabar marchitándose, muriendo en la misma vida.

El oji miel se sentó en nuestro lugar para ordenar dos grandes vasos de cerveza, me apoye en la barra acariciando mi frente intentando lidiar con la resaca que me atacaba al haber venido hace un par de horas a este desagradable lugar.

“Vamos Nowaki no me pongas esa cara o me harás sentir culpable de traerte a rastras, prometo que solo será un trago” Solté una pequeña risa al escuchar al azache disculparse indirectamente por su egoísta accionar.

“Supongo que nada gano discutiendo contigo” Confesé tomando la jarra para darle un sorbo y sentir el ardor recorrer toda mi garganta como si la pudiera destrozar “Pero acabo la cerveza y nos vamos a dormir”

“¿Acaso quieres estudiar en el tiempo libre?” ME pregunto con una sonrisa juguetona tocando con la punta de su dedo el extremo del jarro, como si se encontrara sumido en sus complicados pensamientos.

“No es eso, pero  ya me duele la cabeza y quiero llegar a dormir” Declare dejando que un agotado quejido se escapara de mis labios, mire por el rabillo de mis ojos la falsa sonrisa de Takano, gesto que me obligo a preguntar por sus emociones al encontrarme sumido en la curiosidad “Masamune hace un par de minutos estabas festejando por haber tenido una buena noche y ahora parece que estas más desanimado que nunca”

“Es que ya no es lo mismo” Confeso levantando su mirada con seriedad, logrando que un escalofrió recorriera mi cuerpo.

“¿Cómo que no es lo mismo? Es lo más divertido que podemos hacer, ya conoces las reglas” El oji miel tomo un gran sorbo de su vaso para regresar a su semblante original, aquel que llevamos manteniendo bastantes años, intentando perdernos en la dulce locura retorcida de la que nos volvimos prisioneros.

“Es que ya se está haciendo aburrido, no es tan excitante que te toque una desconocida” Suspiro terminando su bebida para pedir otra.

“Que no te atrape la rutina, no hables tonterías a esta hora debe ser el efecto del alcohol que te hace ser más amargado de lo usual” Proclame intentado creer en mis propias excusas, con la esperanza de que se convirtieran en mi verdad.

“Supongo que sí es la bebida que habla” Contesto con una sonrisa socarrona golpeando mi hombro para alivianar el ambiente tenso que se estaba creando entre nosotros, ninguno es capaz de tocar este tema tan delicado, por eso  es mejor pretender que estamos conformes con lo que tenemos frente al espejo en lugar de arreglarlo.

“Pero si son los casanovas de hielo” El azabache sonrío al reconocer la aguda voz dejando escapar un aliviado suspiro.

“No te me pongas altanero hablándome con ese tonito” Respondí el más alto observando al pequeño oji café molesto.

“Takano ya no deberías seguir viniendo con Nowaki es muy triste como le mienten a esas jovencitas ilusas” Nos reprochó sin tener intenciones para ceder ante nuestros encantos o alejarse por alguna intimidación que le lanzáramos.

“Shouta nosotros les advertimos antes de hacer cualquier cosa” Conteste recostándome en la barra del bar, sonriendo orgullosamente, guiado por mi obsesión a ganar cada una de las contiendas en las que me tengo que enfrentar.

“Y después yo soy el que tiene que responder las preguntas encubriéndolos” Declamo molesto extendiendo sus brazos en señal de impotencia, pude distinguir desesperación y angustia en su tono de voz, aun así decidí no darle mucha importancia, después de todo quien se terminan abriendo es al que lastiman.

“No es necesario que les des explicaciones” Contesto el azabache levantándose con prepotencia para ver de frente al mayor.

“A mí no me vengas a hablar así, queriendo convencerme de que me una a su torcido mundo, Takano tu estas en la cuerda floja conmigo” Contesto soltando un gruñido que expresaba lo enojado que se encontraba.

“No te sientan las emociones frustradas” Conteste sin interesa alguno recorriendo todo el local para ver si encontraba a alguien interesante.

“Nowaki tú no estás en mejores condiciones, los dos me sacan de quicio con tanta inmadurez, esta mal jugar así con las personas, ¿Acaso eso les divierte?” Ambos dejamos escapar una pequeña risa nerviosa al ver la sinceridad con la que el más bajo nos interrogaba.

“Ese no es tu asunto” LE respondí al notar que las miradas de mi amigo comenzaban a flagelar denotando sus verdaderas pasiones escondidas.

“En verdad ustedes dos son imposibles de tratar, ya no sé cómo más convencerlos de que dejen de molestar a las ingenuas chicas” Musito resignado para dejarnos, después de mirarnos con los ojos llenos de decepción.

“Masamune te dije que era mala idea acostarte con el sí sabias que lo tendríamos que seguir viendo en el bar” Lo regañe con aire de superioridad sin ser capaz de destrozar el semblante lleno de seguridad que el oji miel me otorgaba.

“Fue su culpa por insinuarse, además le dije que solo sería una noche” Musito regresando a mi lado para vislumbrar el sombrío lugar.

“¿Ya estas feliz?” El azabache me miro extrañado sin comprender mi comentario “Ya vinimos por un trago, si quieres yo lo pago con lo poco que me queda pero regresemos a casa sino mi cabeza va a explotar” Declare llevando mis manos a mi dolorida nuca, la que empezaba a envolverme en un insoportable dolor.

“TE estas volviendo aburrido” Suspiro Takano dejando un billete en el mesón para que pudiéramos salir del lugar.

Afortunadamente el departamento que ambos rentamos desde hace un año queda a diez minutos del bar y veinte minutos de la universidad, de esa manera escatimamos gastos restándole el transporte, aunque ahorraríamos más si trajéramos a nuestros amoríos de una noche al apartamento, yo tengo la fuerte convicción de que cuando alguien conoce donde vives es porque le estas dando acceso a tu corazón, ya tiene un lugar importante en tu vida, por eso jamás nadie conocerá la mía.

Caminamos en silencio disfrutando de la fría brisa veraniega, intentando perdernos en conciencia para distorsionar nuestras acciones y no tener que lidiar con el remordimiento que conlleva ser esta clase de persona, la frialdad con la que debemos encubrirnos para que nunca ingresen donde no deben.

“Oye Masamune” El azabache se limitó a seguir caminando sin mirarme a los ojos “¿Tu porque haces esto con tanto gusto?” ME aventure a preguntar sabiendo de ante mano que este tópico acababa por tensar el ambiente y subir la barreras de protección que habíamos creado para ser lo suficientemente fuertes como para subsistir.

“Porque así ninguna me conoce de verdad” Contesto dejándome aún más confundido “De esa manera si se acercan a mí no será por mi personalidad, sino por las dulces palabras que quieren escuchar importándoles poco lo sincero que soy, solamente desean perderse en mi cuerpo y eso por mi está bien”

“A veces es mejor de esta manera” Susurre para mí mismo, dejando escapar una pequeña risa irónica de mis labios al percatarme de nuestra deprimente situación “Pero este no es modo de celebrar, pareciera que estamos más melancólicos con el tiempo libre que ganamos al habernos eximido de los exámenes” El oji miel sonrió cálidamente regalándome su confidencialidad y complicidad, él único que ha estado a mi lado en cada una de mis ocurrencias siendo arrastrado por mis torcidas y maltratadas ideas.

“Es verdad pareciera como si hubiéramos terminado recién el ciclo” Corroboro mi amigo llevando su mano hasta sus cabellos para despeinarlos con despreocupación.

“Mañana saldremos a celebrar en grande” Declare animado “Después de todo no hay chica que no caiga ante mis encantos” Confesé con la intensión de sonar bastante petulante y presuntuoso para molestar a Takano.

“Hacerlo con un pequeño chico no es tan diferente” Proclamo con una risa divertida golpeándome la espalda “Quizás mañana se te declare alguno de ellos” Gire los ojos sin poder esconder mi felicidad al retomar nuestras conversaciones normales.

A Masamune no le importa el sexo de la persona, simplemente se lanza al primero que le insinué las promesas del placer cegando la razón para poder cargar con la amargura, a diferencia de él, yo solamente me aferro a los recuerdos de una mujer que me traiciono, es por eso que busco con desesperación un reemplazo inexistente.

Lo único que me queda es esperar que el mañana llegue, quizás por primera vez mis ojos se encuentren con alguien interesante, tal vez mi vida si pueda cambiar con tan solo una noche al fundirme con quien destroce las espinas que yo mismo he creado a mi alrededor.

Notas finales:

Le indirecta fue...esa noche en el bar si conoceran a alguien, mas bien dicho a un par de castaños que alterara sus vidas con su explosivas personalidades.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias por leer <3 <3


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