Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Casanovas de hielo por Chiaki28

[Reviews - 335]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!! Bueno aca esta extrañamente temprano mi actualizacion diaria, porque...en Chile aca esta lloviendo de pesadilla y en un par de horas se me cortara la luz hasta no se cuando asi que T_T hay que aprovechar ahora que aun puedo ver.

Aca esta el hermoso encuentro de los semes y los ukes, bueno los dejo con el fic.

Espero que les guste

Hiroki Pov

Cuando  permití que Onodera  viviera conmigo había anulado todas mis expectativas sobre poder transbordar una vida atiborra de paz y tranquilidad al percatarme de lo inútil que eran todas sus habilidades, sin embargo, con el tiempo al irlo conociendo debo confesar que si me agrada ese mocoso impulsivo.

Al ser una persona tan estricta consigo misma, yo jamás pude entablar una fuerte amistad con otra persona por la falta de tiempo e interés que mostraba delante de los demás individuos, no es que quisiera lucir hostil en frente de esas hambrientas miradas llenas de hipocresía, solamente tenía mis metas más claras que los remanentes.

Desde joven siempre supe cuál sería mi camino a seguir, mi senda perfecta, lo que más aspiraba y lo que debía cumplir para que mis ensoñanzas se realizaran, por esa razón nunca me he desviado de mis objetivos sin importar lo arraiga que sean las pruebas que me han puesto, de las cuales a veces temo no poder escapar.

Esta mañana fue el ejemplo perfecto, los profesores de la universidad disfrutan burlándose del ingenuo novato que pretende dar clases en tan prestigiosa institución, libere una pequeña risa al recordar a mis supuesto modelos de vida, pero que fracasados son ellos, ni si quiera son capaz de cumplir con sus propios labores porque es más fácil arrojármelos a mí para que solución sus complejos y ellos se queden con todo el crédito de mis investigaciones.

Aun así, a pesar de estar consciente de la manera en que me usan ese grupo de descarados sin vergüenza, quienes me repugnan con su desagradable actuar, yo sigo avanzando, ya que al final las personas capaces de salir adelante utilizando sus propias garras son las que triunfaran en este mundo mientras que los inútiles como ellos se terminaran rindiendo ante la presión que aplasta sus débiles cuerpos y destruye sus frágiles mentes.

Nadie dijo que esta vida sería fácil; todo lo que vale la pena cuesta mucho esfuerzo, por eso no me importa tener que sacrificar cada instancia de mi existencia en corregir algún manuscrito, o no dormir en varias noches teniendo que soportar las constantes jaquecas que provoca el estudio, porque tengo la convicción de que al final todo esto valdrá la pena y aunque ahora este estresado por las deudas en las que me termine consumiendo, sé que en un par de meses mi vida comenzara a tomar forma como lo he predicho.

Libere un pequeño suspiro dejando los papeles de lado para tomar mi teléfono celular, “Ese mocoso imprudente” Murmure para mí mismo recordando la extraña llamada que me había otorgado el castaño hace un par de minutos, es peligroso que ande conociendo a desconocidos por la red, no puedo creer el nivel de ingenuidad que él tiene, abandonarlo todo por alguien a quien ambicionas amar es una idea que me aterra mucho porque implica un costo muy grande, yo no sería capaz de sacrificar mis quimeras por alguien más.

Tome las llaves del apartamento para salir de mi hogar y comenzar a caminar hacia el café en donde había ocurrido el encuentro entre Ritsu y su supuesto príncipe de cuento de hadas, me extraña un poco que al chico de ojos verdes le atraigan los hombres y no tenga temor de expresar sus emociones, supongo que por esa razón termino agradándome, porque es transparente y abierto como los libros a los que estoy acostumbrado.

No es que yo sea homofóbico, al contrario esos prejuicios no existen en mi lista de morales, pero no comprendo como una persona se puede enamorar con tanta facilidad de alguien más, al no tener tiempo en mi existencia rechace cada una de las oportunidades que se me presentaron para poder unirme a alguien en una romántica relación llena de pureza e inocencia, acciones de las cuales aunque no me arrepienta a veces no puedo evitar preguntarme como sería mi vidorria si tuviera a alguien especial.

“Concéntrate Hiroki” Musite para que me mente se calmara, yo escogí llevar esta clase de subsistencia, sería muy hipócrita de mi parte comenzar con los remordimientos cuando opté afrontar con orgullo los caminos que me llevan mis elecciones por el infinito laberinto que representa la vida, debo bajar de las nubes y batallar contra los demonios de mi realidad o terminare desilusionado como el castaño.

Al divisar el café solté un cansado suspiro para buscar al menor con un atisbo sorprendiéndome al ver como este jugueteaba con una mirada nostálgica con la taza de chocolate caliente que reposaba entre sus manos, al acercarme pude percibir la profunda tristeza con la que susurraba cosas sin sentido inmerso en sus divagaciones.

“Ritsu” Lo llame para obtener su atención logrando que levantara sus orbes verdes con dificultad intentando ocultar en vano sus pasiones “¿Qué rayos fue lo que te paso?” Le pregunte sentándome al frente del más bajo.

“Conocí a Shin” Murmuro apoyando su rostro en su pequeña y nívea mano, acción que me permitió ver como una delicada rosa se encontraba depositada en su oreja, sin poder evitar contenerlo solté una risita ante tan divertida imagen.

“No estoy seguro de que paso en ese encuentro pero creo que si fue romántico” Murmure llevando mi mano hasta la fina flor para retirarla y entregársela con cuidado de que esta no se rompiera o marchitara.

“Si, fue un encuentro muy bonito, prácticamente fue el hombre perfecto con el que he soñado todos estos meses que nos hemos conocido” Respondió con una recóndita depresión reflejada en cada una de sus palabras.

“Creo que me estoy perdiendo de algo” Proclame sin despegar mi mirada de sus acciones “Si tu novio resulto ser la persona que tu esperabas ¿Por qué tanta decepción?” Lo interrogue anunciándome irritado por lo desconcentrado que se encontraba el joven de ojos verdes al tener mi compañía.

“No lo sé” Musito sin despejar la vista de la crema sobre el chocolate, bufe con molestia retirándole la taza para obtener su vigilancia y dejar que algo de la presión que había acumular estos días se escapara de mis labios.

“Escúchame mocoso a mí el tiempo no me sobra, vine acá porque me preocupe por ti, así que si me vas a seguir ignorando me largare de una vez” Proclame con seriedad logrando que el cuerpo del más bajo se sobresaltara ante mis palabras, como si estas lo hubieran despertado del hipnótico trance del cual era víctima.

“No te vayas, no me dejes solo ahora, por favor” Me rogo entrelazando nuestras miradas en una profunda conexión sincera.

“En frente de la estación vi un bar, podemos ir a beber un poco para que te desahogues” Le ofrecí mostrándole mi lado amable, el semblante que pocas veces soy capaz de construir derrumbando mis muros, a pesar de eso, quiero poder llegar a ser un buen amigo de Ritsu, él es una buena persona, alguien que se ha adentrado en mi ordenada existencia para romper esa monotonía en la que me encontraba sentenciado.

“Pero ¿No tienes que terminar de corregir alguna prueba o algo así?” Me pregunto con una incuestionable preocupación reflejada en sus ojos.

“No, gracias a tu ayuda acabe antes de lo predicho y mañana es mi día libre, por eso esta noche podemos salir todo lo que necesites” Anuncie levantándome del asiento esperando que el castaño imitara mis acciones.

“Eres un buen amigo Hiroki” Declaro con una cálida sonrisa que estremeció todo mi cuerpo, es extraño ser presa de esta repentina dulzura, aunque no me desagrada por completo tener que soportarlo.

Sin intercambiar otra palabra el castaño y yo salimos del café para caminar debajo del oscuro manto que nos ofrecía la tarde, rodeados por una gélida brisa de verano, la que erizo toda mi piel ante tan delicioso aroma que nos ofrecía.

Con rapidez nos dirigimos un par de cuadras más allá hasta llegar a la estación y buscar el dichoso bar al que Miyagi-sensei recurría, ese era el motivo por el cual yo era conocer de esta clase de lugares, gracias a mis “Responsables” Sempais quienes despilfarran su tiempo en ir a beber en lugar de terminar su trabajo, enserio me irritan.

Mire con frenesí como las luces del local amenazaban con cegar mi vista con tantas hostigosas lumbreras que ponían con la finalidad de atraer más clientes con esos patéticos trucos baratos, de los que ahora resultaba ser víctima.

Deje que el castaño me guiara hasta la barra, lugar en donde se limitó a pedir dos cervezas para después comenzar a beber desesperadamente como si de esta manera sus problemas se pudieran disipar en vez de quemar su garganta y destruir todo su interior, algo muy malo debió haber ocurrido.

“Ahora si puedes contarme” Murmure llevando hasta mis labios el amargo licor para que este corroyera mi faringe.

“Hiroki no lo entiendo” Musito mirándome con una penetrante angustia reflejada en sus brillantes ojos verdes “Por fin pude conocer a Shin, pase medio año esperando este momento y él fue todo lo que soñé, es un caballero, es dulce, es tierno, es inteligente, y me ama” Contesto afligido llevando otro sorbo hasta su boca “Es perfecto” Levante una ceja intentando analizar las palabras del menor con bastante confusión.

“¿Eso no te debería poner feliz?” Lo interrogue con un notorio sarcasmo recalcando cada una de mis frases.

“Ese es el problema” Murmuro atreviéndose a unir nuestras miradas “Me debería poner feliz y sentirme en las nubes, pero no lo hago, cuando él me beso fue como si lo hiciera contra una pared, no hubieron mariposas, ni chispas, ni nada” Expreso agarrándose con fuerza los cabellos con frustración “¿Pero qué demonios pasa conmigo?” Se preguntó dejando que las efusiones lo envolvieran.

“Aunque pensé que él resultaría ser un maldito farsante también supuse que algo así te podría pasar” Proclame permitiendo que cada uno de mis irresponsables pensamientos se escapara de mis labios.

“¿Cómo podías saber que esto pasaría?” Me interrogo con curiosidad intentando acortar la distancia entre nosotros.

“Llevan seis meses planificando conocerse, es lógico que hayas creado muchas expectativas sobre cómo deberían encontrarse y lo que deberías sentir, te has hecho muchas ilusiones y hoy te confrontas con la cruel realidad, es solo eso” Pregone conforme con mi respuesta, eso es lo que ocurre con muchos libros, me tiendo a perder en lo más profundo de la fantasía de cristal para después golpearme en contra de mi rígidos y punzantes muros, tengo mucha experiencia en esa área.

“¿Qué se supone que debo hacer?” Musito para sí mismo mientras ambos terminábamos lo que hay en el interior de la jarra.

“Mi consejo es que conozcas bien al verdadero Haitani y después tomes una decisión” Ritsu me miro con desconfianza para después relajar su expresión y sonreírme ingenuamente como acostumbra a hacerlo.

“Gracias” Murmuro con extraordinaria honestidad “Admiro mucho que seas capaz de apoyarme aunque casi no nos conocemos” Antes de poder contestarle un pequeño hombre de cabellos negros con un delantal blanco se acercó hacia donde estábamos con dos vasos llenos de cerveza y una falsa sonrisa.

“Tomen chicos” Declaro extendiendo las jarras, el castaño y yo nos miramos extrañados de ese repentino accionar.

“Nosotros no pedimos nada” Indiqué rechazando descortésmente el alcohol de ese niñato entrometido.

“Se los envían esos caballeros de allá” Proclamo haciendo muecas hacia un gran sillón en donde nos observaban dos hombres de cabellos negros.

“No estoy interesado” Conteste tomando con desprecio la jarra para dejarla en la barra y lanzarle una frívola mirada a ese par de idiotas.

“Yo tuve suficiente de conflictos amorosos, tampoco me animo” Respondió el joven de ojos verdes repitiendo mi accionar.

“¿No están interesados?” Nos preguntó pasmado como si acabáramos de blasfemar con nuestras despreciables acciones “¿Qué no saben quiénes son ellos?” Intercambie una mirada desorientada con mi acompañante quien solo negó con la cabeza.

“Un par de idiotas importunados” Proclame con desinterés, sobresaltándome al distinguir como una juguetona sonrisa se dibujaba en los labios del oji café, por alguna razón esa expresión me causo bastante escalofrió.

“Esos dos idiotas son conocidos como los casanovas de hielo” Proclamo con un evidente desprecio ante ese nombre, arrastrando las palabras con repudio “Esos dos creen que pueden jugar con cualquiera que les guste para después desecharlos, enserio son una molestia que viene cada noche al bar para elegir una nueva presa” Con el rabillo de mi ojo vislumbre como el chico de ojos zafiro me sonreirá descaradamente causando que mi cuerpo temblara y una poderosa molestia naciera en lo más profundo de mi pecho.

“La víbora de ojos azules es Nowaki Kusama y el diablo de ojos miel Takano Masamune, ambos estudiantes de medicina y me han causado muchos problemas en mi negocio, siempre tengo que andar consolando a las pobre muchachas que terminan destrozadas por ellos” Se quejó con un puchero el más bajo.

“Pues como veras nosotros no estamos interesados en que nos seduzcan un par de tarados” Conteste gruñendo con fastidio por la constante mirada con la que esos dos nos continuaban acosando.

“Por cierto soy Kisa Shouta el encargado del local por ahora, y pues Takano me mando a darte un trago a ti” Proclame apuntando a Ritsu cuyas mejillas se tiñeron de carmín “Y Nowaki me ordeno servirte uno de ti, aunque es la primera vez que es víbora se fija en un hombre, ten cuidado” Un poderoso calor se instaló en mi rostro ante el insinuativo tono de voz que el oji café utilizaba conmigo.

“Mucho gusto yo soy Onodera Ritsu un chico muy enamorado de su pareja y el Hiroki Kamijou alguien que odia a los aprovechados” Nos presentó el castaño con una torcida mueca sin atreverse a observar al azabache que lo asechaba con atisbo desde el otro lado del bar, solté un suspiro cansado ante esos dos.

“Pero que molestos son” Musite “Me enferma que ellos crean que pueden escoger a la persona que más les guste y después arrojarla ¿Quién diablos se creen?” El más bajo me miro con curiosidad acercándose hasta mi oreja.

“Ustedes dos me agradan son los primeros que los rechazan, deberían ir a darle una lección para que aprendan” Declaro respirando sobre mi cuello mientras mi cuerpo se tensaba por la seriedad con la que me transmitía sus palabras.

“¿Darles una lección?” Lo interrogo ingenuamente el más bajo con ese carácter lleno de dulzura que lo envuelve.

“Si, seria lindo que ellos dejaran de salirse con la suya” Proclamo el joven de ojos cafés apoyándose en contra de la barra “No sería mala idea que los rechazaran por primera vez” Tome la jarra de alcohol que el menor había ofrecido hace un par de minutos para beberla con pavor y darme el valor necesario para que lo íbamos a hacer.

“¿Sabes que Ritsu?, aunque esto no es propio de mí, esos dos idiotas me irritan de verdad y me gustaría darles un adestramiento” Confesé dejando que mis pasiones me guiaran por tan solo una noche en la que olvidaría mis metas y me centraría en lo que implica tener que sobrellevar una incierta realidad.

“Bueno tú has sido mi pañuelo de lágrimas, te sigo a donde vayas” Confirmo el menor con algo de nervios en sus palabras.

“Sí que me caen bien chicos” Enuncio el hombre de cabellos negros sonriéndonos de manera cómplice, como si intentara transmitirnos algo de seguridad en vano, con fuerza trague saliva levantándome de mi asiento.

Ritsu y yo caminamos hasta el sillón  en donde reposaban los dos arrogantes de cabellos oscuros, inhale con fuerza intentando resistir; manteniendo mi paciencia antes esa clase de personas, aunque yo no sea un individuo frenético por los impulsos, no soporto a esta clase que piensa que puede manipular al resto como deseen, por eso me permití confrontarlos en lugar de escapar del bar como me indicaba mi mente.

“¿Pero preciosuras  tenemos acá?” Interrogo seductoramente el hombre de ojos miel sin despejar su mirada de mi acompañante.

“Al pareces les han llegado bien los tragos que les invitamos, vengan a sentarse” Esa punzante mirada zafiro sobre la mía logro que mi cuerpo flagelara y necesitara apoyarme en el sofá junto a Onodera, quien enjuiciaba tan angustiado como yo.

“Soy Nowaki Kusama y él es Takano Masamune” Se presentó cordialmente los supuestos rompecorazones intentando acercarse a nosotros como si fuéramos alguna clase de presas en su juego de casería.

“Hiroki Kamijou y Onodera Ritsu” Declare manteniendo mi seriedad intentando rehuir de la confianza con la que el más alto me intentaba abrazar.

“Son lindos nombres para lindos chicos” Murmuro el azabache en la oreja del joven de ojos verdes mientras su cuerpo temblaba.

“Gracias” Susurro mirándome con angustia “Lo que queremos saber es ¿Por qué nos han invitado cerveza gratis?” Interrogo el menor esquivando la mirada del hombre de ojos miel para refugiarse en la mía.

“¿No es obvio?” Me interrogo el más alto llevando su mano hasta mi pierna “La misma razón por la que ustedes están en este lugar” Musito provocativamente tocando sin descaro alguno mi muslo, acción que me hirvió la sangre, sin embargo, antes de poder gritarle a ese maldito irrespetuoso un fuerte ruido me saco de mis pensamientos.

“¿QUÉ CREES QUE HACES?” Grito el castaño levantándose con fuerza del sofá “No me vuelvas a tocar con tanta confianza nunca más” Declaro el menor abofeteando en el rostro al galante hombre quien parecía pasmado.

“Te estoy tocando” Contesto con naturalidad llevándose la mano hasta la mejilla para acariciarla sin querer romper esa falsa ilusión de ser un casanova inquebrantable, es hora de que confronten a este par de farsantes con las verdades que se merecen escuchar, necesitan darse cuenta que está mal jugar con el delicado corazón de las ingenuas jóvenes que caen ante ellos en busca de una inexistente amor.

“Lo que quise preguntar” Murmuro con rabia apretando sus puños ante la impotencia frente a sus sentimientos “¿Qué rayos quieres conseguir al manosearme de esta manera?” Inquiero con un sutil tono de sarcasmo reflejado en cada una de las palabras que resonaban como eco por el lúgubre salón.

“Me insinuó sin vergüenza alguna, después de todo, es obvio a donde terminaremos esta noche amor” Alego como si fuera lo más natural del mundo sonriéndole de manera coqueta a mi furioso amigo.

“Yo tengo un novio de quien estoy súper enamorado, y si me vuelves a tocar lo llamare para que te de una paliza” Proclamo con un frío semblante el menor, sonreí al conocer una nueva parte de Ritsu; una que me agradaba bastante al no permitir que los demás lo pasaran a llevar sin su consentimiento.

“NO es necesario que llames a Haitani, si ellos intentan algo los podemos apalear nosotros” Declare levantándome del sofá para acariciar con gentileza el hombro del castaño intentando que se relajara.

“Oye cariño, no porque Masamune fracasara con tu amiguito significa que tu y yo no podemos crear magia solos”  Solté una estruendosa risa ante esa clase de palabras que se supone que me debían atraer.

“¿Qué es tan gracioso?” Me pregunto molesto el hombre de ojos zafiro arqueando su ceño, señal de que comenzaba a cansarse de nosotros.

“¿Esta es la parte en donde suspiro como un adolecente enamorada y me rindo a tus pies?” Promulgue llevando mi mano hasta mis caderas con un aire lleno de arrogancia y confianza, el cual se potencio al vislumbrar la enmarañada expresión de la pareja, no permitiré que caigamos en su juego pasando a la lista de sus desgraciadas víctimas.

“Hiroki ¿Pero qué dices? Es imposible que las mejores frases de esos dos sean tan penosas, de seguro están preparando algo más interesante” Me respaldo el castaño con una mueca torcida ante el hombre de ojos miel, agradecía mentalmente que Onodera también fuera capaz de seguir con esta travesura que habíamos iniciado.

“Seguramente sacan esas ideas de internet, pero lamentablemente esas son frases realmente malas, si nos quieren conseguir deberían esforzarse un poco más par de holgazanes” Declare sin desviar la mirada de esas penetrantes orbes zafiro.

“Quizás nos vieron cara de ingenuos y bobos por eso no nos dan su mejor material” Musito el más bajo con un pequeño puchero.

“Pues entonces será una noche larga” EL castaño y yo reímos bastante divertidos por la confusión que habíamos provocado en nuestros acompañantes, de seguro era la primera vez que les hablaban así de distantes, les enseñaríamos que no pueden conseguir todo lo que quieran con ese carácter tan egocéntrico.

“Pero ¿Qué mierda?” Murmuro el más alto a su amigo quien parecía estar igual de desconcertado con nosotros.

“Ya entiendo Nowaki” Proclamo el azabache intentando acercarse a Ritsu “¿Tratan de hacerse los difíciles? Que tierno, pero eso no es necesario” Cuando el más alto poso su mano en la cadera de mi amigo, este lo volvió a abofetear con fuerza separándose de él con una mueca de evidente disgusto.

“No es necesario que te hagas de rogar cariño” Mi cuerpo se estremeció al percatarme de como el más alto me susurraba estas palabras en el oído mientras su mano rozaba sin pudor mi expuesta espalda, sin poder ocultar mi rabia deje que mis vergonzosas pasiones me guiaran siendo cegado por la furia.

No lo pensé, mi cuerpo se movió solo hasta la pequeña mesa, para tomar entre mis brazos una jarra llena de cerveza y arrojarla con dificultad, gracias a la diferencia de altura, sobre el hombre de galante sonrisa, quien me observo con un profundo fastidio sin saber cómo reaccionar ante mi agresivo ataque.

“¿QUÉ RAYOS LES PASA A USTEDES DOS?” Pregunto con fiereza sacudiendo con sus manos el líquido que se pegaba a su cuerpo.

“Esa debería ser mi frase” Reclame confrontándolo “¿Qué diablos les pasa a ustedes? ¿Creen que es correcto jugar con las personas solo por su apariencia? Pues déjame decirte maldito mocoso insensible, que no puedes ir rompiéndole el corazón a los demás porque se te da la jodida gana, aprende a tener consideración” Proclame golpeando con desprecio su pecho para observar la sonrisa de Ritsu.

“No lo pude haber dicho mejor” Murmuro acariciándome la espalda para bajarme la adrenalina que posesionaba mi sangre.

“¿Pero qué carajo les pasa a ustedes dos?” Nos preguntó el azabache socorriendo a su amigo con indignación.

“Espero que les sirva de lección casanovas de hielo” Declaro el joven de ojos verdes acercándose al mayor “No pueden andar manipulando a las personas a su gusto, detesto a los hombres de su clase, deberían profesar vergüenza” Contesto el más bajo lanzándole una mirada fulminante al hombre de ojos miel.

“Así que no fue un gusto conocerlo y muchas gracias por la cerveza, espero que se hayan divertido tanto como nosotros, pero ya nos tenemos que ir” Proclame tomando del hombro al joven de ojos verdes para darnos media vuelta y salir del local.

“Nadie nos rechaza a nosotros dos” Sonreí con cinismo ante las palabras de ese ególatra futuro médico.

“Parece que ya lo hicimos” Pregono el castaño robándome las palabras de la boca sin dejar ese nuevo semblante que había adquirido.

Al salir del local Kisa nos miró con una sonrisa llena de satisfacción para después entregarnos su número de celular con la intención de permanecer en contacto, no esperaba haber hecho amigos de esta manera tan extraña en aquel bar.

Acaricie con éxtasis los cabellos de Ritsu sin poder creer aun nuestra infantil reacción ante esos hombre, yo soy una persona estricta y rígida, no obstante, poder expresarme como lo hice esta noche liberando cada una de mis divagaciones, es algo que no logro poner en palabras al profesarme pleno fuera de mis estudios.

“Quizás nos pasamos un poco” Susurro el chico de ojos verdes acomodándose en mi hombro con confianza.

“Si, quizás nos pasamos, pero esos idiotas se lo merecían, aun no puedo creer que nos hayan querido manosear sin descaro” Me queje con familiaridad, permitiendo que Onodera fuera la primera persona que proclamaría como mi amigo.

“¿Y tú de que te quejas?” Me pregunto el menor con una evidente irritación “Ese aprovechado intentado tocarme el trasero” Mire a Ritsu intentando pretender seriedad en vano al dejar que una divertida risa se liberara de mis labios.

“Eso te pasa por mostrarte tan tímido al comienzo, pero me agrada la determinación con la que lo golpeaste” Conteste ignorando el entre cejo curvado del joven de ojos verdes quien se limitó a suspirar.

“Al menos ya no los tendremos que volver a ver jamás” Musito observando el cielo con algo de nostalgia.

“Si, es un alivio deshacerse de esos dos” Aunque esta noche no haya actuado como acostumbro, poder liberar uno de mis más recónditos deseos y vivir el éxtasis que implica una aventura; es un tesoro que reguardare en lo más profundo de mi espíritu usándolo como una motivación para caminar por mi destino.

 

Notas finales:

Creo que ese modo casanova para el que estaban tan acostumbrados no les resulto como esperaban con esos dos ukes, pero se dan a respetar.

En el siguiente capitulo se ve más porfundo ese encuentro desde ellos porque bueno Nowaki se intereso en un hombre, eso es raro y sabran su super plan de conquista.

Aviso extra para que no me maten los seguidores del hilo rojo mañana subo el capitulo final porque me demore el triple con lo del empleo.

Jajaj por cierto, pobres ukes de verdad creen que no los volveran a ver...no saben lo que les espera..

Espero que les haya gustado, ojala comente y mil gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).