Capitulo 2º: Rojo.
-Vamos nenazas, sois una vergüenza para el genero masculino- gritó el entrenador de fútbol.
Todos los del equipo que en ese momento estaban corriendo medio ahogados le maldijeron hasta en lenguas muertas.
-Vamos, que os pasa, Víctor cada día corres peor- grito al ver como uno de los mas rápidos y resistentes se estaba ahogando antes de lo que acostumbraba.
-Entrenador, ya no podemos más- protestaron todos juntos sin dejar de correr.
-Esta bien nenazas, una vuelta mas y os vais a las duchas- sentencio el entrenador con una mueca de disgusto.
Víctor había quedado de verse con Carlos, el piraña y Sergio, se miro en el espejo una vez mas, la verdad es que traía una cara que no podía con ella, entre las carreras que se pegaba en los entrenamientos y lo que le costaba dormirse tras su cigarrillo de media noche le estaban matando.
-Tu energúmeno sal de allí- grito su hermana mayor tras dar unos golpes en la puerta.
-No le molestes que se esta arreglando, un hombre debe estar bien presentable- dijo el padre.
-¿Un hombre? no me hagas reír- dijo Tatiana para si misma
-Venga sal de una vez, que me tengo que duchar aun- protesto otra vez la mayor.
-Tu para que? acaso piensas salir?- volvió a intervenir el padre
-Pues si, es viernes por la noche y he quedado, a caso no puedo?- dijo con tono desafiante que se le fue al ver a su padre apoyado en la esquina del pasillo.
-Veras, como una verdadera mujer debes quedarte en casa y hacer tus tareas, que son las del hogar, además no pretenderás que las haga tu madre que esta enferma, verdad?- dijo con un tono calmado pero que presagiaba una tormenta.
En ese momento salía Víctor del baño, tanto tiempo metido en el no le había servido para ir mejor vestido o tener mejor cara, casi siempre pasaba de su apariencia si su madre no le decía nada y como esta al parecer estaba enferma según su padre pues sus amigos tendrían que pasar vergüenza ajena.
Tatiana miro dentro del baño para encontrarse con una escena poco agradable para su vista, todo estaba tirado o fuera de lugar, y por su puesto eso lo tendría que recoger ella. Miro a su hermano con una mirada asesina y pensando que lo que había salido del baño era de todo menos un hombre.
-Hija, después de recoger y limpiar el baño me haces la cena- a Tatiana le pareció que lo decía solo por joder, por que ella ya se había dado por enterada.
-Pero por favor- dijo con tono de suplicio una chica de cabello ondulado al ver a parecer a Víctor por la puerta de aquel bar.
-Que?- dijo como si no se enterase de nada, y de hecho no se enteraba.
-Pero que carbón, a que mendigo le has robado esos harapos?- Jorge hablo con voz bastante alta y una tonta sonrisa que indicaba que no solo se dedicaba a fumar tabaco.
-Que te folle un pez- respondió enfadado por esa bienvenida
-Víctor, no te has mirado al espejo antes de salir- volvió a preguntar Vanesa, la chica del pelo ondulado.
-Que voy bien- sentencio muy seguro de si mismo
-Así no te van a dejar entrar a ningún lado- dijo calmado el piraña.
-No jodaís, que pretendéis que me valla a cambiarme, para eso me quedo sobando- dijo molesto con intención de irse.
-No tío, quédate, ya estas aquí, que remedio- dijo Carlos
-Podríamos ir a un local del que me ha hablado mi hermano, seguro que no ponen problemas para entrar- dijo Ángela.
-Tu hermano? el rarillo?- dijo de forma despectivo el piraña que no le soltaba la mano
-Joder no le digas rarillo, que es mi hermano y no es nada raro, de hecho tiene mas cerebro que vosotros cuatro juntos- Ángela retiro su mano de la de el piraña en señal que estaba enfadada, y la verdad se estaba cansando de la forma tan despectiva que su novio se refería a su hermano.
-Ya, calma que no pasa nada, iremos donde tu quieras- dijo el piraña, para calmar los ánimos de su novia.
-Bueno, y por donde se va?- pregunto Jorge que mas bien le importaba un mierda.
-Pues es un local que esta a fueras del polígono, se llama Diabolik Nocturn o algo así, no debe estar muy lejos- explico Ángela.
-Pues el nombre no presagia nada bueno, pero vamos, con tal de hacer que el señoriíto pueda pasar- dijo molesta por ir a esa lugar por culpa de Víctor .
-Oye, si no quieres ir no vayas- respondió bastante molesto por que le echaran la culpa.
-Paz, venga vámonos ya – intervino Ángela .
No habían tardado en llegar a aquel local que había recomendado el hermano de Ángela, la entrada, lo que es la fachada del edificio les pareció sobrecogedora, todos sintieron un escalofrió en la espalda.
-Lo que decía, un lugar de rarillos,- dijo el piraña por lo bajito.
-Bueno entremos, puede ser interesante, no creéis?- animo Ángela, ya que no podía ser tan malo si su hermano le había hablado tan bien de es lugar.
-Vamos- dijo Víctor como si el tuviese la ultima palabra.
Al acercarse a la puerta se toparon con un gorila, que no les sorprendió para nada, pero si les sorprendió que se riese tan abiertamente de ellos para después llamar a alguien y ese otro se echo otras risas a sus costas.
-Os habéis perdido?- pregunto aun con algo de mofa en los ojos.
-No, hay algún problema?- pregunto Víctor desafiante.
-No, solo me aseguraba, no parecéis muy asiduos a este local- contesto con una gran sonrisa falsa.
-Bueno estamos probando cosas nuevas, eso no es un delito- contesto con la misma sonrisa que el gorila de la puerta.
-Aunque tu?, que pasa, tu madre no ha podido vestirte hoy?- se metió el gorila con la vestimenta de Víctor.
-Entremos ya- ordeno molesto por que no solo se había metido con él el gorila, sino que Carlos y Sergio se estaban partiendo de risa.
Al entrar en el interior del local todos aceptaron que la decoración estaba muy bien, la sala estaba oscura solo había destellos de luz para iluminar de forma parcial. Permanecían juntos, como si temiesen que les atacasen, todos rodaban sus ojos con atención intentando ver con más claridad si no tenían peligro.
-Joder, aquí hay tortilleras- anuncio escandalizada Vanesa.
-Donde?- preguntaron al unísono Jorge y Carlos.
-Salidos- protesto Ángela con reproche
-Esto me esta gustando cada vez mas- dijo Sergio muy emocionado con esos espectáculos, además que le estaba entrando un morbazo por hacerlo allí entre tanta gente, pero a la vez con intimidad pues con la poca luz y que cada uno va a la suya…
-Vamos a la barra que aquí parados en medio parecemos uno pringaos y ya llamamos la atención mas de lo normal con la ropa que llevamos- dijo el piraña caminando ya hacia la barra bien cogido de Ángela.
Al llegar, el ceño del piraña se frunció al ver al tío del parque sentado en uno de los taburetes, tubo la intención de darle un porrazo para estamparle la boca contra la copa con ese líquido rojizo dentro, pero se contuvo al ver a Ángela mirarle mal.
-Se me acaba de pifiar la noche- protesto entre dientes.
-Por?- dijo Víctor que al estar cerca de el lo había oído murmurar.
-La muerte esta aquí – dijo con rabia.
-Que te has tomado?- pregunto algo espantado con tal afirmación.
-No, el tío del parque, el que parecía ser la muerte con esas fachas que llevaba- le explico a Víctor.
-Te refieres al que te fostío?- pregunto estallando en carcajadas, aun sin entender del todo que había pasado con ese.
-A que te meto- amenazo rojo de rabia,
-Que pasa con ese?- pregunto intentando no mearse de la risa.
-Tío, joder que te has fumado antes de salir, ya podrías compartir- dijo con una sonrisa burlona por el estado de su amigo.
-Déjate de chorradas, quieres, y dime de que estamos hablando que ya me perdí- ya podía hablar mas tranquilamente e intentaba concentrarse en la conversación.
-Pues que esta sentado allí mismo- dijo señalando al rubio que en ese momento le daba una calada a su cigarro con la vista perdida en techo.
-Tengo que ir al aseo- dijo como si fuera algo de vital importancia.
-Límpiate las manos al salir- dijo riendo el piraña por esa respuesta, le hizo gracia relacionar al rubio con una llamada perdida del roca a su amigo.
Víctor entro en el baño, se acerco al lavabo que hace algún tiempo quizás hubiera sido blanco, pero ahora era mejor no tocarlo por las infecciones que eso podría tener. Se apoyo con la frente en el espejo cerrando los ojos y suspirando, sentía el corazón a mil por hora y no entendía por que. Se alejo un poco para poder verse en el espejo, se miro con atención, sus ojos marrones y grandes, su pelo castaño con un corte de lo mas normal, su piel algo morena, una nariz recta y fina, unos labios no muy gruesos pero si delineados……. Y tras aquella minuciosa exploración de su reflejo, se pregunto si era guapo, frunció ligeramente el entrecejo, por lo que el sabia o por su experiencia más bien, sabía que solía estar en las listas de las chicas de los mas guapos, pero la pregunta que rondaba su mente y que el negaba en siquiera pensarla, era, si podría atraer a cierta silueta masculina. Abrió los ojos mas grandes tras comprender su pensamiento, y volvió a llegar a la misma conclusión de siempre, “las cosas cuanto menos las pienses mejor”
Suspiro una vez más y se decidió a salir del baño, todo aquello solo eran imaginaciones suyas, ahora iría con Vanesa y se dejaría querer por ella y se le irían todas esas tonterías de la cabeza.
Pero en cuanto dio un paso fuera de aquel mal oliente baño se encontró con una escena que le revolvió las tripas e hizo que la ira se apoderara de el, a unos pocos metros estaba el rubio, hasta allí nada grave, pero el que tuviera una mano que le rodeara la cintura y un armario cuatro por cuatro le susurraba cosas interesantes al oído según la cara del rubio. No supo por que pero se vio caminando con decisión hasta la pareja que le había crispado los nervios, les separo de un empujón y cogiendo al rubio de la mano lo arrastro sin saber a donde, no sabia a donde ir y tampoco como enfrentar al chico cuando le mirase con cara de interrogación. Tras dar una vuelta sin sentido intentando escapar de si mismo con el rubio de la mano, por fin paro, pero no por su voluntado, sino que el rubio se quedo clavado como una estatua y allí se dio cuenta Víctor que el rubio realmente era fuerte.
-Perdona podrías mirarme a al cara y decirme que coño haces- el rubio enfatizo la penúltima palabra e hizo el agarre mas fuerte hasta el punto de hacerle daño al castaño.
-Yo, pensé………yo……- Víctor no sabía que decir, y mucho menos quería mirarle a la cara, en parte por la vergüenza y en parte por el dolor reflejado a causa del fuerte agarre que le estaba haciendo.
-Mírame a la cara y tranquilízate- dijo el rubio aflojando el agarre, para ver si el chico dejaba de temblar.
Víctor se giro con la cabeza agachada y poco a poco la fue levantando para darse cuenta que el rubio le sacaba una cabeza, tenia un corte extraño que le quedaba bastante bien, sus ojos ligeramente sesgados y rojos, vestía con un pantalón de cuero y alguna que otra correa suelta, unas botas negras con punta reforzada y una camisa negra de seda que se le pegaba al pecho como una segunda piel y para rematar una cadena de oro blanco con un colgante de una katana.
-Que quieres que me de una vuelta para que mires mejor?- pregunto con burla el rubio que ya se había cansado del examen físico que le estaba haciendo el moreno.
Víctor enrojeció y subió de golpe la vista para clavarla en los rojos ojos del rubio, dio un paso atrás asustado y aturdido por esa mirada.
-Que pasa?- dijo el rubio con una ceja alzada al ver como el moreno se alejaba asustado.
-T..t..tus ojos- dijo tartamudeando y enseguida se sintió como un retrasado.
-Mis ojos?..... a son lentillas de colores, en realidad son grises- dijo con una sonrisa algo extraña.
-Lentillas?- pregunto aturdido aun sin salir del trance.
-Espera- dijo suspirando y poniendo una mano en su pecho para detener el avance disimulando del rubio.
-Me cago en la puta, unas putas lentillas….joder me va a dar algo- murmuraba para si mismo con intención de relajarse, mientras el rubio intentaba no reírse.
-Estas mejor?- pregunto tras unos minutos mas de murmuraciones llenos de insultos y palabras mal sonantes.
-Tienes tabaco?- pregunto con expresión del idiota mas grande de la sala.
-Jajajajajaja, lo siento no tengo- contesto medio atorado por reírse así, pero es que es ese chico parecía un animalillo asustado.
-Pero si te he visto fumando en la barra!!!- protesto enérgicamente recordando el día del parque y la exaltación del piraña.
-Eso no quiere decir que tenga, me los suelen dar por mi cara bonita- dijo con una gran sonrisa seductora.
-Pues, pues….. ya podrías darme las gracias por sacarte a ese tío pesado de encima- dijo con una seguridad casi ridícula.
-Debo darte las gracias por apartarme de mi novio?- preguntó con enfado fingido.
-Tu que?, tu novio?......que mal gusto-sentencio con una mirada extraña entre decepción e ira.
-Gracias por sacarme a ese pesado de una forma tan sutil- dijo con una sonrisa conciliadora en los labios.
-Hey, estas bien?- pregunto el piraña poniendo su mano en el hombro de Víctor, que hizo que saltara del susto en el sitio y se pusiese pálido a mas no poder.
-Que coño le estas haciendo, cabrón de mierda?- casi escupió al hablar con rabia contenida el piraña.
El rubio miro con burla en los ojos al piraña y se acerco al oído del castaño mientras hacia el agarre de la mano algo mas fuerte y le susurraba “siento lo de media noche, contratiempos inesperados” y al decirlo se alejo con paso ligero y con una sonrisa que ninguno de los que dejaba atrás podía ver.
-Que cojones era eso?- pregunto el piraña mientras zarandeaba a Víctor pues aun estaba como ido.
-El que?, no digas chorradas- protesto y se dirigió a la barra donde estaban los demás.
Continuara……….
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