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Misión imposible. por mistdowner

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza xD Estuve escribiendo un one shot que me estuvo rondando todo el día la cabeza, y me atrasé u.u Espero les guste el cap. En el siguiente el grupo de locas recorreran el taller de Norte, así que también será para reírse un buen rato. Espero les guste :')

-¿Ya bajas? ¡Ahora, o te bajamos a bolazos!- Vaya, realmente parecía que iba a tener un gran lío entre manos.

No se dignó si quiera en responderles, puesto que estaba sumergido en sus problemas. Las bolas de nieve viajaron hacia él, pero nunca llegaron, puesto que Jack las manipulaba, haciéndolas girar a su alrededor. Por fin luego de unos simples instantes recibiendo bolas y maldiciones, las desconocidas dejaron de “atacarlo”.

-Ya fue, voy a morir yo antes que él.- se resignó Vicky, abrazándose de Chibi, que seguía mirando fijamente al guardián. Por su lado Mily buscaba algún palo para molestar al peliblanco, como si fuera un gato atrapado en las alturas. Y Gimena miraba hacia todos lados, buscando a Hipo.

-¿Dónde está?- preguntó

-¿Quién? –respondió la castaña.

-Hipo.

-Ah…Ni idea. Tal vez ni siquiera esté en este mundo.

-…Ah, graciosa. Jaja…¡GRACIOSA!- Gritó enojada la pelinegra de rulos, para empujar a la de menor altura y comenzar a maldecir por lo bajo.- ¿¡Me estas queriendo decir que vinimos aquí a ver a este, nomás!? –preguntó indignada, apuntando al joven guardián que simplemente miraba la escena riéndose.

-Y no, inteligente, la cosa de estar aquí es juntarlos. Duh.

-¿¡Y cómo haremos eso!?

-¿Con la brújula?

-¡Trae para acá!- de un solo manotazo, Vicky le arrebató el celular de nuevo a Chibi, para poder verificar si ya aparecía la otra maldita brújula o no. Pero nada. La pantalla estaba en blanco, como hacia momentos antes se había mostrado.-¡No sale!

-Supongo que hay que esperar

-¿Aquí? ¿En el frío? ¿¡Con éste mirándonos y sin poder tocarlo!?-De nuevo Vicky hizo alusión al guardián, que movimiento su cayado de lado a lado se divertía con su nuevo descubrimiento.

-Bueno, che…Que molesta. Acá y en el otro mundo sos la misma gritona, eh? ¡Oye, Jack! ¿Podrías llevarnos a conocer a los demás?- preguntó como si nada la castaña, pronto siendo apoyada por los demás ojos curiosos de sus compañeras, que esperaban por una respuesta del oji azul.

Eso era una sorpresa aun mayor. Entendía que las chicas conocieran a Conejo, Sandman, el Hada y Norte, pero de ahí a que también supieran que él mismo sabía dónde estaban instalados y todo… Aquí realmente había un secreto. Y uno grande.

-¿Cómo es que saben eso?- preguntó ladeando un poco su cabeza.

-Ah, es que yo vi la p—No pudo terminar. Ni bien había comenzado a hablar, la castaña había sido callada a la fuerza por las demás chicas, que nerviosas miraban al guardián sonriendo.

-¿Sos o te haces? ¡No podemos decirle que él no existe!- gritó bien cerca del rostro ajeno Mily, haciendo chocar sus dientes nerviosa, por hablar entre susurros.-

-Sííí, es verdad, mira si pasa algo como lo de los padrinos mágicos?-Siguió Gime

- No seas pendej*. Invéntate otra cosa…- le susurró al oído Vicky, para poder al fin dejar libre a la de menor estatura. Las otras dos chicas también soltaron a la joven, y la miraron con cara de reproche. Por supuesto, ahora Chibi estaba en apuros.

-E-es decir… A-ajaja… ¿Acaso eres un ingenuo Frost? ¡El gran Hombre de la Luna nos ha dicho todo! Somos enviadas por él, en una gran misión para ayudarte a encontrar el amor. -Ni bien las últimas palabras se extinguieron, tanto Vicky, Mily y Gime se golpearon el rostro con sus propias manos, negando y comentado por debajo cosas como: “¿por qué nació así de tonta?” “Esta chiquita se fumó algo” “De seguro Jack ni se la cree…”

-¿¡En serio!?- Sorprendido, el peliblanco las miraba ahora como si fueran algún tipo de divinidad, sonriendo mientras pensaba en todas las cosas divertidas que podría hacer. Claro que no entendía del todo a que se referían las chicas con eso de “ayudarle a encontrar el amor”, pero poco le importaba por ahora. Si eran enviadas por el Hombre de la Luna, tenía sentido que supieran tanto, siendo ellas solo unas chiquillas algo insolentes. - ¡Bien, entonces todo cuadra!- comentó alegre, ahora si bajando ante la mirada de sorpresa de las jóvenes, quienes tenían la boca abierta del asombro. ¿¡Se había tragado el cuento entero!?

-A-ah, s-sí… Digo, ¡Sí, sí! Obviamente cuadra. Lamento el…Mal comienzo que tuvimos.

-Sí, nos emocionamos al encontrar al legendario Jack Frost, quien venció al… ¿Cómo era? Ese negro con cara de orco…- Bajó el tono Mily, haciendo algo de memoria. Ella no había visto la película miles de veces como la castaña, por lo cual no tenía en claro muchos detalles.

-¿Pitch? –completó Jack, inflando el pecho de orgullo aun cuando realmente el no había batallado solo.- Fue fácil, gracias.- una risa más, y un suspiro provino de Gime, que no podía dar crédito a la lindura que sus ojos admiraban.

-¡D-de todas maneras! Vamos.

-Sí, que me cag… Digo, me muero del frío.- corrigió Victoria, abrazándose a sí misma para darse calor. El guardián asintió, para luego plantearse una duda. ¿Cómo las llevaría hasta el Norte, al taller? Se veía que las no poseían magia, cosa extraña, así que no podían volar. Suspiró por unos segundos, y decidió que lo mejor sería hacer esperar a las chicas dentro de alguna cueva, mientras el se apresuraba a ir a lo de Norte, y pedirle una de esas extrañas esferas coloridas para abrir un portal. Si, era el mejor plan. Contándoles a las contrarias, partió sin darles tiempo a reprochar, no sin antes dejarles marcado el camino a una cueva deshabitada, mediante el uso de una escarcha que serviría de guía.

-Hijo de…- susurró Vciky, mirando el caminó y simplemente la espalda del peliblanco.

-No hay de otra, la diosa esa no nos dio el poder de volar.- contestó Chibi, comenzando a caminar entre el frío, para resguardarse en la cueva. – Por lo menos lo encontramos.

- Yo les dije que pidiéramos chicos.- Comentó Mily, siendo seguida por Gimena.

-Yo quería conocer a Sebastián Villalobos…- dijo esta última, ganándose una mirada de desprecio de Chibi.- ¿Qué? Es hermoso.

-Ya, bueno! La aventura recién empieza.

-Que empiezo…- Suspiró la pelinegra de rulos, ya divisando la cueva.- ¿Alguien le tocó el pecho?

-Yo. – Dijeron Mily y chibi, para rápidamente mirar a Gimena que guardaba silencio.- ¿Y vos que tocaste?

-Yo… Bueno… Yo…

-¿¡LO TOCASTE AHÍ!?

-NOOO, solo los bolsillos de su capucha. Para ver si tenía algo, que sé yo… ¿Mira si tenía un duende y me lo podía llevar a mi casa? Es mi sueño.- Comentó la tierna pelinegra, dejando a sus compañeras con cara de no entender nada.- ¡Y BUENO! Quiero un duende, que tiene de extraño?

-¡QUE HABIENDO UN PAPASITO COMO JACK, LO ÚNICO QUE HACES ES QUERER ROBARLE!- Comentó Mily, sacudiendo a Gimena, como si con esto la ayudara a despertar.- ¡Tenías que aprovechar! ¡Sentir sus músculos!

-Lo hice, aproveché…Yo encontré…

-Ash, no tenés remedio vos.- dejó ver la castaña, riendo como tonta por la ocurrencia de la tierna chica e interrumpiéndola. Nunca dejaba de sorprenderla.

-Lo tenía marcadito.- Comentó Mily, riendo al recordar que el guardián se había estremecido por su toque.

-Sí, me di cuenta. Era más duro que cuando toco a Natanael. – Opinó Victoria, riendo por los recuerdos de su compañero de clases, que ahora ya no oponía resistencia al ser tocado, y solo reía.

-Seh, obvioooo es Jack, Jack Frost… Su cuerpo debe ser…Hipo es un suertudo.- Dijo la castaña, ya entrando a la cueva. Todas mirando con miedo el lugar, puesto que estaba oscuro, y se negaron a entrar.

-Es un chiste. No, no. Renuncio.- contestó Gime, alejándose del lugar.

-Ni para hacer una fogata, ya que somos más inútiles…

-Liiistooo. LISTO. Jack es un genio. ¡En la película se veía más agradable el nene ese!-Se enfureció Mily, abrazando de nueva cuenta a Gimena.

-Manga de miedosas, entren. Que si no las meto yo. – Se quejó Vicky, que ya no soportaba ni loca el frío. Empujó a las chicas, que entraron cohibidas al lugar, todas juntas y en silencio. De pronto vieron una luz que les hizo gritar, y trataron de salir corriendo. Todas, menos Gimen, que miraba el objeto con mala cara. Las demás volvieron sobre sus pocos pasos, y con la boca abierta miraron el extraño objeto que brillaba con una linda luz azul.

-Esa cosa es de Jack- Aseguró Chibi, riendo por el gran susto que se había llevado.- Es un copo de nieve brillante. ¿De dónde salió?

-¿Eso? Lo tenía él en sus bolsillos. No había ni un solo duende…- Dijo Gimena, riendo por la situación. De nuevo todas rieron por un buen rato, y se sentaron juntas, rogando porque la creación de Frost no se apagara.

-Aprovechemos para armar un plan para juntar a esos dos.

-Yo digo que atemos a Hipo, y luego a Jack, y… A los dos bien juntitos. Los metemos a una cueva, y los dejamos encerrados hasta que se besen.- Orgullosa de su genial plan, la pelinegra de rulos batió su cabello como actriz de película, y esperó los aplausos que nunca llegaron.

-¿Y cómo roña vamos a saber si de verdad se besan?

-Y bueno, yo me sacrifico y me encierro con ellos, para ver que lo hagan.

-Andaaaa…- La más bajita del grupo se tomó la frente con una mano y negó con una sonrisa. – ¿Otra idea?

-Celos. –comentó simplemente Mily. Todas asintieron por la buena idea, pero luego la castaña negó.

-Pero, con quién? Mira si aquí Jack está enamorado del Conejo de pascuas…

-¡No jodas! ¿¡En serio!? ¿¡Cómo hacen el punchis!?

-¡Qué sé yo! Solo digo. Además, no va a servir de nada los celos si Hipo no siente nada por Jack.

-Ah…- Las restantes chicas asintieron a la idea, y siguieron pensando.

-¿Y si tratamos de convencer a Hipo? O sea, le hacemos pata* a Jack con Hipo. Yo voy, así viste? Y le hablo bien de Jack… Y puff, se enamoran.- expuso Gimena, ante la miradas juveniles que no entendían del todo como iba a funcionar ese plan.

-Puede ser, pero no sabemos si le vamos a caer a Hipo. Además, cabe la posibilidad de que el vikingo ese se crea que nosotras estamos enamoradas de Jack si le hablamos tan bien de él.

-Ah… Pucha, así no se pude.

- Decí algo vos, Chibi. Vos conoces a la pareja más que nosotras.- comentó Mily, con su mirada fija en la castaña, que solo se sumía en sus pensamientos como una roca en el agua.

-Es que es difícil. Jack es… Ya saben. Mientras Hipo es un poquis… ash.. ¡ASTRID! Ese es el problema. Bueno, uno de ellos. Cuando los encontremos a ambos, no sabemos si Hipo va a tener 15 o 20. Si tiene 15, ya estará enrollado con la rubia. Y si tiene 20… ¡PEOR! Así no podremos volver.

-Noooo, nos la metieron- se quejó Vicky zamarreando a la castaña que solo seguía pensando con mala cara.

-Es que es así, y eso si logramos juntarlos.

-Me va hace cag* mi ma…-Comentó de nuevo Mily con voz graciosa, tratando de animar a todas las chicas que se veían con algo de miedo expreso en sus ojos.

-¿Vos nomás? Una vida sin celular ni computadora, si vuelvo…- carcajeó Gimena, contagiando su risa a todas.

-Bueno, da igual. ¡UNIREMOS A JACK A HIPO ESTÉ O NO ASTRID DE POR MEDIO!- orgullosa de sus palabras, la castaña puso su mano al medio del grupo, siendo pronto apoyando por las demás, que colaboraron con sus propias palmas. Festejaron su toma de decisiones  dudosas por unos minutos, y luego escucharon como alguien se aclaraba la garganta desde la entraba del lúgubre lugar, cosa que hizo que todas se quedaran duras como piedras. Ahí estaba Jack, con su cayado y mirando la escena divertido.

-¿Qué me unirán a quién?

-Ah… No… Es que… ¡Vicky, bésame!

-¿¡Qué!?- no hubo más palabras. De pronto una mano tapó la boca de la pelinegra , y la castaña se paró en puntitas de pie, para simular un beso.

-NOOOOO.- comentaron las otras chicas, con los ojos casi saliendo de sus cuencas. Las chicas nunca habían hecho tal cosa frente a nadie, ni por broma. Por suerte funcionó, dado que escucharon claramente como Jack se alejaba unos pasos, claramente nervioso e incómodo.

-¿¡Estas loca!?- se quejó Vicky, empujando a Chibi lejos, claramente nerviosa.

-¡No se me ocurrió otra cosa!

-¿¡Que pensará de nosotras!?

-¿¡Qué importa!?

-¡Loca de mierd*!

-¿¡No que me amabas!?

-¡Era una joda, tarada!

-¡Pues te jodes, ya lo hice! ¡Y no chilles, porque ni fue real!

-Chicas…Se fueron bien al caraj*- Comentó conteniendo la risa Mily, mientras Gimena seguía con sus manos en el rostro, también sorprendida de la escena.

-FUE DE MENTIRA- gritaron las dos involucradas en la tonta escena, pronto apresurándose a salir al encuentro del guardián. Cuando todo el grupo salió de la cueva, se lo encontraron encima de unas ramas, obviamente incómodo por encontrarlas.

-Lamento haber interrumpido su  “momento”.

-Ni lo digas.- Comentó Vicky apresurándose a tomar algo de nueve, y lanzar una bola al guardián.- ¡Ya vámonos, que me muero!

-A-ah, sí, tendremos que llegar de sorpresa. Le robé la esfera a Norte.

-¿Cómo pasaste encima de Yeti?- Preguntó Chibi ladeando su cabeza.

-Lo congelé. ¡Vaya que saben muchas coas!

-A-ah, sí… Muuuchas. Jajaja…

-Mejor cierra el hocico Chibi, que la cag*s- Comentó Mily, pellizcando a la bajita chica, que pronto asintió y bajó la mirada. Jack no tardó en bajar del árbol, y lanzar la colorida esfera, que pronto creó un portal colorido. Las jóvenes miraron con admiración la creación, y sin previo aviso, Vicky empujó a Gime, que gritó como loca.

-AHHHHH!

-¡GIMENA!- le siguió Mily, saltando al misterioso lugar para seguirla.

-Vos primero.- dijo Chibi a Vicky.

-No, tas loca vos.

-Vos, dije.

-Vos.

-¡Ambas!- Riendo, el joven guardián creó una ventisca tan fuerte de viento helado, que ambas terminaron por avanzar al portal empujadas por la fuerza del viento.  Por último entró Jack, meciendo su cayado con diversión.

-Bienvenidas al taller de Norte, lugar de origen de los juguetes que se entregan en todo el mundo en navidad.- comentó, mostrando los miles de juguetes que volaban, los duendecillos corriendo inquietos, y los yetis llevando cajas, juguetes y pinturas de un lado a otro.

-No…- Comenzó Gimena

-Puede…-Siguió Mily.

-Ser…- Continuó Victoria.

-Real.- Sonrió Chibi.

Notas finales:

Nos leemos <3


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