Doce años después…
Los chicos habían crecido.
Eran respetados, temidos y casi venerados.
Y no era para menos, siendo los herederos de la familia más poderosa, hermosos, inteligentes, excelentes en deportes y si a eso le agregaban el hecho de que el menor de ellos tenía bajo su mando a la pandilla más poderosa y eso sin usar el poder de sus padres.
El chico solo lo había hecho en sus ratos de aburrimiento.
Convenció a su hermano de ayudarlo y busco a los chicos más fuertes a los que se había enfrentado (peleaba mucho al igual que su hermano) y les pidió amablemente que se le unieran (nah mentira, los manipulo y obligo).
Y ahora su pandilla era reconocida por todos, al igual que la de Akatsuki, la cual dirigía su primo Nagato mejor conocido como Pain.
Ellos, los Jinchuriki, junto a Akatsuki y otras pandillas más; eran parte de la mafia de sus padres. Pero ambas pandillas eran libres de hacer lo que deseasen, siempre y cuando no rompieran los límites.
Habían otras familias yakuza de suma importancia y poder, pues las familias más poderosas eran las que habitaban la ciudad. Estaban la Uchiha, Senju, Hyuga, Sabaku No, Yamanaka, Nara, Inuzuka y Aburame. Todas ellas habían jurado lealtad a la familia Namikaze-Uzumaki y por ello estaban en paz.
Es más muchos de sus miembros pertenecían a la pandilla de Naru y Menma.
Y de estos varios eran una bestia con cola, los más fuertes que había. Siendo Naru el juuby y Menma el kyuuby, pues se habían enfrentado y el mayor fue vencido.
Todo iba de maravilla, ambos eran conocidos como un par de varones atractivos, fuertes y de muy buen cuerpo. Aunque ellos nunca habían dicho que ambos eran varones, pero bueno, mejor dejaban que las cosas siguieran así…
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Ese día habían amanecido con la noticia de que por fin se agregaría un uniforme en las escuelas para los donceles. A muchos les encantaba la idea, es más decían que se habían tardado mucho.
Pero en cierta casa había gente que no estaba muy contenta con la noticia…
- ¡¡¡No jodas!!! –grito nuestro lindo Naru al ver la noticia en la televisión, casi dejando sordos a su familia y guardianes que vigilaban su casa. La persona que dada la noticia parecía muy contenta, era un hermoso doncel que decía cosas como: De esta manera a los donceles no se les confundirá con un varón y viceversa, se ahorraran muchas cosas…; Los donceles se verán muy lindos, bla, bla, bla…
- ¡¡No puede ser!! ¡¡¿Ahora como protegeré a mi hermanito de esas fieras?!! –se lamentaba su hermano mayor.
- ¡¡No!! ¡¡Ahora un montón de idiotas estará tras mi bebe!! –este era Minato.
- ¡¡Silencio!! ¡¡me van a dejar sorda!! –su amorosa abuela, una pelirroja de ojos amatistas y muy buen cuerpo: Uzumaki Satsuki (era un demonio disfrazada de ángel).
- No puedo creer que amenazar a los maestros para que mantuvieran silencio no servirá de nada esta vez… -murmuro un hombre de ojos color morado, cabellos rubios claro y tez blanca: Uzumaki Shirosetsu, abuelo de los chicos.
- ¡¡Por fin Naru-chan se verá tan lindo!! –está era una emocionada Kushina.
- ¡¡¿¿Qué??!! –gritaron los cuatro rubios.
- Si, ya era hora de que todos sepan la verdad, deberían haberla sabido en cuanto cumpliste los 14, pero tu padre, tu hermano y tú no quisieron –sonrió ampliamente- pero con esto ya no podrás escapar como con los viajes escolares, a la piscina, pijamadas y demás muajajajaja –o si la mujer sentía que el mundo le sonreía y es que por fin podría presumir que su Naru era…
- Mamá ¿harás lo que quieras, aunque yo no lo desee así verdad? –cuestiono el rubio menor, a lo cual su madre solo sonrió maliciosamente- has lo que quieras –suspiro.
- Claro ¡Madre ven, acompáñame a escoger la ropa que usara Naru mañana cuando vaya a su primer día en la preparatoria! –y de esta manera ambas pelirrojas se fueron muy emocionadas.
- Creo que tendremos muchas peticiones de matrimonio en puerta… -murmuro Minato entre dientes, y es que él estaba seguro que muchos perros sarnosos rondarían a su bebe- Menma cuídalo mucho y dile a las bestias con cola que protejan a tu hermanito.
- Si padre –respondió el otro- no te preocupes seguro los chicos ya se deben imaginar lo que pasara mañana, conocen a mamá y saben de sobra sobre ese asunto.
- Ah, no puedo creer que todos sabrán mi secreto, después de haberlo ocultado perfectamente durante tantos años, solo por el cambio de uniformes. –dijo Naru.
- No te preocupes pequeño, si alguien te molesta dime y lo desaparezco –dijo su abuelo al mismo tiempo Menma hablaba.
- Sí, pero no te preocupes tu aniki te protegerá –dijo muy seguro Menma, Minato sonrió radiante sus retoños estaban creciendo aunque eso no le gustara.
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Al día siguiente…
Ambos chicos se habían levantado y Naru ya vestía la ropa que le compraron las mujeres el día anterior.
Estaba enfurruñado pues lo obligaron, porque él pensaba usar lo mismo que su aniki, pero su pelirroja madre y su pelirroja abuela habían tirado esos uniformes a la basura y le habían escondido el resto a su hermano de modo que este solo tuviese uno y no le pudiese prestar nada, así que tuvo que partir vestido así, su secreto se iría a la mierda…
- Ah, solo espero que no hagan demasiado alboroto –murmuro cuando iban ya en el auto.
- Pides mucho Naru-chan, créeme que lo harán, pero despreocúpate –dijo al ver la cara de fastidio de su mellizo- los chicos y yo nos encargaremos de que no te molesten.
- Eso espero –dijo y se resignó, que pasara lo que tuviera que pasar.
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En la escuela estaban reunidas 8 de las 10 temidas bestias con colas.
Ichibi: Sabaku No Gaara, varón.
Nibi: Yamanaka Yugito, mujer.
Sanbi: Aburame Yagura, varón.
Yonbi: Subaru Roshi, varón.
Gobi: Kuro Han, varón.
Rokubi: Senju Utakata, varón.
Nanabi: Tsukasa Fuu, mujer.
Hachibi: Killer Bee, varón.
Aguardaban impacientes a que llegasen su líder y su hermano, estaban seguros que se armaría un escándalo y muchos estarían en shock, pues ¿Quién imaginaria que su líder, el más peligroso de todo ellos era un…?
Salieron de sus cavilaciones al ver llegar el auto que traía a su líder. Todos de manera sincronizada se acercaron. La puesta se abrió y del lujoso auto bajo un chico rubio, de ojos azules y con 3 marcas en cada mejilla, el cual traía uniforme de varón: pantalón azul obscuro, camiseta blanca y una camisa negra con una corbata azul que se le pegaba al cuerpo resaltando su tonificada figura, con todos esos músculos... Este chico se dirigió hacia ellos y se giró para quedar viendo hacia el automóvil. Después como si fueran uno se arrodillaron como cuando piden matrimonio.
- Juuby es hora de que dé a conocer su secreto –dijo Menma el kyuuby atrayendo la atención de todos, pues sabían que de esa manera el juuby era recibido por sus subalternos y querían verle, estas palabras hicieron que todos se arremolinaran para observar, querían saber de qué secreto hablaba.
- Está bien kyuuby –respondió Naru y descendió del vehículo.
Al verlo todos tenían los ojos como platos pues…el rubio vestía el uniforme de donceles.
Un pantalón negro, camiseta blanca con una camisa azul marino y una corbata negra, que se amoldaba a su cuerpo como una segunda piel y enmarcaba su apetitosa figura…
¿Es que acaso esto era una broma? ¿Cómo uno de los más fuertes y populares era doncel?
No más bien ¡¡¿Cómo no se habían dado cuenta?!!
Era lo que se preguntaban muchos.
Lejos de ese ruido unos ojos azabaches estaban fijos en el doncel…
El dueño de esta obscura mirada sonrió de lado “Que interesante se pondrá esto” dijo en voz baja y se retiró a su salón.
Oh si, las cosas se iban a poner muy interesantes ahora.
Y así comenzara una loca historia de amor….