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¿Ron te engaña?... ¡¿Con Malfoy?! por mestefaniab

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Notas del capitulo:

Va-cayendo” gente al baile… ¡¡¡Ohhh!!! ¡¡¡Ohhh!!! ¡¡¡Ohhh!!!


(Me encanta esa canción)

Un año atrás, Viktor Krum se encontraba en un profundo y oscuro pozo.

La soledad lo consumía terriblemente. El afecto de sus fans le era vacío y nadie lo conocía realmente.

La guerra tuvo nefastas repercusiones en su personalidad. Rodeado de magia oscura desde su época de estudiante, en un colegio cuya historia estaba manchada de todo aquello que odiaba. El joven mago se transformó en un ser muy desconfiado. Los pocos amigos que había ostentado tener, le abandonaron por la voluntad de sus familias “puristas”. Y los que no, ya no se encontraban en este mundo. Ese comportamiento receloso, lo acompañó durante el resto de su carrera profesional.

El éxito, le dio el lujo de darle a sus ancianos padres todo lo que necesitaban (y más). Fue realmente feliz con eso, pero al morir el señor y la señora Krum, dejaron a su único hijo muy solo.

Con una vida llena de lujos que no necesitaba, y relaciones vacías que no terminaban en nada. Se fue hastiando de la imagen que le devolvía el espejo, y antes que de que comenzara a odiar a su escoba también, se retiró definitivamente del quidditch. Fue en ese momento, que la vocación de docente llegó, dando un aroma dulce a sus tardes. Aun así, su carácter apático le mantuvo en soledad.

Hasta que un soleado día, un pequeñín de no más de 7 años, le pidió un autógrafo a la salida de “El club del vuelo” (estadio donde daba clases a jóvenes con aspiraciones profesionales). El niño le entregó al pelinegro, una gastada fotografía de él siendo muy joven. Un remolino de recuerdos golpearon su pecho, dando por resultado un nombre: Hermione Granger.

Él, confiaba plenamente en el recuerdo de la castaña. Esa misma noche, escribió la primera de cientos de cartas a su amiga.

 

 

________ Un mes antes, de que Harry se diera cita con sus amigos en "El trébol azul”. ________

 

 

El protagonista ideal del sueño húmedo de cualquier ente con libido, ya era (oficialmente) profesor de Hogwarts.

Había ingresado, gracias a una recomendación escrita por parte de Hermione Weasley hacia la directora Minerva McGonagall.

Se sentía bien, lleno de energía y esperanza.

La comunicación con su amiga, había iluminado su vida. Tanto, que no podía dejar de cuestionarse la verdadera razón por la que se encontraba allí (prácticamente en la otra punta del mundo).

Pero como la moral pesaba mucho en el búlgaro, jamás se permitiría que su corazón peleara por una mujer que ya estaba casada. Ese era un lujo, que por la estricta educación que tuvo, no se podía dar. La culpa, no le dejaría vivir en paz…

Sin embargo, el instructor de vuelo de Hogwarts, siempre llevaba consigo una foto de su única verdadera amiga.

 

 

________ 4 años atrás. ________

 

 

Era la primera vez que Ron discutía con un amigo, al que reconocía como tal, en el instante exacto en que comenzaba a discutir…

 

 

_ ¡¿Se puede saber por qué no tomaste la medicación como te indiqué?!

_ ¡Yo sí tomé la medicación!

_ ¡Siii! ¡Claaaro! Por eso estos análisis te salieron como el diablo, ¡¿verdad?!

_ Bueno, es que a veces yo…

_ ¡¿QUÉ?!

_ No he hablado todavía con Hermione... Hay días en los que no puedo dejar de pensar... o cuando me duele demasiado y ni siquiera puedo orinar.

_ Comadreja, no tienes que darme explicaciones. No voy a insistir más en que hables con tu esposa. Pero debes saber que eres el primer y único paciente, al que trato sin archivar su historial en el registro oficial… Te he tomado cariño, a la vista está. Llevo conmigo este estúpido medallón con el que hablamos, todo el tiempo. Si necesitas hablar de esto con alguien, ¡habla conmigo!

_ ... Lo siento… Gracias, Draco... eres un buen amigo...

 

 

Desde ese momento, la conversación se hizo una constante, del mismo modo que las visitas del auror a San Mungo. Especialmente, en los momentos en los que el medimago comía o estaba en su descanso.

A tener en cuenta, que aquello se volvió recíproco. Draco, esperaba la presencia del pelirrojo en el almuerzo. Siempre en su consultorio. Siempre a escondidas de todo el personal del hospital.

La relación se transformó en una estrecha amistad, muy diferente a la típica relación médico-paciente que debería haber sido. Más temprano que tarde, el auror se encontró vigilando al rubio durante todo el día. Eso era relativamente fácil, y no porque se tratara de un experimentado auror. Sino porque el medimago, no tenía amigos y su vida giraba completamente en torno a su trabajo. Sólo iba a Malfoy Manoir a dormir... a veces.

Con pánico, Ron descubrió que se había vuelto un auténtico “acosador”. Pero, para alivio de éste, el rubio ni cuenta se daba.

El pelirrojo, sabía que el heredero Malfoy era (más allá de lo que mostraba), una persona extremadamente frágil. Había sufrido demasiado, y tenía pésimas experiencias en el plano amoroso. Eso, despertaba en él un espíritu más sobreprotector de lo que jamás fue, ni siquiera con su hermana pequeña.

El auror, tenía la necesidad de protegerlo, y la belleza del medimago lo obligaba a estar constantemente en alerta. Hasta que un nefasto día…

 

 

_ Es gracioso que mi padre me despreciara y años después, en un chequeo de rutina descubriera que soy un "bendecido".

_ ¿Un qué?

_ Soy fértil.

_ ¡¿Cómo?!

_ Vamos Weasley, sabes perfectamente que entre magos eso a veces ocurre de manera natural, sin necesidad de pociones ni hechizos... Visto desde lejos, es como si el "karma" le gustara mucho cobrarse a traves de los análisis de rutina. Sino, míranos a nosotros dos.

_ Fértil…

_ No me pongas esa cara de idiota. ¿No me vas a decir que desconoces el concepto?…

 

 

No, Draco.

Eres tú, el que no tiene ni idea de lo que eso significa…

No voy a dejar que se te acerquen ¡¡¡ni los fantasmas!!!”

 

 

Ron no dijo nada, incluso se mostró indiferente. Pero por dentro, el pánico dijo: ¡presente!

 

 

________ 4 años atrás, segunda parte. ________

 

 

El medimago Malfoy, estaba deprimido. Se sentía solo, triste e insignificante. Diferentemente a lo que aparentaba, el sentía que un sucio “ex-mortífago” no estaba a la altura de nadie. Sentía repulsión al ver su cuerpo desnudo. Por ello, retiró todos los espejos del baño. Desde que apareció “la marca tenebrosa” en su brazo, las pesadillas lo golpeaban más veces de las que podía contar. Y el vivir en Malfoy Manoir, no le ayudaba para nada.

Esa era una de las razones por lo que rara vez, el rubio pasaba su día de descanso en “casa”. Prácticamente, le rogaba al director Peterson estar de guardia ese día. Pero ese sábado, no había tenido suerte…

No recordaba en su vida, haber estado tan ebrio. No tenía ni idea de donde estaba, ni como había llegado allí. Para colmo de males, tarde se percató de que estaba en el Londres muggle. Por lo que pagar un taxi con galeones, no estaba en discusión. Eso lo hacia sentir terriblemente idiota (más miserable, de lo que ya se sentía, de hecho). Poco a poco, la noche avanzó mientras le martillaba la cabeza. Tenía que volver a su casa. Necesitaba un baño, un analgésico y una cama. Suspirando un poco más sereno, tomó su medallón y llamó al único amigo que podía decir que tenía. Una hora después (en un acto desesperado), Ronald Weasley besó a Draco Malfoy…

El pelirrojo nunca pensó, que al ir a buscar a su amigo (borracho y perdido), se encontraría con una alma rota. Entre lágrimas, el rubio le contó las últimas palabras que cruzó con Lucius Malfoy. El patriarca Malfoy, le dijo a su único hijo que sentía asco de su sexualidad, y que "el valor de su apellido moriría con él". El auror, no podía creer como las lágrimas de Draco le dañaban de esa forma. Ron, no entendía como el medimago podía verse de esa forma tan infinitamente triste.

 

 

_ Sniff, sniff. Esta marca… No sólo morirá el "valor" de mi apellido, sniff sniff… Moriré solo, comadreja.

_ Draco…

 

 

Entonces ocurrió.

El auror besó al medimago.

El rubio estaba tan agotado y deshecho, que no llegó a comprender el acto sino hasta que este finalizó.

 

 

_ ¿Por qué me besaste?...

_ Porque nada de lo que dices es cierto. Porque te admiro y te quiero. Porque eres tan hermoso, que siento envidia. Tan perfecto, que sino estuviera casado, te secuestraría. ¡Y hablo enserio!

_ No quiero tu lástima.

_ No es lástima, es la realidad. Draco, tienes un cuerpo de infarto, un trasero tan perfecto como grande es tu corazón. Estás solo, porque huyes de las personas. Te niegas a ver, lo que hasta yo veo. Y no estamos hablando del más listo de nosotros dos…

_ ¿A qué te refieres?

_ Tienes constantemente un enjambre de chiquillos enamorados, que te violan con los ojos. Yo lo vi la primera vez que pisé tu consultorio. Yo lo veo todos los días, desde que me hago tratar contigo.

_ Sniff, sniff. No me mientas. No valgo nada, no soy nada. ¡Buaaa!

_ No, Malfoy. No estoy mintiendo. Aparte de que sabes que soy un pésimo mentiroso, tampoco me molestaré sino me crees. Estoy más preocupado en que te bañes y te quites el olor a borracho que traes.

 

 

Y Draco esgrimió una tenue sonrisa. Una sincera y completamente auténtica, sonrisa. De esas, que hacía mucho tiempo que no se presentaban en el rubio.

Con los ánimos más calmos, Draco durmió en paz y el auror abandonó tranquilo la mansión.

 

 

Draco no siento lástima por ti, lo que siento en estos momentos es una enorme culpa y unos terribles remordimientos… Tal vez la razón por la que estás tan solo, es que no dejo que nadie se te acerque…

Debo dejar de hacer eso…

Mmm…

Mañana, Draco tiene rotación y revista de sala… y yo todavía no investigué al chico americano”

 

 

De más está aclarar, que la promesa que se hizo el auror, duró menos que un helado en el desierto.

 

 

________ Martes, presente. ________

 

 

Si pudiera, Pansy Parkinson lanzaría “avadas” a diestra y siniestra por todo el ministerio…

Nada le estaba saliendo bien a la morena, y eso la volvía loca. Era desesperante, que justo cuando necesitaba estar detrás de Granger, para sabotearla-demostrar su incapacidad. La otra bruja se tomaba una licencia “por tiempo indeterminado”.

 

 

_ O tiene mucha suerte, o la muy “zorra” es adivina. No queda de otra… "plan B” y que Merlín me acompañe…

 

 

Desde ese instante, la hermosa bruja, se dedicó sistemáticamente a seducir al ministro de magia. Hombre, que por muy correcto que sea, no tenía ni esposa ni hijos a los que rendir cuentas. Eso sin mencionar a cierto estado de "negación amorosa", que tenía desde hace varios años...

Por otro lado, Hermione Granger, se hallaba en el número 12 de Grimmauld place tratando de mantener la calma a pesar rememorar constantemente lo sucedido en viernes anterior...

 

 

"Ese día había estado intranquila, incluso temía que estuviese incubando una gripe. Algo cansada (para las 10 de la mañana), fuí en busca de mi marido, aprovechando que debía llevar unos papeles al piso donde estaba la oficina de su “Ronnie”. Tenía la costumbre de ir por las escaleras, pero ese día (sin explicarse por qué) tomó el elevador, y al llegar notó que su esposo se dirigía a la puerta de acceso a las escaleras de emergencia. Se veía nervioso y preocupado, por lo que no tardó en seguirlo. Vio que se dirigía a un túnel, en el primer piso. Ella no sabía hacia dónde iba, hasta que la luz del sol se coló por las ventanas. Estaba en una especie de pasillo, que daba hacia la calle. Ron, dobló a la derecha, y a ella no le fue necesario avanzar más ya que desde las ventanas podía verlo. Fue en ese momento, que vio lo último que hubiese esperado ver al despertar esa mañana. Su Ronnie, saludó alegremente a un casi irreconocible Draco Malfoy. El rubio parecía un príncipe, especialmente con ese elegante traje que tanto le favorecía. Vio que hablaron un segundo, y luego comenzaron lo que parecía una discusión, entonces… se besaron.

Ella, ya no quiso seguir viendo más. Tampoco se molestó en salir y reclamarle por aquello. Sólo corrió hasta el séptimo piso, entregó los papeles a su molesta compañera de trabajo, y se retiró hacia su casa alegando problemas de salud.

Sintió pánico, cuando esa noche su esposo llegó a casa. Tanto, que fingió estar dormida.

Al día siguiente, el pelirrojo salió muy temprano en la mañana. Dejándole a la castaña, una escueta nota donde decía que visitaría a su hermana…

Ella, que a esas alturas ya no sabía en qué creer, no lo soportó. Volvió a llorar amargamente, y se fue (vía red flu), con el único ser que podía ayudarla."

 

 

Harry la escuchó, la consoló y le dio el temple necesario para fingir que estaba todo bien (particularmente ese domingo, en el cual almorazaron en la casa de sus suegros).

El lunes, por consejo de Harry, pidió licencia a escondidas de su esposo y le dio una copia de la llave de Grimmauld place. Desde allí, escribió la carta más dolorosa que nunca le había escrito a Viktor Krum. Estaba deshecha y su desahogo sólo duró, hasta que recibió la visita del (suculentamente sexy) instructor de vuelo.

 

 

_ Muero por besarte, amiga mía. No sabes cuánto esfuerzo hago, para dominarme en este momento… Quiero matar a tu esposo, y alejarte para siempre de él. Pero entiendo, que no es el momento. Las cosas pueden solucionarse… o no. Eso, no lo sé. Sólo sé, que será algo que deberás solucionarlo con el.

_ Viktor yo…

_ No digas nada Hermione. Mis sentimientos, ahora los conoces. Habla con tu esposo, y si las cosas no se solucionan… Quisiera que encontraras en mi, el consuelo y las ganas de volver a amar. Esperaré todo lo que sea necesario. Y si las cosas se solucionan, aún tendrás mi amistad. Y estaré feliz de que seas feliz, incluso, con el idiota cabeza hueca de tu esposo.

 

 

Viktor Krum se fue, en el segundo mismo en el que terminó de hablar. No esperó ni siquiera una despedida por parte de la castaña. Cuando llegó a Hogwarts, descubrió que las piernas le temblaban.

 

 

Lo hice…

¡LO HICE!

¡SE LO DIJE!

No puedo creerlo…

Espero, de verdad, que seas feliz Hermione.

No me importa al lado de quién sea, mi corazón reza por ti… mi única y verdadera amiga”.

 

 

Aquel rezo debía escucharlo Zeus, o Júpiter, o (en su defecto) Odín. Pero debió escucharlo Loki, porque en vez de consuelo, aquello le supuso sólo más confusión al agitado corazón de Hermione.

 

 

¡Que Merlín me ayude!... ¡¿Y ahora, qué hago?!”

Notas finales:

¡¡¡Muchas gracias por leer!!! Si les gusto ¡genial! Si no, díganme en que debo mejorar.


Otra cosita más:


Si buscas publicar esta historia en otro medio y/o idioma, cuentas con mi total aprobación. Hablaría bien de ti, si me mencionas como la autora original de este fic.


Pero si decides hacerla tuya, y modificar cualquier parte... Me halagarías muchísimo, porque eso quiere decir que fui tu musa por un instante. En ese caso, puedes aclararlo o no. Pero me encantaría saberlo y que me informes al respecto. Quiero leerte, comentarte y agradecértelo con un review.


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