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Little pain por girlutena

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Notas del capitulo:

siento que muchos de ustedes van a querer matarme después de leer este capitulo....pero se me ocurrió mientras intentaba volver a dormir..a las 4 am T_T 

*-* espero que les guste!!

Los fuertes brazos de Edward habían estado posados suavemente sobre el lomo del animal, mientras que la cabeza de Jacob yacía sobre el regazo del vampiro.


Edward había mantenido sus ojos cerrados, desde que su cachorro se acunó sobre sus piernas, poco a poco su frío y parco rostro había empezado a mostrar una pequeña, pero sincera sonrisa, mientras que aquel corazón, que una vez dejo de latir, ahora deseaba saltar con todas sus fuerzas, al sentir el suave aroma del menor.


Abrió lentamente sus ojos ámbar al escuchar como las pequeñas patas de un pequeño conejo rompían suavemente una delgada rama que yacía sobre la arena húmeda, los ojos rojos del pequeño animal observaron fijamente su cuerpo y el cuerpo de Jacob, y quiso reír cuando el conejo salió despavorido del lugar.


Alzó suavemente su mirada para observar como las delgadas ramas de los árboles empezaban a moverse con suavidad, la luz empezaba a ocultarse, dejando que el frio viento soplara un poco más fuerte, trayendo consigo el aroma a sal de la pequeña playa.


Palmeó ligeramente la cabeza del animal y Jacob soltó un pequeño aullido, y sin que el mayor se diera cuenta, Jacob saltó al cuerpo del vampiro, empezando a lamerle la cara.


Sí, Edward estaba seguro que lo comparaba con un perro, pero era su cachorro.


-Vamos, es hora de regresar. –Jacob agachó su cabeza, soltando un ligero aullido, pero movió su cola, cuando la mano de Edward cayó sobre su cabeza.


Lentamente su cuerpo empezó a regresar a su forma humana, dejándolo completamente descubierto ante la mirada del vampiro.


Edward estaba casi seguro que sus níveas mejillas se encontraban tiñéndose de un fuerte carmín, el cuerpo de Jacob era delgado, dejando ver apenas unos pequeños músculos en sus brazos, piernas y en su tórax, quiso acercarse y palpar aquella caliente piel, pero rápidamente Jacob se acuclilló, cubriendo su desnudes con sus delgados brazos.


Jacob había cubierto su rostro entre sus manos, mientras que su cuerpo temblaba levemente, más por la mirada del vampiro que por el vendaval de la noche, Edward se aceró con calma, intentando controlar sus emociones e instintos de deseas saltar sobre el cuerpo desnudo del menor, y colocó sobre los hombros del menor su casaca.


No pudo evitar mostrar una pequeña sonrisa al ver como aquella prenda le quedaba tan larga en el cuerpo del menor, logrando cubrir hasta la mitad de sus muslos.


-No… no me mires de esa forma. –La voz de Jacob había sonado temblorosa y avergonzada, mientras intentaba cubrir su sonrojo con los mechones de sus cabellos.


-Lo siento, no puedo evitarlo. –Edward aprisionó el cuerpo del menor entre sus brazos y escondió su rostro en la curvatura del cuello del menor, percibiendo el dulce aroma de aquella caliente sangre, pero lo único que pudo llegar a hacer, fue acariciar con su nariz aquella zona, pasó suavemente su lengua, percibiendo un sabor dulzón, mientras que el cuerpo semidesnudo de Jacob temblaba entre sus brazos.


La mano de Edward aprisionó fuertemente la del menor, mientras que sus pasos eran suaves y calmados, Edward había empezado a relajarse al escuchar el suave latido del corazón del menor. Cuando pudo visualizar La Push, dejó que Jacob se ocultara detrás de su cuerpo, frunció ligeramente su ceño al imaginar que su cachorro se llevaría la mirada de todos los varones de aquella zona.


Jacob agachó su mirada, avergonzado al estar tan solo cubierto con una prenda que le llegaba hasta la mitad de sus muslos, mordió ligeramente su labio inferior al sentir como el viento recorría libremente entre sus piernas, cerró fuertemente sus ojos al desear tan solo estar en la comodidad de su habitación.


Soltó un leve grito al sentirse en el aire y cuando abrió levemente sus ojos, sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín al darse cuenta que se encontraba entre los brazos de aquel hermoso ser, su corazón golpeó con fuerza su pecho y él tan solo ocultó su rostro en el pecho del mayor.


Billy quiso correr hacía Edward y arrebatarle a su pequeño hijo, pero la mano de Carlise sobre su hombro le detuvo abruptamente, inconscientemente le mostró sus colmillos y sus garras. Lentamente empezó a calmarse cuando los fuertes brazos del vampiro le aprisionaron fuertemente.


Agachó su rostro abatido, sin saber qué hacer para que su hijo volviera a confiar en él.


-Jacob te ama, Billy. –Carlise había cruzado sus brazos alrededor de la cintura del menor, apoyando su quijada sobre los cabellos del menor. –Estoy seguro que para estos momentos, él pedirá hablar contigo.


-Tengo miedo, Carlise. –El moreno se volteó ligeramente, sin soltarse del agarre y palpó suavemente la mejilla del mayor. –Tengo miedo que ellos vengan por mi hijo.


Billy quiso escuchar por parte de Carlise que nadie vendría por su hijo, que podrían vivir tranquilos, pero lo único que recibió fue un casto beso sobre sus temblorosos labios.


Edward colocó con tanta suavidad al menor sobre su cama y no pudo evitar pasar sus dedos por el rostro fuertemente sonrojado de su cachorro, quiso atraer su rostro y pasar sus labios contra los del menor, pero unos ligeros y rápidos pasos se dejaron escuchar desde la entrada de la pequeña casa y con un leve gruñido se alejó del menor, en el momento exacto en que la puerta se abría abruptamente.


-¡Jake! –Edward frunció ligeramente su ceño, cuando el cachorro de su hermano se acercó a abrazar protectoramente al moreno, quiso arrebatarle y hacerle entender que Jacob era de él, solamente de él, pero la fuerte mano de Emmet, sobre su hombro le hizo detenerse.


-Pequeño, estuvimos muy preocupados por ti. –Jacob agachó su triste mirada al escuchar la fuerte voz de Emmet, pero se sintió feliz al sentir los fuertes brazos de su amigo alrededor de su cuerpo. –Nunca más vuelvas a huir de esa manera. ¿Entendido?


Jacob sonrió suavemente, dejando que el mayor desordenara sus cabellos, Seth se había sentado al lado de él, mientras que Edward tan solo se había quedado de pie, observando el cielo a través de la ventana.


-¿Nos quieres contar que pasó? –Jake mordió ligeramente su labio inferior, intentado rehuir la mirada de Emmet y la de Seth, observó cómo sus dedos se movían nerviosos entre el borde de la sábana y deseó por un segundo volver a la mitad del bosque.


-Billy se encuentra muy triste. –Jacob frunció ligeramente su ceño al escuchar la voz de Seth y sin pensarlo alzó su rostro, mostrando una extraña mirada.


-Yo también estoy triste. ¡Él me mintió! –Seth quiso retroceder levemente al escuchar la voz de su pequeño hermano. Agachó su rostro, sintiéndose culpable al no pensar en los sentimientos del menor.


Los fuertes brazos de Emmet abrazaron suavemente el cuerpo de Jacob, volviéndolo atraer hacía la mullida cama y con una pequeña sonrisa por parte del mayor, Seth se alejó de ellos, acercándose a la ventana, apoyó sus manos sobre el alfeizar y se quedó observando como la luna empezaba a alumbrar La Push.


-Gracias por traerlo. –Edward no le respondió y Seth tampoco esperó alguna respuesta. –Soy un mal hermano.


-No lo eres. –La voz de Edward había sonado tan suave, que pensó haberlo imaginado. –Jacob ama a su familia y es doloroso para él sentirse alejado de ustedes.


Seth llevó su mirada hacía la cama y pudo ver como Emmet intentaba calmar el suave llanto del menor, soltó un ligero y abatido suspiro al darse cuenta de la realidad que ahora se encontraban viviendo.


-¿Qué va a pasar ahora? –Edward quiso responderle al menor, pero no sabía que decirle, cruzó sus brazos sobre su pecho, mientras que su mirada se perdían entre las finas lágrimas de Jacob, quería negar aquel extraño sentimiento que empezaba a albergar sus sentidos, aquel que le advertía que algo malo iba a venir con fuerza.


El sonido de la puerta abriéndose, sonó con tanta suavidad, que fue imposible a los jóvenes que la escucharan, Edward llevó su mirada hacia Carlise, quien yacía de pie en el umbral, al costado de un nervioso Billy.


Los ojos de Carlise le miraron por solo un segundo, quiso negarse a salir de la habitación y volver a abandonar a Jacob, pero tan solo le dio una pequeña mirada al menor, quien seguía aferrado fuertemente al cuerpo de Emmet y soltó un suave y ligero suspiro; tomó suavemente el brazo de Seth guiándolo hacia el pasillo y rápidamente sintió como Emmet le arrebataba al menor.


Carlise tuvo que suprimir un suspiro al ver como sus dos hijos empezaban a comportarse de manera recelosa con los cachorros, pero él sabía que también tenía aquellas mismas manías para con su lobo.


Billy, inconsciente de todo lo que ocurría a su alrededor, caminó lentamente hasta sentarse al costado de la cama, sintiendo como su corazón empezaba a achicarse al ver que su hijo le daba la espalda.


-Jake. –El cuerpo del menor se estremeció debajo de las sábanas al sentir la suave mano de su padre palpando leve y cuidadosamente sus brunos cabellos. –Mi niño, perdóname.


Lentamente se giró aún cubierto con las mantas, para observar los ojos entristecidos de su progenitor, su labio inferior tembló levemente al desear que su padre le abrazara, pero otra parte de él, deseaba ser egoísta y no perdonarle.


-¿Por qué? –Billy escuchó el suave gemido que soltó su hijo y tan solo llevó un segundo su mirada a Carlise para luego regresarla hacía el menor. -¿Por qué de ellos?


Billo tan solo acarició los cabellos de su pequeño, sintiendo como un nudo en su garganta empezaba a formarse, ni él lo entendía. No sabía cómo había podido imprimirse de un frío, pero aun así, sabía que no podía dejarlo ir.


Soltó un pequeño respingo cuando la mano de Carlise se posó suavemente sobre su hombro, alzó suavemente su mirada, para ver la mirada color ámbar del mayor observaba paternalmente a su hijo.


-Pequeño. –Jacob se estremeció con fuerza y retrocedió levemente al ver que aquel ser se sentaba al frente de él, aferró con fuerza sus manos en la fina sábana, intentando protegerse de aquella mirada. –Desde hace mucho tiempo he estado buscando este amor.


-Y nunca imaginé encontrarlo en un lugar tan lejano. –Carlise levantó lentamente su mano para acariciar la tersa mejilla del menor, mientras que con su otra mano se aferraba fuertemente a la de Billy.


-Pero... El abuelo me dijo que los fríos son seres malignos. –Jacob agachó su rostro, aferrando sus manos en las mantas y mordió levemente su labio inferior, sin entender muy bien lo que él mismo había empezado a sentir por uno de ellos.


-Jacob, tú eres el bisnieto de Ephraim Swan. –El menor levantó su rostro para fijar su mirada en el mayor y en su padre, quien le sonrió suavemente. –Eres el descendiente de un fuerte poder y desde siglos tu familia ha estado ligada a la de nosotros.


-¿Qué significa eso? –Carlise apoyó su frente sobre la del menor, dedicándole una pequeña, pero sincera sonrisa, acarició suavemente la tersa mejilla del menor, sintiendo como el miedo empezaba a disminuir de su cuerpo.


-El que yo me haya enamorado de tu padre o el que tú te hayas impreso de Edward, ha estado escrito desde mucho antes de que nacieras. –Las mejillas del menor se sonrojaron suavemente al escuchar el nombre de aquel hermoso ser. –Entiendo que esto es nuevo para ti, pero no olvides que tienes el amor de tu padre, y de tu familia, a la que ahora nosotros pertenecemos. –Las mejillas del menor de sonrojaron suavemente al ver como Edward y otros chicos ingresaban a su pequeña habitación.


Apenas pudo cerrar y abrir sus ojos, cuando Edward apareció a lado de él, cruzando su brazo sobre sus delgados hombros y separándolo del cuerpo de Carlise.


 


 


Aquella mañana había amanecido con una fuerte lluvia bajo el pequeño pueblo, las clases se habían detenido desde hace unos días, debido al abrupto cambio de clima. El viento empezaba a soplar con fuerza, llevándose las hojas secas que apenas permanecían en las ramas de los árboles, mientras que las ventanas golpeaban con fuerza.


Isabela salió de su casa y llevó su mirada hacia el cielo gris, frunció ligeramente su ceño cuando una pequeña gota fría capia sobre su frente y levemente frunció su respingada nariz al sentir como el viento soplaba con fuerza removiendo sus cabellos y trayendo consigo un suave aroma a sangre.


Su delgado cuerpo se estremeció levemente al ver como dos mujeres yacían de pie al frente del porche de su pequeña casa.


El cuerpo de Rosalie se había apoyado sobre el capó de su vieja camioneta, mientras que una hermosa mujer se encontraba de pie y de brazos cruzados al pie de su casa.


 


Isabella tomó suavemente la pequeña tacita de porcelana, sintiendo como el calor traspasaba hasta sus manos, su cuerpo temblaba levemente al sentir las penetrantes miradas de aquellas dos mujeres sobre su cuerpo.


Rosalie se había puesto de pie, dándose el lujo y libertad de recorrer la pequeña salita, mientras se detenía a observar detalladamente una vieja y algo gastada, fotografía.


-Necesitamos tu ayuda. –La voz de Esme sonó serena, pero Bella podía sentir un suave matiz lleno de rencor y odio en aquellas cortas palabras.


-No entiendo de que pueda servirles, yo soy una simple humana, comparada con ustedes dos. –Esme giró levemente su mirada, a la par que Rosalie llegaba a su lado, trayendo consigo aquella fotografía.


-No eres una simple humana. –Isabella tomó la fotografía y observó a aquella hermosa mujer, su antepasado. –Tú has renacido, mi querida Lara.


 


Edward observó como la luna brillaba desde lo más alto del cielo, mientras que las nubes se movían suavemente, intentando cubrir su fuerte resplandor, escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón y empezó a caminar por la arena húmeda.


Las olas golpeaban fuertemente el risco, mientras que sus pies iban cubriéndose por el agua fría, caminó lentamente, recordando cómo había empezado toda su nueva vida.


Dio unos cortos pasos más, hasta detenerse lentamente. La hermosa sonrisa de Lara y sus brillantes y hermosos ojos, empezaron a invadir sus recuerdos, llevó lentamente una de sus manos hasta palpar la zona donde antes latía su corazón.


Sintió como el suelo, debajo de sus pies empezaba a desaparecer, caminó con más prisa hasta la punta de aquel risco, intentando alcanzarla, intentando palpar aquella alucinación.


Sus largos cabellos se movían suavemente, al compás del vendaval, su cuerpo alto, delgado y esbelto, lentamente fue volteándose, para mostrar aquella misma sonrisa, aquella misma mirada. Era tal cual él la recordaba.


Lara estaba ahí, estaba al frente de él y su cuerpo se sintió vivo y a la vez desolado, aquella mujer se acercó a él sonriendo suavemente y tuvo que cerrar lentamente sus ojos al sentir los delgados y fríos dedos de la mujer sobre su mejilla.


-Te extrañé mucho, Edward. –Su voz seguía siendo suave y melodiosa, tal cual él la recordaba, abrió lentamente sus ojos al sentir los labios de la mujer friccionarse sobre los suyos, sintió una descarga recorrer su columna vertebral y aquel nudo en su pecho, empezaba a molestarle.


Cruzó con fuerza sus manos alrededor de la fina cintura de aquella mujer y la atrajo con fuerza y protección a su cuerpo, sus labios se sentían como la última vez que los había probado, aquella vez donde empezó la guerra y todo lo que él conocía estalló.


Escuchó como unos suaves pasos iban acercándose a ellos, pero sintió los dedos de Lara perderse entre sus cabellos, se sintió maravillado al ver como sus ojos brillaban ante él y aún le parecía una locura haberla recuperado.


Cuando quiso separarse lentamente del cuerpo de la mujer, giró su cuerpo, deseando encontrar a Carlise y a sus hermanos, para presentarle a la mujer que le había robado el corazón la primera vez, pero su sonrisa fue borrándose poco a poco al ver el menudo cuerpo de Jacob de pie.


Deseó no sentir nada en su interior, pero fue en vano, cuando el dolor le embargó, vio como las finas lágrimas del menor recorrían sus mejillas, quiso ir detrás de él, cuando le vio alejarse rápidamente, pero la mano de Lara apretó con fuerza la de él.

Notas finales:

Pues me alegro de que esta historia tenga seguidores *-*!

pero lamento no haber podido actualizar antes, pero he estado un poco enferma y más la presión de las clases....mi cuerpo ha colapsado...el viernes fui al médico, pero otra vez tengo que sacarme más y mas analisis....si sigo así quedaré sin sangre T_T

pero prometo actualizar el proximo domingo...tal vez antes

Besos!


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