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Hilo Rojo por Nerida Fairy

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Los Personajes pertenecen a Masashi Kishimoto. Yo solo arme la historia.

Por Favor lean las notas al final del Fanfic y visiten mi perfil :)

Disfruten del Relato

Long-Shot

Hilo Rojo

Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha

Shonen-Ai (Relación de chico con chico)

Serie: Naruto

Universo Alterno (A.U)

Capitulo Dos

Aquel día, Sasuke Uchiha simplemente no se comportaba como Sasuke Uchiha. Claro que solo él se percataba de ese hecho

Primero: No prestó su acostumbrada atención en la clase de matemáticas, así que cuando Yamato-sensei dio por finalizada la sesión él quedó con varias dudas sobre las Matrices.

Segundo: Se equivocó de línea en la lectura de historia. No se había percatado hasta que Kurenai-sensei lo corrigió. Sus compañeros desidieron ignorar el error, pero se encontraban incredulos.

Tercero: Dejó su almuerzo. Simple y sencillo. Al estar apurado, olvidó tomar de la entrada su caja de bento... ¡Su perfecta comida! Los onigiris rellenos de salmón, la ensalada de tomate y la tortilla de huevo perfectamente picada.

Por eso mismo, mientras todos llenaban su boca de alimento, él estaba en su lugar sin nada en la mesa.

Cuando iba al comedor para comprar algo, el tumulto de gente lo desconcertó; todos se empujaban desesperadamente para conseguir algún tipo de pan. Arrugó el rostro, odiaba las grandes cantidades de personas. No se mataría para comer algo, así que se volvió sin nada.

Empezaba a sentirse cansado así que sacó su libro de matemáticas para intentar contestar sus propias dudas sobre las matrices.

Al pasar el tiempo, su estomago empezó a doler un poco. No comía mucho, sin embargo poseía un perfecto horario de alimentación que nunca había cambiado.

Un paquete plástico cayó en su libro, se desconcertó solo por un momento. Pero al levantar la mirada consiguió al poseedor del otro extremo del hilo—¿Qué quieres? —preguntó con su típica voz odiosa.

—Uhhhh —carraspeó el rubio— Uno intenta ser amable contigo y tú lo tratas de esa manera.

Naruto volteó la silla del puesto de adelante y se sentó observando divertido a Sasuke. Sacó del gran bolsillo de su chaqueta negra un envoltorio de plástico, lo abrió y empezó a comerse el pan de melón que había adentro.

Dio el primer mordisco, tragó y miró a Sasuke.

—¿No vas a comer? —preguntó con una sonrisa.

El de cabellos oscuros no entendió. Rápidamente recordó lo que le había lanzado el Uzumaki y al ver el plástico se percató de lo que era: Un pan de tomate, el único que le gustaba.

Se desconcertó y no supo si debía tomarlo.

—¡Vamos, teme! —Sonrió— Se nota que no tienes comida, así que te traje esto. Sé que te gusta el tomate.

—No te lo pedí—expresó irritado.

—Lo sé—respondió el rubio—. Tampoco espero un "gracias" de tu parte.

Sasuke chasqueó la lengua.

—¿Entonces por qué lo haces?

—Porque eres mi amigo.

Y tan normal, como siempre era, el rubio sonrió; mostrando sus dos hileras de dientes perfectamente alineados.

—Idiota —susurró.

—Además—el de ojos azules ignoró la despectiva palabra— hoy estas actuando raro.

El pelinegro se puso nervioso ¿El dobe lo había notado?

—Llegaste tarde, a tu manera; te equivocaste en la lectura, ¡te equivocaste! y dejaste tu almuerzo. No sé qué ocurre, pero puedes contar con mi apoyo.

Sasuke lo miró fijamente. Suspiró, y aceptando los buenos deseos del Uzumaki, empezó a retirar el envoltorio del alimento para después dar el primer mordisco.

Se mantuvieron en silencio, un aspecto normal para el de cabellos negros. No obstante, en esta ocasión el Uzumaki también mantuvo su boca cerrada. Sasuke pensó que no era común; pero al ver el rostro de Naruto, este estaba apacible, con una pequeña sonrisa mientras comía su pan de melón.

.

.

.

—La reunión del día de hoy es para tratar los diferentes temas del festival cultural —Sasuke habló claro y preciso.

La sala de juntas del consejo estaba ocupada por dos alumnos por aula. Al ser un instituto de cuatro secciones por nivel y poseer tres años, un total de veinticuatro estudiantes se encontraban reunidos ese día.

—No creo que sea necesario, pero sólo para recordar, mencionaré los puntos ya discutidos para confirmar que hayan cumplido cada parte. ¡Naruto! —llamó al vicepresidente. El rubio dio un pequeño salto por la sorpresa de ser solicitado— Necesito que anotes en la pizarra los puntos ya tratados sobre el festival.

—¡Entendido! —expresó son su habitual sonrisa gigante. Tomó una tiza blanca y se colocó al lado del pizarrón.

Sasuke lo vio fijamente. El hilo seguía destacando en su mano. Carraspeó.

—Ya todos han elegido su actividad para el festival —Naruto copió en la pizarra—.La lista de materiales requeridos que entregaron se les devolverá en este momento, al finalizar la reunión pueden pasar por el almacén a buscar lo que se les adjudicó. Con respecto a los presupuestos entregados la semana pasada, Karin será la encargada de devolverlos junto a un sobre con el dinero en efectivo que fue aprobado. Deben traer la factura correspondiente para el registro final de los gastos de la institución. Cualquier otra cosa debe correr por parte de ustedes. Una falta ó estafa a Konoha puede llevar a expulsión sin ningún tipo de consideración.

Muchos en la sala tragaron pesadamente, aturdidos por la clara amenaza.

—¿Puedes repetir, Sasuke? Me quedé en la parte de los presupuestos.

La voz del rubio sonó de forma desesperada. Los presentes soltaron algunas risas ante la lentitud del Uzumaki para escribir. En otros tiempos, el también lo encontraría cómico (aunque no se reiría, claramente) pero, desde el preciso instante que el hilo indicó que estaba destinado a estar con él… con un idiota… las cosas no eran tan graciosas en lo referente a Naruto.

El destino estaba equivocado ¿verdad? Después vendría, corregiría su error y seria una pesadilla olvidada.

Retomó el hilo de la conversación. Esta vez, dictó uno por uno los temas para que el idiota los anotara. Después le indicó los puntos a discutir en el día de hoy, pero Naruto copiaba tan lento que lo desesperaba. ¿Por qué carajo le había pedido su participación en el consejo?

La reunión continuó sin percances, las respuestas fueron maravillosamente respondidas y las dudas se disiparon. Sasuke quedó conforme, parecía que poseía un grupo preparado para un evento perfecto y sin retrasos.

—Ya se pueden retirar, a partir de mañana las clases serán suspendidas para la realización del festival. De igual forma, la asistencia es obligatoria y se pasará lista en los salones a las siete de la mañana para garantizar la presencia.

El roce de las patas de la silla contra el suelo resonó en la habitación. Los alumnos se retiraron echándole un ojo a los presupuestos aprobados. Algunas quejas se presentaron, sin embargo, nadie dijo nada, no querían problemas con el presidente.

—Oye Sasuke —Naruto esperó a todos se retiraran para hablar—, nosotros no hemos terminado de preparar todo para el evento especial de la finalización del festival. ¿Sabes que nos falta?

Sasuke frunció el ceño, el pesado evento de San Valentín, lo había olvidado. En verdad se obligó a olvidarlo, no quería ser parte de eso.

Todo comenzó cuando al Dobe se le ocurrió la "brillante" idea de hacer un evento especial por el día de los enamorados. El festival de Konoha se realizaba sin falta el segundo fin de semana del mes de febrero pero justamente ese año, la chocolatosa fecha caía en domingo.

Recordaba perfectamente el momento que llegó al aula del consejo estudiantil transpirando y jadeando por la carrera, para nada, igual iba tarde. Cansado de siempre regañarlo, Sasuke simplemente se quedó callado ese día. El rubio se impuso ante él, y con una sonrisa explicó emocionado como ambas fechas se encontraban, hacía exactamente un mes:

—¡Es maravilloso! —dijo emocionado el rubio—. Podemos hacer que este festival sea inolvidable ¡Solo imagínalo! Un hermoso evento de cierre que esté relacionado con confesarte a la persona que te gusta. ¡Cuántas parejas saldrían! Sería algo histórico.

Sasuke lo ignoró, pero Karin se mostró muy interesada; la pelirroja se acercó lentamente y mirándolo directamente a la cara:

—¿Qué planeas exactamente, rubio? —preguntó.

—Querida prima —La joven arrugó el rostro, no le gustaba recordar su parentesco con el Naruto—solo imagínatelo por un momento: a las seis de la tarde prendemos una gran y hermosa fogata que representa nuestra pasión por Konoha, música de fondo, todos los puestos cerrados, nadie trabajando en ese momento los estudiantes divirtiéndose. Justamente a las siete en punto apagamos la fogata representando el fin de nuestro festival; además, todo el lugar estará a oscuras por unos cinco minutos, en los cuales se podrá buscar a la persona de la que estás enamorada y confesarte en la oscuridad, liberando tenciones, buscando valentía y sin ser directamente juzgados. Después, simplemente regresaran las luces y veremos las posibles nuevas parejas.

El pelinegro movió sus ojos en un gesto odioso. Sin embargo, Karin poseía una mirada brillante y emocionada.

—No es mala idea —saltó feliz y se acercó al pelinegro— ¿Lo haremos?

—No.

Karin cerró la boca, triste ante la negativa, aunque no sorprendida; Naruto, por otra parte, arrugó el rostro.

—¡Hey! —Se quejó—. ¿Qué tiene de mala mi idea?

—Que es tuya, dobe.

Un conjunto de gritos e insultos se desató de parte de los dos. Era en esos momentos cuando Sasuke aceptaba que no se comportaba como normalmente hacia. El podía ser (o sentirse) superior a los demás, no obstante, la única persona que lo ofendía y degradaba en voz alta era ese rubio que prácticamente conocía de toda la vida. Además, solo Naruto lograba sacar gritos en su persona, sin mencionar que solo él podía hacer que sus pensamientos se perturbaran tanto que hasta antes de dormir lo tenía en la mente.

La conversación con respecto a la romántica fogata murió entre las malas frases, o eso pensó. Nunca imaginó que Naruto se enfrascaría tanto en el tema, pero un par de días después, una docena de histéricas mujeres lideradas por Sakura Haruno, Ino Yamanaka y Karin Uzumaki se presentaron en su casillero de zapatos justo en el momento que él se cambiada para partir a su hogar.

Con una cara de cachorrito buscaron la aceptación del pelinegro, pero este fue preciso en su negatividad y después del "no" rotundo que sentenció, no dijo más nada, ni escucho palabra alguna pues se retiró a su hogar.

Para su sorpresa, y de las malas, dos días después la directora comentó que la idea del rubio se ejecutaría.

Solo esperaba que esa aprobación por parte de la adulta mujer haya sido por gustarle y no por simple preferencia al adolescente que consideraba nieto suyo.

La planeación estuvo entregada a Naruto, no obstante, se vio en la obligación de ayudarlo. Al de los ojos azules se le hizo pesado, prácticamente desconocido, pero para su suerte, comprendió rápido y pudo después ejecutar todo por su cuenta, claro que bajo la supervisión de Sasuke.

Fue una supervisión no obligatoria, pero que el pelinegro se auto-comprometió hacer para la optimización del festival, ya que no quería errores. Durante esos días Naruto faltó mucho a las reuniones del consejo.

—Karin volvió a faltar —comentó Suigetsu, el secretario del consejo. Revisó el puesto de la chica, en efecto, no estaba. ¿Llevaba varios días sin venir? Bueno, no importaba, ahora solo esperaba que el rubio llegara para entregarle unos documentos que debía llevar a la directora, además de darle una segunda ojeada junto con ella.

Suspiró, por eso mismo buscaba olvidar la malvada fogata pero solo era un intento. Todos los días Naruto preguntaba por ella.

Justo como ahora…

—No sé —dijo Sasuke, notoriamente fastidiado.

—No seas así —refunfuño Naruto en un tono infantil—. Tú siempre me ayudas y me guías en todo.

—Eso no es cierto.

—Sí lo es —comentó divertido—. Desde pequeños lo haces. ¡Todavía me acuerdo cuando me corregiste la postura de mi mano al sostener un par de tijeras! Eras tan prepotente ¡Y solo tenías seis años! Todavía eres un presumido, y aunque tu forma de ser me saca tanto de quicio, siempre agradezco tu ayuda Sasuke.

El pelinegro se sintió incomodo por la declaración. Él no era un buen samaritano ¿Enserio ayudaba tanto al Uzumaki? Meditó un poco buscando entre sus recuerdos y para ser sincero era cierto, era la única persona, fuera de su familia cercana, que ayudaba.

Frunció el ceño, ignoró al rubio y se largó del lugar rápidamente; se encontraba incómodo por el descubrimiento. Seguro era lástima lo que poseía hacia Naruto, por eso mismo no dudaba en ayudarlo, no importaba si el otro chico nunca había buscado su ayuda, él la daba de igual forma. Además, Naruto no era la única persona por la que hacia ese tipo de acciones.

Entre los solitarios pasillos pudo ver a una chica cargando varios libros de tamaños y grosores diferentes. La conocía, era Hinata Hyuga, una de las encargadas de la biblioteca, mujer muy tímida, debía recalcar. Ella fijó su mirada en su persona, y como típicamente pasaba cada vez que notaba alguien, a la chica de cabello oscuro le entraron fuertes nervios. Hinata de por si era patosa, sumándole el pequeño temblor y al peso que cargaba, fue predecible su caída.

Los libros se esparcieron por el suelo. Un golpe en seco acompañado de un quejido agudo resonó por el pasillo. Sasuke siguió caminando, acercándose a la joven ubicada en el suelo que acariciaba su tobillo. Uno de los libros bloqueo su paso, levantó más la pierna y realizó una extensión más larga. Después de haberlo esquivado, solo continúo su camino.

Todo fue pacificó al ir a su hogar, las luces del cielo comenzaron a cambiar a tonos naranjas y rosáceos; El día anunciaba su fin. Por un momento, tanto silencio lograba perturbarlo.

—¡Sasuke! —gritó una voz conocida. Ni siquiera se volteó o detuvo su paso. El muchacho del grito lo alcanzo a la carrera, deteniéndose justo a su lado derecho y jadeando mientras igualaba la velocidad del pelinegro—. Perdón por la demora, Hinata estaba tirada en uno de los pasillos, parece que se dobló el tobillo; le ayude a recoger sus cosas y tuve que cargarla hasta la enfermería, después llamé a su primo Neji para ver si podía pasarla a buscar ¿Lo recuerdas? Es mayor que nosotros por un año, fue mi sempai en el club de futbol, algo odioso al principio. El punto es que me comentó que no me preocupara, que en cinco minutos buscaba a Hinata. Él es demasiado sobre protector con ella, no parece un típico aprecio de primos…

—¿En verdad crees que me interesa? —Interrumpió— Si tan preocupado estas por la Hyuga, te hubieras quedado.

—¡No seas así! Tampoco tarde mucho, solo salí cinco minutos más tarde de lo normal. Me hubieras esperado. —Replicó Naruto con su natural puchero.

—Sabes que no esperó a nadie.

El rubio solo suspiró acostumbrado a esa actitud. Ambos estudiantes fueron a sus hogares, entre conversaciones por parte del Uzumaki y silencios entregados por el Uchiha.

Al final era una tarde normal.

El primer sitio al que llegaron fue a la vivienda de Sasuke, tres casas más adelante se ubicaba la de su compañero. El muchacho de pálida piel sacó su juego de llaves y abrió la puerta ante la mirada azulina.

—Hasta mañana —se despidió. Sasuke solo dio un pequeño gesto pero, antes de cerrar, Naruto habló nuevamente—. ¿Te lesionaste hoy? ¡No me mires así! Cuando corrí para llegar al lado tuyo me di cuenta que caminabas más lento de lo normal. Siempre das pasos largos, esta vez eran como cortos.

El presidente del consejo solo arrugó el rostro y terminó de poner la tabla de madera entre ellos.

Notas finales:

Y la pausa de este fanfic llegó a su fin. Nuevamente regresó a terminarlo a casi un año de publicarlo. Si, si, que pena, pero esta corta de ideas; ahora no es que tenga claro todo el desarrolló, pero digamos que esta un 75% listo en mi cabeza. Así que díganme ¿Que tal este segundo capitulo?

Lo otro, ¿Sabían que hoy, 10 de Julio, es el día del NaruSasu? No confundan, día del NARUSASU, no SASUNARU. Sorprendentemente es distinto, no entendía por cual razón, pero después me explicaron. Juntan el día de cumpleaños del primer nombre y el mes del segundo. Así que NaruSasu es el 10/07 (10 de Octubre y 23 de Julio) y SasuNaru es el 23/10 (23 Julio y 10 de Octubre). Por eso decidí publicar este capitulo hoy.

Pido disculpa ante cualquier error ortográfico o de redacción que este presente.

Espero que esta corta historia los haya complacido por completo. Y el punto final antes de retirarme, los invito nuevamente a pasar y leer mi perfil de Fanfiction, en el cual encontraran mis distintas redes sociales. Eso me ayudaría mucho.


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