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Llueve por girlutena

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Notas del capitulo:

capitulo 21...

esta vez no tardé demasiado o si??

No entendía como había podido pasar tanto tiempo lejos de su pequeña familia, pero nada de eso le importaba ahora; veía como los hermosos colores del cielo empezaban a cambiar entre un rojo anaranjado, junto con un azul violáceo.


Lentamente fue formando una pequeña sonrisa en su rostro, mientras que el viento otoñal soplaba con suavidad sobre su cuerpo, soltó un ligero y abatido suspiro al recordar lo que había hecho sufrir al menor, pero más le había costado perdonarse él mismo, y poder mostrar nuevamente su rostro ante el moreno.


Sonrió complacido cuando sus ojos azules cayeron sobre los de su pequeño niño, un bebé que entendía todo, y que también le había costado volver a ganarse su confianza, besó con cariño sus azabaches cabellos y se dio el lujo de aspirar su aroma a bebé, un aroma que el doncel había ganado al estar mucho tiempo con el varoncito.


El pequeño Menma empezó a removerse inquieto, mientras soltaba leves gemidos, los ojos azules de Naruto observaron cómo los grandes y brillantes ojos de Menma le miraban con su ceño fruncido y su manita abriéndose y cerrándose, haciéndole entender que deseaba que lo pusieran sobre el suelo.

-¿Quieres ir a ver a tu papi? –El pequeño Menma no dijo nada solo soltó un emocionado gruñido cuando sus pequeños piececitos tocaron el suelo y con su padre siendo de guía, camino emocionado por las calles llenas de hojas secas.

Sus ojos observaron como el pequeño niño daba cortos y tambaleantes pacitos; mientras lo seguía de cerca no podía evitar sentirse triste y decepcionado, cada día su hijo empezaba a hacerse más y más independiente.

Vio como Menma se detenía en un jardín y sonrió al ver como su pequeño cuerpecito se removía entre las hojas secas; caminó con un poco más de prisa para tomarlo en brazos y evitar que llevara una de esas hojas secas hacia su boquita; lo alzó en brazos y empezó a llenar de besos y barriguita, Menma aún dependía de él, de su to-chan y de él.

-Ven, vamos a ver a tu papi. –El pequeño varoncito alzó emocionado sus bracitos al oír el nombre con el que él nombraba al doncel. Recargó su cabecita sobre el hombro de su padre y soltó un agradable suspiro al sentir las suaves caricias sobre su espaldita.

Naruto recordaba como hace un tiempo, cuando caminaban juntos paseando a su hijo, el doncel se veía pensativo y triste, él no pudo evitar preguntarle, sintiéndose preocupado al verlo de ese modo; pero sonrió feliz cuando el menor le comentó que Sasori le había pedido que enseñara a un grupo pequeño de niños; eran ocho niños de cinco y ocho años, pero el horario le preocupaba, era en la tarde a partir de las cuatro hasta las seis, hora en la que paseaba con el pequeño Menma.

-Yo puedo ocuparme de él. –Le había dicho, y no pudo evitar sonreírle al ver como las hermosas gemas del doncel le miraban entre sorprendido y emocionado. –Estaré con él, hasta que sea hora de recogerte, y podemos salir a caminar.

Y así ya habían pasado tres semanas, y a él no le importaba dejar el trabajo y trasnocharse para terminarlo, lo único que él deseaba era pasar más tiempo con su familia.

-¡Papi! ¡Papi! –El pequeño Menma alzó sus bracitos al ver como su papi doncel le sonreía a lo lejos, Naruto se quedó embobado al ver la hermosa sonrisa que el doncel les estaba dedicando.

El doncel se encontraba despidiendo al último niño, sonriéndole a la madre al ver que el pequeño niño no quería separarse del doncel, llamándole Sasu-sensei. La madre del niño le dedicó una apenada sonrisa, mientras intentaba separar al menor del moreno.

Sonrió al ver como el doncel acariciaba la pequeña cabecita del menor, mientras él colocaba a un emocionado Menma sobre el suelo, sintió como su corazón latía emocionado al ver como su hijo intentaba llegar al doncel, y no caer en el intento.

Sasuke se colocó en cuclillas y cruzó sus brazos alrededor del cuerpo del menor, Naruto sonrió al ver como el varoncito intentaba cruzar sus cuatro extremidades alrededor del doncel.

-¡Menma extrañó a papi!

-¡Mi bebé! –Menma rio divertido al sentir los besos de su papi sobre su infantil rostro.

-Su hijo es muy hermoso sensei. –La frase de la mujer le hizo voltear su rostro y sonreírle agradecido, sin ver como Menma miraba con su ceño fruncido al otro niño. –Su esposo ya vino a recogerlo.

-¡Nos vemos mañana, sensei!

Naruto se había acercado silenciosamente, había escuchado como la mujer le decía que era esposo del moreno, y algo en su interior se sentía feliz al ver como un leve rubor se asomaba por aquellas níveas mejillas.

-Hola. –Sasuke le sonrió suavemente, intentando no ponerse nervioso al tener al varón muy cerca de él. -¿Cómo estás?

-Bien, yo... Muchas gracias por traer a Menma. –El pequeño varoncito observó aquella escena con sus ojos críticos, y frunció su ceño al sentir como su papi se sentía nervioso.

-¿Puedo invitarte a cenar?

-Me gustaría, pero aún tengo que arreglar unos papeles para mañana.

-¡Oh! No te preocupes, Menma y yo te esperamos. –El pequeño Menma soltó un gruñido al sentir como los brazos de su padre lo separaban de su papi, gruñó por la bajo, intentando soltar algunas lagrimitas para que su papi se quedara.

-Ve, termina pronto, y no te preocupes. –Sasuke sonrió suavemente y acarició los cabellos azabaches del menor, intentando tranquilizarlo.

Después de ver como el doncel volvía al interior del edificio, Naruto caminó hasta un pequeño parque, donde se sentó en el jardín, dejando que el morenito le llenara el cuerpo con las hojas secas.
Cuando Sasuke terminó su hora de trabajo, las nubes grisáceas ya habían empezado a cubrir el cielo, cerró unos segundos sus ojos al sentir como el aire frio golpeaba su rostro con fuerza, sonrió suavemente, mientras arreglaba su bufanda y caminó tranquilo hasta el parque, donde ya antes el varón le había esperado.

Su corazón saltó con fuerza al ver el pequeño cuerpo de Menma sobre el del rubio, intentando aplastarlo y llenarlo de cosquillas, Naruto intentaba alzar sus brazos, impidiendo aquel ataque; Menma colocó sus piececitos sobre el estómago del varón, y Naruto colocó levemente sus manos detrás de la pequeña espalda, pero Menma tan solo se tumbó nuevamente sobre el mayor, riendo divertido al ver como su padre le hacía cosquillas.

Sasuke caminó nuevamente, no queriendo ser el culpable de terminar aquella escena, sonrió enternecido al ver como el menor alzaba sus bracitos y abrazaba a su rubio padre, estaba feliz de que el menor hubiera perdonado al mayor.

-¡Papi! –Naruto giró su rostro y sonrió al ver al doncel, sus mejillas suavemente sonrojadas lo hacían ver demasiado tierno.

-A nuestro hijo le gusta llenar a las personas con hojas secas. –Sasuke tomó delicadamente al menor, y esperó que el mayor terminara de quitarse todas las hojas secas. El doncel sonrió divertido al ver como el rubio intentaba limpiarse, mientras que Menma reía divertido.

Todo aquello le parecía mentira, ya había pasado un buen tiempo desde que su familia le había permitido salir a solas con el rubio, bueno con el pequeño Menma, pero a él aquello no le importaba, le hacía feliz estar los tres juntos, compartir más que cortas y escuetas frases.

Ahora sabía que al varón le gustaba el color naranja, que podía comportarse de una manera infantil y que muchas veces podía confiar en él, cuando tenía algún problema; Naruto le había empezado a demostrar que el anterior Naruto, el que él había conocido, en realidad no existía; no podía olvidar aquellos primeros momentos, pero intentaba crear nuevos recuerdos, con aquel Naruto y su pequeño Menma.

Se había dado cuenta que el pequeño Menma era demasiado celoso, no dejaba que ningún varón, excepto con los de su familia, se acercara demasiado a su papi, ni que lo acaparará más de un minuto. Muchas veces Naruto había estado luchando por su atención con el pequeño niño, pero al final Sasuke sabía repartir su tiempo y atención.

Sintió como los bracitos de Menma se aferraban más a su cuello e intentó no ponerse nervioso cuando la mano del mayor se apoyó contra su cintura, mordió ligeramente su labio inferior y siguió caminando, hacía el lado donde el mayor le guiaba.

Sasuke sonrió suavemente cuando el calor del pequeño café golpeó su rostro, aspiró el aroma del café y Menma rio divertido al ver como los colores cálidos del local empezaban a llamarle la atención.

Naruto sonrió suavemente al ver como Sasuke se sentía cómodo en aquel lugar, tan solo era un pequeño local que había visto cuando paseaba a Menma, mientras esperaba al moreno, y sintió un deseo de entrar, pero esperó al menor.

En aquel lugar había sido su primera cita, y desde ese momento el pequeño local se había convertido en su lugar favorito de pasar el tiempo.

El rubio frunció su ceño al ver como los brunos ojos del menor se perdían en el líquido amargo, no deseaba agobiarlo, pero desde unos días le había visto nervioso y algo pensativo, giró su mirada y sonrió al ver como su hijo jugaba con la frutilla de su plato.

-¿Deseas decirme algo? –Sasuke espabiló al escuchar la suave voz del varón, alzó su bruna mirada y se sintió aliviado cuando pudo sentir en aquella mirada sumamente relajada.

-Es verdad... ¿Es verdad lo del video?

-¿Video? –Sasuke se removió algo incómodo. -¿Que video, Sasuke?

-En el video se ve que estas en una fiesta muy elegante y también está... ella. –Naruto había fruncido su ceño al imaginar cualquier escenario, acercó sus dedos para acariciar suavemente la palma de la mano del doncel y le dedicó una pequeña sonrisa.

-No pensé que alguien estuviese grabando.

-¡Pero tú... ¿Por qué?

-Sasuke. –Naruto atrapó con algo más de fuerza la mano del doncel. –Yo... tengo muchas cosas por las que disculparme; te lastimé y lastimé a nuestro hijo, dejé que otras personas también los dañara. –Sasuke solo deseaba que el rubio se detuviera, no deseaba escuchar algo que él ya sabía. –En todos estos meses en los que estuve alejados de ustedes, yo recordaba todos los días en los que pasábamos los tres juntos y me di cuenta que no podía dejar de pensar en ti.

-¿Por qué? ¿Por qué me dices todo esto ahora?

-Yo intentaba perdonarme, no me sentía digno de permanecer a tu lado, temía volverte a dañar, deseaba que me conocieras, deseaba conocerte más, hasta que me di cuenta que era feliz tan solo con ver tu sonrisa, y saber que si no volvía a tu lado, siquiera podría ser tu amigo.

-Tú... tú nunca podrás ser mi amigo. –Sasuke agachó su mirada, sintiendo como los dedos del varón se detenían sobre su piel, sentía como su corazón empezaba a latir con más fuerza, mordió suavemente su labio inferior al sentir como los dedos del rubio empezaban a separarse de su piel. –Porqué yo... ¡Oh por Kami-sama!

Menma soltó su tenedor al escuchar como su papi empezaba a sollozar, gimió bajito y empezó a removerse en la sillita para bebé, Naruto acarició los cabellos del menor y se acercó al doncel, para estrecharlo con fuerza entre sus brazos.

-Yo... aún te amo. –Sasuke lloraba entre el pecho del varón, golpeó aquel fuerte pecho, sintiéndose pequeño y frágil, como odiaba sentirse de esa manera.

-Sasuke. –Naruto se alejó un poco del doncel y le limpió suavemente las lágrimas. –Confía en mí, esta vez haré las cosas como se deben.

-No... No entiendo. –El moreno escondió y limpió sus lágrimas en el pecho del rubio, sintiendo las suaves caricias sobre sus cabellos.

-Deseo hacer una vida junto a ti y a Menma. Pero yo…

-No deseas... ¿No deseas que volvamos a casa?

-¡Claro que sí! Es solo que... –Sasuke frunció ligeramente su ceño, sintiendo como el varón acariciaba tiernamente su sonrojada mejilla. –Yo deseo que seamos los dos quienes decoremos esta nueva casa. Deseo que empecemos de nuevo, solo nosotros.

-¡Papi! –Naruto cargó al menor y lo sentó sobre las piernas del doncel, sonriendo suavemente al ver como el varoncito intentaba hacer reír al doncel.

-Yo… quisiera también, empezar de nuevo. –Naruto no pudo hacer nada más que sonreír emocionado, abrazó con mucho más fuerza el cuerpo del moreno, y empezó a besar aquellos azabaches cabellos.

Cuando se dieron cuenta la noche había cubierto todas las calles, Sasuke se sentía más que feliz, se sentía emocionado, mientras que Naruto no podía evitar sentirse extasiado, caminaban lentamente por las frías y casi desoladas calles, tomados de la mano, rodeados de un agradable silencio.

-Entonces, los busco mañana. –Sasuke asintió suavemente, no podía evitar sentirse un poco triste al saber que ya habían llegado a su casa, intentó no ponerse nervioso cuando vio como el rubio empezaba a acercarse, cerró sus ojos, deseando internamente que le diera un beso, pero no pudo evitar sentirse triste cuando sintió el beso sobre su frente. –Descansa.

Naruto removió los cabellos de Menma y empezó a alejarse de ellos. Cuando ya no podía ver más de él, el doncel ingresó a la casa, pero se sintió completamente nervioso al ver como su familia le miraba.

-Ho... hola. –Fugaku tan solo frunció su ceño y se acercó con pasos lentos hasta el doncel y tomó en sus brazos al pequeño Menma, observando como aquel brillo en sus hermosas cuencas había vuelto aparecer.

-¿Cómo estás, Sasu?

-Bien, bien. –Sasuke le sonrió a Shisui y caminó hasta el doncel. –Solo quiero darme un baño y dormir un poco.

-¡Baño! –Fugaku besó los cabellos del pequeño y sonrió suavemente al verlo tan feliz. Fugaku se aceró hasta su hijo para dejar que le menor se abrazara al doncel.

-Yo creo que más que un baño, a Menma le gusta bañarse con Sasuke. –Obito le golpeó el pecho, pero Itachi tan solo pasó sus brazos alrededor del abultado vientre de su esposo.

Sasuke escondió su cuerpo bajo el agua tibia, observando feliz como el pequeño varoncito agitaba sus manitos, salpicando las burbujas.
Cerró sus ojos recordando las suaves caricias que el rubio le dedicaba, sonrió despacio al imaginar cómo sería pasar una vida entera a lado de aquel hombre, crear una familia. Sintió como su corazón se agitaba emocionado, estaba feliz por volver a estar con él, por darle una segunda oportunidad.

-¿Papi? –Sasuke abrió sus ojos al sentir más pequeñas y mojadas manos de su hijo sobre sus mejillas. -¿Papá?

-¿También quieres estar más tiempo con tu padre? –El pequeño bebé afirmó con su cabecita, casi entendiendo lo que su papi le decía, apoyó su cabecita sobre el pecho de su papi y sonrió feliz al escuchar el suave golpeteo de ese corazón, un golpeteo que le hacía sentirse calmado.

Notas finales:

Lamento si tardo demasiado en actualizar, pero... alguna vez han sentido que les dejan tantos trabajos en la computadora y cuando al fin tienen un tiempo libre... ya no desean tener nada con la computadora..?? o soy solo yo??

bueno T_T 

les gustó????!!!!! que tal!!!! sasuke se enteró de lo que pasó con hinata!! *-*!!!!

que actitud tomará Fugaku?? obvio ningún padre dejara que su hijo vuelva a sufrir.

bueno...dejen sus comentarios *-*

Besos!!!!


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