Ryoma se sentía extraño…no; no era cansancio ni enfermedad como le habían preguntado sus amigos y fans….No, en definitiva era algo más.
Por primera vez…ni el tenis podía llenarle en se momento; sentía algo en su pecho, como si algo estuviese vacío y le doliera. Golpeaba la pelota y esta salía y daba contra el suelo del otro lado y aún así nada estaba bien.
-¿por qué?... ¿por qué me siento así?-se preguntó a si mismo con voz queda. Sin embargo el sentía que alguien estaba conectado a todo esto que sentía y cuando lo pensaba ese rostro aparecía entre sus pensamientos, esa sonrisa, esa persona que le causaba este vacío doloroso…..Momoshiro.
Cansado y con tiempo de sobra aún se fue hasta la terraza. Alejo su raqueta lo más lejos posible, porque hasta el tenis le recordaba a él, porque….¿acaso la primera vez que se hablaron no fue por el tenis?
Se acostó sobre el suelo y cubrió su rostro con su brazo mientras sentía los rayos solares caer sobre su rostro.
-Momo…shiro-susurró suavemente entre sus labios, de repente la puerta se abrió.
-con que aquí estabas-esa voz. Se levantó y vio a Momo acercarse a él acompañado de comida entre sus brazos.
-toma-dijo el mayor sentándose a su lado y ofreciéndole de su comida el cual Ryoma aceptó. Ambos empezaron a comer sin habla, más sin embargo siempre había esa calidez entre ambos….como si ya existiera una comunicación desde el momento de sentirse cerca.
-has estado diferente-dijo Momo rompiendo el silencio y mirándolo-se que no eres de muchas palabras, pero….¿no crees que al menos podrías decírmelo a mi?-
-estoy bien-repuso Ryoma sabiendo que mentía y más porque…porque….-solo necesito aclarar unas cosas-y calló.
El cielo seguía azul y los dos observaron como las nubes pasaban.
Después de los entrenamientos del club Ryoma fue el primero en salir para cambiarse.
-Momo-llamó Inui-sabes que le sucede a Echizen-
-pero ha jugado como siempre lo hace-contestó el chico.
-no me refiero a eso, si no que su actitud esta diferente-los ojos de Momoshiro de nuevo se suavizaron, porque él antes que nadie ya sabía eso, pero por cuidar a quien más le importaba y respetando las decisiones del otro siguió actuando normal-por favor, habla con él-
Todos se habían marchado poco a poco entre risas y bromas, pero el único o mejor dicho; los únicos que quedaron fueron Momo y Ryoma.
Ambos estaban en la pista de tenis jugando cada uno por su lado mientras el rojo del ocaso seguía cubriéndolos.
-Inui-senpai do debería preocuparse tanto-dijo Ryoma ante lo que le contó Momo sobre la preocupación de los demás titulares.
Dicho eso se sumergió en más pensamientos y después de un día donde como dicen “fue diferente” solo pensó y pensó en él…en el chico que estaba a su lado, Momoshiro.
Al primero que conoció, con quien jugo dobles por primera vez y que a pesar de las peleas se sintió lleno y feliz, quien lo ayudo a buscar a Kurapin y cubrió de su falta al club….con quien ha jugado tantas veces y jamás se cansaría.
De verdad que Momo se había convertido en alguien muy importante para él, demasiado y lo sabía. Alguien en quien creía y depositaba todo de sí. Una amistad que creció y se fortaleció hasta llegar a un punto donde Momo dejo de ser solo su pareja en dobles, dejo de ser su amigo, dejo de ser otro titular más….él se convirtió en algo más…
-yo también me preocupo-interrumpió Momo dejando de jugar y mirándolo con una mirada nueva-por ti…Ryoma-
-Momo-¿Qué era Momo para él? ¿Qué le causaba este vacío?
El mayor continuo-confío en ti y se que esto no te detendrá, pero el verte como si algo te doliera-Ryoma abrió los ojos con sorpresa y sintiendo ese dolor en el pecho minimizarse y llenarse-como si alguien estuviera en tu mente…yo me preocupo-
Un pequeño silencio se instalo entre ambos.
-porque yo…-tiró la raqueta al suelo y sonrió como nunca antes-porque Ryoma…tu eres alguien muy importante para mí-
El menor se sonrojo y sintió como si en ese preciso instante algo se hubiera roto, como si una puerta atascada por fin se abriera frente a si a plenitud-Momo…-el también tiro su raqueta y lo miro a los ojos fijamente entre esa distancia que tal vez no se daba cuenta estaba acortando con sus pisadas hasta quedar frente a él.
Momo entendió esa mirada ardiente por una respuesta y su puerta le dejo ver que Ryoma era algo tan preciado que el pensar alguien estaba en aquella mente le molestaba-Ryoma-le llamó. Estiró sus brazos hasta los hombros de Ryoma con suavidad y lo atrajo hasta su pecho.
Por fin la respuesta estaba ahí entre esos brazos que le transmitieron un calor impresionante y una alegría dulce; Momoshiro. El estaba enamorado de Momoshiro y por eso ese vacío de confusión y ansias.
El también movió sus brazos para abrazarlo por la espalda y sentirlo cerca. Las manos de ambos comenzaron a deslizarse por encima de la ropa y sus rostros se encontraron entre le contacto de dos pieles.
-Ryoma-
-Momoshiro-
Bajo ahora tenues luces lilas y doradas sus labios se acariciaron creando reacciones nuevas y creando así un beso tan ansiado y único. Más cerca, más cerca el uno del otro hasta que nada más existiese.
-te amo-las palabras que ya sabían, pero hasta ese hermoso momento salían.
Más que hace unos momentos; eran más que eso. De nuevo buscaron el calor del otro cuerpo y dejando ya a la noche caer con ternura.
Al día siguiente varios sentían a esos dos muy diferentes, pero al mismo tiempo iguales, como si algo les uniese más que antes…¿qué sería?
La campana del descanso tocó y unas pisadas apresuradas llegaron frente a un salón donde su dueño llamó a alguien con energías y alegría.
-¡Ryoma, almorzamos!-el chic nombrado giró hasta Momo con una sonrisa que nadie más tendría.
-sí…Momo-senpai-contestó saliendo hasta su lado.
FIN