-Qué hiciste ¿¡Qué!? –Preguntó histérica a su amiga y representada –Yul te pudiste haber metido en un gran problema
-Pero no fue así –Contestó simple –Además, ¿Qué querías que hiciera, que dejara a ésa golpear a Jessica?
-No pero… ¡Ah! –Se quejó –Tú me dijiste que te olvidarías de esa chica, que te alejarías por completo de ella, y mira nada más lo que pasó, no lo hiciste y además te acostaste con ella –Hyo ya estaba enterada de todo…sí, de todo
-No pude, créeme, traté de alejarme pero no pude –La morena tenía una expresión de tristeza –Sin embargo…ya no tienes que preocuparte, ya te dije que ella no quiere verme más, me pidió que me alejara y eso aré
-Lo siento Yul –La abrazó –Pero es lo mejor…digo…es claro que ella no piensa dejar a su novia y tú…tú te mereces a una chica que sea completamente libre y valore la gran persona que eres
-Gracias Hyo, gracias por estar siempre ahí, cuando más te necesito –Fue lo único que pudo decir
-No tienes que agradecer nada, para eso estamos las amigas, ¿No? Vamos, cambia esa cara, mira que te tengo muy buenas noticias –Dijo sonriente –Tú libro ha sido muy bien recibido, yo diría más que bien, además le hablé a algunos editores sobre el nuevo libro que estas escribiendo y…
-¿Y qué? –Pidió emocionada
-Y también quieren lanzarlo aquí
-¡Wow! ¿De verdad? –No lo podía creer
-¡Claro! –La rubia se hallaba igual de feliz
-Pero…ese libro apenas está a la mitad…Hyo, no debiste –Hizo un lindo puchero
-Bueno, pero lo hice, sabes cuantos escritores quisieran tener esos jugosos contratos que tú tienes…así que apúrate a terminarlo, ¿Sí? –Pidió como una niña pequeña
-Claro, como tú no eres la que escribe, la de la mente ingeniosa –Habló con aires de grandeza, bromeando con Hyo
-Sí, sí, como digas –Soltó una risita al ver las expresiones de su ya no tan triste amiga
Siguieron charlando, bromeando y platicando un poco más sobre los nuevos proyectos con el nuevo libro, Yuri como siempre invitó a la rubia a comer, claro, con toda la intención de que ésta fuese quien cocinara, la verdad es que ella no era nada buena en la cocina.
-Y… ¿Cómo va tu relación con la misteriosa Sooyoung? –Preguntó alzando las cejas y con cierto toque de picardía
-¡Ja! No es ninguna misteriosa
-Entonces explícame, ¿Por qué siempre que la voy a conocer sucede algo que lo impide?
La pelinegra tenía razón, en los últimos días su amiga había hecho varias citas con la azabache con la intención de presentarle a Yuri, pero por “x” o “y” razón siempre se cancelaban dichas citas, casi siempre debido al trabajo de Soo.
-Eso es porque Sooyoung trabaja mucho, pero ya verás, la conocerás más pronto de lo que crees –La rubia empezaba a cocinar –Ahora dime… ¿Ya le contaste a Tae lo que pasó con esa chica?
-No, aún no, no la he visto desde aquel día en el hospital…y la verdad es que no sé si deba agobiarla con mis problemas, si te soy sincera; presiento que ella tampoco está muy bien que digamos
-¿Por qué dices eso? –Preguntó curiosa – ¿Tiene problemas con su novia?
-No lo sé, tal vez son ideas mías, pero ahora que lo mencionas…sí, la he visto comportarse algo diferente con Tiffany –Yuri realmente se estaba preocupando por su amiga
-Como sea, estoy segura que Tae sabrá solucionar cualquier problema que se le presente
-Sí, tienes razón –Trato de borrar todo mal pensamiento que se le pasara por la cabeza –Pero mejor dime, ¿Cuándo iras a verla? Ella tiene muchas ganas de verte
-Y yo también, pero se me ha hecho imposible con tano trabajo –Trató de excusarse
-¡Claro! Ahora resulta que por mi culpa te matas trabajando, ¿No? –Habló sarcástica –No mientas y mejor acepta que no has ido a verla por pasar tiempo con “la misteriosa” –Rió burlona
-Vale, vale…tal vez tengas razón, pero te prometo que muy pronto iré a visitarla, ¿Ok? –Dijo resignada
-Ok
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-Tiffany…mira, yo…en el pasado…tuve algo con Minha y…no, no…sí lo dices de ese modo, Tiff ni siquiera te va a dejar terminar y se irá –La rubia caminaba de un lado a otro en su oficina –Vamos Tayeon, piensa, piensa… ¡Ya sé!...Tiffany, Minha me acosa… ¡NO! No es como si yo fuera Miss Universo, bueno, me defiendo pero… ¡Vamos, concéntrate Kim! –Se reprochaba – ¡Diablos! ¿Por qué no se lo conté antes? Ahora pensará que si no lo hice antes fue porque realmente sigue pasando algo con Minha –Ésta vez pensaba en voz alta –Ni modo Kim Taeyeon, se lo TIENES que decir –Trataba de darse ánimos
-¿Qué le tienes que decir a quién? –Interrumpió Wooyoung
-Nada…yo…nada, sólo olvídalo –Prefirió no hablar –Mejor dime, ¿Qué necesitas?
-¡Ah, eso!... bueno, ya sabes que tu amiga me fascina ¿No?
-Sí, ¿Y?
-Vale…tal vez te niegues a lo que te voy a pedir pero… ¿Podrías darme la dirección de su casa? –Suplicó poniendo ojos de venado a medio morir
-Woo, yo no creo que…
-Oh ¡Vamos Tae! –Interrumpió –Es sólo un pequeño favor, tal vez si voy a donde vive y le pido una cita, acepte –Trataba de convencerla –Estaba tratando la última vez que vino al hospital, pero en eso llegó TU novia –Soltó fastidiado
-¡Oye! No uses ese tono para referirte a Tiffany –Reprochó la rubia
-Si ella lo usa conmigo, ¿Por qué yo no?
-Quieres que te recuerde, ¿Por qué se comporta así contigo?
Flash back ON
-Amor, ya llegué –Decía alegre una, en ese entonces pelinegra que entraba al departamento de su novio –Woo, ¿Dónde estás? –La chica recorría le casa en busca del pelinegro, pronto llegó a la recamara –Amor te traje el des… –Tiffany cubrió su boca con la mano, lo que vio en ese momento le partió el corazón en dos…de nuevo
El pelinegro se encontraba completamente desnudo, recostado boca abajo en la cama, a lado de una mujer igualmente desnuda, tapada con las blancas sabanas de la cintura para abajo, ambos dormían plácidamente, la pelinegra seguía viendo horrorizada aquella escena, las lágrimas emanaban de sus ojos, poco a poco empezó a reaccionar y a apretar fuertemente sus manos, rápido corrió a la cocina y llenó un recipiente con hielos y agua, regresó a la recamara y lo vació por completo encima del pelinegro, haciéndolo despertar y saltar de aquella cama al igual que a la joven que se encontraba a su lado.
-Pero qué demon… –El tipo se giró y vio a Tiffany –Fanny…yo…yo…
-¡Cállate! No quiero oír más tus excusas absurdas –Habló con rabia, dirigiéndose a la salida
-Fanny, espera –Corrió tras de ella –Amor, yo te puedo explicar –La tomó del brazo –Yo…yo…dame otra oportunidad, por favor –Se arrodilló
-Ya no necesito más tus explicaciones –Se zafó de su agarre –Y no pienso darte una oportunidad más, estoy harta… ¡HARTA! –Gritó, saliendo del lugar por completo
La chica condujo alrededor de media hora, de sus ojos seguían saliendo lágrimas, se sentía triste, enojada y tonta al haber vuelto a creer en ese patán, era la tercera vez que la engañaba, y de nada había servido el volver a creer en sus mentiras y darle otra oportunidad. Pronto llegó a su destino, bajó corriendo de su auto, al llegar al lugar que quería, tocó la puerta incesante, cuando abrieron se topó con aquellos ojos color avellana que siempre lograban tranquilizarla y hacerla sentir bien.
-Tae, Tae –Se abrazó fuertemente de la en ese entonces castaña, que veía cómo su amiga lloraba desconsolada
-Tiff, ¿Qué pasa? –Por fin reaccionó y abrazó a la pelinegra
-Woo…Wooyoung –Apenas y logró decir aquel nombre
Flash back OFF.
-¡Oh, vamos Taeyeon! Eso pasó hace ya cuatro años –Dijo simple
-Ves, por ese tipo de actitudes es que no quiero darte ni la dirección, ni teléfono, ni nada de Yuri
-Oye, no es culpa mía que las mujeres se me ofrezcan, soy hombre, no me puedo resistir –Sonrió sínicamente –Por favor Tae, tú eres de las personas que piensan que cada quien debe decidir lo que hace con su vida, ¿No? Por ejemplo: siempre has dicho que tu amiga, emm…Jessica, debe decidir por sí sola si deja a su novia o no –Empezó a explicar
-Sí, ¿Y? –No entendía a dónde quería llegar
-Que con Yuri es igual, ¿No crees que es ella quien debe decidir si sale conmigo o no?... ¿O qué? Con ella es diferente porque la aprecias más que a Jessica
-No es eso, yo quiero exactamente igual a Yuri y a Jess, pero…
-Pero ¿Qué? –Insistió
-Vale, tú ganas –Escribió la dirección de su amiga en un papel –Pero pobre de ti si te atreves a jugar con ella, ¿Entendido? Si antes me detuve, fue porque Tiffany me lo pidió, ella no quería que nuestra amistad se acabara por ese tipo de asuntos, pero si Yul me dice algo, así sea lo más mínimo…te juro que te mato –Volvió a advertir al pelinegro
-Sí, sí, como digas –Dijo tomando el papel y saliendo del lugar sin darle mucha importancia a las amenazas de la rubia
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Jessica se debatía entre el ir a ver a Yuri o no, la verdad es que reconocía haberse portado como una idiota aquel día en el hospital, quería pedirle disculpas a la joven, además se había quedado mucho más tranquila cuando Taeyeon le dijo que no se preocupara, que Yoona no tomaría represalias contra Yuri, que ella ya había hablado con la castaña oscura y lograron llegar a un acuerdo, aunque claro, Jess no sabía a qué tipo de acuerdo pudieron haber llegado su amiga y su novia para que está no quisiera “regresarle la mano” a la pelinegra, pero fuese cual fuese el trato, ella ya estaba mucho más tranquila al saber que Yuri estaría bien…aun así, ¿Cómo iba a pedirle disculpas? ¿Cómo iba a darle la cara después de las palabras tan hirientes que utilizó para alejarla de ella? No podía simplemente llegar y pedir disculpas, tendría que pensar muy bien qué hacer para pedir perdón.
-¡Ya sé! –Pensó en voz alta, chasqueando los dedos
Entró a la cocina y estuvo poco más de dos horas cocinando, y aunque la cocina quedó hecha un desastre y ella con harina por toda la cara, todo eso valió la pena cuando terminó aquel manjar que era nada más y nada menos que un delicioso pastel de chocolate, sabía que le fascinaría a la morena, o eso esperaba. Pronto limpió su rostro, se quitó mandil y demás, dirigiéndose al apartamento de a lado con obsequio en mano, cuando estaba a punto de llamar a la puerta, ésta se abrió dejando ver a Yuri abrazando a una linda rubia.
-Nos vemos Hyo –Decía la morena despidiéndose de su amiga, al separarse de ella notó a la chica frente a su puerta y sólo pudo pronunciar su nombre –Jessica…
-Oh –Cuando la rubia escuchó el nombre de la susodicha, rápidamente entendió –Bueno Yul…creo que la señorita tiene algo que decirte, bye –Dio un fugaz beso en la mejilla de su amiga –Con permiso –Miró a Jess y salió lo más rápido que pudo del departamento
-Jess…Jessica, te… ¿Te puedo ayudar en algo? –Tartamudeaba
-Yo, sólo venía a…pedirte una disculpa por lo mal que me porte contigo la última vez que nos vimos –La castaña bajó la cabeza, no era capaz de verla a los ojos y por una extraña razón tenía unas ganas inmensas de llorar al haber visto a la pelinegra con aquella rubia de ese modo –Yo…yo no sabía cómo decírtelo…pero ya está y…bueno, también en forma de disculpa te…te preparé éste pastel –Extendió sus manos ofreciendo aquel postre
-Gracias Jessica, pero no debiste –Tomó el pastel, algo confundida por la actitud de la chica
Pues hace apenas unas semanas la castaña le dijo que no la quería cerca de ella nunca más, y ahora se aparecía frente a su puerta pidiendo disculpas, como decía el abuelo paterno de Yul: nadie, absolutamente nadie entiende a las mujeres…y eso que ella era una.
-Bueno…yo, yo sólo venía a eso…no te quitó más tu tiempo, adiós –Y sin dejar reaccionar a la morena, se fue
Cuando entró a su casa, se dejó caer, resbalando poco a poco por la puerta, dejando salir las lágrimas que había retenido dese que vio a Yul con esa rubia, pero ¿Por qué? ¿Por qué le dolía tanto? Ella amaba a Yoona, la amaba, entonces… ¿Por qué el recordar el “te amo” de Yuri, la lastimaba tanto? ¿Sería que ella también estaba sintiendo algo por la pelinegra? ¡Rayos! ¿A quién que ría engañar? Claro que sentía algo por ella, sino aquel día no se hubiera dejado llevar por los besos y caricias que le proporcionaba ésta. La castaña seguía tan sumida en sus pensamientos que no notó que alguien llamaba a la puerta, fue hasta que los golpes se volvieron más fuertes que ella se levantó de inmediato y limpió sus lágrimas, respiró profundo tratando de controlarse y por fin abrió.
-Jess, ¿Estás bien? –Yul se veía realmente preocupada, y al no tener respuesta de la castaña, continuó – ¿Por qué no respondías? Pensé que te había pasado algo…
La chica vio a los ojos a la pelinegra y no pudo más, se arrojó a sus brazos volviendo a romper en llanto, escondía su rostro en el cuello de Yuri y repetía una y otra vez…
-No me dejes…no te vuelvas a alejar de mí nunca
Esas palabras hicieron un vuelco en el corazón de la morena, no podía creer lo que acababa de escuchar salir de los labios de la castaña.
-Jamás…si tú me lo pides, jamás me alejaré de ti –La abrazó aún más fuerte
-¡Aléjate ahora mismo de mi mujer, Kwon! –Se oyó una voz detrás de ellas
Yuri soltó a Jessica muy a su pesar, se giró quedando de frente a aquella castaña oscura que la fulminaba con la mirada.
-Yoona… –Su novia trató de hablar
-No digas nada Sica…y entra a la casa