-Seohyun – La castaña la llamó antes de que tomara el ascensor
-Hola Yoona –Apenas y habló, tenía unas enormes ojeras, era obvio que en los últimos días había dormido muy poco
Ya había pasado casi una semana desde el accidente de Yuri, y la verdad no había mucha mejora, seguía sin despertar y algunas heridas no sanaban tan rápido como otras.
-¿Vas al hospital? –Preguntó notando el deprimente estado dela joven
-Sí –Susurró bajando del ascensor
-Ven, yo te llevo –La tomó del brazo, llevándola hasta su auto
-No Yoona, no quisiera causarte molestias, tú tienes que ir a trabajar y…
-No es ninguna molestia, sube –Abrió la puerta a la azabache y ésta subió
-¿Y tu madre ya está mejor?
-Sí, antes de salir llamé al señor Hwang y me dijo que ya ha dormido más que otros días, y que está mucho más tranquila
-Ya veo, ¿Y cómo sigue Yuri? –Preguntó… ¿Sincera?
-Igual, inconsciente. Tae y los demás doctores buscan algún motivo, pero nada, siguen haciendo más estudios
-Qué lástima, espero que hoy les den mejores noticias… “¡Ja! Eres una sínica, apenas el día de su accidente dijiste que si por ti fuera, se muriera”…Cállate –Susurró lo último
-¿Qué?
-No, nada –Sonrió nerviosa –Podrías llevarle esto a Sica –Tomó una pequeña maleta del asiento de atrás, sin quitar la vista del frente
-Claro…pero ¿Acaso Jessica no ha regresado a dormir ninguno de estos días?
-No, todo éste tiempo ha decidido quedarse allá –Apretó un poco el volante
Al verla a Yoona, Seohyun sintió algo de pena, ella sabía de la relación entre su hermana y Jess, así que no sólo ellas engañaban a la castaña, sino también ella misma al no decirle la verdad, pero ¿Cómo Jessica podía engañar a una chica como Yoona? Tan atenta, amable, cariñosa y…guapa.
-“¡Por Dios Seohyun! ¿Qué estás pensando?” –Se reprochó
-Bien, llegamos –La castaña la sacó de su trance
-Oh…sí, gracias Yoong, y no te preocupes yo le doy esto a Jessica –Señaló la maleta, sonrió a la chica y le dio un fugaz beso en la mejilla – ¡Ciao!
-Ciao –Alcanzo a decir – “¿Yoong? Es la segunda vez que me llama así”
La castaña trató de no darle más importancia y se marchó. Seohyun entró al hospital preguntando por su hermana, recibiendo la noticia de que ya la habían trasladado al área de recuperación y se encontraba en la habitación 206, sin embargo seguía inconsciente. Al entrar se encontró con Hyoyeon que dormía en un pequeño sillón en una esquina de aquel cuarto. (Ella al igual que Jess, no se había separado de la pelinegra en ningún momento, sólo iba a tomar una ducha, a descansar un poco y después volvía) La castaña se encontraba al lado de la cama de Yuri.
-Toma –Entregó la pequeña maleta a Jessica…con algo de brusquedad cabe mencionar
-¿Qué es? –Preguntó cansada
-No sé, me imagino que es algo de ropa, te lo mando Yoona –Contestó con la misma brusquedad. Miró a su hermana – ¿Cómo está?
-Mejor, Tae mando a que la cambiaran de área muy temprano –Jessica notó el extraño cambió en la azabache, pero supuso que sería por el estado de Yuri
-Ya… ¿Y por qué has decidido quedarte todos los días? –Preguntó mirando a los ojos a la castaña
-¿Por qué?...Seo, tú sabes muy bien que yo…
-Sí, lo sé –La cortó –Lo que no entiendo es ¿Por qué?... ¿Por qué engañar a una chica como Yoona? –Su enojo era evidente
-Yo pensé que Yul te había explicado como…
-¡Y lo hizo! –Volvió a interrumpirla –Pero ¿Por qué Jessica? –Se alteró –Yoona no se merece esto, ella es una mujer como ninguna, te quiere, te cuida, y tú… ¡Tú la engañas! –Gritó
-¡Shshsh! Vas a despertar a Hyo. Ven –La tomó del brazo y salieron de la habitación –Seo, tú no entiendes, yo…
-Claro que no entiendo, no sé por qué eres tan egoísta y haces sufrir a dos personas que no se lo merecen
Por un momento Jessica pudo notar que aquellas palabras tenían escondido otro mensaje, algo entre líneas, lo pensó por unos instantes pero al no querer creerlo, decidió hacer una pregunta.
-Seohyun, te gusta Yoona, ¿Verdad? –Temía la respuesta
La pregunta dejó sin habla a la azabache, y es que…qué contestar si ni ella misma sabía lo que le pasaba con la castaña oscura. Y luego, aquel besó…en aquella cita…le gusto, no, no les gusto, le encanto.
-¡No!...No… ¿Qué cosas dices Jessica? –Dijo nerviosa –Yo sí sé respetar una relación –Sin decir más, entró de nuevo a la habitación
-¿Qué pasa Jess? –Llamó uno voz de tras de la castaña
-¿Eh?...Nada Tiff…sólo que…a Seo le pasó lo peor que le pudo haber pasado
-Obvio, su hermana casi muere en un accidente automovilístico –Contestó la pelirroja
-No, eso no
-¿Entonces? –No entendía
-Se enamoró de Yoona
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
-¿Y cómo está?
-No lo tengo muy claro, sólo sé que el día del accidente la operaron de emergencia y Kim dijo que tenía varias fracturas y golpes que tardarían en sanar
-Kim, la novia de la mejor amiga de Jessica, ¿No? –Preguntó la azabache
-Sí, esa misma –Respondió simple
-Mira, ¿Quién lo diría? Apenas la conozco hace un par de días y hoy me entero que casi se muere en un accidente de auto
-¿Hace unos días?
-Sí, Sunny y yo la vimos en un restaurante junto a Jess, y adivina ¿Qué?
-¿Qué? –Preguntó sin mucho afán. Al parecer ya no le importaba mucho si su mujer tenía por amante a Kwon
-¿Recuerdas a Hyoyeon?
-La chica con la que salías, ¿No?
-Esa misma –La castaña hizo un ademan para que continuara –Bueno, ella es la representante de Kwon –Explicó
-Mira nada más…o el mundo es muy pequeño o en realidad es cierto eso de que el destino de cada quien ya está marcado
-Como sea, dime, con esto ya olvidaste esa locura de vengarte de ella, ¿Verdad? –Sooyoung preguntó temerosa
-Claro que no –Sonrió sínicamente
-Pero Yoong, ya recibió su merecido, ¿Qué más quieres?
-Aun no es suficiente
-Yoona, por favor piensa, su hermana no tiene la culpa de nada de esto, esa chica no se merece que le hagas semejante bajeza
La castaña se quedó callada un momento, pensando un poco en las palabras de su amiga, tal vez tenía razón, ¿Por qué lastimar a una chica tan…linda por algo de lo que no tiene culpa?
-Soo
-¿Qué?
-¿Qué pensarías si…si te digo que me enamoré? –Aquella pregunta dejó en shock a su amiga
-¿Qué dices Yoong? –No creía lo que había escuchado
-Lo sé, es una locura ¿No? –Rió con amargura –Pero qué pensarías si te digo que cuando la veo…me paralizo y el tiempo conmigo, que todas las noches sueño con hacerla mía, que quisiera protegerla de todo y de todos, que el día que la bese fue el mejor beso que he dado en toda mi vida –Habló con una sonrisa boba en los labios
-Me imagino que hablamos de Seohyun…espera, ¿LA BESASTE?
-Sí…y fue maravilloso, único, el tiempo se detuvo en ese preciso momento –Recordaba dicho acto –Entonces ¿Qué me dirías? –Volvió a preguntar, mirando a su amiga
-Bueno Yoong…no sé, por un lado me dices que te quieres vengar de Kwon metiéndote con su hermana, que quieres hacer pagar a Jess y…y ahora me dices que estás enamorada, la verdad no se ni qué pensar, ni qué decir –Decía confundida
-Lo sé, estoy loca –Se rió de sí misma –Pero ¿Crees que esto sea realmente amor o sólo atracción? –Incluso ella estaba demasiado confundida
-No lo sé, dímelo tú, ¿Qué sientes cuando ves a Seohyun, y qué sentías al ver a todas aquellas con las que te metiste?
Por un momento la hizo pensar con esa pregunta. La azabache ya no sabía ni qué pensar de su amiga, pero en definitiva, sabía que estaba enamorada, y ¿Cómo? Fácil, porque ella siente exactamente lo mismo cuando ve a Sunny.
-Definitivamente lo que siento por Seo es más que una simple atracción o deseo –Se convenció a si misma –Pero ¿Entonces?
-Entonces primero tienes que aclarar muchas cosas en tu mente, cerrar ciclos y sobre todo…aprender a perdonar y pedir perdón –Contestó la azabache saliendo de su oficina
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Pasaron dos días más y el estado de Yuri era el mismo, no había mejora alguna, pero tampoco empeoraba, todo los días su familia y amigos la visitaban, llevaban flores, globos y todo tipo de cosas que se llevan a un amigo o familiar que está en el hospital. Sin embargo la que no movía ni un pie de aquella habitación, era Jessica, no importaba que no durmiera o comiera bien, lo importante para ella era estar cada segundo a lado de la morena, afortunadamente Yoona le mandaba ropa con Seo todos los días y podía bañarse en aquel lugar, hecho permitido por Taeyeon, claro está.
-Tae…dime, ¿Qué pasa con Yul? ¿Por qué no despierta? ¿Está en coma? –Preguntaba desesperada
-No Jess, no está en coma…y siendo sincera no sé por qué no despierta aun…es, es como si tuviera miedo a despertar. Hemos hecho varios exámenes, radiografías y nada, todo está en su lugar, las fracturas y golpes están sanando pero…pero ella simplemente no despierta –Explicó a su amiga
-“¿Miedo a despertar?” –Pensó unos instantes –Entonces ¿Qué harán? No puede seguir así
-Lo sé, seguiremos haciendo estudios y esperamos encontrar algo que nos indique ¿Por qué no despierta? –Miró el cansancio en el rostro de su amiga –Pero Jess, creo que tienes que ir a descansar, no puedes seguir así, además Tiffany me contó que regresaste a la universidad, no puedes seguir faltando –Acarició el rostro de su amiga
-No te preocupes Tae, yo estoy bien, duermo lo suficiente y la universidad no es problema, hablé con los directivos y entendieron mi situación –Dio la mejor sonrisa que pudo
-Creo que no te voy a convencer de hacer lo contrario, ¿Cierto? –Sonrió a la castaña
-No –Devolvió el gesto
-Está bien, sólo…cuídate ¿Ok?
-Ok –Entró de nuevo a la habitación
-¿Y bien? ¿Qué te dijo Tae? –Preguntó Seohyun aun distante, la verdad es que no había cambiado su actitud para con la castaña desde aquel día
-No mucho, dice que Yul no está en coma, pero que tampoco saben por qué no despierta, seguirán haciendo estudios esperando encontrar algo
-Es obvio que no está en coma –Fue el turno de la pelirroja
-¿Por qué tan segura? –Preguntó Jessica
-Tae me ha dicho que si Yul estuviera en coma, hubiera entrado en ella durante la operación o incluso horas después, pero han pasado días y no ocurrió. Ya está fuera de peligro según los doctores, además Yuri mueve algunas partes del cuerpo y no son precisamente reflejos, son movimientos muy claros, cosa que las personas en coma no hacen…o por lo menos no hasta después de muchos meses
-Es cierto, en ocasiones toma mi mano cuando estoy a su lado –Recordó la castaña
-Ves. Además algunas veces hemos escuchado que susurra cosas entre sueños, eso no lo pueden hacer las personas en coma –Volvió a hablar la pelirroja
-¿Entonces que tiene? –Fue el turno de la azabache
-No sé –Se acercó a ambas –Pero ya verán que Tae, Tae y el resto de los doctores lo averiguaran
“Toc, toc”
-Pasen –Contestó la menor
La madre de Yuri entró con un hombre de mediana edad, de uno ochenta aproximadamente, tez morena, atlético, y en sí muy parecido a las hermanas Kwon, en definitiva no era el señor Hwang.
-¿¡Tú!? –Se exaltó la azabache – ¿Qué demonios haces aquí? –Preguntó casi gritando
-Seo – Su madre se acercó –Yo…lo llamé
-¿¡Qué!? Pero mamá…
-Pero nada, es tu padre y merece saber lo que pasa con Yuri
-Hola cariño –Trató de abrazarla
-No te acerques –Se alejó de inmediato –Si vienes a ver a mi hermana, hazlo rápido y lárgate –Salió de la habitación, limpiando algunas lágrimas que escaparon de sus ojos al ver a su padre
-Chicas, permitirían que…
-Claro –Respondieron ambas al mismo tiempo
-Vamos –Dijo Jess acompañando a la madre de Yuri y a su amiga, dejando a solas a padre e hija
-Hola princesa –Se acercó a su hija –En cuanto tu madre llamó supe que algo estaba mal, para que ella se tomara la molestia de llamarme es porque era muy grave, ¿No crees? –Rió ante su propio comentario –Aunque debo decir que me molestó que no me llamara de inmediato y dejara pasar casi una semana –Su tristeza y enfado eran evidentes –Vine lo más rápido que pude, en cuanto lo supe me dediqué a buscar un vuelo que me trajera sin escalas, lamentablemente no lo encontré, perdón por tardar tanto en llegar cariño –Explico a su hija sentándose a su lado y limpiando una lágrima traicionera que había escapado de su ojo –Pero mira nada más, ese idiota que chocó contigo sí que te hizo daño –Acarició el rostro de su hija y tomó su mano acariciando el dorso de ésta – ¿Sabes? Me he enterado de que mamá se volverá a casar, eso es muy bueno ¿No?...Se dará una nueva oportunidad con alguien…pero eso sí, no lo quieras más que a mí, ¿De acuerdo? –Bromeó –Mi pequeña –Empezó a llorar –Recupérate pronto, y tranquila que yo estaré aquí cuando despiertes –Besó la mano de la pelinegra y de pronto sintió un pequeño apretón de ésta en la suya
Eso fue como un “Te quiero papá”. El hombre sonrió y limpio sus lágrimas, sabía que su pequeña lo escuchaba y aquel acto era una muestra de ello, volvió a besar su mano.
-Yo también te quiero amor –Sonrió de nuevo y salió de aquella habitación
Al salir se topó con las chicas y su ex esposa, volteó a ver a Seohyun y trató nuevamente de acercarse.
-Hija, ¿Podemos hablar?
-Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, ya viste a Yuri ¿No?, entonces ahora ¡VETE! –Hablaba con rencor – ¡VETE! ¡LARGATE!...Ve con esa mujer a la que dices tanto amar y la que fue capaz de alejarte de tu familia
-Seo, yo… –El hombre no pudo decir más porque la chica salió corriendo del lugar
-Mi hija tiene razón, ya viste a Yuri, ahora ya te puedes ir
-¡No! –Dijo tajante –Yo no me voy de aquí hasta ver que mi hija salga sana y salva de éste lugar
-No tienes ningún derecho…jamás estuviste a su lado cuando más te necesitaban, así que ahora vete –Hablaba con el mismo rencor que Seohyun
-No estuve porque tú no lo permitiste –Subió el tono de voz –Tú fuiste quien me alejó de mis hijas, pero ya no más, ¡NO MÁS!
-Cuidado en cómo le hablas a mi mujer –El señor Hwang que iba llegando, se acercó a la madre de Yuri
-Supongo que con éste…”caballero” es con quien te vas a casar –Miró al hombre –Como sea, yo no me voy de aquí
-Pero…
-Pero nada…Dime ¿Qué hubieras hecho si mi hija hubiera muerto en ese accidente? –Jessica se cubrió la boca de sólo escuchar aquellas palabras –Ni siquiera hubiera llegado a su funeral, y todo ¿Por qué?...Por tu amldito afán de alejarme de ¡MIS HIJAS! –Volvió a gritar
-¡Hey! –Hwang se acercó peligrosamente a Kwon
-¡Papá! –Tiffany detuvo a su padre y Jessica al de Yuri
-¿Qué pasa aquí? –Se acercó Taeyeon evidentemente molesta –Les recuerdo que esto es un hospital y… ¿Señor Kwon? –De inmediato cambió su semblante
-¡Taeyeon! –Dijo alegre
-¡Señor Kwon! Hace cuanto… –Lo abrazó fuertemente
Los padres de Yuri y Taeyeon fueron mejores amigos desde el colegio, así fue como la rubia conoció a la pelinegra. Por ende, ella al igual que Yuri jamás perdió contacto con éste, bueno, no del todo, era como su segundo padre. El señor Hwang al ver dicho acto, frunció el ceño.
-Taeyeon, ¿Tú estás atendiendo a mi hija? –Preguntó preocupado
-Sí –Respondió seria –Venga, le contaré más…con permiso –Volteó a ver al resto y después se marchó con aquel hombre
Jessica y la madre de Yuri volvieron a entrar a la habitación, dejando a solas a padre e hija Hwang. La pelirroja aun notaba a su padre con el ceño fruncido y rió al imaginarse el porqué de su molestia.
-Papá
-¿Sí princesa?
-¿Por qué tan molesto? –Preguntó divertida
-¿No te diste cuenta de cómo le habló a mi mujer?
-¡Aja!...Es por eso o porque Tae se lleva mejor con el señor Kwon que contigo –Seguía sonriendo
-¡Va! ¿Qué tratas de decir? ¿Qué estoy celoso?
-Bueno, acepta que Tae jamás se ha alegrado tanto por verte…y mucho menos te ha abrazado como al papá de Yuri, es más, aun te sigue tratando con mucha formalidad
-Ok, ok, sí estoy un poco celoso – Confesó –Y eso que he hecho de todo para caerle bien a tu novia, y tú eres testigo de eso
-¿Sabes? Casi siempre es al revés, el novio o la novia es quien trata de caerle bien a los suegros –Seguía divertida por la situación de su papá
-Si tú lo dices… –El hombre entró a la habitación aun con el ceño fruncido
-“¡Ay Tae, Tae! Papá te adora y tú lo sigues tratando tan fríamente, todo por creer que no te quiere” –Rió al recordar lo nervioso que se pone su padre al estar junto a Taeyeon
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
-Entonces, ¿Mi hija está bien?
-Según los estudios realizados…sí, Yuri está recuperándose muy bien –Explicó al señor Kwon
-Pero, ¿Por qué no despierta?
-No lo sabemos, pero quédese tranquilo que mi equipo y yo no descansaremos hasta encontrar la causa –Dio ánimos al hombre
-Gracias Tae, no sabes la tranquilidad que me da el saber que mi hija está siendo atendida por ti
-No tiene nada que agradecer, es obvio que no lo hago sólo por mi vocación y ética, sino también porque Yul y Seo son como las hermanas que nunca tuve…jamás dejaría que les pasara nada –Dijo con una amplia sonrisa en su rostro
-Con más razón, gracias –Se levantó de su asiento –Ahora si me permites, regresaré con mi hija
-Claro, pase –Despidió a aquel hombre
“Ring, ring”
-¿Diga?
-Doctora Kim, queremos informarle de algo que ha estado sucediendo en éstas últimas semanas –Se escuchó desde el otro lado del teléfono
-Dígame, lo escucho…
La rubia escuchó atentamente todo lo que le decía aquella voz tras el teléfono, sus expresiones cambiaban constantemente de impresión a enfado. Pronto recibió unos documentos por fax, los leyó comprobando lo dicho, agradeció a aquel hombre y colgó, tomó los documentos y salió de su oficina dirigiéndose al área de descanso del personal hospitalario, antes de entrar se detuvo al escuchar una voz muy familiar para ella.
-Así como lo oyen, la paciente del 206 es “desviada” –Rió como idiota –Por eso en cuanto lo supe dejé de dirigirle la palabra –Decía a algunos doctores que lo acompañaban –A mí no me gusta relacionarme con ese tipo de gente
La rubia miraba por la puerta entreabierta y seguía escuchando atenta los tontos comentarios de aquel tipo.
-Claro, cómo no va hacer desviada si es amiga de Kim. Y ahora esa tonta se está desviviendo en descubrir por qué su amiguita no reacciona –Rió al imaginar la preocupación de Taeyeon
-¡Ya cállate! –Alguien tomó por el cuello al hombre
Entonces la rubia apenas notó que en otra mesa se encontraba su amigo, y al no soportar más las estupideces del pelinegro, decidió actuar, fue entonces cuando ella entró.
-Suéltalo –Pidió al castaño
-Tae, pero él…
-Lo sé, lo escuché –Volteó a ver con odio al hombre, quien empezaba a sudar frío –Suéltalo –Volvió a pedir y el joven obedeció
-Taeng, no creerás lo que dije hace un momento, ¿Verdad? Sólo fue una…
-¡Cállate! –Respiró tratando de calmarse y continuó –Muy bien doctor Jang, como al parecer le molesta TANTO convivir con personas de orientaciones diferentes a las de usted, no se atormente más… –Sonrió sínica – ¡Está despedido!
-Tú…tú no puedes hacerme esto –Dijo nervioso
-¿Ah no? –Preguntó sarcástica
-No, no puedes correrme por un asunto personal –Contestó con más confianza –Lo haces porque te sientes ofendida por mis comentarios, pero eso no es suficiente para despedirme
-Wooyoung, toma tus cosas y ¡LARGATE!
-No lo voy a hacer, lo que estás haciendo se llama discriminación –Trató de defenderse
-¡Ja! Y a lo que tú haces ¿Cómo se le llama? ¿Discriminación, intolerancia, poco respeto? ¡Vamos! Tú escoge
-Yo no me voy de aquí –Apretaba sus puños
-Bien, yo no quería llegar a esto, quería que salieras dignamente de aquí y que todos creyeran que te ibas por otros motivos, pero en fin…doctor Jang, no sólo se va a ir, sino que además va a entregar su carta de renuncia y ¿Sabe por qué? –Sonreía al hombre –Porque si no llamaré a las autoridades para entregarles a un vendedor de medicamentos en el mercado negro –Contó simple
-De… ¿De qué demonios hablas? –Fingía demencia
-¡Vaya! A parte de idiota, con falla de memoria. Estoy hablando de que acabo de recibir una llamada de la farmacia del hospital, donde me han dicho que has estado pidiendo medicamentos, más de los debidos en éstas últimas semanas
-Pe…
-No, no, no…nada de peros, aquí están los recibos de los pedidos hechos por ti –Arrojó a la cara dichos papeles –Así que…si yo fuera tú, tomaba mis cosas, presentaba mi carta de renuncia y me largaba
-¡No me puedes hacer esto! –Gritó furioso
-Te equivocas, claro que puedo –Volvió a sonreír –Porque no creo que quieras pasar en la cárcel de cinco a seis años por venta de medicamentos ilegalmente, y por abuso de confianza…mmm –Fingía pensar
-Otros cuatro o cinco –Leeteuk contestó igual de sonriente
-Ves, casi once años en prisión y todo por… ¡Imbécil!... Entonces Wooyoung, ¿Qué vas a hacer? –Preguntó con fingida inocencia
El pelinegro la fulminaba con la mirada y apretaba cada vez más los puños, se acercaba peligrosamente a la rubia pero Leeteuk se interpuso en su camino, soltó un gran bufido y no le quedó de otra más que retirarse del lugar.
-¿De verdad habrías llamado a la policía si no se iba por su propia cuenta? –Preguntó su amigo
-Claro, ese tonto ya me debía varias