A la mañana siguiente, cierta castaña despertaba con una resaca tremenda, no recordaba nada de la noche anterior. Volteó, y al otro lado de la cama había una mujer; al parecer una de sus tantas amiguitas. La despertó y sacó del departamento, tomó una ducha para tratar de relajarse, salió de ella y preparó el desayuno. Poco a poco comenzó a recordar lo que había sucedido el día anterior; el padre de Seo le había contado la “aparente verdad” sobre su madre, después de escuchar al hombre, ella prácticamente salió corriendo del lugar y llegó a aquel otro donde días atrás sacó toda la frustración e ira que la situación con Jessica le provocaba, el mismo día cuando invitó a comer a Seohyun. Luego se dirigió al bar más próximo y tomó hasta perderse, entonces llamó a una de sus amiguitas para entretenerse y…bueno, pasó lo demás. Pero ahora recordaba mejor aquella escena que llegó a su mente el mismo día de su salida con Seo:
Flash Back ON
-Vamos cariño, no llores más –Una mujer muy parecida a Yoona, cargaba a una niña de alrededor de tres o cuatro años
-¡Duele! –Señalaba su rodilla
-¿Cuántas veces te he dicho que no trepes arboles? –Sonrió lindamente
La niña no paraba de llorar, su madre sobó y curó la pequeña herida, comenzando a cantar una canción de cuna para que ella no llorara más. Al conseguirlo, bajó a la pequeña de su regazo y ésta deposito un beso en la mejilla de su madre.
-Gracias mami –Sonrió, pero enseguida hizo un lindo puchero – ¿Te duele? –Acarició el rostro de su madre, pasando su manita por el gran moretón en el ojo de ésta
-Ya no cariño –Sonrió a su hija, tratando de ocultar sus lágrimas
-¡Mi pequeña Yoong! –Llamó su padre que regresaba del trabajo
-¡Papi! –Corrió a los brazos de éste
Flash Back OFF.
-¡No! Mi padre no era un golpeador, maltratador de mujeres, no, ¡NO!
Tomó las llaves de su auto y salió del departamento, necesitaba ver a Seohyun, la necesitaba en verdad. Manejaba rumbo al hospital mientras su mente la atacaba con más recuerdos:
Flash Back ON
-No…no salgas de aquí ¿Sí? –La mujer escondía a la pequeña castaña en el armario
-Pero mami…
-Por favor cariño. Mira, juguemos a las escondidas –Sonreía tratando de ocultar su miedo –No salgas hasta que yo venga a buscarte, ¿De acuerdo?
-Sí –Contesto linda e inocentemente
La niña obedeció a su madre, se sentó en aquel armario, abrazando sus piernitas, pero de pronto se asustó al escuchar aquellos gritos seguidos de golpes, azotes y bofetadas.
-¡Basta! ¡Por favor para! –Gritaba la mujer
-¿¡Qué pare!? ¿¡Por qué!? Si eres una ¡ZORRA! Te vi, te vi de nuevo con ese infeliz…dime, me vas a dejar ¿No es así? Anda ¡Habla! Estoy seguro que te revuelcas con él todos los días cuando me voy a trabajar…eres una pu…
Los gritos y llantos no pararon hasta después de un largo rato. La pequeña castaña decidió salir de su escondite al no escuchar más aquellos ruidos, desesperada buscaba a su madre por toda la casa, hasta que la encontró ahí…en el piso de la sala, con diversos golpes y moretones en todo el cuerpo.
-¿Ma…mi?
Flash Back OFF.
La castaña, sin darse cuenta comenzó a llorar, no podía, no quería creer en aquellos dolorosos y traumáticos recuerdos. Siguió conduciendo hasta llegar a su destino, bajó rápido del auto buscando a la azabache, al encontrarla sonrió inconscientemente, se acercaba a ella pero a pocos metros de distancia Taeyeon se interpuso en su camino.
-Qué quie… –No pudo terminar por el tremendo puñetazo que le propino la rubia, haciéndola caer al piso
-¡Aléjate de ella! –Soltó amenazante, arrodillándose para quedar a la altura de la castaña –Aléjate de todos nosotros Im, o no respondo
-¿Ah sí? ¿Y quién me lo va a impedir? –Se levantó sobando su maldíbua
-Eres una… –Los brazos de su novia la detuvieron
-¡Por favor Tae! –Se aferró a ella –Por favor no cometas una tontería
-Para que eso no suceda, ésta imbécil se tiene que ir de aquí –No apartaba su vista del objetivo
-¿Me puedes explicar qué demonios te sucede Kim? –Miró retadora
-Eres una ¡SÍNICA! –Ahora era la misma azabache quien trataba de golpearla –Cómo te atreves a venir aquí después de tu…
-¡Seo! –Tomó a la chica por los hombros –Qué… ¿Qué pasa? No entiendo
-Eres lo peor que me ha pasado en la vida, Im Yoona –Se zafó de su agarre y salió corriendo – ¡Lo peor!
-¡Seo! –Trató de seguirla pero Taeyeon lo impidió
-¡Lárgate! –Le entregó aquel celular a la castaña –O llamaré a seguridad –Se fue tras Seohyun, y tras ella, Tiffany
-Pero que demo…
-Ya la oíste Yoona, vete –Ahora fue Jessica quien habló, claro, mucho más tranquila que Taeyeon
-Pero Sica, ¿Qué pasa? –En verdad no comprendía
-¡Ah! ¿No lo sabes? –Preguntó sarcástica y tomó el celular –Ok, entonces aquí tienes la respuesta a todas tus dudas –Puso aquel mensaje en alta voz
Yoona no puso mucha atención al principio, pues para ella era un simple mensaje de Sooyoung, pero el mundo se le vino encima cuando escuchó lo último.
-Sica, yo te puedo explicar…
-¡No quiero oír tus estúpidas explicaciones! –Habló con rabia –Eres una basura, Im Yoona. No sé ¿Cómo? ¿O por qué me enamore de ti? Eres de lo peor –Decía con todo rencor –Eres la persona más cruel y vil que he conocido en toda mi vida
-Pero Sica…
-¡Pero nada! Ya te dije que no quiero explicaciones…mentiras mejor dicho. Yo…yo te amaba Yoona, de verdad te amaba –Sus ojos se cristalizaron –Yo amaba a aquella jovencita que me enamoró cuando aún éramos adolescentes, pero después…te convertiste en esto –La señaló despectivamente –En la egocéntrica, prepotente, cobarde y miserable mujer que tengo en frente…y no sé ¿Cómo? ¿Por qué? ¿O cuándo pasó? Pero lo hizo –Respiró profundo –Yo no podía, no quería creer que la mujer de la que me enamoré, se convirtió en una basura –Dejó escapar las lágrimas que tanto retenía
-Yo…Sica… –También lloraba. Se sentía impotente, cobarde, una basura como ya lo había dicho Jessica
-No digas nada Yoona, no lo hagas, porque todo lo que me cuentes no lo creeré, eres la reina de las mentiras –Sonrió sarcástica –No sé cómo Seohyun se tragó todo ese cuento de la “niña buena”, lo que hiciste con ella no tiene nombre. No puedo creer que tu “sed” de venganza llegara a tanto, y lo peor de todo es que involucraste a una persona que no tenía nada que ver en todo esto, lo siento por ella…y también lamento la maldita hora en la que se enamorado de ti
Esa última frase hizo que Yoona quedara en shock. Sí, sabía que le gustaba a la azabache, pero que ésta se enamorara de ella, jamás lo imaginó…aunque ese fuese su plan desde un principio.
-Yo…yo también… ¡Vamos, dilo!…Yo también…
-Ya te dije que no quiero escucharte –Hizo una pausa y respiró profundo –Yoona… terminamos
-¿¡Qué!?
-Lo que oíste, yo no puedo seguir con alguien que está peleada con la vida y que utiliza a las personas como piezas de ajedrez para su propio beneficio –Apretaba sus manos para darse valor –No puedo seguir con una persona que ya no me ama…y siendo sincera, yo tampoco amo, dejé de hacerlo hace mucho, sólo que no quería aceptarlo
-Además de eso…hay otro motivo, ¿No es así? –Tenía la mirada clavada en el piso, no quería que su ahora ex prometida la viera llorar
-Tú lo sabes mejor que yo –Contestó
-Entonces… –Por fin levantó la mirada –Espero que ella sí sepa hacerte feliz –Sonrió débilmente, dio media vuelta y se marchó
Jessica no lo podía creer, jamás se imaginó que su recién ex novia reaccionara de esa manera, juraba que se pondría histérica, que le reprocharía e incluso trataría de golpearla, pero no fue así, la chica simplemente…se fue.
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-No sabes cuanta falta me haces –Se aferraba más al cuerpo de su inconsciente hermana –Me hace tanta falta un abrazo tuyo y un “todo estará bien Seobaby” –Decía con una amarga sonrisa –Jamás pensé que Yoona fuera de esa manera, es tan…tan –Volvía a romper en llanto –Pero yo tuve la culpa al creer en sus mentiras, al caer en su juego, fui una ¡Tonta! –Se reprochaba a si misma –Yo…no debería contarte éstas cosas, sólo te alteran y si hago eso, Tea me mata –Rió entre dientes y limpió su rostro –Te extraño Yul…y mucho –Se acurrucó en el pecho de su hermana y así se quedó por un largo rato
-Seo –Alguien llamó
-¿Mmm? –Apenas musitó
-Tienes que salir, se llevarán a Yul para hacer más pruebas –Se acercó la rubia
-¿Tiene que ser ahora? –Preguntó cuál niña pequeña, a lo que Tae sonrió enternecida
-Sí, ahora vamos –La invitó a salir de la habitación
-Tae
-¿Sí?
-Gracias
-¿Por qué? –Sonrió incrédula
-Por defenderme…por preocuparte por mí, por tratarme como a una hermana –Sonrió débil
-Nada de eso, no tienes por qué agradecer. Para mí, tú y Yuri son eso; mis dos pequeñas hermanas a las que debo cuidar y proteger de todo y de todos –Sonrió de nuevo
-¿Nos podemos llevar a Yuri? –Entró Leeteuk, interrumpiendo el momento
-¿Eh?...Oh sí, claro, llévenla
-¿A dónde la llevan? –Preguntó Jessica quien entraba a la habitación
-Le harán más estudios –Habló la azabache
-Ya veo –Dijo triste
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Pasaron más días y la situación de Yuri seguía igual, su madre y el señor Hwang por obvias razones atrasaron su boda. El señor Kwon seguía en una actitud muy extraña, claro, ante los que no sabían nada, es decir: todos excepto él y Yoona, la que por cierto no había vuelto a poner un pie en aquel hospital, Jessica le pidió que mandara sus cosas a la casa de Hyoyeon que muy amablemente le ofreció acilo. Seohyun por su parte trataba de seguir su vida como si nada hubiese pasado, y ya que ella era la única que podía ver a Yuri, prácticamente se la pasaba en el cuarto de ésta todo el día; le leía, le contaba las chistosísimas peleas que había entre su padre y el señor Hwang por el cariño de Tae, también sobre la nueva relación de Hyoyeon con una tal Nicole que resultaba ser socia y colega de Tiffany, en fin, le platicaba de todo un poco esperando alguna reacción o movimiento por parte de la pelinegra, pero nada, ella seguía igual.
-¡Vamos Tae! Déjame verla
-No
-Pero…pero ¿Por qué? Si ya todo está arreglado, la madre de Yul sabe toda la verdad y me acepta, arreglé las cosas con Yoona, el señor Kwon ya no pelea con su ex mujer… ¡Vamos! Ya no habrá motivos de discusión que causen estrés a Yul
-Sí amor, Jess tiene razón –Habló la pelirroja –Todos queremos verla, por favor has que se reanuden las visitas, ¿Sí?
La rubia lo medito, sabía que su amiga y su novia tenían razón, ya no había motivos que provocaran una discusión, es más, en días nadie había peleado con nadie, excepto su suegro que se comportaba como un niño cada vez que ella se acercaba al señor Kwon.
-Está bien –Suspiró derrotada –Podrán verla… ¡Pero! –Interrumpió la celebración de su prometida y de la castaña –Si alguien discute, pelea o incluso levanta aunque sea un poco la voz en la habitación de Yul, las vuelvo a cancelar
-Ya verás que no Tae –Dijo Jessica feliz –Gracias –Dio un beso en la mejilla de su amiga y salió corriendo a cierta habitación
“Toc, toc”
-Adelante –Se oyó desde adentro
-Hola Seo
-¡Oh Jess! –Sonrió – ¿Tae se apiadó de ustedes? –Rió entre dientes
-Sí –Corrió hasta donde se encontraba su amor –Le prometimos que ya no habría más problemas –Sonrió feliz
-Ya veo –Se levantó de su lugar –Las dejaré a solas, cuídala –Pidió la menor antes de salir
-Por supuesto –Respondió sin despegar su mirada de Yuri –Te extrañé tanto –Abrazó fuertemente a la morena apenas se vio a solas con ella –Tae es mala –Hizo un lindo puchero –No me dejaba verte…bueno, la verdad nosotros tuvimos la culpa al hacer que te pusieras mal –Decía apenada y cabizbaja –Pero ¿Adivina qué? –Cambió su semblante a uno feliz –Tu madre se enteró de toda la verdad…y aunque al principio le costó comprender, al final lo hizo –Sonrió –Y ahora acepta nuestra relación –Contó aún más feliz –También… –Ahora su semblante era serio –También terminé definitivamente con Yoona, al fin lo hice, ¿Lo puedes creer? –Sonrió débil –Por fin me atreví, por fin podremos ser felices si aún quieres, ¿No te alegra? –Ésta vez sus ojos se cristalizaron –Ahora seré completamente tuya…por eso…por eso tienes que despertar –Tomó con fuerza la mano de Yuri –Tienes que salir de aquí para que empecemos una nueva vida juntas…tienes que hacerlo
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“Ding, dong”
-Ahora van –Respondió sin mucho afán –Se…señor Kwon –Sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo al ver a aquel hombre frente a su puerta –Qué… ¿Qué lo trae por aquí?
-En estos momentos debería darte una paliza por lo que le hiciste a mi hija –Decía con rencor y rabia –Pero prometí que te daría esto si alguna vez llegaba a encontrarte –Entregó una pequeña caja de madera cerrada con un candando
-¿Qué es esto? – La castaña tomó dicho objeto. Se encontraba bastante desaliñada y con evidente olor a alcohol
-Allí se encuentran todas las cartas que tu madre escribió para ti y que jamás leíste. Le hice la promesa de dártelas si alguna vez te llegaba a encontrar, y por eso…ahora te las entrego, toma –Dió la lleve de aquel candado
-Gra… –El hombre se fue antes de que pudiese terminar
Cerró la puerta y dejó aquel objeto sobre la mesa. Caminaba de un lado a otro dudando, debatiéndose entre abrirlo y leer aquellas cartas o no, sintió cómo su cabeza dolía más que hace un par de horas, y ésta vez no era por la resaca. La verdad es que se la había pasado todo ese tiempo tratando de olvidar sus errores, ¿Cómo? Muy simple: bebiendo, acostándose con cuanta mujer pudiera y yendo de bar en bar hasta no poder más. Faltó al trabajo toda esa semana y por suerte, como siempre la que justificaba sus faltas era su amiga, la que iba por ella a dichos bares, la que corría de su departamento a las mujeres con las que se acostaba, en fin, la única que se preocupaba por ella; su mejor amiga, hermana y ahora única familia, Sooyoung.
La chica por fin se armó de valor, se sentó en el sofá frente a aquella mesa de centro y abrió la caja, de ella sacó las mil y un cartas que su madre le había escrito por años, tomó una al azar y la abrió.
23 de Octubre
Hola mi pequeño alligator, te he extrañado mucho, no sabes las ganas que tengo de abrazarte, hoy te veías divina con aquel traje de marinerito, el desfile del colegio fue hermoso, pero más al verte a ti desfilando con todos tus compañeros y amigos. Aunque no me viste, estuve ahí, apoyándote, echándote porras como todas las demás madres que fueron a ver a sus hijos…
Dejó al carta y recordó aquel día, se encontraba en quinto de primaria, le tocó salir en el desfile que el colegio organizaba todos los años, aún recuerda que su padre le ayudó a hacer aquel traje, fue un día muy felizpara ella…pero jamás la vio. Tomó otra carta:
8 de Junio
Hola mi princesa, ¿Sabes? Hoy estoy muy contenta, pues supe que fuiste el primer lugar no sólo de la clase sino de todo el colegio, tus maestros dicen que tienes mucho talento para la música, y la verdad yo opino lo mismo, hoy tocaste el piano como un verdadero ángel, sé que si practicas más, lograras ser una gran pianista como tu abuelo…
De nuevo detuvo su lectura. Cuando ella tocó el piano frente a mucha gente por primera vez, tenía catorce años, y la verdad sí tenía un gran talento para la música, pero como era de esperarse, su padre le dijo que no gastara más su tiempo en tonterías y se concentrara en sus estudios, aquel día fue el último que tocó dicho instrumento. Tomó otra carta:
18 de Abril
Hi my little, ¿Has practicado tu inglés? La próxima semana tienes exámenes y sé que te cuesta trabajo esa clase en especial, pero no te desanimes, la verdad yo tampoco era muy buena en ella, por eso estudia mucho y lograrás una buena nota, ¡Fighting!...
Aún recuerda esas clases de inglés de tercer grado en donde su profesor se negaba a hablar en otro idioma que no fuera ese, afortunadamente su padre practicaba con ella todas las noches, claro, cuando no llegaba tomado. Siguió con otra…
30 de Mayo
¡Feliz cumpleaños mi pequeño alligator! Bueno, ya no tan pequeño, hoy cumples dieciséis y te has convertido en toda una señorita, no sabes cuantas ganas tengo de abrazarte y besarte, me encantaría estar contigo en éste día tan importante, pero lamentablemente no es posible. Como sea, recuerda que tu madre te ama y te estará cuidando siempre, espero que disfrutes mucho la fiesta que te ha organizado tu padre. ¡Anda! Ve y diviértete…
Siguió leyendo más y más cartas, en cada una su madre le recordaba cuanto la extrañaba y amaba, también hablaba de ciertos eventos que ella recordaba perfectamente, pero su madre jamás estuvo presente en ninguno, o por lo menos ella no lo noto, ahora la castaña sabía que ella estuvo pendiente de todo lo que pasaba en su vida.
5 de Enero
¿Cómo ha estado la mujer más hermosa de éste mundo? Espero que bien, aunque creo pronto se encontrará mejor, y más si se decide a declarársele a cierta castaña que por cierto es muy linda, pero al parecer algo distraída, se han hecho muy buenas amigas ¿No es así? Pero tú quieres algo más que su amistad. Y no, no creas que tu madre es bruja, si lo sé, es por cómo la miras y tratas, mmm…presiento que tú también le agradas mucho más que como una amiga…
Sí que su madre estuvo presente en su vida, incluso conoció a Jessica, como le hubiese gustado tenerla a su lado para que la aconsejara en cuestiones de amor. Siguió leyendo pero se detuvo al leer una que en especial llamó su atención…
10 de Septiembre
Mi pequeño tesoro, sé que en estos momentos te preguntarás, ¿Dónde estoy? ¿Por qué no me encuentro a tu lado? ¿Por qué me he ido? Y todas y cada una de tus preguntas serán contestadas mi pequeño ángel, pero por ahora tendrás que esperar, ser muy valiente y obedecer a papá en todo ¿Ok? Eres una niña muy inteligente y sé que sabrás ser paciente, y aunque ahora no lo comprendas, créeme que todo lo que hace mamá es por tu bien, porque te ama con todo su corazón y hará lo que tenga que hacer para que tú estés bien…
Al parecer aquella carta fue la primera que escribió su madre, debieron pasar días o incluso meses para que la escribiera. No debió ser nada fácil tomar el valor suficiente para dejar al patán que tenía por esposo, pero ¿Por qué la dejó? ¿Por qué la abandonó? ¿Por qué fue tan COBARDE? Arrugó un poco la carta en mano y lloró, sentía rabia, lástima, arrepentimiento, todo junto. Vivió una gran mentira toda su vida. Arrojó dicho papel al piso, tapó su rostro y siguió sollozando, pero sin esperarlo o tratar de recordarlo, otro recuerdo llego a ella…
Flash Back ON
-¡Déjala! –Gritó suplicante
-No lo haré hasta que ¡Tú te largues! –Soltó furioso
-Haré lo que me pidas, pero suéltala –Pidió la mujer retrocediendo lentamente
-¡Mami! –La pequeña castaña se encontraba en los brazos de su padre, llorando, y éste apuntando a su sien con el arma
-Tranquila amor…no…no llores –Pedía su madre
-¿Qué esperas?... ¡LARGATE! –Por un segundo, el hombre dejó de apuntar a su hija y le apuntó a ella, pero de inmediato regresó a su posición
Pronto, aquel hombre amigo de su madre, entró al lugar tratando de calmar a ambos y haciendo lo posible por sacar a la mujer de ahí.
-Tra…tranquilo, ya nos vamos –Habló al señor Im –Lo mejor es que nos marchemos –Ahora se dirigía a ella
-Pero…mi hija – Preocupada miraba a aquella pequeña que no paraba de llorar
-Ella estará bien…créeme –Trató de convencerla
-¡VAYANSE! –Volvió a gritar
-Ok, ok, nos vamos –Sacó casi a arrastras a la madre de Yoona
Al cerrarse la puerta, el señor Im se dejó caer de rodillas dejando el arma a un lado de él, llorando como un niño. Soltó a su pequeña y ésta corrió lejos de allí. Esa fue la última vez que Yoona vio a su madre.
Flash Back OFF.
La castaña seguía en la misma posición. Al perecer aquellas cartas, la plática con el señor Kwon y todo lo sucedido esos últimos días, hicieron que recordara esos dolorosos y tormentosos recuerdos, mismos que su subconsciente trató de borrar hasta hoy que la atacaba con todos y cada uno de ellos. Ahora recordaba a la perfección cómo su padre maltrataba a su madre y ésta siempre callaba, cómo la escondía a ella cuando él llegaba tomado para que no le pasara nada, pero después…un día simplemente se fue y no la volvió a ver más. El día que decidió preguntarle a su padre, éste le contó “su verdad”: su madre había fallecido, y eso le hizo creer por los siguientes trece años hasta el día en el que justo antes de morir, contó toda…bueno, casi toda la verdad.
-Eras un ¡IMBÉCIL! –Gritó eufórica –Fuiste tan cobarde que amenazante a tu mujer con tu propia hija –Fue a la habitación y tomó la foto de su padre –Eras un cobarde –Pensaba –Un ¡Maldito cobarde! –Volvió a gritar –Todo éste tiempo creí que mi madre había sido una miserable a la que yo no le importaba –Hablaba a la foto –La juzgué una y mil veces, la llegué a odiar…todo por ¡Tu culpa! –Lanzó el retrato lejos de ella –Lo errores…las estupideces que hice, que dije, fueron por TU CULPA –Arrojaba todo lo que encontraba a su paso –Lastimé, herí, humillé y pisoteé a mucha gente todo por cumplir una ¡Estúpida promesa! Una promesa que jamás debí hacer –Respiró profundo, tratando del calmar su rabia –Una y mil veces maldije a mi madre, lastimé a Jessica, la alejé de mí hasta lograr que ya no me amara…lastimé a muchas otras mujeres que sólo me llevaba a la cama, lastimé a Sunny…a Seohyun…y lo más irónico –Sonrió amargamente –Es que lo de Seo no lo planeé…sí, me acosté con ella, ese era mi plan en un principio pero después…después me acosté con ella porque…la amo, la amo como a nadie, y aun así la lastimé –Sollozaba –Ya no tengo a nadie a mi lado, sólo a Soo, pero sé que un día también se hartará y entonces sí…estaré completamente sola –Se dirigió al espejo, se limpió el rostro y se miró –Eme aquí…estoy hecha a tu imagen y semejanza, soy lo peor, me convertí en lo que tú querías papá…y ya no hay vuelta atrás, ya no –Se dejó caer en la cama
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-¿En dónde estabas? Preguntó Seohyun al ver llegar a su padre al hospital
-Fui a cumplir una promesa –Contestó nostálgico
-No comprendo –Su rostro lo demostraba
-Seo –Respiró profundo y continuó –Hay algo que ni tú ni Yuri…bueno, en sí nadie sabe –Hizo una pausa –La madre de Yoona…su madre fue mi segunda esposa –Por fin lo dijo
-¿Qué?...Pero co….cuándo… –Estaba realmente asombrada – ¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Porque ni yo mismo lo sabía, mejor dicho, la verdad es que… –Empezó a relatar toda la historia
Seo escuchaba atenta, pero seguía sorprendida, no podía creer lo que su padre le contaba, le habló sobre la madre de Yoona, su padre, el maltrato de éste hacía su fallecida mujer, cómo se dio cuenta que Yoona era la hija de Im y cuando le contó la verdad a la castaña, por último le mencionó sobre la entrega que le hizo a Yoona; de las cartas que su difunta esposa le había escrito todas las semanas sin falta por más de trece años hasta el día de su muerte.
-Es por eso que estos últimos días estaba algo distante –Terminó de contar
-Ya veo –Procesó por unos momentos la información que le había dado su padre –Entonces… ¿Eres viudo?
-Sí, desde hace más de seis años –Contestó nostálgico
-¿Y Yuri lo sabe?
-No, la única condición que puso tu hermana para que siguiéramos en contacto, fue que yo no le hablara de nada sobre mi “otra” vida…y acepté
-Entonces ¿Tampoco sabe sobre la madre de Yoona? Me refiero a su vida –Preguntó curiosa
-No
-¿Y crees que Jess sepa?
-No lo creo, ya me hubiera comentado algo. Además lo último que supe, fue que ése canalla le hizo creer a Yoona que su madre había muerto hace mucho tiempo
-¿Y le creyó? –Preguntó incrédula
-Al parecer sí, ella era muy pequeña cuando todo eso ocurrió, no tendría más de cinco a lo mucho cuatro años –Siguió contando
-Ahora comprendo mejor –Al ver la confusión de su padre, continuó –Alguna vez Jessica me contó que Yoona tenía mucho rencor hacía su madre, al parecer el padre le había contado la verdad en su lecho de muerte…bueno, “su verdad”, y que en alguna ocasión le habló sobre una promesa que hizo a su padre, pero jamás le dijo cuál era esa promesa
-Pues créeme cuando te digo que esa promesa no debió ser nada buena, ese hombre no era feliz si los demás no eran igual de miserables que él, estaba peleado con la vida
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-¿Y cuándo me darán un mini Tae? –Preguntaba el señor Hwang a ambas chicas
-Un mini ¿¡Qué!? –Casi grita la rubia
-Sí, me gustaría ver una o un mini Tae correr por toda la casa, gritando: “abuelo, abuelo” –Imaginaba feliz el hombre –O también un mini Miyoung que no sea tan obsesionado con el rosa como su madre –Rió entre dientes
-¡Papá! –Reprochó la pelirroja. Los tres se encontraban en el inmenso jardín del hospital
-Señor Hwang, ¿No cree que está exagerando? Nosotras todavía no ponemos fecha a la boda y usted ya está pensando en nietos –Decía nerviosa
-Nunca es tarde para pensar en ellos –Dijo feliz –Además ya te dije que me puedes llamar papá –Insistía con eso
-Y yo ya le dije que no me incomoda llamarlo por su segundo nombre –Decía en el mismo tono
-A mí que soy su suegro no me dice papá y a ése que no es nada de ella le dice tío –Vaya que el señor Hwang era infantil hasta en su forma de pensar, bueno, siempre que se tratase de Taeyeon
-¿Pasa algo papá? –Preguntó divertida la pelirroja, viendo cómo su padre hacía berrinche cual niño pequeño
-No, nada –Rascaba su nuca, sonriendo torpemente
-Por cierto Tiff, hoy invité a cenar a mi tío – La rubia contaba feliz
-¿Al señor Kwon? –Preguntó su novia
-¡Aja! ¿A quién más? –Sonó divertida
-Lo quieres mucho, ¿Verdad? –El semblante del padre de Tiffany entristeció
-Sí, como ya lo dije, es como el tío que nunca tuve –Decía con una amplia sonrisa
Por primera vez Tiff se dejó de divertir con la situación de su padre, pues más allá de los celos y los berrinches como los de un niño de cinco años, podía notar que a su padre le dolía realmente la frialdad y seriedad con la que lo trataba Taeyeon. Aunque suene loco e irreal, a él le importaba demasiado agradarle a la prometida de su hija, y hacía hasta lo imposible por conseguirlo, pero al parecer la rubia hacía todo lo contrario y lo trataba lo más formal y fríamente posible.
-Bueno chicas, yo las dejó, tengo que ir por mi prometida –Sonrió débil –Que la cena salga bien con tu…tío, Tae –Sin más, regresó a las instalaciones del lugar a buscar a la madre de Yuri
-Tae, Tae –Llamó su novia
-¿Sí? –Seguían caminando por lo jardines
-Podríamos haber invitado a papá –Volteó a mirarla
-Sí…pero él se lleva muy mal con mi tío –Dijo simple
-¿Y acaso no tedas cuenta del por qué? –Se enfadó un poco
-Sí –Detuvo su pasó y miró a su novia –Tu padre está celoso
Aquel comentario dejó sorprendida a la pelirroja, ella juraba que su prometida no se había dado cuenta y por eso era tan fría con su padre.
-Y si lo sabes… ¿Por qué eres tan indiferente y fría con él?
-No entiendo
-Tae, si papá está celoso es porque te quiere, porque le duele que seas más cercana al señor Kwon que no veías en años, que a él que hace todo por agradarte –Estaba molesta –Y que siempre busca la manera de acercarse a ti
-No exageres – Nerviosa rascaba su nuca –Tu papá es educado conmigo, nada más
-No exagero, y tú sabes perfectamente que papá es más que educado contigo, él en verdad te quiere y TÚ lo sigues tratando con la misma indiferencia de siempre –Hubo un momento de silencio –Yo solo te digo que no voy a soportar más que lo sigas tratando de esa manera, me duele verlo así
-Pero… –Trató de objetar
-Pero nada, no sé por qué eres así con él, pero ya no lo voy a tolerar –Dio media vuelta y dio un par de pasos
-¡Tengo miedo! –Gritó, haciendo que su novia se detuviera de inmediato
-¿Qué? –Regresó hasta ella
-Te…tengo miedo –Tenía la mirada clavada al piso –Tango miedo de decepcionarlo, de no ser lo que él esperaba, de lastimarte a ti y que él termine odiándome…tengo miedo Fanny –Levantó la mirada
A la pelirroja le parecieron de lo más tiernas aquellas palabras y sonrió al ver de ese modo a su prometida, la abrazó y dio pequeñas palmadas en su espalda.
-No tienes por qué preocuparte de eso, papá te adora por el simple hecho de ser mi novia, de saber que yo te amo, te conoce muy bien y créeme que lo que menos siente por ti es decepción. Si tú te portas bien… –Bromeó un poco –No tiene por qué estarlo nunca –Ambas sonrieron y se quedaron abrazadas por un buen rato
-Entonces… ¿Lo invitamos a la cena? –Preguntó una emocionada rubia