Tae y Tiffany terminaban de acomodar las últimas cosas dentro de su nueva casa, pero la pelirroja no había logrado olvidar el tema de su amiga ni por un segundo…
-Tae, Tae
-¿Mmm?
-¿Y si le presentamos a alguien?
-¿A quién? ¿A Yoona?
-No tonta, a Jess
-¿Qué? ¿Tiff estás loca?
-¿Por qué? Yo no le veo nada de malo, así Jess se dará cuenta que hay mucho mejores personas y prospectos que Yoona
-¿Ah sí? ¿Y qué pasa si Jessica se da cuenta de que tratamos de emparejarla con alguien? Seguro se enojará y hasta dejará de hablarnos por un tiempo…y ni hablar de cómo se pondría su tonta novia llegase a enterarse
-Pues tratemos de que Jess no se dé cuenta, y Yoona no tiene por qué enterarse, nadie le dirá nada –Tiff trataba de convencerla
-Amor, eso es una locura y en todo caso, no subestimes a Jess. Si se pone mal cuando le decimos que deje a Yoona, imagínate cómo se pondría si se da cuenta que tratamos de que ligue con alguien más, además –Taeyeon hizo una pausa para dar un gran suspiro y tratar de controlarse ante la descabellada idea de su novia –Dime, en caso de que tu loca idea funcione, ¿Con quién la emparejaríamos?
-Mmm… –La pelirroja pensaba cuidadosamente, su novia tenía razón, no había prospectos – ¡Ya sé! Con alguno de los doctores de tu hospital
-¿¡Qué!? Ahora si te volviste loca…además ya te dije que eso de “mi hospital” suena a que yo soy la dueña…y no es así
-Bueno, pero eres la directora ¿No? Así que es como si lo fueras
-Mmm…eso creo…pero no Tiffany, eso no es una buena idea, todos esos son unos pervertidos
-¿Más pervertidos que tú? No lo creo –La pelirroja entrecerró los ojos y daba una sonrisa pícara a su novia
-¿Qué? ¿No me crees? Mira…Kyuhyun anda con media unidad de enfermería, Hara y Gyuri se meten al laboratorio a hacer no sé qué cochinadas, Leeteuk se dedica a conquistar a todas las pacientes y…
-Y tú te dedicas a verle el trasero a las demás doctoras –Tiffany dijo molesta
-¿Eh?... eh…claro que no –Tae estaba más que nerviosa
-Crees que no me iba a dar cuenta, si siempre que voy al hospital te encuentro con Wooyoung viéndole la retaguardia a Minha, Hyuna y Hyemi –La pelirroja frunció el seño
-Eso…eso no es verdad, pero ese no es el punto Tiffany –La rubia quería desviarse a toda costa de dicha platica –El punto es que no hay prospecto para Jess, así que olvida tu loca idea
-Mmm…creo que tienes razón –Tiff soltó un gran suspiro –Pero bueno, aun así mañana la invitaré a cenar, ¿Te parece?
-No sé…la verdad es que no tengo ganas de ver a su tonta novia por aquí
-¿Y quién dijo que invitaría a esa? Yo sólo estaba pensando en Jessica, no Jessica y la idiota, además “esa” nunca ha venido a una cena con nosotras, ¿O sí?
Tiffany tenía razón, Yoona jamás había ido con Jess a visitarlas, por lo tanto Taeyeon lo pensó mejor y aceptó la propuesta de su novia.
-Ok amor, tú ganas –Se acercó a ella, dándole un beso tierno y delicado –Y…regresando a la plática de hace rato…yo podré ver muchos traseros en el hospital, sí, lo acepto, pero el único que me vuelve completamente loca es…éste –Delicadamente llevó sus manos a la bien formada retaguardia de su novia
-Pervertida –Decía divertida
-Pero tu pervertida
Las dos chicas se unieron de nuevo en un tierno beso que con el pasar de los segundos se volvió cada vez más apasionado. La rubia cargó a su novia y ésta rodeó las caderas de Tae con sus torneadas piernas, así fueron subiendo por las escaleras de la enorme casa hasta llegar a su alcoba para terminar lo que habían empezado…y mientras dejamos que ese par se “des estresé”, volvamos con la castaña y la morena que aún seguían en el parque…
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-¿Ya estas mejor? –Yuri deshizo un poco el abrazo para ver a Jess que al parecer ya había dejado de llorar
-Sí…gracias –Contestó en un susurro
Otro momento silencioso apareció, pero ésta vez sí era incomodo, por lo menos para la castaña lo era; ya que la morena deshizo por completo el abrazo, tomó sus manos y la miraba directamente a los ojos, además de vez en cuando guiaba su mirada al gran golpe que tenía en el rostro.
-Qué…mejor dicho… ¿Quién te hizo esto? –Yuri llevó su mano hasta el rostro de la joven y acarició sutilmente la zona afectada
-¿Ah? –Jess dio un pequeño brinco por la acción de la morena –Eh… –No sabía qué contestar –Fue…fue un pequeño accidente, yo…a veces soy muy torpe, ayer tropecé y…y me pegué con un mueble
-No me mientas –Seguía acariciando su rostro –Sí esto hubiera sido a causa de un simple accidente, no te hubieras puesto tan nerviosa al contestar tan simple pregunta, dime ¿Quién te hizo esto y por qué? –Al no recibir respuesta, continuó –Sé que no me tienes confianza pues prácticamente tenemos horas de conocernos, pero te puedo asegurar con el corazón en la mano que puedes confiar en mí y contarme lo que sea
Jessica al mirar la sinceridad en los ojos de la pelinegra, pudo sentir de nuevo esa paz y tranquilidad de hace unos momentos…pero al recordar lo ocurrido minutos antes hizo que volviera a llenarse de angustia y dolor…y también de frustración causada por la clase de vida que estaba llevando con Yoona.
-¡No puedo más Yuri! ¡No puedo! –La castaña volvió llorar –Ti…tienes razón, esto no fue un accidente, esto fue…
Y así empezó a relatar todo lo que había vivido y vive con su novia, sus constantes maltratos y golpes a veces sin motivo alguno…bueno, en realidad nunca había motivo. Sus celos enfermizos, su reciente problema con el alcohol ya que la susodicha los últimos dos meses buscaba cualquier pretexto para irse a tomar. Después le platicó que al llegar allí había perdido todo contacto con su familia; pues sus padres se opusieron rotundamente a su relación con Yoona y más aún cuando se enteraron que se regresaría a vivir a L.A., junto con ella, pues tal vez…sólo tal vez sus padres lograron ver en Yoona lo que ella no: su gran egocentrismo, su mal carácter, pero sobre todo el trato hacía su hija, que por supuesto no era el mejor. Por último le platicó sobre lo único bueno que le sucedió al regresar a E.U., el reencuentro con su mejor amiga. Aunque nunca perdieron contacto, no era lo mismo sólo escuchar su voz o verla tras una pantalla de computadora que tenerla ahí…a su lado: su amiga ya no era la misma niña linda y tierna que había dejado tiempo atrás, al contrario, ya era toda una mujer al igual que ella, se había teñido el cabello de rojo pues según ésta, le daba un toque más sexy, le presentó a su novia (que por cierto ésta había atendido a Jess más de una vez en su hospital, ya que Yoona le había propinado en diferentes ocasiones, golpizas que la habían dejado gravemente herida), por su parte, ella también les presentó a Yoona pero desde el primer momento hubo cierto roce entre las chicas y Yoong.
Cuando la castaña terminó de contar su “tragedia”, Yuri no dijo una sola palabra, estaba en shock, no sabía ¿Qué decir? No podía creer que hubiera alguien tan infeliz como para tratar así a una mujer tan linda y perfecta como Jessica, así es “perfecta”, porque para ella, la castaña era simplemente eso: una mujer perfecta.
-Pero…pero ¿Por qué sigues con ella? –Por fin habló y en su voz se notaba claramente el enojo y rabia que sentía hacia la tal Yoona sin siquiera conocerla –Jessie, tu novia es…es ¡UNA IDIOTA!
-Yo…la amo –Jessica bajó su rostro, no quería encontrarse con la penetrante y furiosa mirada de la morena
-Qué…qué demo…Jessica, tú no puedes estar enamorada de una persona así –Yuri ya se había alterado de sobremanera, se había levantado de aquella banca y caminaba de un lugar a otro, tratando de encontrar alguna razón válida para el último comentario que hizo la castaña –Es claro que ella no te ama a ti, para ella…para ella, tú eres su juguete, una marioneta que hace y deshace a su antojo, Jess…ella…
-¡NO! –Gritó interrumpiendo a la pelinegra –Eso no es verdad, ella me quiere, ¡ME AMA! …yo…yo lo sé
-¿Ah sí?...pues bien, dime…ella fue una de las chicas que viste besándose frente al café, por eso saliste de esa manera, ¿No es así?
La castaña asombrada, vio a la chica que tenía enfrente, no se imaginó, mejor dicho, no noto que ella también había visto aquella escena.
-Yo…yo –No sabía qué decir
-Lo sabía, ¿Ves? Ahí tienes una prueba más de que ella no te ama –Yul volvía a enojarse, pero de inmediato se arrepintió al ver llorar a la castaña…de nuevo, era simplemente doloroso para ella verla de esa manera –Lo…lo siento, yo no debí… –Volvió a sentarse a su lado –Pero es que… –Dio un gran suspiro, no quería volver a alterarse y hablar de más –De nuevo lo siento, pero Jessie –Tomó el mentón de la chica para que la mirara de frente –Si tan sólo… –Limpió las lágrimas de la castaña –Si tan sólo te dieras cuanta que hay personas que… –La pelinegra fue acercándose peligrosamente al rostro de Jess –Que daríamos…daríamos lo que fuera por una oportunidad –Y así cortó por completo la distancia que había entre ambas y dio un delicado, tierno y exquisito beso a la castaña
Yuri espero cualquier reacción negativa por parte de la chica, pero para su sorpresa Jessica le estaba correspondiendo, así que se atrevió a hacerlo un poco más profundo, y lo genial es que Jess seguía correspondiendo. La castaña por su parte se encontraba en el cielo, disfrutando del dulce contacto con la pelinegra, pero basto una milésima de segundo para que la imagen de su novia pasara por su mente, haciendo que se apartara de inmediato de aquella chica.
-Yo…yo no…esto no… –Y sin más salió corriendo del lugar
Pero Yuri se quedó allí; ensimismada, frotando con la yema de los dedos sus labios, recordando con una gran sonrisa en su rostro lo que había sucedido hace tan sólo unos momentos, era un hecho, la pelinegra estaba perdidamente enamorada de la hermosa castaña, ¿Absurdo? Tal vez, pues sólo tenían un día…menos de un día de conocerse, pero para Yuri bastó un segundo…un simple segundo para enamorarse locamente de ella.
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-Dime Sun, ¿Te gustó el lugar que escogí para comer? –Yoona tomaba asiento tras su enorme escritorio
-Sí señorita Im, me encanto –La rubia hablaba algo sonrojada, aún se ponía muy nerviosa al estar cerca de ella
-Vamos Sunny –La castaña se levantó de su asiento y se acercó a la joven –Acabamos de pasar un buen rato juntas –La tomó por la cintura –Y aún me hablas de usted, conmigo no tienes que ser tan formal como con tu jefa, a mí me puedes hablar de tú, o ¿Acaso no te la pasaste bien en compañía mía? –Yoona hablaba cada vez más cerca del rostro de la chica
-No…no es eso…sólo que… –La rubia iba a volver a besar a la castaña pero alguien las interrumpió
-Yoona, necesito que firm… –Sooyoung vio aquella comprometedora escena
-¡Aish! A ti no te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar, ¿Verdad? –La chica se frustró al no lograr su objetivo, ella aun quería “divertirse” con la rubia
-Y a ti no te enseñaron a respetar –Soo arrugaba los papeles que traía en la mano
Sunny no entendió el último comentario por parte de su jefa, pero prefirió no meterse y agraviar las cosas.
-¡Ja! Mira quién habla de respeto, la que entra a mi oficina sin preguntar –La castaña volvió a sentarse en su cómoda silla tras el escritorio
-Sunny, ¿Nos permites? –La morena hizo un ademan con la mano para invitar a salir de allí a su secretaría, pero antes de que ésta saliera por completo, le susurró –Cuando regrese a mi oficina, te quiero esperándome a dentro, ¿Ok? –La chica no acababa de comprender por qué el enojo de su jefa, sin embargo sólo asintió e inmediatamente cerró la puerta
-Dime, ¿Qué quieres? – Yoona preguntó con indiferencia
-Que dejes en paz a Sunny –Volvía a arrugar aquellos papales en mano
-¡Ja! ¿Sí? ¿Y qué más?
-Hablo enserio Yoona, no te atrevas a jugar con Sunny o…
-¿O qué? ¿Qué vas a hacer? –La castaña también empezó a alterarse –Vas a golpearme o ¿A matarme? ¿Qué vas a hacer Sooyoung? ¿¡QUÉ!? –Gritó al fin, pero de nuevo volvió a sonreír altanera –Ya te dije, si tú no la metes a tu cama, yo sí, es más, las dos podemos divertirnos con ella, no veo el por qué pelearnos por una zo…
-¡Eres una sínica! –Sooyoung ya la tenía agarrada del cuello y con su mano derecha estaba a punto de soltar el primer golpe
-Anda, hazlo… ¿Qué esperas? ¡Hazlo! –Retaba a su amiga –Acaba con nuestra amistad por “esa” –decía seriamente
Sooyoung suspiró y contó hasta diez…no, hasta cien mentalmente, después soltó a la castaña.
-¿Cómo puedes decirte mi amiga? Si tratas de jugar con la mujer que… –La morena bajó la mirada
-La mujer que ¿Qué? ¿Que amas? ¡Por favor Soo! –Yoona empezó a reír pero de inmediato volvió a ser seria –Mujeres como esa hay muchas –Se sentó junto con su amiga en el sofá que había en su oficina –Como me dijo mi padre aquella vez, “las mujeres…
-¡Exacto! Ese es el problema contigo, que no puedes olvidar las tonterías que te dijo tu padre aquel día –La azabache volvió a mostrar su enojo y se levantó de inmediato de aquel sofá
-No son tonterías, es la verdad –Yoona se puso en el mismo estado
-¡Por favor Yoona! Él estaba en su lecho de muerte, estaba agonizando, ¡Olvídalo ya! No hagas…no cumplas todo lo que te pidió antes de morir
-Lo que me dijo jamás se me olvidará, ¡Jamás!
-Pues si haces todo lo que tu padre te pidió, lo único que conseguirás…es quedarte completamente sola –Se dirigió a la puerta –Los papeles que tienes que firmar te los mandare después –Miró dichos papeles en su mano, completamente arrugados, continuó su partida, pero antes se giró a mirar a Yoona –Y te lo repito, aléjate de Sunny o la próxima vez dejare de lado nuestra amistad y hare lo que estuve a punto de hacer hoy –Sin más, salió del lugar dejando a una muy irritada castaña