-¿Se puede doctora Kim? –Preguntaba una hermosa y alta castaña
-¿Eh?...ah, claro Minha, pasa –Taeyeon dejó entrar a la aun pasante de medicina –Dime ¿En qué te puedo servir?
-Tú sabes perfectamente en que me puedes servir –De pronto cambió su tono de voz a uno mucho más sensual
-No…no sé de qué me hablas –Se puso muy nerviosa al notar cómo la castaña se acercaba lentamente a ella
-Oh, vamos Tae –La chica se sentó en las piernas de Taeyeon –Antes la pasábamos tan bien, ¿Recuerdas? –La besó en la comisura de los labios
-¡Basta Minha! Lo de nosotras acabo hace mucho tiempo, en realidad jamás hubo nada –La rubia se quitó de encima a la “jovencita” y se puso de pie –Sólo fueron ratos de diversión y eso ya pasó
-Pero Tae… –Min la abrazó por la espalda, tomando su cintura
Sin previo aviso alguien entró a la oficina, la persona entrometida se quedó en silencio viendo la escena, hasta que pudo reaccionar.
-¡Hey Kim! –Sonrió maliciosamente – ¿Interrumpo algo?
-¿Tú que haces aquí? –Contestó con otra pregunta e inmediatamente se soltó del agarre de la castaña –Minha, ¿Nos permites?
-Claro, permiso –No muy conforme, salió
-¿Qué quieres Im? –Volvió a hablar para llamar la atención de Yoona que veía embobada el cuerpo de aquella chica que se retiraba
-Tranquila Kim, que sólo vine porque Sica me lo pidió –La castaña se sentaba frente al escritorio de Taeyeon –Ella cree que lo de la mano puede ser más delicado
-Ya le dije que no se preocupara, eso… –Señaló la mano de Yoong –No es nada –No le gustaba para nada verla a allí
-Y yo le dije lo mismo, pero ya ves… Sica siempre se preocupa de más
-De todas formas, ¿Por qué no esperaste en mi consultorio hasta que una enfermera me llamara?
-Bueno, como escuché que te encontrabas en tu oficina, decidí no esperar y venir yo misma a buscarte
-Como sea, déjame ver –Tomó la mano de Yoona y la revisó –Como dije, no es nada, la herida ya cerró y no hay ningún problema –La rubia seguía molesta –Ahora, si eso era todo…
-Sí, eso es todo –Habló igual de molesta –Ah, por cierto –La castaña sacó un billete de su cartera y lo aventó al escritorio –Eso es por la copa que rompí
-No tienes porque… –Hablaba y sonreía hipócritamente –Molestarte
-Y a mí no me gusta deberle nada a nadie –Decía en el mismo tono –Me voy, por esta absurda “consulta” perdí mi hora de comida, con permiso –Se acercaba a la puerta
-Si era tan absurda, ¿Por qué viniste? –Preguntó deteniendo la salida de la castaña
-Ya te dije que Sica insistió, y estoy segura que si no venía, ella sería capaz de pedirte a ti que fueras al departamento –Contestó con fastidio –Ah…y Kim
-¿Qué?
-El juguetito con el que te diviertes no está nada mal –Sin más, salió y cerró la puerta tras de sí
Escuchó claramente cómo algo golpeaba dicha puerta, sonrío victoriosa al saber que logró sacar de sus casillas a la rubia.
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-¡Krys espera! –Amber trataba de alcanzar a su novia que corría a toda prisa –Krys, ¡Krystal!
-¿Qué quieres? –Paró en seco y contestó realmente molesta
-Amor, nosotras vinimos a buscar a tu hermana para que le dijeras cuanto la extrañaban tú y tus padres, no para que le reprocharas nada y menos para decirle las cosas horribles que le dijiste
-Es que Amby, tú no entiendes…me duele…me duele demasiado ver así a mi hermana, ver que ella dejó de lado sus sueños, su vida por ayudar a esa tonta a lograr los suyos y que ella no haga nada por Jessie…me duele ver en lo que se ha convertido, no sé cómo puede ser tan ciega y tan ingenua para no darse cuenta de lo que realmente es su novia –Krystal hablaba molesta, triste e irritada, quería ayudar a su hermana pero no sabía cómo
-Tranquila Krys –La abrazó –Dime… ¿En realidad quieres que tú hermana deje a esa mujer?
-Sí… ¿Me ayudarías? –Vio a Amber con ojos de borreguito a medio morir
-Claro…yo pienso que eso lo debería hacer y decidir tu hermana…pero si esa tipa es como me has contado, creo que tienes todo el derecho de querer alejar a Jessica de ella
-Gracias Amby, gracias –La abrazó efusivamente
-Pero dime… ¿Cómo vamos a hacerlo?
-Mmm…tienes razón –La chica entristeció, sin embargo después de pensarlo unos segundos, volvió a sonreír – ¡Ya sé!
-¿Qué? –Preguntó curiosa
-Iremos a buscar a Tiffny
-¿Y quién es Tiffany?
-La mejor amiga de Jessie
-¿Y cómo la encontramos?
-Eso déjamelo a mí
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Una pequeña rubia se debatía en entrar o no a la oficina de su jefa, la verdad es que ésta no la necesitaba para nada, pero ella quería indagar sobre lo que pasó esa noche con la chica que salió con Soo después de cenar en aquel restaurante. La chica ya no se debatió más entre el sí y no, y dio pequeños toques a la puerta hasta que escuchó el “pase” desde el otro lado.
-Ah Sunny, dime –La azabache se veía radiante, al parecer el salir con aquella rubia le sentó muy bien
-Bueno…yo…yo –No sabía con qué justificar su entrada
-¡Hola! ¿Puedo pasar?
Y ahí estaba, la persona que menos quería ver Sunny en ese lugar, mostrando una hermosa sonrisa.
-¡Hey Hyo! Claro pasa –Contestó igual de feliz la jefa de la pequeña rubia
-Lo siento, afuera no había nadie que me diera información, así que decidí entrar –Explicó la rubia más alta
-No hay problema –Soo sonreía como tonta
-Ah pero que distraída soy, hola Su…Sunny ¿Cierto? –Saludó dudosa
-Sí, hola señorita Kim –Sonrió falsamente
-Oh vamos Sunny, yo no soy ni tu jefa, ni una empleada de aquí, así que sólo dime Hyoyeon o Hyo, como quieras –Dijo sincera
-Ok –De nuevo sonrío hipócritamente
-¿Nos permites Sun? –Habó su jefa
-Claro –Estaba más que molesta pero lo disimuló bastante bien
La rubia salió de aquella oficina echando humos, aunque debía reconocer que gracias a la llegada de Hyo no tuvo que dar explicaciones a Sooyoung de por qué entró. Mientras que ella se iba a seguir trabajando, Soo se encontraba averiguando el por qué de la repentina llegada de Hyoyeon.
-Y dime Hyo, ¿A qué se debe tu honorable visita? –Bromeó un poco
-No hubiera venido hasta aquí si tú me hubieras contestado alguna de las tantas llamadas que te hice –Mientras hablaba se acercaba seductoramente
-Lo…lo siento –La azabache se puso bastante nerviosa y más al ver la mini falda que portaba la rubia, dejando ver sus bien torneadas piernas –Te…tenía mucho trabajo
-¿Ah sí? –Preguntaba al oído –Era eso o…tal vez por lo que pasó la otra noche
La azabache sintió un escalofrío pasar por todo su cuerpo al recordar la pasional noche que tuvo con Hyo, la rubia de pronto se apartó.
-Tranquila Soo, si para ti fue cosa de una sola noche… –Decía mientras veía a los ojos a Sooyoung y trataba de hacerse la fuerte aunque por dentro su pecho dolía, y mucho –No importa, yo enti… –Fue interrumpida por el beso que le dio la azabache
-Para mí no fue cosa de una noche –Dijo con sinceridad –Lo siento, la verdad si me sentí algo confundida, pero créeme, yo en ningún momento trate de jugar contigo –Tomó las manos de la rubia y depositó un beso en cada una –Me crees ¿Verdad?
-Te creo –Puso sus manos alrededor del cuello de Soo y la besó
-Entonces no se diga más…Hyo, ¿Saldrías oficialmente conmigo?
-Pero Soo, yo…recuerda que estoy aquí sólo por…
-Sí, lo sé –Interrumpió –Estas aquí por una temporada, pero qué más da, dejemos que el tiempo pase y que sea él el que decida, ¿Te parece?
-OK –La rubia no dijo más y volvió a unir sus labios con los de la azabache
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Cuando Yuri estaba a punto de tocar la puerta de aquel departamento, notó que estaba entreabierta, inmediatamente se alteró imaginando que tal vez alguien le había hecho algo a su…a la castaña, entró con demasiada cautela, poniéndose en alerta para atacar a cualquier persona que saliera de cualquier lugar que no fuera Jess, o Yoona por supuesto. Buscó por todos lados y no encontró nada, ni a nadie hasta que se topó con otra puerta entreabierta y…ahí estaba…su bella durmiente descansaba pacíficamente, despacio y sin hacer ruido entró en la habitación, ya estando frente a la cama, se arrodilló teniendo sumamente cerca a la castaña, pronto notó que los ojos de ésta estaban hinchados como si hubiera llorado por mucho rato, inconscientemente llevó su mano hasta el rostro de la bella durmiente y comenzó a acariciarlo, poco a poco la joven comenzó a despertar al sentir aquel tacto.
-¿Yul? –Habló algo adormilada y con los ojos entreabiertos –Yuri… ¡Yuri! –Dio un pequeño brinco al ver allí a la pelinegra, mientras ésta sólo le sonreía lindamente –Que… ¿Qué haces aquí?
-Yo…yo –Cuando la pelinegra reaccionó, no supo qué decir, no quería que la castaña pensara que era una pervertida al entrar a su habitación para verla dormir, aunque…eso no sería pervertido ¿O sí? –Vi la puerta del departamento entreabierta y me alarmé, pensé que algo malo te había pasado –Explicó rápido
-Oh…sí, ya recuerdo, olvidé cerrarla –Quería volver a llorar al recordar lo que pasó con su hermana
-Jessie, ¿Estás bien? –Notó la tristeza en sus ojos
-Sí…estoy…bien –No quería preocupar a la pelinegra con tonterías –Mejor dime ¿Cómo te fue en la conferencia? –Trató de cambiar el tema
-Vamos Jess, me estas mintiendo, dime ¿Qué pasa? –Se sentó en la cama al lado de la chica
-Hoy…hoy vino mi hermana –Hizo una pausa
-Pero… ¿Cómo?...tú me dijiste que no veías a tu familia desde hace cuatro años, que ni siquiera sabían dónde estabas
-Sí, pero al parecer mi hermana y su novia se las ingeniaron para encontrarme –Decía ya con unas lágrimas corriendo por su rostro
-Pero eso es bueno ¿No? Por fin pudiste volver a ver a tu hermana –Se alegraba por la castaña
-Sí, pero…
-Pero ¿Qué? –Se angustió al ver su rostro
-Cuando estuvo aquí me dijo lo que me vienen diciendo por años mis amigos, mis padres y todo el mundo, hasta…hasta tú –Agachó la mirada –Me dijo que Yoona es una egocéntrica, narcisista, que por la única persona por la que se preocupa es por ella misma, que no entendía todos los sacrificios que yo había hecho por ella y que ésta no hiciera lo mismo por mí, que yo…yo…era la sombra de Yoona –Por fin terminó de hablar para después llorar en los brazos de Yuri
-Tranquila, no llores –Acariciaba el cabello de la castaña y la abrazaba fuertemente –Estoy segura de que tu hermana no quiso decir esas cosas, tal vez sólo se enojó demasiado y por eso…dijo eso
¿Tú crees? –Preguntó como una niña pequeña
-Estoy segura –Sonrío
-Gracias Yul…tú siempre logras hacer que me siente mejor –Limpió sus propias lágrimas y besó la mejilla de la pelinegra
Yuri sonrió, se quedó mirando y acariciando por unos segundos el rostro de Jessica.
-Y si tú quisieras…podría hacerte sentir…mucho más cosas –Después de eso, no dudo más y la besó
Jess de nuevo no supo qué hacer, se paralizó, pero al pasar los segundos respondió el beso, poco a poco éste se fue intensificando, la morena dejó de besarla en los labios y pasó a su delgado y largo cuello, lo que provocó que la castaña soltara pequeños gemidos.
-Esto…esto está…mal Yuri –Hablaba entrecortadamente –De…debemos parar –Los besos de la pelinegra la estremecían cada vez más
-¿Tú…quieres…parar? –Yul no dejaba de besarla y empezaba a deshacerse de la blusa blanca de la castaña
-Yo…