Primeras pruebas… ¿De amor?
Todo el mundo notó el cambio en la actitud de los hijos del Hokage cuando volvieron de su misión en el país de las olas, así como también el que pasaran gran parte del día con los hijos de la cabeza de la familia Uchiha, algo que obviamente tenía completamente harto a Sesshomaru.
-Amor, los chicos son felices así -le dijo Minato, tratando de aguantar la risa, por lo hilarante de la situación.
Sesshomaru fulminaba con la miraba a Sasuke por la ventana de la casa, mientras este le decía no se que cosas al oído a Naruto, algo que hacia reír mucho a su hijo. Por otro lado, Itachi estaba “entrenando” con Inuyasha.
-Ese pequeño bastardo va a quedarse sin manos si sigue así -dijo con voz, peligrosamente amenazante.
-Están entrenando, Se-chan.
-No creo que sea necesario que este tras su espalda para que lance shuriken. Además, Inuyasha es un excelente tirador.
-Y no lo pongo en duda, pero es bueno que aprenda de sus superiores.
-El Uchiha no es superior a él.
-Sí, sí lo es. Y si quieres que deje de serlo, tienes que dejar que aprenda.
Sesshomaru se volteo y miro a su esposo fijamente.
-Lo que tú eres, es un alcahuete.
-Amor, me hieres con tus palabras -dijo fingiendo dolor-, además -le dijo acercándose- el que ellos estén tan entretenidos nos da más tiempo a solas.
-Aleja tus manos de mí, Minato -le dijo volteándose-. No me gusta el rumbo que están tomando las cosas y si tú no eres capaz de detenerles…
-No intervengas en esto, Se-chan -le pidió atrayéndolo contra su cuerpo, muy al “supuesto” malestar de su pareja-. Si los chicos se llevan bien con los Uchiha, no le veo nada de malo a que los vengan a ver… -se quedó callado ante la mirada de su esposo- ¿Qué?
-Eres un maldito alcahuete.
Minato sonrió de lado al ver entrar a su esposo a la casa, estaba tan enojado con su actitud, que olvido el que los chicos estuvieran con los Uchiha en el jardín. Se puso de pie cuando vio a uno de los chicos hacer algo que quizás le daría problemas si es que Sesshomaru los veía desde la casa.
-Cuida tus manos, Uchiha Sasuke -le dijo pellizcando la mano del menos que estaba en la cintura de su hijo, al tiempo en que le atraía -. El que les permita venir a verlos, no les da permiso para tocarlos.
-Padre -las mejillas de Naruto estaban encendidas-. Déjanos en paz un rato.
-Oh, no, claro que no. Tú papá debe estar vigilando desde algún lugar de la casa y no quiero ser el receptor de sus reproches al permitir que los chicos se pasen de listos.
Como era de esperar, nadie objetó ante la mención de Sesshomaru, era lógico los chicos le tenían respeto -y algo de temor- por lo que prefirieron separarse un poco.
***
Las semanas pasaron rápidamente y de un momento a otro ya estaban dando las primeras pruebas para convertirse en chunnin. Como era de esperarse, el equipo compuesto por Naruto, Inuyasha, Sasuke y Sakura, superó con éxito el primer examen. Claro, a ellos no se les podría amedrentar más de lo que lo hacia el mismo Sesshomaru, por lo que el examen de Ibiki no les dio mayores dificultades. Luego vino el de Anko, claro que en este Sesshomaru si que se negó rotundamente a que los chicos se quedaran por cinco días en un lugar tan peligroso como lo era el bosque prohibido, por lo que puso su propia regla, o él iba con ellos y los vigilaba desde la distancia, o los chicos no iban a participar. Como era de esperarse, Minato intervino y hubo un momento en que se puso furibundo, pero el poder de persuasión de Sesshomaru fue aun mayor. Él sabía que algo iría mal y no permitiría que estuvieran solos. Minato aceptó el que fuera, pero tenía que mantenerse alejado y no intervenir en nada a no ser que se encontraran en peligro de muerte. Los chicos no entendían. ¿Cómo se convertirían en ninjas, si su papá los cuidaba como si fueran niños?
***
Los chicos nunca supieron el peligro en que se encontraron cuando un ninja trató de atacarlos. Sus vibras eran tan negativas que Sesshomaru le buscó antes de que se acercara a sus hijos y sus dos compañeros.
-¿Así que tú eres la esposa del Hokage? -Dijo una voz burlona desde alguna parte del bosque- ¿Qué pretendes estando aquí?
-Que no llegues a mis hijos -dijo cerrando los ojos, para poder escuchar de donde venía la voz y poder encontrarlo.
-No eres un chiquillo cualquiera, verdad. Eres un demonio. -Le dijo seguro, sin un mínimo atisbo de duda.
-Lo soy, y no podrás acercarte a mis hijos.
-No voy tras tus mocosos. Sino tras el Uchiha. -se rió en su cara.
-Es lo mismo -dijo viendo a un punto fijo. Lo había encontrado-. Aléjate o morirás.
-Que violento -le dijo riendo-. Me alejaré por ahora, pero Sasuke Uchiha vendrá conmigo.
Sesshomaru sintió como se alejaba y pudo analizar mejor las cosas. Ese ser o persona o lo que sea, iba tras el mocoso de Naruto. Si iba por él, estaba seguro que su hijo iría a vengarlo. Por lo que tendría que informar a su marido de eso. Tenían que saber a que enfrentarse.
***
Los chicos llegaron a la pelea final sin problemas, habían peleado contra sus propios amigos y chicos de otras aldeas.
Naruto estaba completamente enojado con Sasuke.
-¿De verdad no volverás a hablarme? -Le preguntó el moreno, llegando a su lado luego de que terminara su entrenamiento con Kakashi.
-Tengo que ir a entrenar o mi papá se enojará conmigo -dijo sin mirarle a la cara, pero antes de que pudiera avanzar, Sasuke le sostuvo del brazo-. Suéltame.
-No -dijo serió y poniéndose de pie- ¿Por qué eres tan infantil?
-¿Disculpa? Ese maldito mapache se te tira encima y me lanza lejos, y tú feliz de la vida dejándote abrazar, ¿Y yo soy infantil?
-Sí -dijo divertido. Le encantaba cuando Naruto actuaba de manera tan celosa-. Gaara es mi amigo. Lo fue todos estos años que estaba en Suna.
-¿Sólo tu amigo?
-¿De verdad estas celoso? -Mala pregunta, tuvo que agacharse para que la patada que mandó Naruto no le alcanzara, pero como no lo soltó en ningún momento, pudo abrazarlo contra su cuerpo- Lo siento, fue mala idea decir eso.
-Sí. Ahora suéltame -le dijo molesto. Increíblemente, más que antes.
-Naruto, si volví fue por mi familia, pero también por ti. No creé nunca ningún lazo con nadie, más fuerte que el que tengo contigo -como se imaginó, eso bastó para que el rubio dejara de forcejear y escuchara sus palabras- ¿Me crees cuando te digo que tú eres lo más importante?
Naruto era impulsivo, pero le gustaba cuando Sasuke le hablaba de esa manera dulce y calmada. Asintió ante las palabras de su amigovio -nada definido aun por parte de ninguno de los dos-. Fue cuando Sasuke descendió su rostro y le dio un sutil beso en los labios. Algo superficial y prometedor. Naruto no necesitó nada más. Confiaría en Sasuke, para que en un futuro muy próximo, poder escuchar palabras de amor de ese chico.
-Parece que tu hermano es más rápido que tú -la voz cargada de resentimiento por parte de su protegido, le dijo a Itachi que no fue la mejor idea ir con Inuyasha a espiar a sus hermanos.
-Inuyasha -su voz sonó cansada, pero cuando se giró para hablar con el chico, este ya había saltado del árbol donde se encontraban y caminaba en dirección a su casa. Tendría que advertirle a su hermano que no se adelante a los hechos. El amaba a Inuyasha, quizás desde el momento en que le conoció cuando era apenas un bebé, pero ahora tenía 18 años ya, e Inuyasha sólo tenía 13 años. Claro, su hermano no tenía ese tipo de problemas con Naruto. Aun los dos eran unos niños. Se bajó del árbol y corrió para encontrara a Inuyasha antes de que entrara a su casa. Como era de esperarse, cuando llegó el demonio estaba más que furioso y no se detuvo cuando lo llamó-. Espera un segundo, por favor.
-No quiero hablar ahora, Itachi. -le dijo, más dolido que enojado.
-Entiéndeme, chiquito. Soy mayor de edad, y tú sólo tienes…
-Tengo 13, claro que eres mayor que yo -le dijo ahora enojado, mirándolo a la cara- ¿Entonces qué? ¿Tengo que esperar cinco años más para que reciba un beso? ¿O simplemente tengo que empezar a ver más gente?
Itachi no dijo nada. Obviamente no soportaría ver a Inuyasha saliendo con alguien, mucho menos que ese alguien le de su primer beso.
Lo que no esperó es que se acercara a abrazarlo y apoyar su cara en su pecho.
-¿Podrás aguantar cinco años sin ponerme un dedo encima? -Le dijo abrazándolo fuertemente- ¿Podrás ver que me vaya con otro?
-No puedo verte cerca de tu propio hermano -le dijo correspondiendo al abrazo.
-¿Entonces?
-Te amo, sé que lo sabes, pero tengo que decírtelo. Aun así, no puedo hacer nada de lo que piensas.
-No pretendo que tengamos sexo. Tengo trece años, y como lo dijiste soy un chico aun. Pero es importante para mí saber que soy tuyo y tú eres mío.
-¿Entonces que quieres de mí? ¿Qué quieres para saber que esperaré el tiempo que sea necesario para que estemos juntos, y que tus padres nos permitan casarnos?
-Wow, eso ya esta fuera de discusión, chicos.
Los dos se giraron para notar a Minato y Sesshomaru en la entrada de la casa. Como era lógico, los colores se le subieron al rostro a los dos, pero se las arreglaron para separarse lo menos brusco posible.
-Hokage-sama, Sesshomaru-sama -les saludo el mayor.
-No hace faltan tanta zalamería en este momento, Uchiha -le dijo Sesshomaru.
-Sé que se aman, pero como dijo Inu-chan, aun es un niño -dijo el Hokage divertido por la reacción de los menores -, pero si pasa los exámenes para convertirse en chunnin…
-Minato -le amenazó su esposo-, retira enseguida lo que estas empezando a decir.
-Pero si pasa el examen será mayor de edad, ya sólo se tendrían que esperar por un par de años para avanzar un poco más en su relación. Y eso es más que nada por el cuerpo en desarrollo de Inu-chan.
Inuyasha estaba completamente rojo, pero sentía que su vida era maravillosa y se volteó para abrazar a Itachi.
-Entonces mi premio al ganar la competencia...
-Será tu primer beso -le completó Itachi, sintiéndose mucho más aliviado.
El que no lo pasaría para nada bien era Minato, que ya sentía la mirada fulminante de su esposo sobre sí.
TBC...