Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dame tu amor y otra oportunidad por Majo Walles

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Comenzando con las estrategias

 

 

Minato tenía todo listo para tramitar la adopción de Inuyasha, pero aun no quería poner el proceso en marcha, no hasta poder convencer a Sesshomaru de que fuera su pareja por todas las leyes y ante los jueces. En resumidas cuentas, quería desposar a Sesshomaru antes de adoptar a Inuyasha y así sus hijos pasaban automáticamente a ser hijos de Sesshomaru también.

Tenía completamente claro que sería la cosa más difícil que existía en el mundo, pero los niños estaban tan acostumbrados a ellos dos que creía imposible, que al crecer los niños, no los vieran como una pareja y sus padres ¿Por qué mejor no arreglar eso desde ahora?

Había estado hablando con sus alumnos. Kakashi y Rin le aconsejaron que se fuera con cuidado. La chica había estado conociendo más a Sesshomaru, al haber tenido la autorización del peli-blanco para ser la pediatra de los bebés. Por lo que ahora conocía un poco más el carácter explosivo al que se sometería su sensei si hacía una mala jugada. Kakashi había estado desde el principio en presencia del joven y sabía de su temperamento.

Minato se sintió perdido, pero fue su sensei, Jiraiya quien le dio el mejor consejo de todos.

-Minato, siempre los padres utilizan la misma técnica.

-No sé, no estoy seguro de que resulte con Se-chan.

Se dejó caer en la barra, resignado. Le había dicho a Sesshomaru que acompañaría a su sensei en una incursión nocturna, por lo que lo fue a dejar a casa y cuando los niños estuvieron dormidos él salió, prometiéndole no demorarse.

Ahora ambos se encontraban en Ichiraku. Tratando de encontrar la manera de convencer a Sesshomaru para decir “Sí”

-Es  sabido que los niños son capaces de lo que sea.

-Pero estaría utilizando a mis hijos, no creo que eso le guste mucho a Se-chan.

-Míralo desde este punto. Tu “Se-chan” adora a los mocosos y aunque re-jure que él no ama a nadie y todas las frivolidades que dice, se derrite cada vez que esos dos abren sus ojos para mirarlo.

-Sí.

-¡Por Kami-sama! Quita esa cara de baboso.

-Va~, tú estas celoso de que yo tengo alguien a quien amar. Apropósito ¿Cuándo vas a sentar cabeza?

-Eso queda para ti, mi queridísimo pupilo. Yo soy un alma libre que disfruta de los privilegios que me da la vida.

-Sí, claro.

-Ya, dejemos eso. Y no te preocupes, que yo te ayudaré a convencer a ese mocoso para que acepte ser la “madre” de tus hijos.

Minato sólo negó con la cabeza, mientras sonreía. Su sensei nunca cambiaría.

 

 

Pasó cerca de una semana, en que Minato se dedicó de a poco a lavarles el cerebro a los bebés mientras Sesshomaru estaba distraído mirando algunos de los reportes que traían los ninjas.

Habían decidido que Sesshomaru lo ayudaría también y así no se le haría tan pesado al rubio, el tener que lidiar con sus deberes de Hokage y el cuidado de los bebés, sólo clasificaba las misiones, que a su parecer iban mejor con las mediocres habilidades de los ninjas al mando de su amante.

Los niños por fin cumplieron nueve meses de vida y Minato creyó que a era hora de poner su plan en marcha.

-Se-chan -Llamó al menor que estaba leyendo uno de los reportes en el sofá.

Sesshomaru levantó la mirada y vio como su pareja ponía a Inuyasha en el suelo y este empezaba a avanzar hacia él a punta de gateo. Sesshomaru dejó el reporte a un lado y miró fijamente a su hermano que se iba acercando a él y reía en el proceso. Vio como también ponía a Naruto en el suelo y este repetía los movimientos torpes del bebé. Instintivamente se agachó para quedar a la altura de los niños y que para ellos fuera más fácil alcanzarlo.

-Bien, sigan así.

Los alentaba Minato, mirando cada una de las reacciones que tenía su pareja.

Los bebés finalmente llegaron a su meta, los brazos de Sesshomaru.

-Humm. Así que ya quieres caminar -les dijo mirando como ambos trataban de agarrar su cabello y alejó sus manitas atrapándolas con las suyas-. No, ya les dije que no.

Ambos bebés miraban el cabello largo de Sesshomaru y como se movía con el viento que entraba por una de las ventanas.

-P…

Sesshomaru abrió los ojos al ver como Naruto trataba de hablar y lo miraba con una sonrisa.

-¿Qué quieres decir, Naruto?

-Prra

Minato miraba divertido y ansioso la escena, sólo le faltaba un poquito.

-Paprrr

-¿Tú también quieres hablar, Inuyasha?

Los bebés hacían gestos y balbuceaban, hasta que Naruto por fin lo soltó completo.

-¡Papá! -Chilló divertido y Sesshomaru se quedó en blanco.

-Papá -dijo esta vez Inuyasha llamando la atención de su hermano que miraba a ambos, sin ser consiente de que había retenido la respiración.

Minato sonreía de lado al ver el estado de shock en que había quedado su pareja. De pronto, Sesshomaru se puso de pie rápidamente y se alejó unos pasos de los bebés, que si bien se habían sorprendido por el brusco movimiento del joven, gatearon nuevamente a su encuentro. Sesshomaru no sabía realmente que es lo que estaba pasando ahí, pero de pronto miró a su pareja que apenas y podía aguantar la risa.

-¿Fue idea tuya, cierto?

-No, ¿Cómo se te ocurre? Los niños sólo expresan lo que sienten.

Sesshomaru angostó los ojos y suspiró resignado, entendiendo por donde quería ir Minato.

-Esto es imposible, Minato.

-¿Por qué?

-Por que Inuyasha es mi hermano, no mi hijo. Y Naruto es tu hijo, tampoco es mío.

-Ah, pero eso se puede solucionar tal cual lo haré yo.

-Lo tenías todo planeado ¿Verdad?

Sesshomaru se agachó y tomó a ambos bebés en brazos que chillaron alegres al conseguir su objetivo, un mechón de cabello del joven.

-No puedo negarlo -le dijo acercándose a sus amores y rodear a su amante por la cintura-, cásate conmigo, Se-chan… y sé el papá de mis hijos.

Sesshomaru suspiró ¿Cuántas posibilidades había de que tres hombres (los bebés son niños, pero aun así son hombres) te miren con ojitos llorosos en una petición de matrimonio en la cual se va a enlazar de por vida a ellos tres? Bien la respuesta era clara, sólo a él le podía pasar eso.

-Bien, Minato, me casaré contigo.

Y Minato no pudo ser más feliz.

 

Continuará...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).