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Bizarro. por cristinita9509

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Notas del capitulo:

Hola, lamento la tardanza pero me distraje viendo suculencias bien sabrosongas. Espero les guste, puse algo asi como lemon xD

Bueno :v lean

La brisa nocturna entraba por la ventana de la habitación del pelinegro.


Su cabellera dejaba caer unas cuantas gotas de agua, acababa de darse un baño con su pequeño hermano. El resto del día se dedico a leer los libros que la peli azul le había proporcionado más temprano, alejando durante un rato los pensamientos sobre el de piel verdosa.


-"¿Se habrá enojado por mi reacción?"- se sentó a la orilla de la cama, tenía calor por lo que su torso se encontraba descubierto, llevando únicamente encima unos boxers holgados. 


Suspiraba al pensar en el namekiano, incluso pensaba que sus celos estaban siendo demasiados, después de todo, hasta ahora Dende se había comportado como un buen amigo.
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-Gracias por la ayuda que me dio. Fue muy amable al quedarse aquí. - Dende le dedicaba una pequeña sonrisa a Piccolo, pero éste no respondía el gesto de la misma forma, se notaba afligido.


-No es nada, saldré un rato.- el mayor se acercó a la orilla para disponerse a irse, pero el menor lo tomó de la capa.


-Pero, ya es tarde. Mejor quédese aquí y mañana sale a hacer lo que tenga que hacer. - el joven intentaba persuadirlo, sabía bien las intenciones de Piccolo y no quería, definitivamente no queria que viese a Gohan.


-Lo siento, Dende. En verdad necesito ir ahora.


-Pero...no quiero quedarme sólo.- un chantaje serviría, eso pensaba.


-No estás sólo. No soy el único aquí, también está Mr. Popo, el te proporciona cuidado yo sólo soy de ayuda en ocasiones.


-Por favor.- sus ojos de nuevo se humedecían llegando a derramar un par de lagrimas que rodearon sus mejillas.


-¿Qué te sucede exactamente, Dende?


El mayor dejó de estar en la orilla, y el más joven soltó su capa. No sabía que responder ante esa pregunta.


-Yo...es que yo...sólo no quiero que me deje sólo. - sus lágrimas iban lentas, caían gruesas al suelo.


-Yo no te estoy dejando sólo. Pero tampoco puedo estar todo el tiempo contigo. Se que cuando te despegaste de tus seres queridos pudo ser difícil y que los extrañes. Tal vez me veas como lo más cercano a ellos.


-"¿Un remplazo de ellos?"- el joven no sabia que estaba pensando, su cabeza era un caos en estos instantes. Si, era cierto, de algún modo extrañaba a sus amigos en aquel planeta, pero ¿Estaba viendo a Piccolo como un remplazo de ese cariño que le hacía falta?


-Escucha Dende. Regresaré en la mañana, quiero que medites y trates de poner tus ideas en claro, tampoco me gustaría verte tan afligido todo el tiempo.


-Señor Pi....- muy tarde, sus palabras quedaron en el aire, Piccolo ya había salido volando de ese lugar para ir a una dirección fija, con Gohan.


No estaba pensando en claro, simplemente quería ver el rostro del joven y ver si seguía enojado, lo había rechazado pero debía explicarle, no, no debía pero quería hacerlo. De no se así, sentía que arruinaría todo.


Por otro lado, Gohan ya estaba con sus ojos cerrados en un vago intento de conciliar el sueño, pero no podía, la noche se le haría larga, al menos eso pensaba ya que no hallaba que hacer para dormir.
Su cabeza comenzaba a doler y sus ojos ardían pero cerrarlos no funcionaba.


-"Esta presencia" - se sentó de golpe a la orilla de su cama, quedando un poco aturdido por lo rápido que lo hiso, miró hacia la ventana y sus ojos brillaron al ver esa figura que era iluminada por la luz de las estrellas. - Señor...Piccolo.


-Gohan, yo...- no continuó, fue abalanzado hacia dentro de la habitación y abrazado de inmediato por los brazos del joven que se estrujaba contra él.


-Perdóneme por reaccionar así, se que exageré. Usted estaba ocupado y yo no actué de la mejor manera. Por favor perdóneme.


-No.- Gohan se asustó por esa respuesta, pero se sorprendió al escuchar el resto.- Tú perdóname a mi, Gohan. Yo si quería estar contigo pero es que me preocupe por Dende, él ha estado actuando raro y me puse a pensar en él y a tratar de ayudarlo.


-"Ya veo. Sólo estaba ayudándolo y yo aquí de celoso. De verdad me hace falta madurar y no dejarme llevar por mis pensamientos."


El pelinegro no le dio más vueltas a las cosas y se dispuso a alcanzar los labios del mayor con los suyos, dándole un beso tierno y casto, transmitiendo así sus sentimientos.


-No tiene ninguna culpa señor Piccolo, mejor dejemos eso en el olvido. - nuevamente invadió sus labios, pero con un beso más demandante, masajeándose contra la boca del otro que aceptaba placenteramente.


Sus ojos se cerraban disfrutando de cada roce que sus bocas se daban. El menor se sonrojaba, le gustaba ese tacto, demasiado.


Sus pasos eran torpes y con sigilo llegaron al borde de la cama, pero el mayor al darse cuenta de esto, se separó.


-Gohan, no creo que sea adecuado hacer estas cosas aquí.


-No debe preocuparse por eso, estamos en mi habitación y está cerrada con seguro. Además mi madre esta con Goten durmiendo en su cuarto.- sus palabras salían a prisa, su cuerpo ya se había empezado a calentar con aquel beso y ansiaba más, después de todo es un adolescente y sus hormonas se alborotaban fácilmente.


-¿Estás seguro? Podemos vernos mañana y...- no hubo más palabras, Gohan invadió de nuevo esos suaves labios, transmitiendo la seguridad con la cual se encontraba en ese momento.


Piccolo no lo pensó más, no podía engañarse, también deseaba tocar al pelinegro y sentir el calor de su cuerpo. Sus besos se hacían más demandantes, la lengua del menor pasaba delineando la comisura de los labios de su maestro, dándole éste paso para que invadiese su cavidad bucal.


Sus lenguas causaban cosquilleos al juntarse, resbalaban lentamente, saboreando al contrario. Las mejillas del menor ardían y una mano del de piel verdosa se posaba en la espalda de Gohan, bajando hasta tocar su coxis.


Esas caricias los sofocaban, cada tacto aunque placentero era una tortura. El menor se separo un momento de aquel ya fogoso beso y retiró la capa del namekiano, estorbaba y no vio problemas al quitársela.


Piccolo se dejó, el calor en su cuerpo ya estaba agitándolo, las frías manos de Gohan dejaban marca por su espalda, el beso no quería parar, el sonido que salia de sus bocas los estaba excitado.


El menor tomó iniciativa y giro para dejar la espalda de su maestro del lado de la cama y tumbarlo con suavidad para así quedar encima de él.


Su cuerpo se pegaba al del mayor, el de piel verdosa pasaba entre sus dedos aquellas hebras negras del menor, Gohan por su parte paseaba sus manos tratando de quitar esa cinta estorbosa y la prenda de arriba que tenía su maestro.


Poco a poco fue despojando aquella tela, sus labios se despegaron de los de su amante y se posaron en el cuello del mayor, esa calidez ajena a la suya era de alguna forma deliciosa para Piccolo.
Sentir como esa lengua se paseaba sobre la extinción de su cuello llegando a la clavícula lo estaba sacando de toda cordura que le quedaba.


Ahogaba los suspiros, no quería emitir algún ruido y despertar a quienes dormían pacíficamente.


Poco a poco Gohan continuaba bajando, besando aquel pecho y abdomen de forma dulce y lenta, lo admiraba, en verdad admiraba el cuerpo de su mentor. Deseaba crecer más y poder competir con ese cuerpo.


El joven sentía la presión que su ropa interior le daba, su erección estaba bien levantada y humedecía la prenda, pero no se la quitó, no aún.  Quería terminar de quitar la ropa del mayor, llegando a la parte inferior y bajando el resto de la ropa que le quedaba dejando su desnudez al descubierto.


Esa piel era suave, se pensaría que era áspera pero no; el pelinegro pasaba sus manos sobre las pierna que reposaban sobre la cama, arrugando las sábanas. El espacio era reducido pero no les importaba, la calentura en su cuerpo era más.


Vio ese miembro palpitar, su curiosidad pudo más y lo tomó entre sus manos, acariciándolo, causándole un escalofrío al mayor por el tacto repentino del vaivén que Gohan daba.


Su cadera se retenía para no moverla bruscamente ante las sensaciones que experimentaba, el joven continuaba moviendo sus manos de forma tortuosa, llenando sus dedos de una viscosidad que empezaba a invadir el miembro del mayor. Su propio sexo comenzaba a doler ante los sonidos que causaba esa masturbación que le daba a su maestro.


Se detuvo, causando un ligero gruñido por parte del mayor, que, a pesar de no estar aún de acuerdo con aquel acto, lo estaba disfrutando.

El pelinegro ya no aguantaba, retiro su ropa interior dejando ver ese miembro hinchado en busca de atención, dejaba salir liquido pre seminal, la punta estaba rojiza y brillante.

Piccolo se sentó y lo miró, el rostro de Gohan desbordaba excitación, sus manos lo tocaron, logrando que el joven jadeara gustoso, imitaba los movimientos que Gohan le proporcionó hace unos instantes.


Esos sonidos lujuriosos entraban bien en el oído del mayor, no se detenía, el chapoteo de los fluidos en su mano aumentaba pues Gohan estaba cada vez mas mojado, sentía el cosquilleo recorrer su cuerpo, se sentía tan bien, pero no quería terminar de esa forma por lo que retiro suavemente las manos del mayor.


Se inclinó hacia delante y lo beso mientras volvía a acomodarlo bajo suyo, una de sus manos se encaminaba a la parte baja del mayor aún con esos fluidos en los dedos y rodeaba delicadeza aquella entrada estrecha .


Los besos no se detenían y un dedo se adentraba a la cavidad del mayor, lento, salía y entraba tratando de facilitar el resbalo. Poco después el segundo dedo se adentró, imitando un movimiento de tijeras, dilatando aquel lugar, no le gustaba la idea de dañarlo.


Sus dedos se retiraron y acomodó las piernas del mayor alrededor de su cadera para que la rodeara. Las manos del de piel verdosa se posaron en los hombros del mayor, una de sus manos bajaba con lentitud acariciando la espalda del adolescente mientras él comenzaba a adentrarse, uniendo sus cuerpos, siendo una sola carne.


Apretaba su quijada, no permitía que ruido alguno saliese de su boca, sus uñas se enterraban un poco en la piel del menor, mientras éste jadeaba pesadamente al sentir el calor aprisionando su órgano sexual. No se movía, memorizaba esa sensación, sentirse unido con el namekiano le causaba una calidez interior, era tan pacífico.


Piccolo lo vio, su rostro con algunas gotas de sudor que causaban que la cabellera se le pegara a la frente; hermoso, realmente le parecía hermoso. Ese ser de mirada inocente, podía asegurar que los ángeles existían, ya que el fue su ángel, lo saco de ese cascarón frío y lo adopto con su dulzura y calidez.


Lo abrazó con fuerza, moviendo su cadera en señal de que quería más, Gohan comprendió  y empezó con ligeras estocadas. Eran marcadas y pautadas; el calor, a pesar de tener la ventana abierta, invadía la habitación.


Sus jadeos roncos se ahogaban en la boca del otro, sus cuerpos se perlaban con el sudor y el sonido de sus pieles chocando llegaba a sus oídos.  La pequeña cama rechinaba con cada estocada, la mano derecha del pelinegro tomó con firmeza el miembro del namekiano, estimulándolo al tiempo que daba las estocadas.


El respirar de ambos se hacía irregular, sus pieles ardían, como si el mismo sol los estuviese alumbrando en el verano.


Ninguno queria que esa unión terminase, querían seguir siendo uno. Gohan movían con más velocidad su cadera y la mano con que tocaba al mayor.
Piccolo enredaba una mano en la cabellera húmeda del joven, el sudor los estaba invadiendo demasiado y comenzaban a sentir un poco las asfixia, pero eso no les importaba, lo que realmente les interesaba era el otro.


Sin querer, el menor dejó salir un jadeo ronco que retumbó en la habitación, no pudo resistirlo, su clímax estaba llegando y su semilla invadió el interior de su mentor. Su mano continuaba moviéndose, se inclinó hacia el frente, acercándose al rostro del namekiano y antes de proporcionarle un beso le susurró al oído.


-Realmente lo quiero, señor Piccolo. - con eso sus labios sellaron los del mayor, al mismo tiempo que su cuerpo expulsaba ese líquido blancuzco, manchando ambos cuerpos.
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-¿Mnn?


-¿Qué sucede Vegeta?


-Nada, es sueño.- el príncipe apagó las luces de la habitación, había sentido las presencias de ciertas personas juntas. - "¿Podría ser que esos dos...?"

Notas finales:

Ay siento que me quedo del asco el lemon xD pero es que no se, falta de inspiración??? Quizá, bueno espero que no haya quedado tan horrible. :3 si, Dende no siente amor hacia Piccolo, sólo extraña a su raza :v amigos y cosas así y cuando se entero denla relación de Piccolo y Gohan. Bam, que se siente traicionado :v pero nones amors, sólo estaba confundido el chavo. e_e Vegeta investigara, será el detective Vegeta(??? xD bueno veremos con que tontería salgo en el siguiente cap. :v ahora si les digo que no sé si actualizare otra vez esta semana, todo depende si termino las otras actualizaciones y si me llega la inspiración.

Bueno, espero me digan que tal les pareció, no me tiren tomates podridos que esos no sirven para la ensalada.

Nos leemos


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