Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hombre por Hacchiko

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hi, sweeties♥!

 

Ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización. (Mucho tiempo).

 

Este especial lo tenía planeado desde hace mucho, mucho tiempo por una trama que se me ocurrió uno o dos capítulos atrás, sin embargo, por ciertas cuestiones, lo pospuse, y al ocurrir lo de Jong Hyun… digamos que no me sentía preparada para enfrentar esto. Sin embargo, los meses pasaron, mis manos se arrugaron y al reflexionar decidí publicarlo como un pequeño tributo y reto personal.

 

Una enorme disculpa por toda esta ausencia, ahora sí de verdad estoy re-leyendo mis proyectos para ver cómo continuarlos (y sí, me refiero al único que queda en proceso).

 

Muchas gracias a quienes comentaron y leyeron. Espero que este capítulo les guste mucho.

 

Besos y abrazos psicológicos,

 

Atte. Hacchi♥!

Hombre

¡Hacchiko♥!

Especial: Jong Hyun

 

 

 

Kim Jong Hyun estacionó el auto, apretó el volante y pegó la frente en él. No estaba listo. No podía. Una delgada mano se colocó sobre las suyas, transmitiéndole calma. Inhaló profundo y exhaló. Repitió el proceso unas tres veces hasta que, finalmente, alzó el rostro y volteó con su novio, apretando su mano.

 

 

—Tengo miedo. —admitió.

 

 

Si había alguien a quien amaba más en la vida, eran su mamá y su hermana (Ki Bum era otro tipo de amor). Su papá, aún tenía muchas cosas que no sabía de él, pero lo respetaba y se había ganado su cariño y admiración. Era un buen hombre, y trataba muy bien a su madre y a su hermana. Sin embargo, Jong… no quería arruinar la familia que habían conseguido. Sentía tan lejano ese tiempo infeliz con aquel hombre, casi como una vieja pesadilla, y no quería revivirlo. No quería destrozar la felicidad de su familia. No obstante, era injusto tanto para él como para sus seres queridos. El amor que sentía por Ki Bum era algo demasiado bello como para esconderlo. Y no lo haría. Ya lo había decidido. Key no merecía esconderse por nada ni nadie, ni siquiera él.

 

 

Su diva cubrió su mano con las suyas, le dio un beso y después besó su nariz con suma ternura. Cuando se separó, le sonrió con cariño.

 

 

—Estoy contigo. —aseguró—. Eres el hombre más valiente que conozco.

 

 

Jong respiró más rápido, teniendo ganas de llorar. Oh, demonios. Imaginarse a su mamá mirándolo con dolor, sufriendo por su culpa. No podría vivir con ello. Y su papá. ¿Qué diría su papá? Sacudió la cabeza, borrando esos pensamientos. Inhaló profundo una vez más y salió de un salto del auto. Cada paso estuvo lleno de lentitud y firmeza a la vez. Listo, pero temeroso, caminó hasta llegar a la puerta, donde ya estaba su hermana esperándolo con gran alegría.

 

 

Ella adelantó los últimos pasos para abrazarlo firmemente. Jong casi se quiebra ahí mismo, sin embargo, recordó su propósito inicial y recobró fuerzas. So Dam abrazó a Ki Bum con la misma familiaridad de siempre, instándolos a entrar mientras le preguntaba a Key por temas de moda. Una vez adentro, se descalzaron y fueron al comedor. Segundos después, apareció la mamá de Jong, delgada y aparentemente frágil pero fuerte, de cabello corto y oscuro. Ella llevaba en manos una bandeja con una tetera y cinco tazas, la cual dejó a un lado para abrazar a su hijo, impregnándolo de amor, murmurándole lo mucho que lo había extrañado y cómo deseaba verlo más seguido. Jong apretó los párpados, sin poder evitar que dos lágrimas escaparan de ellos. Al separarse, se secó los ojos lo más rápido posible. Su padre no tardó en unirse a la habitación, saludando a los muchachos con un fuerte apretón de manos y un abrazo que hizo temblar al cantante.

 

 

Su hermana se sentó en un sillón individual frente a Ki Bum, los señores Kim, en el sillón doble frente a ambos, y Jong, en el mismo sillón que Key, quedando cara a cara con su familia. Sudor corrió por su nuca al palpar la seriedad del ambiente. Sus padres y su hermana lo habían notado desde que se estacionó, ya que por lo general, él no tardaba mucho en bajar del auto; cuando llegaba, no venía tan tenso, y en dado caso, se habría desahogado nada más al entrar. Jong bajó la cabeza, mirando sus rodillas. Era el momento. Volteó hacia Key, tomó su mano, transmitiendo con su mirada que no se arrepentía de nada. Key asintió comprendiendo, a la vez que entrelazaba sus dedos.

 

 

—Noona. —la mujer se sentó recta—, mamá, —ella apretó la mano de su esposo—, papá. —él asintió, esperando—. Ki Bum y yo…

 

 

Sus pestañas temblaron, sin embargo, decidió que ya era suficiente. Estuvo días convenciéndose de que lo hablaría y no se retractaría ahora. Levantó la cara, manteniendo los ojos fijos en la mesa y habló:

 

 

—Quiero a Ki Bum. —murmuró, sintiendo un extraño alivio, sonrió al notar que el gran peso en su espalda desaparecía con cada segundo y lo repitió en voz más alta—. Quiero a Ki Bum, pero no como un amigo. Me gusta mucho y hemos decidido estar juntos. —declaró mordiendo su labio inferior y se atrevió a levantar la vista, sonriendo.

 

 

Era la verdad y estaba feliz de poder compartirlo. Después alzó las cejas, recordando algo.

 

 

—Ah, y soy gay.

 

 

Confesó con más confianza, tratando de recordar donde había dejado las llaves del auto para, en caso de necesitarlas, sacarlas en la menor demora posible. Su hermana estaba con la boca abierta, luego rió en voz baja. Sí, con ella no tenía duda. Su mamá, tenía las cejas alzadas, los labios ligeramente separados, sin embargo, al cabo de unos segundos, volteó hacia su esposo, compartiendo una muy significativa mirada que extrañó tanto a Jong como a Key. Después, su papá, que había fruncido sus labios y entrecejo, cruzó los brazos, sacudió la cabeza y miró al joven frente a él.

 

 

—¿Estás seguro de esto, hijo?

 

 

¿A qué venía esta pregunta? Jong trató de no expresar nada en su rostro. ¿”Seguro” dijo? Lo único que sabía era que adoraba a Ki Bum. Del resto, ni idea. A decir verdad, si era honesto, no sabía lo que haría en caso de que sus padres se enojaran con él. Había tenido tanto miedo a decepcionar a su familia, a destruirla, a que su declaración les afectara de alguna manera, que no había pensado en un plan alternativo. Tragó el nudo en su garganta. A pesar de su repentina confianza, aún sentía un poco de nervios. Convencido, asintió. Sus padres volvieron a verse antes de voltear hacia él. Finalmente, su madre habló.

 

 

—Cielo. —llamó con suavidad, como si fuera a comunicar algo de suma importancia—. Ya lo sabíamos.

 

 

—Sospechábamos. —corrigió su padre—. Sospechábamos.

 

 

Los cantantes abrieron sus ojos, impactados, giraron a verse y viraron de nuevo al frente, sin creerlo. ¿Qué?

 

 

—¿Q-qué? —balbuceó Jong Hyun—. ¿Lo sabían?

 

 

—Sospechábamos. —reiteró su padre alzando el dedo antes de cruzarse de brazos.

 

 

—P-pero… —abrió la boca sin lograr algo coherente, a la vez que movía sus brazos. Luego de unos mudos segundos, consiguió decir en un chillido agudo y quedo—. ¿Cómo?

 

 

—Bueno, —su mamá hizo una larga pausa, meditando sus palabras hasta que sin más, sacudió leve su cabeza y siguió—. Digamos que Ki Bum fue la pista más notable. —Jong buscó a su hermana cuando oyó las risitas cada vez más indiscretas. Ella cubrió su boca aunque ya no tenía sentido.

 

 

—Oh, vamos. Era demasiado evidente. —soltó ella encogiéndose de hombros—. Además, hacen bonita pareja. —afirmó antes de levantarse para abrazar a su hermano y después, a Key.

 

 

Jong, que aún no lo creía, parpadeó un par de veces y giró a su madre. Ella, al entender su mirada, se levantó y fue hacia él, rodeándolo con fuerza. Faltaba alguien más. Jong Hyun, nervioso, dirigió sus ojos al hombre sentado del otro lado, esperando en silencio mientras lo observaba, hasta que se puso en pie e hizo un discreto gesto hacia el patio trasero. El cantante, tragando duro, agradeció a su familia y novio, para luego seguir a su padre al exterior, en el césped, mirando a un pequeño estanque artificial.

 

 

Había mucho silencio entre ellos, y Jong jamás creyó que pudiera sentirse tan desesperado por una respuesta. Tratando de calmarse, exhaló y se acercó al hombre en silencio. Una vez que estuvieron del mismo lado, con medio metro entre sus hombros, el mayor habló.

 

 

—Recuerdo cuando vi a tu madre por primera vez. Fue en el mercado que está a un lado del parque, a dos colonias de aquí. Ella estaba buscando los calabacines. La miré y supe que tenía que hablar con ella. —el joven asintió, sin atreverse a interrumpirlo. El otro, en cambio, lo miró—. Cuando la conocí, algo nació en mí, un deseo tan fuerte de protegerla. Sabes que quiero mucho a tu mamá, ¿cierto? —Jong cabeceó—. Por eso, cuando me presentó a ustedes, yo estaba preocupado. Quería agradarles a ustedes también. Jamás me había pasado eso.

 

 

Admitió el mayor arrugando su entrecejo mientras sacudía leve su cabeza, el otro rió bajito. Jamás hubiera imaginado ese tipo de pensamientos en su papá.

 

 

—Más rápido de lo que planeaba, empecé a quererlos, un poco más con cada día. —esperó unos segundos, nostálgico—. Descubrí que eras diferente, no solo por tu voz o tus composiciones, sino por tu empatía y esa habilidad de conectarte con los demás. —movió las manos en un intento de explicarse, volvió a mirar al muchacho—. ¿Sabes de qué hablo? —no lo dejó responder, siguió hablando—. Jong, eres talentoso, pero también eres una persona extraordinaria. Eres especial, y todo lo que quiero es que seas feliz.

 

 

—Pero… —soltó, meditando sus palabras y volteó hacia él, enfrentándolo—. No voy a dejar a Ki Bum. —aclaró decidido. Su padre colocó la mano en su hombro, observándolo.

 

 

—Yo no te estoy pidiendo eso. —Tomó una pausa y después prosiguió—. Él te hace feliz, ¿no?

 

 

Jong bajó su rostro, sonriendo sin pensarlo. Reaccionó al oír una risa y volteó con su padre.

 

 

—Cuídalo, hijo. —Kim Jong Hyun cabeceó incrédulo, cuando unos brazos lo rodearon con fuerza, provocándole un nudo en la garganta—. Gracias por decirme. Estoy orgulloso del hombre en que te has convertido. —murmuró apretando el agarre. Unos segundos más tarde, escuchó cómo aspiraba por la nariz, percatándose de que ya había empezado a llorar.

 

 

—Gracias. —contestó el joven con la voz quebrada.

 

 

—¿Estás bien? —preguntó con una sonrisa conmovida, obteniendo un rápido asentimiento, ante lo que solo pudo reír.

 

 

—Pensé que… —inspiró, luchando por controlarse. Después se separó, lo miró a los ojos y continuó:— Pensé que me odiarías.

 

 

—¿Odiarte? —repitió separándose incrédulo—. ¡Estás loco! ¿Por qué te odiaría?

 

 

—No lo sé. —admitió cerrando los ojos—. Era un miedo profundo, solo pensaba en eso y me paralizaba. Pensar en decepcionarlos, y yo…

 

 

—Jong Hyun. —lo interrumpió. El nombrado volteó, observándolo—. Estoy orgulloso de ti, hijo.

 

 

Volvió a cerrar los ojos disfrutando el sonido de aquellas palabras. Ya nada más importaba. Todo estaba bien. Su familia, más que aceptarlo, lo amaba. Su novio lo apoyaba.

 

 

No necesitaba nada más. Kim Jong Hyun era un hombre completo.

 

 

 

 

 

—¡Ki Bum, apúrate!

 

 

Jong Hyun, vestido con un traje formal negro, revisaba su reloj de mano, esperando a su pareja. Faltaban veinte minutos todavía, pero se suponía que a esa hora ya deberían estar allá.

 

 

—¡Voy, voy, voy! —gritó la diva desde su habitación mientras buscaba algo en su armario.

 

 

Habían pasado dos años desde la conversación con la familia de Jong Hyun, y las cosas iban de maravilla. Jamás hubiera imaginado que todo saldría tan bien, aún en esos días, sentía que estaba soñando. Parpadeó al sentir una vibración en su bolsillo, tomó su celular y contestó a pesar de que ya sabía lo que le dirían.

 

 

—¿Qué pasó, Min Ho?

 

 

—¿Dónde están? —preguntó un poco apresurado—, ¡ya casi es hora!

 

 

—Danos diez minutos y ahí estaremos. —aseguró antes de colgar.

 

 

En ese instante, Ki Bum con cabello oscuro, traje formal blanco y una mochila al hombro, bajó corriendo las escaleras, señal suficiente para dirigirse a la salida. Subieron a la camioneta y tal y como predijo su pareja, en diez minutos ya estaban en el estacionamiento subterráneo. Key apagó el motor y en ese momento Jong colocó su mano sobre la de él, captando su atención.

 

 

—¿Qué pasa, Jonggie? ¿Ya te arrepentiste? —preguntó burlón. El mayor negó inmediatamente, sonriendo.

 

 

—Ni loco.

 

 

—¿Entonces? —el vocalista volteó a verlo, incapaz de ocultar su felicidad y emoción.

 

 

—He estado esperando tanto por este día… que aún no puedo creerlo. —la diva mostró también su sonrisa.

 

 

—Dímelo a mí. —contestó alegre y algo irónico. Jong Hyun entristeció un poco.

 

 

—Sé que no es lo que siempre soñaste, pero… —un índice se situó en sus labios, callándolo, antes de recibir un dulce beso. Al separarse, Ki Bum terminó su frase.

 

 

—… Pero estaremos juntos por siempre, y con eso me basta. —ambos sonrieron y volvieron a besarse.

 

 

—Te amo, Ki Bum. —confesó.

 

 

—Y yo a ti, Jong Hyun.

 

 

—¿Listo?

 

 

—Bebé, yo nací listo.

 

 

Afirmó la diva antes de bajar del auto, tomarse las manos y dirigirse al evento que significaría el siguiente paso en su relación, a la ceremonia en la que sus seres queridos ya los estaban esperando con ansias de presenciar su unión y donde empezarían una nueva etapa en sus vidas. Ki Bum y Jong Hyun, llenos de más alegría que nervios, avanzaron con paso firme, decididos a continuar apoyándose, protegiéndose y amándose cada día más.

 

 

Fin.

(Ahora sí de verdad).

Notas finales:

Hi, babies♥!

 

Me encantaría dejarles el usual Question Time como dicta nuestra pequeña tradición, sin embargo, este capítulo es algo… delicado para mí. En lugar de eso, dejen un poco de amor con comentarios, compartan qué opinan del capítulo, si les gustó, si no les gustó, cuál fue su parte favorita… Me anima mucho leerlos, así que lo que gusten escribir, lo recibiré con mucho gusto.

 

Les pido una enorme disculpa por esta larga ausencia, estoy volviendo a releer mis antiguos proyectos a ver si me animo a continuarlos o a publicar uno nuevo. Les agradezco muchísimo toda su paciencia a lo largo de este tiempo.

 

Muchas gracias a todos por seguirme en esta larga odisea, espero leerlos muy pronto.

 

Besos y abrazos psicológicos,

 

Atte. Hacchi♥!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).