Una, rosa color turquesa.
-pero… ¿si no puedes amar como sabes que se han enamorado?
Yo no lo sé, ellos lo saben…
-Realmente que no te entiendo
No busques entenderme no vale la pena.
La observe nuevamente, su larga cabellera ondear al viento y sus ojos mirarme con una sonrisa en aquellos labios rosas… ella… ella… mi mejor amiga… mi confidente… y el amor de mi vida… ¿Quién me diría a mí que iba a terminar enamorada de ella? tantos años juntas. . . y mi corazón comenzó a expresar una sensación de intima calidez estando a su lado. Pero fue cuando…
-¡Lu-chan! ¡Lu-chan! –profirió aquel corto que tenía de mi nombre –
-¿dime Miku-chan? –Contesté mirando aquellos ojitos turquesas llenos de vida y emoción –
-Sabes tengo novio –Me dijo… sentí como si algo se fuera incrustado fuerte en mi pecho –
-n…no… ¿novio? –Contesté –
-¡Si! ¡Si! –Respondió –Te recuerdas del chico lindo que te hable… ¿Qué me atraía mucho?
-Si… -Respondí entre cortado –
-¡Bueno! ¡Él mismo! Ayer me pidió que saliéramos –por eso no pudo ir conmigo –Y….y nos hicimos novios ¡no es maravilloso!
-C… ¡Claro que sí! ¡Vaya! No puedo creerlo, es magnífico –Contesté sonriéndole ¿Por qué me duele tanto el pecho? ¿Por qué siento unas horribles ganas de llorar? Debo ser feliz por ella –
-Lu-chan… ¿te sientes bien? –me pregunto ladeando su cabeza hacia un lado –
-¿Yo? ¡Claro que sí! –Respondí intentado que no se me quebrara la voz –…eh…mh…se...se me quedo algo… me tengo que devolver…je…. Adiós –Salí prácticamente corriendo de allí, creo que por el último instante el hilo de mi voz se quebró –
Llegué hasta mi casa y me desplome, allí solo vivíamos mi hermano y yo… mi cuerpo comenzó a temblar e incontables lágrimas surcaron mis mejillas.
Al día siguiente fingí estar normal y al siguiente de ese y al siguiente de ese… hasta que comencé a odiar profundamente a Meito… me iba a resignar cuando repentinamente ambos terminaron. No sabía por que cual razón o motivo era la circunstancia para que terminaran y menos me lo quiso decir… pero vaya yo sí que fui feliz.
-Oye Lu-chan ¿has escuchado? –Le escuche nuevamente hablarme–
-¿de qué Miku? –Pregunte –
-Del templo que cumple tus deseos de amor –Respondió ella –Dice que si vas… y le oras se cumple.
-¿enserio? –Proferí –
-Enserio, mi hermano me dijo que fue y que se le cumplió –contestó ella sonriente –Sabes yo también planeo ir…tal vez…quien amo me corresponda.
-y… ¿Quién es? –Le pregunte –
-Se-cre-to –Me dijo sonriendo feliz, solté un suspiro porque cuando algo se le metía en la cabeza era difícil sacarla de ese algo –
Le sonreí ella parecía animada y si ella era feliz, yo también ¿Qué tan tonta me había vuelto? Tal vez mucho. No estoy segura… Aunque me fui a casa con Miku regrese en mi camino, mirando aquel templo, sentía un nudo en el estómago demasiado nerviosismo y poco a poco comencé a subirlo.
El aire se sentía distinto en este lugar, era menos espeso… era como si el aire estuviera limpio, como allá no fuera respirado y aquí el aire fuera regresado a mis pulmones reabasteciéndome del oxígeno necesario para sobrevivir…. Me acerque lentamente mirando aquel lugar que estaba bien cuidado.
-Por favor, por favor, sé que nunca he creído en estas cosas, pero si de verdad existe, si de verdad eres real… te lo pido, te lo ruego, que ella me ame… que pueda pasar toda mi vida con ella… porque es a quien más quiero en esta vida –Oré…. Oré hasta que el atardecer fue opacado por el manto negro nocturno –
Al ver las estrellas del firmamento regrese a mi hogar, allí estaba mi hermano que parecía completamente deprimido. Y como no… si Mikuo lo había rechazado y ahora estaba con Akaito, en cierta forma se lo merece por presumido y ególatra. Pero por otra parte es mi hermano y me duele que sufra, pero en corazón ajeno nadie manda.
Prepare la cena y el almuerzo para mañana, después de todo mi hermano y yo vivimos solos, al cenar y acostarme me quede mirando por la ventana un rato.
-no tengas miedo…
Solté un suspiro para acostarme a dormir, mañana sería un nuevo día… en donde podía verla nuevamente. Al sonar el despertador, no quise pararme, para nada me dolía todo el cuerpo… solté un suspiro, me levante para mirarme al espejo mi larga cabellera necesitaba un peinado como todas las mañana, me cepille, me arregle el cabello, puse labial rosa con una brillo labial, para salir.
Mi hermano se veía un tanto mejor que ayer… me pregunto ¿por qué? Bueno eso era mejor para él… al llegar Miku me sonrió le sonreí de vuelta, ella hablaba animadamente.
-Díselo…
-Y sabes –profirió –ayer fui al templo
-¿eh? –Murmure… no, por favor que no me haya visto –
-Si era muy de noche –Contestó y yo solo rezando porque no me haya encontrado en ese lugar implorando por su amor –y…
-¡Díselo!
-¡Me gustas! –Exclame de repente dejándola estática en su lugar –
-¿Qué? –Contestó –
-M…me gustas mucho Miku –Respondí bajando la mirada avergonzada –
-L…Luka –profirió mi nombre sus ojos aun mostraban su sorpresa –
-Yo…yo…sé que no sientes lo mismo por mi… pero no podía…s….mh –De repente toda palabra fue callada cuando sus labios silenciaron los míos, se separó de mi con sus mejillas rojas y sus ojos brillando con intensidad –
-Tú también me gustas –Respondió nerviosa –no sabía cómo decírtelo, eres la primera chica por la que siento… esto…mh… no sé cómo sobrellevarlo
-pero Miku-chan –proferí tomando su mano y sonriendo –podemos intentarlo ¿no?
-Si –me sonrió feliz y animada, para que camináramos nuevamente hacia el instituto, tal vez lo de ese templo se muy real –
Fin…