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Io ti Penso, Amore por azumicard

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John.

Cuanto tiempo ha pasado desde que escuché tocar el piano por última vez.  Cuando compartíamos la misma habitación, el mismo piano, quizás la misma inspiración.; sobre todo el amor por la música. ¿Dónde estás?, es la pregunta que cada día me hacía y no encontré respuesta. Terminé perdiendo el rumbo del camino señalado por ti o solo fue una simple ilusión…  Dormir ayuda aliviar el dolor, desconectarme del mundo exterior, de la vida caótica y tener al fin paz como aquellos tiempos.

 

https://www.youtube.com/watch?v=cIxGUAnj46U

 

 

Liszt, fue el inventor del recital de piano solista tal como lo conocemos, Tanto él como Pianini, fueron los primeros interpretes- divos del piano y el violín, respectivamente.  Basándome en esas características tendría que mencionar a…

- Un momento – me despierto aturdido por lo que escuchaban mis oídos. No puede ser posible, ese estilo de tocar no puede ser otro.

Mi corazón empieza a latir más rápido, siento las piernas perder estabilidad una vez que toco el piso de la habitación. No puedo creer, ha vuelto; él está detrás de esa puerta.  Con la misma intensidad de la pieza me abro paso hasta el origen de los perfectos sonidos.

- ¡Sherlock! – exclamo de felicidad.

- No cariño – una respuesta negativa opaca mi felicidad y vuelvo a la realidad-  es James Rhode. Y por cierto Buenos días, John.

Risueña me recibe Mary Morstan.

- Deberías terminar de vestirte. Con paños menores no iremos a desayudar – burlona me regaña.

- Lo siento, iré ahora a cambiarme –respondo apenado por mi comportamiento.

Quería desaparecer, la vergüenza es más grande que la decepción; al menos en este momento.  Aún puedo escuchar la melodía. Como fui capaz de confundir una interpretación en vivo con una grabación. Estoy perdiendo el sentido, es un error garrafal para un músico como yo.

 

Luego del penoso incidente, vamos a un bonito restaurante cerca de la Torre Eiffel, a pedido de Mery que adora todo relacionado a dulces. Su emoción por estar en Francia es notable, no ha pasado ningún día que estemos quietos. Es como si fuera nuestra luna de miel; así lo ha llamado. Quiero creer que al fin llegó el momento.

- Has estado muy callado ¿Acaso te aburriste? – Cuestiona, teniendo un tenedor con crema batida del postre – No digas nada y abre la boca.

Me da de probar; es tan dulce como el mismo postre. Tan atenta, amorosa y sobre todo fue mi salvadora cuando toqué fondo hace dos años.

- Si continuas voy a terminar – digo.

- Puedo pedir más – sonríe.

Disfruto cada momento que paso con Mery, me llena de energía. Sin embargo, hay aún ese vació que no puede ser llenado, ni con las mas tiernas caricias, apasionados besos o noches de placer. Ahí voy otra vez. Esos pensamientos estúpidos vuelven a arruinar mi momento con la mujer que amo.

— John… - susurra mientras caminamos -  ¿La pieza de hoy significa mucho para ti no?

La veo sin poder responderle.

— Estas actuando distinto.

— No –niego sonriendo – Solo me confundí, creí que la estaba tocando…

— Sherlock – completa la oración. – Holmes, el nuevo prodigio de la música clásica. Así lo llamaban. Nunca antes te lo dije, tuve la oportunidad de escucharlo y verlo en vivo cuando se presentó en Alemania. La experiencia fue única, su interpretación me dejó sin aliento, además sin fuerzas, no pude pararme para ovacionarlo. Solo me quedé ahí sentada, viendo como desparecía del escenario al término de su participación con la sinfónica. Pero desapareció de la escena musical hace 2 años. Es como si la tierra se lo hubiera tragado. 

Hasta el día de hoy desconocía de su gusto por la música de Sherlock, creí que solo tiene oídos para James Rhode.

— Me intriga saber que sucedió con él ¿A ti no, John?

— También, no sé nada de él hace 2 años – respondo evadiendo su mirada.

— Una gran pérdida.

—  Si, es una gran pérdida.

Es un capítulo oculto todo lo sucedido antes de aquella noche. Quise dejar todo en el pasado y continuar con mi vida. Concluí con dificultad mis estudios en el conservatorio, los detalles prefiero omitir porque traerían al presente sentimientos que al fin logré olvidar. Ahora disfruto los logros obtenidos, por ejemplo tener en mi vida a una mujer maravillosa como Mary, que ilumina mis días y me ha apoyado en todo; estoy eternamente agradecido.

— Venir a Paris te ha convertido en un romántico, John – deja un beso en la mejía.

—  Siempre lo he sido.

— Claro, como olvidar que hace 2 días tocaste ahí – señala el  edificio Ópera de Lille- Estuviste magnifico, disfruté escuchar tu interpretación en primera fila.

— Gracias, Mary por acompañar en este viaje.

— Si quieres agradecerme, entonces – luce aquella sonrisa misteriosa- vas a acompañarme al concierto de James Rhode.

— ¿¡Qué!?

— Quiero ir.

— Pero, yo no. Si deseas podemos ir de compras o  algún café.

— No. Iremos porque aceptarás.

 

Es cierto, no puedo negarle nada. Ya lo tenía todo planeado. Compró con anticipación las entradas para el recital, hasta empacó un vestido elegante para la ocasión. Siento celos del pianista James, acapara la atención de mi amante y lo prefiere antes que a mí. Estoy siendo desplazado en el mismo ámbito profesional.

Entusiasmada estuvo en todo el camino al teatro, por supuesto, ahora también. Reviso  el programa y puedo notar el nivel de pianista que es; tocará con la Filarmónica de Viena. No es un simple músico bonito, tiene talento y mucho. Quiero escucharlo.

Mis expectativas están siendo superadas, es bueno, no, es realmente un prodigio. Cada sonido retumba en mis oídos, todo el salón es invadido por perfectos sonidos. No tengo palabras, solo quiero seguir escuchándolo y así es. Ahora tocará Rachmaninoff N°2 op 18.

https://www.youtube.com/watch?v=uJRHht55E1M

 

No puede ser, es acaso un tipo de broma. Su interpretación es similar al de Sherlock, no puedo confundirme. Habrá pasado dos años, pero aún  tengo grabado cada sonido en mi cabeza. Es revivir ese episodio de mi vida, esto no puede ser real, no hay 2 personas que toquen igual.

— ¿John?

Continúo sentado.

— Ya terminó.

— Oh, claro. Lo siento – me levanto y caminamos hacia la salida.

— Quiero ir a felicitarlo personalmente – me coge del brazo y utiliza esa cálida sonrisa.

— Pero, Mary, debe haber un centenar de personas esperándolo en su camerino. No se dará cuenta de tu presencia.

—  Igual, quiero ir. Por favor, John.

Acepto su petición, así tendría un tiempo a solas para procesar lo que acabo de vivir, sigo aun con los sonidos en la cabeza.

Camino varios metros de distancia del tumulto, puedo comprobar su popularidad. En una zona bastante alejada, comienzo a buscar información de él, en el celular. Mientras leo su biografía escuchó murmullos provenientes de la misma dirección donde estoy. Hago caso omiso y continuo con lo mío.

— Hice todas las corrección –escuchó a la distancia, parece que alguien está discutiendo -  ¡No estuve fuera de tempo!

Vaya que son ruidosos, deberían solucionar sus problemas en privado.

— Solo miras, pero no observas…- escucho decir a otra persona, la cual llama mi atención por el tono de voz arrogante.

Guardo el celular y presto atención a la conversación. Parece una pelea entre un maestro y su alumno. Intrigado por la voz de uno de ellos, me acerco sigilosamente para no ser descubierto y parecer un chismoso. Puedo escuchar más claro las voces. Lo primero que veo es a James hablar furioso por la expresión del rostro, así mismo agita las manos de un lado a otro. La segunda persona no puedo reconocerla porque la puerta impide la visualización.

— ¿Dónde te metiste? – Mary me cuestiona al verme - ¿Estás bien, John? Tienes la piel pálida ¿Acaso viste un fantasma?

— No es nada.

Coloca ambas manos en mi rostro y me ve fijamente.

— John…

En un beso busco la calidez de sus labios, la necesidad de sentir su amor.

— Si que estás actuando extraño – rompe el beso.

— Ya debemos marcharnos.

— Pero, aún no lo veo –dice decepcionada- parece que no saldrá a saludar a sus fans. Lástima, tenía tantas ganas de conocerlo.

— Te amo.

—  Yo también – me besa tiernamente – La ciudad del amor hizo efecto en ti. Vamos a un lindo restaurante a brindar por nuestro último día en Paris.

 

Esa noche no logré dormir. Al cerrar los ojos visualizaba su rostro y volvía a revivir la misma escena. Parece un tormento de nunca acabar, no fue suficiente la presencia de Mary para recobrar la compostura. Salí de la habitación sin despertarla, fui directo al piano. Aunque, no podía tocar, puse mis manos en el teclado sin emitir ningún sonido; solo quería sentir la textura.

— Solo fue una ilusión – susurré viendo a la ventana – No puede ser verdad… su música me ha afectado mucho para crear esa imagen en mi cabeza. Es la consecuencia del sobreesfuerzo, solo es eso.  No seas estúpido John –me reprocho.

 

Nuestro viaje a Francia llega a su fin, luego de 5 días intensos. Londres es nuestro destino, ahí debo hacer una parada necesaria antes de volver al departamento con Mary.  

A Baker Street B21, no Regresé hace mucho tiempo y hoy estoy en medio de lo que un día fue nuestro departamento. La señora Hudson, no ha vuelto alquilar el lugar porque las cosas están en su mismo lugar cuando me fui.

— No esperaba verte John. Has sido un ingrato por no visitarme.

—  Lo siento, señora Hudson, he tenido una agenda muy apretada – me disculpo.

— Los dos son unos ingratos – dice molesta para cambiar de tono de voz – Este lugar ha estado muy callado desde la partida de ambos. Extraño escucharlos tocar el piano y el violín de Sherlock que me despertaba por las madrugadas.  Es triste.

— También extraño muchas cosas de este lugar – observo – tantos recuerdos…

—  ¿Volverás a vivir aquí?

—  No, Mary y yo alquilamos un departamento, no muy lejos de aquí.

—  ¿Mary? – Gira la cabeza para verme directo a los ojos – ¿Encontraste una novia?

— Si. La conocí en Viena.

— ¿Viena? – Regresa la mira y se queda pensativa – Seré anciana, pero mi memoria no me engaña. Recuerdo  que lo mencionaste en nuestra última conversación, antes de abandonar este lugar. Estabas entusiasmado por conocer dicha ciudad.

—  Tiene razón, viajé por una razón importante, sin embargo no encontré lo que salí a buscar, pero en el proceso conocí a Mary.

Sonrío al recordar ese capítulo de mi vida.

— Creí que la razón de tu presencia hoy sería otra – camina hacia el piano que aún permanecía en medio de la sala, cubierto por un fina tela – Parece que me confundí.

— También vine a ver cómo ha estado todo este tiempo.

— Los extraño.

Su respuesta me toma por sorpresa. No puedo negar, también extraño vivir aquí, tenemos tantos recuerdos. Las mismas paredes están impregnadas de historia, cada rincón, cada objeto tiene valor sentimental. La nostalgia hace revivir pasajes del pasado.  No sé como continuar la conversación. Nos mantuvimos callados unos segundos antes de continuar.

— En todo este tiempo no lo he visto – dice la señora Hudson – Es lo que viniste a preguntar, no es así John.

— Yo…

— Tampoco esta semana. Si no limpiaría este lugar, podrías verificar por las huellas del calzado en el piso – hace una pausa - ¿Quieres una taza de té?

— Si, gracias.

— Solo esta vez, porque no soy tu ama de llaves –sonríe antes de ir a la cocina.

Parece que el tiempo se detuvo, todo está tal cual lo dejé.  Me siento en el lugar de siempre, al frente de mí un asiento vacío. Una deliciosa taza de té llega en el momento indicado, no tenía la intención de recorrer las habitaciones.

— ¿Dejaste de buscarlo?

—  Si, era lo mejor para todos.

— No, para todos – me ve la señora Hudson- y sabes a que me refiero.

— Usted más que nadie sabe que hice hasta lo imposible para localizarlo. Hasta fui al despacho de Mycroft, una y otra vez negó saber su ubicación.

— Y le creíste.

— Si, no tuve otra opción. Es su hermano.

— Un hermano que no venía a verlo.

— Tenían una relación complicada – sonrío por el comentario.

A pesar de sus diferencias entre hermanos, Mycroft se preocupaba por Sherlock.

— Dos años de búsqueda es tiempo prudencial para dar por concluida tu búsqueda. Tienes derecho a ser feliz John y parece que has encontrado a la persona ideal. Lo puedo notar por la sonrisa en tu rostro cuando hablas de ella – habla  como una madre- Pero, te sucedió algo para que vinieras especialmente aquí.

— Ya le dije –respondo sin verla a los ojos.

— No tienes que contarme – coloca su manos encima de los míos -  Se feliz, John.

— Gracias.

Dejar por segunda vez Baker Street  me llena de diversos sentimientos, predominando una en especial. Bajé cada uno de los escalones de forma lenta para así prolongar mi estadía. Con un fuerte abraza me despido de la señora Hudson, espero volverla a verla, no aquí, en otro lugar sería lo ideal. Parado frente a la puerta observé por última vez el edificio donde viví una época placentera.

— Adiós – dije antes de tomar un taxi.

 

https://www.youtube.com/watch?v=OsOUcikyGRk

 

Tocar siempre me ha ayudado a mantener paz interior y hoy más la necesito más que nunca. No fue buena idea volver a donde se originó todo, estoy más intranquilo.

— Sonata para piano n°14 en Do sostenido menor de Ludwing Beethoven – dice Mary desde la puerta del departamento – Popularmente conocida como Claro de Luna.

— Mary, lo siento. No te escuche llegar.

— Lo noté –sonríe- Cuando tocas el piano todo a tu alrededor desaparece.

— Reconociste la pieza.

— Si, es una de mis favoritas por la historia que hay detrás.  Estuvo dedicada a su alumna, la condesa Giulietta Guicciardi, de quien decía que estaba enamorado.  Beethoven escribió a su amigo: “Ahora vivo más feliz. No podrás nunca figurarte la vida tan sola y triste que he pasado en estos últimos tiempos… Este cambio de obra de una cariñosa, de una mágica niña que me quiere y a quien yo amo. Al cabo de dos años he vuelto a disfrutar de nuevo algunos instantes de felicidad y por primera vez creo que le matrimonio podría hacerme feliz, pero desgraciadamente no es a ella de mi posición y no puedo pensar en casarme”

— No se casó con ella y sufrió mucho por ello… - agrego.

—  Fue un amor truncado.

De inmediato mi mente trajo la imagen de Sherlock.

— No es nuestro caso John – se acerca más – estamos juntos.

— Si – le sonrío, es una respuesta instantánea con ella.

—  Y cómo fue Sherlock contigo,

Una pregunta comprometedora, con doble significado. Debía contestar la relacionada al tema de conversación.

—  Cuando se trata de la música trata a todos de igual forma, claro está con una honestidad brutal. Sin importar que sea yo o un completo desconocido. Creo por eso siempre discutíamos – esbozo una risa al recordar- Aunque tiene más talento que los demás... con quien más estricto es, es consigo mismo.  Estar con él me resultada muy duro. Por eso  yo... 

—  Te tocó un compañero complicado – se apoya en el piano.

—  Debo preguntar, porqué tanto interés.

—  Curiosidad.

Sé que oculta algo más detrás de esa pregunta. Su sonrisa la delata.

— Los artistas, son los más caprichosos –empieza a caminar alrededor de mí- No viniste a Viena por conocimiento académico o turismo; fue otro motivo. Al conocerte, tenía el presentimiento que estuviste en medio de una búsqueda en Viena, la cual resultó infructuosa. Ahora me parece ver la misma actitud de hace 2 años atrás.

— Te equivocas – le tomo de la mano- Lo que busqué hace años en Viena, ahí lo dejé.  Y no pienso seguir buscando algo que nunca quiso ser encontrado – me pongo de pie- El resultado no fue negativo porque te encontré a ti.

Los ataques de inseguridad también están afectando a Mary. Acaricio su mano para luego colocarla en mi rostro. Son tan suaves y tibias.  Mantenemos el contacto visual y sonriendo, realmente la amo.  Con un beso apasionado reafirmamos el amor.

— ¿Quieres salir a dar un paseo? – pregunto.

— Claro, deja que vaya por mi abrigo.

 

Nos alistamos. Una bufanda complementa el outfit de invierno. Extrañaba caminar por las calles de Londres, me hace sentir que estoy en casa en  buena compañía. Charlamos sobre música, y por supuesto James se hace presente. Parece ser su venganza por dejarla esperando  mucho tiempo cuando fui a ver a la señora Hudson. También de la pieza Claro de Luna. Ella no lo sabe, pero es la pieza que tocaba desde que Sherlock desapareció.

El movimiento expresa la traición, pruebas dolorosas y decepción. Expresando todos los reveces que las personas enfrentan. Al final, el agotamiento se encarga... y ni siquiera puedes pensar. Una canción de lamentación. Agotamiento total, incluso el dolor me deja producir el tono perfecto.

— Bella noche.

— Lo único bello eres tú – le digo en medio de la calle.

— Es nuestro momento romántico – dice sonriendo tomados de la mano. De pronto, retrocede– James Rhode

— Otra vez hablaremos de él –protesto-, ya tuve suficiente.

— Yo no. Mira detrás de ti.

Que otra cosa podría arruinar nuestra salida. A tanta insistencia volteo y veo al mencionado músico parada cerca de nosotros, conversando.

No debí dejar a Mary escoger el recorrido de la caminata y mucho menos voltear porque lo que mis ojos ven no puede ser verdad. Mi cuerpo queda paralizado mientras mi mente procesa la información. La negación se abre paso ante el pánico.  No pronuncio palabra alguna, la expresión de mi rostro simplifica lo que siento.

— John –escucho su susurro a corta distancia.

— Esto no puedo estar pasando – respondo retrocediendo.

— ¿John, que sucede?- sin comprender, Mary se acerca a mí, tratando de ofrecerme seguridad – Oh por Dios – sus ojos reflejan asombro.

El ambiente está cargado de intriga.

— Comprendo tu reacción. También estoy sorprendido.

— No intentes deducirme, Sherlock – respondo enojado al verlo tan sereno al lado de James.

— Tú estabas muerto – dice Mary.

— No – niega viéndola- Solo desaparecí.  Son términos muy distinto que aportan un significado al contexto donde nos encontramos.

—  Mejor mantén la boca cerrada, Sherlock – interviene James, mientras fuma.

Nuestro inesperado encuentro empieza a llamar la atención de los transeúntes. Debo contener las ganas de golpearlo. Sherlock está ahí sin tener ninguna emoción, parece no afectarle de verme luego de todo este tiempo. Antes que diera media vuelta y escapar de ahí, Sherlock se apresura y me toma del brazo, alejándome de Mary por varios metros de distancia.

— No te preocupes por ella, está en buena compañía – es lo primero en decir.

— ¿Es todo? Acaso no me debes una explicación – digo molesto – Sufrí y lloré por ti durante 2 años.

— Lo siento…

— Por qué, Sherlock – me acerco más para increparle – dime porqué desapareciste sin dejar rastro, dime porque no me buscaste, dime Sherlock.

— Te vi tocar en Francia y Viena – dice viéndome a los ojos.

— ¡Y porque no me buscaste!, yo si lo hice – mi voz pierde potencia –, fui a Viena.

— Lo sé y encontraste algo más que a mí – lleva la mirada a donde esta Mary con James – Es distinta a tus antiguas novias, has cambiado de gustos.

Las últimas palabras lo dijo dándome la espalda, no pude ver su rostro, pero si percibí algo de melancolía y decepción. Tengo la necesidad de brindarle explicaciones sobre mi relación con Mary.

— Sherlock, yo… -cambio radical mi tono de voz.

— Debo irme – dice volteando el rostro.

— Espera – por instinto le tomo de la mano.

Cálido, había olvidado la sensación de tocar su mano y sentirlo tan cerca.  El encuentro de nuestras manos dura poco tiempo, Sherlock desliza sus dedos lentamente y rompe el enlace con duda al inicio.

—  Sherlock… -susurro su nombre.

Cinco segundos se queda parado para luego continuar su camino hacia James; parecen muy cercanos, teniendo en cuenta que Sherlock es asocial. Mis ojos no pierden contacto con su objetivo,  a pesar de ver a Mary caminar a mi encuentro. Los veo desaparecer en medio de la fría noche. Un peor escenario no hubiera imaginado para este nefasto reencuentro.

Fingir que todo está bien, que nada sucedió es doloso. Porque al final no encontré la respuesta que llevo guardado por años. Sobre todo, su cálida indiferencia.  Ahora tengo más preguntas por hacerle, tengo la leve sospecha que solo quedará en mi mente, por su inusual comportamiento.

Paso el resto de la noche sentado frente al piano, sin poder lograr ningún sonido. Si me viera diría algo como: te ves patético. Y lo soy por estar bebiendo una copa de vino en la oscuridad, en la otra habitación Mary duerme.

—  Por qué volviste Sherlock… porqué – susurro alzando la copa- Ya había solucionado mi vida.

 

Fue tan larga esa noche, terminé por beber toda la botella que habíamos guardado para una noche especial. Siete días transcurrieron, el tiempo lo dediqué a investigar al virtuoso músico, no salí de casa, a su vez no volví a tocar el piano. Mi extraño comportamiento preocupó a Mary, quedando a segundo plano, la noticia del momento es la reaparición de Sherlock Holmes. Veo y escucho todo relacionado al tema, hasta las teorías más absurdas sacada de una novela. Pero todos los medios de comunicación tienen un punto en común; lo vinculan con James.

Él es un músico relativamente nuevo en el mundo de la música, nacido en Inglaterra. Estudió en el extranjero música, ganó varios concursos importantes; todo un prodigio. La famosa pianista Nina lo tomó como su estudiante.  Hay rumores que ahora Sherlock es su mentor porque lo han visto desde que empezó a dar conciertos en Alemania hasta el día de hoy. Dos hijos de Inglaterra regresan a casa. No fue una alucinación cuando los vi en Paris conversar mientras esperaba a Mary. 

Leo en el periódico un artículo de su última presentación, la cual por supuesto rechacé asistir a pesar de la cordial invitación por parte de Molly y la súplica de Mary.  Debo ser el  peor novio del  mundo por tratarla así; ser egoísta.

— Tengo la sensación de que ahora no podemos volver a nuestra forma habitual. Todo ha cambiado –suspiro tirado en el sofá absorbido en mis pensamientos.

Analizo cada acontecimiento buscando relación alguna.

— No puede ser – abre los ojos y me levanto para ver la foto de ambos en la laptop – Acaso Sherlock y James tienen una relación.

 

Notas finales:

De regreso, después de mucho tiempo Dx

He aprovechado esta cuarentena para poder retomar la historia, ya que dispongo de más tiempo. Esta pandemia está afectando a todo el mundo, espero que se encuentren bien. Cuidense mucho y cuiden a su familia. Y tomen todas las medidas de precaución

 

Como dato adicional, James Rhodes, es un pianista británico que radica en España y es amigo de Benedict Cumberbatch. Decidí incluirlo cuando vi el video (hace años atrás) donde James enseña tocar el piano a Benedict.  Si quieren ver el  video les dejo el link:

 

https://www.youtube.com/watch?v=hICIuhjzmKc


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