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THE LIE IS NOT OVER por Daydream duet

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Notas del capitulo:

Hola llego tarde, no me culpen culpen a Patricia Jajajaja ok ok una broma ya muy gastada, si viven en Mexico saben a lo que me refiero, en fin, no en verdad nos mantuvimos aislados en nuestras casas y bueno, en la mia no tengo interneth asi que culpen a la maldita pobreza jajaja. sin mas les dejo leer, disfrutes y perdonen el retraso.

Jjin

Dilan se encontraba frustrado y malhumorado, con todo lo acontecido hasta aquel momento, desde su desaparición inexplicable y después las claras evasivas de su parte hacia el rubio los rumores de que el favoritismo y apoyo del jefe hacia su persona no se habían hecho esperar, cosa que aunque contaba con la amistad de algunos dentro de la junta el resto aprovechaba para dificultarle las cosas.

Desde la charla con Max acerca de su extraña amistad con el pelirrojo las cosas habían mejorado bastante aunque inexplicablemente para ellos dos que habían crecido como hermanos aun existía una especie de abismo entre ellos que ninguno sabia como superar y que con todo por las dificultades causadas tenían que fingir no existía y en ese momento se encontraban quizás sobre actuando una unidad que nunca se rompería.

-Con permiso…

-Ey! Aytor, ¿A dónde vas? No me digas que volverás a escaparte?

-No esmeralda, solo iré al baño.

-Bueno no te tardes bonito.

Sonriendo forzadamente mientras el rubio le agitaba los cabellos como por milésima vez esa noche logro salir de sala privada de aquel restaurant chino y suspirando cansadamente se dirigió a los baños, estaba fijando nuevamente su peluca ya que gracias a los exagerados mimos del rubio se había salido de su lugar y pequeñas hebras plateadas podían observarse a través de ella cuando su celar sonó con la inconfundible melodía que indicaba una llamada de Alexander, charlo un par de minutos con el aprovechando a quejarse todo lo que anteriormente no podía y echando un último vistazo al disfraz de si mismo pero cuando era castaño volvió a la sala donde el resto de la junta esperaba.

Con la ayuda de un par de copas la farsa se fue convirtiendo en realidad, ya no sentía que fingía cuando reía por algún chiste o incluso no le incomodaban las atenciones de Max, por fin la hora de la cena llegó y todos se dispusieron a comer, El restaurant en el que se encontraban no era la primera vez que la junta se reunía en el, realmente aquel establecimiento servía como una segunda base para el Milenium sin contar el hecho de que  la comida era realmente buena.

Estaban en mitad del plato principal cuando uno a uno cada miembro fue cayendo inconsciente, al inicio creyeron que se trataba solo de los efectos de alcohol o que solo habían caído rendidos pero cuando el tercero se desplomo sobre su propia comida la situación fue preocupante y se volvió alarmante para Max cuando entre ellos Dilan se desmayo también,  con el ya eran 7 las personas que en solo un par de minutos habían perdido el conocimiento, de los que quedaban la mayoría daban señales de sentirse mal, parecía ser solo él quien no tenía ningún problema, observando sus platos  analizando su  propio plato del que no había probado ni un solo bocado se dio cuenta de la realidad, la comida debía de haber sido envenado.

Siguiendo su vista, el resto de los miembros que permanecían en pie parecieron dar con la misma conclusión con, observándose con recelo entre ellos intentaron comenzar con una discusión entre ellos que fue rápidamente parada por el rubio, quien imponiéndose como jefe organizo todo para que todos terminaran en el hospital siendo atendidos.

***

-Y bien?

-Todo al salido de acuerdo al plan, en este momento se encuentran todos en un hospital privado.

-Eso es perfecto.- Una sonrisa triunfante y aterradora afloro en los labios del hombre. –Puedes irte, tu trabajo termina aquí, otro lo continuara.

-Acaso he hecho algo mal señor?

-Todo lo contrario, pero a ti te encargare otras cosas.

-como ordene.- el empleado salió de la habitación sintiéndose extraño, su trabajo había sido excelente… ¿Por qué no dejarlo continuar? Pero Poseidón era así, tenía una razón para todo.

-Veamos cual será tu siguiente movimiento… te acabare desde dentro, te mostrare la desesperación de no poder confiar en nadie y que tus propias piezas se vuelvan contra ti.- Poseidón, movió un peón en el tablero de ajedrez en el que se representaba una partida, llevando a este hasta la orilla contraria y cambiándolo por un arfil. Después de eso, se levanto de su silla, rodio su escritorio y salió de aquella aburrida oficina.

 

***

Dilan había despertado en el hospital  sintiéndose realmente mal, con la boca reseca y el estomago vacio, se incorporo un poco ganándose un fuerte dolor de cabeza, pero luchando contra él logro ponerse en pie, deshaciéndose de la intravenosa fue en busca de sus cosas, se cambio y salió del hospital pidiendo un taxi y conduciendo a la casa de Alex.

&&&

Max podía estar perdiendo la cordura en aquel momento, aun no lograban explicar que exactamente había ocurrido, los miembros de la junta estaban mejor, solo 4 de ellos seguían en estado crítico y Dilan y Hugo se encontraban estables pero aun inconscientes, había interrogado y torturado a la gente del restaurant pero su investigación no había rendido frutos, sin contar que los médicos especialistas por los que estaba pagando no habían logrado encontrar algo y para colmo, 3 de los miembros en estado críticos eran hombres de su padre lo que no paso desapercibido por este y ahora lo tenia encima presionando por saber que mierda había ocurrido.

Alexey ya se había paseado pero el hospital en dos ocasiones y Max tenia bien claro lo que su padre pensaba… habían pasado ya 4 días desde el incidente y fue el segundo día cuando recibió la primera visita del mano derecha de su padre y una llamada de un muy enojado Serguevich.

Flashback…

Max estaba sentado en la sala de espera, todos... Absolutamente todos los miembros de la junta con excepción de él estaban siendo tratados, algunos solo permanecerían hasta ese día por la tarde y los más delicados aun no había una certeza de cuando se recuperarían, repentinamente una mano se poso en su hombro, sacándole de sus pensamientos para girarse a observar de quien se trataba y sorprendiéndose al encontrar a la mano derecha de su padre con un café en las manos que le fue ofrecido.

-¿Qué haces tú aquí?

-Toma el café, lo necesitas. Sorprendente seria que no estuviera yo aquí después de la catástrofe que esta asando.

-No necesito tu ayuda.

-Y no viene a brindártela, después de todo trabajo únicamente para Vladimir.

-Mi padre no tiene porque meter sus narices aquí.

- Eso no lo cree él.- Repentinamente el imponente hombre de cabello y ojos tan oscuros como la penumbra se llevo la mano al bolsillo interno de su saco y le extendió un celular que silenciosamente indicaba una llamada entrante.

Con reticencia Maximilian tomo el móvil y dudando solo un segundo contesto a la llamada sin sorprenderse de que fuese su padre quien estuviera del otro lado de la línea.

-Maximilian?

-Si señor.

-Sabes porque te hablo no es así?

-Sinceramente no lo sé, quiere usted decírmelo? Creo poder manejar lo que esta pasando, no me sorprende de que esté enterado, pero no veo porque despierta su interés y mucho menos porque necesita la intromisión de Alexey.

-Déjate de bromas Maximilian, mis hombres fueron atacados, no puedo quedarme quieto ante tan claro insulto.

-¿Sus hombres? Y yo que creía que manejaba mi propia organización.

-No juegues conmigo mocoso, es sorprendente que hayan pasado ya 2 días y tu aun no tengas una idea de lo que ocurrió, sin mencionar que es sospechoso que tu estés perfectamente saludable, mientras 3 de mis más leales hombres se encuentran en coma.

-Espero que no esté desconfiando de mi, porque le recuerdo que no solo sus hombres están en riesgo, el resto de la junta ha sido igualmente atacada y dos de mis propios hombres están también inconscientes.

-Se que no eres idiota y que además jamás te atreverías a desobedecerme, pero esto es una clara declaración de guerra, y tu pareces haberte quedado pasmado, he mandado a Alexey a investigar ya que tu pareces inutilizado.

-Trabaje por su cuenta tanto como quiera, el insulto ha sido hacia el millenium y este ante el mundo me pertenece así que seré yo quien se encargue de esto, encontrare al culpable y me hare cargo de él.

End flashback.

-¿Señor Marcov?

-Lo siento, dígame doctor.

-Lo siento pero el joven Aytor ha desparecido.

-Qué!!?

-La enfermera llego a checarle pero el ya no se encontraba en la habitación, le buscaron por todo el edificio y no le encontraron.

-Buscaron en las cámaras?

-Aun no, he venido directamente a informarle.

-Imbéciles, no se para que mierda les pago, busca ahora mismo en las cámaras de seguridad y encuéntralo.

***

Habían transcurrido un par de días desde que Dilan había escapado del hospital, sorprendentemente para Max, el peliplata había cogido el teléfono a la primera llamada y le había confirmado que se encontraba bien y reposando en su casa, además al siguiente día aunque se veía un poco decaído había estado tempranamente en el hospital para preguntar por el estado dl resto de la junta, ante el claro ataque al millenium todos estaban trabajando arduamente para encontrar al responsable y con 4 de ellos aun en coma Aytor tuvo que integrarse a las actividades más allá de la administración.

Habían conseguido pocos avances y la presión psicológica que implicaba la presencia de Alexey no ayudaba demasiado aunque al menos este era testigo de que no era solo cosa de Max y que realmente el culpable estaba siendo prácticamente imposible de rastrear, Max había hablado en un arrebato con Leo y este le había confirmado que no tenia nada que ver en aquel atentado, eran rivales y más que eso enemigos pero de alguna manera le creía, por lo que sus pensamientos se dirigieron únicamente a un posible atacante y ese renacuajo de estanque se las pagaría tarde o temprano.

 

***

 

 

-Buenos días.

-Pero ¿que…?- Dilan se cayó de la cama de la sorpresa, había estado durmiendo plácidamente y de repente al despertar Arantza se encontraba sentada en la cama a su lado viéndole dormir.

-estas bien?- pregunto por cortesía sin moverse de la posición en la que estaba.

-Si bueno, estoy perfecto, casi me quebró la espalda y por poco me da un infarto, pero si, estoy de maravilla.

-Que sarcástico, en fin, ponte bonito es un día corto y hay mucho por hacer.

-¿Disculpa?

-vamos… dúchate, vístete o lo que sea, te espero en la cocina, compre café y donas.- La pelinegra estaba por salir de la habitación pero fue detenida por la mano del peliplata que la obligo a girarse.

-que mie…. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo? ¿Cómo encontraste este lugar?

-Te dije que no podías huir de mí.

-¿qué?

-cuando nos conocimos, ¿recuerdas? Tarde un poco y debo admitir que no ha sido nada fácil dar contigo y mucho menos evadir la seguridad estilo pentágono con la que proteges el lugar pero eme aquí.

-que carajos… ¿alguien más sabe? ¿Se lo has dicho a Maximilian?

-qué? Y arriesgarme a que vuelvas a escapar y esta vez no encontrarte, no, para nada.

-…- Dilan estaba claramente molesto, para Arantza era la primera vez desde que lo conocía que lo notaba tan alterado.

-Tranquilo, nadie sabe y no te preocupes no se lo diré a mi jefe que me paga justo para eso.

-no estoy para bromas.

-Lo se, solo… solo no te enojes, ¿si? Si te sirve de consuelo acabo de saberlo esta mañana y no, no se lo diré a nadie, nunca si tú no quieres solo no te enojes, ¿si?

-Arantza es que tu no entiendes…- Dilan se quedo mudo un segundo y el pánico apareció en su rostro al comenzar a hablar. –Tu teléfono.

-¿Qué tiene mi teléfono?

-Mierda Arantza puede rastrear tu teléfono.

-Quédate tranquilo mi ardillita, está apagado y sin batería, y el chip ese me lo he dejado en casa así que relájate nuestro jefe me hace cómodo en mi departamento.

-¿Estás segura?

Por el meñique.

-Está bien, dame 15 minutos y te sigo a la cocina.

-Yupii!!

-No te alegres solo te perdono por las donas.

-Si lo que sea, te espero entonces.

Arantza salió del cuarto cerrando la puerta y dejando a un Dilan al borde de la esquizofrenia, y es que desde que había conocido a la pelinegra y sobre todo la había aceptado como amiga su vida era un caos de emociones, como justo hacia un momento en el que había pasado del susto a la sorpresa, luego al coraje y después al pánico para después estar normal y como si nada.

El ex castaño comenzaba a sopesar la necesidad de encontrarse con un psiquiatra, su vida estaba tan revuelta que a penas y podía liárselas. Sin querer pensar en la clase de cosas a las que se refería su supuesta novia se vistió rápidamente pero cuidando los detalles que sabia le encantaba corregir a la pelinegra, y es que para ella su novio no podía estar menos que perfecto.

Una vez vestido salió a disfrutar del excelente café que había inundado la casa entera con su olor y de las exquisitas donas con las que Arantza estaba haciendo un habito de comprar su perdón.

-Y bien.. ¿Cuál es la agenda de mi día libre de mis dos oficios  después de trabajar sin fin pese a la terrible intoxicación que sufrí y que quería y esperaba anhelante poder descansar y que ahora que estas aquí no se podrá?

-Vamos, parece como si fuera una tortura para ti.

-Porque lo es, yo solo quería dormir, tomar un par de cervezas y tal vez jugar con mi Xbox un rato… ¿es eso mucho pedir?

-No pero tendrás que posponerlo, hoy eres mío y no hay opción.

-Si bueno, extraño esos alegres días en los que mi vida era mía.

-sí, está bien puedes ponerte nostálgico en otro momento ahora vamos apresúrate que tenemos que irnos. – Dilan tomo los últimos sorbos de su café antes de ser arrastrado por la chica.

-Y si se supone que ya nos vamos porque me levas de regreso a mi habitación?

-1 porque hay que peinarte adecuadamente, 2, tienes que lavarte los dientes y 3 faltan un par de detalles en tu vestimenta.

Casi media hora después la castaña quedo completamente complacida con el look del peli plata, Ella iba exquisitamente vestida con un vestido corto color verde , un par de zapatillas beige y perfectamente complementado con una gargantilla, los aretes y un sencillo reloj en su muñeca, Arantza se retoco un poco el peinado y tomando su cartera a juego con sus zapatillas arrastro a Dilan hacia la salida donde después de subir al mini Cooper emprendieron marcha según las instrucciones de la pelinegra.

***

Habían salido de su casa  cerca de las 10 de la mañana y eran más de las 6 para entonces, Arantza se había encargado de pasearlo por toda la gran manzana como si él no la conociera ya bastante bien, hicieron compras, que Dilan tuvo que pagar, almorzaron en un nuevo restauran por petición de la pelinegra y del cual no recordaba el nombre aunque la comida fue buena, huyeron de los paparattzis que los abordaron en una tienda departamental y para entonces se encontraban recostados contra un árbol en Central Park comiendo un par de hotdogs  que Dilan había observado con reticencia y que Arantza le animo a comer a falta de mas.

-Y me dirás ¿por qué estamos haciendo todo esto?

-¿Qué? ¿No te estás divirtiendo?

-Si admito que la parte de huir de los fotógrafos fue ilarante, que el almuerzo estuvo bien y que adoro tu compañía pero no logro entender porque no estoy durmiendo y descanzando en mi día libre.

-Y dale con lo del día libre ¿no te sabes otra?

-ey que tu estarías igual si manejaras una compañía y además tu jefe mafioso te cargara de deberes.

-Bueno, no puedes culparlo, después de todo te desapareciste por un mes, cuando por fin das la cara es con descaro y te marchas de inmediato, sin contar con el viajecito a Italia que ha sido la cereza del pastel.

-Oh no, había olvidado que tu fidelidad esta con Max, me siento traicionado.- Dilan estaba claramente dramatizando, llevo una mano a su pecho justo a la altura de su corazón  y su voz haba sido dolida.

-Tranquilo cielo, sabes que mi corazón aun es tuyo.

-No estoy tan seguro.

-Vale, tenemos que irnos.

-¿Y ahora que tienes en mente?

 -Solo sígueme.

Habían terminado de regreso en su casa, Arantza le había obligado a cambiarse, justo ahora Arantza anudaba su corbata plateada que resaltaba en la negritud de su conjunto, traje, camisa, zapatos, todo en negro, cuando termino lo observo por un minuto y luego le quito la corbata y le desabotono los primeros botones de la camisa.

-Así está mejor.- Dilan no se atrevía a decir nada, Aran era terca cuando de su atuendo se trataba. –Ahora… - La pelinegra entro en su closet y salió con una cadena, un reloj y un par de anillos de oro que le entrego, luego volvió a entrar y salió con arete en forma de cruz color negro y otro que constaba de solo una pequeña voluta negra. –Creo que puedes con esto solo, iré a cambiarme.- Arantza volvió a meterse en el closet pero esta vez cerró las puertas tras ella.

Dilan no entendía nada, pero había aprendido que la pelinegra siempre tenía sus razones y que era mejor no contrariarla, además le estaba agradecido, de no ser por ella habría pasado todo el día deprimido y teniendo recuerdos y alucinaciones sobre cierto chico ojiazul en el que no debería ni pensar por lo que se coloco los accesorios que le había indicado y después se dirigió al baño para peinarse y ponerse un poco de loción.

Cuando regreso a su habitación encontró a la pelinegra haciéndose un par de risos en el cabello, llevaba un vestido de seda rojo, zapatillas y bolso dorados, y sobre el tocador descansaban mil y un artilugios de belleza.

 -Ok mi curiosidad me obliga a preguntar de donde a salido todo esto?

-ah, lo he traído por la mañana y lo he metido en tu closet.

-ok… pero ¿por qué?

- bueno pues fácil es muy tedioso conducir hasta mi apartamento y como igual me he convertido en tu sombra he decidido que es más fácil si tengo mis cosas aquí.

-cosas?- Dilan corrió a su closet y encontró justo lo que temía, este había sido invadido por ropa de mujer, zapatos, accesorios, maquillajes y un montón de cosas más. -¿Qué acaso planeas mudarte?  esto es un guardarropa entero.

-je me gustaría pero no se veria bien que viviéramos juntos tan pronto, imagínate pensaran que estamos por casarnos.

-ja ja ja.

Arantza termino de peinarse y maquillarse, Dilan debía admitir que se veía realmente hermosa, y no se limito solo a pensarlo sino que se lo hizo saber, al salir de la casa Arantza insistió en que cambiara el mini Cooper por el sedan y el no se negó, luego lo hizo conducir por la ciudad hasta uno de los antros más reconocidos dl lugar.

-No estoy criticando pero no creo que estos vestidos adecuadamente si lo que querías era venir aquí.

-Y que sabrás tu… solo baja y sígueme.

Como buen caballero Dilan le abrió la puerta a la pelinegra y le ayudo a salir, luego se dirigieron a la puerta del lugar donde cerca de 6 gorilas custodiaban la entrada, para ser un viernes por la noche aquello estaba desértico, la típica fila interminable para la entrada no existía, pero eso no parecía perturbar a su acompañante.

Entraron sin problema y sin que ninguno de los guardias pronunciara más que un bienvenidos, la música sonaba a tope y parecía que un cuarto de la ciudad se habían dado cita en el lugar, cn sorpresa todos vestidos de etiqueta, se papararon en mitad de la intersección de un pasillo, a sus costados este se extendia hasta lo que eran los reservados VIP del lugar y siguiendo de frente una escalera bajaba a la pista principal, la barra y los comunitarios.

Cuando alcanzaron la parte alta de la escalera, la música casi dsaparecio, un faro los iluminaba y alguien en algún lugar voceaba.

-señores y señoras, el motivo de nuestra reunión a aparecido, por favor demos un aplauso a nuestro anfitrión y festejado, DILAN BIAVANE.

En seguida de eso una explosión de aplausos inundo el lugar y todos los observaban mientras Arantza lo animaba a comenzar a bajar, disimulando su incertidumbre saludo a los presentes y sonrió casi obligado, justo en el penúltimo escalón paro de súbito y jalando un poco a la pelinegra hacia él le susurro al oído.

-¿Qué es esto?

-Feliz cumpleaños corazón.

-¿Qué?

-Eres tan torpe que sabíamos que lo olvidarías por lo que hemos organizado una fiesta sorpresa… sorpresa!!

-Espera… has dicho hemos?

-ammm no podría haberlo hecho sola, Max y Maggye me han ayudado.

-Mi madre está aquí?

-Por supuesto, es ella quien ha invitado a todos.

-pero.. Pero, el lugar.

Esa ha sido idea mía.

-Dios me encargare de que pagues por esto más tarde, ahora vamos que comienzan a vernos raro.

Caminaron entre la gente saludando, Dilan obligadamente y Arantza claramente sintiéndose como pez en el agua, hasta llegar a lo que parecía ser la mesa principal y donde Margarette para sorpresa de Dilan no parecía espantada por el lugar sino que conversaba alegremente con… ¿el gabinete presidencial? ¿Era en serio? Por supuesto que si, se trataba de Margarette Biavane, que tuviera amistad con el mismísimo presidente no debía ser una sorpresa, lo sorprendente es que dodos estuvieran ahí, el presidente, la primera dama y hasta su irritante hija, sin mencionar al vicepresidente y el nuevo secretario de defensa nacional, su corazón se paralizo cuando una loca idea le cruzo por la cabeza, Leo, si todos estaban ahí, quizás el pelinegro también lo estuvieran, pero por más que escaneo el lugar no le encontró, por una parte se sintió aliviado y por otra un tanto decepcionado.

Con una sonrisa digna del premio al mejor actor se acercó donde su madre y con mucho respeto saludo a todos ahí, se permitió tomar un par de copas y cuando menos acordó la música dejaba de sonar para dar lugar a la voz de su madre quien se encontraba parada en medio del escenario con micrófono en mano y pidiendo la atención de todos los presentes; por supuesto que los primeros en acercarse fueron los medios de comunicación quienes con cámaras y micrófonos listos estaban en primera fila para enterarse de lo que acontecía.

-Buenas noches mis queridos invitados, en verdad es un placer tenerlos aquí reunidos, sé que no es el lugar que siempre acostumbramos pero decidí sucumbir ante los caprichos de la hermosa dama aquí a mi lado..- En ese momento Arantza salía de las sombras para saludar con una timidez que por supuesto que en la realidad no tenía y quedarse junto a Margarette. –Para que la celebración se llevara a cabo al estilo de los jóvenes de hoy.

Maggy le cedió el micrófono a Arantza para después comenzar a caminar hacia las escaleras y bajar del pequeño escenario.

Hola buenas noches, yo soy Arantza Raddrizzani y es un placer para mi invitar a nuestro querido festejado a que pase a acompañarme aquí arriba y en representación de todos aquí expresarle nuestros buenos deseos y felicitaciones por este día.

Automáticamente todas las miradas rastrearon a Dilan y como presión psicológica se mantuvieron en el hasta que resignado subió al escenario, no sin temor por lo que podría o no suceder estando ahí y es que con Arantza y su madre juntas en verdad no sabía que esperar. Una vez en el escenario Arantza le estiro la mano para que él la tomara t acercándose tiernamente le beso la mejilla y lo invito a sentarse en una silla que mágicamente había aparecido en medio del escenario.

Una vez sentado Arantza volvió a hablar primero para el público y luego para él.

-Bien todos sabemos porque estamos aquí, aunque justo el hombre sentado a mi lado lo había olvidado, Dilan para todos los que tenemos el placer de conocerlo es realmente una persona espectacular, es un hombre inteligente rico, atlético y muy apuesto, aunque quizás este mal que yo lo diga ya que soy su novia.- Un leve sonrojo apareció en las mejillas de la pelinegra y la gente vitoreo ante aquel comentario. –Y además d eso como si el paquete no fuese ya demasiado bueno es una persona realmente amable y servicial.- Todos asintieron y luego Arantza se giro viendo directamente a Dilan a los ojos. –Corazón, realmente es una dicha para mi poder acompañarte hoy y ser tan afortunada como para formar parte de tu vida, aunque a veces también eres un poco, bastante caprichoso y te olvides de cosas tan importantes como tu propio cumpleaños y además de ellos haberme orillado a arrastrarte aquí sin que lo supieras, pero en verdad espero que te haya gustado la sorpresa, Maggy y yo trabajamos mucho por ello y hemos sido testigos de lo mucho que te has esforzado y trabajado en el último tiempo por eso solo queríamos que hoy descansaras y te divirtieras.- Arantza volvió a tenderle la mano, Dilan la tomo y se puso d pie frente a ella. –Feliz cumpleaños mon chavalier, es deseo común de todos los presentes que te la pases increíbles y que tu vida este llena de dichas y felicidad por muchos años más.- En ese momento un mesero se les acerco con una bandeja con 2 copas de champan y se las ofreció; en un vistazo rápido pudo observar que todos los invitados también tenían una en sus manos, Arantza tomo una de las copas y se la ofreció mientras ella se quedaba la otra y el hombre se retiraba. –Feliz cumpleaños Dilan.- La pelinegra alzo su copa y luego la choco un poco contra la de él mientras el público hacia lo mismo y se escuchaban sus voces al unisonó felicitándole.

En ese momento Dilan se había sentido realmente dichoso y feliz, ese no era ni de cerca parecido a cualquiera de sus cumpleaños anteriores y aunque al inicio lo hubiera olvidado y no hubiera querido estar ahí en verdad se sentía muy agradecido por aquel maravilloso detalle, se dejo apresar por los brazos de Arantza y le correspondió rápidamente mientras los espectadores comenzaban a gritar “beso, beso, beso” una y otra vez. Ciertamente para el mundo la pelinegra era su pareja y estaban innegablemente enamorados, quizás no estaría mal complacerles solo con una pequeña actuación.

Tomo a la pelinegra por los hombros, la separo apenas y lo suficiente de él, la observo a los ojos por un momento sintiendo la mirada expectante de Arantza posarse en los suyos y lentamente unió sus labios con los de la pelinegra mientras los flash de las cámaras les cubrían y un hombre parado aun en el comienzo de las escaleras les observaba perplejo ante aquella escena.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Y bueno... como siempre la misma pregunta, ¿que tal? wou.. este cap ammm ni que decir, que pasa por la cabeza de nuestro Dilan? y el extraño misterioso? estoy segura de que sospechan de quien se trata.... y vamos Poseidon! que te traes entre manos? El cap original quedaba demaciado largo por lo que he decidido cortarlo y dejar el resto para la sig actualizacion, lo sé lo sé, soy mala pero espero que se quedn con muchas ansias de saber que pasara en esa la maravillosa fiesta de cumpleaños de nuestro chico Biavane. Ya mejor reviews y comentarios ni se los ido porque siempre son sol las 2 mismas personas de siempre, pero en verdad muchas gracias por tomarse su tiempo y leer esta historia, eso ya significa mucho para nosotras. ue tengan un bonito fin y una excelente semana entrante, les mando apapachos de caramelos, hasta la proxima.

 

Jjin.


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