Después de la junta de los hermanos, solo quedaba una cuenta más por saldar…
A lo lejos el pelinegro veía como el avión despegaba, comenzando ahí sus planes para encontrar al objetivo.
- Frank, tenemos trabajo en la casa blanca?
- No señor, se nos fue concedido el permiso para retirarnos, no sin una muy mala respuesta, si me permite por parte del presidente
- Bien, sabía que no sería fácil, Franco sigue sospechando de mi, era normal que quisiera que me quedara, así podría tenerme vigilado, pero desde un inicio acordamos que no me quedaría más que lo necesario en la casa blanca, Agh… ese lugar me abruma, bien dejando el tema de lado, que hay de la oficina?
- Procedimientos rutinarios, todo en orden, Lilian arreglo todo, estaremos bien por un tiempo
- Bien, vallamos al departamento, necesito empacar unas cosas, consigue el primer vuelo que encuentres a Detroit, consíguenos hospedaje y quiero a Mad ahí antes de que nosotros lleguemos, entendido
- Sí señor, por cierto aquí está el informe que me solicito.- le tendió la carpeta, para que el otro la tomara
- Perfecto.- al abrir la carpeta, una imagen conocida fue lo que encontró, una pelirroja que estaba seguro le había coqueteado en el bar y Roxy había humillado a más no poder, eso era lo que necesitaba, la moneda estaba echada al aire.- esta noche Detroit conocerá a Rächer en persona y nuestra Cinderella no tendrá precisamente un cuento de hadas.
***
- Jefa tenemos compañía
- En que parte?
- Zona norte, cerca de la base principal
- Saben cuántos son?
- Son 3 hombres, no conocidos en el territorio
- Bien, creo que alguien por fin se dio cuenta de lo que desprecio, ya era hora
Cepillando su larga cabellera, camino hasta la puerta de la bodega se guida por sus guardaespaldas.
- Vamos, no hagamos esperar a las visitas, es de mala educación, que una princesa llegue tarde…
***
El pelinegro y los dos rubios caminaban por las sucias calles de Detroit, Mad con el Lobo canadiense amarrado a su mano, mientras a su lado Fran caminaba despreocupado, solo observando a su jefe…
- Jefe sabe a dónde vamos?
- No, ese es el punto, sigan caminando
- Qué?.- preguntaron Mad y Frank al mismo tiempo estupefactos, ante la respuesta de su líder
- Tranquilos están alterando a mi bebe, no es así Monster.- decía mientras daba una palmada en la cabeza del feroz animal.- ya nos han notado, en cualquier momento nuestra Cinderella va a aparecer, entonces comenzara la diversión…
Tal cual había predicho el pelinegro, un auto a toda velocidad llego derrapando y estacionándose de forma diagonal a lo ancho de toda la calle, a tan solo unos cuantos pasos de los tres hombres
Del frente del auto bajaron dos tipos altos, rubios, bastante atractivos, en trajes azul marino, con estolas en dorado, mas no se dirigieron hacia ellos, esperaron un poco, entonces el copiloto abrió la puerta trasera del auto y entre los dos tipos uniformados ayudaron a la muchacha a bajar.
- Valla, valla, valla, Rächer, Shadow y Mad.- haciendo una ligera reverencia, les encaro.- me complace tenerlos en mi territorio, a que debe esta princesa la visita de tan apuestos caballeros?
Rächer avanzo un paso frente a la chica, y con una sonrisa picara en el rostro y los ojos más inexpresivos…
- Vine a por ti, princesa
Con tan solo esas palabras Rächer sabía que la tenía en su mano, se le habían dilatado las pupilas y la vio entreabrir los labios para poder respirar…
- Así que te diste cuenta, que soy mejor que tu tipeja? O es que le he causado problemas a tus negocios?.- pregunto con inocencia fingida
- Actuaste sucio, si, lo que hiciste solo me casusa gracia, fueron simples travesuras de una niña haciendo berrinche
- Que buscas de mi entonces? No creas que soy tan fácil
- Oh, no valla, nunca lo pensé, lo eres, con el simple hecho de mirarte lo supe, además, esta solo es una visita a tu persona
- De que hablas?
- Bueno… tómalo como protocolo, un advertencia… vendré a por ti
Dándose media vuelta, estaba por meter la mano en sus bolsillos, cuando el sonido de las armas cargándose les alertaron, ante lo cual Rächer reacciono con indiferencia caminando normal hacia Mad y Max, dos pasos después y sin que sus hombres accionaran un arma, los dos hombres de azul cayeron desplomados al suelo, sin siquiera haber tenido oportunidad de ver quien les había disparado o quien había accionado el arma…
- Como escuchaste princesa, eso solo es una advertencia, nadie juega con el Jefe
Ante la mirada aterrada de la muchacha los dos hombres dieron vuelta junto a su jefe y caminaron por la calle de regreso, apagándose automáticamente las farolas, dejando todo en tinieblas
***
- Así que… porque no nos explica el plan Jefe
- Agh… cállate Mad, solo cuida del cucho y ya
- Vamos, no puedo ir a ciegas, puedo matar a quema ropa, destazar con sadismo, quemar a las ratas mientras están vivas, pero para este paseo no se cual es el plan, me pone ansioso
- Bien, cállense antes de que me de jaqueca, Lilian no está y solo ella sabe cómo controlar mi malestar, asi que escuchen con atención, lo que hicimos hoy va a llenar a nuestra señorita de pánico, lo que hará que alerte a todos sus hombres, pero me he encargado ya de eso, cierto Mad?
- Qué? Ah sí, nuestros hombres están reclutando a los suyos, las sumas de dinero que aceptaron son ridículas ni siquiera es más que las comisiones de nuestros polluelos, así que la mayoría va a ayudarnos cuando estemos por atacar
- Y el resto?
- Di indicaciones de matar a todo aquel que no quiera seguirle jefe
- Perfecto, como les decía, vamos a tener cubiertos a sus hombres, por lo cual nuestra falsa princesa estará sola, una chica, somos tres hombres, pueden verla como un objeto, para mí, no tiene valor alguno.
- Es por eso que trajimos a pasear a Monster
- Así es, mi pequeña mascota dará el jaque a nuestro juego y me parece que, Shadow, cual es el estado del tiempo para mañana?
- 75% húmedo, con viento de hasta 1.5km/hrs , un día bastante nublado y frio
- Excelente, la lluvia se encargara de borrar nuestras huellas, eso si mi precioso Monster no se indigesta, eso sería desagradable.- el hombre rio cruelmente y los dos rubios solo le observaron en silencio.- ahora vallan a divertirse, conocen esta zona, saben que es peligroso, no estamos en nuestros territorios, pero si permanecen en la zona este, no hay ningún problema, chicas, chicos, y alcohol si lo quieren, todo va por mi cuenta…
- Que dices Shadow vamos por un trago, como en los viejos tiempos?
- Solo un trago, mañana tengo que hacerme cargo del cargamento que llega a Éxtasis
- Agh… esta vez quiero que llegue completo Shadow, no quiero fallas, nuestro estúpido pececito ha estado haciendo de las suyas a diestra y siniestra, me tiene arto
- Déjelo todo en mis manos, créame el cargamento llegara intacto o dejo de llamarme Shadow
***
El cielo daba indicios al crepúsculo mientras Leo se paseaba de lado a lado de la habitación, se encontraba solo y pensativo, las últimas noches y los pasados acontecimientos llenaban su cabeza, la imagen de Dilan una y otra vez se resumía en secuencias de caricias y besos, sus oídos se llenaban de gemidos conocidos y comenzaba a volverse loco, sabía que no podía mas, tenia que cerrar un capítulo, para comenzar otro y como por acto reflejo tomo su celular de la cama y marco el numero de Mateo…
Dos, tres timbres y nada, cuando pensaba que la contestadora daría tono, entonces él contesto.
No hicieron falta más de 30 minutos para que este llegara, con el cabello empapado en sudor y la ropa pegada al cuerpo por lo mismo. Leo le insto a pasar, mientras le ofrecía una toalla para que se limpiara el exceso de sudor…
- Así que Detroit… cuando me llamaste pensé que nos veríamos en el bar de siempre o en el hotel a unos cuantos metros del bar… me sorprende el lugar
- Bueno… estoy en servicio
- Y yo igual así que jugamos?.- preguntó un pelinegro con una sonrisa picara y un brillo desquiciante en los ojos
- No
- Oh vamos, estaba en un juego de Black Jack en el barrio chino, vine hasta acá y no quieres jugar?
- No, porque no te sientas, tengo que hablar contigo
La estancia de la casucha era cómoda, dos simples sillones en torno a una chimenea sencilla que era la que iluminaba y calentaba el descuidado salón, mateo de dejo caer en el sillón más cercano y Leo se sentó a su lado, mientras le veía a los ojos…
- Este juego… ha sido divertido… pero… se termino Mateo
- M…. es por tu nuevo puestecito?
- Ha, ahora vas a chantajearme
- No, solo es una pregunta
- Pues bien, no lo es, pero no me eres suficiente mateo, cada vez me satisfaces menos y mi mente está por explotar, todo mi ser dice que estar contigo es un error
- Valla, valla, Archer, Rächer… que curioso jugar con las letras de tu apellido… tu cara no sale en los periódicos como un delincuente si no como un héroe… pff… y yo no te lleno… no te satisfago.- mateo se levanto abruptamente ante la mirada de Leo, camino a la puerta de salida y mientras su mano estaba en el pomo, volteo a ver a Leo a los ojos.- me has dado todo lo que necesitaba de ti Rächer, Archer, Wayne Douglas o como quieras llamarte, fue divertido, gracias por la información…-Y ante la mirada desconcertada de Leo, este salió por la puerta.
A Leo le tomo medio segundo procesar lo que había escuchado, sus neuronas no podía sumar dos y dos, entonces tomo el arma de su bolsillo, retiro el gatillo y salió de la casa en busca del pequeño pelinegro, mas no había nada, ni nadie, avanzo por la calle, pero solo el aullido de los perros y el sonido de las otras casas se escuchaba, no había pasos de gente, no había autos en la calle, se maldijo internamente y regreso a la casucha, ya se encargaría del pelinegro si este llegase a abrir la boca, a demás, tenia negocios más importantes aquella noche…
***
El sol aun no salía, el cielo estrellado podía apreciarse de cierta forma aun, les quedaban aproximadamente una hora para que el cielo comenzara a clarear y necesitaban moverse rápido.
- Shadow, porque ruta llevaremos el cargamento?
- ustedes tomen la95 por la free way hasta portland, los veré ahí, no quiero fallas, si se desvían del camino lo sabré
- como ordenes
Entonces los tres hombres montaron las motocicletas, los dos polluelos de la organización comenzaron el recorrido, mientras que Shadow observaba sus movimientos mediante un dispositivo de rastreo en el celular.
- Veamos si puedes contra esto, pececito…
El rubio monto su motocicleta y apago el celular, condujo por la 95 unos 20km y se detuvo, dejo la motocicleta a un lado y encontró el hangar, con burla subió al helicóptero el cargamento y despego, voló bajo para evitar sospechas y no ser detectado en los radares, piloteo por aproximadamente una hora, aterrizo en el techo del bar en portland y en cuanto puso sus pies en la tierra, descargo el paquete y lo llevo a encerrar en la bodega, la entrega en Éxtasis había sido un éxito.
Por pura curiosidad encendió el celular, los puntos estáticos en la pantalla solo podían significar una cosa, su plan había resultado, marco el numero de su jefe y no tuvo que esperar más de dos timbres.
- Jefe, está hecho
- Mi cargamento llego completo?
- Así es señor
- Perfecto, que paso con los polluelos?
- No me he comunicado con ellos, pero sus ubicaciones están estáticas en el monitor
- Bien, envíales refuerzos, sea mi hermanito queriendo dar problemas o nuestro famoso pececillo, no podemos dejar a nuestros hombres de lado
- Enviare refuerzos, por cierto estaré en 4 horas en Detroit
- Bien, Mad me tiene harto, lo único que hace es hablar de Lens, mi cerebro está por derretirse
- Tranquilo jefe, creo que es un poco de Karma
- Aun soy tu jefe Shadow, no deberías de quejarte, eres mi secretario
- Lo sé señor
- Bien, encárgate de los refuerzos y trae explosivos, de los pequeñitos tu sabes bien cuales, están en mi escritorio en el cajón, ya sabes la contraseña
- Entendido
Sin más por hacer, el rubio se dirigió a la oficina, saco los explosivos diminutos que se encontraban en un pequeño maletín plateado y ordeno al jefe de la escuadra 5 de Portland que enviara sus refuerzos para encontrar a los polluelos, dándoles la ubicación.
***
El vuelo había sido tranquilo, algunas turbulencias pero solo eso, al llegar a Zúrich, el clima era frio, pero no insoportable, en el aeropuerto, recibió rápidamente sus maletas asegurándose de que ninguna faltara, para después dirigirse a su hotel, se instalo, tomo una ducha y después de un sueño reparador, estaba lista para comenzar con su trabajo.
Después de descansar toda una noche y levantarse a las frescas de medio día, se sentía lista y relajada, llamo al servicio a la habitación para que le llevar el “desayuno” y después de ingerir sus alimentos, se sentó en el escritorio de la habitación, descolgó el teléfono y lo primero que hizo fue hacer que la operadora le comunicara al banco nacional de Alemania, después de varios tonos, el gerente le contesto.
- Buenos días, mi nombre es Ángela , me gustaría, abrir una cuenta con ustedes
- Bien señorita, porque el interés de una cuenta con nosotros?
- Bueno… es simple, me parece que sus tasas de interés son buenas y siento que mis ahorros estarán en buenas manos, a demás estoy dispuesta a pagar la suma que sea necesaria para que todos mis registros sean privados
- Por eso no habrá ningún inconveniente, solo necesito que me dé por favor una dirección de correo electrónico y si maneja banca por internet, su tarjeta estaría llegando a la dirección que me proporcione en unos cuantos días
- Me gustaría que fuera a la brevedad, la verdad estoy por negocios en suiza y quiero aprovechar para retirar todo mi capital de ese banco, para hacer la transferencia al suyo
- Le parece bien 8 horas para la entrega de su tarjeta?
- Me parece perfecto, aun asi podre hacer ya la transacción desde este banco al suyo
- Así es, solo necesito me proporcione algunos datos…
La pelirroja estaba contenta ante sus avances de solo un par de minutos, mientras mas pronto terminara de hacer todo el papeleo, ella podría salir a divertirse y de compras, después de todo, eran sus vacaciones.
***
- Son las nueve en punto, espero que Shadow llegue pronto
- No seas impaciente, todo salió de acuerdo a plan…
- Entonces el cargamento llego a salvo?
- Si, no podía permitirme perder otros 500 mil dólares, sería muy estúpido
- Que paso con los polluelos, les mataron?
- No, al parecer solo fueron asaltados y dormidos con un tranquilizante para animales, los chicos del cuartel les atendieron, al parecer todo está bien
- Creo que por fin llego Shadow
- Como lo sabes?
- Una motocicleta de gran potencia acaba de estacionarse en el patio trasero
- Tu oído ha mejorado Mad…
- Así es señor, abrirá la puerta en 3… 2… 1…
***
- Así que, qué demonios fue lo que sucedió?
- Crees que tengo idea?
- Fue una maldita trampa
- Yo no podía saber nada, me enviaste asegurándome que podríamos arrebatarles el cargamento
- Quien iba al frente?
- Yo que sé, se suponía que Shadow llevaría el paquete, pero no era él, eran dos chicos, bastante jóvenes
- Nos han ganado esta, pero no podrán evitarnos por mucho mas
- Eso espero, si se nos va de las manos
- Tranquilo, todo a su tiempo, después de todo, yo tengo el control aquí
***
Los dos rubios y el pelinegro caminaban por las calles desiertas de Detroit como la noche anterior, las farolas encendidas y el cielo nublado les acompañaban
- Jefe, ahora si sabe a dónde nos dirigimos?
- Estaremos ahí a la brevedad
Caminaron unos metros más para llegar a un callejón sin salida, Rächer se introdujo en el, camino con parsimonia mientras los dos rubios le seguían de cerca, al final del callejón una puerta de lamina se podía apreciar de lado a lado, con un simple asentimiento, Shadow se acerco hasta la puerta, l abrió sin mucha dificultad, pero dentro no se veía nada, estaba en penumbras, el ojiazul camino al lado del rubio y se introdujo en la negrura.
- Mi bella princesa de larga cabellera, he venido a por ti, sabes no soy un fanático de los hermanos Green pero deberías saber que los finales de las princesas no son como los cuenta Disney, así que porque no te muestras de una vez por todas…
Entonces alguien chasqueo los dedos, haciendo así que la habitación se iluminara, al centro de la bodega rodeada por varios hombres vestidos en trajes azules con estolas doradas estaba sentada la chica, peinando sus hebras rojizas
- A que debo tu visita Rächer?
- No te lo dije ayer? Ha venido a por ti
- Ah, si?
La chica se levanto de su sitio tiro lejos el cepillo y entonces clavo sus orbes plateadas en los zafiros del pelinegro.
- Abandona mi territorio, oh no responderé
- Es eso una amenaza?
- Tómalo como lo desees
- Nadie, me amenaza a mí, princesa
Introdujo su mano a la parte trasera de su jean sacando su pistola manual, apuntando directamente a la chica, ante lo cual, la chica sonrió con suficiencia, se inclino un poco como haciendo una reverencia y de cada bota, saco un arma manual.
- Estas en desventaja, si es que, lo que quieres, es un, uno a uno
- Me crees esa clase de persona?
- Así que tienes un as bajo la manga?
- Haces demasiadas preguntas, porque no jugamos?
- Sin armas, solo tú y yo, cuerpo a cuerpo
- Sería injusto, soy una delicada chica y tu eres un hombre bien dotado, eso suena a la trampa perfecta
- Como desees, has dicho, entonces comienza a correr, mi precioso Lobo esta hambriento
- Te olvidas de un detalle, vez a estos chicos a mi alrededor? Son mis súbditos, dispuestos a morir por mí, me defenderán, no es así chicos?
Ante la atenta mirada de la chica, le dieron la espalda y caminaron directo a la salida, dejándola completamente sola
- Qué?.- su rostro de descoloco por completo durante un instante, ante lo que, al verse sola, chasque los dedos, dejando en penumbras el lugar.
El pelinegro solo atino a escuchar los ruidosos tacones de la chica corriendo al fondo de la bodega, cuando ya no escucho nada, chasqueo los dedeos, para ver que estaban completamente solos.
- Jefe, que hacemos ahora?
- Trae a Monster, nos llevara hasta ella
- Si, señor.
El rubio salió de la bodega en busca de Mad con el lobo, mientras que el, caminaba por la bodega, hasta toparse con el cepillo, que la chica había estado usando cuando llegaron, ahí.
***
La pelirroja corría por las avenidas, había tenido que brincar varias bardas, sus hombres no respondían y las bases parecían estar solas, se sintió desesperada, pero seguía corriendo, con un tacón roto, el pelo enmarañado y empapado por el sudor y la falda comenzando a romperse, debido a la pared que tenia alambrado.
Al llegar a la base principal, efectivamente se encontraba vacía. Abrió introduciendo los códigos de seguridad, pero fue bastante tarde, de un zarpazo el lobo le había deshecho la falda, dejando nada a la imaginación.
- Valla, eres desconsiderada, cenicienta, por eso tu hada madrina no vendrá a ayudarte
- Que es lo que quieres de mi?-. Grito la ojigris desesperada al tener al perro olfateándola y enseñándole los dientes
- Sabes es gracioso, podría jugar contigo, ya sabes.- dijo leo mientras le apretaba fuertemente el mentón para obligarla verlo a la cara.- pero no sería más que tu capricho cumplido antes de morir, o no?
- Me das asco.- la mirada de la chica denotaba profundo odio
- Me sorprende, querías asesinar a mi chica, por mí, ahora me tienes asco, soy así linda, así que dime tu último deseo y si los chicos lo aprueban, te lo concederé…
De un manotazo se soltó de la mano de su captor, se escabullo de entre los chicos y el perro y comenzó a correr nuevamente
- Quiere que suelte al perro?
- No Mad, cometió un error de principiante, la calle que tomo no tiene salidas, por más que corra no va a poder escapar, el reinado de la Cinderella llego a su fin.
La lluvia caía pesada sobre la ciudad, de un momento a otro mientras corría había empezado a brizar para después dar paso a la tormenta, el cielo se encontraba cerrado por las nubes y la única luz era la de las farolas, las botas de tacón de la chica estaban rotas y los pies le dolían, pero sabía que si dejaba de correr, su vida terminaría en un abrir y cerrar de ojos, para su suerte había comenzado a correr por rumbos conocidos Livernois Avenue comenzaba a asomarse, creyéndose libre de las manos de sus perseguidores, corría con más fuerza por la calle, la falda hecha girones, y empapada, los tacones rotos, el maquillaje corrido y la lluvia que no daba tregua, en un descuido, giro hacia su derecha, para entrar en un callejón, con el corazón y la respiración agitados.
Se recargo a descansar, se quito lo que quedaba de sus botas para sobarse los pies mientras recuperaba el aliento, mas ese fue el peor error, que podía haber cometido aquel día.
De pronto los tres hombres como adonis caminaban hacia ella en el callejón, con el lobo de la mano del rubio mas corpulento, ante los ojos de la muchacha el animal lucia bastante fiero y hermoso, solo esperando el momento adecuado para darle fin a su existencia, la chica estaba congelada, no podría escapar, no había salida del callejón, estaba cansada y sus armas hacia rato que las había perdido mientras corría sin rumbo fijo.
- Valla, valla, mira que tenemos aquí, es una muñeca, rota…
- Diría deshecha jefe
- M… tienes razón Mad, en cualquier instante caerá lo poco que le queda de resistencia, qué opinas Shadow
- Es una hermosa noche, para borrar evidencias
- Perfecta diría yo…
El pelinegro camino, hasta la chica que tenía la cabeza gacha y estaba en el suelo sobre sus rodillas, le tomo del rostro para que le viera directamente a los ojos y en la mirada de la chica había odio, desesperación y rebeldía como cuando le había dicho que le asqueaba.
- Mi Cinderella termino siendo una simple muñeca hecha de trapo, esta noche no hay final feliz, princesa, lo entiendes
- Crees que eso me puede, oh Rächer, mi gente sabrá que fuiste tú, estas en mis territorios, irán a por ti y tu reinita…
Un golpe sordo resonó en el callejón mientras las gotas de agua repiqueteaban en los techos de lámina.
- No di permiso a que hablaras
- No sabes tratar a una mujer, no sé como esa te soporta, si se nota a kilómetros que es una zorra mas…
Otro golpe más, la mejilla derecha de la chica estaba color rojo cereza y no había derramado una sola lágrima
- No te atrevas a compararte con una mujer como ella, porque si quisieras calzarte sus botas, te quedarían bastante grandes, escoria como tú, incluso como yo, no debían de tocar a personas como ella, pero nos toca profanar lo más puro para nuestros intereses personales y me vale una mierda, que sepan que he sido yo quien te ha matado, porque puedes dar por sentado, que la protegeré con mi vida
La chica soltó una amarga carcajada, dado un manotazo a la mano de Leo que se apoyaba en su cuello, para que este la soltara.
- Jefe que quiere hacer?
- Suelta a Monstruo, deja que se entretenga, creo que tiene hambre
- Seguro que no quiere…
- No, pensé que esto sería más divertido pero… me he aburrido muy pronto, todos sus movimientos fueron predecibles, así que, no tengo ganas de hacerlo con mis manos
Dejando a la chica tirada en el suelo, se poso al lado del rubio acarició con gentileza la cabeza del perro y volteando a ver una vez más a la víctima como si fuera basura, le hablo por última vez
- Sabes, hubieras sido, una pieza excelente entre mis hombres, pero tus hormonas infantiles te hicieron débil, un corazón enamorado es un corazón blando, un hombre perdido, o muerto, oh preciosa cometiste la peor de las equivocaciones, tiraste tu vida en vano, por capricho o por amor…
- Me vengare de esa, desde el mas haya…
- Porque de ella? De mi fiel compañera, mi protegida, mi pequeña hermana, la única hija de la mujer que me crio por un corto pero significativo tiempo, sabes, Nunca me han importado menos las mujeres, porque soy 100% Gay cariño
La cara de estupefacción de la Cinderella había sido lo más magnifico que Leo no veía en algún tiempo, y mientras se reía abiertamente, hizo una seña con su mano, para que Shadow soltara al perro.
Los gritos desgarradores de la chica, eran todo lo que se escuchaba en el callejón a demás del agua golpeteando contra el pavimento.
- Señor, sus ordenes?
- Lleva a encerrar a Monster en las bodegas de Maine, prémialo, ha hecho un buen trabajo, y encubre lo de esta noche
- Quemo lo que quedo de la chica?
- Ardera en el mundo de los vivos y en el de los muertos, m… si, quémala, después hagan explotar las bodegas, rescata algún trozo de tela de lo que usaba la chica y deja un mensaje para sus ex hombres, claro lo que aun no se unen a nosotros, pueden optar por unirse a mí, o estar en guerra contra mí, pero su destino será 100 veces peor que el de la chica
- Entendido señor
***
Leo había volado esa misma noche en primera clase hasta su departamento en Nueva York, mientras su secretario le seguía cual sombra…
- Cree que vallan a seguir buscando a Roxy, después de que termináramos con su Cinderella
- Ten por seguro, que muchos de unieron a nosotros por el puro hecho de la venganza, pero no soy estúpido y mis hombres mucho menos, así que… que comience el juego Frank, veremos a donde nos lleva esto