Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

THE LIE IS NOT OVER por Daydream duet

[Reviews - 73]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

bien el cap de este viernes llega tarde otra vez pero llega jeje...

bien solo puedo decir que este nuestro regalo de san valentin de parte del Daydream Duet para ustedes, disfrutenlo.

S.T. esperamos haber resulto tu queja de la ausencia de Dilan.

Feliz 14 de febrero adelantado.

 

Alex había pasado una noche de insomnio, después del baño el rubio los había conducido hasta la cama, y decepcionando a Alex, tal como Max lo había dicho no hubo pasión esa noche, solo se acorrucaron en la cama, Max lo había besado con ternura y delicadeza y se había dedicado a mimarlo y acariciarlo hasta caer profundamente dormido, Alex podía ser cualquier cosa menos tonto, sabía lo preocupado que se encontraba el rubio y se sentía profundamente culpable por no poder ayudarle, no podía mas que quedarse despierto, acariciando cada una de sus facciones hasta que el seño fruncido se desvaneció para dar aso a un rostro apacible y relajado, esa noche se juraba a sí mismo que haría lo que fuera para que esa expresión no estuviera solo durante los sueños.

****

Dilan había logrado termine todo el trabajo que el taquee al milenium había acarreado para él, se había extraído la mitad del capital necesario de los fondos emergentes y la otra mitad de la reducción de gastos que dejaría a la junta con el cinturón bien apretado durante algún tiempo¿ con todos os documentos en ordene y las cuentas perfectas Dilan envió a través de correos irrastreables los documentos que tantos dolores de cabeza le habían proporcionado, no tenia la mas mínima gana de volver a toparse con los miembros de la junta, cada correo llevaba de manera clara y concisa la información de cada movimiento bancario además de las instrucciones a seguir para cada líder de todas la unidades.

Con el tiempo que llevaba trabajando para el millenium había terminado por descubrir muchos secretos que en su inicio no había podido ni imaginar, ciertamente interactuaba poco de manera directa en la organización y de manera general cuando estas raras coacciones ocurrían era solo en presencia de los miembros de la junta, pero al tener que encargarse de cada mínimo detalle financiero terminó por enterarse de tan pequeños detalles como la cantidad exacta de peones que trabajaban en la organización, los embarques que se pedían, las zonas de distribución y prácticamente todo.

Terminando de enviar el ultimo correo, cerró la sección en su portátil, alejo un poco la silla de su escritorio, entrelazó los dedos y estiro los brazos frente a él buscando desperezarse un poco.

Sacó su celular del bolsillo de la chaqueta  lo encendió, hacía días que se veía en la necesidad de mantenerlo apagado, las constantes llamadas y mensajes de Leonardo lo volvían loco, el teces día de que los acosos comenzaran Dilan había cedido y terminó por contestar una de las llamadas del pelinegro y el resultado fue destrozo, Leonardo pretendía  creer que Dilan olvidase todo y volviera ser el niño cursi que se derretía ante el tono seductor de su voz, pero para Dilan no era tan fácil, cada vez que quería dejarse llevar el recuerdo de Mateo golpeaba su mente y la inseguridad y desconfianza le hacían alar otra vez.

suspirando checo las llamadas perdidas y se sorprendió al notar que ninguna era de Leonardo, sintiendo irracionalmente desilusionado decidió contactar a Lilian de quien eran las dos ultimas llamadas …

-Dilan, que sorpresa, buen día.

-Buenos días Lilian, tengo llamadas perdidas tuyas.

-oh! si, tuve unas horas libres, te hachaba de menos y como hace bastante que no me llamas decidí invitarte a salir pero fui brutamente ignorada…

-Tranquila, sabes que eres mi pelirroja favorita.

-Acaso conoces a alguna otra pelirroja???

-Algo así, en fin, lo siento he estado hasta el cuello de trabajo y con los constantes acosos de Leonardo casi pierdo la cabeza.

-Bueno eso explica porque o había querido separarse de su celular.

-Esta loco.

-Pero es algo que te encanta, no es así cariño??

-No admitiré nunca eso en voz alta.

-Dilan…- El tono serio que repentinamente había utilizado Lilian alertó un poco al peliplata.

-Sucede algo?

-Es solo que no logro entenderlos, tu lo extrañas y el te añora como un demente, por qué no simplemente vuelves con él? incluso me pediste ser tu espía.

-Lilian…

-Si?

-Lo amo, no dudes nunca eso, pero me es difícil, a veces quisiera regresar el tiempo pero no puedo simplemente fingirme ciego, me será difícil, me lo es justo ahora, me mata que me haya engañado, y sabes que no fue solo en una forma, todo ha cambiado, yo he cambiado, si tan solo el pudiera ser sincero de alguna forma… quizás...

-Todo lo ha hecho para protegerte.

-Y que bien le ha salido, me protegería mejor si me mostrara una visión clara y quizás así descubriría que no soy tan inútil como cree.

-No cree eso, pero para él no es fácil.

-Y lo entiendo Lilian, lo entiendo, pero ahora es mi turno de protegerlo a él y solo volveré cuando esto sea posible.

-Tan complicados.- Lilian profirió un largo suspiro antes de regresar a su actitud animosa que siempre tenía con Dilan. -Bueno, aún me quedan como 2 horas libres, ¿Quieres almorzar conmigo?

-Claro, estoy hambriento, pero que sea en tu casa, lo ultimo que quiero es un escandalo por engañar a mi novia.

-Los paparatzis te persiguen como a una celebridad jeje.

-Eso es muy fastidioso.

-Me pregunto por que aún no me la presentas?

-Todo a su tiempo.

-Esta bien, cocinare algo delicioso así que no tardes.

La llamada termino dejando a Dilan sonriente y animado, se levanto de su enorme silla, se coloco bien el saco y avisando a Mercedes que volvería mas tarde abordo el ascensor mientras llamaba a la otra persona de quien tenia llamadas perdidas, curiosamente Alex, parecía que los pelirrojos se habían puesto de acuerdo.

-Hasta que te dignas, estuve tentado a llamar a tu oficina.

-Conoces las reglas.

-Lo sé, lo sé.

-Habla rápido, tengo cosas que hacer.

-En ese caso búscame en cuanto puedas, hay noticias y de preferencia si pudieras llegar antes de las 5 seria mejor.

-Ahí estaré, adiós.

***

-Lo he conseguido amor, eso te quita un peso de encima?

-Aún no me decido si me lo quita o me lo aumenta.- Maximilian sonreía con originalidad, Alex sabía desde niños que Leonardo era la cosa más importante en la vida de Max, para el rubio nada importaba más que la familia y haría cualquier cosa por ver a sus seres queridos felices.

-No te arrepentirás?

-eh?

-Después de todo en algún momento estuviste enamorado de Dilan, no es así?

-eh? Que? Tu?- Max se había puesto completamente rojo al comprender las palabras del pelirrojo. -Como?? Como?

-como lo supe?

-Yo, no es lo que tu...

-Tranquilízate hombre, cuando conocí a Dilan me entere de todo, jeje claro que en ese momento no sabía que se trataba de ti.

-yo en verdad.

-Entonces no te arrepentirás?

-Por supuesto que no, aquello fue, una confusión.- Max se acerco a Alex hasta rodearle con los brazos y dejar sus labios a la altura del oído del menor. -escúchame bien, eres el único a quien amo, nunca dudes eso, Dilan es mi familia, Tu eres mi mundo.

-Esta bien, esta bien, no te pongas tan intenso, tonto.

Max aflojo el abrazo para poder depositar un fogoso beso e los labios del ojiverde.

-Contigo nunca es demasiada intensidad.

-Jajaja, crees que terminen matándonos?

-No lo creo, yo me encargo del cabeza hueca a ti te dejo a la mula.

-esta bien.

-te veo más tarde.

-te amo.

Max abandono la habitación y Alex corrió en busca de sus cosas para salir cuanto antes a su casa, había muchas cosas que hacer y muy poco tiempo para ello.

***

 

El almuerzo con Lilian resulto relajan y delicioso, Dilan no podría recordar la ultima vez que había probado la comida hecha en casa, eso le hizo sentirse sumamente culpable por que cada vez que visitaba a su madre era de manera exprés.

aprovechando el reencuentro Dilan aprovecho para sacar la mayor información posible sobre el pelinegro, de esa manera en coacciones se sentía un psicópata acosador, pero nadie le culpaba, después de todo era un hombre enamorado.

Dejando a la pelirroja frente al edificio de la oficina de Leonardo, Dilan tuvo que regresar a la empresa a cumplir con el trabajo acomunado que había dejado de lado para atender los asuntos de milenium.

Entro en el edificio saludando a los conocidos, entro a su oficina recibiendo más papelee de excedes, se sentó frente a su escritorio y se resigno a pasar las siguientes horas perdido entre los documentos.

 

Se había concentrado tanto en el trabajo que el tiempo se le había escapad como agua entre las manos, Fue Mercedes quien se encargo de recordarle la importante junta que tenía a las 5.

-Gracias Mercedes, no se que haría sin ti.

-Perder la cabeza de seguro corazón.- Mercedes se acerco lo suficiente para acariciarle con suavidad el rostro. – No es bueno que te sobre exijas mucho, ya incluso estas mas delgado.

-Te adoro mujer, eres como mi segunda madre.

-Dios santo, que hare yo con un hijo como tu?

-Quererme?

-eso ya lo hago muchacho.- Mercedes se alejo de el y camino hacía la salida. –Sera mejor que se apresure señor. – y cerro la puerta tras ella dejando a Dilan con una expresión entre frustrada y divertida, esos cambios de actitud repentinos siempre le sorprendían.

Pensando en un buen regalo para el próximo cumpleaños de su secretaría que bien lo tenía merecido salió de su oficina, despidiéndose de Mercedes con un repentino beso en la mejilla y prácticamente correr hasta su coche.

***

Maximilian había terminado su reunión con los accionistas de PROX, aquello era algo que le desagradaba más que incluso presentarse en la batalla pero como accionista principal era su deber después de todo n podía seguir presentándose ante la sociedad como el millonario que era sin tener un respaldo para sus ganancias, PROX y los elegantes hoteles a su nombre en todo el país eran la cuartada perfecta para sus grandes cuentas en diferentes bancos y con un contador privado experto en hotelería lo único que le quedaba por hacer era presentarse en aquellas aburridas reuniones de gente estirada, de esa manera la gente no podría decir que no trabajaba.

Esperó a que el reto de los accionistas abandonaran la sala despachando rápidamente a aquellos que no perdían oportunidad para hacerle la barba y cuando estuvo por fin solo saco su celular y buscando en su agenda hasta dar con su objetivo presiono el botón de llamada.

-bueno??

-Señor Archer, buenas tardes.- Leonardo había quedado desconcertado al notar de quien era la llamada, sobre todo por el hecho de que esos teléfonos si eran intervenibles pero al notar el vocabulario del rubio decidió que su hermano debía tener sus razones por lo que simplemente siguió el juego.

-Ha sido una sorpresa su llamada señor Marcov, ocurre algo?

-Señor secretario, es usted una persona ocupada pero me gustaría poder reunirme con un viejo amigo de vez en cuando.

-Soy un hombre ocupado ya lo ha dicho, pero como negarme ante el accionista principal de la empresa que patrocinó nuestra campaña???

-Entonces espero que pueda aceptar una invitación improvisada para cenar esta misma noche…

-Creo que podría hacerme el tiempo.

-Es excelente, en ese caso le enviare un coche para recogerlo…

-No es necesario, cuento con mi chofer para ello.

-En ese caso le enviaré la dirección en un mensaje de texto.

-de acuerdo.

-hasta entonces.

Leonardo terminó la llamada sintiéndose aún consternado y pensando aceleradamente su cerebro concluyo que aquello bien debía ser un juego mental para su padre, perdido en sus ideas sobre conspiraciones sintió el teléfono vibrar en sus manos para después leer el mensaje que su hermano acaba de enviar con la dirección del restaurant.

 

***

Cuando Alexander le había citado para asuntos urgentes Dilan imagino todo menos aquello, entró en la casa y se encontró con el pelirrojo recostado en el sofá, en pijama y con la portátil en las piernas.

-quieres decirme cuál es la emergencia??

-Dilan, yo… yo…- La voz de Alex era gangosa y apagada, como si llorara.

-Qué ocurre?- Dilan se acerco hasta el pelirrojo solo para confirmar sus sospechas.

-Yo, ya no se que hacer.

-No te estoy siguiendo Alex.

-Es Max, odio saber lo que le pasa, que trate de ocultármelo, no poder decirle que lo se y de esa forma no poder hacer nada para ayudarle.

- Sabíamos que esto no sería fácil.- Dilan se acomodó junto a Alex dejando la cabeza de éste sobre sus piernas. –Pero recuerda porqué iniciamos esto, debemos protegerlos, si les decimos justo ahora que lo sabemos todo sería malo.

-Pero es que él sabe que ya sé.

-Que es parte de la mafia, no lo que pasa precisamente en ella.

-AH!! Estoy deprimido.

-Vamos, debe haber algo nuevo por hacer.

-No quiero, quiero alcohol y olvidarme de todo.

-Vamos, no abandone mi oficina con mi millar de cosas por hacer para tirarme a hacértela de psicólogo.

-No quiero hacer nada.

-Estas seguro? Yo pensaba concederte cualquier capricho hoy.

-cualquiera?

-ya no estas deprimido?

-Si me llevas comer y de compras se me quita.

-Acaso eres una chica?

-no, pero soy gay eso me justifica, no?

-Como sea, pero después te haré trabajar como negro.

-que cruel, pero esta bien, iré a ponerme bonito…- Alex se levantó del sofá, demasiado animado para lo deprimido que se encontraba solo minutos atrás. –Tu deberías hacer lo mismo.

-Por qué? Creí que solo querrías unos tacos y un par de cervezas.

-No nene, ya que invitas, me aprovecharé, hay un restaurant en Manhatan y  de paso las compras quedan cerca.

-Estafador.

 

***

 

 

Leonardo había llegado a tiempo a la reunión con su hermano, al entrar en el restaurant inmediatamente le dirigieron a la mesa donde el señor Marcov ya le esperaba, Leo se sentó frente a él esperando una explicación para tener que encontrarse en un lugar publico sabiendo las consecuencias de ello, pero el rubio se limitó a ofrecerle una copa de vino mientras le indicaba que tenían que esperar un poco más.

Unos 10 minutos después el rubio le ignoraba olímpicamente mientras su mirada se dirigía a la entrada del  lugar y se perdía en la figura de un pelirrojo.

-El es… es quien creo.

-Si, es Alexander.

-Pero co… como?

-Lo encontré hace un tiempo.

-Creí que mi padre…

-Algo así pero se las arreglo y vino a buscarme.

-Dios, esto es surrealista, es la razón por la que cediste con Dilan?

-Siempre estuve enamorado de él, solo me hacía falta verle otra vez.

-Es… es…

Y las palabras se amontonaron en su boca y le dejaron sin aliento al notar que detrás de Alexander entraba un peliplata al que conocía más que bien. Leo quedó completamente pasmado en su sitio mientras Maximilian ya se había puesto en pie para recibir a los chicos.

 

***

Dilan se había pasado el trayecto de la casa de Alexander hasta el restaurant sientiendose un grandísimo idiota por haber sido estafado por el pelirrojo.

Ahora los dos iban bien enfundados en elegantes trajes Armani que por supuesto Dilan había tenido que presupuestar.

Alexander llevaba un traje negro con una camisa blanca y corbata verde que resaltaba el color de sus ojos mientras Dilan había optado por un traje gris con camisa negra y sin corbata.

Siguiendo las instrucciones del Alex para llegar al lugar terminó por aparcar frente a un restaurant 4 estrellas, a simple vista a Dilan no le parecía la gran cosa como para ir vestidos como lo iban pero cediendo a su propia palabra de concedería cualquier capricho no dijo nada y simplemente se bajo del auto entregando las llaves al ballet parking.

-Sabes que es muy seguro que debamos necesitar reservación.

-Vamos, eres Dilan Biavane, que no? Dudo que alguien te limite la entrada.

-Tu confianza en mi es abrumadora.

-Andando.

Entraron en el lugar topándose con un pasillo corto, en el final de este se hallaba una especie de mostrador, Alex se veía especialmente ansioso así que Dilan camino con seguridad listo para ofrecer una buena suma para pasar desapercibida la falta de reservación, pero al llegar al mostrador Alex se le adelantó.

-Mesa 2, ya nos esperan.

La chica les sonrió checando en su lista. – es cierto caballero, por favor adelante, David les mostrara su mesa.- La señorita señalo a un mesero quien ya les indicaba el camino.

Alexander siguió de inmediato al joven mientras Dilan no terminaba de procesar aquella extraña y nada coherente situación, se retraso a propósito y atendiendo a la mirada expectante que le dirigía la recepcionista se animo a preguntar aquello que le inquietaba.

-Disculpe pero, mi amigo quiere tenderme una sorpresa, podría decirme a nombre de quien esta la reservación?

-Si es una sorpresa debería dejarse sorprender, no lo cree?- La mujer estaba claramente coqueteándole, Dilan sonrió deslumbrando a la chica sin hacerlo con ese propósito.

-Por favor… el suele ser muy bromista, será nuestro secreto.

-Esta bien, permítame.- Dilan se divertía pensando en las diferentes reacciones que tendría la muchacha si Arantza le acompañara o si supiera que era gay. –bien, la recervación esta a nombre de Maximilian Marcov.

-Oh! Muchas gracias preciosa.- Dilan le giño un ojo a la mujer y se apresuró a seguir a Alex quien le esperaba en la entrada de un gran salón.

 

Se dejó guiar sin saber exactamente que esperar de la trampa que seguramente planeaban esos 2, trato de pensar en mil ideas pero el cumpleaños de cualquiera de los 3 no era una opción, así que solo esperaba que aquello no fuera tan malo como bien podría serlo.

Maximilian había llegado a su encuentro abrazando a Alex y después a Dilan, el peiliplata estaba seguro que de no estar en aquel lugar publico entre aquellos 2 habría habido algo más que un simple abrazo casual, después terminaron por avanzar hasta su mesa y Dilan se encontró con lo que menos hubiera pensado.

Todo lo que había imaginado hubiera sido infinitamente mejor, pero ahí estaba, con un Leonardo Archer sentado frente a él con la misma expresión de sorpresa que debía tener él.

En su cabeza el mundo se había tomado un descanso y las cosas transcurrían como en otra dimensión, a lo lejos podía escuchar las voces de sus amigos.

-Bien Leonardo, lamento que el reencuentro sea tan corto, me ha dado gusto verte pero ya me voy… lo siento Dilan.- Dilan sintió el toque del pelirrojo en su hombro pero no puedo reaccionar ante el.

-Sorpresa doble como lo había prometido.- Dijo el rubio antes de jalar al pelirrojo hacia la salida.

Mientras el rubio y el pelirrojo escapaban de la mesa, el ambiente se volvió tenso, Leo no alcanzaba a respirar y Dilan no podía terminar con su cara de asombro.

-Esto fue una mala idea, es mejor que yo…- pronuncio el peli plata mientras trataba de alejarse de la mesa

-No… yo… no te vayas.- pidió el pelinegro mientras se levantaba de la mesa y estiraba finamente la manga de Dilan

-De verdad necesito irme

-Podrías por lo menos aceptar cenar conmigo, después puedes marcharte si quieres, trabaje todo el día y creo que este sería el único alimento  decente después de todo, si te vas,  me iré también y no voy a comer nada hasta tal vez mañana en la cena nuevamente…

-Es esto chantaje?

-Tal vez un poco…, pero realmente quiero que te quedes.

-Agh…. Bien, pero quiero que sepas que matare al par ese, que ocasiono esto.

-Es un trato, créeme socios o no, voy a ayudarte aun si me cuesta la cuenta de Prox.

-Puedes apostar a que no.- el peli plata le guiño un ojo y le insto a que le soltara para que ambos pudieran sentarse.

-Así que… esto fue una trampa?

-Si… lo lamento, no tenía ni idea, supongo que tu tampoco.

-No, Dilan te importa si ordenamos ahora?

-Claro.

Con una simple seña de su mano, el pelinegro llamo al mesero, les entrego la carta y les dejo decidir mientras les llenaba de vino tinto las copas.

Minutos después el mesero tomaba la orden de la pareja para dejarles solos nuevamente.

-Me gusta el restaurante.

-M… es bonito, no te hubiera traído aquí para esta cita, pero, no está mal.

-Cita?

-Lo que dije la ultima vez no era una broma y ya que las cosas resultaron así lo aprovechare.

-sabes? Yo… estuve pensando.

-Acerca de qué? Nosotros? Trabajo?

-Un poco acerca de todo, pero más en ti…

-Que es cariño? dímelo, que pensaste acerca de mi, solo necesito que me digas que es lo que quieres, hare lo que sea.

-Pensé en Volver contigo, pensé en…. No lo sé, cualquier cosa que me dijera que podemos volver a estar juntos.

-Que lo impide Dilan?

-Tu, tu trabajo, Mateo…

-Que hay con Mateo?

-Estuve pensando en cómo huiste de mi oficina, en como tu voz sonaba al decir su nombre, sentí  mi sangre hervir y mi corazón romperse… una vez más, ahí es donde entra el factor Leonardo, me dejaste solo, caliente y desconcertado igual que siempre que te vas, tu trabajo… me mata, es lo mismo con el mío, pero llegue a un punto de quiebre, no quiero eso de nuevo en mi vida.

-Mateo no es nada, ni será nunca nada, te lo dije una vez y puedo repetirlo ahora, jamás me enamore de alguien, hasta que te conocí a ti.

-Aun así te acostaste con él, o vas a negarlo?

-No, no voy a negarlo, me sedujo, estaba tan desesperado por tenerte, que Mateo era el cuerpo que deseaba, era como si simplemente mis manos recorrieran el tuyo, pero mi corazón, como engañarlo Dilan? anhelaba que fueras tu, después del sexo, solo me sentía vacío, lo siento… realmente lo siento.

            -Bueno… por lo menos fuiste honesto.

La comida llego en ese momento, generando un aura nueva de tensión entre la pareja, viéndose de vez en cuando mientras los dos comían en silencio,  Dilan mantenía una extraña mueca entre pensativo y molesto mientras Leonardo esperaba expectante listo para refutar cualquier negativa que Dilan pudiera darle, para cuando el postre llego, no habían dicho ni una palabra más.

Solo el sonido de los cubiertos y el cristal de la copa.

-Regresamos al ambiente incomodo, tuve un dejavu.

            -No fuiste el único, primera cita?

-Primera Cita, quede prendado a ti desde el primero momento en tus ojos se encontraron con los míos en recepción.

-Te hice sufrir?

-Como no tienes una idea, pensé que nunca serias mío.

-Nunca pensé que llegaría a estar contigo.

Leo subió su mano que había estado descansando en su regazó hasta la mesa y tomo la de Dilan que dudaba entre tomar la copa o el cubierto para postre.

-Déjame estar contigo, sé que es egoísta y que probablemente no soy la persona que te merece, pero ya no puedo mas Dilan, Mi vida sin ti no esta completa.

Las orbes color miel estaban posadas en el pelinegro, el corazón le latía desenfrenadamente y no podía evadir el hecho de que ansiaba ese simple toque.

-Quien eres y que hiciste con Leonardo?.- Dilan levanto un ceja de forma casual y le sonrió.

-Contigo el hielo se derrite.

-Tan desesperado estas?

-No estoy siendo lo demasiado obvio?

-Deja de contestar preguntas con más preguntas.

-Vuelve conmigo por favor.- Leo mantenía el agarre el la mano de Dilan y movía su pulgar en una tierna y suplicante caricia. Al menos tenía que agradecer a su hermano por haber elegido un privado.

-pero hay reglas de acuerdo?

-Escucho.

-Somos exclusivos, no quiero que vuelvas a ver a Mateo no se qué y te quiero disponible a mi antojo, no quiero evasivas y la más importante no quiero tener que despertar solo en la cama o que me dejes como la última vez en la oficina, tómalo o déjalo Leo.

-Es todo?

-Esperabas más?

El pelinegro no contesto, trataba de estar lo más en calma que podía cuando su corazón se desbocaba dentro de su pecho, mientras que Dilan degustaba su rebanada de pastel para después pedir la cuenta y salir hasta el estacionamiento del restauran.

-Entonces? No has dicho nada Leo.

-No, lo siento, estaba pensando…

-Disculpen que los interrumpa… - dijo un chico alto en un uniforme que podría reconocerse como ballet parking- es usted el señor Biavane?

-Si… que sucede?

-El señor Alexander me pidió que le dijera que tomaría su auto, dijo que su acompañante podría llevarlo a casa.

Dilan tomo aire profundamente, apretó los puños para no gritar y casi recobrando su compostura sonrió al muchacho.

-Gracias por la información.

-Por nada señor, señor Archer su auto está listo.

-Oh am… gracias.

El ballet parking entrego las llaves a Leo y les dejo solos.

-Así que quieres que te lleve?

-Tomare un taxi.

-Dilan por favor, déjame llevarte a casa, hablaremos en el camino, está bien?

-Agh…. Bien, vamos, voy a matar a Alex, lo haré juro que lo haré.

Con reticencia Dilan subió al auto de Leo, al subir el pelinegro, puso la calefacción a la temperatura que le gustaba al peli plata, y encontró en su repertorio de música la carpeta especial de Dilan…

-Valla aun tienes esa lista, la hice hace casi año y medio.

-Lo se, me gusta escucharla de vez en cuando, oye respecto a lo que hablamos…

-Oh, que pasa con ello?

-Acepto tus condiciones, lo único que deseo en volver a tenerte.

-Entonces no me lleves a casa.

-No lo hacía, no tengo ni idea de dónde vives, recuerdas? pensaba llevarte a mi departamento.

-Hehehe lo siento, mi error, bien, llévame contigo entonces.

Volteando hacia el lado del copiloto y alejando su mano de la palanca de velocidades, dejo descansar  su mano en la Dilan estrechando sus dedos y sonriéndole para regresar después su vista a la carretera.

Mientras Dilan sentía todas sus barreras desmoronarse en un instante, simplemente comenzó a dejarse llevar mientras disfrutaba del contacto de sus manos entrelazadas, aprovecho que el pelinegro estaba concentrado en la carretera y se dedicó a observarle analizando aquellos rasgos que sentía había olvidado.

Leonardo había notado la mirada fija de Dilan sobre el, y se sintió inmensamente feliz, levantó sus manos entrelazadas y beso el dorso del de la de Dilan.

 

En el auto podía sentirse un completo ambiente de relajación, felicidad y ese amor que no podían seguir ocultando.

 

Notas finales:

y bien??? a que es un cap que estaban esperando...

bueno lamento la tardanza mi horario es un desastre de 13 hrs y bueno es dificil darme el tiempo de escribir y es super complicado ver a Ai-chan esa es mi excusa.

en fin como siempre, dudas, quejas, sugerencias, traumas y teorias son bien recibidas.

hasta la proxima.

JiN.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).